Momentos del embarazo de Sakura-chan (TP) (22-03-2014) 2/2

Capitulo Único:


Embarazo:

— ¡Naruto! —río Sakura. — ¿enserio no entendiste?

Naruto estaba acostado en la cama con Sakura sentada encima de él. —Estás hablando con el tonto de la aldea Sakura-chan ¿de que estas hablando?

—Sabes que no eres tonto. —dijo tomándole el rostro.

—Bueno pero tú eres la única que cree en eso…ya dime ¿Cuál es la noticia de la que hablas?

Sakura respiro profundamente antes de hablar. — ¿recuerdas que la última vez que nos acostamos fue hace tres semanas cierto?

—Sí. —murmuro con cara de pervertido ganando un golpe en la cabeza por parte de Sakura. — ¡Auch!

—Bueno…—alargo mirando la luz de la lámpara blanca encendida debido a que era de noche, después volvió a mirar al rubio. — ¿no se te viene algo a la cabeza?

—Mmm…—pensó Naruto entrecerrando los ojos concentrándose dramáticamente. —Que… ¿Qué quieres que lo hagamos de nuevo?

Sakura negó con la cabeza suavemente y Naruto hizo un puchero. — ¿Por qué no Sakura-chan?

—Porque tendremos que esperar nueve meses para volver a hacerlo. —dijo ilusionada y Naruto noto que sus ojos brillaban más de lo normal.

— ¿N-nueve meses? ¿Por qué? ¿Estás feliz por eso?  —menciono un poco herido, todavía no encontraba la razón de porque su Sakura-chan no quería que hicieran el amor por nueve meses.

— ¿Enserio no entendiste?

—No.

Sakura suspiro, parece que Naruto si era el más tonto de la aldea, de repente se le ocurrió una mejor idea. —Dame tu mano.

— ¿Mi mano para qué?

— ¡Solo dámela! —grito enojada tomando su mano a la fuerza para llevarla a su estómago, dejando a Naruto confundido por el acto y por su repentino cambio de humor.

— ¿Qué pasa? ¿Te duele el estómago? —pregunto inocentemente sin ni siquiera concentrarse en captar las indirectas de la peli rosa.

— ¡No me duele el estómago! ¡Estoy embarazada! ¡Vamos a tener un bebe! ¿¡Entiendes ahora!? —grito menos enojaba debido a la palidez de la cara del rubio.

— ¿E-embarazada? Eso significa…cambios hormonales, vómitos, antojos, no sexo y comprar más muebles y…espera… ¿¡qué?! ¿¡Vamos a tener un mini bebe que hicimos los dos!?

Sakura rio internamente de la manera de pensar de Naruto. —Sí Naruto, vamos a tener un mini Baka o tal vez una mini yo…y a todo esto ¿Cómo sabes lo que pasa durante el embarazo?

—Bueno…Ero-sennin empezó a repetir todo eso cuando una de las mujeres de la cual se acostaba le conto que estaba embarazada y bueno…nunca se me ha olvidado ninguna de las palabras de ero-sennin. —dijo con una sonrisa triste recordando a su difundo maestro, pero inmediatamente se acordó que iba a ser padre y sonrió con gran ilusión. — ¡Vamos a ser padres Sakura-chan!

— ¿Estas feliz?

— ¿Cómo no voy a estar feliz Sakura-chan? ¡Soy el hombre más afortunado del mundo! —grito tirándola hacia su lado, tapando a ambos con  las mantas de la cama para después darle besos en toda la cara sin quitarle la mano del vientre.

Hablaron por un bueno rato hasta que Sakura se quedó dormida, Naruto la observo mientras la acariciaba, apago la luz de la lámpara y se acurruco a su lado abrazándola quedándose dormido.

