LOSING IT [+18] (Empezando)(Actualizado el 05/12/13)

Otro camarero se acerco, esta era una chica y pedí un Jack con coca cola para beber mientras me confundía en medio de todo este lío.

Estaba el chico camarero, pero no se desocuparía hasta bien después de las 2am. Era un manojo de nervios ya,así que esto se prolongaba hasta altas horas de la mañana, estaría completamente psicótica. Solo podía imaginar... directamente, con camisa de fuerza debido al sexo.

Había un hombre de pie junto a mí, que parecía moverse unos centímetros más con cada trago que tomé, pero tenía que tener por lo menos cuarenta años. No, gracias.
Tomé un trago más de mi copa, dando gracias al camarero que fue pesado con el Jack, y examiné el bar.

--¿Que pasa con el?-- Pregunto Ino señalando a un chico en una mesa cercana
--Demaciado pijo.--¿Él?--Demaciado Hipster.--¿Por ahi?
--Ew. Demaciado peludo.

La lista continuo hasta que estaba bastante segura de que esta noche era un fracaso. Ino sugirió ir a otro bar, que era lo último que quería hacer. Le dije que tenia que ir al baño, y esperaba que alguien atrapara su atención mientras no estaba así para poder escapar sin drama. El baño estaba al fondo más allá de la zona de piscina y dardos, detrás de una sección con algunas mesas redondas y pequeñas.

Fue entonces cuando me fije en él.

Bueno, técnicamente, noté primero el libro.

Y, simplemente, no pude mantener la boca cerrada.
--Si eso se supone que es una manera de obtener las chicas, me permito sugerir trasladarte a una zona con poco más de tráfico.

Él levantó la vista de su lectura, y de repente me pareció difícil tragar. Era sin duda el hombre más atractivo que había visto esta noche, cabello rubio, cayendo en los ojos azules, sólo el suficiente vello en la mandíbula para darle un look masculino sin hacerle demasiado peludo, y una cara que podría haber hecho cantar a los ángeles. No me hacía mirar boquiabierta. ¿Porque me detuve? ¿Por qué siempre tengo que hacer una tonta de mí mismo?

--¿Perdón?
Mi mente seguía procesando su perfecto pelo y brillantes ojos azules, así que me tomó un segundo decir:
--Shakespeare. Nadie lee a Shekespeare en un bar al menos que sea una táctica para obtener chicas. Todo lo que estoy diciendo es que podrías tener suerte en la delantera.

Él no dijo nada por un largo rato, pero luego su boca se separó en una sonrisa reveladora, qué sabes tú, ¡Dientes perfectos!

--No es un truco, pero si lo fuera, me parece que estoy teniendo mucha suerte aqui.

Un acento. TENIA UN ACENTO BRITÁNICO. Querido Dios, me estaba muriendo.

Respira. Necesitaba respirar. No lo pierdas, Sakura.

Puso su libro a un lado, pero no antes marcar su lugar. Dios mío, realmente estaba leyendo a Shakespear en un bar.

--¿No estabas tratando de obtener una chica?--No estaba.

Mi cerebro analítico no perdió su uso de tiempo pasado. Al igual que... él no había estado tratando de seducir a nadie, pero tal vez estaba ahora.

Eche otro vistazo a él.
Estaba sonriendo ahora--blancos dientes, barba de tres días en su mandíbula, que le daba un aspecto francamente delicioso. Sí yo era suficientemente seducible. Y pensé que era suficiente para enviarme a shock.

--¿Como te llamas,amor?

¿AMOR? ¡AMOR! Sigo muríendo, aquí.--Sakura.
--¿Eso es una línea?
Me sonrojé carmesí.--No, es mi nombre.
--Bonito nombre para una chica encantadora.--El timbre de su voz, entró en ese registro grave que hizo mi interior rizarse en sí mismo, era como si mi útero estuviese llevando acabo un baile feliz en el resto de mis órganos. Dios, me estaba muriendo en la más larga, más tortuosa, y excitante muerte en la historia del mundo. ¿Era esto lo que se sentía al estar excitada? No es de extrañar que el sexo hiciera que la gente haga cosas locas.

--Bueno, Sakura, soy nuevo en la ciudad, y ya me quede de mi apartamento. Estoy esperando un cerrajero, en realidad, y pensé en un buen uso de este tiempo.
--¿Repasando tu Shakespear?
--Tratando, al menos. Honestamente nunca me a gustado el tío casi nada, pero vamos a mantener esto como un secreto entre nosotros, ¿Ya?

