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HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
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HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
"historias no autorizadas de konoha" tendra en un futuro posiblemente algunas harem o parejas poco comunes. pero para iniciar, la primera parte de un total de 3 sobre una pareja naru-sasu. sera una cadena de Shot sobre distintas parejas. por ahora, dejo colocado el primer shot con sus tres capitulos
disfruten y comenten....
Titulo: MI CONDENA
Pareja: NARUSASU
MI CONDENA:
PERGAMINO 1: NACIMIENTO
disfruten y comenten....
Titulo: MI CONDENA
Pareja: NARUSASU
MI CONDENA:
PERGAMINO 1: NACIMIENTO
- Spoiler:
- El lugar era oscuro, pequeñas gotas de agua escurrían por las paredes y el olor a humedad era superior a cualquier cosa. Solo había una pequeña luz artificial en el centro del cuarto. Paredes de piedra tallada y el aroma tierra húmeda. El hombre encadenado al muro despertó de golpe, abrió sus ojos confundido, no sabía exactamente que había pasado. Estaba boca abajo en el frio suelo, sus ropas estaban ensangrentadas y sentía mucha debilidad. Sus manos tenían pesados grilletes. Apenas si se podía despegar de la pared.
-Que rayos…-pensó- ¿Dónde estoy?
Intentó activar su Sharingan, pero no tenia nada de chakra. Se sentía débil, una sensación que hacia mucho no experimentaba. Estaba prisionero. No recordaba nada. ¿Qué había pasado? Recordaba que huyó luego de la guerra, luego de evitar que el Dobe y sus amigos lo capturaran. ¿Quién lo había atrapado? Dos años después de la guerra nadie había podido, ni siquiera el Dobe de Naruto.
-buenos días bella durmiente…-fue la voz que escuchó en la oscuridad
Naruto apareció frente al moreno sentado en el suelo. El Uzumaki estaba vestido de jean negro y remera de igual tono. Una capa roja cubría sus hombros. Su mirada seria no parecía ser para nada amistosa.
-Dobe…
Naruto se acercó lentamente, Sasuke creyó que seria para liberarlo. Pensaba atacarlo en cuanto tuviera las manos libres. Por ser tan confiado iba a matarlo. Pero Naruto parado junto a él, evitó que Sasuke se pusiera de pie dándole una furiosa bofetada. El Uchiha muy debilitado cayó al suelo pesadamente, no se podía mover bien.
-creo que tendremos que educarte mejor…-dijo duramente Naruto- no puedo presentarte en sociedad hablándome de esa manera.
Sasuke lo observó acribillándolo con la mirada oscura. Si solo pudiera activar sus ojos, si tuviera algo de chakra.
-no te gastes muchacho…-sonrió soberbio Naruto- tienes sellos Uzumaki en el cuerpo. Te aseguro que usar tu chakra es cosa del pasado. Ahora no eres más que un tipejo vestido como prostituta barata. Pero no te angusties Sasuke-kun, -señaló malicioso- en algunos días, estarás a tono con tu ropa, eso te lo puedo asegurar.
-Dobe idiota…-gruñó Sasuke- así que al fin me atrapaste. Ahora estoy en una mugrosa celda de tu aldea. –Sonrió soberbio- ¿Dónde esta el pequeño estorbo rosado? Es raro que no este aquí llorando y pidiéndome que vuelva.
Naruto volvió a acercarse, lo ayudó a incorporarse un poco tomándolo de los grilletes y terminó por darle otra furiosa bofetada que lo tiró al suelo. Esta vez le había cortado el labio inferior.
-aun sigues enamorado de ese estorbo ¿cierto? –Dijo Sasuke para seguir provocándolo- dile que nunca me va a importar mas que el suelo donde piso. ¡Díselo de una puta vez y que me deje en paz!..-gruñó molesto- ¡idiotas!
-Sasuke…-sonrió tranquilamente Naruto y el Uchiha tuvo un ligero escalofrió- estas de plano equivocado sobre donde estamos, y para que estamos aquí.
El moreno no volvió a hablar, estaba tratando de recordar que se había ocultado en una caverna que Orochimaru usaba como laboratorio. Si recordaba bien, esta era una de las celdas en ese lugar. Naruto lo había encontrado allí, tal vez lo atrapó durmiendo, Sasuke no lo recordaba bien.
-te has golpeado fuerte la cabeza, -sonrió Naruto- te recordare donde estamos. Una de las guaridas de tu viejo sensei come-niños. Te puse en esta celda por precaución, viviremos los siguientes meses en esta cueva antes de volver a casa. Tengo algunas cosas que experimentar contigo Sasuke.
Naruto estaba hablando muy extraño, Sasuke podía notarlo pero no sabia que pensar. ¿Qué quería decir con experimentos? ¿Acaso no lo llevaría arrestado a Konoha?
-hay algunas cosas que no sabes de mi actualidad Sasuke…-sonrió Naruto apoyándose en una pared y cruzándose de brazos- por ejemplo, Sakura-chan sigue esperando que algún día cumpla mi promesa de regresarte. Ella dice que ya no te ama, que te olvido. Pero tampoco me acepta a mí como pareja. Hasta que no pueda cerrar tu capitulo, ella nunca me aceptara.
-perdedor…
-es cierto….-sonrió Naruto- pero este perdedor es ahora el Gamma Sannin de Konoha. Me pase dos años siguiéndote y averiguando cosas del mundo. Encontré parte de mi herencia, los sellos Uzumaki que te están bloqueando ahora por ejemplo. Actualmente, no eres más que una persona común por su causa y efecto.
-me liberaré pronto…-gruñó amenazante el Uchiha- y tu morirás.
-había olvidado lo rico que era charlar contigo Sasuke…-siguió Naruto sonriendo- dos palabras, dos amenazas de muerte. Todos agravios…..-lo señaló con un dedo- eres una chica muy mal hablada. Je je je
-púdrete idiota, - señaló molesto Sasuke- nunca me llevaras con vida a esa aldea.
Los ojos de Naruto brillaron de extraño modo, el cambio fue tan extraordinario que Sasuke sintió sorpresa e incertidumbre. El rubio encaró hacia la reja de salida, miró sobre su hombro y declaró siniestro:
-en cierta forma….tienes razón.
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Pasaron casi dos días, Sasuke tenía mucha sed. Naruto no había vuelto aparecer por el lugar y sus fuerzas normales no podían con los grilletes sellados. Su cuerpo se estaba recuperando, pero no tenia nada de chakra, eran los sellos que lo sometían. Le absorbían el poder, dejándolo con nada. ¿Acaso Naruto lo había dejado pudrirse en esa cueva? ¿Lo había dejado morir? ¿Qué paso con su supuesto mejor amigo? Tenia mucha sed, pero aun apareciera ese Dobe con un jarrón de agua, nunca lo vería rogar por ella. Ni por agua, ni por alimentos. Nunca nadie lo vería rogar. Pasaron 3 días exactos, Sasuke estaba desvanecido y cuando sintió las rejas abrirse, dio un respingo notorio. Naruto estaba allí, no lo había abandonado al parecer.
-uuyyy…-sonrió burlesco Naruto- te ves algo sediento. No te preocupes, tengo ayuda que te supondrá un alivio para la próxima semana.
La chica apareció detrás de Naruto, Sasuke la reconoció en el acto. Era Karin, ¿Qué hacia Karin aun viva? La mujer se acercó y dio de beber a Sasuke. También le hizo comer algunos alimentos, le limpio un poco el cuerpo con toallas húmedas, todo bajo la atenta mirada de Naruto. Rato después, inyectó algunas sustancias en Sasuke, el moreno no se resistió, suponía que serian vitaminas o alguna cosa alimenticia. Matarlo con veneno luego de darle alimentos no era lógico.
-Karin…-sonrió apenas Naruto- no te compadezcas de él. Es un cabrón mal nacido. Tendrá que empezar una nueva vida si quiere ser útil para variar.
Sasuke no entendía por que, pero esas palabras no le agradaron para nada.
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Pasaron 7 días, Karin llegaba todos los días a la misma hora y alimentaba a Sasuke. Le daba agua y lo inyectaba. Pasando el tiempo Sasuke trató de obtener alguna información de lo que Naruto planeaba. Era muy raro ser retenido sin ninguna explicación. Nunca venían a buscarlo para llevárselo, nunca viajaba a Konoha para ser preso como pensaba ocurriría. ¿Qué planeaba Naruto? Karin respondió contándole cosas de la aldea. Cosas cotidianas, nada especial. Aunque dejó entrever algo de preocupación por lo sucedido hace algunos meses, cuando Sakura Haruno casi se suicidó. Estuvo muy cerca de morir, sufría muchos problemas de depresiones. Todo por sus malas experiencias con el amor. Karin también reafirmó, que Naruto se puso muy furioso cuando casi paso esa desgracia. Juró matar a Sasuke, y luego esos meses, parecía por fin tenerlo entre sus manos.
-¿entonces por qué no me acaba? –preguntó serio el Uchiha
-sinceramente…tiene pensado algo mucho peor. –Bajó la vista Karin dolida- creo que desearas morir antes que el mes termine Sasuke.
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Los días pasaron, Karin seguía viniendo pero Naruto no. Sasuke extrañamente comenzaba a sentirse mejor y mejor junto a la pelirroja. Karin no parecía seguir amándolo, pero conversaban bastante y lo hacían en buenos términos. Fue cuando Sasuke se enteró que Karin era una Uzumaki, al igual que Naruto. ya lo sabia por conversaciones con Kabuto, pero ahora supo que la chica lo sabia también. Juntos habían viajado, y habían encontrado muchos pergaminos del clan Uzumaki. Antiguos y oscuros poderes que nunca debieron salir a la luz. Karin entristecía al recordar sobre los pergaminos, Sasuke no sabia por qué. Finalmente, una tarde cualquiera Uchiha Sasuke sintió la necesidad de decir algo importante:
-Karin…-dijo apenas- quiero disculparme por haber intentado matarte. Me siento algo…raro diciendo esto. No es propio de mí. Pero por favor no llores más. Siento algo muy extraño cuando pasa eso.
-lo siento Sasuke…-dijo apenada la pelirroja- pero sufrirás mucho por las cosas que hiciste. Te lo aseguro. Ojala en un futuro, en tu nueva vida seas feliz.
Sasuke quiso preguntarle que quería decir con esas palabras. Pero Karin abandonó el lugar y ya nunca más volvió. Pasaron 24 horas, cuando la próxima persona que ingresó al lugar, fue el mismo Naruto.
-buenas noches Sasuke….-dicho sonriendo- llego la hora de la gran prueba. Estas alimentado e hidratado. Recuperado de tus heridas, y mis sellos se han cargado de tu chakra durante muchos días. Llego la hora que comience tu resurrección.
-¿de que carajos hablas?
-este sello que ves aquí…-señaló un pergamino en su mano izquierda- se llama sello de trasmigración. Utilizando la energía del Senjutsu, y mesclado con tu propio chakra. Nos traerá al experimento que he preparado para terminar con este triangulo amoroso que nos esta matando.
-¿Qué dices?
-Sakura sigue confundida contigo, yo sigo amándola a ella, y tú…no amas a nadie. Aunque al haberme perdonado la vida hace mucho tiempo en el valle del fin, demostraste sentir al menos una amistad por mí. –Sonrió perverso acercándose- es hora que comencemos a ser una familia, ya que no podemos ser un equipo nunca mas.
-¡¿que haces?! –gritó Sasuke echando su espalda contra la pared- ¡ALEJATE DE MI! –Los nervios le traicionaba y tenia ganas de llorar.- (¿que me pasa?)
Cuando Naruto abrió el pergamino, todo el papel comenzó a brillar intensamente. Se soltó de manos del Uzumaki y rodeó el cuerpo de Sasuke envolviéndolo como momia. Los gritos del moreno y sus resistencias fueron inútiles. Cayó de lado completamente vendado. Y los gritos comenzaron a retumbar por el lugar. Naruto simplemente sonrió, abandonó la celda y lo dejó quejarse. No podría escapar, ese sello seria la condena de Sasuke Uchiha. Una que jamás iba a esperar.
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Una luz potente…
No acostumbrado a tanta iluminación abrió sus ojos con dificultad. Estaba recostado en un Futon sobre el suelo. Se sentía muy mareado, sus ojos apenas podían enfocar a lo lejos. Su cuerpo estaba casi paralizado, apenas tenia sensaciones de el. Se miró las manos tratando de entender por qué no sentía bien su cuerpo. Luego de algunos minutos, la vista se aclaró y la cabeza dejo de dar vueltas. Estaba en una habitación de la caverna, ya no mas en la celda. Estas habitaciones lo tenían todo, una cama cómoda, mueblería y hasta armarios con ropa. Sasuke se notó cubierto por una perfumada Yukata blanca. Tenia muchas ganas de volver el estomago.
-¿Que esta pasándome?
Una puerta se abrió, Naruto estaba parado frente al aun tendido Sasuke. El moreno recién pudo notar que no traía los grilletes en sus manos, ya no estaba prisionero. Solo tenia que juntar fuerzas y por fin seria libre. Por fin podría….
Pero sus manos tocaron algo que no debía estar. Unos pechos por debajo de la Yukata.
-te ves guapa preciosa…-sonrió perverso Naruto- nunca pensé que fueras modelo de belleza femenina. Pero debo admitir que estas jodidamente buena.
-¿Qué dices? –Preguntó Sasuke apenas y noto su voz diferente – (mi voz…es mas aguda)
-ahora solo queda ponerte un nuevo nombre…-sonreía Naruto- puede ser Mikoto por que así se llamaba tu madre, o tal vez…Sasuko.
Las manos de Sasuke recorrieron sus pechos, ¡tenia pechos! ¡TENIA PECHOS DE MUJER! ¿Qué estaba pasando? ¿Era un Genjutsu? ¿Una pesadilla? Sus manos siguieron bajando en busca de lo que debía estar en su ingle. Y las piernas le comenzaron a temblar cuando ya no encontró lo que antes tenia. No era un hombre, ya no lo era.
-chica traviesa…-se burló Naruto ante la consternación de Sasuke- recién despiertas como mujer y ya buscar tocar la zona peligrosa. Deja que tu amigo Naruto te de una mano.
-ALEJATE DE MI CRETINO….-gritó furioso Sasuke y retrocedió arrastrándose por el suelo hasta la cama, se ayudo con el borde para ponerse pie- LO QUE SEA QUE ME HAYAS HECHO…..MAS TE VALE REVERTIRLO.
-¿revertirlo? –Sonrió perverso Naruto- querida mía, en bombardeado tu cuerpo con hormonas femeninas y finalmente con chakra natural para modificar su materia genética. El sello fue utilizado por los primeros Uzumaki para generar descendencia. Solo quedaron 3 hombres luego de una guerra mortal, y tuvieron que sacrificar a uno cambiando de sexo. Sera por eso que las futuras mujeres Uzumaki, eran tan…”masculinas” por decirlo elegante. Je je.
-no puede ser….esto no puede ser…-gemía horrorizado Sasuke- esto no me puede suceder a mi. Es una pesadilla, solo una pesadilla.
Naruto tenía tan solo un kimono negro como vestimenta, la sola idea de lo que pensaba hacerle horrorizó a Sasuke. No podía creer que pensara hacerle eso. Aunque tuviera su cuerpo así, ¡era un hombre! Era Sasuke Uchiha, el último descendiente masculino del clan. Naruto trató de tomar sus manos suavemente pero Sasuke respondió dándole una bofetada al rostro. Retrajo su mano como si fuera una mujer, ¿Qué le pasaba?
-si te preguntas por que reaccionas como una virgen miedica, -sonrió perverso- es por que así lo eres. Cada gota de agua que Karin te dio de beber, las inyecciones de “supuestas vitaminas” todo para llenarte de estrógenos y demás hormonas. El sello convirtió tu cuerpo, pero yo te quería bien sensible je je je –arrodillándose en la cama donde estaba Sasuke- no quería al cabrón con cuerpo de mujer.
-¡ALEJATE DE MI NARUTO! –gritaba Sasuke apartándole los brazos
-¡no me obligues a golpearte Sasuko! –Respondió cabreado Naruto- ¡o me tocara amaestrarte con el látigo! Estamos aquí, solitos y encerrados en esta cueva perdida por dios. Nos quedaremos aquí hasta que podamos volver a Konoha como buenos e íntimos amigos.
-nun….nunca…-Sasuke temblaba y se paro de la cama tratando de escapar- ¡nunca!
Naruto fue mas rápido, después de todo Sasuke aun no se recuperaba para nada. Su cuerpo era diferente y no estaba acostumbrado a él. El rubio la tomo de un brazo y obligándola a girarse hacia él, le dio un puñetazo al vientre que la hizo doblarse de dolor. Luego la atrajo de nuevo al colchón. Tirándola boca arriba largo a largo. El peso de Naruto era superior, ella tenía un cuerpo delicado como princesa. El hombre se subió sobre ella y le abrió la Yukata haciendo que Sasuko chillara haciendo esfuerzos por no llorar.
-no tengo tiempo para jueguitos Sasuko –gruño Naruto desnudándola y dándole bofetadas cuando se resistía demasiado- tengo que matar los últimos atisbos de tu vida anterior. Te voy a convertir en mujer. Así que prepárate.
-¡no maldita sea! –Luchaba Sasuke desesperado- ¡nunca lo voy a permitir!
Naruto la tomó por ambas muñecas elevándola hasta dejarla muy cerca de su propio pecho. Le levantó ambos brazos y ató con cuerda ninja imbuida de chakra bien firme sus manos. Luego la puso contra la pared y clavó un kunai un metro sobre sus cabezas, enganchando la cuerda a la improvisada estaca. De aquel lugar la dejó enganchada y vulnerable.
-¡IDIOTA SOY UN HOMBRE! –Le gritaba desesperada y comenzó a llorar sin poder controlarse- SOY…un hombre.
Naruto no la escuchaba, comenzó a lamer los pechos de Sasuke que se retorcía maniatado sin poder evitarlo. Pronto los pezones comenzaron a endurecer. Las manos de Naruto ya la habían despojado de toda la ropa. Solo una pequeña braguita blanca quedaba como única defensa. El rubio se paró de la cama para desvestirse ante la desesperación de su victima.
-no puedo dejar de admitir que te necesito Sasuke…-sonrió perverso- quería tu amistad. Pero tú te negaste. Me robaste el amor de Sakura-chan, pero tú nunca haces caso a las chicas. Creo que estas escondiendo tus verdaderos sentimientos.
-suéltame…. ¡suéltame cretino! –se quejaba Sasuke sin poder soltarse las manos- NUNCA LOGRARAS NADA. ERES UN PERDEDOR.
-uuuyyy…-dijo serio Naruto- no debes tratar así a quien esta por castigarte Sasuko. A menos que lo que desees en realidad, sea sexo duro.
Las lágrimas del bello rostro de la morena no se detenían, su mente no podía concebir que su máximo rival. Su mejor enemigo, su amigo de la infancia, estuviera a punto de violarlo. No podía creerlo simplemente y las fuerzas no volvían a él.
Naruto quedó desnudo al fin, Sasuke sentir sensaciones encontradas ante la imagen. Debía sentir mucho asco, pero alguna razón no venia a el ese sentimiento. ¿Qué le estaba pasando? ¿Serian las drogas que Naruto había aplicado? Siguió gritando y retorciéndose aun cuando el rubio se arrodilló frente a ella y siguió lamiéndole los pechos. Pasaron los minutos, Naruto siguió estimulando todos los puntos sensibles de la mujer. Le acariciaba atraves de la braga y su lengua no dejo de estimular los pechos del Uchiha. Sasuke comenzó a ceder, aunque no lo quisiera el cuerpo estaba reaccionando a favor de las caricias.
-detente…mnn….mnn…detente…por favor. –Gemía mordiéndose los labios- no mas….Naruto no mas.
-ya no puedo detenerme…-señaló el hombre ubicándose de rodillas entre las piernas abiertas de Sasuko- ahora vas a probar a tu nuevo amo.
-no….no….NOOOOOOO
Naruto miró a los ojos a la bella morena, y tomándola firme de los muslos guio su miembros justo al lugar dulce. Al lugar donde había posado sus dedos durante minutos para prepararlo. Y finalmente de un solo golpe se hundió sin compasión.
-aaaghhhh –se quejó la mujer- por favor no….sácala…saca….
Naruto usó una mano para mantener firme las caderas de Sasuko, y la otra para tomarlo del cuello y acercando su cabeza pego su frente a la de ella. La sangre producto de ruptura del himen adorno el arma de Naruto. Sasuke entonces cometió el error de escupirle la cara, a lo que Naruto respondió dándole una furiosa bofetada y comenzando a moverse en su interior sin compasión. Pronto las quejas de Sasuke se trasformaron en gritos, Naruto siguió moviéndose rítmicamente, siguió violándolo sin pausa. Era el comienzo de todo, el final de las peleas entre amigos o enemigos. Era el comienzo del dominio.
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Los días pasaron….y luego los meses…
La situación se repitió constantemente. El mismo cuarto, la misma prisionera, el mismo carcelero. Naruto traía la comida y el agua. Lo dejaba todo en un rincón, luego se desvestía, y todo terminaba en gritos, propiciando una nueva y depravada sesión. Sasuke intentó muchas formas de escapar, trato de luchar, trato de activar su Sharingan, trató de sorprender a Naruto en la lujuria con la guardia baja. Pero todo fue inútil. La resistencia de Sasuke fue cruda, el rubio tuvo que aplicar violentas sesiones de golpes mesclados con alcohol y sexo. Su objetivo era hacer olvidar a su victima del mundo exterior. Hacer que su mundo se redujera cada vez más. Que solo quedara el cuarto, que solo quedara Naruto y su cuerpo.
Los sellos Uzumaki impedían a Sasuke hacer cualquier jutsu. Naruto era físicamente muchísimo mas fuertes cuando eran ambos hombres, ahora la diferencia era abrumadora. Sasuke no pudo hacer nada más que sufrir. Pronto Naruto no se contento con tomar su vagina, quería quebrar todo pensamiento de escape en Sasuke, toda idea loca de volver a lo que era. Lo sometió poniéndolo como un perro y también se introdujo por el delicado agujero de su trasero. Lo obligó a vestirse con diferentes conjuntos sexi, seda, satén y encajes. Lo golpeó con varias clases de flagelos y látigos, lo amarró bajo una ducha de otra habitación, y allí lo estuvo follando bajo espuma durante horas. Sasuke terminaba completamente agotado, completamente extenuado, incapaz de pensar o tener fuerzas para escapar. Con el paso de los días, Naruto no se preocupó de grilletes o puertas cerradas. Simplemente le advirtió que si escapaba del cuarto, las consecuencias serian fatales a nivel sexual.
Cierta noche, las cosas comenzaron a cambiar. Sucedió que extrañamente Naruto no vino a follarlo. Sasuke tuvo cierto alivio, trato de recuperar fuerzas, de descansar lo más posible para soportar las torturas que vendrían al día siguiente. Pero un segundo día, y Naruto tampoco apareció. ¿Se había ido? Sasuke no estaba seguro si intentar escapar o esperar. ¿Qué le haría Naruto si lo atrapaba escapando? ¿Adonde iría aunque lograra escapar? Ya no le quedaba nada, ni siquiera su identidad. No tenía su fuerza, no tenía sus jutsu. ¿Qué evitaría que otros hombres le hicieran lo mismo que el Dobe? Decidió ir a la zona de la cueva donde estaban las alacenas, extrajo alimentos y regreso a su habitación en silencio. Solo había ido por comida, Naruto no iba a castigarlo por eso.
En la noche del tercer día, Sasuke se encontró tocando su propio cuerpo, no podía soportar los calores que le estaban consumiendo. Su cuerpo era como una caldera, necesitaba que las ásperas manos de Naruto lo tocaran. ¿Qué le estaba pasando? ¿En que se había convertido? No supo por que, pero terminó metiendo un envase cilíndrico en su interior, moviéndolo, imaginando que era el miembro de Naruto. Intentó con fuerza, con muchas ansias, pero a pesar de llegar al orgasmo horas después, no le supo para nada a lo que estaba acostumbrado.
En el atardecer de cuarto día, Sasuke sintió ruidos fuera del cuarto. ¿Seria Naruto? el miedo caló hondo que cualquier otro ser lo viera convertido en mujer. Que lo vieran semi desnuda como estaba. No podía entender por qué se hacia mas temeroso, por que cada vez lo odiaba menos. Solo quería verlo una vez más. Solo eso quería, ver a Naruto una vez más. El único que alguna vez lo comprendió y le dio amistad. Los demás fueron…
-un momento….-se dijo- ¿Qué estoy pensando?
No tuvo tiempo para averiguarlo, por que la puerta corrediza se abrió, y Naruto había arribado al lugar.
-hola Sasuko…-sonrió amigable- veo que aun estas en nuestro nidito de pasión. No te lo pude aclarar antes de irme, pero tienes total libertad para ir al baño y la alacena. No quiero que mueras de hambre o huelas mal, cielo mio.
-¿en donde estuviste estos días? –dijo la mujer tratando de parecer neutral
-¿preocupada por mi? –Sonrió Naruto haciéndola sonrojar- que gusto. Nada que temer, solo tuve que reportarme en Konoha por que hacia tiempo no lo hacia. Todo esta tranquilo, así que vine a pasarme una vacaciones con mi chica preferida.
-deja de decir esas cosas…-gruñó apenas Sasuke- si hay una manera de… ¿Qué piensas hacer conmigo?
Naruto avanzó tranquilamente y se quitó la chaqueta naranja dejándola en el piso. Se sentó a los pies de la cama en donde estaba Sasuke, y miró la sonriente.
-en realidad he mentido…-señaló el rubio- fui a Konoha a reportar que Sasuke Uchiha, criminal de rango S, esta oficialmente desaparecido. No existen rastros de el por ningún lado. Así que por fin será libre supongo. Pero en fin…-sonrió despreocupado- no he tenido sexo en muchos días, me siento un poco desanimado a decir verdad. ¿Qué tal estas tu?
-mi cuerpo se siente mal…-dijo apartando la vista confundido- anoche hice cosas que aun no puedo creer. Todo por tu culpa.
-lo siento entonces…-señaló apenas Naruto- pero si no estas dispuesta a ser buena chica, hoy no tengo ánimos de obligarte.
El rubio se levantó de la cama dispuesto a salir del cuarto, cuando Sasuke se movió más rápido e interfirió la salida. Naruto bajó la vista mirando a los negros orbes de la mujer. Ella quería decir algo, solo que no se atrevía.
-dime lo que tengas para decir. –Le animó Naruto- anda…no eres la típica chica tímida.
-no quiero…-bajó la vista humillada- no quiero que te vayas.
-¿en serio? –sonrió apenas el rubio haciéndola gruñir- ¿y que pretendes que haga en este pequeño cuarto? A cuatro habitaciones por el corredor, hay uno mucho más grande con cama amplia. Creo que reposaré allí, eso si no te molesta Sasuko.
Naruto de nuevo intentó salir de lugar, pero esta vez Sasuke caminó en silencio detrás de él con la cabeza baja. Se mordía los labios de impotencia por decir lo que quería. El rubio la ignoró y siguió por el pasillo hacia su cuarto aun sabiendo que Sasuke estaba dos pasos detrás de su caminar. Finalmente abrió la puerta de la habitación, y con un gesto neutro se quedó esperando algo. Sasuke gruñó de nuevo por la sonrisita ganadora de Naruto. Y sin ser obligado entró a la habitación a pie firme.
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Su cuerpo era fuego, desde la pelvis una llama que abrazaba todo subiendo por el vientre. La luz tenue de un velador alumbraba los cuerpos chocando intensamente. Naruto estaba recostado sobre el centro de la gran cama boca arriba. La morena de piel blanca como nieve, estaba sentada sobre las caderas del hombre subiendo y bajando enterrada en el miembro. Su cuerpo era fuego, se movía elevando su cara al techo del lugar y gemidos guturales se escapaban sin control. Las manos de Naruto, masajeando sus pechos redondos y medianos en tamaño, que estaban completamente endurecidos por las salvajes caricias. Naruto sonreía tenuemente, dejándose hacer por ella. Al fin estaban follando como una pareja normal. Se notaban que los días abstinencia habían quebrado algo en el alma de Sasuko. Ahora solo tenia que reafirmar el concepto hasta acostumbrarlo. Seria todo, Sasuke Uchiha había muerto, Sasuko Uchiha estaba a punto de nacer.
