¿Quien es la amante del Hokage? (+16)(14/01/14)(Capitulo final)

Ino suspiro pesado mientras daba un sorbo de café a su bebida caliente que estaba entre sus manos, su cabello largo se dispersaba entre sus hombros y sus ojos azules se posaban en el rostro de su mejor amiga, quien la miraba de igual manera, a los ojos.

--¿Entonces llegaras a las cinco?—Pregunto la rubia sonriendo--. Eso de ser la directora general del hospital de Konoha no te conviene, ya eres más floja.
--¡Cállate cerda! Sabes que iré a una reunión importante—.Gruño la pelirosa curándose de brazos—No es como que yo quisiera irme por mucho rato de aquí.
--Como sea—Suspiro—.Planeaba ir a dejarle el reporte general a Naruto, pero con eso de que te vas no debería dejar solo el hospital.
--Has lo que quiera ¡Pero no me dejes el hospital solo! ¿Sí? ¡Te lo advierto Cerda!
--¡Cállate frentona!—Se quejo la rubia alzando la mirada—.No tienes por qué repetirlo tanto.
--Con tu cerebro de charal seguro se te olvidara.
-- Pues con tu frente tan grande, querida Sakura, seguro no olvidas nada ¡Ahí debe caber toda la información del mundo!
--¡Cerda!—Sakura se levanto, su cabello rosa le llegaba a los hombros y su bata blanca se movía contra el viento-- ¡Te lo advierto! No quiero ningún incidente.
--Lo que ordene la princesa—dio un sorbo de café.
Sakura miro a Ino unos segundos más, aun dudando.
--Bueno, no es como que ocasiones un derrumbe—se levanto—.Me tengo que ir.

Era temprano, aun no se marcaba el medio día en Konoha, y el sol brillaba cálidamente iluminando la cafetería que se encontraba a unos metros del hospital general de Konoha. Sakura, como se había dicho antes, era la directora, quien administraba y  arreglaba los asuntos médicos de todo Konoha, mientras Ino era su mano derecha, quien la ayudaba y arreglaba algunos papeles.

Para aquel momento, Konoha estaba en un momento demasiado tranquilo, la guerra ninja había quedado en la historia igual que otros asuntos deprimentes, puesto que el régimen de un nuevo Hokage protegía la aldea ¿Y quién mejor que Naruto para cuidar de ella?, claro, Naruto era el nuevo Hokage desde hace mas de tres años, había logrado traer a Sasuke y lograr que este se incorporara en la aldea convirtiéndolo en el jefe de los Ambu, que junto con Sai trabajaban. Aun mejor, era tan tranquilo que aquellas metas se habían logrado, Sakura llevaba una vida de casada con Naruto entre los dos y tres años, tiempo después de que estese convirtiera en Hokage la boda se llevo a cabo. Para aquel momento, ya todos habían arreglado cierta parte de su vida amorosa, como el matrimonio de Temari y Shikamaru, o la reconstrucción del clan Uchiha de Sasuke y Karin, si, en efecto todo era muy tranquilo.

Ya habían pasado más de dos horas desde la partida de Sakura, esta tenía una junta importante con los médicos dueños de invernaderos para una nueva medicina que desarrollaba contra venenos mayores, algo inusual para aquel momento pero importante para un futuro ninja, y según Sakura, eso se llevaría horas de conversación, por lo que dejar el cargo a Ino no fue tan mala idea, o al menos para ella, puesto que Ino moría de aburrimiento en un día tan simple como aquel.

--Hola Ino—dijo una chica pelinegra--. Creí que había ido con Sakura ¿Cómo estás?
--¿He? ¿Shizune?--Ino levanto la mirada, de aquel escritorio en el cual estaba sentada-- ¡Gracias a Kami que alguien viene a verme! ¡Estoy aburrida!
--Que mal—Sugirió con una sonrisa la mujer—Venia a dejarle unos papeles a Sakura de parte de Tsunade-sama, para que se los diera a Naruto en la noche.
--¿A Naruto? ¿Por qué no se los llevas ahora?
--No tengo tiempo y el hospital me quedaba de paso.
--¡No te preocupes!-Grito Ino levantándose con una sonrisa— ¡Yo  se los llevo ahora mismo!
--Pero yo ya…
--¡Nada Shizune! Yo le llevo los papeles al Hokage y sirve que me distraído de este lugar—La rubia se levanto, le quito los papeles-- ¡Cuida el hospital, no tardo! --.y salió corriendo con gran rapidez que ni una palabra logro escuchar de Shizune.