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Problema:

Cuando Sakura tenía dos meses de embarazo, Naruto después de llegar de una misión la encontró hecha un ovillo al lado de la gran ventana de la habitación que compartían, ella estaba llorando y parecía susurrar algo o cantar algún tipo de canción, Naruto sin pensarlo dos veces se arrodillo a ella en un ataque de pánico tomándole el rostro obligándola a verlo.

— ¡Sakura-chan! ¿¡Que sucede te duele algo?! —pregunto desesperado, mirando los ojos verdes de Sakura llenos de lágrimas.

Ella negó con la cabeza y Naruto relajo un poco su expresión, aunque todavía estaba preocupado. — ¿Entonces que es Sakura-chan? ¿Por qué estas llorando?

— ¿Recuerdas que te dije que hoy iba a hablar con Tsunade-sama al hospital? —le pregunto un poco sollozando, sintiendo los fuertes brazos de Naruto levantarla y llevarla a la cama para acostarla junto a él.

—Sí, ¿Qué sucedió? ¿Paso algo malo?

—No, todo está bien, pero cuando iba caminando por los pasillos escuche algunas enfermeras hablando de mi bebe, de ti y de mi… ¡Estaban hablando de nuestra familia, a escondidas nuestra Naruto! —dijo en un sollozo enterrando su rostro en el pecho de Naruto que parecía más confundido.  

— ¿Por eso estas triste porque las enfermeras estaban hablando de nuestra familia?

Ella negó con la cabeza con fuerza. — ¡No me estas entendiendo! ¡Ellas dijeron que tenías suerte por no estar muerto por mi carácter y mis hormonas de embarazo! ¡Y que sentían pena por nuestro bebe, porque dijeron que lo iba a matar apenas haga su primera travesura!

—Sakura-chan no tienes que estar estresándote por esas tonterías, eres la mejor esposa del mundo y nuestro bebe será muy afortunado de tenerte como madre, serás la mejor lo prometo. —dijo seguro dándole un beso en los labios

— ¿No me mientes?

— ¿Te he mentido alguna vez? —ella pensó y después negó con la cabeza secándose las lágrimas. — ¿Vez? No tienes que preocuparte por nada, serás la mejor madre y de hecho ya eres la mejor esposa.

Sakura sonrió, había tenido la mente hecho un problema pero confiaba plenamente en su esposo y nunca desconfiaría de su palabra.

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Patada:

Un mes después, el estómago de Sakura había crecido un poco aunque ya era algo más notable, apenas a su tercer mes de embarazo, los dolores de espalda y del cuello se estaba haciendo más seguido, Naruto siempre estaba pendiente de ella, por cualquier cosa, hasta tenía que estar viéndola para que comiera, ya que la mayor parte del día la peli rosa se la pasaba en su cama durmiendo.

Un día el rubio estaba en su pieza vistiéndose, Sakura estaba sentada en el sillón del piso de abajo posiblemente durmiendo o viendo televisión, cuando estaba terminando de abrocharse las zapatillas escucho el grito de Sakura que lo dejo blanco de golpe y un sentimiento de pánico lo envolvió.

Nunca, pero nunca en su vida había corrido tan rápido, en menos de un segundo ya estaba al lado de Sakura, que lo miraba un poco estupefacta y confundida.

— ¿¡Que pasa!? ¿¡Porque gritas?! —Dijo desesperado viéndola intensamente con preocupación, cuando vio que ella no tenía nada físicamente empezó a respirar descontroladamente.

— ¿Naruto? Sé que eres sobreprotector conmigo pero me parece que te estás pasando ni siquiera grite de dolor ni nada. —dijo sonriendo, mirándolo con los ojos brillosos.

—Bueno…—respiro. —Siempre he sido un protector contigo y ahora que estás embarazada mi preocupación por ti aumento increíblemente, a veces pienso que te va a pasar algo o no sé, ¿pero dime ahora porque gritaste?

—Me dio una patada. —menciono casi llorando.