-Naruto….NARUTO…NARUTO….-se quejaba con voz excitada la mujer- Kami…Naruto…..ah AH….
-Sasuko tu cuerpo es sensacional, -dijo el rubio masajeando sus pechos- nunca he vivido nada igual. Eres algo de otro mundo. –se sentó rodeándola con su brazos y pegando el torso a los pechos de la morena- ¡muévete mas mujer!
Los saltos de hicieron mas duros, Sasuke estaba perdido en otro mundo. Sus instintos estaba fueran de foco, solo podía pensar en meterse mas y mas adentro de la dura cosa que lo estaba penetrando. Mirando a los ojos del hombre por el cual sentía una felicidad que jamás había tocado en toda su vida. Sea hombre o sea mujer, jamás había tocado el cielo como en ese momento.
-OH….oh…..-gemía excitada- voy a….no puedo aguantar mucho mas…Naruto NARUTO…
-me encanta que digas mi nombre…-sonrió el tomándolo fieramente de la cabellera corta color azabache- si algún otro hombre llegara a querer tocarte….lo mandare a tumba. Tú eres mía Sasuko…solo mía.
-¡no Naruto…no….!-gritaba Sasuko descontrolada- ¡no te puedo desear! ¡Este mal que te desee! ¡NO PUEDO DESEAR BESARTE!
Finalmente sucedió, el cuerpo de Sasuko sufrió una explosión como jamás había sentido. Desde los dedos de sus pies subió un temblor que se convirtió en espasmos incontrolables a todo el cuerpo. Naruto la seguía teniendo atrapada entre sus fuertes brazos, y moviéndose aunque Sasuko se había desplomado aun empalada en el. El rubio le movió la cabeza manipulándola desde el agarre a sus cabellos. Se miraron un segundo, y entre el sudor y el deseo contenido por lo prohibido, Naruto unió sus labios a Sasuko en un hambriento beso sin tregua.
Todo término para Sasuke Uchiha, ya no quedaba nada. Esos labios lo condenaron para siempre, un rio caliente ingreso a su vientre por inyectado a presión, todo se volvió oscuro, ya no supo más. Esa fue la primera noche, ese fue el real nacimiento de Sasuko Uchiha.
FIN DEL PERGAMINO 1
Última edición por arminius el Mar Dic 31, 2013 2:14 am, editado 7 veces
arminius- Clan Seiryuu
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
MI CONDENA
PERGAMINO 2: AMBISIONES Y OBSESIONES
PERGAMINO 2: AMBISIONES Y OBSESIONES
- Spoiler:
- Era casi el mediodía…
Un pequeño lago rodeado de arboles y pasto verde, era el fresco lugar ideal para un baño. Este lago estaba a 1 hora de distancia con la cueva-base de Orochimaru. Era un lugar pacifico, alejado del mundo conocido. La mujer caminó entre los arboles y quitándose la vaina de su katana Chokuto que descansaba en la cintura, dejó por el suelo también su ropa de combate. Seguía usando el mismo atuendo que cuando era todavía un hombre, solo que para entrenar, ahora tenía que vendarse los pechos para que no le estorbaran en batalla.
Se fue quitando la ropa hasta que solo quedó un diminuto taparrabo como cubierta de la cintura para abajo. Se quitó las vendas, sintiéndose cansada y ansiosa por quitarse el polvillo de su cuerpo. Darse un suave baño, luego de una mañana durísima de entrenamiento.
Su piel blanca era sensible, sus rasgos mas delicados y sus ojos mas expresivos en momentos claves. Ya no tenía los sellos inhibidores, Naruto se los había retirado la noche siguiente después que durmieron juntos en el cuarto del rubio. Sasuko evocaba esa noche como si fuera la primera. Mucho tiempo antes Naruto la había follado, pero esa noche en particular, Sasuko se entregó a el sin resistencia.
Casi un mes después en el ahora, solían entrenar todas las mañanas y algunas tardes. Salían de la caverna, practicaban juntos, aceitaban detalles sobre los nuevos niveles de fuerza, velocidad y control que Sasuko tenia y generalmente por las noches, terminaban follando como animales en cada rincón de esa cueva olvidada.
Era como una droga para Sasuko…
Odiaba la forma que Naruto tenia para vencerla, odiaba que al sentir sus caricias fuera suficiente para gemir sin pausa, odiaba ser tomada sin encontrar la fuerza, para matarlo por haberla trasformado en mujer. Estaba libre de sellos, tenia su chakra, tenia su Sharingan nuevamente. ¿Por qué simplemente no lo asesinaba?
La mujer entró al lago, el agua estaba fría. Ingresó hasta quedar en el centro del mismo, viendo como una pequeña cascada bajaba de una montaña alimentando el ojo de agua. Se quitó el diminuto taparrabo y lo lanzó cerca de sus prendas a un costado del lago. Tuvo que poner especial atención en su cabello negro al asearse. Jabonándolo con fuerza pero teniéndole más consideración a las puntas. Tuvo que suceder una sola sugerencia de Naruto, para que no volviera a cortárselo.
“me gustaría verte con el cabello largo” –le dijo dos semanas atrás
Sasuko se pasó ese mismo día, casi dos horas frente al espejo de un cuarto con un kunai en su mano lista para raparse para contradecirlo. Dos horas, mirándose sin aun reconocerse e imaginándose con el cabello largo hasta la cintura. Todo ese tiempo, apretó el mango de su arma, pero finalmente desistió de cortarse el cabello.
Estaba sola en ese lago, tratando de quitarse el olor desagradable a sudor. Satisfecha de haber recuperado su chakra, de haber recuperado su Sharingan. Jabonando esos abultados pechos que molestaban para pelear, pero eran muy útiles en las noches.
-ey….-sintió un susurro a sus espaldas- ¿Por qué tan solita preciosa?
Era él, siempre era él. Lamentablemente era él……gracias al cielo que era él.
-Lárgate….-respondió áspera- quiero privacidad para quitarme este olor horrible.
Pero Naruto nunca se iba, sabia que todo era una fachada de la morena. Ella no quería que Naruto se fuera, él no quería dejarla sola. Así que se acercó luego de desnudarse y entrar al agua. Metió su cabeza hundiéndola levemente, y salió con el cabello mojado y el agua chorreándole por el torso musculoso. Piel dorada, sonrisa perfecta. Sasuko observó por detrás de su hombro todo ese espectáculo, y algo en su interior comenzaba a agitarse nuevamente.
-Ven aquí…-susurro Naruto apenas con su sonrisa
Sasuko fingió no escuchar, pero su brazo derecho lo cruzó frente a sus senos cubriéndolos pudorosamente. Uso su otra mano para acomodar el cabello revuelto que le estorbaba la visión, y siguió dándole la espalda. Naruto avanzó lentamente, el agua le daba a la altura del vientre. Se posicionó justo detrás de ella, pegado y casi respirándole en el cuello.
-te ayudo a jabonarte la espalda…-sugirió el apenas
-puedo solo….-se defendía el apartando el cuerpo de las cercanías del hombre
-no seas difícil Sasuko, -intentó Naruto pegándose a la espalda blanca de ella nuevamente- sabes que las vueltas no me gustan.
-¡te digo que me dejes so….!-ella intentó gritarle molesta, pero Naruto la tomó del mentón con una mano y le obligo a girar el cuello encontrando sus labios en un beso.
La otra mano de Naruto estaba por debajo del agua rodeando el vientre de la joven impidiéndole alejarse. Sasuko correspondió al beso con furia, esos labios comenzaba a gustarle demasiado. Era difícil mantener la cordura cuando Naruto la besaba así. Finalmente el rubio la tomó de los hombros girándola completamente, ella quedó frente a frente y sus brazos cayeron a los lados, completamente entregada. Naruto la tomó del cuello con una mano, mientras la otra ajustaba las caderas de Sasuko para mantenerla pegada a él. La excitación de Naruto se hizo evidente chocando con el vientre de la mujer, Sasuko tuvo el reflejo de cortar los besos un segundo, para mirar hacia abajo y encontrarlo completamente erecto.
-si….así es como me pones….-sonrió el lascivo- y tendrás que aceptar las responsabilidades del caso.
-suéltame….-gimió ella cuando Naruto la obligó a besarlo nuevamente- estoy….cansado.
-seguro que si…-sonrió el tomándola de las caderas y elevándola para que ella enredara sus muslos al vientre del hombre- estas tan cansada….
Aun quedaban algunas batallas por pelear. Naruto escuchaba con atención cada palabra que surgiera de ella. Hasta el momento, Sasuko se refería a si misma como un hombre. “déjame solo” “estoy cansado” pero a fuerza de sexo, pronto las cosas serian demasiado diferentes. Pronto ella misma, comenzaría a verse como una mujer. Hasta ese punto no habían llegado, hasta ese punto quería hacerla llegar. Naruto uso ambas manos para aferrarse a los glúteos firmes y redondos de Sasuko. Tenía unos hermosos pechos que se pegaban al torso del hombre, tenía un apetitoso trasero que era manoseado con maestría. Pronto no habría vuelta atrás.
Sasuko pasó su brazo derecho por el cuello del hombre, mientras que el izquierdo lo interpuso entre sus pechos y quien la estaba cargando. Era una forma de defensa débil, una que no duraría mucho de seguir besándose así.
Naruto la sacó del agua luego de algunos minutos de caricias fogosas, aun cuando ella protestaba por no haberse terminado de bañar. La llevó fuera del agua y se arrodilló en el césped con su prisionera aun aferrada a las caderas rudamente. Los besos no se detuvieron, ella estaba perdida en ese desenfreno y el estiró un brazo para ubicar la ropa tirada de ambos, como una especie de cama en la hierva.
-Naruto….Naruto….-gemía ella entre los besos- no aquí, este lugar no…
-nadie vendrá, -le aseguró el hombre- si no comienzo a follarte ahora, creo que me reventara el pene de excitación.
La recostó sobre la ropa y ella al fin recuperó algo de cordura perdida. Sasuko intentó ponerse de lado para levantarse y huir, pero Naruto se recostó detrás de ella bien pegado a su trasero, un codo del rubio que se afirmaba en el suelo, mientras que la otra mano rodeó el vientre de la mujer impidiéndole alejarse del endurecido miembro masculino.
-Naruto no…-decía ella sin convicción aunque girando su cuello hacia atrás seguían dándose besos- no mas. Soy un hombr….
Los dedos diabólicos del rubio comenzaron a frotar el clítoris expuesto de la fémina que no pudo más que chillar como condenada.
-¡no toques ahí! Ahhh ahhh ahhh –se quejaba ella- ¡me siento mal! ¡Me siento maaaaal!
-te sientes genial, -se burlaba él al verla cerrar sus ojos como poseída por la lujuria- y te sentirás mejor cuando me corra en tu interior como un animal en celo.
-¡NNOOOOOO! –Se quejó ella tratando de levantarse pero Naruto la recostó de lado nuevamente- ¡basta! Aaahhh ahhhh ¡es suficienteeeee!
-Abre tus piernas Sasuko-chan –gruñía el hombre perdido en el olor de ella- estas mojada y tu cosita especial desea ser castigada.
Ella cerró sus ojos intentando conseguir fuerzas para resistir. Pero su pierna izquierda se abrió obediente ante la mano de Naruto que la guiaba tomada del muslo. Sus piernas quedaron bien abiertas, él estaba justo detrás, simplemente comenzó a rozar su enorme y duro miembro en las puertas expuestas del placer. Naruto soltó el muslo de ella, y siguió frotando de arriba hacia abajo el clítoris produciéndole espasmos de anticipación.
-oh por Kami…-se quejaba ella- me quemo…..me estoy quemando….-trataba de no gemir pero era inútil, su cuerpo la traicionaba- por Kami no….
Fue inútil rogar, Naruto frotaba la punta de su pene contra la entrada y Sasuko ya no podía más. La quería dentro, estaba desesperada por tenerla. Pero Naruto jugaba con ella, a pesar de desear enterrarse hasta el fondo, seguía solo rozándola, volviéndola impaciente.
-¿que esperas? –Jadeaba ella y una línea de saliva le caía de sus labios- hazlo de una vez…
-guíame a casa Sasuko-chan…-susurró malévolo- guíame para llegar a casita.
Ella gruñó herida en su orgullo, pero no estaba en momentos de hacerse la fuerte precisamente. Ardía por dentro y se evaporaba el sudor en su piel por fuera. Así que usó su propia mano para dirigir el arma de Naruto a su interior. La lubricación era la correcta, no le costó casi nada ingresar el glande y cada vez la fue metiendo mas y mas. Sasuko jadeaba ante cada impacto, mientras Naruto seguía frotando el clítoris de la morena cuya cordura ya estaba completamente perdida. Siguieron varios minutos follando en esa postura, cada vez las estocadas eran mas profundas y continuas, Sasuko se escuchó a si misma reclamando mas dureza, Naruto simplemente correspondió con una perversa sonrisa. Rato después, la mujer estaba a un punto de…
-ah aah aah aahh AAAAAHHH NARUTO NARUTOOOOOO
Le rodaron los ojos y su cuerpo se ablandó cayendo pesadamente la cara contra el suelo. El rubio se apoyó sobre ella y la pelvis del hombre ahora golpeaba mas firme contra el trasero expuesto de la mujer. De pronto, el rubio salió por un momento completamente, con sus manos abrió las piernas sin fuerzas de Sasuko y quedaron cara a cara, con la joven de espaldas al suelo. El rubio guio con su mano el arma fibrosa y volvió a ingresar en la mujer sin compasión o descanso.
-segundo asalto Sasuko-chan…-sonrió el rubio perverso- volverás a correrte antes que te rellene el interior con mi esencia pegajosa.
-No, -gimió ella débilmente- adentro no.
-¿Por qué no lo haría? –respondió embistiendo el rubio y apoyando los codos a los lados de la mujer- después de todo eres mía. Ya te lo advertí hace mucho tiempo.
-no, -intento hablar ella y gemidos le desgarraban la garganta- no puedo quedar embarazado.
-¿temes ser mala madre? –se burlaba el embistiéndola mas rudamente- creo que serás perfecta. Un hijo con tus ojos, y mi chakra. ¿Quién demonios podría detenerlo? ¿Quién se atreverá a detenernos a ambos?
-no lo hagas Naruto….AAAH….AAH….NO LO HAGAS POR…..NO LO HAGAS.
-ni siquiera sometida pides por favor. –Señalo divertido el Uzumaki- no importa….tenemos mucho tiempo y energía para enseñarte el valor de pedir educadamente las cosas.
-¡no te corras dentro! –Gritaba a todo pulmón la chica- ¡hare lo que sea!
-interesante, -señalo el rubio que no dejaba de arar con dureza- ah….veremos que tanto puedes cumplir mi adorada Sasuko-chan. Acepto tu propuesta, no me correré dentro tuyo hasta que seas tu quien me lo pidas. Y harás lo que yo quiera….mi Sasuko-chan.
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Tac tac tac….tac tac tac….tactactactac.
El cuchillo se movía rápido y efectivo contra la tabla, las verduras fueron cortadas en perfectas rodajas y usando como pala el mismo filo, la mujer vertió las cebollas picadas sobre la humeante sopa. Miró levemente por la ventana frente a ella, el traspatio estaba quedando muy bien. El jardín estaba floreciendo nuevamente y los arboles que había plantado Naruto, comenzaban a dar flores y frutos. La morena volvió a concentrar sus atenciones en la cocina, siempre había tenido que cocinar para si mismo cuando niño, así que con un poco de practica pudo agarrar la mano a la situación nuevamente.
Hacia 4 meses que vivía de nuevo en la pomposa y otrora olvidada mansión Uchiha. Cuando llegaron a ese lugar, era una desgracia de polvo, suciedad y goteras. Pero Sasuko no tuvo ni tiempo para quejarse. El miedo interno le calaba los huesos como nunca en su vida ninja. ¿Se darían cuenta que era Sasuke en realidad? ¿Aunque lo hicieran, que podían hacerle? Resultó que Naruto, en otra de sus típicas locuras, terminó por convencerla de regresar a Konoha.
Sasuko aun no entendía como lo hizo ese maldito rubio. Pero lo cierto fue, que unos dos meses después que tuvieran relaciones sexuales consentidas en la caverna base de Orochimaru, Sasuko terminó por ceder y regresar con otro nombre aunque indudablemente no podía cambiar el apellido. Llevaba un total de 6 meses trasformada en mujer. Y ya parecía toda una vida.
-desgraciados…-susurró hundida en sus pensamientos.
Cuando volvieron a la aldea, los consejeros estaban bailando en una pata al conseguir una mujer Uchiha que perpetuara el Sharingan dentro de Konoha. Sasuko tuvo que tener muchísimo autocontrol para no saltar a matarlos a todos cuando Naruto la presentó en sociedad. A solo 2 meses después de entregársele a Naruto en la cama, Sasuko Uchiha había recuperado sus poderes, su chakra, su Sharingan y el tiempo perdido sin entrenar. Esos 60 días en la cueva, se destacaron por una rutina casi inamovible.
Salían fuera de la caverna y entrenaban duramente con Naruto. Sasuko se acostumbró a su nuevo y más delicado cuerpo. Descubrió que lo que había perdido de fuerza física, lo había ganado en control del chakra y velocidad. Era como si su cuerpo de mujer fuera mas flexible haciéndola mortífera en el uso de su katana Chokuto. El Sharingan no había perdido su poder, más bien y extrañamente, ya no le dolía cuando usaba Amaterasu. Tampoco le sangraban los ojos.
Las noches en la cueva, se la pasaban casi enteramente follando. Sasuko nunca se hubiera imaginado haciendo las cosas que terminaban por hacer en esa cama amplia. Los eran dos ninjas, los dos con mucho chakra, los dos con cuerpos entrenados al extremo. A veces se amanecían entregados al otro completamente. Eran increíbles las sensaciones que Sasuko obtenía en su cuerpo por culpa de ese idiota de Naruto.
Ciertamente le guardaba rencor, incluso se decía que cualquier día terminaría matándolo por haberla trasformado en mujer. Pero cuando las caricias empezaban, cuando los cuerpos chocaban bajo la ducha, en el cuarto, en cualquier parte de la cueva. Un fuego entraño se apoderaba de Sasuko, una pasión enferma, desquiciada, enloquecida por la voracidad con que follaban. Era como una droga, que aunque mas la odiaba, más terminaba consumiéndola. Dos meses para matar al hombre que fue, seis meses que evaporar deseos de volver a ser quien alguna vez supo.
-¿la comida esta lista, o aun le falta?
La voz de Naruto la sacó de su recuerdo. El rubio aun fingía vivir en su departamento de Konoha, pero casi todas las noches terminaban juntos en el viejo cuarto de los padres de Sasuke. Ambos se habían acostumbrado tanto al cuerpo del otro, que no podían ni siquiera descansar sin tenerlo cerca. No lo admitirían por supuesto, ya que la tozudez de la antigua rivalidad se hacia presente.
-15 minutos mas…-susurró apenas la morena sin girarse a verlo.
Naruto la miraba desde el pasillo detrás de ella con una leve sonrisa, tenía un cuerpo de campeonato la condenada. Ese kimono azul le quedaba de primera, tenía un cuerpo firme y aunque en la vida diaria fuera áspera y taciturna, en la cama era un fuego incontrolable.
-voy a ir por algunas cosas a mi casa…-dijo Naruto sonriendo- ¿necesitas comprar algo del mercado?
Sasuko simplemente negó con la cabeza y fingió extrema concentración en la cocina. La realidad era más simple y perturbadora. De solo ver a Naruto, sudado por el trabajo, con esos ojos azules que parecían el cielo, con ese cuerpo musculoso y firme que…
-mierda….-pensó Sasuko- para que me sigo resistiendo a esto.
No tenía caso en realidad, su vida era otra, sus anhelos antiguos eran arcaicos. Ya no era quien supo ser, ni tampoco le convenía volver a serlo. ¿Cómo podría volver a ser Sasuke? ¿Cómo podría pensar en darle un hijo a cualquier mujer, cuando el cuerpo de Naruto le atraía tanto? Y además el asunto de la aldea. Siendo Sasuko Uchiha, una mujer que no aparecía en los registros de Konoha pero indudablemente portadora del Sharingan, tenía todos los derechos sobre las propiedades del clan. Los viejos y la Hokage le sirvieron todo en bandeja de plata con tal de hacerla habitar y formar familia en la hoja. Sus mansiones, sus cuentas de dinero. Incluso los beneficios de pactos antiguos con otros clanes. Todo para Sasuko Uchiha, todo para obtener nuevamente el Sharingan.
Algo no había cambiado nada desde su escape hace muchos años. Los clubes de fans.
Si algo enardecía la rabia de Sasuko eran los hombres, que ahora la querían como un trozo de carne. La única heredera del antiguo y prestigioso clan. Mujer soltera, joven y acaudalada. Ahora ya no la perseguían las mujeres, ¡ahora eran los hombres! Era una maldición que parecía no tener fin. Y para colmo los consejeros, tratando de congraciarse con ella, pensando que no sabía nada de quienes fueron los instigadores para que Itachi asesinara a todo su clan. ¿Cómo podía olvidar sus ansias de venganza cuando esos viejos aun le rondaban? ¿Cómo podría matarlos sin exponer su nueva identidad? Sus impulsos por exterminarlos de manera dolorosa solo eran detenidos por una triste realidad.
Si Sasuke Uchiha, mataba a los consejeros, Sasuko Uchiha lo perdería todo.
Las propiedades, la vida en Konoha, la tranquilidad y sobre todo a Naruto. Eso detenía a Sasuko por sobre todas las cosas. Naruto era la causa, y también el motivo de que ella hubiera dejado de lado su venganza. Él le había echo mucho daño ciertamente, pero lo que siguió después. La felicidad, las amorosas caricias a su cuerpo, la capacidad de hacerla sentir siempre protegida de todo mal. Sasuko podía renunciar a todo lo que había ganado, menos a Naruto.
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Como media hora después, ambos estaban almorzando frente a frente en el comedor. Naruto siempre que podía estaba junto a ella. Aunque tenían que guardar las apariencias por que técnicamente, solo eran amigos que se conocieron en extranjero. Naruto comentó que estaba muy buena la comida, Sasuko no hizo gesto ni respondió al cumplido, clásico de ella. Casi nada le hacia gesticular. Sin embargo, algunas cuestiones quedaban muy claras entre ellos, por ejemplo que a Sasuko le disgustaba muchísimo recibir un millón de propuestas de matrimonio.
-¿has elegido a alguien? –Dijo Naruto cuando vio unos 40 documentos acumulados en una mesa del rincón- puedes hacer tu vida sin necesidad de mirar para atrás.
-no me interesa nadie…-respondió áspera como siempre
-¿absolutamente nadie? –sonrió Naruto provocándola un poco
Sasuko lo miró con sus ojos negros, usualmente se preguntaba ¿Qué rayos pasaría por la cabeza de Naruto cuando le hizo esto? Pero nunca encontró la manera de preguntárselo y obtener información valiosa. Tal vez a Naruto le gustaban los hombres, ¿pero por qué parecía aun enamorado de Sakura Haruno?
-tu tienes tus problemas y yo los míos…-señaló neutral Sasuko- ¿acaso no estas buscando también a alguien?
-ya casi la tengo…-sonrió apenas Naruto y Sasuko tuvo un escalofrió que su rostro no mostraba- tenia razón al decir que necesitaba cerrar su historia. Sakura-chan me dijo que tú le caes muy bien, que le recuerdas lo mejor de Sasuke. La veo más tranquila y dispuesta a…
-no me importa…-le cortó Sasuko con ligera molestia- ahora vete que quiero estar sola.
Se levantó de la mesa y fue a la cocina a paso firme. Le había molestado mucho que Naruto estuviera hablando de Sakura frente a ella. ¿Acaso no se daba cuenta lo que ocurría? ¿Era tan Dobe que no notaba la necesidad que ella tenia? ¿Fue solo sexo? ¿La utilizó y la dejaría tirada? Sentía ruidos de movimientos en el comedor. Seguro el idiota de Naruto se iba y la dejaba sola. ¿Por qué le obedecía justo ahora? ¿Por qué se alejaba de ella cuando mas lo necesitaba?
-ey…-susurró Naruto abrazándola por detrás y apoyando su mentón en el hombro de la mujer- no seas celosa.
-te dije que te largaras…-dijo Sasuko seria pero no hizo el mínimo esfuerzo por soltarse del abrazo- ¿ya obtuviste lo que querías no? Me usaste para llegar a Sakura.
-no es cierto…-sonrió apenas él- sucede que estoy tratando de dejarte libre.
-mas bien sola…-señaló molesta- solo excusas escucho de ti últimamente.
-¿eso crees? –La giró de la cintura y frente a frente se miraron a los ojos concentrados- ¿Crees que quiero abandonarte?
-¿y que se supone que estas haciendo?
Naruto miró al techo como buscando paciencia. Lo que tenia que explicarle iba constante contra el corazón.
-si hago lo que deseo, -indicó el rubio- tu ambición de resurgir el clan Uchiha quedara para siempre en el olvido.
-¿Qué dices? –preguntó Sasuko aturdida por el aroma de Naruto
-simple, -prosiguió él- Karin y yo somos los últimos del clan Uzumaki proveniente de la aldea del remolino. Como el último hombre, puedo formar nuevamente mi clan casándome con cuanta mujer llegue a un acuerdo. Así que no quisiera alejarme de ti.
-¿me estas….? – Dijo sonrojada la morena- ¿tu me estas….proponiendo…?
-¿comprendes lo que implica? –Le corrigió Naruto- soy el último de un clan noble, y tú también. Pero soy el hombre, y por lo tanto…
-si me entrego a ti, el clan Uchiha dejara de existir.
Hubo un segundo de silencio, ambos no dejaban de mirarse pero ahora Sasuko comprendía lo que Naruto estaba tratando de evitarle. Así como el Uzumaki tenía sus sueños, casarse con Sakura, ser Hokage de la villa, Sasuke tenía sus ambiciones. Resurgir el clan Uchiha, restablecer su honor y vengar a su familia. Esas obsesiones o ambiciones, eran la materia de la que estaban hechos. Los determinaban, los distinguían del resto.
-si aceptara cualquier otro compromiso, -razonó Sasuko en voz alta- salvo con otro líder de clan, ese hombre cambiaria al apellido Uchiha, y los….-no pudo ni decirlo- y la descendencia tendría mi apellido también.
-por eso entiendo que elijas otro camino…-le sonrió Naruto acariciándole la espalda- no puedo cortarte resurgir tu familia, después de todo ese era tu sueño.
Sasuko se soltó suavemente, le dio la espalda al rubio y apoyo ambas palmas sobre la mesada de la cocina. Todo parecía cuesta arriba, tenia que soportar gente que odiaba, tenia que empezar a comportarse como mujer para que nadie sospeche, tenia que guardar sus ansias de venganza para no perder el calor de Naruto. ¿Qué pasaría con ella cuando otro hombre…? No podía ni imaginar que alguien diferente de Naruto se le acercara tanto. Nadie jamás la comprendería, nadie le tendría consideraciones, nadie la protegería como el Uzumaki.
-soy consiente que el clan Uchiha no era trigo limpio…-dijo de pronto- de aquí surgieron Uchiha Madara y otros. –Suspiró molesta- el odio que hundió a esta aldea en una guerra tras otra. Pero sigue siendo mi sangre, sigue siendo mi familia la que debo honrar de alguna…
Los brazos de Naruto la rodearon cálidamente, apoyo su cabeza hacia atrás en el pecho del hombre y se sintió muy vulnerable. Pero serena, tranquila por que quien la había abrazado jamás la dejaría caer, no la había abandonado nunca. Ni cuando fue un criminal, ni cuando fue un asesino, ni cuando la venganza la había consumido. Sasuko sabía que esos brazos estarían para siempre sosteniéndola.
-si alguno mas me abraza así…-susurró apenas- posiblemente lo mataría. Eres el único que puede darme una batalla decente, y también al único que permitiría esto. ¿Irónico no?