Ino camino entre las calles de Konoha, realmente estaba aburrida, pero un poco de aire fresco le vendría bien, al menos no había dejado el hospital solo, estaba Shizune a cargo en caso de algún accidente inesperado, que claro, sin duda no pasaría.  Al llegar a la torre Hokage, Ino se apresuro con los papeles entre sus manos presionándolas contra su pecho y con una sonrisa en su rostro, al menso ya no estaba tan aburrida.

--Oye Naruto—Grito la rubia tocando la puerta cerrada de la oficina del Hokage--. ¡Oye Naruto ábreme!—Grito más fuerte--. ¡Si no me abres entrare como pueda, Naruto!
--¿Por qué gritas, Ino? El hokage no está…--Comento Shikamaru, el cual se acerco a ella por el pasillo y suspiro—Hace dos minutos salió.
--¿A dónde fue?
--No lo sé…
--¿Qué? Eres su mano derecha ¿Y no lo sabes?
--Soy su mano derecha, no su niñera—bufo el pelinegro—Solo me dijo que tenía un asunto importante y se fue.
--¡Hay ese Naruto! ¿Dónde está cuando se le necesita?

Ino se dio media vuelta y se marcho sin despedirse, realmente no estaba molesta, eso mejoraba aun las cosas ¡Buscaría a Naruto hasta entregarle los papeles de Shizune! Un pretexto aun mejor para no regresar a la aburrida oficina del hospital.

Ella camino entre las calles, por lo que recordaba, Shikamaru le había dicho que tenía como dos minutos que había salido, eso significaba que no podía estar muy lejos ¿O sí?, entonces con la esperanza abrió la mirada y busco a Naruto, que para su suerte, estaba a unos metros de ella.

--¡Ahí esta!!—Se susurro la rubia, pero al momento de verlo se extraño demasiado.

Naruto caminaba entre la aldea, pero de una manera extraña, como escondiéndose entre sus conocidos y tomando a tajos, lo que ocasiono que inmediatamente Ino se escondiera y lo siguiera, tal vez pareciera extraño, pero algo ocultaba el rubio.

Así continúo por un rato, se metía a atajos que lo llevaban a otro lado de la aldea, impidiendo que alguien lo viera, lo cual no fue muy difícil, con su velocidad podría escabullirse de cualquiera, sin embargo, Ino era muy buena siguiendo a alguien y más en un espacio tan pequeño como Konoha. Después de unos minutos, Naruto se detuvo en un área casi abandonada de Konoha, donde Vivian algunos Jounis que usualmente no estaban en casa hasta la noche, donde había pocas tiendas por lo tanto pocas personas, de hecho, parecía una calle de Konoha muy abandonada de las orilla de la cuidad.

--¿Qué hace aquí Naruto?—se pregunto la rubia muy extrañada, aun mirándolo a lo lejos.

Miro como Naruto estaba parado frente a una casa pequeña, acogedora, una cabaña al final de la calle. Miro como él estaba ahí parado sin hacer nada, con una playera negra y pantalones naranja, aun mas extraño, sin su capa de Hokage, algo que siempre usaba por la emoción de a verse convertido en uno, pero ahora no.