Estaba bastante segura de que mis mejillas se tiñeron aún más de rojo, si el calor saliendo de ellas era una alguna indicación. De hecho, todo mi cuerpo se sentía como si estuviera en llamas. No estaba segura que si era mortificación o el acento que me tenia apunto de arder espontáneamente delante de él.

--Pareces decepcionada, Sakura. ¿Eres fan de Shakespear?
Asentí con la cabeza, porque mi garganta podría haberse cerrado.

Arrugo nariz en respuesta, y mis manos se morían de ganas de seguir la línea de la nariz hasta los labios.

Me estaba volviendo loca. En realidad, certificablemente loca.--¿No me digas que eres una fan de Romeo y Julieta? Ahora, esto. Era algo que podía discutir.
--Otelo, en realidad. Ese es mi favorito.--Ah. Justa Desdémona. Leal y Pura. Mi corazón tartamudeo a la palabra pura.

--Yo, mmm...--me costó juntar mis pensamientos--. Me gusta la yuxtaposición de razón y pasión.
--Soy un fan de la pasión, por mí mismo.--Bajó su mirada y luego,recorrió el largo de mi forma. Mi columna hormigueó, hasta que sentí que podía estallar fuera de mi piel.
--No me has preguntado mi nombre--dijo.
Me aclare la garganta. Esto no podía ser atractivo. Yo era tan sociable como un cavernícola. Le pregunte:
--¿Cual es tu nombre?
Él inclino la cabeza, y el pelo casi le cubría los ojo.
--Únete a mí, y te lo diré.

No pensaba en otra cosa que el hecho de que mis piernas eran como gelatina, y sentándome me impediría hacer algo embarazoso, como pasar fuera del influjo de las hormonas, que estaban claramente liberando de todo mi cerebro. Me hundí en la silla, pero en vez de alivio, la tensión incremento a otro nivel.

Habló, y mis ojos se engancharon en sus labios. -- Mi nombre es Naruto.

¿Quien sabia que los nombres podían ser calientes tambien?--Es un placer conoserte, Naruto.

Se inclino hacia delante apoyándose en los codos, y note sus anchos hombros, y la manera en que sus músculos se movieron bajo la tela de su camisa.
Entonces nuestros ojos conectaron, y el bar que nos rodeaba pasó de tenue a oscuro, mientras estaba atrapada por esos azules.

--Voy a comprarte una bebida.--No estaba destinado a ser una pregunta. De hecho, cuando me miro, no había nada en él cuestionando en absoluto, sólo confianza--. Entonces podemos hablar un poco mas sobre razón y... pasión.

2

No podía si la sensación de ardor en mi pecho tenía que ver con el aspecto encapuchado de Naruto me estaba dando o con el primer recuerdo de mi primer Jack con Cola que termine como si fuera agua.
Un camarero llego ante las señas de Naruto, y me tome un momento para darme una charla silenciosa mientras el pedía las bebidas.

--¿Sakura?—Pregunto Naruto—
Su voz envió escalofríos atreves de mí.
Me miro, y luego al camarero, quien resultó ser el chico de antes. Abrí la boca para pedir otro Jack con Cola, pero el camarero me detuvo con una mano en mi hombro. —Recuerdo, Jack con Cola, ¿Cierto?
Asentí con la cabeza y me lanzo un guiño sonriente. Hice una pausa por un momento preguntándome cómo sabía mi pedido. Estaba bastante segura de que la chica camarera me había servido el ultimo. Seguía sonriendo hacia mí, así que me obligue a hablar.
--Gracias, eh..
--Gaara—dice
--Gracias, Gaara. Echo un vistazo a Naruto, y a continuación, se centró de nuevo en mí.
--¿Debo decirle a tu amiga allí que regresaras luego?
--Oh, bueno, claro, supongo.
Sonrió en respuesta, y se quedó allí mirándome, fijamente durante unos segundos antes de volverse para regresar a la barra. Sabía que tenía que mirar a Naruto de nuevo, pero me aterraba derretirme en un charco de excitación si me encontraba con aquellos ojos magníficos de nuevo.