-lamento haberte hecho lo que hice…-susurró apenado Naruto y la mujer se giró el cuello mirándolo a los ojos con cautela- estaba furioso, dolido y solo. Quería hacerte daño, quería castigarte por el dolor que yo tenia. Sakura-chan se alejaba de mí, no podía cumplir la promesa que le hice. Me sentía solo en esta aldea, por que la soledad es un lenguaje que solo pocos conocemos como nosotros. Por eso éramos amigos, por eso llegamos hasta aquí juntos.
Sasuko se giró completamente, estaban frente a frente, a centímetros de besarse. ¡Como le atraía esa sensación! Si alguno hubiera pensando en lo desagradable que fue el primer beso cuando niños, en lo terrible que fue la trasformación y el dominio al que fue sometido. Jamás podría entender que estuvieran así de juntos. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué actuaba como si amara a Naruto? ¡Él la había violado! ¡La trasformo en esta….cosa….que tenia pechos! Suspiro molesta, de solo tenerlo tan cerca deseaba follar. Era inevitable.
-¿sabes como funciona el sistema de acuerdos para clanes? –susurró apenas Sasuko y comenzó a quitarle la chaqueta dejándola por el suelo
-tengo una leve idea…-dijo serio el rubio tomando a la mujer por la cintura y elevándola la sentó en la mesada, ella lo agarró por la camiseta y se la quitó por sobre la cabeza- estuve pensando en una propuesta por si no te interesaba el dinero u otra cosa de los clanes.
La sonrisa cargada de picardía hizo estremecer a Sasuko, sabia que estaban a punto de follar. Siempre terminaba así apenas tenían demasiado contacto. No había palabras dulces, solo instintos animales desatándose y liberando la sangre caliente. No sabía si era amor, solo la necesidad salvaje de sentirse deseada. De poseerlo, de ser poseída. Si, definitivamente había perdido la guerra y ya no iba a pelear nunca más. Se acabó todo intento de evitar estos insanos deseos.
-¿la dote por mi? –Respondió con gesto lascivo la mujer y abrió bien los muslos dejándole libre acceso para que se acercara- ¿Qué te hace creer que aceptaría casarme contigo? –le desafío aunque precisamente eso quería
-soy el único que te comprende…-respondió Naruto dándole besos en el cuello- el único que te soporta, el único que te da lo que quieres.
-con este cuerpo puedo obtener lo que quiera…-desafío Sasuko tratando de no ceder demasiado- ¿Qué puede darme un pobre perdedor como tú?
Naruto la miró serio, Sasuko pensó que lo había ofendido al decir eso aunque no fue su intención. Pero el rubio se acercó al oído de la mujer, la abrazaba acercándose a ella. Y soltó su propuesta sin anestesia. Sasuko estaba más concentrada en comenzar a desnudar el cuerpo de su amante. Pero las palabras del hombre la sacaron de intensión, se quedó mirando al vacío, y su corazón golpeaba tan furioso que no podía escuchar nada más. Finalmente Naruto se alejó de ella. La seriedad del rostro le hizo pensar a Sasuko que no fue para nada una broma, era una propuesta de verdad. La mujer saltó de la mesada y trató de seguir a Naruto que caminaba al cuarto donde solían dormir. Pero tal cual entró a la habitación, él se sentó en la punta de la cama y la espero ansioso por una respuesta.
-yo nunca creí que tu… -balbuceó dudosa
-es lo que mas deseas…. ¿verdad Sasuko? –Señalo aun serio Naruto- somos un equipo, somos amigos y también amantes. Tú obtendrás esa oportunidad, yo quiero poseer a Sakura. Juntos viviremos, y cuidare de las dos.
-no puedo creer que me ofrezcas eso…-decía increíblemente sorprendida la morena- ¿puedes hacerlo realmente?
-claro que puedo…-señaló Naruto sin bromas- seré el próximo Hokage, resurgiremos nuestra familia, me casare con Sakura y….tu obtendrás lo que deseas.
Sasuko se sentó sobre las piernas del hombre montándolo a hojarascas sin ningún pudor. Aun vestidos era excitante estar en esa postura. Le rodeo con sus brazos por el cuello y se miraban concentrados. Recorrió con sus manos el pecho del rubio, mientras sentía las manos del hombres acariciar sus nalgas con fogosa necesidad.
-Sakura nunca aceptara compartirte…-dijo Sasuko fríamente-
-si tengo que ceder en mis principios, todos puedes ceder un poco por mi. –Reclamo Naruto tocándole el trasero con ambas manos- serás tu quien me ayude a convencerla. Además sabes perfectamente que puedo complacerlas a ambas. Las necesito a las dos, y las quiero a las dos.
-¿lo quieres todo verdad? –Sonrió apenas la morocha- eres ambicioso también, eres insaciable.
-luche mucho por conseguirlo…-sonrió Naruto perverso- seremos muy felices. Dame la oportunidad de demostrártelo.
-si me abandonas cuando la tengas a ella…-advirtió Sasuko
-nunca retiro mi palabra…-la tomó del cabello y se unieron en un hambriento beso- ese es mi camino ninja...
Algunas horas después, continuaban desnudos en la gran cama. El cabello de Sasuko era una de las cosas que mas atraían a Naruto. Ahora lo tenía largo hasta la media espalda, lacio y color de la noche. Su cuerpo tenia un color pálido que la hacia parecer una escultura de porcelana fina. Su pasión, la voracidad de su vientre, su energía sexual, eran cosas que Naruto lograba apagar tan solo por contar con tremenda resistencia. Sasuko sabía muy adentro que ningún otro hombre podría dominarla en una cama como Naruto Uzumaki. Su carácter aun conservaba lo agrio que supo ser en ocasiones. Solo Naruto podía dominárselo, solo Naruto, nadie mas.
Siguieron repartiéndose caricias asfixiantes, besos profundos y húmedos. Jugando con las lenguas y lamiéndose como animales. Ella estaba recostada sobre el colchón boca arriba y Naruto arriba, entre sus muslos embistiéndola sin compasión, cada tanto tiempo cambiaba el ángulo de entrada o la postura arrancándole gemidos sin parar. Tocaba cada punto, cada zona erógena correcta. Sasuko se entregaba a esa endemoniada intuición que Naruto parecía tener para poseerla. ¿Quién podría follarla como él? ¿Quién podría estar más de 8 horas complaciéndola y luego aguantarle un combate mano a mano a la mañana siguiente? ¿Quién le tendría consideración cuando fallara en los quehaceres del hogar?
Naruto se inclinó elevando los muslos de Sasuko que quedaron bailando en el aire, al compas de las embestidas y unieron sus bocas furiosamente. La mujer atrapó el cuello del hombre y las hondan penetraciones fueron recompensadas con gritos de placer.
-Ahhh ah ah Naruto…..-gemía sin ningún pudor- estas dentro mio….aaaaaahhh
El resoplaba tratando de conservar equilibrio en su cuerpo. Era muy difícil hacerle el amor a una mujer que parecía más una diosa que una mortal. Era perfecta, simplemente perfecta. Tal vez su manera de ser conservaba algunos atisbos del pasado, pero en la cama había olvidado todo. Era una mujer con todas las letras, y una muy fogosa por cierto. Naruto tenia que conservar su energía si quería tenerla complacida, y realmente le agradaba hacerlo.
-AH….SASU….DIME QUE ERES MIA…-se quejó el rubio a punto de derramarse- DIME QUE ACEPTAS….
-Naruto….no…ah…-se revolvía la mujer aferrada al cuello del hombre- no te la voy a hacer fácil…ah…ag….
-desgraciada…-sonrió apenas Naruto y se detuvo en sus embestidas- ya veras lo que es bueno.
Sasuko sonrió perversa pero no pudo evitar que el hombre se arrodillara alejándose. La levantó y tomándola por la cintura la colocó al estilo perrito. Las rodillas de la mujer se apoyaron sobre el colchón y no se resistió para nada cuando el rubio se ubicó detrás de ella. Simplemente se mordió los labios espiando las acciones de su amante por detrás de su hombro.
-¿Qué vas a hacerme? –Dijo perversa para provocarlo- ¿al fin me darás algo de placer?
-suplicaras que me detenga…-advirtió el recogiendo el guante del desafío- pero no me detendré hasta que aceptes ser mi esposa. Sasuko-chan.
-no me digas a…..AH…ah….ah…AH….NARUTO NO…..AAHH….MAS DESPACIO POR….NOOOO
-te lo advertí…-pensó el rubio que le había abierto un poco las piernas y la tomaba por detrás como animal- rogaras que me detenga…pero ya no puedo.
Y la tarde recién empezaba en la futura mansión Uzumaki.
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El casamiento iba a ser muy hermoso, el novio estaba feliz y no era para menos. Objeto de los más furiosos celos masculinos, iba a tomar como esposas a dos mujeres absolutamente fascinantes. Muchos eran los comentarios en la fiesta que se brindó en la antigua mansión Uchiha. A pesar de las resistencias de algunos al compromiso establecido, Sasuko Uchiha había decidido abandonar el nombre de su familia para formar parte de naciente clan Uzumaki. Algunos apuntaron que la mujer se sentía sola y Naruto había aprovechado su amistad para seducirla, otras estaban sorprendidas por la aceptación de Sakura Haruno a unirse en matrimonio con un hombre doblemente comprometido. Incluso se especuló, que Sasuko Uchiha era una mujer estéril, y que Sakura tan solo era el vientre para el nuevo clan.
Naruto estaba tan feliz por el casamiento que poco le importaba cualquier cosa que se dijera. Hubo una enorme fiesta donde no faltaron invitados de las 5 aldeas Shinobi así como de infinidad de lugares donde el rubio había cosechado amistades. Incluso se suscitó un escandalo antes de la fiesta que involucro a Hinata Hyuuga en su desesperación por acercarse a Naruto.
Resultó extraño, pero llegó a la mansión Uchiha, rebautizada como mansión Uzumaki. Y pidió hablar con Naruto a solas. El rubio sonrió amablemente y a un costado de donde la fiesta se organizaba charló durante algunos minutos con Hinata. El Uzumaki se veía algo tenso a lo lejos, sin dudas lo que la muchacha decía entre lagrimas, a él le apenaba mucho. Pero Naruto a tres pasos de ella, le tomó de las manos y hablo lenta pero seguramente. Sin dudas, Sakura intuyó mirando desde lejos, que Naruto estaba rechazando el pedido de otro compromiso. Ya había sido muy difícil convencer a la pelirosa y eso por que Sasuko había colaborado.
-¿Qué le estará diciendo? –susurró intrigada Sakura a una Sasuko parada junto a ella.
-le esta diciendo…-leyó correctamente la morena- “no puedo comprometerme de esa manera contigo Hinata-chan. Yo amo a mis dos futuras esposas y además soy amigo de muchos años con ellas”…
-¿Cómo lo….?-Sakura iba a preguntar pero miró a los ojos de Sasuko y vio el Sharingan activado, estaba leyendo los labios sin problemas.
-“bla bla bla….-dijo con gesto aburrido la Uchiha- te respeto, eres buena chica…bla bla bla….pero solo Sakura-chan y Sasuko-chan serán mis….”
Las lecturas de labios finalizaron de golpe, Sasuko cambió a un gesto furioso en segundos. Sakura sorprendida miró a lo lejos, y vio a Hinata abrazando a Naruto del cuello he intentando besarlo a la fuerza. La pelirosa se arremangó al Yukata rosa que tenia puesta y estaba por ir a volar de un puñetazo a la osada visitante. Pero la mano derecha de Sasuko la retuvo del brazo, su gesto podía asustar al mismísimo diablo, y aunque su voz fue neutral, Sakura tomó nota mental que hacer enojar a esa mujer Uchiha era una mala idea.
-yo me encargo de esto Sakura….-dijo avanzando impetuosa- tu ocúpate que nadie se meta, tendré unas palabras con esa estúpida.
Lo siguiente que sucedió, fue que Sasuko agarró del hombro a Hinata y se la arrancó a Naruto del cuerpo. El rubio apenas reaccionaba y su gesto era de mucha tristeza. Sasuko lo miró fríamente y declaro:
-Naruto vete de aquí, que yo me encargo de esto.
-no seas dura con ella.
-será lo deba ser….
Hinata había dado contra una pared por el empujón de Sasuko y entre lágrimas intentaba volver a la carga. Pero ya tenía parada enfrente a la morena de figura suave y encanto hechizante. Sus ojos rojos, revelaban armas mortales listas para disparar en cuanto el asunto así le requiriera.
-vete de mi casa…-dijo duramente- no regreses hasta que no sepas respetar la propiedad de otras.
-él puede tener mas esposas…-gimió Hinata debilitada- ¿Por qué no yo?
-por que no quiero. –señaló Sasuko que demasiado había permitido soportando a Sakura- y tu tampoco quieres.
-yo amo a Naruto-kun….Naruto-kun….-gemía Hinata confundida y ya se paraba para ir por el que se alejaba tras Sasuko- él puede aceptarme, mi clan firmara un tratado.
-tu clan no le dará nada que yo no le de con la herencia Uchiha. –Respondió duramente Sasuko- él tiene lo que yo quiero, él quiere lo que Sakura tiene. Tú no tienes nada que ofrecer.
-nunca dejare de esperarlo…-señaló desesperada Hinata- nunca dejare de venir por él.
-entonces no me dejas opción…-indicó fríamente Sasuko- TSUKUYOMI.
Los ojos de la morena se volvieron átomos sangrientos y Hinata entró de lleno en un mundo de cruces y tinieblas. Un par de segundos habían pasado, nadie podía saber lo que Sasuko le estaba haciendo, pero solo un instante después, Hinata se desplomó desvaneciéndose en los brazos de la morena que desactivando su Sharingan, pidió un vaso con agua para la pobre chica que se había desmayado.
Minutos después, Neji y dos de sus parientes se llevaron a la pobre Hinata que parecía haber sufrido un problema de presión. Seguramente fue muy duro para ella ver como se casaba el amor de su vida, aunque solo Sasuko sabia, que había puesto un Genjutsu en la chica para que olvidara para siempre, sus esperanzas de tener a Naruto. Nadie más iba a tocar a Naruto, incluso que Sakura lo hiciera, hacia a Sasuko sentirse mal. Pero el hombre le había dado su palabra que las quería por igual a las dos, Sasuko sabia que Naruto siempre había cumplido su palabra.
Solo por eso, y por la “dote” prometida que se permitía compartir a su futuro marido.
FIN DEL PERGAMINO 2:
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
PERGAMINO 3: DOTE, Y NUEVA VIDA
- Spoiler:
- La fiesta fue hermosa, Sasuko y Sakura parecían unas princesas de cuentos, con sendos Yukata blancos tan finos, como bien arreglados. Había flores por doquier en la mansión Uchiha, cortesía de los Yamanaka, había mucha comida y bebida, había una gran felicidad en Naruto que no dudó en estampar profundos besos en sus dos esposas sin ningún pudor. Sakura se puso roja como tomate ante esa demostración cabal de cariño. Aun se preguntaba la pelirosa si había hecho lo correcto en aceptar a Naruto. Se preguntaba si no quedaría apartada luego que la pirotecnia inicial terminara. Porque competir con Sasuko era perder. Era tan bella, tan delicada y tan poderosa; ¡si tan solo fuera más simpática! Pero Naruto siempre la había amado, y siempre la había protegido. Sakura sintió que había hecho lo correcto al entregarle el corazón.
En cuanto a Sasuko, cuando recibió el profundo beso de Naruto, se notó que fue más gentil con ella que con Sakura. El rubio sabía que para Sasuko aun eran difíciles las demostraciones públicas de lo que ocurría entre ellos. Pero Sasuko sintió una gran tranquilidad al saber que estaría para siempre con Naruto. Su mejor amigo, su protector, su amante. Esperaba con ansiedad el momento, la luna de miel marcaria un antes y un después. Sasuko estaba impaciente, Naruto se daba cuenta. Su momento estaba a punto de llegar.
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Luego de la fiesta, partieron Naruto y sus esposas en un carruaje rumbo a la luna de miel. Volverían en aproximadamente dos meses. Se les había dado licencia por muchas deudas pendientes que se tenían con el héroe de guerra Naruto Uzumaki. Durante dos días viajaron hasta recalar en una pequeña y acogedora villa en los bosques del país de fuego. Se establecieron en una casa que Naruto alquiló para pasar algunos días. Acordaron estar al menos por una semana en el lugar, para luego seguir viaje hacia la frontera donde los esperaba un bello lugar de descanso. Tanto Naruto como las mujeres, estaban bastante cansados por el viaje, y como había estado casi dos días viajando, decidieron dormir una reconfortante siesta para confirmar la noche de bodas al caer el sol de ese tercer día.
Naruto y Sasuko sin embargo, habían acordado con Sakura que los primeros tiempos no estarían los 3 juntos en un cuarto. Eso seria más decisión de las mujeres, para cuando estuvieran listas. Así que mientras la pelirosa se fue a dormir a una habitación para descansar del viaje, Naruto y Sasuko se quedaron en otra supuestamente teniendo su primera vez. Todo estaba planeado, así debía ser.
Al caer la noche, los tres se reunieron para cenar, Sasuko se veía cansada pero contenta. Sakura no tenia modo de saber que en realidad ya hacia mucho tiempo que habían follado y esa tarde no había sucedido. Sasuko tenia trabajo por hacer, tenia que obtener los beneficios de su dote, tal como Naruto le había prometido hacia meses.
-quiero que cuides mucho de él, Sakura…-le advirtió Sasuko- esta noche quiero dormir muy bien y no quiero molestias.
-¿Sasuko estas bien? –Se preocupó la rosa- parece como si estuvieras feliz, pero tensa.
-Estoy cansada, por eso espero que lo mantengas ocupado esta noche…-sonrió apenas la morena a lo que Sakura se sonrojó- el parece haber esperado mucho por ti.
-H…Hai…-bajó la cabeza Sakura algo avergonzada- espero no decepcionarlo.
-Tranquila…- le animó la morena- aunque tu cuerpo fuera una barra de hielo, créeme….el sabrá como derretirte.
A Sakura le temblaban las rodillas, se puso muy nerviosa por la sonrisita perversa de Sasuko. Naruto había ido al baño y regresó a tiempo para verlas hablar animadamente, aunque no pudo captar el motivo de la charla. Siguieron cenando y por fin Sasuko se despidió hasta el otro día. Fue a su habitación en el primer piso de la casa, y tanto Naruto como Sakura fueron al cuarto matrimonial del segundo piso. Esa noche seria solo para ellos dos, Sasuko tenia otras ocupaciones.
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Algunas horas después…
En la aldea de la hoja, se establecía una reunión para delinear los pasos a seguir. Los consejeros Homura y Koharu habían reunido a todos los integrantes de sus clanes de profesión ninja. Algunos estaban de licencia, otros en misiones, como fuera todos había sido liberados de sus ocupaciones para esta reunión especial. Hacia meses que Tsunade Senju pensaba en dejar el cargo de líder, sin embargo, los consejeros antiguos tenían preocupación por la ascensión de Naruto Uzumaki como nuevo Hokage. El rubio había prometido reformular muchas leyes antiguas que beneficiaban con claridad a cierta parte aristocrática del consejo.
Por iniciar ejemplo, los puestos de consejeros que el clan Homura y el clan Koharu tenían como hereditarios, serian revocados en cuanto el Uzumaki asumiera. Entonces el plan era que los ancianos dejaran el cargo antes de tiempo, cediendo a un familiar antes que las leyes le quitaran ese derecho. Una vez establecidos los nuevos consejeros, no se los podía destituir y al menos por una generación más, seguirían en la cumbre del poder. Debía elegir entre sus clanes a gente con sabiduría e influencia, pero sobre todo, debían elegir a personas manipulables para que los antiguos concejeros siguieran dominándolo todo desde las sombras.
Naruto los había presionado, se juraron hacérselo pagar de alguna forma en un futuro.
Era el momento ideal para realizar esa reunión. Naruto Uzumaki no estaba en la aldea y volvería recién en un par de meses aproximadamente. Todos se reunieron en un gran salón dentro de la mansión de los Homura, hubo una cena y comenzaron las conversaciones pertinentes por la ascensión de los nuevos integrantes al consejo de Hokage-sama.
Todo iba correctamente, hasta que un invitado no calculado irrumpió en el lugar.
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El cuarto matrimonial era hermoso. Una amplia cama adornada con pétalos de rosas y una tenue luz que permitía cierta cobertura a la vergüenza de la novia. Naruto estaba vestido tan solo con un kimono azul marino. Se había desnudado en el baño mientras se permitía darle un tiempo a su esposa para acomodarse. Para cuando ingresó al cuarto, la vio sentada en los pies de la gran cama aun vestida con una Yukata de color arena. Estaba tan nerviosa, tan insegura de la situación. Estaba atemorizada por la belleza de la otra esposa. Por el fuego que prometían los ojos negros de Uzumaki Sasuko. Se sentía inferior a ella, no lo podía evitar.
Naruto nunca fue un hombre muy inteligente. Pero si tenía una intuición asombrosa para saber cuando confortar a las personas. Conocía demasiado a Sakura, tanto que sabia discernir cuando la chica no estaba a gusto con la situación. El joven Uzumaki se acercó sonriendo tenuemente y se sentó un poco retirado de ella en un vértice de la cama. Prudente, dándole espacio para no ponerla mas nerviosa.
-¿sabes algo Sakura-chan? –Ella lo miró casi de reojo, los nervios la tenían muy tensionada- estoy bastante nervioso.
Las palabras fueron sinceras, Sakura se sorprendió un poco a decir verdad, y también sintió algo de alivio. No era la única tontilla con nervios.
-¿Por qué estas nervioso? –Preguntó sonriendo suavemente- ¿no debería ser yo la que tiene nervios?
-Bueno…-se rascaba detrás de su cabeza Naruto sonriendo- tu no se como estarás, pero en mi caso particular….digamos que espere muchísimo esta noche. Y tengo miedo de arruinarlo.
Ella se permitió girar un poco y mirarlo. Era tan dulce a veces. Naruto Uzumaki le había ganado el corazón después de tanto tiempo. Había peleado muy duro, realmente merecía obtener la victoria. ¿Pero seria ella un premio adecuado? ¿Seria ella demasiada razón para no arrepentirse? Sakura tenía miedo, temor a no calificar correctamente.
-estaba pensando…-dijo suavemente él- ¿Me permites abrazarte un poco?
Inaudito. Sakura evaluó que ya habían estado abrazados antes. Ya hubo besos y algunas caricias que nada tuvieron de inocentes. ¿Por qué era tan tierno ahora? ¿Cómo poder resistirse? Solo asintió suavemente y ambos se encontraron en el centro de la cama, aun sentados a los pies de ella. Sakura le dio un poco la espalda, y Naruto se acomodó abrazándola por detrás, con su pecho le hizo de respaldo a ella, ambos sin decir nada, se aferraron a la mano del otro entrelazando los dedos.
-¿quisieras….empezar? –sugirió la rosa con dudas
-me gusta cuando te puedo abrazar…-susurró el en su oído produciéndole un escalofrió tenue- me hace sentir muy cerca de ti Sakura-chan.
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El salón era un espectáculo sangriento. El hombre venido del mismo infierno sacó su katana Chokuto y comenzó a trozar cada miembro de los clanes Koharu y Homura como si fueran ganado. Algunos intentaron resistir, ¿pero quien podría con Sasuke del clan Uchiha? ¿De donde había venido? ¿Cómo se infiltró en la aldea? ¿Qué caso tenia saber estas cosas? La muerte flotaba en el aire, nadie podía escapar por que todo un encadenado de sellos rodeaba el complejo. Nadie podía siquiera tocar al renegado que se movía entre los espantados ninjas asesinándolos salvajemente.
El desorden, la falta de armas, el miedo que generó su mera presencia. Todo confabulado para que la muerte fuera destino de casi 75 personas. Absolutamente todos los ninjas en activo de los clanes origen de los consejeros. Hacia media hora, de la llegada de Sasuke. Nadie había podido escapar. El moreno Uchiha barrió con todos los que se resistieron al inicio, dejando para el final a los aterrados o heridos. Dejando para el final a los dos consejeros ancianos.
Cortó el brazo derecho de un Shinobi que intentó atrapar su katana. Saltó entre dos que estaban bajo Genjutsu y sus cabezas volaron con libertad cercenadas de los cuellos. Esos ojos rojos, presagio de una venganza que jamás había olvidado, que había esperado el momento justo, la oportunidad perfecta. Sasuke Uchiha estaba acabando con los dos clanes de los consejeros.
Ojo por ojo….diente por diente.
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-quiero proponerte algo Sakura-chan…-susurró al oído el hombre- haremos esto muy despacio y sin presiones. Quiero demostrarte lo bien que podemos pasarla.
-ujummm…..-gimió ella con su cabeza apoyada en el hombro del rubio y de ojos cerrados- esta….bien.
-siente mis manos….-susurró el acariciando a la mujer sobre la ropa- nunca te hare daño, simplemente no soy capaz. Siente así mis manos amor.
Las caricias de Naruto acunaban con su derecha uno de los senos de la chica. Esa mano se había escurrido entre la Yukata mientras la otra había aflojado con suma habilidad la prenda para abrirla. La mujer se dejaba hacer sin resistencia, ella deseaba que sucediera así, suave, sin presiones, sin tener que pensar, solo sentir. Solo las caricias de esas manos fuertes y varoniles.
-tu cuerpo es hermoso Sakura-chan…-decía Naruto abriéndole mas la Yukata- quiero explorarte completa esta noche. Y también hacerte sentir bien. ¿Me dejas hacerte sentir bien?
-yo….umm….yo…si…-respondía por inercia la chica mas concentradas en los dedos de Naruto que acariciaban su pezón izquierdo- te quiero.
Naruto continúo acariciándola sin pausa, cada vez mas profundo, complementando su trabajo con fogosos besos tomados de los labios de Sakura que ya no pensaba en nada. Solo que quería llegar a ver, ese hermoso final del arcoíris.
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-Les ha llegado el final viejos malditos…-gruñó Sasuke que estaba vestido como los últimos años de su exilio- ahora me la pagaran de una vez y para siempre. TSUKUYOMI.
El último guardia había muerto y solo los ancianos quedaban. Sasuke dedicaría algunos minutos más a ellos. Tenía tiempo de sobra, comprado por un plan perfecto. Sasuke haría su último y gran acto. Esos viejos tendrían un viaje sin retorno al mundo del dolor. Ya habían visto como sus familias eran masacradas frente a sus ojos, ahora les tocaba a ellos simplemente. Sasuke tenía un buen tiempo para hacerles pagar con creces.
Todo el ataque se resumió a menos de 45 minutos. Todo el lugar rodeado por fuego negro por dentro de las puertas. Y sellado con marcas Uzumaki por fuera. No hubo ruidos externos, no hubo escapes milagrosos, no hubo formas de pedir auxilio. La sangre pintaba con su color carmesí un espectáculo de cuerpo regados por todo el lugar. Lo que antes fueron dos clanes ninja, ahora eran despojos humanos. Una noche fatal para la aldea de la hoja. Una noche más de tantas otras, para el mundo ninja.
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Se miraban fijamente…
Ella estaba recostada ya en la gran cama boca arriba. Las ropas habían quedado varios minutos antes tiradas por el lugar. Naruto estaba sobre ella, ambos piel a piel, se encontraban cara a cara. El hombre repartía su peso apoyando ambos codos a los lados de la chica. Ella tenía sus brazos enrollados en el cuello de su esposo. Una blanca sabana de seda los cubría casi hasta el pecho. Siempre mirándose a los ojos, los hermosos ojos color esmeralda de Sakura Uzumaki brillaban o se oscurecían ante cada impacto dentro de su cuerpo. Su boca se abría levemente, a veces soltando un gemido, a veces ahogando en el silencio.
Naruto la penetraba lentamente, embistiendo con suave ritmo, colmándola toda. Cada tanto algunos besos, cada tanto algunos suspiros que pretendían recuperar el oxigeno perdido. Naruto embestía profundo y ella parecía nublada por el momento. Jadeaba apasionadamente mientras el nombre de su esposo surgía de los labios voluptuosos y carnosos como fresas.