Entonces sucedió lo que nunca creyó que en su vida vería… Una joven, caminaba de espaldas a ella sin dejarle mirar su rostro, delgada y alta de piel blanca y cabello negro, se acerco al rubia rápidamente y lo enredo entre sus brazos para besarlo apasionadamente…


-------------------------------------------------------Narra Ino.-------------------------------------------------------------------------


Cuando lo mire ¡Juro que mi boca cayó al suelo de golpe! ¿Ese era Naruto? ¿Naruto Uzumaki? ¿El hiperactivo, tonto, cabeza hueca Naruto? ¿A aquel enamoradísimo de Sakura? Aun me costaba creer lo que mis ojos veían. Ahí estaba él, tomando de la cintura a esa mujer desconocida, de cabello negro y corto, quien se aferraba a su boca en un beso muy apasionado, de aquella cabaña casi abandonada entre la aldea y lo que es peor aún, nadie los veía más que yo.

De momento, mis piernas temblaron, lleve una mano a mi boca y con la otra aferre los papeles de Shizune a mi pecho. Tenía que acercarme y ver mejor ¿Y si lo confundí? Claro que yo soy súper “wow” como para confundir a Naruto, pero puede ser.

Tome fuerza, di un su suspiro alentador y en silencio me acerque lo más cuidadosa que podía ser ¡Tenia que asegurarme! Tenía que hacerlo. Me acerque lo más posible, al menos lo suficiente como para ver claramente el rostro de él y de ella y en efecto, era Naruto.

Aun me sentía asombrada, atónita, ahí estaba Naruto, presionando el cuerpo de esa mujer desconocida contra su cuerpo, besándola con urgencia y pasión, diría que se la comía, pero peor aún, estando casado con mi mejor amiga ¡Esto no se lo voy a permitir! Pero antes, tenía que averiguar quién es la descarada, fácil… ¡Pu**! Que se metía con el hokage sabiendo que está casado.

Los mire un rato mas, en cuestión de segundos separaron sus bocas para darse un beso fugas y entrar a la cabaña… ¡No quiero ni imaginar lo que harán! Pero claro, no hacer falta si quiera imaginarse. Si dos personas, un hombre y una mujer, se besan con tanta pasión y entran a una cabaña sola ¡No creo que sea para tomar una tasita de café! Y eso me llenaba de rabia.

Tal vez mi forma de ser con la frentuda de Sakura no sea muy amistosa, algunos pensarían que nos odiamos a muerte y tal vez a veces la quiero matar y me burlo de ella, pero ante todo eso, es mi mejor amiga, y aun me cuesta creer que su esposo le es infiel ¿Por qué? Desde que Naruto y Sakura se casaron, juro que su relación es muy feliz, aun que si lo pienso bien… Hace una semana, Sakura me conto que había peleado con Naruto, últimamente el llegaba muy noche del trabajo y o pasaba tiempo lo cual la hacía enojar demasiado ¿Sera que Naruto tiene una amante desde hace tiempo? ¿Sera que no quiere lastimar a Sakura y por eso oculta a su amante? Ahora entiendo alguna cosas, como es que llegue tarde o que se vaya de su oficina sin decir nada, también entiendo lo distante que están Sakura y Naruto desde hace días.

Aun recuerdo las palabras de Sakura, justo hace una semana, cuando llorando me conto que se sentía triste. “¿Y si ya me dejo de amar?” me pregunto mi amiga muy triste, a lo cual yo le conteste “¡Estás loca! Naruto te adora”, si eso le dije tras abrazarla y decirle que solo eran idea suyas… Pero ahora, ¿son solo ideas suyas? Lo dudo. Ahora creo en efecto que su relación se está complicando.

Me acerque aun mas, aun si alguien me descubriera, no me sentiría mal de espiar, si con eso descubría al idiota de Naruto, está bien correré el riego por qué ¡Si es un Idiota! Tal vez solo estén platicando, ¡Pero el simple hecho de besar a esa mujer es engañar a Sakura! Y engaña r a Sakura es ganarse mi odio perpetuo, puesto que eso la desbastara, además, no es justo.

Un gemido… ¡Eso escuche! Mis ojos se abrieron aun mas ante el tenue, casi invisible sonido del gemir de una mujer, aunque aquel tono de voz se me hace conocido ¿Dónde lo he escuchado? ¡Maldición! Aun escuchaba los gemidos de aquella mujer que se metió a la cabaña con Naruto.