Él dijo: --¿Sabes? A veces me pregunto si Desdémona era tan inocente como lo que aparentaba. Tal vez ella sabía el efecto que tenía sobre los chicos, y disfrutaba poniéndolos celosos.
Me encontré sus ojos estrechados, estudiándome. Me trague mis nervios y lo estudie también.
--O tal vez solo se dejó intimidar por la intensidad de Otelo y no sabía cómo hablar con él. La comunicación es clave después de todo.
--Comunicación, ¿Eh?
--Podría haber resuelto muchos de sus problemas.
--En ese caso, voy a tratar de se lo mas claro posible. —Tomo su silla y la coloco a escasos centímetros de la mía. Se escabullo a mi lado y dijo--: Prefiero que no vayas de nuevo con tu amiga. Quédate aquí conmigo.

Traga, Sakura. Me dije. Tienes que tragar o si no podrias comenzar a babear.

--Bueno, mi amiga esta esperando. ¿Qué vamos hacer si me quedo?
Extendió una mano y empujo mi pelo sobre mi hombro. Su mano se deslizo por mi cuello, haciendo una pausa en el punto de mi pulso, el que debe haber estado volviéndose loco.
--Podemos hablar de Shakespeare. Podemos hablar de lo que quieras. Aunque no pueda prometer que no me distraeré en tu hermoso cuello. – Sus dedos viajaron a través de mi mandíbula hasta llegar a la barbilla, que saco un poco hacia adelante con la presión de su dedo índice--. O tus labios. O esos ojos. Podría atraerte con historias acerca de mi vida, como Otelo hacía con Desdémona.
Ya estaba suficientemente cortejada. Mi respuesta fue vergonzosamente entrecortada. –Prefiero no hacer paralelos entre nuestra noche y una pareja que termino con un asesinato/suicidio.
Sonrió y su dedo cayó en mi barbilla. Mi piel quemo donde me había tocado, y tuve que parar de inclinarme hacia adelante para seguir su toque.
--Touché. No me importa lo que hagamos, siempre y cuando te quedes.
--Está bien. –Estuve inmensamente orgullosa de haber logrado una respuesta calma en lugar del “Santo Dios, si, voy hacer todo lo que me pidas” que estaba produciendo en mi mente.
--Tal vez debería quedarme fuera de mi apartamento más a menudo. Preferiría encerrarnos a ambos dentro, en realidad.