“te amo” se repetían apasionados, pero la tensión de los cuerpos aumentaba cuanto mas cerca de clímax estaban llegando. Las embestidas del hombre tomaron otro ritmo, uno mucho más duro y frenético. Ella escondió su rostro en el cuello de su amante y gemía suplicando que esa sensación extraña no se terminara. Se sentía tan bien, tan cuidada, tan protegida, tan poseída. Habían llegado hasta esa espectacular sensación por los caminos correctos. Naruto la había guiado hasta ese final usando las caricias y los besos como armas de algodón. Nunca presionada, nunca nerviosa, nunca dudando sobre que hacer, o si él estaba gozándolo como ella evidentemente lo hacia.
Naruto lo había hecho muy bien.
-ah…ah…ah….Naru….ah….Naruto….NARUTOOO….
-um……umm…..ah…..oh…..-sudaba el hombre sobre ella- Sakura-chan… ¡no puedo resistirlo mas!
Un anuncio claro, ella tampoco podía aguantar. Ya antes las caricias de su esposo le habían dado dos maravillosos orgasmos. Pero desde que entró en ella, la sensación de multiplico por mil. Ya no quedaban dudas, un terremoto estaba por acabar con la cordura de ambos. Estaba por suceder, nada podía interrumpirlo.
-NARUTO AAAAHHHHHH
-SAKURAAAAAAA
Finalmente llegaron al destino. De una fuerza monstruosa apretaron al otro hasta que la presión se liberó dejándolos exhaustos por algunos segundos. Apenas pudo Naruto moverse de lado y caer al colchón débilmente. Había sido increíble, pero era solo el plato principal. El postre se serviría el resto de la noche en ese cuarto matrimonial.
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Algunas horas después…
En la oscuridad del bosque corrió oculta y sigilosa. Espada en mano recorría la naturaleza ágil, rápida como un fantasma, silenciosa como la fría muerte. Llegó luego de un par de horas al lugar indicado, la esperaba un Sapo hijo de los ermitaños, la criatura estaba allí a propósito, estaba allí para trasportar a la kunoichi directamente de regreso a su luna de miel. Muy lejos, su cuartada perfecta.
-llévame….-dijo seria la mujer y su cuerpo chorreaba sangre ajena por todos lados.
El sapo asintió apenas, realizó los sellos y abriendo la boca dejó ingresar a la kunoichi. Segundos después, desapareció del lugar por invocación inversa. Le tomó apenas 30 minutos poner a Sasuko Uzumaki a muchos kilómetros de la masacre. Demasiada distancia para ser acusada. Nadie a esa distancia podría adivinar la noche indicada para la reunión del enemigo. Nadie sabía de los informes que envió Karin a través de los sapos. El plan había sido perfecto.
Apareció en una zona de bosques a pocos metros del pueblo donde Naruto y Sakura estaban. Tranquilamente cubierta por la madrugada se apersonó a su residencia particular de alquiler. En el segundo piso de esa casa alquilada, estarían Naruto y su otra esposa. Sasuko simplemente entró por la ventana de su cuarto personal en el primer piso y suspiró cansina por que por fin todo había concluido. Miró la cama junto a ella con demasiado cariño. Estaba cansada, ese cuerpo era rápido si, pero menos resistente que su anterior versión. Tendría que entrenar muy duro para alcanzar el antiguo nivel conseguido. Se miró descuidadamente al espejo de pie junto a la puerta de salida. Estaba embarrada de polvo y sangre. Su kimono de dos piezas que usaba cuando Sasuke, estaba lleno de tonalidades rojas y negras. Estaba hecha un asco.
Pero una leve sonrisa se le escapó perversa. Había sido todo lo satisfactorio que espero seria el haber cobrado venganza. Los civiles de dichas familias estaban perdonados, solo porque Sasuko consideró que asesinar un montón de niños, viejos y mujeres no representaría justicia sino barbarie. Ellos actuaron de esa manera, matando hasta a los civiles del clan Uchiha, Sasuko no les daría el privilegio que la compararan. Otra línea de pensamiento opuesta a su antiguo yo, otra cosa mas que había cambiado gracias a Naruto.
-deberías quitarte esos harapos…-se escuchó claramente la voz de Naruto apoyado en el marco de la puerta de brazos cruzados- ya sabes, tendríamos que hacer un entierro formal de Sasuke Uchiha.
La mujer lo miró fríamente y sin emoción. Aunque las palabras pudieran reflejar sentimientos o amenazas, simplemente era la sugerencia equilibrada de Naruto para que enterrara la ropa y las armas que podían identificarla con su antiguo yo. Sasuko tuvo un leve escalofrió, era lo ultimo que le quedaba. Sin esas prendas, sin su katana Chokuto, nunca más volvería a ser Sasuke, ni siquiera con Henge como lo había representado para matar a los ancianos.
-o tal vez debería matarte ahora mismo, -respondió áspera- y revelar que todo fue una estrategia para acercarme a mi venganza.
Naruto caminó lentamente hacia su mujer, ella estaba de lado limpiando el filo de su katana con parte de sus ropas. El rubio se puso a un paso de ella, bajó sus brazos a los lados, quedando completamente vulnerable a un ataque.
-¿En serio quieres matarme? –Susurró apenas Naruto- supongo que ahora es un buen momento. Adelante, -le animó apenas- soy el original, uno de mis clones esta durmiendo abrazado a Sakura, acabo de salir de mi cama en cuando te sentí llegar.
Sasuko lo miró como registrándolo, tenía un kimono azul y se le veía el pecho descubierto por debajo. Probablemente estaría desnudo sin esa prenda. Se veía sexi, no lo podía negar. El cabello revuelto, la mirada azul, esas marcas raras que parecían graciosas a lo lejos. Pero en el medio del sexo eran increíblemente atrayentes y eróticas.
-No me apetece…-dijo neutra la mujer y eludiéndolo se dispuso a ir por un ducha para quitarse la sangre del cuerpo- lárgate, que quiero estar sola.
Naruto sonrió apenas sin girarse a verla. ¡Como le gustaba hacerse rogar a esa mujer! Era increíblemente atractiva cuando estaba en su pose de “invulnerabilidad”. ¡Kami-sama! Cuando ella decía “lárgate”, la sangre comenzaba a bullirle sin control a Naruto. Convencerla, orillarla, y finalmente someterla a una depravada sesión de sexo, era una de las cosas más estimulantes que el rubio había experimentado en su vida. Simplemente no podía tener suficiente del cuerpo de Sasuko, era tan caliente. Pero algunas formas debían cambiar, no podían seguir así.
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Habiendo ingresado al baño, un amplio resintió con cómodos cubículos para lavarse a conciencia, ducha y una enorme tina con forma circular, Sasuko se terminó de desanudar el cinturón de cuerda morada y dejó por el suelo la ropa sucia. Se quitó lentamente las vendas que cubrían y le ajustaban los pechos para sentirse cómoda. Liberada de ataduras, libre de ropa, extrajo algo de agua en una cubeta y pensó en quitarse la sangre de su piel antes de entrar bajo la regadera con promesa de relajarla. Pero luego de un par de segundos, decidió llevar la esponja y el jabón bajo la ducha y asearse allí mismo, sin pasar anteriormente por el “baño” sentada en un banquillo.
Reguló la temperatura del agua, su cabello levemente erizado y largo hasta la cintura fue tomando una forma mas alisada por la humedad. Uso el Shampoo sobre si misma y revolviendo lentamente trato de quitar la tierra y suciedad en su negra cabellera. No había estado ni diez minutos en el baño, ni dos bajo la ducha cuando sintió la cortina correrse a un costado y alertada por sus sentidos despiertos, se giró para verlo aparecer.
Naruto estaba desnudo allí mismo, mirándola con esos ojos penetrantes y con cierta devoción. El rubio recorrió el cuerpo de su esposa de arriba hacia abajo, revisando que no tuviera heridas, y disfrutando la perfección que la genética y el entrenamiento le habían otorgado a Sasuko.
-Condenadamente sexi…-susurró Naruto apenas, y se ganó una mirada profunda de la mujer-aun sangrante y bajo la ducha, te ves muy bien.
Sasuko estaba parada frente a frente con él, y pese a que Naruto la había seguido, la miraba como para devorarla, y no le había obedecido en su pedido de dejarla sola, ella decidió seguir jabonando su cabello todo reunido sobre un hombro, como si nada de lo que ese hombre hiciera cerca de ella le importara en lo mas mínimo.
-Me encanta tu cabello así de largo…-sugirió el hombre, que tomó una esponja de la repisa cercana y haciéndola girar se dedicó a tallarle la espalda.
-Me lo has dicho…-respondió neutra Sasuko, que seguía fingiendo concentrarse en su propio cabello e ignorando a quien la acariciaba con una esponja.
-¿Ahora eres feliz? –Preguntó Naruto que seguía tallando- ¿Crees que la dote que ofrecí, es suficiente?
Sasuko tardó en responder, a pesar de estar satisfecha por ver un cuadro de sangre conformado por las entrañas de sus enemigos, ahora quedaba la incógnita de como seguir adelante una vez terminado el asunto de la revancha.
-me siento….-dudó Sasuko un segundo- en paz, creo. Una cosa menos en la cual fijar mi energía.
-no te tocaron ¿verdad? –dijo Naruto como para evaporar la duda- me alegro que seas fuerte.
-si me hubieran herido, seria un precio bajo por la satisfacción de acabarlos.
-pero ahora, yo estaría muy disgustado con quien te hubiera puesto un solo dedo encima. Y créeme que seria mejor para él, estar muerto que hacerme enojar.
Sasuko sonrió apenas, le estaba dando la espalda a su marido y eso le permitió ser sincera con sigo misma. Le agradaba ese espíritu protector que el hombre tenia. Le agradaba que fuera Naruto, exclusivamente Naruto la persona que cuidara de ella.
-ey…-susurró el rubio sobre el oído de la mujer- cuando terminemos aquí, deberíamos deshacernos de las evidencias.
Las manos jabonosas de Naruto dejaron la fina espalda de la morena, cruzaron rodeando los hombros de Sasuko, comenzando a tallar en los firmes y redondos senos. La sangre se iba limpiando de esa blanca y tersa piel, pero la mujer ya empezaba a sentir un hormigueo en su vientre.
-deja de hacer eso…
-no estoy haciendo nada mas que jabonarte.
Las manos tomaron posesión de ambos senos y girándolos circularmente confundían los movimientos de tallar, con un masaje que nada tenia de inocente. Naruto emitió una sonrisita traviesa, ella no se alejaba de esos masajes y para hacer notar su agrado, Sasuko inclinó el cuello hacia atrás, dejando recostada su cabeza en el pecho de su compañero.
-umm…estoy cansada. –dijo poniendo sus manos en las de Naruto, pero no las apartaba de las caricias. –quisiera…..umm….dormir.
-siempre estoy atento a tus necesidades. –Jugaba Naruto mordiendo el lóbulo de la oreja en la mujer- pero….-la mano derecha de Naruto descendió por el vientre de Sasuko y comenzó a frotar cerca de la zona intima- ¿y las mías qué?
-eres un depravado…-gemía la mujer que se apoyaba mas sobre su esposo- un sucio, un pervertido uumm.
-mi señora esposa debería preguntarme lo que quiero. –decía el rubio girándole el cuello y besando sus labios mientras las apretaba contra la pared de azulejos- ya que es su deber complacer al marido.
-no soy una tontilla a la que dominaras fácilmente –desafió ella estirando sus brazos hacia atrás y buscando acariciar el duro falo del hombre- en este clan mandaremos nosotras las mujeres, tu solo serás una herramienta para complacer nuestros cuerpos. Idiota. –finalizó Sasuko para provocarlo.
-ummm –susurró el acariciándola mas profundamente en la zona intima- hace mucho que no me insultas. Es como si pidieras que me comportara rudo. ¿Te gusta cuando soy rudo contigo?
-No…-gimió ella sin poder evitarlo por que un dedo de su marido se había introducido en el interior y giraba- no me gusta….idiota.
-aja…-señaló el sin creerle por lo excitada que se estaba poniendo- no eres sincera con lo que te agrada aun. Solo pretendes hacerte la fuerte, cuando sabes perfectamente que te protegeré de todo mal, si bajas la guardia.
-Naruto oohhh….
Ella dejó de acariciarlo y rápidamente puso ambas palmas contra el muro, exponiendo su espléndido trasero a cualquier intento de embestida. Naruto la rozaba con su miembro sin llegar a penetrar, y su mano derecha continuaba jugando con los suaves labios vaginales mientras complementaba esas caricias con besos al cuello y espalda de Sasuko.
-oh…..deberías….deberi…..-se quejaba ella entregada a las manos de su hombre- deberías estar con Sakura.
-Sakura estaba demasiado nerviosa y agotada del viaje. –dijo Naruto se afirmaba mas sobre el trasero de la mujer apretando las caricias- quedó exhausta luego de su quinto orgasmo, y prácticamente se desmayó sobre mi. Me encanta verla dormir sudando sobre mi cuerpo –sonrió el rubio sin dejar de estimularla- su aroma corporal es lo mas sexi que yo haya…
-Cierra la boca….-le interrumpió Sasuko tratando de aguantarse los celos.- no me interesa.
-¿Celosa?
-Jamás….-concluyó la morena y retirando con firmeza sus caderas de la pared, apretó mas el trasero contra Naruto- no tengo nada que…..ah….ahhh…..envidi…..envidiaaaahhhhrleee.
-Oh si….-se divertía Naruto provocándola y se alejó de ella dejando de manosearla- tu estas celosa, y muy envidiosa de Sakura-chan. Crees que nunca serás una buena esposa.
-¡no es cierto! –Gritó Sasuko girándose molesta- ¿Por qué dejaste de acariciarme?
-tal vez no me siento con ánimos de rogar…-definió el hombre divertido- tal vez pretendo que seas tu….Sasuko Uzumaki, quien me busque y de placer para variar.
-¡No puedes hacer eso! –Le gritó molesta la mujer y encendió el Sharingan amenazante- ¡No me puedes tocar y dejarme así!
-Claro que puedo…-sonrió perverso el rubio- después de todo, tu no quieres hacer el amor conmigo. ¿Cierto?
Luego de esto, ante la atónita mirada de la mujer, Naruto tomó un jabón y comenzó a bañarse aprovechando la ducha, como si Sasuko no existiera junto a él. Ella se sintió confundida y de alguna manera rechazada. Naruto en los meses que pasaron jamás dejaba de insistir ante sus negativas. Siempre terminaba cediendo y siempre terminaban follando. ¿Qué pasaba ahora?
-Prometiste que no me dejarías cuando la tuvieras a ella…-dijo Sasuko sintiendo un dolor extraño en el pecho- pero Sakura ahora ocupa todo tu mundo.
-Sakura-chan ocupa la mitad de mi mundo, -respondió sin mirarla- y eso es mucho merito para ti, por que antes de que aparecieras….ella lo era todo.
Sasuko salió de la ducha, no se había acabado de bañar, pero el solo hecho de ver aseándose a Naruto sin mirarla era irritante. Tomó una toalla blanca de un gancho adherido a la pared, se cubrió apenas rodeando su cuerpo, y mirándose de frente al espejo de pie en una esquina de la pared.
-¿Qué quieres de mi? –dijo neutra mientras se miraba al espejo
-la pregunta es…. ¿que quieres de tu vida? –Respondió Naruto desde la ducha –la venganza ya no es tu camino, todo se ha terminado. ¿Puedes ponerle punto final?
-¿Y como se supone que haga eso? –Señaló la mujer algo molesta- ¡¿acaso no recuerdas que antes era un hombre?!
Hubo un momento de silencio que aturdió a Sasuko, era como si Naruto estuviera pensando por demasiado tiempo su respuesta obvia. Finalmente abrió la cortina, la miró serio y de manera profunda. Tal vez jamás Sasuko lo había visto así. Esa seriedad que antecede una mala noticia.
-No voy a decirte que hacer, -empezó Naruto tomando una toalla y cubriendo su cintura- eres suficientemente inteligente para encontrar la solución. Si realmente lo deseas.
Estuvo sola casi una hora más en ese baño. Entró a ducharse y luego de quedar aseada, había pensado con detenimiento lo que Naruto había querido decirle. Tal vez la razón de no poder aceptarse completamente, eran los recuerdos. Lo que antes fue, aunque ya no sea lo mismo, siempre volvía en sus pesadillas y recuerdos. Le costaba dormir, le costaba asumir que tenía deseos por quien fue su mejor amigo. Le costaba entregarse a la mujer en la que se había convertido.
Recorriendo lentamente, caminando desnuda por todo el baño, intentó encontrar su centro. Razonar sobre lo que podía hacer, sobre lo que debía hacer, y finalmente sobre lo que le convenía hacer. Naruto no había vuelto desde que salió del lugar, tal vez nunca volvería a buscarla en tanto ella no encontrara una solución. Solo una cosa se le vino a la mente, se vistió con calma y poniendo una suave bata blanca de seda, activo su Magenkyo Sharingan mirando fijamente al espejo. Naruto la había convertido en mujer, Naruto y Sakura la veían como una mujer. Sasuke debía morir, Sasuko debía verse a si misma para el resto de su vida como lo que ahora era…
Simplemente una mujer.
///////////////////////////////////////////////////////////////////////
Naruto había dejado la casa luego de la charla en el baño. Tomó las ropas antiguas de Sasuke, su katana Chokuto, todas las armas, todos los vestigios que dejaron una vida de sangrienta violencia. Armó un paquete que llevaba entre las manos y en lo profundo del bosque, caminó en la claridad de la mañana que cada vez era más brillante.
Naruto no era un hombre inteligente, pero tenía una asombrosa intuición.
Sasuko era una mujer, en cuerpo y deseo. Pero aun recordaba al hombre que supo ser, y eso le fastidiaba. En otras palabras, le hacia sufrir. Sin embargo, terminado su ajuste de cuentas con los viejos consejeros, solo quedaba en Sasuko aceptarse a si misma y su felicidad. Aceptar su nueva vida, enterrar el pasado. Para ayudar a esa cuestión, Naruto había tomado todas las pruebas que incriminaban a su esposa, y cavando un pozo de buena profundidad guardó en esa tumba de tierra los objetos que podían poner en problemas al naciente clan Uzumaki.
Luego de tapar el hueco, Naruto sacudió sus manos frotándola una contra la otra con satisfacción. El asunto terminado le daba cierta tranquilidad. Ahora, solo quedaba hacer un pequeño paseo por los bosques para rodear la zona del pueblo y volver junto a sus mujeres como si solo hubiera salido a estirar las piernas.
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La luz del sol acariciaba levemente la residencia, haciendo que por las ventanas abiertas se colara todo el calor necesario. Las dos mujeres se habían encontrado en el comedor entrada la mañana, desayunaron juntas y charlaron animadamente contándose cosas que habían sucedido en sus respectivas noches de bodas. Sasuko fue la que informó sobre el paseo de Naruto, había revisado la casa entera algunas horas antes y con su Sharingan lo pudo ubicar a lo lejos en el bosque. Era facilísimo para ella ver el chakra de su esposo. Gigantesco y siempre explotando como un geiser.
Sakura era la mas conversadora, estaba completamente maravillada por la experiencia nocturna y Sasuko que la escuchaba con atención, guardaba silencio antes de aclararle que aun no había sentido casi nada de lo que Naruto podía hacerle. La bella mujer de cabellos azabache estaba vestida con una Yukata blanca como la nieve y sentada en una silla frente a los ventanales de la casa se dejaba peinar por Sakura cuyo atuendo era también una fina prenda estilo Yukata, pero de color verde claro y detalles en rosa.
-¿has dicho que Naruto está en el bosque? –Preguntó Sakura mientras peinaba con dulzura el largo cabello de Sasuko- ¿Qué fue a hacer justo hoy a ese lugar?
-a veces necesita estar solo…-dijo tranquilamente Sasuko con su clásica voz neutra- elige el bosque por que entrenó mucho tiempo rodeado de naturaleza. Supongo que le ayuda a conectarse consigo mismo el estar en un ambiente así.
Sakura tomó de una mesita dos hebillas con las que domestico el pelo de su compañera. Ya había pasado antes que teniendo dudas sobre Naruto, fuera Sasuko quien le quitaba esas interrogantes demostrando que esa seriedad y falta de emotividad, no venían de la mano con una indiferencia hacia su esposo. Sasuko tal vez no lo demostrara, pero estaba muy atenta a los pequeños detalles que definían a Naruto. Podía ser tosca muchas veces, incluso fría se podría decir, pero con Naruto esos retazos de su personalidad desaparecían entre las caricias.
-muero por entrenar algunas horas….-dijo la morena- tengo que encontrarle una mejor variante al Chidori.
“Chidori”, ese nombre del jutsu trajo a Sakura directo al recuerdo que no quería. Muchas veces desde que conoció a Sasuko, había tenido la impresión de conocerla más allá de esas primeras oportunidades. Tenía los mismos gustos en comidas que Sasuke, tenia actitudes sospechosamente parecidas a Sasuke. Esas impresiones se aplacaron cuando surgió el asunto del casamiento. Sasuke jamás haría esas cosas sucias usando un Henge tan solo para cobrar venganza. ¿Qué esta chica podía ser Sasuke? Realmente la posibilidad era imposible.
Sin embargo Sakura, curiosa como fue siempre, y decidida como nunca, se propuso desterrar para toda la vida esa duda. Decidió encarar una conversación que podía darle pistas sobre la verdadera identidad de Sasuko. ¿Qué pasaría si ella era realmente Sasuke? Solo Kami-sama lo podía decir.
-¿Dónde aprendiste esa técnica? –preguntó la rosa que seguía peinándola lentamente
-¿te refieres al Chidori?
- No, me refiero al “Raikiri” –aclaró la pelirosa- es una técnica exclusiva de Kakashi-sensei. Solo Sasuke la sabía realizar. (Y solo él le llamaba Chidori)
-Me gusta mas Chidori…-señaló neutral la morena- parece como si mil aves trinaran al mismo tiempo.
-tu no puedes ser él….-balbuceo horrorizada Sakura- no es posible que seas el.
-¿Él? –Consultó la morena serenamente- ¿acaso es ilegal que Kakashi-Sempai me instruyera en el uso de su técnica? Naruto estuvo entrenando con su antiguo sensei y lo vi usar ese jutsu.
-¿A que te refieres?
-hace como 3 meses, -relató Sasuko nada nerviosa por las preguntas- Naruto y yo paseábamos por Konoha. Me presentó con su sensei Kakashi, ya me había contado muchas historias sobre el equipo 7. Así que me interesó verlos entrenar como justo se dio oportunidad al día siguiente.
-¿has copiado su jutsu? –preguntó Sakura no muy convencida
-No….claro que no. –Sonrió apenas la morena- simplemente pedí que me lo enseñara. Ya que soy usuaria del Raiton.
Hubo silencio entre las dos. Sakura cavilaba en su mente y la idea de estar peinando a Sasuke era estúpida, pero no dejaba de revolotear su mente. Tenia que hacer algo, tenia que decir algo para desvelar ese misterio. Si algo caracterizaba a todos los Uchiha, era el orgullo. En Sasuke ese rasgo se multiplicaba por un millón. Tal vez si Sakura jugaba un poco con su memoria, podría encontrar lo que estaba buscando.
-¿tienes idea de por que Naruto, nunca habla demasiado sobre ese tal….Sasuke? –Interrogó la morena girando un poco su cabeza para mirar a Sakura detrás- ¿Acaso lo traicionó o algo así?
-por que Sasuke es el idiota mas idiota, de la historia de nuestra generación.
Sakura soltó ese insulto a propósito, quería ver alguna reacción extraña en la morena. Su intuición hacia tiempo que le indicaba algo extraño en el proceder de Sasuko Uzumaki. Al principio la mujer Uchiha no le daba demasiada conversación, pero con el paso de los meses, con las decisiones de casamiento y los preparativos de la boda. Sakura y Sasuko comenzaron a conocerse mejor y tenerse más confianza.
-¿un idiota? –Susurró la morena sin emoción mientras Sakura terminaba de enlazar sus cabellos en dos coletas largas- ¿exactamente que les hizo a ustedes?
La pelirosa comenzó a contar todas las misiones y experiencias que tuvieron en el equipo 7. No oculto sus sentimientos por Sasuke cuando era niña y tampoco lo mal que le hizo el Uchiha cuando la dejó tirada en esa banca de la plaza para volverse renegado. Relató el asunto de la promesa que Naruto le hizo para traerlo, los años entrenando por recuperarlo, sus enfrentamientos con el que le trajeron mucho dolor. Sakura hablaba y lejos de inmiscuirse a su propia historia ya superada hace tiempo, trato de indagar las reacciones de Sasuko para conocer exactamente lo que escondía.
-Sakura….-dijo finalmente la morena para terminar la triste historia- te agradezco que me contaras sobre ese compañero tuyo.-hizo un segundo de silencio haciendo mas profundas sus palabras- sobre todo por que no voy a poner triste a Naruto recordando a personas sin importancia.
-¿sin….importancia? –balbuceó Sakura girando a la silla y mirándola a los ojos con seriedad
-tu has dicho que ese hombre no supo quererlos. –Sasuko se puso de pie tomando del brazo a Sakura, caminaron hacia el comedor una al lado de la otra- también has dicho que Sasuke no pudo ver las cosas buenas que ustedes dos le ofrecieron libremente.
-amistad, compañerismo, hermandad y tal vez amor. –Admitió la pelirosa- todos le querían, aunque el no supiera apreciarlo.
-Sakura…- se frenó en la caminata por la casa y la miro a los ojos- en honor de haberme contado esas cosas intimas, yo quisiera confesarte algo.
La pelirosa sintió un leve escalofrío, la alocada posibilidad era imposible. ¡Pero Sasuko tenía tantas cosas parecidas al antiguo compañero!
-yo no soy….una buena….mujer. –Las mejillas de Sasuko se tiñeron de rosado levemente avergonzada- no tuve madre, ni padre. Ellos murieron cuando era muy niña. Y por lo tanto yo…
-¿y tu….? –susurró la pelirosa sin entender
-no se comportarme como una mujer casada. Ya sabes, formalidades, seducir a Naruto. Esa clase de cosas.
Esas palabras fueron magia para Sakura. Era una chica, simplemente una joven confundida que nunca tuvo a su madre para instruirla. No sabía coser, no sabia bordar. Había aprendido a cocinar básicamente por estar sola. Su cabello era hermoso, pero no sabia cuidarlo como una señorita. No tenía los modales de una dama, era arisca y difícil de tratar. Era condenadamente hermosa, pero tal vez no sabia usar sus encantos de mujer para seducir a Naruto. Sasuko le estaba pidiendo ayuda, Sakura Uzumaki despejo sus dudas y sonrió dispuesta a colaborar.
La cena esa noche fue muy divertida, algo había cambiado en las actitudes de Sasuko. Las mujeres estaban de buen humor y se habían pasado la tarde practicando algunas costumbres de etiqueta que Sakura adiestraba para la morena. Sasuko se veía contenta, descubriendo un nuevo mundo y sintiendo cada vez más segura en los comportamientos correspondientes a la mujer.
Naruto se sentía feliz al verlas llevarse tan bien. Podía notar como Sasuko no se cuidaba de ser descubierta en su secreto. Los nervios de la mujer habían desaparecido, solo quedaba ella, solo disfrutando lo que ella tenia y lo que podía conseguir a futuro.
Sakura también se veía tranquila, trataba a Sasuko como una pequeña hermana a la que debía cuidar e instruir. Todos sus temores habían desaparecido, tenia una buena amiga, tenia el amor de un buen hombre. Tenia en definitiva, una futura familia.
Esa noche fue la pelirosa quien entendió lo que Sasuko necesitaba. Fingió estar muy cansada, y dijo que seria mejor para Naruto pasar la noche junto a su otra esposa. El rubio simplemente accedió presintiendo alguna cosa. Las mujeres decidieron entre ellas y el hombre les permitió hacer. Una sorpresa parecía gestarse para esa noche.
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Recostado sobre la gran cama boca arriba, Naruto puso sus brazos por detrás del cuello y esperó a Sasuko y lo que supuestamente había estado preparando para esa noche. Le pareció extraño que la morena pidiera a Sakura estar a solas él. Naruto suponía luego de la discusión en la mañana, que seria el mismo quien iba a tener a que acercarse a seducir a la esquiva mujer si quería intimar. Pero ella no pareció molesta, seria, arisca o cualquiera de los atributos bien clásicos de Sasuko.