Llegue a la puerta, en efecto era todo de madera con cortinas rosadas y el signo de Konoha imprentadas en ella, la calle aun seguí vacía, como si estuviera desierta, lo que me pareció muy sospechoso. La puertas cerradas igual que las ventanas siendo protegidas por cristales, era de dos pisos y la puerta era grande, una cabaña sencilla, justa para situarte con tu amante.

Pegue mi oreja a la puerta y cerré los ojos esperando poder escuchar un nombre, unas palabras con las que pueda identificar a la mujer, pero solo escuchaba sonidos como si movieran algunas cosas, entre algunos gemidos y eso me molesto aun mas, no podía escuchar mas… No quería escuchar más, esto era tan… Tan insoportable y triste, desde aquel momento mi visión como el buen Naruto había cambiado, y sobre todo, tenía que decírselo a Sakura, tal vez se ponga muy triste y furiosa, pero no puedo dejar que engañen de esa manera a mi amiga.

Rápidamente me levante y me retire ¡Enojada!, yo… Si yo, ¡Por Kami que descubriré quien es la amante del Hokage! y después se lo diré a Sakura, tengo que tener pruebas y tengo que hablar con Naruto… Tengo que hablar muy seriamente con Naruto.

Me siento de mal humor, la cabeza me da vueltas como nunca antes mientras dejo caer mi cuerpo en el sofá de mi casa. Mi madre me mira y me pregunta “¿Estás bien?” a lo cual desearía contestarle “Solo estoy cansada”. Pero no lo estoy, lamentablemente mi situación es un tanto diferente. Solo estoy decepcionada.

A veces desearía no ser amiga de Naruto, eso en cierto modo me ayudaría demasiado. Me ayudaría a desenmascarar sin resentimiento alguno, sin embargo, Naruto es un ninja popular, fuerte y muy apreciado por todo e incluso por mí, lo que seguro es malo. Por mucho tiempo considere a ese rubio un lunático total, u tonto e idiota, pero buena persona, tengo que admitir que jamás en mi vida creí eso de él, incluso me atrevo a decir que podría esperar una infidelidad de cualquier otro antes que él, sobre todo, por la manera en que miraba a Sakura durante su niñez y adolescencia, su entrega ante ella que ahora me es muy difícil averiguar sus motivos.

¿Por qué Naruto engañaría a la mujer por la que tanto lucho?  Durante años estuvo como niño enamorado e incluso el día de su boda se le veía una radiante sonrisa inigualable. Parecieran dos tortolos completamente y estúpidamente enamorados. Pero ahora, la duda me come lentamente, dando vueltas en mi cabeza y fatigándome la vida. Con mi duda primordial ¿Quién será la amante del Hokage?

Cada vez que lo pienso me da nauseas, junto con unas insaciables ganas de destrozarle la cara, patearle el trasero y matarla verbalmente a la mujer, tipa o cosa sin cerebro, que es capaz de acostarse con un hombre casado, peor aún, con él Hokage  ¡Peor aun!  Con el esposo de mi mejor amiga. Algo sin duda horrible y asqueroso.

Tal vez un baño muy caliente me ayude a relajar mis nervios, la inquietud y la duda que posteriormente se convierte en tristeza. ¿Cómo se lo diré a Sakura? Es algo difícil se lo ven desde mi punto de vista:

Primero esta Naruto Uzumaki, un hombre respetado y valorado por toda la aldea ¡No, que digo! Por todo el mundo. Un apuesto y muy responsable hombre con cierto sentido del humor tonto, que por otro lado, muy correcto al cual admiraba… Y digo admiraba porque después de verlo, todo lo entusiasmo que tenía sobre él se desvaneció es una simple palabra: Decepción.

En segundo lugar, tenemos a Sakura Haruno, mi mejor amiga. Una mujer fuerte, que ha sufrido en cierto modo, un desastre en el amor, hasta que llego Naruto, el único capaz de volver a ilusionarla como por mucho tiempo atrás nunca vi.

