[Votaciones]Concurso Veraniego

Si había algo que Naruto Uzumaki odiara más que tener que firmar una interminable pila de papeles de su escritorio, no era que su ramen estuviera frio, o que sus tres hijos, Xavi, Yukki y Rossie no le hicieran caso, no... Eso no era.
Si había algo que Sexto Hokage no toleraba, era el verano, específicamente una parte del este.

El Sol.

Ese  si era su más grande rival, el lo sabía. Entendía que el sol se mofaba de él cada año, y lo hacía brillando más intensamente día con día. Si bien, todo el tiempo  lo odiaba, específicamente el verano, era una estación que le ponía el humor de mil demonios y todo, por ese astro de colores luminosos.

Y ahora, para rematarla de… hacerle la vida cuadritos, no se encontraba en Konoha, donde al menos los arboles cubrían un poco el tan molesto brillo. No, ahora se encontraba en Suna, donde el sol te golpeaba tan directamente que te hacia sudar.

Colmo de males, la reunión se hizo -“Al aire libre”- como petición de su “tan” querido amigo Gaara, (A quien ya estaba maldiciendo mentalmente) quien saco a relucir, el mejor atributo de la aldea de la arena.

Su posición geográfica.
En otras palabras, puso a sudar al resto de los Kages sacándolos a presenciar a la “maravilla” abrasadora del Sol de Sunagakure por cuenta propia, claro, como si no supieran el resto de las naciones que a la aldea de la arena es donde el Sol está más cercano y por consiguiente, el verano es mucho más caluroso.

Y, ¡Claro! a llegado el momento de sacar la operación matemática.

Naruto + Calor infernal (Alias “sol”) + Reunión diplomática al aire libre = Un desastre asegurado.

Dicho y hecho.
Incluso algo había algo que reconocerle al rubio, permanecer 35 minutos bajo el calor sofocante del sol de verano de Suna, no era cosa sencilla y, más aun, cuando se odia al Sol y al verano.

Si, había que compadecer al chico de ojos azules…

De no ser, por que el irse de la nada, en una reunión tan importante como lo era “esa” reunión significaría tanto para Konoha.

Saquemos otra operación matemática:

Naruto + Buenas alianzas económicas + Buen comportamiento =  Una Konoha feliz. (Alias, Sakura Haruno y Tsunade Senju).

Pero, veamos lo que realmente paso:

Naruto + Calor sofocante + Sol que le jode + Reunión llena de bla-bla-bla = Una negativa de propuesta, es decir, Una Konoha triste (Alias, Sakura y Tsunade lo matarían cuando lo encontraran).

Y lo sabía, cuando lo encontraran lo matarían. Pero, ahora solo quería pensar en una técnica para que el sol deje de brillar y así, deje de estarle irritando toda la temporada.

- ¡Lo encontré!- Se escucho un sonoro grito dentro de la habitación donde se encontraba, seguido de otro ruidoso portazo- ¡Papito! ¡Mamá y la abuela están muy preocupados por usted! ¡Nos han mandado incluso a mí y a mis hermanos a buscarlo!- Dijo una niña de cabello rojo y ojos azules.

-Rossie-Chan, respira, estas muy agitada…- Le recriminó el rubio  mientras se hincaba y la veía.

-¡Papaa! ¡No soy una niña! ¡Ya tengo 9 años!- Grito haciendo un puchero bastante cómico.
-Hay Rossie-Chan… Bueno, ya que me has encontrado ¿Me acompañarías a ver el ocaso de Suna?
-¡Claro!


-Papa… ¿Puedo hacerte una pregunta?- Dijo  Rossie, mientras se ponía de espaldas al mirador de la aldea.
-¿Eh…? Sí, claro, adelante.
-Bueno… Mis hermanos y yo, estábamos en la reunión, como espectadores claro, y vimos cuando usted se fue de la nada, papi… ¿Acaso le molesto algo y se fue de la reunión? ¿O paso algo? ¿Por qué se fue? – Termino de preguntar rápidamente.

Naruto resoplo, e, igual que su hija más chica, se puso de espaldas a la aldea y miro a su hija.

-¿Enserio quieres saber? No es nada, realmente…- Insistió el rubio.
-¡Claro!- Dijo con los ojos como estrellas.
-Bueno… Lo que pasa es que tenía calor…- Dijo secamente.
-¡Papá! No es justo, no me dices la verdad…-Expreso  haciendo un puchero y cruzando los brazos.
-Rossie, hija mía, te digo la verdad, el sol aquí en Suna es demasiado fuerte y pues, me dio calor…-
-Papá… Mamá no dijo una vez, que cuando se miente, el Chakra sufre un pequeño desbalance… Su Chakra acaba de volver en sí, es decir, me miente- Termino de hablar Rossie con una mirada inquisidora.

-“Sakura-Chaan… Tengo que ajustar cuentas, quien sabe que más les has dicho…”- Penzo mentalmente- ¿Qué más te ha ducho tu madre acerca de mi?
-Padre, no quiera salirse del tema- Reclamo Rossie- Dígame la verdad o le diré a Mamá que se encuentra aquí.

Ante la advertencia, el rubio tembló disimuladamente y se dirigió hacia la pequeña.

-Está bien  mi niña, te lo diré…  Me fui de la reunión por qué no soportaba mas estar bajo el sol.
-Papá, dijimos que sin mentiras.
-Esto es verdad, Rossie, me fui de la reunión por qué me dio mucho enojo…
-¿Enojo? ¡¿Acaso alguien trato de atentar contra la aldea?¡- Grito con los ojos muy abiertos.
-¡No! No, no, no, eso nunca pasó, ni siquiera lo pienses, recuerda que hay un tratado de paz, no fue eso la causa de mi enojo, si no el sol…
-¿El sol?- Pregunto con una ceja alzada.
-Si mira, yo odio el verano, es la estación del año que mas enojo me causa…
-¿Por qué?
-Odio el verano por el sol, ¿Sabes? Yo siempre le he dicho a tu madre, que ella es el solecito de mi vida, que es la única que ilumina mis días, claro, también están esos 3 pequeños Soles-Demonios de mis hijos pero…
- ¡Papa!
-Es broma Rossie, es broma- Dijo mientras contenía la risa-  Pero la verdad es que detesto al sol, ¿Sabes por qué? Por la simple razón de que… ¡Brilla! ¡El muy cruel brilla más que Ustedes! ¿Cómo voy a decirles a ustedes que son mis solecitos, cuando ese- Señala al sol- me retracta en la cara que el brilla más?