La noche de luna iluminaba el cuarto. Naruto podía verla perfectamente desde que ingresó a la habitación. Se movía lento, como si estuviera acechándolo alrededor de la cama. El hombre estaba tan solo con unos bóxer negros bajo la blanca sabana. Cubierto hasta la cintura le sonrió bastante ansioso por ella. Estaba algo sorprendido del accionar de Sasuko, ¿apartar a Sakura por las buenas? ¿Estaba tratando de pasar una noche con su marido como una mujer normal?
-espero que no tengas deseos de dormir…-sonrió suavemente Sasuko a lo que el hombre sentía los latidos del corazón golpear con fuerza- tengo ganas de…practicar algunos asuntos con mi marido.
-se te nota diferente…-señaló Naruto viéndola arrodillarse sobre los pies de la cama- me estoy preguntando desde que volví a verte en el mediodía…. ¿que ha pasado para tenerte de tan buen humor? ¿Qué hizo Sakura-chan para tenerte contenta?
-Le pedí que me contara sobre Sasuke Uchiha, -sonrió apenas la morena- ya que tú no hablas sobre él.
-¿De que hablas?
-Sucedió algo extraño esta mañana cuando me dejaste en el baño. –decía la mujer arrastrándose por la cama y subiendo por sobre el cuerpo de su esposo- recuerdo que estaba molesta contigo, aunque no tengo memoria de la razón.
-¿No recuerdas por que estábamos discutiendo? –decía Naruto algo preocupado y se fijaba embelesado la bata azul que Sasuko tenia entreabierta enseñando los pechos- incluso estoy sorprendido que pretendas… ¿seducirme?
-De esta mañana solo recuerdo poca cosa, -argumentó Sasuko sonriendo por las miradas profundas de su esposo- Salí después de darme un baño…
-Aja…-complementó Naruto viéndole descaradamente los pechos
-me puse una fina bata cubriendo mi pecho…-se montó en la pelvis del hombre poniendo ambas palmas sobre el torso de su pareja.
-¿y después? –Naruto estiro su mano derecha y abrió levemente la ropa de su esposa para tocar con dos dedos uno de los pezones.
-y después….-finalizó la mujer- solo recuerdo estar viéndome a mi misma frente al espejo.
-¿es todo? –la tomó de la cintura acercándola mas firme sobre él, y sentándose parcialmente se abrazó a ella.
-usando el Magenkyo Sharingan.
Naruto la miro con seriedad. Sabía que esos ojos de poder tenían grandes capacidades para jugar con las mentes. Pero suponer que Sasuko los usaría sobre si misma, era algo que escapaba a sus cálculos.
-¿usaste tu Genjutsu para olvidar? –Preguntó incrédulo el rubio mientras la mujer meneaba sus caderas contra la pelvis del hombre- ¿para olvidar qué exactamente?
-Mi pasado, lo que me hacia daño recordar. –se recostó sobre el cuerpo de su marido y usando las manos aparto la sabana metiendo su cuerpo semi desnudo bajo ella- lo ultimo que viene a mi mente, cuando intento saber lo que ha pasado, soy yo misma frente al espejo. Me estoy diciendo… “no trates de recordar”
Naruto al fin lo comprendió todo, el creía haber enterrado a Sasuke en el bosque. Allí donde dejo sus pertenencias y armas. Pero Sasuko era quien definitivamente lo había acabado. Ella había sellado las memorias antiguas liberándose de prejuicios. Ahora estaba deseosa de vivir su nueva vida, y deseosa de ser mujer.
Algunas horas trascurrieron, juntos en esa cama. Naruto se encontraba entre los muslos de la mujer. Su cuerpo friccionaba duramente contra ella que no hacia mas que entregarse al depravado instinto. Las manos de la pareja estaban con sus dedos entrelazados, los besos fogosos ahondaban en lucha de lenguas humedecidas, y repartiéndose caricias no dejaban de hacer el amor. No había tregua, no querían descanso. Sasuko deseaba profundamente a ese hombre, su vientre era fuego que no podía saciarse con poco.
-te deseo…-repetía ronco de ansias Naruto
-yo mas….-susurraba cálidamente la mujer
-te amo….-indicó soltando furiosas embestidas Naruto- voy a salir…..de ti.
-yo también te amo. – Afirmó jadeando por los impactos en su cuerpo- y no dejare que te alejes de mí.
Las piernas de Sasuko se cerraron atenazando las caderas de su esposo. Naruto estaba a punto de correrse y tal como habían prometido hace tiempo, no lo haría dentro. Pero ella afirmó sus brazos al cuello de Naruto y decidida como nunca aprisionó a su hombre evitándole el escape.
-HAZLO…..-jadeaba revolviendo su cabeza angustiada por el deseo- DENTRO MIO. QUIERO SENTIRTEEEE.
-SASU......SASU NO….-gruñía Naruto tratando de soportar su inminente descargar- TU NO….TU ME HAS PEDIDO QUE NO….
-HAZLO NARUTO…..LO NECESITO DENTRO MIO. TE LO RUEGO, TU ERES MIO, Y SOY TUYAAAAAA
-OOOHH OH OOOOOOHHHH
-AAAAAHHHHHH
El calor inundó su interior, la presión era fantástica. Ambos amantes gritaron apasionados y Naruto apenas pudo sostenerse en sus codos a los lados de la mujer. Ella se afirmó enterrando las uñas y apretando con sus piernas fieramente. No lo dejaría ir, nunca mas lo dejaría ir. Había permitido que él se derramara abundante en su interior. Ya no tendría miedo a ser mujer, ya no tendría miedo a ser mamá. Su esposo la iba a poseer para siempre, ella ya no lucharía jamás.
-jódeme….-susurró al oído Sasuko fieramente- jódeme mucho Naruto. Necesito que sigas follándome. Quiero perder la conciencia. Por favor.
-has….suplicado…-respondió apenas el hombre sorprendido y luego la miro con decisión- desde ahora en mas, tú nunca perderás tu memoria. Desde ahora, nada de nuestras vidas será algo para que quieras olvidarlo. Eso te lo puedo jurar.
-júramelo…..-dijo ella toda sudada y mirándolo a los ojos
-te lo juro por mi vida. –finalizó el hombre sonriendo encantador.
Los cuerpos sudados no se detuvieron. La noche era joven, había mucho por demostrar, mucho por practicar. Naruto y Sasuko Uzumaki tenían toda una vida por delante. La familia desde esa noche, estaba completa y con claras intenciones de incrementarse.
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En las sucesivas semanas que trascurrieron, Naruto comprobó que Sasuko efectivamente había anulado todos los recuerdos del pasado. Su memoria efectiva, estaba limitada al tiempo en cuando ella y Naruto habían retornado a la aldea de la hoja. Además, había impregnado su propia mente con recuerdos falsos que concordaban con las excusas inventadas por la pareja para todos los conocidos.
Sasuko descubrió a sus noche, muy excitantes. Y también a sus días interesantes aprendiendo cosas del hogar junto a Sakura. Naruto las llevó de paseo por varios pueblos y lugares hermosos hasta que cumplido el tiempo establecido, retornaron a la aldea de la hoja. Muchas cosas habían mejorado en seno familiar, mientras que por informes de Karin a través de los sapos, Naruto se había enterado de la revolución que causó la masacre de los clanes Homura y Koharu. Hubo muchos que pensaron en Sasuko Uchiha como la principal sospechosa. Había marcas de fuego en las estructuras atacadas aunque no se registró prueba de sangre o cabello alguno que pudiese indicar la presencia de la joven esposa en la escena del crimen. Karin formaba parte de la división de investigación y rastreo especial. Sus capacidades como ninja sensor y su relación directa con el héroe de guerra le habían abierto muchas puertas en la aldea. Karin con inteligencia y picardía, pudo desactivar cualquier línea de investigación que apuntara a la esposa de su primo Naruto.
Para explicar lo inexplicable, se dijo que Sasuke Uchiha podría estar involucrado. Sin embargo, sin huellas, sin rastros y sin poder detectar los destellos del oscuro chakra que poseía, cualquier intento de persecución resulto inútil.
Cuando Naruto y sus mujeres regresaron a Konoha, el rubio estaba listo para tomar todas las responsabilidades de Tsunade. Pasaron algunos meses y se estableció la ceremonia donde recibió el titulo de maestro Hokage y sexto líder. Para ese entonces, en la nueva mansión Uzumaki (antes mansión Uchiha) Sasuko recibió impactantes noticias de Sakura.
Había quedado embarazada, Sasuko seria la madre del primogénito en el clan Uzumaki. El resto de la aldea despejó todas sus dudas sobre la morena. Sakura quedó también esperando familia, tan solo un par de meses después. No era extraño considerando las “atenciones” constantes que ambas esposas recibían del Hokage.
El periodo de sangría que se había sellado con la muerte de los consejeros, jamás se repitió. Todos tuvieron un líder carismático y protector. Tuvieron a la mejor kunoichi medico de todo el mundo en Sakura, y nuevas generaciones de doctores que estarían en la vanguardia de la medicina durante décadas. Tuvieron a la mejor kunoichi sensorial de las aldeas ninja, que años después encontró el amor y se casó con un joven Hyuuga, luego de recibir la bendición de su primo. Naruto y sus esposas tuvieron nuevos niños Uzumaki, que desarrollaron el Sharingan en una rama y una increíble perfección en el manejo del chakra en la otra.
Y Konoha tuvo a la mejor líder del ANBU en toda la historia. Una que nadie conocía en persona. Se decía que podía crear ilusiones tan fantásticas, que ni sus mas cercanos subordinados lograrían asegurar quien era ella. Se decía que vivía su feliz vida de civil y desde la oscuridad cuidaba las espaldas del Hokage, jurando muerte a quienes intentaran atentar contra él o la aldea. Se dijo que estaba condenada a servirle por que lo amaba. Nadie supo nunca sobre su identidad, salvo el sexto líder.
Una condena no siempre debe ser algo malo. Simplemente es el destino que te inclina hacia lo que inicialmente no quieres ir. Una condena te puede encerrar, pero otra condena tal vez te otorgue la libertad. Preguntar de quien fue la condena seria ahondar en cosas sin importancia. Solo sabían que estarían juntos para siempre. Solo sabían que estaban condenados…
A un final feliz.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
AL FIN ! está historia la leí este en el otro foro la ame me fascinó y volverla a leer me encanta
Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Me alegro que hayas subido esta historia, al principio debo confesar que pense que esto seria Yaoi pero al recordar tu estilo de escribir historias pense que no y vaya que me sorprendiste cuando Naruto convirito a Sasuke en chica jejeje y mas de lo que el, digo ella paso para luego enamorarse del rubio. Lo mejor fue que los ancianos del consejo se murieon (se lo merecia) y que Konoha sospecha de que "Sasuke" es el unico culpable, ahora Naruto junto con Sasuko y Sakura son felices. Espero ver pronto otra historia de otra pareja como el NaruIno (seria bueno ver una historia de esos rubios escrito por ti bro) NaruTen (Neji no se la merece) NaruKarin (lo exige la Tenori Taiga de mi hermana T-T) o un NaruHarem. Cualquier cosa espero otras de tus historias, nos vemos
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
no habia leido esta historia
pero estaba increible, lo de Sasuke
wow de Sasuke a Sasuko, como cambio
sin duda no hay palabras este fic
estuvo bueno, muy bueno, bueno de ahora en
adelante que sean felices no...
Saludos
pero estaba increible, lo de Sasuke
wow de Sasuke a Sasuko, como cambio
sin duda no hay palabras este fic
estuvo bueno, muy bueno, bueno de ahora en
adelante que sean felices no...
Saludos
Ezra Namikaze Dragneel- Chunnin
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Entre Konoha y Magnolia
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Al principio pense que seria un yaoi pero sabia que tu manera de escribir no iria por ese rumbo y pense no creo que pase lo que me imagino y si si fue convertiste a sasuke en sasuko y fue una historia muy buena que me gusto mucho, como siempre no decepcionas y sobrepasas lo esperado en tus historias, y no se que es imposible pero si pasara en la historia original no me decepcionaria al contrario seria un buen final pero es algo muy loco que se que kishimoto no haria, espero mas historias como estas de buenas.
hikari uzumaki- Sennin
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
una nueva entrega de historias no autorizadas. esta vez se da un tiempo diferente a al manga original. notaran enseguida los personajes que estan vivos y los hechos que no sucedieron con respecto al manga. la historia tendra entre 3 y 4 capitulos, espero que les agrade....
P/D: quien tenga una imagen para aportar como presentacion a esta historia....agradecido si me ayudan. saludos.
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HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA:
PAREJA: NARU-MIKOTO
NOMBRE DEL ARCHIVO: REVANCHA
PERGAMINO N1: UNA MUERTE TRÁGICA
P/D: quien tenga una imagen para aportar como presentacion a esta historia....agradecido si me ayudan. saludos.
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HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA:
PAREJA: NARU-MIKOTO
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PERGAMINO N1: UNA MUERTE TRÁGICA
- Spoiler:
- La cena en la casa Namikase nunca había sido tan silenciosa o tensa. El lord Hokage hacia casi una hora que había llegado y mientras su esposa estuvo en la cocina, todo pareció a una noche normal. Sin embargo cuando los tres integrantes de la familia se sentaron frente a frente, la situación dejó de tener el aspecto de algo cómodo o natural.
Ni siquiera la cena favorita de Kushina y Naruto (el ramen) tuvo algún efecto conciliador. Minato Namikase no podía permitir que la situación se saliera de control. Ser líder de Konoha era mucho más que llevar un sombrero y sentarse en una oficina a luchar contra el papeleo. Ser Hokage implicaba tener un equilibrio de poder que garantizara el orden y la estabilidad del pueblo.
El hombre observó frente a si como su único hijo, a la edad de 17 años cenaba con la inconciencia propia de su despreocupada forma de ver el mundo en general. Su hijo, Naruto Namikase quien estaba considerado un ninja promedio entre su generación, en donde despuntaban algunos brillantes exponentes. Cuando las cabezas de los clanes hablaban sobre Naruto, exponían una falta de talento e inteligencia necesaria para emular a su padre. En resumen, se lo consideraba un sucesor mediocre que solo aportaría a la aldea casándose y teniendo hijos. Había muchos brillantes jóvenes que podían ser candidatos potables para suceder al Yondaime antes que Naruto. Por supuesto nadie quería el retiro de Minato como cuarto maestro. Pero siempre los ninjas más jóvenes y destacados en cada familia de la aldea, eran observados para una eventual sucesión.
-Naruto….-dijo con voz neutral el líder, tratando de no mostrarse ansioso- tu madre y yo estamos invitados a una importante reunión este fin de semana. En necesario que vengas con nosotros.
El joven continuó comiendo su porción de ramen como si fuera lo más interesante del mundo. Aunque con una leve mirada dio a entender que había escuchado. Kushina, sentada en la punta de la mesa siempre entre los dos hombres, no pudo disimular la tensión que sentía. La mujer no estaba para nada de acuerdo con las decisiones de Minato. Durante noches enteras discutieron en el cuarto matrimonial. Kushina tenía mucha pena por el futuro de su hijo Naruto, pero después de rabiar y luchar a brazo partido para evitar la determinación de su esposo el Hokage, tuvo que admitir que Minato tenía razón. Era la única opción para mantener la paz en la aldea. Mal que les pesara a todos en esa casa.
-tienes que venir, -dijo el padre- a la mansión de la familia Hyuuga. Lord Hiashi nos ha invitado para estrechar lazos con nuestra familia.
Naruto no demostró ningún gesto de resentimiento o molestia. Era como si no hubiera identificado la intención tanto de su padre como del líder Hyuuga. Sin embargo, el joven tenía mejor noción de la situación de lo que sus padres pensaban. Subestimar a Naruto Namikase era el deporte favorito de su padre, y por añadidura de todos los líderes en Konoha.
-¿Sera el sábado? –consultó el joven ante el simple asentimiento de su padre- de acuerdo, supongo que tendré que avisarle a Sakura-chan para que me acompañe.
Todo el comentario final estuvo acompañado con una tibia pero irónica sonrisa. Kushina dejó de respirar por un segundo al ver como su marido enfurecía sin poder controlarlo de modo alguno. Minato intentó por todos los medios conservar la calma, pero realmente le fue imposible. ¡¿Cómo podía Naruto bromear en esas circunstancias?! ¡¿Cómo pretendía llevar a esa chica a una reunión donde supuestamente se arreglaría su matrimonio con la hija mayor del anfitrión?!
-esa niña no es bienvenida a esa noche…-señaló duramente Minato- ni a esta casa tampoco. Creo que es hora que dejemos las niñerías de una vez y te toca tomar las responsabilidades del caso Naruto. Tienes la posibilidad de desposar a la hija de Hiashi, y creo que será conveniente para todos.
-Naruto…-susurró Kushina muy preocupada por la reacción venidera de su hijo
El joven sorbió la última parte de su tazón y bebiendo el caldo con prontitud, lo asentó con firmeza habitual en la mesa y mirando a su madre declaró:
-la cena estuvo deliciosa Ka-san….-indicó poniéndose de pie- y en cuanto a tu bendición sobre Sakura-chan….Minato…-dijo cortante y lo miraba con frialdad orgullosa- si mi novia no es bien recibida en esta casa, me temo que yo tampoco lo soy. Iré por mis cosas a la habitación y hoy mismo me retiro para siempre de este lugar.
Minato le gritó y lo persiguió por el comedor ofuscado. Naruto no entendía las consecuencias de ese capricho. No entendía lo importante que era ese matrimonio arreglado. Simplemente no podía casarse con quien quisiera, era lamentable pero no podía. Era demasiado importante para Konoha. Pero el joven Namikase no iba a negociar los asuntos de su corazón. Desde que era un niño había amado y seguía amando a su compañera de equipo. Hasta hacia poco tiempo ella había ignorado esos sentimientos, pero hace seis meses Naruto consiguió una oportunidad. Y no la desaprovechó. Ahora ella era su novia, y en cuanto pudiera se casarían. Naruto la amaba a ella, solamente a Sakura Haruno. Lo demás no importaba nada.
-¡Naruto regresa aquí! – Le gritaba Minato desde el pie de la escalera que subía hacia las habitaciones- ¡tienes que escucharme! ¡Es importante que termines con esta locura!
Kushina solo se aferraba al brazo de su marido tratando de contenerlo. Tratando de que las cosas no se rompieran definitivamente entre padre e hijo. Kushina tenía conciencia que esto podía pasar. No tenía el mismo concepto que Minato sobre su hijo. Tal vez pareciera un joven despreocupado y carente de la seriedad que otros Shinobi exhibían tan a menudo. Pero eso no significaba que fuera débil, o que su carácter lo fuera. Naruto había perseguido por muchos años a esa muchacha hasta que por fin logró conquistarla. Su determinación era de hierro cuando deseaba algo intensamente. Meterse en su camino era una muy mala idea. Naruto era el tipo de sujeto que podía llevarse el mundo por delante cuando se interponían con su felicidad. Y esa joven, Sakura Haruno, era su completa felicidad.
Rato después, a pesar de que sus padres lo esperaran en los pies de la escalera jurándole que jamás se iría de esa casa, Naruto descendió con una mochila en su hombro derecho y un bolso negro cargado en su mano izquierda. Minato y Kushina lo miraron aun sin poder creer que su hijo pensara en marcharse. Incluso el padre dio un paso al frente como si pensara interceptarlo y evitar que fuera hacia la salida. Naruto sonrió fríamente, avanzó implacable y paso frente a Minato que por alguna razón no se atrevió a moverse ni a tocarlo. Pero Kushina caminó por detrás de su marido, parándose entre la puerta de salida y su hijo.
-no Naruto…-le suplicó apenas- no….mi bebé no se va a la calle solo. Mi hijo no…
-Ka-san…-sonrió suavemente el joven- conseguiré donde quedarme por hoy. Y mañana voy a comprarme un departamento. Le enviare la dirección en cuanto me instale, usted siempre tendrá las puertas abiertas en mi casa. Adiós…
Kushina le dio un abrazo que no quiso aflojar nunca más. Naruto le propinó un beso en la mejilla llorosa de su madre y abriendo la puerta abandono la casa de sus padres sin mirar atrás. Hacía meses que llamaba “Minato” a su padre, hacía meses que sabía lo que el Hokage quería hacer con su hijo. Pero Naruto no se casaría por acuerdos con cualquier mujer. Su cuerpo, su alma y corazón pertenecían a una sola mujer. Su novia, y en poco tiempo su esposa también. Naruto no retrocedería, no vacilaría en defender su felicidad. Minato Namikase lo subestimaba demasiado,
Un deporte peligroso.
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En la oficina oscura, solo iluminada por la luna y los reflejos artificiales que entraban por los ventanales desde la calle, Minato Namikase estaba borracho como nunca. Siempre a lo largo de su vida había sabido tener un plan para todo. Era metódico y estratégico, en batalla era mortífero no solo por su velocidad, sino por su capacidad para asimilar las pequeñas pistas que otorgaba el enemigo. Pero una situación lo tenía totalmente bloqueado y desconcertado. Una situación ocurrida hace casi 3 semanas lo puso contra el muro y le paralizó.
Jirayja, el gamma Sannin acompañaba esa noche de copas a su estudiante y se reía sin ningún tapujo al ver el desconcierto del Hokage. Minato hacia 3 semanas que no tenía ningún tipo de dialogo con su hijo Naruto. El joven había dejado de llamarle “padre” y ahora tampoco le dirigía la palabra. Solo con Kushina hablaba de tanto en tanto, cuando la madre visitaba a su hijo en su nuevo departamento. Su nueva vivienda comprada con dinero prestado por su padrino.
-Jirayja-sensei, no debió prestarle ese dinero a Naruto –le dijo Minato a su maestro con gesto ofuscado- ahora ha escapado completamente de mi control. Ya no me habla, apenas le dirige la palabra a Kushina y ella me quiere matar a mí porque destruí nuestra familia. –Jirayja sonreía divertido- ¡no se ría sensei que es grave!
-ja ja ja….lo siento Minato es inevitable para mí. –Decía Jirayja con el rostro colorado por la bebida- que el tranquilo y despreocupado de Naruto haya reaccionado de esa forma tan tajante me tiene completamente encantado. Realmente ese niño fue criado correctamente, conoce sus prioridades mejor que cualquier otro. Me siento orgulloso de haberlo entrenado. Además…. ¿por qué no debería haberle prestado el dinero siendo que es mi ahijado? Prometió que lo devolvería, y su palabra vale todo.
-Jirayja-sensei no es momento para tonterías. –Le reprendió Minato enojado- la estabilidad de la aldea pende de un hilo y ese delgado cabello se puede cortar si Naruto no obedece. Entienda por favor que no es mi intención hacerlo infeliz. Pero Naruto actúa como un joven normal, cuando en realidad es mi heredero, es el hijo de un Hokage.
-sabes perfectamente lo que pienso sobre los matrimonios arreglados Minato. –Señaló el peliblanco- Naruto puede ser un tonto muchas veces, también parecer despreocupado y sin talento en otras. Pero mi ahijado no es un juguete. Recuérdalo.
-¿y qué puedo hacer entonces? –Declaró totalmente angustiado el líder- cuando la guerra me hizo un nombre y Sarutobi-sama me elevó como Hokage, solo tenía mi fama para hacerme respetar como líder. Por el momento alcanzaba, también el casarme con Kushina fue algo que vino a asentar más mi poder.
-y ahora quieres que tu hijo se case con una heredera Hyuuga o Uchiha para asegurar la fidelidad de los clanes más fuertes ¿verdad?
-Hai….-suspiró Minato- mi familia no tiene a más integrantes que a mi esposa y mi hijo. Si Naruto no se casa con una mujer de clan poderoso, los Uchiha comenzaran a causarme problemas. Usted sabe, Fugaku estaba buscando cualquier motivo para hacerse con el poder.
-es un maldito, -aseguró Jirayja- quiere comprometer a tu hijo con su familia para crear lazos contigo. Para sucederte como Hokage o poner a algún pariente en cualquier caso.
-pero Naruto esta encaprichado con esa chica Haruno. –Señaló molesto Minato- ¡y ella le corresponde según supo Kushina! No puedo hacer nada, ahora los clanes ven que mi hijo no me obedece. Ahora estoy solo y para peor Naruto se niega a dirigirme la palabra.
-el amor no se elige Minato, -le indicó el Sannin- el amor te elige a ti.
-en su mundo de libros y fantasías puede ser que si Jirayja-sensei, pero en el mundo Shinobi los lazos matrimoniales garantizan la fidelidad. Naruto podría no solo ganar una esposa de alguna familia poderosa, sino también la posibilidad de hijos fuertes ¿y porque no? sucederme como Hokage. ¡Pero mi esposa dice que nuestro hijo no quiere nada de eso! Que solo quiere ser un Jounnin normal y tener una vida normal junto a esa chica sin casta Shinobi. ¡Y de él depende que la guerra civil no estalle en Konoha!
Jirayja por primera vez se colocó en seriedad. Él se había encargado de investigar la situación de primera mano para mantener al tanto de todo al Hokage. Había rumores, de descontento en el seno del clan Uchiha. Esos rumores estaban más que justificados porque Fugaku nunca pudo disimular sus ambiciones de poder. Pero esos rumores se quedaban cortos según supo Jirayja. Un informante del consejero Danzou Shimura, le dio el soplo que increíblemente el clan Uchiha pensaba actuar contra la estabilidad de la aldea.
-Fugaku tiene mucho poder en Konoha, -aseguró Jirayja repasando frente a Minato de lo que sabía- y sabemos que Danzou está claramente en su contra. Homura-san y Koharu-san, y también Sarutobi sensei están por ahora en postura neutral.
-pero eso puede cambiar muy rápido si las sospechas vertidas por Danzou resultan ciertas. –susurró Minato
-entre una posible guerra y el exterminio del clan Uchiha, el consejo no dudara demasiado. –Dijo el Sannin- será una masacre de todas formas. Pero en el juego de quien golpea primero, pueden quedar demasiados inocentes en la línea de fuego.
-por eso necesito que Naruto se comprometa con un clan fuerte. –Aseguró Minato- eso evitara que los Uchiha se descontrolen.
-el problema entonces es esa chica…-indicó Jirayja- Haruno Sakura. Mi ahijado no la va a dejar, ni aunque Kami-sama se arrodille a suplicarle.
-si la disponibilidad de Naruto Namikase está limitada por una Kunoichi- señaló un hombre entrando al despacho por las puertas principales- siempre hay algo que se puede hacer.
La entrada al lugar de ese sujeto puso en alerta a los dos hombres que bebían en la oficina. Jirayja tuvo un mal presentimiento sobre las palabras del recientemente llegado Fugaku Uchiha. Cuando ese hombre aportaba una solución, generalmente muchos cadáveres quedaban en el medio.
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La luna se colaba por la única por ventana del cuarto. Y allí estaba Naruto, acurrucado entre las sabanas llorando. El tiempo se había detenido solo para él, el dolor lo había encasillado en su departamento. No podía precisar como ocurrió, solo supo que su vida era feliz, que su novia había aceptado casarse con él y que había visitado a los padres de Sakura teniendo una cena bastante confortable donde no se presentaron mayores problemas. Naruto recordaba esa noche, las sonrisas de los padres, la belleza de su novia. Por primera vez en muchos meses se sintió libre de presiones, libre de su apellido paterno.
Pero todo se fue al diablo, todo dejó de tener motivo o significado. Sakura Haruno estaba muerta.
Una misión, una estúpida misión donde Naruto debería haber estado y por culpa del idiota de su padre, no pudo ir. Naruto lloraba, ahogado por su dolor, paralizado. Durante días ha estado encerrado sin poder salir. Sin poder comer, sin dormir. Sentía ruidos en la puerta de su apartamento, golpes firmes venidos de algún imbécil que no entendía la realidad. ¡No quería ver a nadie! ¡Quería estar solo! ¡Quería morir! En sus pocas horas de sueño soñaba con Sakura. Sus besos, su piel, el calor de su cuerpo. Naruto casi podía tocarla en sus sueños, pero ella se evaporaba en cuanto abría los ojos. Había muerto, Sakura-chan estaba muerta. No quedaba nada, ninguna cosa en el mundo para Naruto Namikase.