¿Qué hago?, creo que ni el derecho de la duda merece. Si Naruto la está engañando es mi deber ante toda cosa, decirle la verdad a Sakura. Aunque le parta el corazón.

La puerta suena desenfrenadamente, a golpes duros que aturden mi cabeza. ¿Desde cuándo estoy tan pensativa? Me desconozco en mi estado actual, pero así es todo, cuando tienes un súper secreto que debes contar.

--¿Qué pasa?—Digo al momento de abrir la puerta, con mi cabello húmedo por la ducha que tome y con mis pantuflas amarillas.
--¿Dónde demonios estabas?—Me grita una voz al otro lado de la puerta que me deja técnicamente, helada--. ¡Llego al hospital! ¿Y sabes con que me encuentro? ¡Con que te has ido todo el día! ¡Cerda desobligada!
--Sakura—susurro bajando la mirada y sintiendo un profundo nudo en la garganta. La culpa me persigue--. Lo siento, tuve un asunto que atender…
--¿Asunto?—ella me mira alzando una ceja--. ¡Tonterías cerda! Seguro que te fuiste a vagar ¡Desobligada!

Examino cuidadosamente su mirada. Se ve tan alegre, inocente e incluso frágil, una mujer completamente feliz con su matrimonio, sin preocupación y sin sospechas ¿Pero quién sospecharía de Naruto? Si incluso, juraría que nunca haría eso, sin embargo, a veces la realidad es muy cruel.

--Sakura… --Trato de parecer normal, pero sin duda siento un dolor--. Este, si, lo siento, no volverá a suceder.

Sakura me mira preocupada y sé que sospecha ¡Pero no puedo evitar sentirme fatal!, no me siento capaz de ser yo la causante de su dolor. Es extraño pensar que siempre me burlo de ella, siempre la cuestiono, le grito, repelo y hago enojar por gusto propio, riendo por su Frentesota, por su actitud e incluso por su cuerpo, pero ahora… Es diferente, por que quiera o no, la quiero y me duele decirle la verdad, me cuesta creerlo y en verdad, quisiera que fuera a mí la que me pasara eso y no ella. Y es que a pesar de todo la quiero mucho, y no hay palabras para explicar lo que siento, ahora imagínense que sentirá ella…

--¿Ino? ¿Te sientes bien?—Me pregunta. Alzo la mirada y sonrió falsamente.
--¡De maravilla!—suelto un suspiro  y la empujo-- ¡Ahora largo Frentesota! Tengo que investigar algo, preguntar algunas cosas y buscar nuevos apodos para tu gran frente.
--¡Ino-Cerda!

Rio tontamente mientras cierro la puerta ¡Al menos eso no la hará sospechar nada! Aparentemente estoy bien. Ahora tengo un asunto más importante ¡Saber quién es la amante! Y porque Naruto hace eso.

Tal vez ya no la ama y no quiere dejarla para no lastimarla, por lo cual sale a escondidas con una nueva mujer que probablemente ame. Tal vez quiere un momento de diversión y se busco a una amiga especial para satisfacerlo. Tal vez lo tienen amenazado para hacer algo que no quiera o, tal vez, no sea Naruto y alguien lo esté usurpando ¡Tiene que haber una explicación lógica! Y hasta no saberla no le diré nada a Sakura. No tengo el lujo de darle tal noticia para después arrepentirme ¿Y si resulta ser una farsa?  Podría arruinar un matrimonio, y para eso, necesito hablar con Naruto. Un pequeño interrogatorio no le caería nada mal. Entonces me dirigí a la torre hokage, donde seguro ya ha de a ver llegado de su aventura.

--¿puedo pasar?—.Pregunto, con cierto tono de molestia al momento de tocar la puerta.
--Si—Me responde una voz al otro lado de la puerta.

Al entrar, examino a Naruto cuidadosamente. Tiene su sombrero de Kage, su capa y la mirada baja a un montón de papeles, su escritorio casi limpio y un silencio profundo surge.