Si bien, Rossie solo tenía 9 años, había entendido perfecto la situación de su padre, sus ojos se hicieron un poco llorosos y salto a abrazar al rubio Hokage.

-¡Papaa!
-¡Wooo! ¿Pero que pa…?- Pero no termino de hablar, un golpe en la cabeza lo dejo inconsciente.

Cuando la pelirroja volteo a ver al causante, miro a su madre hecha una fiera y decidió (Por su propia salud) desaparecer del lugar lo antes posible.


Al volver de la reunión, (A la cual Naruto volvió obligado por dos médicos) y ver el buen resultado de esta, los 2 hijos más grandes, y los respectivos padres regresaron al hotel donde se hospedaban.
Fue ahí, cuando el entrar y ver a la estancia, miraron a  Rossie y vieron el dibujo que estaba en su mano.

Este era, un sol dibujado con crayones amarillos y anaranjados, con líneas ligeramente a lápiz. En el dibujo, había una pequeña leyenda que decía:






Al ver Sakura el dibujo, no pudo evitar preguntar.

-¿A qué se refiere el dibujo?

Naruto guardo rápidamente el dibujo en uno de sus bolsillos y dijo:

-Ya sabes que Rossie-Chan le gusta jugar, quizá luego les diga…


Verano, estación que Naruto Uzumaki y Rossie Uzumaki odian por las imitaciones al “Solecito” de sus vidas.
¿Cuánto más crecerá esta cadena de odio?

“La barca de Caronte rema hasta la orilla próxima, las puertas a los aposentos de Hades, el protector de todas las almas muertas. Sentía miedo pero en el fondo sabía que mi destino era avanzar, no podía seguir huyendo. Una vez baje de la barca y me hube aproximado hacia el lugar donde todo aquel que lo deseara hallaría el descanso eterno, su guardián, el Cancerbero, me saluda juguetón, parece ser que el perro del infierno no es tan fiero como lo cuentan. Sin más preámbulos cruzo las puertas del destino mortal para adentrarme a la no vida. Una vez me hayo dentro y las puertas se han cerrado impidiéndome retroceder me empieza a ser dificultoso respirar, las piernas me tiemblan, mis fuerzas empiezan a abandonarme... pero todo cesa al desplomarme en el ardiente suelo del inframundo no sin antes visualizar a aquel joven de cabellos rubios y azules ojos.”

Despierto sobresaltada y temblando aún por tal sueño, provocado por el infernal calor del verano. O al menos eso quiero creer. Llevaba ya varios días que me huía el sueño, siempre el mismo. Y aquel chico.... ¿quién podía ser? La verdad era que no avanzaba en aquella pesadilla y su rostro era visualizado un tanto borroso por mi mente. Eran las 11:45 de la mañana, no había prisa por levantarse ya que las clases habían terminado y mis padres estaban de viaje pero la idea de volver a sentir esa sensación me aterraba así que me aliste con una camisa de tirantes blanca, unos shorts negros y unas tenis blancas, después de terminar de vestirme bajé a desayunar. Prendí la televisión para quitarme de la cabeza esas malas sensaciones.
-En torno a las tres de la madrugada varias personas aún sin identificar fueron víctimas de una serie de asesinatos por la zona centro de Tokio. Varias fuentes afirman que no es la primera vez que pasa pues se han encontrado unos extraños grabado en el callejón en el que fueron encontrados. - Algo en mi cabeza hizo clic pues esos grabados eran los mismos que tenía la puerta a la habitación de Hades. Esto ya empezaba a dar miedo.

Apagué la televisión pues decidí que no era la mejor manera de olvidarme de la pesadilla, así que me marché al parque una vez me terminé el desayuno. El camino no era muy largo pero la cuesta arriba que había y el calor no ayudaban mucho, es más, ahora que recuerdo esa es la principal por la que no me gusta el verano, el calor. Pero bueno, poco se podía hacer. Una vez llegué arriba respire el aire puro del parque y deje que el viento ululara tranquilo por unos segundos en mi oído, dando la sensación de que me cantaba muy bajito, como suaves susurros. Escuche a un joven cantar mientras que paseaba por el parque, un poco triste la letra si soy sincera pero podría asegurar, que transmitía mucho más de resignación con el mundo más que dolor consigo mismo... o al menos eso me pareció.

Para quien quiera escucharla:

-¿Suenas un poco pesimista no te parece?- Era un chico alto, rubio, esbelto y con ojos azules. Me miró fijamente con aquella mirada del color del zafiro y serio, pero cambio esa expresión ante mi comentario esbozando una pequeña sonrisa- Digamos que este teatro no se merece canciones expresándole la alegría de vivir.

Era extraño pero por un segundo me vi reflejada en el pues yo hacía muchos años había pensado igual que él pero más tarde aprendí a valorar lo que esta vida nos ofrecía. Bajo del árbol en el que se encontraba apoyado y me extendió la mano.
-Naruto Uzumaki, un gusto- le estreche la mano bastante risueña, estaba feliz de encontrar digamos, a mi otra parte- Sakura Haruno, igualmente.

Nos pasamos el día hablando de todo y nada, entre risas aquel que había empezado siendo un extraño acabo siendo la persona con la que más confianza tenía, ni siquiera a mi mejor amiga Ino le había contado cosas que a Naruto si, y no debería hacerlo pero tenía la sensación de que no diría nada, que se llevaría los secretos a la tumba... ¿por que estuve tan ciega?
Llegó la noche y no quería separarme de él, quería seguir escuchándole hablar, que me contara los secretos de este “estúpido teatro” como el lo llamó pero el sueño me buscaba, Morfeo quería acunarme en sus brazos pero fue en ese preciso momento cuando recordé la pesadilla. Se lo conté a mi rubio amigo en busca de consejo y él me colgó al cuello un colgante un tanto peculiar. Parecía ser un colmillo con unas extrañas inscripciones a las cuáles no les tomé importancia.
-Duerme con el y verás como no vuelves a tener de nuevo esa pesadilla, es un amuleto protector que me regaló mi abuelo- era tan encantador, tan atento... pero todo era una farsa, como el me había dicho en esta vida todo tiene su porque- ¿pero no lo necesitaras tú? Es decir... ¿por algo te lo entregó tu abuelo no? - sonrió por lo bajo, no entendí el porque de aquella sonrisa pero esa noche todo sería revelado – no te preocupes, mi mayor protección ahora eres tú.