Los golpes seguían afuera, alguien estaba insistiendo demasiado. Ojala no fuera su madre. Kushina había estado alimentándolo casi a la fuerza. Lo había abrazado, lo había consolado, había soportado aun sus enojos y desplantes. Kushina sufría por su hijo, sufría por que Naruto parecía estar muriéndose de amor.
-¿QUIEN CARAJO ESTA GOLPEANDO? -Gritó Naruto extraviado por el dolor y la borrachera- ¡LARGUESE Y NO REGRESE!
-Naruto por favor abre la puerta…-dijo el Hokage quien también era su padre- tenemos que hablar, no puedes continuar así.
¡EL! ¡JUSTO EL MAGNIFICO HOKAGE NAMIKASE! ¡EL MALDITO QUE ENVIO AL EQUIPO KAKASHI INCOMPLETO! ¡MINATO NAMIKASE EL MALDITO QUE LE QUITO LA VIDA A SAKURA-CHAN!
-¡VETE AL INFIERNO! –Gritó apenas llegando con dificultad al comedor Naruto- ¡YO DEBI ESTAR PROTEGIENDOLA! ¡ERA MI COMPAÑERA, MI AMIGA, MI AMOR!
-Naruto ábreme la puerta…-volvió a insistir Minato- tu madre está muy preocupada. Ha pasado tiempo, tienes que salir de ese encierro.
-¡LARGATE DE MI VIDA! ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE! ¡TE ODIO!
A Minato le dolían esas palabras, nunca en su vida como Shinobi alguien le había lastimado tanto, con solo palabras. ¿Por qué? ¿Por qué lo culpaba por una misión que salió mal? Era cierto que había catalogado la misión como de clase A, cuando las circunstancias demostraron que era de clase S. pero Naruto no podía destruirse porque su novia había muerto.
Habían pasado 2 meses. Dos terribles meses donde Naruto dejó de trabajar, dejó de hacer misiones, de entrenar, aun de caminar por la calle. Estaba devastado, estaba despedazado como si toda su preparación ninja no pudiera ayudarlo a superar la muerte de Sakura.
Minato no quería esto, no quería hacerlo sufrir. Había aceptado hace meses que Fugaku ofreciera a la familia Haruno un trato para casar a Sakura con su hijo menor Sasuke. Eso sería todo, sin el apoyo del Hokage, Naruto perdería los derechos sobre su novia y quedaría libre. A cambio de eso Fugaku pidió tener la prioridad para ofrecer contrato matrimonial a la familia Namikase. Anticipándose a los Hyuuga.
Todo hubiera marchado a la perfección, de no ser por la misión donde Sakura murió. Ella junto a Kakashi y Sasuke fueron al país del té a recolectar cierto pergamino valioso para quien pagó el contrato en Konoha. Luego Kakashi informó que Sakura y Sasuke se separaron de él, para investigar en un pueblo cercano la ubicación exacta del punto de encuentro, ya que los datos aportados por inteligencia fueron erróneos. Nunca se supo que ocurrió exactamente, pero Sasuke se separó de Sakura y ella fue atacada por una banda de ninjas renegados. La derrotaron, la capturaron, abusaron de ella durante casi dos días, y finalmente la asesinaron salvajemente. Sasuke y Kakashi dieron con el cuerpo al tercer día. El resto como se suele decir, es historia.
-Naruto, hijo por favor…-volvió a insistir el Hokage- no puedes dejarte morir, así no eres tú. Nunca te rindes. Al menos hazlo por Sakura, ella jamás hubiera querido que te murieras si en realidad te amaba.
Algunos segundos después de esas palabras, Naruto abrió la puerta con mucho esfuerzo. Apoyando su brazo en el marco de la entrada como si quisiera impedir que el visitante se colara de alguna manera. Jadeaba por la ebriedad, Minato podía oler el alcohol en su hijo. Jamás había bebido una copa antes del triste suceso. Se miraron fijamente, Minato no podía creer toda la rabia que veía en los ojos azules de Naruto. Era un hombre completamente desconocido para el Hokage.
-tenemos que hablar….ahora.-indicó con firmeza el padre.
Naruto le dejó pasar, se alejó de la puerta como tratando de conservar las distancias. Era como tratar con un enemigo. Naruto sentía la rabia corroerlo, Minato Namikase era uno de los culpables de la muerte. También lo era Sasuke que había dejado sola a Sakura. En tanto el Hokage no podía empezar a hablar, se sentía sorprendido y paralizado. ¿Por qué? ¿Por qué Naruto lo odiaba? ¿Por qué odiaba a su padre? Fue un error de trabajo, solo eso, ¡nada más que eso!
-según el informe de Kakashi Hatake, -señaló Minato tratando de recuperar terreno- Haruno Sakura fue atacada por 5 elementos renegados de alta categoría. Uchiha Sasuke no tenía manera de saber que esos hombres estaban en el pueblo. Tampoco pudo volver con ella, por que buscaban por separado el pergamino que era…
-¿Por qué no me enviaste con el equipo? –dijo simplemente el joven
-por que estabas en otra tarea…
-había vuelto un día antes.
-era una misión de rango A –señaló Minato- dos Jounnin de alto nivel como Kakashi y Sasuke, y una Chunnin medico de alta categoría debían ser suficientes.
-vete, no quiero escucharte. –Se cubrió los oídos con dolor- ¡no quiero escucharte nunca más!
-debes reponerte Naruto…- le pidió Minato preocupado- no eres tu últimamente y en esta aldea eres alguien valioso. Eres importante para tu madre y para mí, eres vital para Konoha. ¿Por qué no lo entiendes? ¡No puedes vivir tu vida apartado de tu destino!
-¿mi destino? –Balbuceó el joven- ¡Sakura-chan era mi destino! ¡Sasuke me la arrebató! ¡Lo voy a matar! ¡Un día acabare con él!
Minato no lo entendía, no podía comprender como Naruto le jurara muerte a Sasuke. A su mejor amigo le juraba muerte. ¡Todo por un estúpido error! Pero poco duro la furia en los ojos de Naruto, su cuerpo estaba débil, su alma estaba destrozada completamente. Durante días había estado en el cementerio custodiando la tumba de su amada, parecía haber muerto con ella pero aún estaba vivo. Tenía que encontrar las razones para seguir adelante. Comenzó a llorar, su rostro con las marcas definidas se desarmó en lágrimas y Minato abrió sus brazos para recibir a su hijo. El pobre muchacho no podía soportarlo más.
-¡mi pobre flor! –Gemía ahogado y abrazado por su padre- ¡mi hermosa y pobre Sakura-chan! ¡No puedo dejar de verla! ¡No puedo dejar de recordarla Oto-san!
Minato no sabía qué hacer, ver a su único hijo llorando como un bebé no era lo que esperaba. No sabía consolar a las personas, no esperaba venir y encontrarse con este cuadro. Estuvieron así algunos minutos, Minato pensó que aun con la desgracia que le sucedió a esa chica. La situación para Konoha sería ideal. En algunos meses, Naruto se recuperaría, entrenaría duro y además de elevar su nivel dejando las tonterías. Luego concertar un compromiso matrimonial y la familia Namikase tendría el lazo político que evitaría los problemas con el clan Uchiha. Minato pensaba en que hacer y qué decir, la verdad Kushina había estado muy acertada en pedirle que viniera a ver a Naruto. Esta charla estaba ayudando acercarlos como padre e hijo. Por primera vez en casi seis meses Naruto le había llamado “Oto-san”.
-Oto-san…-gimió Naruto aturdido por el dolor-…Oto-san me duele tanto. -Decía tomándose el pecho como si el corazón se fuera a salir- no puedo dejar de oler su perfume, no puedo dejar de escuchar su voz. Me duele…
-hijo, tienes que recordar lo mejor de ella…-señaló Minato que se sentía devastado por el dolor de su hijo- pero permitas que el recuerdo te arrastre. Tu madre y yo estaremos siempre para ti.
Unos golpes a la puerta sacaron de concentración a Minato. Alguien más venía a tratar de ver a Naruto. Tal vez era Kushina, la pelirroja había estado rogando por días a Minato para que visitara a su hijo. El Hokage nunca pensó que la situación fuera tan grave, pero luego de un mes sin que Naruto acudiera a la oficina por trabajo, Minato comprendió que no estaba superando su perdida.
El padre condujo a Naruto para que se sentara en un pequeño sillón de su cocina-comedor. Luego con lentitud fue a abrir la puerta y recibir la visita. Pensaba dejarle a Kushina el lugar necesario para que consolara a su hijo. Solo una madre podría con ese trabajo tan complicado. Pero cuando vio la persona que había tocado a la puerta, le causó una gran sorpresa.
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La noche en la mansión principal Uchiha era tranquila. El líder del clan caminaba por el jardín interior tratando de poner en orden sus pensamientos. Fugaku Uchiha había ansiado por mucho tiempo el puesto de Hokage. Desde hace años, antes que el descastado de Minato Namikase inventara esa infernal técnica llamada “dios del trueno”. El tercer Hokage debía entregarle el sombrero a un líder nuevo y por supuesto Fugaku, estaba entre los candidatos. Pero tanto Minato Namikase como Orochimaru el Hebi-sannin, tenían mucho poder personal para no ser considerados como posibles Hokage.
La guerra ninja arrojó a la fama e idolatría a Minato, y Sarutobi lo eligió como cuarto maestro aun cuando era demasiado joven y sin familia de tradición ninja. Fugaku estuvo muy molesto durante semanas cuando lo supo, pero enseguida se dispuso a trabajar por el bien de su clan. Minato era joven y famoso. Pero estaba solo, necesitaba una esposa que perpetuara su dinastía y como Hokage podía ser capaz de tomar a quien quisiera. Fugaku envió a la cacería de Minato poniendo en su camino a las más hermosas y voluptuosa mujeres del clan Uchiha. Asediaron a Minato por meses enteros, se planearon fiestas para comprometerlo y hubo todo tipo de tretas buscando que cualquier mujer Uchiha lo sedujera.
Sin embargo, todo fue inútil.
Minato Namikase se unió en matrimonio con la maldita Jinchuriki, Kushina Uzumaki. Si hubiera sido cualquier mujer débil, habría sido fácil apartarla del camino. Pero esa pelirroja era violenta y dura de pelar. Conquistó a Minato completamente y al poco tiempo quedó embarazada. En esos momentos Fugaku no supo que más hacer. Se resignó a su suerte, la mala fortuna de haber nacido en una época donde el Hokage era un puesto inalcanzable. Los Uchiha no podrían dominar, no importaba si como familia eran numerosos y poderosos. Ser Hokage para un Uchiha parecía imposible.
Pasados los años, una tarde Fugaku tomaba el té y miraba en el jardín a su hijo mayor con tan solo 9 años. Itachi era el talento en estado puro, tenía todo el aspecto de convertirse en alguien de enorme calibre en poco tiempo. Itachi se convirtió en la nueva esperanza de Fugaku. Primeramente intentó convertirlo en el alumno de Minato pero el Hokage no consintió compartir sus técnicas con otra persona que su hijo. El niño apenas caminaba y se veía a lo lejos que sería un gran Shinobi. Tenía el chakra en brutales cantidades como su madre, era compatible con el Kyuubi con lo que seguro se convertiría en el próximo Jinchuriki. También tendría las técnicas secretas de Minato, convirtiéndose en un futuro hombre invencible.
¡Otra vez el clan Uchiha seria descartado!
Mientras Itachi entrenaba desde muy joven con el ANBU, Fugaku intentaba todos los métodos para ganar una posición determinante sobre Naruto. Intentó comprometerlo desde el nacimiento con un contrato matrimonial, pero Kushina se negó a decidir esa cuestión con Naruto de niño. Luego permitió a Mikoto (la esposa de Fugaku) trabar amistad con la Jinchuriki, además de presionar para que Sasuke (su hijo menor) y Naruto fueran amigos. Quería crear un lazo entre el hijo del Hokage y su familia. Pero pasado el tiempo solo pudo atestiguar la amistad de Naruto y Sasuke sin que el rubio se sintiera interesado por ninguna niña del clan Uchiha.
Cuando el joven Naruto se graduó de la academia, se hicieron los arreglos necesarios para conformaran el mismo equipo. Fugaku trabó alianza con Danzou de la Raíz con la misión de debilitar el control de Minato sobre la aldea. El líder de Ne, quería el puesto de Hokage, o una posición más elevada sacando del medio a Sarutobi Hiruzen en el consejo. Se unieron por varios años en post de lograr estos objetivos. Hasta que Fugaku vio cómo su propio hijo Itachi, comenzaba a poner las órdenes del ANBU, por sobre los intereses del clan Uchiha.
Fue cuando Fugaku se dio cuenta que Danzou estaba conspirando contra él. Solo quedó un camino para no perder posiciones en Konoha. Tenía que lograr el apoyo total de Minato para destruir a Danzou. Y para ello, lo único que funcionaria seria casando a Naruto con cualquier mujer Uchiha. Lamentablemente todo se fue al diablo cuando Naruto se enamoró de la chica equivocada. Esa muchacha del clan Haruno estaba en medio y nada de lo que las jóvenes Uchiha intentaron, apartó a Naruto de su objetivo. Todo lo planeado, todos los rumores falsos perpetrados para presionar a Minato con el casamiento obligado de Naruto dejó de servir en cuando el hijo del Yondaime abandonó la casa paterna y se estableció por su cuenta.
Naruto lo había arruinado todo para Fugaku, establecido por su cuenta y casado con la joven Haruno. Su poder personal lo haría el sucesor natural de su padre. El muchacho podía no querer estar metido en la política de la aldea, pero con el tiempo terminaría siendo elegible para ser Hokage.
Fugaku había urdido un plan perfecto para capturar a Naruto en el matrimonio. Rumores y datos falsos de una revolución debían llegar al seno del consejo de ancianos. No podrían comprobar nada, ya que era todo falso, pero Minato para asegurar el bienestar de Konoha y evitar el derramamiento de sangre, obligaría a su hijo Naruto a casarse.
Luego Fugaku escuchó la conversación de Jirayja y Minato casi en su final. La clave era apartar a esa chica del medio. Y como Naruto estaba exiliado de la casa Namikase, Fugaku tenía la clave en el dinero de su familia para atrapar a Naruto. Fue a la casa Haruno y ofreció una pequeña fortuna por la mano de Sakura en favor de su hijo Sasuke. Cometió un par errores en esa reunión por supuesto. Primero, nunca imagino que Kizashi Haruno tuviera su orgullo a pesar de ser un hombre humilde. Y segundo, se le ocurrió aclarar que ofrecía el contrato de matrimonio pero Sasuke no tendría como única esposa a la joven Sakura. Después de todo, estaba en vista que contrajera nupcias con un par de mujeres de clanes nobles.
Cuando recibió la negativa de parte de los Haruno, montó en cólera. Muchas veces en la vida había enfurecido pero pocas o ninguna había pagado un precio por tal error. Esa vez la recordaría por haber cometido el último de sus grandes desaciertos. Muchos meses después recordaría esa tarde que decidió asesinar a Sakura Haruno.
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A Itachi Uchiha le molestaban los trabajos apresurados.
Desde muy joven, habiendo ingresado a los ANBU, podía tomar el camino más eficiente y tranquilo para completar sus misiones sin problemas por reportar. En los últimos meses sin embargo, sus ocupaciones se habían multiplicado sustancialmente. Su padre, Fugaku Uchiha líder del clan. Estaba reuniendo bastante seguido con todos los cabeza de familia para planear la “reestructuración de la familia” desde los puestos de la policía de Konoha, los Uchiha estaban recaudando información estructural de toda la villa en busca de conocer hasta la mínima debilidad en caso de presentarse un ataque.
Engañar a Itachi no era tarea fácil, su padre primero le dijo que sobre esos movimientos extraños, solo quería demostrar el poder del clan al Hokage y así ganar el favor de Minato para casar a su hijo único con la familia Uchiha. El joven ANBU no resistió al argumento, pero haciendo las averiguaciones pertinentes se encontró con que los Uchiha hacían su trabajo “demasiado evidente”. Elementos de Danzou ya habían notado estos movimientos y contactados con Itachi supieron que las intenciones de Fugaku estaban indicadas a lo político y no a desestabilizar realmente.
Por un tiempo, todo pareció otra de tantas negociaciones entre clanes para un matrimonio de conveniencia. Pero Itachi no era un hombre descuidado, y pronto comenzó a sospechas que los planes de su padre iban más allá de lo aparentado. Fingió colaborar con los Uchiha, simulo ante Danzou que toda la primera versión de su padre era la única, y en las sombras esperó en silencio. Itachi era joven, era talentoso y un Shinobi de temer. Era orgulloso integrante del clan Uchiha pero por sobre todas las cosas, un hombre de paz dispuesto a todo por proteger a la aldea.
Una tarde, cuando regresaba de misión en solitario. Se cruzó por la calle con Namikase Naruto. Estaba paseando con una joven del brazo, una muchacha evidentemente Kunoichi que Itachi recordaba como el tercio del equipo que su hermano pequeño Sasuke y Naruto, compartían bajo las órdenes de Kakashi Hatake.
-itachi-nii….-le dijo Naruto sonriendo- Sakura-chan y yo justo íbamos a almorzar. ¿Nos quieres acompañar?
Itachi no tenía una relación estrecha con ninguno de los dos. Solo recordaba que Naruto desde muy niño se la pasaba jugando con Sasuke y a veces se quedaba a dormir en la mansión Uchiha. Y de la joven pelirosa, que cuando era una niña había estado enamorada de su pequeño hermano, pero ahora parecía más a gusto con su otro compañero. Itachi hubiera dicho de buena gana que no a la invitación. Pero su novia apareció justo en ese momento y todos terminaron almorzando en Ichiraku-ramen. Itachi pasó una comida muy amena, pero también pudo comprobar que Naruto Namikase no estaría para nada dispuesto a comprometerse con la familia Uchiha.
Después de ese evento, Itachi no sospecho nada extraño hasta que le llegó la noticia de la desafortunada muerte de Sakura Haruno. Solo le bastó ver como su padre felicitaba a Sasuke para darse cuenta quien había dado la orden de desprotegerla, y quien la había acatado.
Itachi Uchiha amaba a Konoha. La amaba sin estridencias, sin expresiones exultantes o grandes demostraciones. Amaba a Konoha tal y como quería la paz. Pero en el complicado mundo donde el bien y el mal se mesclan. Donde el deber de ser Uchiha choca con ser Shinobi, con ser hermano o hijo. El joven Itachi tuvo que tomar una dura decisión. Se puso a disposición del destino, se expuso tal y como muchos antes lo habían hecho.
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Habían pasado seis meses desde la muerte de Sakura. Seis meses, 22 días, 14 horas y unos cuantos minutos para cierta persona. Naruto Namikase volvía a la aldea luego de una misión realizada exitosamente. Solo él había partido, demostrando ser suficiente para cumplir la labor de rango S. las cosas habían cambiado en la vida de Naruto. Desde la noche donde su padre lo visitó en el departamento. Naruto había vuelto a la casa familiar para complacer los ruegos de su madre que no hacia otra cosa que visitarlo y suplicarle que volviera a casa.
Kushina hacia todo lo posible por recuperar a su hijo. No a este hombre oscuro, silencioso y violento. Sino a su hijo verdadero. Aquel que sonreía lleno de optimismo y desbordaba salud. La buena voluntad de Kushina no pudo siquiera rescatar una sonrisa en su joven hijo. Naruto no hablaba más que lo justo y necesario. Apenas si les dirigía la mirada a sus padres y jamás había vuelto a frecuentar a sus amigos de la generación Shinobi.
Minato había apartado a Sasuke de Naruto evitando que se encontraran y que su hijo cumpliera la amenaza de matarlo. Jirayja era el único con quien Naruto entrenaba y muchas veces tuvo que apersonarse por el hospital para ser curado luego de luchar contra Naruto. Se había vuelto alguien brutal, despiadado y efectivo. Entrenaba durante 8 a 10 horas diarias, usando los clones de sombras para multiplicar la experiencia y generalmente volvía prácticamente muerto a la casa Namikase. Minato no se preocupó por estas actitudes. Es más, las felicitaba. Naruto elegía hacerse fuerte en lugar de dejarse caer. Su actitud había cambiado desde la noche donde lo vio llorando como un condenado. El Hokage debía agradecer a Mikoto Uchiha. La mejor amiga de su esposa había cuidado de Naruto esa noche y seguramente hablado con el dándole consuelo.
No se sabía que hablaron, Naruto jamás lo comentó. Pero lo cierto es que el rubio no intento confrontar a Sasuke ni hacerle daño al clan Uchiha. Se sabía que Mikoto era como una especie de “tía” para Naruto. La quería mucho, era tal vez la única de ese clan a quien apreciaba verdaderamente. Sobre todo porque Mikoto no despreciaba a Kushina por ser Jinchuriki. Eso había agradado a Naruto cuando era apenas un niño. Generalmente el joven nunca tenía empatía por las personas que miraban con malos ojos a su madre. Siempre había sentido rechazo por cualquiera que odiara a Kushina.
Ingresó a la oficina del Hokage para informar el éxito de su misión. Mientras hablaba frente a su padre, Naruto no pensaba en otra cosa que salir de ese lugar y comprar flores para llevar al cementerio. Nunca dejaría de visitar a su novia, no importando el tiempo sentía que seguiría amándola para siempre. Mientras sus palabras vacías de emoción se regaban por la oficina, Minato dudaba cada vez más de hacer lo que tenía pensado. Era una jugada arriesgada con amplias posibilidades de salir mal. Su hijo se estaba recuperando pero no volvería a ser el mismo. Aunque ese solo fuera el deseo de su madre específicamente.
-es todo Hokage-sama….-anuncio Naruto- me retiro con su permiso.
-Naruto no…-le dijo el padre- ahora mismo un equipo vendrá aquí para recibir una misión.
-trabajo solo, -añadió Naruto- no quiero niños, novatos o estúpidos que solo me retrasan.
-temo que necesitaras de ellos. –Indicó Minato serio- ya que pueden identificar a los objetivos visualmente.
En ese momento el equipo Azuma ingreso al salón. Minato les dio el visto bueno y Sarutobi Azuma se cuadró en línea con sus tres estudiantes que ahora también eran su equipo. Shikamaru Nara, Yamanaka Ino, Akimichi Chouji. Tres jóvenes de la generación de Naruto, hace meses buenos amigos, ahora gente sin importancia para el joven Namikase.
-rastreo, detección y cacería de un grupo de renegados con identidades desconocidas. –Ordenó Minato mirando los informes aportados por inteligencia- Azuma será el líder de equipo y Naruto los apoyara. ¿Alguna pregunta?
-solo una…-respondió Naruto- ¿Por qué un equipo especializado en tácticas de combate es enviado a una misión de rastreo, cuando claramente el equipo Kurenai es el más indicado?
Era una pregunta valida y todos lo sabían. Lo extraño es que saliera de la boca de Naruto Namikase, quien en general no le preocupaba pensar tanto como hacer tamaño comentario sagaz. Sin embargo, tanto el rubio como el equipo azuma estaban dentro de la misión por razones específicas. Minato se predispuso a explicar los motivos con calma.
-los renegados son terroristas que han trabajado para enemigos de Konoha. –Anunció a los presentes- se presume que ellos causaron la explosión en el palacio de verano del feudal y además la masacre en el pueblo costero de Esperda. El equipo Azuma los vio moverse hace meses y pueden identificarlos. Tal vez son los únicos que pueden.
Naruto estaba por preguntar la razón. Pero Ino acercándose suavemente le tomó del codo y mirándolo con dolor le susurro:
-ellos son quienes….-lo miró con sus ojos hermosos y un gesto débil- mataron a Sakura.
Los siguientes minutos Naruto no los recordará jamás. Su cuerpo estaba allí, veía mover los labios a los demás notando que hablaban pero el sonido no alcanzaba a descifrarlo. Su corazón latía descontrolado. Salvaje, violento y asesino. Su mente solo podía pensar en una cosa, solo una en verdad. El destino les ponía enfrente a los malditos que habían robado su felicidad. Los desgraciados que había ultrajado a su mujer, que la violaron, la torturaron y luego la despedazaron. El mundo era enorme Naruto lo sabía bien. Pero justo en ese momento se hizo pequeño como un dedal. Nada más importaba, nada tenía sentido más que matar a esos bastardos. Pero antes de eso les haría sufrir, serian horas enteras las que tomaría para hacerlos pagar. Tal vez durante días estaría infringiéndoles dolor. Les haría pagar, les mataría tan solo cuando ellos suplicaran por su propio fin. O tal vez no, tal vez se tomaría más tiempo para torturarlos.
-es todo equipo Azuma…-anunció Minato serio- partan cuanto antes. –Cuando todos se movían miró a su hijo y declaró- Naruto…quédate un momento.
Azuma y sus tres estudiantes salieron de la oficina al tiempo que padre e hijo no hacían más que mirarse seriamente. Minato necesitaba vivo al menos uno de esos renegados. Ellos eran los causantes de las bombas que azotaban al país del fuego desde hacía años. Naruto seguramente lo mataría, y eso no era conveniente para la aldea hasta tanto no se les consiguiera sacar la información sobre el proveedor de explosivos. Minato además, planeaba ayudar a su hijo con su obsesión. Que atrapara a sus rivales, aquellos que le habían quitado a su pareja, haría que Naruto al fin diera una vuelta de página en su vida. Le permitiría continuar.
-Naruto….-señaló el Hokage caminando con gesto pensativo por la oficina- necesito al menos uno vivo, y en buen estado para interrogarlo.
-lo sé Hokage-sama…-señaló neutro el rubio a lo que sorprendió a su padre- ellos son los terroristas que atentaron contra el palacio del feudal y otros tantos lugares. Es necesario entregarlos a la división de interrogatorios para que los hagan cantar.
Se miraron profundamente, ¿acaso Naruto no los mataría apenas los tuviera en alcance? Minato comenzaba a pensar que estaba dándole por donde le convenía, y tal vez luego los mataría fingiendo haber sido inevitable.
-promete que me traerás aunque sea uno. –Advirtió Minato sabiendo que las promesas de su hijo eran sagradas- promételo Naruto.
-claro que lo hare Hokage-sama…-sonrió fríamente el joven con malicia- solo si usted me concede un permiso especial.
-¿permiso para qué?
-le voy a traer a todos para ser interrogados. –señaló Naruto como si hablara de niñatos, en lugar de peligrosos criminales- sanos y de una pieza para que Morino les saque toda la información. Pero cuando termine…
-¿Qué quieres?
-quiero la autorización nivel 5 del Hokage para tomar custodia de esos prisioneros. –finalizó siniestro- y hacer con ellos lo que me apetezca.
-¿acaso piensas torturarlos más, luego de que hayan pasado por las manos de Ibiki Morino?
-lo que haga con ellos, o deje de hacer…será solo de mi interés. ¿Aceptas Oto-san darme esa autorización?
Minato no pudo decirle más. No entendía como un joven tan amable y carente de sed de sangre, había mutado en un despiadado sujeto capaz de pensar como torturar a sus enemigos. Ahora con esa hábil propuesta, Minato tenía los interrogatorios que quería, pero Naruto también obtenía lo que estaba esperando hace tiempo. Le hizo acordar a Orochimaru, esa bestial sed de sangre, esa carencia de escrúpulos. Minato se lamentó por lo que iba a hacer, simplemente asintió y Naruto sin despegar su terrible sonrisa se fue de la oficina para dirigirse a la búsqueda del objetivo. Jirayja le había enseñado a usar el modo ermitaño. Naruto que desde niño no había parecido alguien con interés o talento como Shinobi, ahora dominaba esa energía natural como parte de sus armas más letales. Podía rastrear a una hormiga a kilómetros. Los renegados no tenían escapatoria. Ni ellos, ni cualquier otro a quien Naruto Namikase considerara enemigo.
Fin del pergamino 1
arminius- Clan Seiryuu
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en los prados verdes de mi imaginacion.