— ¿Te patio? ¿De verdad? —dijo llevando una mano al vientre de su esposa, ambos esperaron hasta que sintió el suave movimiento del estómago de la peli rosa.

Ese día Naruto no fue a ninguna misión, si no que se quedó en casa con su esposa acostado y regaloneando todo la tarde.

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Nombre:

— ¡Naruto despierta! —medio grito Sakura sentándose repentinamente arriba suyo.

— ¿Qué pasa Sakura-chan? —dijo abriendo un ojo adormilado.

—Ayer te dije que te iba a decir algo pero después se me olvido. —menciono haciendo un puchero para después sonreír y dando pequeños saltitos juguetones. — ¡Ahora me acorde!

Ya había pasado mucho tiempo, Sakura tenía ocho meses y medio de embarazo y su estómago parecía una sandía, siempre se la pasaba llorando porque decía que parecía ballena pero Naruto siempre la consolaba y le decía que era hermosa y muchas otras cosas que le robaban el corazón a la peli rosa.

— ¿Te acordaste? Bueno entonces ¿Qué me ibas a decir?

— ¡No le hemos puesto nombre al bebe! y como sabemos que va a ser niña es mejor elegir un bonito nombre o ella se enojara en el futuro. —dijo sacando de su espalda una hoja y un lápiz. —Estuve pensando algunos nombres y los anote antes que se me olvidaran.

—Bueno entonces dímelos y después elegimos ¿ya?

—Está bien, el primero sería…Ayame, sé que es el nombre de la que trabaja en Ichiraku pero igual es bonito.

—No lo sé, creo que si digo repetitivamente el nombre Ayame me recordara a ramen y me la pasare en comiendo todo el día…me volvería un gordo con Choji eso no sería bueno para ti ¿cierto Sakura-chan?

—Ni me lo digas ya lo tache. —dijo rayando el papel. —Que tal… ¿Ayumi?

—Ese nombre es lindo, pero veamos los siguientes. —Sakura asintió y se movió ligeramente sobre Naruto.

—Mmm… ¿Hana?

Naruto negó con la cabeza horrorizado, ese nombre le recordaba un poco a Hinata Hyuga la chica que se la pasaba espiándolo detrás de un árbol y cada vez que la veía ella hacia algo torpe, se caia y quedaba con la cara enterrada en la tierra.

—Siguiente entonces… ¿Isamu?

—Ese nombre parece de hombre.

—Eso es ofensivo.

—Lo siento nena, sigue.

La peli rosa tacho el nombre y siguió con la lista. — ¿Kameko?

Naruto negó con la cabeza pensativo. —Ese nombre es como para ponérselo a un gato.

Sakura soltó una divertida carcajada. —Le diré a una enfermera del hospital que dijiste eso.

— ¿Ella lo sugirió?

—No, es su nombre.

—Oh.

—Sigamos… ¿Keiko?

El rubio fingió que la guatita de Sakura era una mascota. —Awww…Ven aquí pequeña Keiko, eres un buen gatito.

— ¿Gato de nuevo?

—Por supuesto.

—Se nos acabaron los nombres Naruto, parece que el único que quedo fue Ayumi.

Naruto observo el inflado vientre de su esposa atentamente acariciándola, cuando de la nada se le ocurrió un nombre. — ¿Qué tal Kushina?

— ¿Kushina? —pauso, pensándolo. —Kushina, Kushina. —practico como se sentía al decir el nombre.

— ¿Te gusta?

La peli rosa sonrió se agacho hasta alcanzar un poco su oído debido a su-gran- estómago y susurro. —Me encanta.

Ambos pusieron sus manos en el vientre de la peli rosa y se besaron, cuando Kushina pateo fuertemente el estómago de su madre, más fuerte que ninguna otra vez.

Fin.

Nacimiento:

— ¡Me duele Naruto!

— ¡A mí también me duele!