Me dio un fugaz beso que por unos segundos me dejó en shock e hizo que un notable sonrojo se posara en mis mejillas, después de eso salió corriendo en dirección contraria a mi y agitando su mano diciéndome “Adiós”. Me dirigí a mi casa con una sonrisa tonta posada en mis labios, creí que encontré el amor pero no era cierto del todo... cada cosa tiene su precio. Subí a mi habitación, me puse el pijama y dormí plácidamente recordando todo lo que había pasado mas no fue a la mitad de la noche que aquel sueño no volvió a aparecer. Todo pasó exactamente igual que siempre pero en el momento de caer no paro, siguió y no fue otra mi sorpresa cuando descubrí quien era aquella persona.
-Na...Naruto- Me miró con aquellos ojos serios y su rostro sin expresión alguna, se arrodilló ante mí y con su mano derecha elevó un poco mi rostro. No podía creerlo, aquella persona que en una tarde había robado mi corazón era aquella que atormentaba mi sueño cada noche. Con un nudo en la garganta y mis ojos a punto de llorar saqué fuerzas de flaqueza y hablé como pude- ¿Por qué? ¿Por qué... tú?

Levantó mi inutilizado cuerpo y me cargó hasta un altar cercano al trono del infierno. Hizo los mismo grabados de la puerta al rededor del altar y me poso en la fría piedra que contrastaba completamente con el abrasante ambiente de la sala. Colocó una gema de color jade sobre mi frente y después de recitar unas oraciones se hizo un corte en la mano y vertió una gota de su sangre sobre la gema. En aquel momento entendí que él había sido el asesino de todas aquellas personas, aquel hombre... era el diablo. Una vez todo estaba preparado se dignó a responderme.
-Es muy simple querida, no quiero que sufras lo que todos los seres mortales deben pasar cada miserable día de su existencia... quiero salvarte. - colocó lo que parecía ser una daga ceremonial sobre mis manos- Tú decisión es. Si confías en mí y de verdad me amas te clavaras esa daga para revivir como mi reina o... morir como mortal, padeciendo de tú existencia cada día.

No debí hacerlo pero confié en él, ciertamente fui y soy su reina pero no merece la pena. Desaparecí del mundo humano pues mi cuerpo había sido absorbido por aquel colgante que me regaló por lo que mi familia y amigos lloraron por mí día y noche... les hice daño solo por un hombre que me prometió el cielo y como el mismo me dijo, “todo lo que esta vida te ofrezca serán solo palabras vacías llenadas por el jolgorio del momento”
E hay cuando comprendí todo, cuando comprendí que este estúpido teatro al que llaman vida solo sirve para disfrutarlo el tiempo que dure pues la fama no será duradera siempre y ese órgano, el corazón, nos engañara como a tontos. Vivo feliz a su lado, si es que puede decirse así mas tengo que cargar con la enorme culpa de haberle hecho daño a las personas que todo me lo han dado y que nada nunca me han pedido a cambio.

Y esta será la historia de un ángel al cuál le cortaron sus alas por querer amar a alguien contrario a ella, por amar al diablo.  

Un amor de verano

Un yate se encontraba en altamar en el se celebraba una fiesta privada, es aqui donde comienza nuestra historia veraniega

- Hola – saludó una voz seductora detrás de ella.

Se volteó risueña para encontrarse con el espécimen masculino más perfecto que había visto jamás.

- Hola – respondió ante las risitas tontas de sus amigas.

- ¿Puedo invitarte una copa?

- Supongo que sí – aceptó y caminó junto a él hasta el bar del yate después de dedicarles una mirada ino a Temari y
Temten.

- ¿Qué bebes, preciosa? – preguntó el desconocido

- Un daikiri

- En seguida – dijo haciendo su pedido al camarero.

Llevaba cuatro días en Ibiza y aunque había visto miles de hombres guapos, ninguno se podía comparar con el perfecto
hombre que estaba junto a ella.

- Naruto – dijo él estirando su mano mientras esperaba sus bebidas.
- Sakura – respondió sonriente estrechando su mano.

- Sakura – repitió él dedicándole una mirada que le calentó la sangre – ¿Estás de vacaciones, Sakura?

- Sí. Mis amigas y yo – explicó mirando a sus amigas un instante – hemos acabado pre-med y nos hemos tomado diez días
de vacaciones.

- Pre-med – dijo con interés – ¿Vas a estudiar medicina?

- Si – reconoció con orgullo

- ¿Dónde? – preguntó cogiendo los vasos que le entregó el camarero y haciéndole una señal para dirigirse a unas
tumbonas sobre la cubierta más alta del yate.

- En Nueva York.

- ¿Vives en Nueva York?

- Sí ¿y tú?

- Londres – dijo y una pequeña decepción la golpeó.

- ¿Y qué haces allí?

- Soy arquitecto.

- ¿Estás de vacaciones?

- En realidad estuve trabajando en Barcelona, pero decidí tomarme unos días aquí antes de volver a casa.

- Me alegro que lo hicieras – reconoció divertida con una temeridad que no le era habitual.

- Me alegro de haberlo hecho – sonrió seductor enredando su dedo en un mechón rosado que había caído de la coleta de
ella.

Bajó su dedo acariciando su cuello y su clavícula erizándole la piel y sintiéndose audaz al ver que ella no se alejaba de su
contacto.

- ¿Te alojas en Ibiza? – susurró bajando sus labios hasta el cuello de la chica para dejar suaves besos en su piel.

- En "El Hotel Pacha" – jadeó en respuesta con el pulso acelerado

- Tengo una pequeña cabaña alquilada en la isla de Formentera. ¿Te gustaría quedarte conmigo? – preguntó

Mordisqueando su cuello mientras su mano subía por su costado rozando sugerentemente el lado de su pecho que
Asomaba por el costado del bikini.