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
- naruto xmikoto :
- o esta :
- o la techer mikoto :
mmmm internaste el caeos que ay en la familia namikaze-uzumaki , y los planes de el lider Uchiha y pobre naruto el que su prometida sakura terminara así
moi-06yoyo- Sennin
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cuarto de sakura en su cama con ella
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
como decía Scooby Doo cuando tenia hambre , bueno,bueno,bueno,bueno.
no lo había visto pero esta genial , como todo lo que escribes Arminius un Naruto x femSasu x Sakura no me los esperaba y el segundo un Naru x Miko muy interesante pero tenias que matar a Sakura chan ?
no lo había visto pero esta genial , como todo lo que escribes Arminius un Naruto x femSasu x Sakura no me los esperaba y el segundo un Naru x Miko muy interesante pero tenias que matar a Sakura chan ?
orochi- Jounin
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en la tierra de izumo donde tomo mucho sumo
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Vaya que intensidad de esta historia, pero me agrada, no mucho que Sakura haya muerto asi, pero pues parte de y no tendria sentido lo que vendra despues.
Muajajaja! Pero espero que el maldito de Fugaku pague!
Conti!
Muajajaja! Pero espero que el maldito de Fugaku pague!
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
me gusta este fic no es nada >.< estaba bien genial todo espero que lo sigas *0* andare pendiente a las continuaciones
ulqui-kun lezoldat- Novato
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
pido una disculpa por el retraso, con sinceridad no he tenido tiempo de nada. este capitulo solo sale por que ya estaba escrito desde antes. espero que les guste y para los que siguen mi fic "renacer", tendran que esperar un par de dias mas a ver si puedo terminar el capi. saludos y comenten que aun falta...
P/D: muchas gracias por las imagenes, pero yo buscaba algo mas....ninja. XD. saludos.
PERGAMINO 2: UN PACTO CON LA DESTRUCCION
P/D: muchas gracias por las imagenes, pero yo buscaba algo mas....ninja. XD. saludos.
PERGAMINO 2: UN PACTO CON LA DESTRUCCION
- Spoiler:
- Shimura Danzou sabía ser paciente. Sus ambiciones eran enormes pero tal como los grandes estrategas, sabía esperar que los factores se acomodaran en el tiempo y espacio para lograr sus objetivos, siempre con el mínimo riesgo para su nombre o persona física. Durante años, había estado recolectando poder. Desde su perdida batalla por el puesto de Hokage contra Hiruzen Sarutobi, cuando intentó desafiarlo pese a que el Nidaime lo había erigido a su amigo como líder, Danzou se quedó en la oscuridad. Esperando el momento de la revancha.
Sarutobi tenía el sombrero como tercer maestro, tenía el respeto de todos y hasta sus enemigos en el exterior lo nombraban como “el dios Shinobi”. Su especialidad eran los clones de sombras. Técnica maldita con la cual absorbió en muy poco tiempo todos los jutsu conocidos en la aldea de la hoja convirtiéndose en el mejor. Los clanes confiaban tanto en Sarutobi que incluso le permitieron adquirir los conocimientos secretos de cada familia. Por qué el Hokage era hombre de una sola pieza cuando emitía su palabra empeñada. Sarutobi juró jamás divulgar o utilizar los jutsu secretos que aprendió.
Su conocimiento era poder, el enemigo no sabía las concesiones de Sarutobi a los clanes y por tanto su fama como el conocedor de todas las habilidades ninja en el país del fuego lo hicieron temible. La guerra donde entre muchos, falleció Tobirama Senju, había dejado muy debilitada a Konoha y se preveían más calamidades. Sin embargo el truco funcionó, el tercer Hokage fue considerado el más fuerte del mundo y por todos los años donde las aldeas enemigas pudieron obtener una victoria, hubo paz y quietud que permitió a la hoja volver a reverdecer.
Los años pasaron, la aldea creció y Danzou se hizo cargo del trabajo sucio que Sarutobi no tenía el estómago para realizar. Una nueva guerra estalló, tal vez fue uno de esos métodos especiales que Danzou utilizaba que terminó por desencadenar otro conflicto. Como fuera la situación, Danzou esperaba que las batallas terminaran absorbiendo a Sarutobi y engulléndolo a la muerte. Él se había preparado a conciencia con habilidades secretas extraídas del Sharingan que robaba a los Uchiha y otros experimentos. Hizo un trato con Orochimaru, garantizándole libertad para sus investigaciones de pocos escrúpulos, siempre y cuando tuviera su apoyo para ser el próximo Hokage. Todo estaba preparado, pero la guerra terminó imprevistamente por el enemigo que se rindió ante el poder de Konoha. O mejor dicho, el enemigo se rindió ante el poder de un solo Shinobi. Minato Namikase.
Danzou nunca creyó que Sarutobi nombrara a nadie más que a él como sucesor. Luego de la guerra el tercer Hokage se vio desbordado por la situación y quiso entregar el mando. Cuando Minato Namikase fue ungido como Yondaime, Danzou no pudo más que aceptar. Era joven y hasta cierto punto manipulable, pero sobre todo era muy poderoso. Imposible de vencer en batalla. Rápido como la muerte, fuerte como una montaña.
Fueron tiempos donde el líder de Ne, trabó alianza con Fugaku Uchiha. Buscando desestabilizar a Minato y por tal casarlo con una mujer conveniente. Que el Yondaime hubiera elegido a la jinchuriki como esposa, no hizo más que detener todos los planes en su contra aunque ni estuviera enterado del asunto. Danzou volvió a las sombras, a esperar, a tener paciencia y aumentar más su poder.
Todavía no era su tiempo. Tenía que tener paciencia.
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El consejo de ancianos estaba reunido con el Hokage y también con Fugaku Uchiha. Mientras Koharu, Homura y Sarutobi parloteaban sobre esto o aquello. Shimura Danzou solo guardaba silencio. Estaba irritado por que sus planes estaban a punto de fracasar estrepitosamente. La reunión no era otra cosa que un arreglo para establecer el documento que uniría en matrimonio al hijo del Hokage Namikase con una joven del clan Uchiha. En pocas palabras para Danzou, esto era un desastre.
Sus ambiciones de suceder al Yondaime estaba asentadas en desestabilizar la paz de la aldea en su fuero interno. Separar a Minato de los clanes, la familia Namikase no podía formar lazos con algún clan poderoso o iniciarían una dinastía. También tenía problemas con Fugaku Uchiha, que deseaba también tomar el poder y por tanto estaba en contra de Danzou. Fueron aliados durante años, incluso el consejero entrenó a Itachi a su conveniencia. Pero Fugaku estaba en su contra desde que comenzó a notar que su hijo mayor ya no le pertenecía.
-bien, -declaró Sarutobi- estamos de acuerdo en este contrato. Namikase Naruto se unirá en matrimonio con Kagami Uchiha. ¿Están conformes las partes?
Fugaku no pudo evitar sonreír ante sus planes concretándose, Minato se mostraba neutral, aunque sabía que le esperaba una difícil tarea para convencer a su hijo de que firme este pacto. Los consejeros estaban satisfechos uniendo las partes y garantizando la paz en Konoha. Solo Danzou veía sus estrategias fracasar. Aun así, actuó conforme a una última idea que le había surgido basándose en lo que sabía sobre el joven Namikase y las leyes de la villa.
-esto es una infamia….-declaró molesto- una verdadera tragedia.
Todos le miraron, Fugaku y Minato desconfiaban de él. Sabían que este trato no le convenía. Pero la forma en que lo expresó les hizo pensar que habían hecho algo mal. Homura y Koharu se limitaron a preguntarle ¿Qué le hacía creer una infamia ese trato? Mientras que Sarutobi, más sorprendido que todos, no entendía que podría interesarle a su viejo amigo ese contrato matrimonial.
-Si firman ese acuerdo….-declaró orgulloso Danzou- estarán firmando una sentencia de muerte para el joven Namikase. No seré parte de este circo mal armado. –dicho esto, se puso de pie como para retirarse.
-podría Danzou… -señaló la anciana Koharu visiblemente sorprendida- explayarse sobre las razones que encuentra “negativas”.
-mi función en esta aldea, y el trabajo de mis subordinados es el espionaje. –Anunció con solemnidad- el muchacho, el hijo de Minato ha estado bajo mi estricta vigilancia.
-¿por qué razón sigues los pasos de un Shinobi leal a Konoha? –Apuntó Sarutobi muy molesto- ¿Acaso acusas a Namikase Naruto de traición?
-Danzou-sama solo ha hecho lo que le pedí hacer…-indicó Minato- Naruto, luego de la desafortunada muerte de su novia, estuvo en una situación inestable. Acusaba a personas por una misión que salió mal. Solo quise evitar que una reacción imprudente, acarreara más problemas.
Todos estaban enterados de la situación tensa entre el hijo de Minato y el hijo de Fugaku. Palabras más o menos, evitar que se encontraran había sido el trabajo de Danzou y sus hombres.
-Namikase Naruto, -anunció Danzou- se encerró durante meses a “sufrir” –dijo con repugnancia al sentimiento- luego regresó a la casa del Hokage, y ha entrenado adecuadamente desde entonces. De un nivel Chunnin estándar, ha evolución a Jounnin de elite en pocos meses. Sin embargo, los informes de mis hombres arrojan una evaluación concluyente… tendencia suicida.
-¿tendencia….?
-entrena hasta desfallecer, durante demasiado tiempo. De un promedio a 30 días, en 27 de ellos ha terminado visitando el hospital para que lo sostengan con vida. –Danzou supo cómo hacer del silencio, una profunda puñalada- el muchacho está a un paso del abismo, firmen ese contrato….y estarán empujándolo.
Fugaku no podía emitir ni un gesto, pero por dentro ardía de rabia. El desgraciado de Danzou manipulaba a todos. ¡Fingiendo que le importaba el niño Namikase! ¡Era un asesino de sangre fría! ¡No le importaba nada ni nadie! ¡¿Qué rayos estaba planeando?!
-sugiero un poco más de sutileza…-anunció calmadamente- creo que Namikase Naruto es un buen prospecto de Shinobi. Pero hoy, es un joven confundido que necesita tiempo y espacio para reponerse.
-¿sugieres que un compromiso con el clan Uchiha sería perjudicial para el hijo del Hokage?-consultó Homura sin saber adónde quería llegar su compañero del consejo.
-sugiero….específicamente….que determinar el clan y la mujer como si fuera un destino irrenunciable para el mencionado joven…bueno….creo que saben lo que va a ocurrir.
Tuvieron que admitir que Danzou tenía un buen punto. La moral de los Shinobi era tan dura como previsible. Cuando su honor se veía manchado, cuando sus más profundas convicciones se venían abajo. Solo quedaba un camino para ellos, la muerte para limpiar su orgullo. En caso de Naruto, no era la pérdida del honor lo que lo marcaba. Era la pérdida del amor, algo tan personal como irreparable. Algo que tal vez solo el paso del tiempo podía subsanar.
-no hay lugar para tonterías…-interrumpió Fugaku que no quería que le arrebataran el compromiso- el clan del Hokage, necesita una base estable. Kagami Uchiha es una joven indicada para unir nuestras familias, logrando crear lazos que fortalezcan a Konoha.
Minato pensaba y pensaba en cada palabra emitida su alrededor. Nunca había confiado demasiado en Danzou, pero el recuerdo de haber visto a Naruto llorando destrozado en su departamento le hizo estremecer. ¿Sería cierto? ¿Naruto llegaría tan lejos?
-¿y que sugiere el consejero Danzou?
-bueno…no tengo dudas que el clan Uchiha es el indicado. Pero en lugar de elegir nosotros a la afortunada, diría que lo más sensato es que el joven sea quien decida. Eso le dará tiempo para reponerse de su infortunio romántico y hasta podríamos organizar reuniones para que el muchacho empiece a conocer a las candidatas.
-¿dentro del clan Uchiha? –se quiso asegurar Fugaku.
-cualquier mujer del clan Uchiha, -definió Danzou- será mejor que eso sea lo establecido en el contrato. “Cualquier fémina del clan Uchiha, será tomada por mujer, a elección de Namikase Naruto”.
Tenían que admitir que era prudente su oferta. Nadie sospechó de las intenciones secundarias. ¿Qué podía ganar Danzou desviando el matrimonio hacia cualquier otra joven del mismo clan? Absolutamente nada. Sarutobi Hiruzen, quien más lo conocía no entendió la maniobra, lo cual derivó en que nadie más estuviera cerca de comprender a Danzou. “cualquier mujer del clan Uchiha”. La idea surgida en la tortuosa mente del líder Ne, había sido brillante.
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En el patio trasero de la casa Namikase, el joven terminó de reforzar el tronco de un grueso árbol con cuerdas. Ajustó sus guantes de ejercicio en las manos, y afirmó la bandana con el símbolo de la hoja a su frente para dominar el cabello rebelde. Y comenzó a golpear el tronco con una violencia increíble. A pesar de tener una solidez importante basado en los años de vida, el árbol apenas resistía los embates sin igual. Pegaba duro Naruto, pegaba como si se tratara de su peor enemigo. Kushina lo miraba desde lejos, incapaz de entender hasta donde llegaría ese infernal entrenamiento. Horas enteras de correr, gasto inhumano de chakra, y finalmente castigo físico de colosales proporciones.
Terminaba destruido, golpeaba un blanco hasta que los brazos y piernas no le daban más. Los puños le sangraban. Se dejaba caer como muerto al suelo. Llegada la noche, se bañaba, comía alguna cosa sin mucho entusiasmo y se iba a dormir para madrugar al otro día y volver a entrenar. Era increíble, imposible que pudiera mantener ese ritmo por tantos días seguidos.
-Naru-chan…..hablemos….
Kushina se acercó a él, tratando de que saliera de esa espiral de violencia y entrenamiento. De esa furia que descargaba un día tras otro pero jamás finalizaba. Los ojos azules de Naruto le anunciaban la muerte. Kushina había visto esos ojos en los ninjas que peleaban en una guerra, pero jamás en alguien que entrenaba. Usualmente se preguntaba cómo ayudar a su hijo, de qué forma desviar esa furia que lo devoraba como jamás había visto. Kushina amaba a su hijo, amaba a su esposo porque ambos eran su única familia. Sin embargo, aunque actualmente juntos, los dos hombres que ella amaba parecían en extremos opuestos de un campo de batalla. Las peores pesadillas de Kushina Namikase se basaban en ello. Naruto y Minato luchando uno contra el otro. Su marido y su hijo destrozándose mutuamente.
-Naru-chan….Onegai…-rogó Kushina acercándose un poco más y Naruto seguía vapuleando al árbol con terribles puñetazos.
Ella estaba a punto de llorar, veía los puños de su hijo sangrando copiosamente y aun estrellándose contra el tronco. La madera empezó a crujir, Kushina notaba que Naruto no había aplicado chakra en su ejercicio. El árbol se estaba derrumbando por la pura fuerza bruta de Naruto Namikase.
-Naru-chan….
Finalmente sucedió, un crujido fuerte y un cuerpo tambaleando. El gran árbol se desplomó lento pero seguro sobre el verde césped. Partido desde el tronco, luego de un castigo que duró varias horas repartidas en 5 días salteados. Pura fuerza bruta, nada de chakra. El joven jadeaba agotado pero apretaba los dientes rabioso. Sus manos estaban adornadas de astillas rojas y líquido vital. Se detuvo al fin, porque su cuerpo ya no podía dar más.
-ven cariño…-le tomó del codo Kushina y lo condujo al interior de la casa- te voy a curar.
Minutos después, sentados uno frente a la otra. Madre e hijo compartían el silencio. Kushina trajo el botiquín del baño y comenzó a quitar los guantes de su hijo mientras le hablaba de cualquier asunto diferente al mundo ninja. La mirada de Naruto no denotaba prestar atención, solo recuperaba el aire, tal vez para volver a ejercitarse apenas las rodillas dejaran de temblar.
-Naru-chan….-susurró la mujer acariciándole el rostro luego de vendarle las manos- tienes que descansar un par de días. No puedes continuar así. Naru-chan, háblale a Oka-san, Onegai.
El joven la miró con seriedad, no era que ya no la quisiera como siempre, sino el dolor que lo cubría todo y le hacía olvidar a las personas queridas. Su madre, el cabello rojo cuyo aroma le entregaba paz. Cuando necesitaba estar tranquilo para absorber energía natural, su cuerpo mecánicamente recordaba los abrazos de su madre. Kushina Namikase era el único ser vivo que podía tranquilizar su espíritu con un simple abrazo. La otra mujer que podía, estaba muerta. Masacrada y violada por culpa de unos malditos que no comprendían el amor. Lo cual invariablemente lo arrastraba al inicio del problema. Entrenar, entrenar y entrenar para ser lo suficientemente fuerte, y así vengar a Sakura-chan. Serian días difíciles, pero finalmente tendría su revancha.
-gracias por las vendas…-sonrió apenas Naruto hablando de sus manos- me duelen un poco.
-Naru-chan….-seguía abrazándolo Kushina- háblale a tu Oka-san, yo te quiero escuchar, yo estoy aquí para consolarte.
-no quiero consuelo Oka-san….-definió Naruto- quiero cortarle la pelotas a Sasuke Uchiha. Quiero torturar a todo su clan, quiero exterminar a su familia, matar a su gato y a su perro también. Los quiero a todos muertos. Y su barrio… incendiado.
-Naru-chan…no hables así, Onegai. –Le rogaba Kushina angustiada- lo que ocurrió fue…
-¿tú qué harías Oka-san? ¿Qué harías si por casarte con un hombre cualquiera mataran a Oto-san? Que lo torturaran, que lo violaran y dejaran los pedazos de él, regados por una habitación. ¿Tú qué harías si sabes quien ha sido el culpable? ¿Qué harías si un grupo de criminales torturados confesaran que tu compañero dejo morir a tu amor?
Kushina no sabía que decirle, porque la respuesta no ayudaría a Naruto. Tal vez ella, si hubiera perdido a Minato se hubiera vuelto loca. No, no podía siquiera concebir lo que Naruto sentía.
-esos criminales que atrapaste, -consultó porque realmente no sabía- ¿confesaron algo?
-todo…..-dijo Naruto tétrico- no pudieron guardarse nada. Cantaron para mí, cantaron como en la ducha. Ahora sé que lo que suponía era completamente cierto. Ahora se, a quien tengo que hacerle pagar.
-pero no puedes….-gimió atormentada la pelirroja- si tu atacas a los Uchiha.
-lo sé, -asintió Naruto serio- por eso no he actuado. Por eso estoy entrenando, por esa razón me estoy llevando al límite. Tal vez tenga que esperar mucho tiempo, tal vez años, pero al final….-hizo una leve pausa tétrica que a Kushina le estremeció- estoy seguro que se me presentara una oportunidad. Solo tengo que esperar, solo tengo que confiar. Sé que van a bajar la guardia. Y cuando lo hagan… -no finalizo la idea, porque era claro adonde terminaba todo.
Terrible…
La muerte de la joven compañera de su hijo lo había trasformado en un monstruo. Estaba sediento de sangre como Kushina nunca hubiera creído posible. No podía vivir así, no podría continuar de esta forma. Desatar una matanza no era tan solo desenvainar y causar muertes. Luego había que vivir con ello, luego había que mirarse al espejo y soportar la respuesta. Kushina tenía miedo, porque perder a su hijo podía suceder ganara o perdiera. Se pudiera tomar revancha o no, seria perder a su hijo igualmente. Naruto Namikase, el joven bueno y amable había muerto con su novia Sakura. Ahora quedaba la bestia, ahora quedaba el monstruo. Kushina escucho en su interior un gruñido, un sonido que poco a poco se hizo más claro hasta formar una risa. El zorro lo había visto todo, y lo disfrutaba:
-tu hijo me agrada Kushina….-susurró malicioso desde el interior- sangre Uzumaki, pero sin corazón piadoso. Será un gran contenedor, estoy seguro de ello.
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El duelo de katana se había prolongado demasiado. Itachi estaba preocupado, el entrenamiento con su joven hermano no estaba dando los frutos necesarios. Desde lo acontecido hace diez días, Itachi había gastado todo su tiempo libre en entrenar a Sasuke. Serian días muy difíciles y los malos presentimientos del joven ANBU sobre la seguridad de su pequeño hermano eran cada vez más notorios. Sasuke en tanto no se daba por enterado, se sentía a gusto teniendo esos días de practica con su admirado hermano mayor y las advertencias que se le hicieron sobre Naruto Namikase no fueron para nada atendidas.
Para Sasuke Uchiha, el hijo del líder del clan y hermano menor del más talentoso Shinobi nacido en Konoha desde los tiempos de Minato Namikase, no había nada que temer con respecto a Naruto. Para Sasuke, su “ex –amigo” era un hablador. Incapaz de matar a sangre fría o incumplir las órdenes del alto mando que le prohibieran atacar a los Uchiha. Sasuke además tenía la seguridad que en caso de sufrir un ataque, derrotaría fácilmente al inútil de Naruto y demostraría que Itachi no era el único genio de la familia.
Itachi lo notaba, podía ver las ambiciones de su hermano, podía ver como quería destacar y así poder recibir las felicitaciones de su padre. Pero antes no había enfrentado a ese Naruto, al Naruto Namikase que el propio Itachi pudo apreciar hacia poco tiempo, cuando se dirigía a la prisión por órdenes de Danzou.
Flash back: hace algunos días atrás...
Itachi había tomado rumbo a la prisión de Konoha y cuando vio salir al grupo de presos, pudo identificar que eran exactamente los hombres que debía interrogar. Eran unos terroristas que habían colocado bombas a lo largo del país. Danzou quería un informe completo de lo que sabían, y el sharingan de Itachi se lo iba a dar mejor que Morino. Sin embargo, cuando el joven Uchiha estaba en la búsqueda de esos hombres, Naruto Namikase los sacaba de prisión llevándolos a vaya saber que ubicación.
-Naruto-san….-dijo siempre serio el moreno deteniendo la caminata de los presos que eran custodiados por los clones de sombras del rubio- estos prisioneros, necesito de ellos para…
-me importa un carajo para que los necesitas Uchiha. –Respondió frio y bastante cortante Naruto- ellos son míos, tengo la autorización del Hokage para hacer con sus traseros lo que se me ocurra. Apártate…
Dicho esto empujó al sujeto que tenía enfrente y obligó a todo el grupo de igual manera para avanzar. Itachi no se lo impidió, pero parado justo en el medio del camino intentó saber por qué le había respondido de esa manera tan grosera. No era propio de Naruto hablar así a nadie, mucho menos a él, que siempre le había tratado como hermano.
-Naruto ¿Qué sucede? –Exigió saber Itachi con su estilo tosco- ¿Por qué me tratas de esa forma irrespetuosa? ¿Acaso he dicho o hecho algo para lograr tu repudio?
-eres inteligente Uchiha, -le señaló el rubio sin apartarle la mirada fría- lo has sido la vida entera. No necesitas explicaciones para saber lo que ocurre. Solo quiero advertirte, en honor al aprecio que supe tenerte, al cariño de hermano que tenía por ti. En tu lugar….-indicó con una escalofriante sonrisa- pasaría más tiempo con tu hermanito Sasuke. Disfrutaría de los días con él, puede que luego tengas que extrañarle.
Una amenaza, estaba apuntando que mataría a Sasuke. Le decía a Itachi en su cara que mataría a su pequeño hermano. ¿Qué ocurría con Naruto? ¿Acaso algo más había pasado desde ese asunto de la muerte de su novia? ¿Solo era por esa chica? ¿Había enloquecido?
-no te atrevas a atacar a mi hermano….-declaró Itachi encendiendo su sharingan a pesar que Naruto ya lo había pasado por al lado y continuaba avanzando con sus prisioneros- ¿me has oído?
Naruto se detuvo, el original se detuvo mientras los clones continuaban escoltando a sus prisioneros. Naruto se detuvo y el moreno por un escaso momento pensó que sería atacado. El rubio se giró lentamente, empezó a desprender una energía del cuerpo que solo por el sharingan podía Itachi ver. Esa energía se hacía más y más grande, la sonrisa maligna de Naruto completaba un cuadro que Itachi jamás creía poder observar. La energía era como bruma negra y verde, lo estaba rodeando, poco a poco tomaba posición alrededor de él. Pero no era un ataque, no era sed de sangre, era como….no sabía definirlo. Pero por primera vez en mucho tiempo sentía el frio de la muerte acechándolo. No sabía qué clase de técnica era, pero Naruto parecía estar controlando el ambiente alrededor del lugar. Itachi no se movía para nada, no quería que toda esa energía lo atrapara o sentía que sería el final.
-no te preocupes Uchiha….-sonrió Naruto perverso- no pienso iniciar una pelea aquí. Además, quiero que seas tú personalmente, quien le advierta a Sasuke que pienso matarlo. A ti siempre te ha escuchado, que se prepare a conciencia. Porque su sharingan no será un desafío para mí. Díselo Itachi, y no te metas en mi camino……o tal vez tengas idéntico final que tu hermano.
Dicho esto, giro sobre sus pasos y se fue alejando. La energía que rodeaba a Itachi comenzó a desvanecerse como si fuera un fantasma. ¿Qué clase de jutsu había utilizado Naruto? ¿Era una técnica? ¿Acaso no necesitaba sellos de manos para lograrla? Itachi no lo había perdido de vista ni un segundo, pero no tenía idea de que esperar. Era muy diferente ese Naruto, muy distinto del joven amable y cariñoso. Era muy diferente ese Naruto Namikase, Itachi tuvo el presentimiento que pelear contra él podía arrastrarlo a la muerte. Y si Itachi podía morir, su hermano menor Sasuke no tenía posibilidad de vencerlo.
Fin del flash back:
Itachi dio por finalizado el entrenamiento recomendando a su hermano que puliera mejor sus habilidades sin el sharingan. Que tuviera variedad, que no se confiara tan solo de sus ojos para luchar. La advertencia de Naruto Namikase retumbaba en su mente. Itachi trató de ayudar a su hermano pequeño, ya que el destino tarde o temprano lo pondría frente a un rival terrible.
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Algunas semanas después, lord Hokage y su hijo fueron invitados a la mansión Uchiha para finalizar los detalles del acuerdo. Tenían que colocar en el documento el nombre de la joven que entraría al acuerdo. Naruto Namikase debía decidir entre unas 12 candidatas de distintas ramas dentro del clan Uchiha. Fugaku cedió el extremo de la mesa rectangular al Hokage demostrando servilismo. Se sentó a su derecha dejando la izquierda del líder a Hiruzen Sarutobi. Junto al consejero se alineaban de ese lado todos los ancianos y finalmente Naruto en casi el otro extremo. Junto a Fugaku, su esposa y su hijo mayor Itachi. Sasuke quiso participar pero Fugaku no quería que su presencia pudiera generar resistencia de ningún tipo para lograr el acuerdo. Había trabajado mucho para lograr este objetivo. Nada ni nadie podían arruinar el momento.
Danzou llegó en último instante, y con un gesto de la anfitriona, tomó asiento en el otro extremo de la gran mesa. Un vaso con té pronto estuvo a su disposición. La mirada fría, siempre la mirada de un terrible asesino. De un chacal dirían los más jóvenes. A Naruto justo al lado, no pareció conmoverlo en lo más mínimo. De hecho, su gesto neutro solo cambio levemente cuando Mikoto Uchiha le saludó en la entrada. Y cuando le sirvió un poco de té. Al resto de los presentes incluidos su propio padre. Indiferencia fría.
Comenzaron a hablar sobre el acuerdo. Detalles económicos, la dote que Minato debía pagar por la joven pretendida. Acuerdos políticos y comerciales que se desprendían de esta unión. Especificaciones del Sharingan y como sellarlo si acaso surgía en hijos de Naruto. Sino era Uchiha el apellido del futuro retoño, no podría disponer del Sharingan. Algunos detalles más o menos, sugerencias de formas para pagar. Naruto no había abierto la boca en casi media hora de reunión. Todo lo arreglaba su padre, a los consejeros no les sorprendía esto. Muchos jóvenes no tenían voz ni voto aunque fuera su propio destino el tema de conversación. Mikoto iba y venía de la mesa a la cocina. Sirviendo bebidas a los invitados y preparando los detalles con el resto de las mujeres Uchiha para una comida en caso de lograr un mutuo acuerdo y requerir que se quedaran a cenar.
