Oportunidades (Sasuhina) [+16]

Hola, como estan (Yo bien) espero que esten bien n,n

Resumen entero: Sasuke Uchiha esta perdidamente enamorado de su vecina, Hinata Hyuga a quien siempre ve pasar, todos los días frente a su casa, por una ventana, está siempre lo mira, pero enseguida da vuelta la mirada dejando ver apenas su sonrojo que él no ve. ¿Qué hará el Uchiha para acercársele y confesarle su amor? ¿Pero será correspondido?

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Oportunidad 1: Conocerse.



Uchiha Sasuke es un chico de 18 años, inteligente, serio, frio, pero con un gran sentido del humor, que no sabe sacar a flote muy bien, sus amigos, en especial uno, quien el considera un fastidio, pero con el que más tiene amistad, es quien siempre intenta hacerlo sonreír aunque sea solo una vez.
Desde que tiene 15 años, hasta que cumplió los 18, Sasuke, se fijó en su vecina, quien es dos años menor que el, lo cual no sabe, y desde entonces, se para cada tarde, frente a la ventana de su casa, para verla pasar y ahí es, cuando su simpática sonrisa aparece, pero es dominada por su mente fría, que lo hace adoptar una mirada seria, justo con el momento, que “El amor de su vida” desaparece de la vista de su ventana.
Un día menos esperado, para el Uchiha, Hinata dejo de pasar frente a su venta, ya iban dos días y nada, la chica nunca pasaba, frente a su ventana, ni para ir a la secundaria ni cuando se supone que tendría que regresar, pero el espero impaciente, eso dos días, que pasara y nada.
— ¡Maldición! ¿¡Por qué no pasa!?—Dijo, tratando de calmarse, lográndolo y siguió atento por si ella pasaba.
—Está enferma, Hyuga está en reposo, por ese motivo esto dos días no ha ido a la secundaria—Dijo su hermano mayor, serio como el, pero no tanto.
—A ti nadie te pregunto…—Dijo con respeto Sasuke y se alejó de la ventana y fue directo a su habitación. Allí se quedó, contra su cama, rebotando una pequeña pelotita de color azul, contra su placar, la cual volvía a su mano, pero luego de tantas veces que la reboto, una lo hizo en su rostro, justo cuando pensó en Hinata, mucho no le dolió, le fastidio y la tiro a un lado, quedándose contra su cama, pensando, así paso al tarde y luego llego la noche.
— ¡A cenar Sasuke-Kun!—Grito su madre, y a duras penas, se levantó, salió de su habitación y salió a cenar, junto con su madre y su hermano. Sin demasiadas ganas y con silencio durante toda la cena, termino.
—Me iré a dormir ya…—Dijo, apenas, más serio de lo normal y así como así, se fue a su habitación a dormir, sin darles tiempo a su madre y hermano a que le den la buenas noches.
— ¿Sabes que le sucede?—Pregunto su madre a su hermano, Itachi.
—Todo porque la Hyuga mayor no pasa, como siempre, frente a su ventana—Respondió este, terminando de cenar.
—Ya veo… —Dijo la madre, teniendo algo en mente, ya que ella, se hablaba con la madre de la Hyuga.
Al día siguiente, el peli negro despertó, se bañó, cepillo los dientes y se cambió, listo para empezar un nuevo día, esperando que la peli azul, pasara frente a su ventana nuevamente, rogando casi, que este curada.
—Podrías hacerme un favor…—la voz de su madre, lo hizo despertarse ya que soñaba despierto. Se dio la vuelta y miro a su madre, que tenía una bolsita blanca, que por el bulto de esta parecía contener algo.
—Dime…—Dijo, mirando de reojo la ventana, olvidándose de la bolsita que su madre llevaba.
—La Hyuga mayor está enferma y le hice el favor su madre de llevarle los remedios, pero estoy muy ocupada, podrías ir de parte de mí…—Dijo la madre, con una sonrisa.
—Si…—dijo serio, casi sonriendo, lo cual no era muy común en él.
—Gracias, Sasuke-kun… pero apúrate, vamos…—Le dijo y este se fue. Cuando estuve frente a la casa de Hinata, respiro profundo, se puso mas serio de lo normal y antes de llamar, la madre de la peli azul, salió y dijo…
—Seguro vienes de parte de tu madre ¿Verdad? Pasa, anda, Hinata no tiene todo el día…—Dijo y este conservando su seriedad, paso encontrándose con un interior muy agradable, hasta se pudo imaginar que el aroma de ella, la chica que amaba, estaría por toda la casa.
— ¡Hinata-onechan! ¡Se curara si te ve!—Dijo, Hanabi, la hermana menor de Hinata.
—No lo avergüences, Hanabi—Dijo su madre, mientras Sasuke proceso lo que dijo la niña y luego entrego los remedios a la madre de Hinata, quien poseía el mismo color del cabello, que Hinata. —Es algo curioso, pero desde que nos mudamos, ambos no se han presentado aún, a pesar de haber entablado amistad con tu madre—Dijo la mujer.
—Es verdad—Dijo Sasuke.
—Es un buen momento para hacerlo, no es contagioso lo que tiene y ya que fuiste amble e traer sus remedios, me haría muy feliz que sean buenos amigos.
—Si amigos—Pensó el peli negro.
—Sígueme—La mujer guio a Sasuke por un pasillo de la casa, hasta que llegaron a una puerta que llevaba el nombre de Hinata.
— ¿M-mama?—Tartamudeo la peli azul y casi se queda sin habla, sin poder decir algo más, al ver ahí a Sasuke, parado, serio como acostumbraba a verlo, como le contaban que era, en la puerta de su habitación, tapado apenas por su madre, quien traía la bolsita blanca, que apenas ella noto, luego se sonrojo y por primera vez, el peli negro vio eso que producía en la chica que amaba, cada vez que ambos cruzaban miradas.
—Su madre no pudo traerte lo remedios que le encargue, pero vino Sasuke-kun a traerlos de su parte, además es buen momento para que se conozcan.
—Hola…—Dijo al fin Sasuke, no creyéndose, que la podía mirar más de cerca, enamorándose de esa cara blanca sonrojada, junto con los ojos claros, el pelo azul, su color favorito.
—H-H-Hola—Tartamudeo más de lo normal la chica y jugueteo un poco con sus dedos, miro a Sasuke y volvió a regarle, sin querer, otro sonrojo, que hacia latir el corazón de Sasuke, a quien aún no le caía la ficha, empezaba sudar, tenía calor, luego frio, estaba nervioso, casi no podía controlar sus emociones y solo…
—Lo lamento mucho, debe de irme, me hice un tiempo para traerle su remedios, espero te cures pronto—tomo aire, no mucho y pensó—Así te veré por la ventana… otra vez… —Hablo de nuevo—adiós, Hyuga-Sama, Hanabi-chan… Hinata-San—Dijo y casi salió corriendo del lugar, volviendo la temperatura normal de su cuerpo, volviendo a su seriedad quedando grabada la cara de Hinata de cerca en su mente.

Por otro lado, su actitud, dejo confundida a la peli azul quien también lo amaba, como el a ella, pero esta no entendía del todo la actitud del peli negro, pensando, llegando a pensar, que no le agradaba a Sasuke, adoptando una mirada triste una vez que quedo sola en su habitación, pero trato de sonreír al recordar, que estuvo allí, en su habitación, tan de cerca, pensando en la posibilidad, de que el Uchiha, sintiera lo mismo por ella o que algún día, lo llegara a sentir.

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Próximo capitulo,
Oportunidad 2: Un regalo.
Hasta el próximo n,n
Sayonara