- No creo que sea lo más conveniente – gimió cerrando los ojos y arqueando su cuello hacia él para darle mejor acceso.

- Prometo devolverte sana y salva. Al menos tanto como me sea posible...

- Mis amigas están en Ibiza...

- ¿Quieres invitarlas también? – dijo tirando de ella para sentarla sobre su regazo

- ¿Quieres que les invite? – preguntó sorprendida – No eres una especie de pervertido, ¿o sí?

- Preciosa – sonrió mirándola con solemnidad – Yo sólo quiero estar contigo y que te quedes conmigo los días que te
quedan de vacaciones, si para lograrlo tengo que alojar también a tus amigas, pues estoy dispuesto a hacerlo...

- No sé si ellas querrán...

- ¿Y tú, Sakura? ¿Tú quieres quedarte conmigo? – preguntó poniéndola en un aprieto

Sabía que podía meterse en un lío, pero ella era la recatada Sakura Haruno

La hija del jefe de empresas Haruno inc.

Nunca se metía en líos. Nunca hacía nada arriesgado o temerario.
Desde que hacía cuatro días habían desembarcado en la isla, se había comportado. Había salido con sus amigas, había
bailado hasta el amanecer, había bebido y se había reído con desconocidos.

Pero no se había desmelenado ni la mitad de lo que lo había hecho su amiga Ino yamanaka.

Y el padre de ino era accionista de la empresa de su padre .

Así que si Ino se había podido ir a la cama con un guapo italiano que acababa de conocer, ¿por qué no podría Sakura
vivir un poco de pasión y lujuria con un inglés delicioso, de cabello rubio, ojos azules, y cuerpo de infarto?

- ¿Qué dices, cariño? ¿Te vienes a Formentera conmigo?

- Supongo que podría quedarme contigo un par de días – aceptó ruborizándose

- Perfecto, preciosa. Cuando volvamos al puerto recogeremos tus cosas. – le informó antes de lanzarse sobre sus labios y
Besarla con lujuria difícilmente contenida.

Los siguientes seis días fueron los más increíbles que hubiera podido imaginar.

Naruto era un hombre encantador, era cariñoso y tierno, pero era también pasional y un amante extraordinario.
Sakura no era virgen, aunque sus relaciones sexuales se reducían a un novio durante cuatro años.
Sasuke y ella tenían una vida sexual activa, pero ambos eran el primer amante del otro, así que sus respectivas

Experiencias eran nulas y por tanto el sexo entre ellos solía ser bastante casto. No había mucho de posturas variadas, ni                 fantasías cumplidas. Orgasmos sí, pero no todas las veces.
Con Naruto era completamente diferente.

Era un maestro en el sexo oral, era un experimentado masturbador, y no tenía inhibiciones. Le había hecho el amor en la cabaña, pero también en la playa al atardecer, e incluso en el mar el día que habían visitado

Una  cala nudista, cuando el cuerpo desnudo de Sakura le había provocado una erección. Al principio se había sorprendido por la inocencia de Sakura, ya que su cuerpo gritaba sexo aunque parecía que ella no era consciente de ello.

Pero, cuando logró que se soltara, la chica fue como un polvorín. Le había entregado las riendas a él, y se dejaba llevar, aún cuando se escandalizaba con las propuestas de Naruto, como que le provocara un orgasmo con sus dedos mientras

Ella conducía el pequeño Smart que él había alquilado para recorrer la pequeña isla.

Para cuando la dejó en el aeropuerto de Ibiza junto a sus amigas, Bella tenía cientos de cosas que contarles y miles que ocultar.

Naruto por su parte tenía muy gratos recuerdos que atesorar, aún cuando la pelirrosa de ojos verdes acabaría por obsesionarle recriminándose no haber intercambiado siquiera una dirección de mail o un apellido.

- He pasado unos días maravillosos, Sakura-chan – le confesó besándola frente a la puerta de embarque.

- También yo.

- Guardaré estos días entre mis mejores recuerdos.

- Gracias por unas vacaciones maravillosas, Naruto – sonrió con tristeza antes de que el chico se volcara sobre sus labios y la besara con pasión y ternura a la vez.

No habían intercambiado teléfonos ni direcciones de mail, así que ambos sabían que ésa sería la última vez que se verían,

Pero ninguno pudo dejar de reconocer, que esos seis días en las Baleares, les habían cambiado la vida.
Aunque en ese momento no pudieran imaginar la magnitud de ese cambio.
-
Habían pasado 7 años Sakura por giros del destino volvió a reunirse con Naruto, pasaron 6 mese de novios y en los siguientes 5 se casaron  ellos nunca olvidaron aquel viaje de verano hace 7 años  como regalo de aniversario Naruto volvió a llevar a Sakura a esa cabaña
Los dedos de naruto, acostado a su espalda, acariciaban su vientre cuando el sol de la mañana la despertó.
Posó sus manos sobre las de él deteniendo su movimiento.

- Buenos días, preciosa

- Buenos días – saludó desperezándose

- Has dormido mucho – sonrió él

- ¿Sí?

- Sí. Ya es casi mediodía.

- ¿De verdad? – indagó sorprendida

- Ajá. Así no podré cumplir mi propósito – comentó intrigante

- ¿Tu propósito? – preguntó Sakura volteándose a verle realmente curiosa – ¿Cuál es tu propósito?

- Repetir exactamente nuestra semana de hace siete años.

- ¿Ah, sí? ¿Y no vas a pedirme mi número esta vez tampoco?

- Será lo único que cambiaré – corrigió haciéndola reír.

- ¿Y puedo saber por qué quieres repetir esos días?

- Tal vez repetir de del atardecer o quizás ir a esa playa nudista, quizás engendrar un hijo

- Oh, cariño – sonrió comprensiva apretándose contra él

- Tengo que confesarte que temo quiero tener un hijo contigo, y que mejor lugar que esté

- Oh, Naruto, no tienes que preocuparte por eso…

- Lo sé, pero no puedo evitarlo.

- De todos modos no creo que vayamos a engendrar un bebe aquí en esta isla amor.