--¿Qué deseas, Ino?—Me pregunta el rubio, sin mirarme a los ojos.
--Vine hace unas horas—Comento seriamente, mientras me acerco a la ventana sin mirarlo--. Y no te encontré. Le pregunte a Shikamaru y no supo decirme a donde fuiste.
--¡Oh! Tuve una emergencia, ya sabes, junta para hablar de Konoha.
--¿Enserio? ¿y de que hablaron?
--¿Estás bien?—Me pregunta mirándome. Lo sé porque siento sus ojos en mi nuca--. Te vez muy seria y pensativa… ¡Algo inusual en ti!
--¡QUE!—grito exaltada y me giro sobre mis talones--. ¡Cállate Naruto Uzumaki y dime donde malditas seas te metiste el día de hoy entre las dos y tres de la tarde!
--¡QUEEE!

Lo miro y por alguna extraña razón, me acerco a él como toda detective ¡Porque eso soy desde hoy!

Sus grandes ojos azules, se abren con tanta sorpresa, que juraría que no tiene ni idea de que hablo. Su boca tiembla por nervios y su respiración acelera. Y es cuando me doy cuenta, que di en el blanco.

--No sé porque preguntas eso, Ino—Me responde aclarando su garganta y rascando su cabello alocado como si no tuviera idea de nada--. Ya te dije que fue una junta para hablar de Konoha.
--Últimamente… ¿Has estando peleando con Sakura?
--N-No…--Contesta tontamente, algo exaltado y claro, nervioso--. ¿Por qué?  ¿Ella te dijo algo? ¿Sakura-chan está enojada?
--No lo sé…--susurro alejándome y comenzando a caminar por toda la habitación con seriedad y sin quitarle la vista de enzima--. ¿Le has hecho algo de lo que se pueda enojar?

Naruto se veía tan nervioso… Tal pareciera que oculta algo, seguro algo muy grave como… ¡Tener un amante!

--Este yo…
--¿Tu que, Naruto?—Me detengo y lo miro fríamente--. ¿Acaso ocultas algo?-- Me acerco.
--Ino yo…
--¡A mí no me engañas, Naruto Uzumaki! ¡Confiesa ahora tu delito!—Grito enojada y me acerco hasta azotar mis manos contra el escritorio.
--¡Esta bien!—Grita Naruto ocultando su rostro entre sus manos--. ¡Yo no quería hacerlo!  ¡Te lo juro!  Es que… Es que era tan irresistible ¡Y se me antojo! Además… Sakura-chan no me da mucho y cuando… cuando la vi  ¡No pude resistirme!

Lo mire asombrada… ¿Entonces es verdad lo del amante?, aun me costaba creerlo, y más aun me dolía creerlo, pero al fin Naruto lo admitía.

--Naruto, tú…
--¡Lo sé, lo sé!—Cuestiono rascando su nuca con la cabeza baja--. Se lo diré a Sakura-chan ¡Lo juro! Solo deja y... Y le compro algo para que no se enoje tanto conmigo. Ya sé que hice mal, pero, enserio se me antojo.
¿Qué dijo? ¿Qué le comprara algo a Sakura para que no se enoje? ¡Por Kami que Naruto es un idiota! ¿Cómo lo toma tan a la ligera? ¡Porque lo toma como cualquier cosa! Como si engañar a Sakura con otra mujer fuera cualquier asunto sin importancia. Eso me enojo.
--Eres un… --tome aire--. ¡Eres un desalmado, hipócrita sin corazón! ¡Insensible animal que no valora lo que tiene!—Sentí que la sangre me hervía y sacaba fuego por los ojos-- ¡Maldito abusivo!
--Ino…

Mire a Naruto. Tenía un rostro tan pálido, asombrado ¡Asustado! Como su hubiera visto a un fantasma o algún demonio de esos que asustan. Me miraba pasmado y helado, mientras mis ojos se posaban en los suyos con cierto enojo. Entonces el silencio se hizo presente durante algunos segundos, hasta que el decidió hablar.