— ¿Naruto porque gritas? —pregunto Tsunade con la manos entremedio de las piernas de Sakura

—M-mi M-mano. —dijo el rubio viendo su mano morada debido  a que Sakura se la apretaba.

— ¡Te mataré Uzumaki! ¡Mira en la que me has metido! ¡Ah! ¡¿P-porque me embarazaste?! —exclamo con el ceño fruncido tratando de aguantar el dolor. — ¡Y ni siquiera te estoy apretando la mano!

—Sakura si lo estas apretando, suéltalo ahora. —menciono la calmada voz de Tsunade pero Sakura se negó a dejar la mano de Naruto. —No hay nada más que hacer Naruto, tendrás que aguantar el dolor.

— ¡No tenga compasión por él Tsunade-s-sama! ¡Soy yo la que está tratando de aguantar el dolor!

— ¡Sakura-chan me duele! —lloró Naruto cómicamente con las rodillas en el piso mirando con los ojos de cachorrito a Sakura. — ¿M-me puedes soltar?

— ¡No!

—Bueno Sakura a la cuenta de tres pujas…1….2…. ¡3! —dijo Tsunade concentrándose en el parto

— ¡Aah!

— ¡Mi Mano!

— ¡Otras vez!

— ¡Aah!

— ¡S-Sakura-chan! ¡No aguanto el dolor!

— ¡Cállate Baka!

— ¡Una vez más! ¡Falta poco! —exclamo Tsunade emocionada por la rapidez del nacimiento.

— ¡Ahhh!

Naruto estuvo a punto de gritar pero se calló al sentir el llanto de un bebe. — ¿Nació?

—No Naruto si soy yo la que está llorando. —dijo Tsunade con sarcasmo mientras caminaba con un bebe hacia una mesa especial para los recién nacidos.

— ¿Cómo te sientes Sakura-chan? —pregunto viéndola preocupado besándola en la frente, ella sonrió con lágrimas en los ojos.

—Bien, ¿y tú estás bien? perdón por apretarte. —dijo sonriendo relajando la preocupación de Naruto, el soltó una pequeña carcajada y se observó la mano que ya estaba adquiriendo un color más claro.

—Se me pasara en un rato. —ambos miraron hacia donde estaba la Hokage revisando a bebé, la envolvió en una manta y después camino hacia la camilla de la peli rosa pasándole él bebe.

— ¿Y cómo la llamaran? —pregunto Tsunade caminado hacia la puerta.

—Kushina. —respondió Naruto volteándose a verla, él pudo ver notablemente las lágrimas de felicidad que caían por los ojos de color miel de la Hokage.

—Hermoso nombre, sean felices chicos. —dijo dulcemente sonriendo secándose las lágrimas. — ¡Ahora a beber Sake! ¡Shizune ¿¡dónde estás?! —grito Saliendo por la puerta.

—Somos una familia ahora ¿cierto Naruto? —pregunto viendo a la pequeña bebe de cabellos rosas que descansaba encima de su pecho.

—Sí Sakura-chan, somos una familia. —menciono besando la frente de sus dos peli rosas.

Pañal:

— ¡Kushina hueles horrible! —dijo Naruto sacándola de su cuna.

Hace dos días que había traído a Kushina a casa, Sakura tenía que guardar reposo y no tenía que levantarse mucho de la cama para que no se le abran los puntos

Esta iba a ser la primera vez que Naruto le cambiaba el pañal a Kushina debido a que Sakura tuvo que ir al médico para que la revisaran por unos malestares.

—Veamos qué podemos hacer pequeña chanchita. —dijo pegándola en su pecho buscando algunas cosas para cambiarle, pero cuando le tomo su pequeño traserito para tomarla mejor se dio cuenta que no solo se había manchado el pañal.

— ¡Qué asco Kushina! ¿Por qué justo tenía que pasar estoy cuando tu mami no está? —menciono acostándola encima de un paño que había encima de la cama y observando la gran mancha que se marcaba en su pantaloncito.