- Nunca se sabe-dijo Naruto besando la frente de su esposa

- Creo que no – sonrió enigmática

- ¿Por qué no?-pregunto extrañado

- Porque lo hemos hecho hace al menos tres semanas – sonrió ganándose la sorprendida pero exultante sonrisa que su marido no reprimió.  

-
Hay historias que tienen muchos escenarios esta  en especial cuanta con una isla. nunca se sabe que puede resultar de un viaje de verano, Sakura encontró al amor de su vida, quien sabe quizás tu mino o tu misma encuentres al amor de tu vida en tus próximas vacaciones de verano, quizás tengas suerte lo importante es entender que unas vacaciones pueden cambiar tu vida
Gracias por leerlo así que sin dada que decir
Fin

En una playa, con un cielo despejado y  el sol en todo su esplendor estaba un rubio sentado con los ojos cerrados acobijado por la sombra de una sombrilla mientras pensaba

-Rayos odio el verano este calor insoportable y ese tonto de sasuke ligando que horror porque me deje convencer de venir a la playa-

Pero todo eso cambio  cuando sin querer abrió los ojos y ahí tirada en la playa cerca de las olas había una chica con un bikini rojo y un color de cabello rosa

-Diablos se va  ahogar – grito el rubio

Como rayo el rubio salió corriendo hacia donde estaba la chica cuando vio  que estaba inconsciente y se le dificultaba la respiración el rubio sin pensárselo dos veces le dio respiración boca a boca, tras unos minutos la chica reacciono algo confundida

-¿Qué paso, dónde estoy?-

-Creo que estabas desmayada, y no podias respirar bien antes que despertaras tosiste agua creo que te habías ahogado o algo así, fui yo quien te salvo-

-Ya veo, muchas gracias por cierto mi nombre es Sakura Haruno y el tuyo-

-Naruto uzumaki-

Ambos se estrecharon la mano pero ahí fue justo en ese momento que el rubio noto lo hermosa que era la chica su cabello rosa sus ojos verdes y una piel blanca en verdad era muy preciosa, pero en eso la peli rosa se despidió del rubio y se marchó con un rumbo desconocido

La noche había caído en la playa el cielo típico del verano completamente despejado y las estrellas lo iluminaba cerca de la orilla de la playa un grupo de tres chicos 2 pelinegro y un rubio habían encendido una fogata y cocinaban algo-

-Ven les dije que venir a la playa, era lo mejor en verano y mira esta noche tan fresca y esa luna tan hermosa- dijo el paliducho

-Ya les dije odio el verano calor, agua y más calor y para colmo mosquitos- decía el rubio enojado

-Tranquilo tonto solo es un tiempo deberías estar feliz la playa, tus amigos y chicas en bikini ati te encanta eso no- dijo el otro pelinegro

-Sasuke tiene razón, oye que no esas son las chicas que conocimos en la mañana-

El dedo de Sai apunto hacia el norte y ahí en la orilla de la playa tres chicas caminaban una peli roja, una rubia y la peli rosa que el rubio había salvado en la mañana

-Oye deberás son Ino y Karin – decía el uchiha

-De donde conocen a esas chicas- decía el rubio

-ligues de la mañana las llamare- contesto Sai

EL paliducho les grito y las chicas reaccionaron y fueron hacia la fogata al llegar los dos peli negros miraron  a la peli rosa y le preguntaron quién era ella pero quedaron sorprendido cuando saludo muy cordialmente al rubio y después les explicaron todo un rato después los 6 jóvenes están sentado rodeando la fogata mientras reían

-Bueno y asi paso lo del profesor de ciencias- decía la rubia
Con el paso del tiempo los jóvenes se enteran más de todo que las chicas tenían 24 años, y estaban ahí aprovechando las vacaciones de verano que daba la universidad, los chicos tenían igual 24 años y estaban ahí para irse a refrescar del calor además que verían varios partidos del mundial de Brasil en las pantallas que podrían en la playa

Pero ya saben en esas reuniones no falta quien empiece con los juegos y tomando una pelota todos se metieron al mar a jugar volibol, pues la fresca temperatura de la noche hacia más divertido los juegos

Tras un rato de jugar regresaron a la fogata pero paso algo Ino les dijo a las chicas que robaran la ropa de los chicos y se echaran a correr para que los chicos las persiguieran por toda la playa como una broma clásica de las noches de verano

Y ahí van los chicos tras ellas, Sai tras Ino, Sasuke tras Karin y Naruto tras la peli rosa corrían por la arena mojada por las olas con la luna y las estrellas como fondo se reían, pero llego un momento es que el rubio estaba a unos 5 o 6 pasos de la peli rosa

La chica se tropezó y se cayó y esto provoco que el rubio tropezara con la chica y se cayera encima de ella quedándose viendo directo a los ojos ambos estaban sonrojados perdidos en los ojos del otro y sus bocas muy cerca, lentamente sus labios se fueron uniéndose y asi se dieron largo beso sobre la arena mientras las olas del mar mojaba sus cuerpos suavemente

Ambos se separaron por falta de aire y buscaron la respuesta en los ojos del otro y asi viéndose en la mirada del otro se dijeron  todo sin decir nada

Se abrazaron de nuevo y volvieron a besarse un beso mágico con la luna y las estrellas como sus únicos testigos de aquel amor que sin querer surgió en esa noche de verano

-Te amo- dijeron al unísono

Aunque pareciera una tontería algo había surgido entre ellos como si estuvieran destinados a amarse y el destino los hubiera reunido bajo las estrellas y  la luna

Se levantaron y se tomaron de la mano y fueron caminando  a lo largo de la arena del mar mientras no dejaban de sonreírse como si en esa sonrisa dijera las palabras más hermosas que ambos hubieran escuchado, al llegar a una especie de roca que salía por encima de la playa se subieron y viendo la luna directamente el le dijo a su amada

-Aquí como la luna de testigo te prometo amarte eternamente, mi Sakura-chan-

-Naruto y yo delante del mar y las estrellas te prometo amarte más allá de esta vida mi dulce rubio-

Ambos volvieron a besarse con la luna, el mar y las estrellas de fondo, en una cama de un hospital conectado a un aparato que indicaba los latidos del corazón un anciano con canas donde ante había cabello rubio y con arrugas en su rostro tenía los ojos cerrado y sonreía sosteniendo una foto de una joven pareja de un rubio y una peli rosa