--P-Pero… ¿P-Por qué dices eso, Ino?—Tartamudeo, aun helado--. Y-Yo… Y-Yo solo me comí su pastelito de chocolate…

Fruncí el ceño justo para volver a gritarle, hasta que repase sus palabras en mi cabeza. “Yo solo me comí su pastelito de chocolate”

--¡QUEE!—Grite exaltada-- ¿Cómo que su pastelito?
--S-Si…--susurro pegado a su asiento--. Esta mañana, cuando me levante, me comí la ultima rebana de pastel de chocolate, que era suya. ¿Por eso Sakura-chan está enojada?
--¡Espera, espera!—Moví mis manos--. Cuando dijiste que se te antojo y no lo pudiste resistir… ¿Te referías al pastel?
--Si… ¿Qué más podría ser?—suspiro--.  ¡Pero te juro que le compare un pastel completo a Sakura-chan! No quiero que se enoje conmigo.
Me sentí tan… ¿Estúpida?
--Oh… --rasque mi nuca tontamente--. Este… Perdón con lo que dije de insensible animal, es que… Yo creí otra cosa.
--¿Otra cosa? ¿Cómo qué?
--¡Nada, nada! Solo cosas mías —Negué tontamente, sintiéndome avergonzada e incluso algo patética.
--Entonces… ¿Sakura-chan no está enojada conmigo por comerme su pedazo de pastel? –sonrió--. Hoy mismo le compare un pastel, de hecho—Se levanto--. Ya es tarde ¡Y quiero verla! Desde la mañana que no la veo y ya la extraño.
--Si—sonreí y Salí de la oficina--. Es un lindo detalle, para que le demuestres que la amas.
--¿Para qué le demuestre que la amo?—Él rio tontamente mientras cerraba su oficina-- ¡Sakura-chan es mi vida!—Y se marcho.

Camine de regreso a mi casa, mientras la luna brillaba. Me sentía confundida y algo tonto, ¿Cómo pude pensar que Naruto engañaba a Sakura? Si incluso ya se sentía mal y culpable por robarle un trozo de pastel ¿Cómo pude pesar en que tuviera a otra? Me reí ante la idea. Ahora que lo pienso, tal vez mi vista sea la de un topo y tontamente lo confundí con otra persona o incluso era cualquier tipo disfrazado de él, como ahora cualquier ninja puede tomar la forma de otro, eso no debió ser difícil.

Ahora me es difícil creer lo que mis tonta ideas me llevaron a pensar ¡Pero si Naruto ama completamente a Sakura! Es el gran tonto, fuerte y gran Naruto enamoradísimo de su esposa ¡Eso que ni que!, aunque tengo que admitir que la duda me sigue dando vuelta, sin embargo, no puedo asegurar algo con solo verlo. Todo puede ocurrir y un mal entendido igual, un genyutsu o mi vista ciega.



Al día siguiente me levante con mas ánimos ¡Me sentí tan alivianada!  En cierto modo, me hacía sentir bien no tener que cargar con una carga tan pesada como era “decirle a mi amiga que su esposa la engaña”, ahora solo tenía que continuar normal, puesto que este asunto ya estaba completamente resuelto. Esto sin duda me hace sentir una gran detective. Reí ante mi idea.

--Oye Ino—Me pregunta Sakura acercándose al escritorio--. ¿Estás mejor? Ayer te sentí muy…
--¡No digas más!—Interrumpí sonriendo--. ¿Te preocupas por mí, frentona?
--¡Hay, Ino-cerda! ¡No vuelvo a preocuparme!—Se da media vuelta y antes de salir se gira--. Por cierto, hoy iré a visitar a Tsunade para dejarle unos papeles. Estarás a cargo el resto de la tarde.
--¡Que! ¿Otra vez? ¡Vaya pero que mandona e irresponsable eres! De nada sirve tu gran frente.
--¿Mi gran qué?... ¡Mira cerda!...
--Oye, ¿Ayer te dio algo Naruto?—interrumpí  pensativa.
--¿He?—se cayó y me miro extrañada--. Bueno, me llevo un pastel de chocolate, y no sé por qué—Rasco su hombro y suspiro—Me dijo que era por comerse la última pieza de chocolate. Aun que realmente en la noche le había dicho que era suya... ¡Pero es tan Baka!
--Que lindo—Comente sonriendo--. Así debe ser todo.
--¿A qué te refieres?
--¡Nada! Yo sola me entiendo.