Ella solo rio y después se llevó la mano a la boca.

—Bueno Sakura-chan me había dicho como se te cambiaba el pañal pero…—menciono pensativo tratando de recordar algunas de las muchas cosas que le había dicho su esposa.

—Primero se saca la ropa ¿cierto? —le pregunto viendo los pequeños ojos azules que exploraban la habitación, el sonrió con dulzura y empezó a bajarle el pantalón con cuidado de no manchar nada.

—Ahora el pañal. —dijo mirando con algo de asco la ropa manchada de sus manos, después la observo y saco un par de toallitas húmedas antes de entrar en acción.

Desabrocho el pañal con miedo, tuvo que taparse con una pañoleta la nariz debido al olor de su pequeña.

—Si eres tan pequeña como puedes ser tan poderosa. —dijo limpiándole viendo como ella solo se chupaba la mano.

Cuando ya estaba toda limpia destapo el talco y empezó a echarle delicadamente…en un segundo Kushina había pateado el tubo y había caído en la cabeza de Naruto.

— ¡Kushina! ¡Mira lo que hiciste! —dijo un poco estresado mirando él tuvo en el piso pero después vio lo brillantes ojos de ella llenos de lágrimas. —N-no…

— ¡Waaaa! —lloró fuertemente, Naruto asustado la tomo besándola en la mejilla.

¡Puf!

Una nube de humo se formó apareciendo la babosa que Sakura invocaba.

— ¿Naruto-Sama?

—Hola. —dijo con extrañeza sin dejar de mover a Kushina que seguía sin llorar. — ¿Qué pasa? ¿Le paso algo a Sakura-chan?

—No, me mando a decir que llegaba en cinco minutos y que cuidara a la pequeña Kushina. —dijo la babosa, el rubio asintió y desapareció en un puf.

— ¡¿Sakura-chan llegara en cinco minutos?! —grito haciendo que la peli rosa llorara más. —Ya, ya Kushina, deja de llorar si mamá me pilla y sabe que te hice llorar me matara.

Dejo a Kushina en la cama y empezó a bailar ridículamente y a tararear canciones pero nada hacía que Kushina parara de llorar, la observo y se dio cuenta que no traía pañal, como pudo se lo puso ya que la pequeña pataleaba y lloraba con fuerza.

Cuando volteo para tomar un pantalón rosa tropezó con el envase de talco, Naruto cayó al piso con –nuevamente-el tubo en la cabeza.

Kushina estaba carcajeándose y parando de llorar justo en ese momento entro la peli rosa mayor.

— ¿Eh? ¿Hola? —dijo Sakura sonriendo extrañada.

—Hola amor ¿Cómo te fue? —pregunto Naruto sin moverse del piso.

—Bien, ¿me dirás que pasó aquí?

—Algún día pero tienes que saber que no soy para nada bueno cambiándole el pañal a Kushina.

— ¿Le cambiaste el pañal? —pregunto asombrada mirando a su bebe que descansaba en la cama riéndose.

—Sí y lo hice yo solito. —dijo orgulloso.

Sakura camino hasta Kushina y soltó un par de risas que confundió a Naruto. — ¿Por qué te ríes Sakura-chan?

—Le pusiste el pañal al revés Naruto.

—Oh.

—No te diré nada por el desorden de la habitación, pero estoy feliz de que “aprendiste” a cambiarle a Kushina.

Naruto rio levantándose, tomo a Sakura de la cintura y la beso. — ¿Soy un buen padre Sakura-chan? —pregunto con miedo.

—Eres el mejor Naruto.

Kushina miraba desde la cama como sus padres se besaban con tanto amor que hasta ella lo pudo notar, dejo escapar un pequeño suspiro y cerró los ojos cayendo dormida estando completamente segura que aunque sus padres eran un poco raros la iba a amar y cuidar para siempre