-Vaya esta noche me recuerda mucho aquella noche donde nos juramos amor eterno mi Sakura-chan es perfecta-

El anciano miraba la noche de aquel  verano mientras a su mente llegaron más pensamientos

-Ya es tiempo de volver a reunirnos verdad, si mi amor allá voy contigo para seguir amándote más allá de mi vida gracias ati aprender amar el verano mi Sakura-chan-

El anciano sonrio y asu mente vino la imagen de la peli rosa allí sentada en la roca diciendo

- Te habías tardado mucho Naruto-
Pero no era la imagen de la pelirosa anciana no era la sakura  joven y al acercase él era el rubio joven y  se acercó a la pelirosa con tanto amor y la beso  mientras un sonido se escuchaba era el aparato indicado que el corazón del rubio se había detenido y su muerte había llegado pero en su rostro había una enorme sonrisa

fin

Una Peli rosa de piel hermosa como la seda de color blanco abría lentamente mis ojos con pesadez y sueño, eran las 6:30 am. Se estiro revolcándose por toda la cama intentando quitarse la pereza de encima, se hecho de lado y quedo acostada nuevamente de lado izquierdo con pereza cerrando los ojos automáticamente para abrirlos con esfuerzo, alzo un poco la mirada y lo vio…

Arqueo su ceja molesta y se volteo hacia el lado contrario dándole la espalda, Otra vez estaba hay parecía un robot no decía nada simplemente se quedaba hay parado ese estúpido y sensual Guardaespaldas. Si es una niña rica de papi y mami y por eso tiene un guardaespaldas que esta como quieres.

Se levantó y fue directo al baño pero su ronca y excitante voz resonó en su oído con sensualidad provocándome que se erizara, tenía ese efecto en ella siempre que abría aquellos labios carnosos y rojos con suavidad y delicadeza.

- Señorita Sakura debe alistarse rápido en 20 minutos pasa la camioneta por usted – Dijo el guardaespaldas de Nombre Naruto – Le mandare a preparar el Desayuno –


- Gracias, Vete que quiero bañarme y alistarme – Dijo Sakura sin voltear a mirarlo caminando lentamente hacia el baño que después de 15 minutos estaba justo detrás de la puerta con su mano extendida tomando la perilla –


Abrió la puerta lentamente sin prestar atención a nada de hecho miro su bolso cruzado de color lila que pasaba por encima de aquella blusa escotada color blanco con un mini Chaleco que solo cubría sus hombros de color Lila, Un Jersey Lila y sandalias sin tacón cerradas del mismo color que la blusa, Quizá era una chica adinerada y consentida pero era muy sencilla y simple.


Sakura dio un paso hacia adelante pero algo duro y a la vez blando la detuvo en seco obligando a rebotar hacia atrás en lo que alzaba la cabeza con la boca preparada para gritar.


- Pero que… - Levanto su cabeza pero para su sorpresa no debió hacerlo ya que sus suaves y finos labios se vieron casi capturados por unos gruesos y carnosos – Que haces aquí – Hablo Sakura mirando aquellos labios que estaba un poco entreabiertos y hablando casi entre sus labios estaba a Milímetros de ser posesionados por aquellos –


- Vine a llevarte a la camioneta – Dijo Naruto con su voz ronca pero de manera muy tranquila cosa que mato el momento haciendo que Sakura se separara de el y mirara para otro lado molesta –


- Si, Si vamos de una vez – Dijo Sakura evitándolo y comenzando a bajar rápidamente por las escaleras seguido de su fiel y extremadamente sensual guardaespaldas –


Sakura termino de bajar las escaleras y a paso rápido se dirigía hacia la camioneta que los esperaba fuera de la casa pero antes que nada Naruto se adelantó y se posó al lado de la puerta abriéndola permitiendo que entrara con toda facilidad para luego rodear la camioneta y entrar en la parte de adelante.


- Buenos días Hija – Dijo Mebuki dándole un beso en la mejilla a Sakura en la mejilla dejándole marcado un poco su labial carmesí –


- Buenos días Mama, Buenos días Papa – Salude a mis padres quienes estaban justo a su lado para luego sonreírles y escuchar como la puerta de adelante se cerraba ganándose su atención –


- ¿Nos vamos? – Pregunto Naruto a Sakura y sus papas  mientras se ponía su micrófono en el oído y sus gafas de color negro dándole ese toque extremadamente sensual –


- Por supuesto, Vámonos de una vez ¡Quiero ir al Festival de Verano Ya! – Dijo Mebuki con abundante alegría tomando la mano de su hija - ¿No estas emocionada cariño? – Dijo tomándole la Mano a Sakura quien giro la cabeza hacia la ventana – Vámonos Naruto – Dijo omitiendo el hecho de que Sakura no respondiera, para ver como Naruto hacia una seña a su colega quien piso el Acelerador y comenzar a andar hacia el Festival –


Después de un viaje largo y callado hacia el centro de Konoha donde ya se podían ver aquella hermosas luces iluminar toda la ciudad, el viaje duro 9h y estábamos cansados pero aun así iríamos por según mi madre esto no pasa tan seguido y no hay que perderlo nunca Pensaba Sakura con respecto al Festival.


- Bien Hija, Ven conmigo y vamos a cambiarnos y ponerlos lindas para los chicos – Dijo Mebuki a su hija haciéndola sonrojar –


- ¿Chicos? – Pensó Sakura mientras miraba a Naruto de pies a cabeza y su estómago daba un revuelto por dentro -  Me pondré linda…Para Naruto… - Pensó nuevamente Sakura tomando la mano de su madre y metiéndose hacia la pequeña cabaña que habían alquilado –


Después de más de 1 hora por fin Sakura y su Madre salían, Naruto y el Padre de Sakura esperaban afuera aburridos con el resto de los Guardaespaldas de los padres de Sakura, Kizashi jugaba sentado en un tronco con una pequeña rama seca dibujando en la tierra mientras Naruto estaba pegado a un árbol de espalda con los ojos cerrados.