Me sentí tan feliz y alivianada que parecencia una nueva Ino. Qué lindo es resolver un problema, aunque un la duda me ronda, pero… No creo.


Sakura se había ido ya hace más de una hora. Estaba feliz tomando los papeles del hospital hasta que vi los de Shizune ¡Que Baka soy! ¿Cómo pude olvidar darle los papeles a Naruto? ¡Desde ayer tenía que a vérselos entregado! Pero como estaba en mi mundo, ni siquiera lo recordé. Por lo que me apresure, tome los pareles y me dirigí a la salida del hospital.

--Hola Ino—Me saludo Sai entrando, a lo cual lo mire.
--¡Te quedas a cargo del hospital!—Le grite mientras me alejaba rápidamente. ¡Ha! Pobre tonto, me iré a dar una vuelta más por Konoha. Hay que aprovechar.

Estaba en dirección a la torre hokage, cuando volví a ver a Naruto. Estaba caminando por la misma calle, con otra ropa y un… ¿Un bigote falso? ¡Por Kami, mas pésimo disfraz son pudo existir en la vida! Ni siquiera los de gay-sensey son tan malos.

Me acerque tontamente, de nuevo. Ahora el miedo volvió acrecer en mi ¿Era Naruto otra vez? ¡Porque! ¡Porque maldita sea! Justo cuando pienso que lo que vi era falso… Lo veo de nuevo, ahora no creo que sea una idea mí. No…

Entonces la volví a ver. Su cabello suelto y corto a nivel de los hombros, ahora llevaba un vestido escotado, muy seductor color marrón. Un sombrero melón y camina hacia la misma cabaña. Me sentí tonta. Las nauseas y enojo volvieron cuando vi unir sus labios en un beso muy apasionado, pero la bomba estallo cuando entraron a la cabaña sin dejar de besarse. Por lo que, tuve que acercarme rápidamente a  puerta y tuve que volver a sentir el mismo dolor. Sin poder evitarlo, mis ojos se llenaron de lágrimas, no era yo la engañada, pero igual me dolía, no podía entender que tan hipócrita era Naruto… Ni siquiera, cuando tuvo la oportunidad de decirme la verdad, lo hizo. Decidió seguir su juego, decidió no buscar una solución que lastimara menos a Sakura, él decidió seguir jugando con su corazón. Y eso no se lo perdonare.

Di un suspiro, mire por un agujero de la ventana y sin duda vi a Naruto, besando a una mujer, mientras su cintura era rodeada por las piernas de ella, sin camisa y su cabeza cubriendo la de ella entre besos. Sin duda era Naruto, lo tengo claro y sin duda no hay nada que lo justifique.

Respire hondo y me di la vuelta, muy dolida por al decepción. Camine algunas calles hasta llegar al hospital y encerrarme en mi oficina, incluso no me atreví a agradecerle a Sai por cuidar del hospital. Ahora le contare a Sakura ¡En cuanto llegue le diré todo! Y con lujo de detalles, aunque no me crea y tenga que demostrádselo, tiene que dejar a Naruto.

--¡Porque Naruto es un Baka! ¿Cómo se atreve a engañar a Sakura?—Gruñí en voz fuerte--. ¿Quién será su amante?...

Entonces la puerta se abrió de golpe y la mirada helada de Hinata me asombro.

--N-Naruto-Kun engaña a Sakura-chama...—susurro helada, por lo que golpe mi frente.
--Si—Afirme sin salida--. Lo acabo de descubrir—suspire—Tienes que ayudarme a descubrir quién es la amante.
--N-No lo puedo creer—susurro bajando la mirada—N-Naruto-Kun n-no puede…
--Lo sé—concluí encogiéndome de hombros--. Pero es verdad, ya no hay duda alguna, lo he confirmado. Y tienes que ayudarme, por favor…