Mi bolsillo empezó a vibrar, y me apresure a contestar el teléfono antes de que mi embarazoso tono de boy band sonara.
--¿Si?
--¿Te has caído dentro o qué? Era Ino
--No, Ino, no lo hise. Oye, ¿Por qué no solo vas a casa sin mí?
Los ojos de Naruto se oscurecieron, y mi respiración se engancho cuando su mirada cayó a mis labios.
--No saldrás de esto, Sakura. Vas a follar esta noche auque tenga que hacerlo yo misma.
Dios, ¿Podía  ser más gritona? Pensé que Naruto tuvo que haberla oído hablar, pero sus ojos no se apartaban de mis labios.
--Eso no será necesario, Ino.
Trate de pensar en una forma criptica para decirle que ya había encontrado a mi chico, cuando oí una toma de aire, seguido de un “OH. MI. DIOS.”
Mire por encima del hombro de Naruto a tiempo para ver como la sonrisa de Ino se ensanchaba, y el gesto crudo de mano que siguió.
--Si, está bien, así que hablare contigo más tarde, Ino.
--Seguro que lo harás. Te llamare y me dirás cada preciso detalle. –Ya veremos.
--Mejor que veas mucho esta noche, cariño. Espero que tus ojos se abran completamente después del encuentro de esta noche.
Colgué sin una respuesta.
--¿Tu amiga?—Pregunto.
Asentí con la cabeza, porque su mirada fija tenía mi sangre hirviendo. Nunca me avía sentido tan completamente activada por alguien que ni siquiera me estaba tocando. Sexo salías del hombre en olas, y me sorprendí al encontrar cuan interesada estaba en aprender a nadar.
--¿Te vas a quedar?
Asentí con la cabeza otra vez, cada musculo de mi cuerpo estaba tenso. Si no me besaba pronto, iba a explotar. Justo cuando pensaba que podía hacerlo, el camarero regreso con las bebidas. Él se acercó con un sonrisa, que bajo al ver lo cerca que Naruto y yo estábamos.
--Siento haber tardado tanto. Estamos inundados por allí. Me aferre a la distracción.
--No es ningún problema Gaara. –Por supuesto. ¿Necesitan algo más? –No, estoy bien.
Los ojos de Gaara se posaron en Naruto, y luego se acercaron un poco más a mí.
--¿Estas segura?
--Estamos seguros—dijo Naruto secamente antes de entregarle unos cuantos billetes--. Quédate con el cambio.
Gaara comprobó a una pareja más que se encontraba a unas pocas mesas de distancia, y luego se fue a la parte delantera de la barra de nuevo. Cuando se alejó, me volví a Naruto. Me di cuenta que su brazo había hecho camino alrededor de mi silla.
--¿Eres el tipo celoso, Naruto? –No realmente
Levante una ceja y él sonrió descaradamente.
--dijo. –Tal vez esta discusión sobre Otelo me ha puesto un poco nervioso
--Entonses vamos a casa hablar de otra cosa. ¿A qué hora dijo el cerrajero que estaría cerca de tu apartamento?
Miro brevemente su reloj, y aproveche para observar la increíble acumulación de sus brazos.
--Debería estar allí muy pronto.
--¿Deberías ir y esperar por él?—Era difícil determinar exactamente lo quería en ese momento. Sin duda le gustaba, y yo definitivamente quería que me besara, pero estaba acostumbrada a saborear este tipo de cosas para que nunca llegaran demasiado lejos. Siempre en busca de una puerta de salida.
--¿Estas tratando de deshacerte de mí?
Respire hondo, no dejando salir el aire. No habría puertas trasera, no esta vez. Me mordí el labio y lo mire. Esperaba que no pudiera leer el miedo zumbando bajo mi fachada de confianza.
--Supongo que podríamos ir y esperar por él—dije.
Miro a mis labios. Moría... Moría por que me besara.
--Mucho mejor.
Se puso de pie y me ofreció su brazo. --¿Mi señora?
--¿No quieres terminar nuestras bebidas?
Me tomo la mano y apretó sus labios contra el interior de mi muñeca. –Ya estoy intoxicado.
Me reí, porque la línea era ridícula (y porque no quería admitir que aun así funcionaba).
Sonrió. --¿Demasiado lejos? ¿Qué puedo decir…? El Bardo me da gusto por lo dramático.
--Vamos a tratar con algo de realismo en su lugar.
--Creo que puedo hacer eso—dijo.
Apenas había procesado sus palabras antes de que me levantara de la silla y atrapara mi boca con la suya. Su olor me abrumaba. Cítricos, cuero y otra cosa que me hiso agua la boca. Yo estaba casi demasiado sorprendida para reaccionar. Era muy consistente del hecho que me estaba besando en medio de un bar, hasta que me mordisqueo el labio inferior. Luego me olvide de todo, excepto de él. Todo mi cuerpo se estremeció, y mi corazón se dejó caer hacia mi estómago, como si la fuerza de gravedad se hubiera duplicado. La cabeza me daba vueltas, pero no me importaba. Abrí mi boca, y al instante su lengua se deslizo adentro, tomando el control. Mis manos se aferraron a su espalda, y en respuesta, me llevo más cerca. Su beso fue lento, luego rápido, tierno y extenuante. Estábamos apretados con tanta fuerza que podía sentir cada parte de su cuerpo, pero, aun así, quería estar más cerca. Su mano se deslizo al fondo de mi camisa y sus dedos calientes presionaron mí, ya demasiado ardiente, piel. Un gemido escapo de mi boca ante aquel contacto íntimo. Inmediatamente me arrepentí, porque el sonido apareció aclarar su cabeza, y se apartó.
No pude evitar que mis labios siguieran los suyos, pero se quedó fuera del alcance de mi beso. En su lugar, se quejó, agacho la cabeza y me dio un beso caliente en el cuello.
Mi cerebro estaba definitivamente volando bajo. Mi cuerpo era quien mandaba en ese momento y, Dios, se sentía bien. Yo solo era la suma de mis terminaciones nerviosas, que se volvían locas. El suspiro pesadamente, y eso quemo mi piel. Su voz era ronca cuando hablo. –Lo siento me deje llevar.
Esas fueron exactamente las palabras adecuadas. Dejarse llevar. Nunca había estado tan atrapada en otra persona antes. Nunca había estado tan… fuera de control. Era la vez emocionante y aterrador.
Su rostro apareció ante mí, y yo trate de mantener mi expresión neutral. Su mano se deslizo fuera de mi camisa, y me estremecí, mi piel estaba de luto por la perdida.
Dio un paso hacia atrás.
--Bien. Podría ser momento para un poco más de razón, y un poco menos de pasión.
Me reí, pero por dentro le estaba dando el dando el dedo medio a la razón. Me había gobernado el tiempo suficiente.