- ¡Por fin! – Dijo Kizashi haciendo que Naruto abriera los ojos y de inmediato la boca –


- ¿Para dónde va… - No pudo terminar por que sus ojos se cruzaron con lo más hermoso que había visto en la vida, Sakura vestía un Kimono Rosa con flores blancas su cara delicadamente maquillada con un poco de rubor y sus parpados pintados de rosa dándole un toque espectacular en sus ojos, Su cabello sujetado con una pinza en forma de moño y un mechón caía por su frente dándole ese toque sexy que necesitaba –


- ¡Wow! ¡Están Hermosas mis Amores! – Dijo Kizashi mientras caminaba y las abrazaba pero por otro lado Naruto mantenía su mirada fija en aquellos orbes verdes que lo miraba fijamente –


- Esta…¡GUAPISIMO! – Pensó Sakura siendo abrazada por su padre mirando a “su” guardaespaldas por encima del hombro de su padre que después de unos segundos la solto – Hija tu madre y yo decidimos que podrás pasar este Verano con Naruto, Bueno puedes ir a cualquier parte pero Naruto te acompañara ¿Te parece? – Pregunto Kizashi a su hija –


- ¿¡Enserio!? – Pregunto Emocionada Sakura - ¿¡Puedo ir donde yo quiera!? – Pregunto nuevamente –

- Siempre y cuando Naruto este contigo – Dijo Mebuki sonriendo a su hija quien después de una sonrisa a su madre salió corriendo hacia donde Naruto para tomarlo de la mano y llevárselo –


- ¿A dónde vamos Señorita? – Pregunto Naruto siendo arrastrado por Sakura –


- No me digas señorita no por esta vez – Dijo Sakura mientras tomaba la cara de Naruto entre sus manos y unía nuestros labios en un corto pero delicioso beso que duro pocos segundos - ¡Vámonos! – Grito Sakura corriendo mientras Jalaba a Naruto comenzando a perderse de la visión de los padres de Sakura –


- Señorita Sakura yo… - Intentaba excusarse Naruto con Sakura pero él no tenía la culpa de nada no tenía como excusarse –


- Cállate y corre – Dijo jalando a Naruto fuera de la Ruta que llevaba al festival de verano y tomaban la ruta al bosque comenzando a atravesar la hierba –


- ¿A dónde vamos Señorita? – Pregunto Naruto Inocente sin dejar de correr esquivando ramas que estaban estiradas de lado a lado doblando su cuerpo –

Cuando los cuerpos de Naruto y Sakura se perdieron entre la espesa hierva que al estar de noche no dejaba mucho que divisar a lo lejos pero gracias a aquella luna que iluminaba su camino podían ver claramente en la noche, Naruto por su parte estaba desconcertado no sabía que estaba pasando ni que hacer en un momento así, Tenia la orden de ir para donde quisiera Sakura así que no podía quejarse de nada.


A lo lejos se pudo divisar un pequeño lago que era espejo de la luna ya que esta se reflejaba en todo su esplendor dejando que las pequeñas hondas que producía el viento en el agua diera ese toque más genial al reflejo de la luna, Sakura llego hasta la orilla y comenzó a quitarse el Kimono dando a entender que debajo suyo no había nada que la cubriera.


- ¡¡QUE ESTA HACIENDO SEÑORITA!! – Grito Naruto sonrojado dándose la vuelta y comenzándose a tapar la cara con ambas manos sintiendo como su cuerpo se agitaba y por su mente la figura de la espalda blanquecina y parte de su trasero se repetía en su mente como si se tratara de una película –


- Ven aquí tonto – Dijo Sakura haciendo voltear a Naruto de los hombros y atrapando sus labios con los suyos bajando sus manos a su cintura para quitar la cinta que cerraba su Kimono negro con blanco dejándolo caer en el suelo, Naruto abrazo el cuerpo desnudo de Sakura y comenzó a llevar hacia dentro de lago sin dejar de besar su cuerpo por todas partes arrancando suaves suspiros de Sakura quien disfrutaba con su cara sonrojada y sus ojos cerrados –


- El mejor verano de mi vida – Dijo Sakura en su mente… -


¡Fin!

¿Alguien se ha parado a pensar en lo que nos ocurre alguna vez? ¿Qué es el destino? ¿Qué es lo bueno y malo? ¿Y el amor? ¿Cómo lo denominarías?

Este tema me trae loca desde primaria, ¿Cómo puedo hacer? No consigo olvidarlo ni querer a nadie más, pero tampoco me atrevo a decirle nada.

¿Qué es lo qué quiero? Ni yo misma lo sé ya. Evidentemente, que sepa mis sentimientos.

Salí del agua buscando el oxígeno que hacía tiempo escapó de mis pulmones. Con un movimiento de cabeza eché el pelo hacia atrás, se me había quedado pegado al rostro y me complicaba ver el precioso paisaje que se me encontraba delante.

El agua tenía un brillo especial, estaba realmente cristalina, se hacía raro encontrar un tipo de playa así, lo lógico era ver como un condón nadaba libre por el agua putrefacta poco cuidada.

-¿Sabes que no deberías bañarte tras comer?

Al darme la vuelta me encontré con el joven apuesto, principal causante de mis insomnios, sentado sobre una de las rocas que había por el mar. El fenómeno producido por la madre tierra quien refrescaba al mundo, conocido como el viento, meció su cabello rubio como el sol con suavidad.

Su mirada penetrante entraba en mí con ímpetu, azul como el cielo y misteriosa como el mar.

-¿Te estás preocupando por mí?

-Tal vez...

-Gracias, que caballero.

-Así soy yo.

-No es eso lo que escuché.

-¿No?-se tiró de cabeza al agua acercándose a mí con más velocidad que un pez.- ¿Y qué es lo que sabes?

-Nada en realidad, nunca hablamos de ti.

-Ahora tengo tiempo.

-¿Y este cambio hacia mí?

-¿Yo? Siempre quise hablar contigo, eras tú la que huía.

Sí, eso suena muy típico a lo que llevo haciendo desde primaria.

-Siempre me pillabas con poco tiempo.

-Por eso necesité abordarte aquí, en el agua es más difícil escapar.

-Ni que estuviera en una prisión.

El rubio me acercó a él con sus brazos, abrí los ojos más sorprendida que nunca. ¿Qué estaba pasando? ¿Volvía a soñar?

-Ahora sí.

-Naruto... Estas muy raro.

-Bueno... Es que con los demás me aburro.

-¿Qué tengo yo de especial?

-No te conozco, algún misterio debes guardar. ¿No crees?

-Antes hablábamos mucho.

-¿Cuándo acabo todo eso?

-Cuando te hiciste el galán de telenovela barata y se te acercaron todas las chicas.

-¿Cómo?

De repente el agua me inundó completamente, después el muchacho me sacó al aire.

-¿¡Por qué has hecho eso!?

-¡Por llamarme así!

-¡Era un mote cariñoso!

-¿Galán de telenovela barata es un apodo romántico para ti?

-Nunca dije romántico.

-¡A mí me sentó mal!

-¡Si quieres te llamo bigotudo! ¡Pero no creo que te guste!

-¡No descubriré cosas tuyas porque te pienso ahogar aquí mismo!

-¡Espera, espera!-pataleé en el sitio consiguiendo que los dos cayéramos al mar.

-Mira que eres bruta... Has conseguido tumbarme, y eso que doblo tu peso.

-¿Tan gordo estas?

-¡Estás muerta!

-¡Espera!-escapé de él subiéndome a la piedra en la que estaba antes.

-¡Vuelve aquí!

-¡Estate tranquilo! ¡No he hecho nada!

-¿¡Cómo que no!? ¡Primero me llamas galán de telenovela barata, después bigotudo y para rematar insinúas que estoy gordo!

-¡Solo he elucubrado!

-¡Deja de inventarte palabras!

-¡Oye! ¡Figura en el diccionario!

-¡Demuéstramelo!-escaló con lentitud la roca sonriendo maliciosamente.

-¿Cómo? ¿¡Me lo saco del bikini!?

-Te lo puedo quitar yo si quieres.

Sentí mis mejillas estallar en calor, gritando la palabra pervertido le empujé con el pie.



-¡Mira que eres bruta!

-Perdona, perdona...-acaricié el chichón que le había hecho sin querer.- No fue a propósito.

-Me debes una.

-¿Yo? ¿Por qué?

-Por no denunciarte por malos tratos.

-Ni siquiera te rozaste con la piedra...

-¿Os lo pasáis bien?-me sobresalté al escuchar la voz de mi amiga, la cual sonreía desde su ángulo.- Veo que Naruto sí.

-¿Eh?

-¿A qué ha venido eso?

-Estas abrazando a Sakura.

Observé la postura, efectivamente, sus brazos rodeaban mi cintura y ni me había enterado. Lo único que supe era que me sentía mejor que nunca.

-Te la robo un momento, después puedes volver a acosarla.

-¡Ino!-gritamos a la vez.


-¿Qué tal va eso? ¿Hay noviazgo?

-¿De qué hablas? No digas tonterías anda...

-¿Todavía no te diste cuenta?

-¿De qué?

-Le gustas.

-¿Q-qué?

-Desde hace tiempo, ¿Cómo crees que es posible que un chico tan guapo aun no tenga novia?

-Pero...

-¿Sino para qué organizaría todo esto?

-¿Lo has planeado todo?

-¡Sí! Fue él quien me vino a pedir ayuda.

-Yo estoy flipando...

-Sino escapases de él cada vez que trataba de conocerte mejor...

-Me daba mucha vergüenza hablar con él...

-¿Y ya no?

-Bueno... Supongo que ya he madurado...

-Sin embargo aun escapas de él.

-¡No! Esta vez no hice eso...

-¡Por eso mismo! ¡Ataca de una vez antes de que te lo quiten!

-¡Ino! ¡No es un CD!

-Que tierno como le defiendes...

-¡Te mato!


-¿Nunca te han dicho que cuando te enfadas das más miedo que el diablo?

-¿Dónde está el caballero galán de antes?

-¿El de la telenovela barata?

-Nunca dije eso.

-Antes sí.

-Ya cambié de idea.

-Muy amable.-Naruto tomó asiento a mi lado, por culpa del viento, al girar la cabeza solo pude ver mi cabello rosa.- Tienes unos ojos muy bonitos...

-G-gracias. Los tuyos también son preciosos.

-Nah, los azules cada vez se encuentran más fáciles. De los verdes apenas quedan.

-Me halagas.-observé su mirada tranquila.- ¿No decías antes que te aburrías?

-Sí, un poco, no conozco a la mitad de aquí.

-¿Entonces para qué viniste?

-Bueno... Es una larga historia.

-Tengo tiempo.

-Empieza desde primaria.

-¿Cuándo te chocaste conmigo en la entrada porque llegaba tarde?

-P-pues sí... ¿Cómo...?

-Mi historia también comienza ahí.

Las palabras de mi amiga rebotaron en  mi cabeza con fuerza, recordándome lo que ahora estaba en juego. Él no me esperaría eternamente y ya que sabía sus sentimientos, ¿Qué me frenaba?

Destruyendo el miedo que nunca me dejaba seguir adelante, me acerqué a él hasta acabar siendo uno.

El muchacho respondió mi beso sin dudarlo, como si lo hubiese estado esperando desde hace un tiempo.

-Sakura...

-Perdona si te molesté...

-Al contrario, hacía tiempo que soñaba esto.

-¿En serio?-me incorporé quedando sentada sobre él.

-Nunca pensé que... Como siempre me huías, creí que no te caía bien.

-Al contrario, me sonrojaba con facilidad con una simple sonrisa tuya. Me avergonzaba el que pensaras de mí sí me veías la cara como un tomate.

-Que va... Si adoro cuando te pones roja, es por ello que a veces hago chistes verdes en tu presencia.

-Oh... Y yo pensando que eras un pervertido.

-¿¡Cómo!?-sonreí al ver su ceja vibrar.

-A mí también me gusta verte así.-sus labios cubrieron los míos con dulzura.

-Que mala persona Sakurita.

-Huy... ¿Cómo osas?

Dibujó una sonrisa en su rostro para después darme otro beso. Sentí sus brazos rodeándome con cariño haciéndome sentir protegida.

Sigo sin solucionar la duda de que podía ser el destino mas me daba igual, al fin estaba junto a Naruto.

Y pensar que esto solo me había pasado en sueños...