Danzou bebía su té en silencio, esperando, esperando que la conversación derivara en lo más obvio del asunto. Esperando que fuera Naruto Namikase quien hiciera estallar la bomba que el mismo había preparado. Días atrás había enviado algunos ANBU de confianza para entregar un mensaje a Naruto. Para decirle exactamente lo que debía hacer para escapar del acuerdo. El muchacho haría un desastre en cuanto revelara la estrategia del líder Ne. Y Danzou estaba en primera fila para atestiguarlo todo.
-creo que hemos establecido todo lo realmente importante. –dijo Sarutobi prestando por primera vez atención al joven Namikase- sin embargo, nuestro pactante principal no ha emitido ninguna opinión al respecto. ¿Ya tienes la chica elegida Naruto-san?
-supongo…-dijo sonriendo fríamente Naruto, y su padre tuvo un mal presentimiento.
-háblenos de ella Namikase-san –respondió con un respeto muy extraño Danzou.
-la verdad, me gusta una sola mujer entre tantas de esta familia. –inicio Naruto y los malos presentimientos comenzaron a rondar a todos.
-¿y cuyo nombre es…? –consultó el consejero Homura.
-la única por la que vale la pena firmar este acuerdo…- bebió su té tranquilamente y soltó la información- me llevaré a… Mikoto Uchiha.
-¿Cómo ha dicho? –Balbuceó completamente anonadado Sarutobi- ¿Naruto-san podría repetir el nombre de…?
-he dicho…Mikoto Uchiha.
El silencio pudo ser una coraza imposible de romper, porque sinceramente todos habían quedado sin palabras. Sin embargo, un ruido de metal y cerámicos romperse fue lo que dominó el comedor. Todos giraron a la zona del estallido, Mikoto Uchiha, la esposa del líder, había dejado caer la bandeja con los vasos que estaba acercando a la mesa. Su rostro revelaba la completa sorpresa, la desazón. No podía creer lo que había escuchado.
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-¡esto es una infamia! –Bramaba furioso Fugaku Uchiha- ¡se están burlando de mí, se están burlando de mi clan! ¡Minato, controla a tu hijo!
-te pido una disculpa Fugaku, -dijo diplomático el Hokage- por supuesto que Naruto está algo confundido, el elegirá a una joven apropiada.
-ya que la mujer que debo tomar será mía, -añadió Naruto con gesto neutro y nada dispuesto a dejarse llevar de las narices- el nombre que pondremos en ese contrato, será el que a mí se me ocurra.
-Naruto-san…-sonrió ocultando su turbación Sarutobi- me temo que no puedo comprender su elección. Técnicamente tienes que elegir una joven soltera, no puedes designar a Mikoto-dono
Naruto miro al antiguo Hokage como si se tratara de alguien desconocido. Antes le había considerado como un abuelo. Ahora, una persona sin ascendencia o importancia. La postura del joven Namikase era ridícula. ¿Una mujer de más de 30 años como su pareja? Las posibilidades de que Mikoto, aun siendo soltera le diera hijos, era ridícula. Además, no podía tomar como esposa a una mujer que estaba casada. Aun fuera una viuda, las diferencias de clases y edades eran enormes.
Mikoto estaba sentada en su silla junto al marido, la cabeza baja, la mirada ausente. Recordaba la sensación de hace muchos años atrás. La imposibilidad de elegir su destino. Lo que Naruto, el hijo de su mejor amiga Kushina había hecho, era imperdonable. Era una declaración encubierta de guerra hacia Fugaku. La muerte de Sakura Haruno había derramado mucha sangre, y aun seguiría derramando al parecer.
-Mikoto-dono es una mujer ya comprometida, Naruto-san. –Indicó Mitokado Homura con solicitud- el contrato solo le puede otorgar derechos sobre una joven soltera y…
-el contrato ya firmado por cada persona del consejo…-señalo Naruto impasible- establece que puedo elegir una mujer cualquiera sea, siempre que forme parte del clan Uchiha. Una mujer, no una esposa. ¿No puedo casarme con ella? Una ceremonia menos por realizar. Simplemente me la llevare a mi casa. –Emitió una torcida sonrisa leve- ella será mía, me pertenecerá porque el contrato está firmado y yo debo elegir a que mujer poseer.
-¡eso es inaceptable! –Rugió Fugaku- ¡si continúa con esta payasada….el clan Uchiha entrara en conflicto con la aldea!
Danzou no se movía, bebió su té con lentitud y les dejó discutir el asunto. Naruto mantenía la postura y Sarutobi era un tipo de hombre apegado estrictamente a la ley. No podrían hacer nada para evitar el inicio del conflicto. Aun así, era mejor que el asunto no comenzara de inmediato. Así que estiró su brazo libre, y abrió el documento comenzando a buscar con calma la frase específica que le daba el poder al joven Naruto. Aquella que el mismo había colocado deliberadamente apropósito.
-en el documento dice….-señaló Danzou neutral- “cualquier mujer del clan Uchiha” las firmas de todos están aquí. Ciertamente parece una elección extraña, pero… ¿Cuál es la verdadera razón de todo esto Namikase-sama?
-Mikoto Uchiha es la única mujer en la confió –apunto Naruto de brazos cruzados- la conozco, mi madre la conoce, no me parece una locura.
-la elección es inaceptable Hokage-sama….-señaló Homura- me temo que será usted quien deberá poner un poco de cordura a este asunto.
Era claro, los consejeros le pedían a Minato que impusiera su voluntad sobre Naruto. Que lo obligara a casarse con una joven soltera. Todos veían como una treta la designación de Mikoto. Justo la esposa del líder, era como una burla, una forma de ganar la cancelación del contrato. La única mujer entre los consejeros Utatane Koharu, sonrió ampliamente. Y de una manera lenta pero armoniosa comenzó a aplaudir, felicitando la osadía.
-brillante muchacho…-el ruido de sus palmas retumbaba en el silencio del comedor- ay quienes escriben y firman documentos imprudentemente. Nadie puede recriminar a Naruto-san el pelear por sus intereses personales. Debemos admitir caballeros, Hokage-sama….que cometimos un error. Ahora nuestro joven Namikase, podrá cancelar este contrato para firmar uno mucho más ventajoso.
La sonrisa de Naruto y su asentimiento relajaron la tensión. Había jugado hábilmente con las palabras escritas. Ahora podía pedir beneficios extras, tal vez conseguir que no pudieran sellar el Sharingan en sus hijos. O no vivir en las mansiones Uchiha. Como fuera, había tomado el toro por los cuernos. Danzou utilizó todo su autocontrol para no sonreír. Y le fue muy difícil ciertamente. Ahora la posición de negociación estaba a favor de Naruto. Y nadie imaginaba lo que iba a pedir.
-entonces….modificaremos el contrato…-añadió Sarutobi- pero cancelar este, tiene consecuencias.
-mis condiciones son estas…-definió Naruto poniéndose de pie- me entregan a Mikoto Uchiha para llevármela y hacer con ella lo que me plazca. O la otra opción es un combate mano a mano con Sasuke Uchiha. ¡Me entrega a Mikoto! ¡O me quedo con la cabeza de Sasuke! ¡LA ELECCION ES DE USTEDES!
Dicho esto, puso rumbo a la puerta y se fue. Detrás de Naruto quedaron un montón de políticos sin poder para cambiar las leyes, un par de líderes que nunca esperaron caer bajo el control de un adolescente, y una mujer cuyo corazón parecía una tropilla de caballos salvajes. Recordaba con intensidad esa noche, la noche donde ayudo a un pobre muchacho desgraciado. Ahora por aquello, su familia estaba en peligro. Su hijo estaba en peligro. Y la mirada de Naruto Namikase era como un león al acecho.
¿Qué pasaría si Fugaku….la entregaba? ¿Qué pasaría si no lo hacía?
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-¡has perdido la razón! –gritaba fuera de si Minato Namikase, a su hijo único- ¡no tienes idea del daño que has provocado!
En el patio trasero de la mansión Namikase tenía a padre e hijo discutiendo como nunca. Como bestias feroces midiendo en que momento darse un zarpazo mortal. El Sannin Jirayja, el ermitaño maestro de ambos Namikase, estaba cerca para evitar que iniciaran una pelea. Aunque cada vez parecía más improbable detenerlos.
-¡ahora mismo iremos con los Uchiha! –Continuó Minato, a lo que Naruto lo ignoraba golpeando un tronco con sus puños- ¡vas a elegir a una joven y…!
El derechazo de Naruto perforó un grueso tronco como si fuera de mantequilla. Elevó su mirada, la fiereza de una criatura salvaje. Estaba preparado para lo que fuera, para acabar con quien sea con tal de llegar a Sasuke.
-¿Crees que me vencerá? –Dijo con tono firme y actitud provocadora- ¿crees que tu hijo no es capaz de defender el honor de su familia?
-esto no es por el honor de nuestra familia –intentó reprocharle Minato- esto es…
-¡ese maldito dejo morir a mi prometida! –Rugió furioso Naruto- ¡y voy a arrancarle el corazón por eso! ¡APARTATE DE MI CAMINO PADRE!
Jirayja se movió rápido y Kushina que veía todo desde la cocina también. Ambos se interpusieron entre los rubios. Jirayja sabía que Minato no iniciaría una pelea pasando por encima de su respetado maestro. Kushina conocía a la perfección que su abrazo era lo único en el mundo que podía calmar a su hijo. Y lo hizo, entre sus brazos y al calor de su cuerpo, la tensión en los músculos de Naruto comenzó a mermar. Su respiración descendió en intensidad y 30 segundos después, parecía solo un niño. Solo un pequeño abrazando a su madre. Solo Kushina podía hacer esto.
-no lo hagas Naruto…-rogó ella a su oído- no manches tus manos con la sangre de ese traidor.
-no será el, quien manchara sus manos…-señaló Minato furioso.
Naruto le escuchó a su padre. Seguía sin confiar en él, seguía creyendo que Sasuke era mejor. No importando lo que había entrenado, no importando que dominara el modo ermitaño o fuera su hijo. Para Minato, Naruto no podría vencer. El muchacho sonrió con dolor, una lágrima escapó de su ojo y el gesto de su rostro era granito. Acarició el cabello de su madre, miró levemente a Jirayja que había sido su maestro y finalmente observó a su padre con ira apenas contenida.
-una pelea inevitable va a suceder….-indicó Naruto- sé que no confías en mí. Por eso hace muchos años que dejaste de entrenarme. Por qué no me crees capaz o digno de ser tu sucesor. Pero debo decirte algo, una cosa que he querido decirte desde hace mucho tiempo…
Se apartó de su madre y evitando la posición de Jirayja quedó a un solo paso de Minato. El cuerpo del joven emitía una fría energía que comenzaba a emanar como bruma, era un poder extraordinario, de no saber que Kushina era la jinchuriki del Kyuubi, hubieran jurado que se estaba liberando de Naruto.
-¿recuerdas esa tarde cuando tenía 15 años? –Señaló Naruto y su padre sabia a cuál se refería- me dijiste que no intentarías enseñarme Hiraishin no jutsu, porque nunca sería capaz de dominarlo.
-lo hice para que te motivaras más, para que entrenaras más duro.
-y ahora te digo padre…..-balbuceó con desdén- que tú, y tú fabulosa técnica se pueden ir al demonio. Por qué me basto y sobro con mi entrenamiento para ser un buen ninja. No quisiste ser mi padre, no confiaste en mí y solo era una moneda de cambio. Ahora siéntate en tu silla de líder, y mira en primera fila como Naruto…..defiende el honor de la familia. De mi familia, el clan de mi madre. Ten presente que desde ahora…..soy Naruto Uzumaki.
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El cuarto era un lugar privado para Fugaku en las mansiones Uchiha. Tenía algunos sillones, un escritorio y una biblioteca. Durante algunas horas había estado hablando con Itachi y algunos ancianos. El niño Namikase había sido un imprudente. Elegir un combate de honor contra uno de los mejores guerreros del clan Uchiha. Un estúpido, que moriría frente a su padre sin que nadie pudiera evitarlo.
Fugaku sentado tras su escritorio, pensaba y repensaba posibilidades. Sus dos hijos lo observaban en silencio. Itachi sentando en una silla del rincón y Sasuke parado frente a su padre, de brazos cruzados y esperando una orden.
-Sasuke….-finalmente articuló Fugaku mirando a su hijo menor- ¿estás dispuesto a hacerle un servicio vital a tu familia?
El joven sonrió fríamente, la satisfacción lo corroía. Asintió leve, tratando de mantener la ansiedad controlada. Pero le era difícil, porque cumplida la misión que le daría su padre, por fin seria reconocido como digno descendiente. En idéntico nivel a Itachi.
-enfrentaras en 7 días a Namikase Naruto. –Dijo el líder- el combate deberá ser una victoria para ti. Y pase lo que pase….mátalo.
-así lo hare Oto-sama…-sonrió Sasuke firme- honraré a la familia con esta victoria. Te entregare su cabeza, para que nadie vuelva a burlarse del nuestra familia.
Sasuke recibió la venia de su padre para retirarse. Volteo a ver a su hermano mayor, esperando ver satisfacción en él, pero Itachi estaba serio y pensativo. Sasuke se fue del lugar sin obtener la mirada aprobatoria de su hermano, algo tan importante como la de su padre. Itachi esperó a que el joven Uchiha saliera del cuarto, para elevar sus ojos y hablar con su padre.
-¿realmente piensas que matar a Namikase Naruto es la solución? –Consultó Itachi- ¿y luego qué? ¿Cómo podremos contener al Hokage?
-Minato no puede hacer nada contra nosotros, -sonrió con soberbia Fugaku- recuerda que su propio hijo exigió el combate. Al mismo tiempo se quedara sin descendencia y el clan Uchiha será el candidato número 1 para sucederlo en el puesto.
-estas muy seguro de que Sasuke vencerá, -analizó Itachi neutro- ¿has considerado que también puede perder?
Fugaku asintió levemente, nunca se fiaba demasiado de Sasuke para nada. No tenía el talento o la inteligencia de Itachi. Podía perder, o podía ganar sin matar a Namikase Naruto. Como fuera sería un fracaso.
-seguiremos con el plan principal si acaso el niño Namikase no muriera. –Anunció Fugaku- atacaremos y de un solo golpe tomaremos la villa. Le hare pagar a Danzou esta humillante reunión. Fue por ese cambio en el documento que ahora no tengo dominados a los Namikase.
Itachi lo suponía, en el fondo su padre quería solo el poder y no le importaba nada más. No defendió a su esposa por que la quería, lo hizo por su propia humillación. Ahora exponía a Sasuke a una batalla a muerte. Considerando que Naruto no podría vencer, cosa que Itachi dudaba cada vez más. ¿Cómo salvar a Sasuke? ¿Cómo salvar a su madre que no tenía culpa de ninguna cosa y moriría junto al resto del clan, si acaso las órdenes de “Ne” le llegaban a Itachi?
-¿aun piensas que atacar las cabezas principales de Konoha es lo mejor para nuestra familia?
-pienso que tanto el traidor de Danzou como el imbécil de Minato destruirán nuestro clan. La única manera es tomar el control.
-¿arriesgaras a Sasuke por una supuesta conspiración en nuestra contra?
Fugaku no dijo mas, Sasuke no era más importante para el que cualquier otro integrante del clan. Entraba en la categoría de “perdida aceptable”. En una guerra, como la que se estaba gestando desde hacía años entre Konoha y los Uchiha, siempre había victorias o derrotas, pérdidas y ganancias. Sasuke solo era una pieza más, Fugaku no tenía problemas en admitirlo ante sí mismo.
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El campo de batalla era un sinfín de cráteres, humo y destrucción. La pelea no era entre dos Shinobi estándar, eran Jounnin de una capacidad que escapaba a los límites. Al principio, los que observaban el combate descontaban que Uchiha Sasuke ganaría. Fugaku, Mikoto, Itachi representaban al clan. También Minato en su posición de Hokage con su esposa Kushina atestiguaban todo. Los consejeros ancianos, y muchos integrantes de varios clanes importantes también asistieron al estadio, donde generalmente los exámenes Chunnin tenían su torneo definitorio.
Al principio fue parejo. Incluso había una leve ventaja a favor de Sasuke por el uso de su sharingan. Pero pasados los 20 minutos de furioso combate, la resistencia del Uchiha comenzó a mermar, mientras el nivel de Naruto se incrementaba segundo a segundo. Emitía una energía extraordinaria, la cual combinaba de una manera perfecta con el chakra natural del ambiente a su alrededor. La técnica no parecía buena, pero por cada minuto que continuaba activada, hacia cada vez más evidente el incremento del poder en Naruto Namikase.
Lo hacía más rápido, más fuerte, más resistente. Sus heridas se cerraban a una velocidad fantástica. Sus músculos se tensaban y aunque no parecía posible, estaban creciendo de manera increíble.
1 hora y 40 minutos después del inicio, Sasuke Uchiha estaba agotado. Naruto tenía tan solo su jean negro como única prenda, su chaqueta fue quemada y su camiseta desgarrada. Ya no tenía armas, pero no las necesitaba. A puño limpio estaba destrozando a su rival sin importar las heridas recibidas. Su físico era musculoso ahora, como si el chakra se hubiera inyectado en el inflándolo de poder.
-¡Naruto no más! –gritaba su padre desde la tribuna.
-¡detengan la pelea! –gritaban algunas mujeres de otros clanes que se sentían espantadas.
Naruto en el campo estaba riendo, con una risa demente despachaba golpe tras golpe a un Sasuke que ya casi no se defendía. A puño limpio, sangrando, traspirando arrastrando a Uchiha Sasuke como un perro. Tomándolo de los cabellos y haciéndolo gritar.
-ANBU DE LA HOJA LES ORDENO DETENER LA….-gritó Minato tratando de no causar más problemas con los Uchiha.
-¡OH NO, CLARO QUE NO! –Respondió Naruto interrumpiendo a su padre y los ANBU en las afueras de la arena no se movieron- ¡NO ME QUITARAS LA DIVERSION PADRE!-lo miró a Sasuke que estaba tendido boca abajo en el suelo y dijo- ¡VEN AQUÍ FIAMBRE! ¡NO FINJAS, VEN! –caminó a hacia Sasuke que se arrastraba por el terreno sangrando por doquier- ¡AUN NO TERMINO CONTIGO! ¡AUN NO TE HE ROTO EL ESPIRITU! ¡VOY DEJARTE EN MIL PEDAZOS! –lo agarró del cuello y de una pierna elevándolo por sobre su cabeza- ¡VOY A ROMPERTE LA ESPALDAAAAA!
Lo hizo descender violentamente y colocó bajo la intempestiva caída una de sus rodillas para que todo el peso de Sasuke fuera a dar contra ella. El golpe casi lo partió a la mitad, de no haber usado los restos de su chakra para endurecer la zona de la columna, fijo y hubiera muerto. Ese golpe fue el definitivo, Sasuke no se levantaría más. Ni por orgullo, ni por vergüenza. Estaba derrotado y todos sabían que iba a morir. Naruto cada vez se hacía más fuerte, sus golpes era más y más poderosos. Parecía drogado, las heridas ni le molestaban. Rato antes Sasuke había clavado su katana en el vientre del rubio Namikase hasta el mango. Pero Naruto tan solo sonrió quitándosela como si nada, y luego tomándola por la zona del filo azoto a su rival hasta partir en tres partes el arma.
Los gestos de horror en la tribuna eran increíbles. Parecía una bestia Naruto Namikase, nadie que lo conociera de antes podía reconocerlo ahora. En una esquina del túnel que permitía el acceso a la arena, dos sombras observaban todo con atención. Y hablaban…
-ese niño está abusando de su poder…-dijo una voz firme de mujer- no debiste enseñarle tus técnicas Jirayja.
-esta técnica no es mía Tsunade, -respondió el ermitaño- lo que Naruto ha hecho, es una reunión de energía entre el ambiente y su propio cuerpo. Está alimentando con chakra cada célula de su físico y por eso ya no siente dolor. Alimenta sus músculos, endurece su defensa e insensibiliza sus nervios.
-se ha trasformado en una bestia ahora, -dijo Tsunade- y si no se detiene sus canales de chakra serán dañados permanentemente. Es una técnica peligrosa, me hace acordar a Orochimaru.
-el jutsu de cuerpo flexible tiene el mismo patrón, -asintió el peliblanco- solo que esta apuntado a la flexibilidad del cuerpo y no a incrementar la masa muscular. Naruto ha descubierto por sus propios medios, el atajo para crear una técnica que a un sujeto tan listo como Orochimaru, le tomó muchos años concebir. –el Sannin de los sapos camino al interior de la arena para detener a Naruto, pero le indicó a Tsunade antes de irse- quédate cerca, Naruto te necesitara. Tratare de detenerlo.
En el campo de batalla, Naruto pateaba en el suelo a Sasuke riendo y disfrutando su revancha. A pesar de sus ansias, no tenía estipulado matarlo rápidamente. Lo torturaría, durante mucho tiempo estaría destrozándolo para que todos vieran la basura que era. Naruto tenía pensado no solo derrotarlo, sino humillarlo completamente. Quería que el resto de los Uchiha tuvieran una excusa para atacarlo. Los quería a todos muertos, a todos menos a la única persona que lo había salvado. Solo a ella le perdonaría la vida.
Minato hizo una señal para que los ANBU se adelantaran a parar la golpiza. Tres enmascarados se abalanzaron sobre Naruto y despreocupadamente los barrió, de un revés con su brazo izquierdo. El cuarto ANBU del equipo estaba parado entre el espacio del cuerpo de Sasuke en el suelo y el avance de Naruto. El joven Namikase caminó sin contemplación y cuando parecía que lo arrollaría con tal de continuar atacando al Uchiha, fue el propio ANBU quien de un salto evitó la envestida. Nunca había sentido tanta hostilidad en un enemigo como en Naruto Namikase. Sus instintos le hicieron alejarse de él, apartarse del camino, sus sentidos le advertían que iba a morir, por eso se hizo a un lado.
Naruto tomó por detrás a Sasuke levantándolo del cuello. Lo obligó arrodillarse frente a la tribuna, finalizando con el rubio parándose tras su víctima. La sangre manaba de la cabeza en el Uchiha y su cuerpo no contaba con ninguna zona donde no tuviera una herida. Naruto parecía más alto ahora, con ese jutsu también era más musculoso.
-despídete de papito Sasuke -susurró reclinándose levemente Naruto a un casi desvanecido enemigo- debiste salvarla, debiste salvar a Sakura-chan. Ahora por obedecer a tontos….vas a morir.
Elevó el brazo derecho, colocó su mano como una cuchilla dispuesto a quebrarle el cuello de un solo golpe. Movidos por una extraña fascinación, tanto los ANBU del campo como los espectadores en la tribuna, se quedaron paralizados. Solo Jirayja se movió para tratar de interceptar ese ataque bloqueando con su mano el golpe descendente. Nunca espero el Sannin que aun anteponiendo su mano, Sasuke recibiera el golpe. Aun así no fue mortal, actuó la mano de Jirayja como un reductor.
Naruto tenía una reacción extraordinaria al parecer. Por qué en un segundo movimiento de su brazo que pareció casi al primero, empujó a Jirayja para ganarle la distancia, mientras con su mano izquierda seguía sosteniendo a su presa arrodillada. Dirigió su mirada a Jirayja, que era su maestro, y le dijo:
-ero-Sennin….si vuelves a entrometerte. Pelearemos….y uno de los dos va a morir.
Jirayja comenzó a notar que la técnica de Naruto se estaba descontrolando. Se estaba volviendo demente, y en este punto solo pararía cuando Sasuke dejara de respirar. Si no lo mataba, no se detendría. Si no se detenía, mucha gente moriría. Era un caos realmente. Jirayja no sabía qué hacer, ¿pararlo para detener una guerra? ¿Detenerlo para iniciar un combate a muerte? El pequeño bastardo Uchiha merecía morir, Naruto era alguien que Jirayja quería como a un nieto. Así que esos 10 metros de distancia que había tomado por el empujón del joven Namikase, se convirtieron en una distancia insalvable. Naruto sonrió malignamente, mirando a los ojos de Jirayja elevó su brazo libre nuevamente. Y esta vez el chakra en su golpe producía lo que parecían descargas de corriente. Era el fin….
-Naruto-kun…..-la voz de esa mujer pareció descender del cielo- no lo hagas por favor. Así no eres tú.
El joven Namikase miró al frente y allí estaba ella. Mikoto Uchiha, parada a escasa distancia de un golpe mortal su hijo menor. Suplicando, pidiendo a Naruto que perdonara a quien no podía disculpar. Sin embargo el ataque de Naruto no sucedió. Se quedó sorprendido, mirando a esa mujer que había bajado a la arena en un parpadeo. Realmente fue muy rápida, y parecía tener cierta ascendencia sobre el rubio. Prueba de esto, Naruto no había descargado su golpe.
-sé que no tengo derecho a pedirte que olvides tu venganza. –Dijo la mujer con pena- pero te lo pido. Concédeme esta petición, perdona la vida a mi hijo. Y a cambio yo…te entregare la mía. Puedes hacer lo que quieras conmigo.
No hubo más palabras, solo silencio. Pudieron atestiguar que el último golpe jamás sucedió. El combate finalizó en el preciso momento que Naruto soltó el hombro de Sasuke dejándolo caer boca abajo en el suelo. El cuerpo del joven Namikase poco a poco fue perdiendo tensión y masa muscular. Su energía se fue apagando, como la llama de un incendio que se queda sin nada que incinerar. Estiró su mano hacia la mujer, no sabiendo porque había accedido a no matar. Y cuando comenzó a irse del lugar con ella a su lado, todos empezaron a comprender que este no era final del desastre. Solo una brillante entrada en escena de todos los involucrados con el pacto.
Un pacto con la destrucción.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Acabo de terminar de leer tu nuevo trabajo y esta increible arminius, debo decir que Sasuke y Fugaku son unos malditos por lo que le hicieron a Sakura, y gracias a eso Naruto es todo una maquina de matar, aunque pienso que tambien Minato tiene la culpa por no enviar a su hijo a la mision. En el segunda parte disfrute de la paliza que le dieron a ese emo jejejeje, ya quiero ver que pasara despues y si Fugaku y su hijo moriran, y de paso Minato los sigue jajajaja
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Esto se pone cada vez mejor, me encanta como va la historia y los sucesos que han pasado hasta ahorita, me tienes en el suspenso.
Excelente el ingenio de Naruto para con el acuerdo, aunque Danzou tuvo mucho que ver, Fugaku sigue siendo un desgraciado, junto con la estirpe Uchiha, creo que Itachi podria ser el unico salvable, junto a su madre. Y la paliza que le dio Naruto a Sasuke buenisima el maldito se la merecia.
Ahora que pasara, como tomaran esto los Uchiha y los demas. Y porque Naruto tiene estas consideraciones con Mikoto, que paso el dia que fue a visitarlo?
Conti!
P.D: se que haz estado ocupado, pero a sido muy cruel el tener que esperar casi el mes por la conti de Renacer, mas por como dejaste el ultimo capi, al menos tengo esperanza de que ya haz escrito algo del proximo, despero y no sean demasiados dias de continua espera.
Excelente el ingenio de Naruto para con el acuerdo, aunque Danzou tuvo mucho que ver, Fugaku sigue siendo un desgraciado, junto con la estirpe Uchiha, creo que Itachi podria ser el unico salvable, junto a su madre. Y la paliza que le dio Naruto a Sasuke buenisima el maldito se la merecia.
Ahora que pasara, como tomaran esto los Uchiha y los demas. Y porque Naruto tiene estas consideraciones con Mikoto, que paso el dia que fue a visitarlo?
Conti!
P.D: se que haz estado ocupado, pero a sido muy cruel el tener que esperar casi el mes por la conti de Renacer, mas por como dejaste el ultimo capi, al menos tengo esperanza de que ya haz escrito algo del proximo, despero y no sean demasiados dias de continua espera.
hikari uzumaki- Sennin
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
muchas gracias por los comentarios y aqui tienen la conti de este shot. para ponerlos de sobreaviso, esta historia tendra como maximo 5 capitulos en total y si....habra algo de lemon. nada mas y agradecer sus palabras siempre amables. saludos.
PERGAMINO 3: NUEVA VIDA
PERGAMINO 3: NUEVA VIDA
- Spoiler:
- Sentado en la camilla, otra vez parecía volver a su antiguo yo. Su cuerpo había recuperado la contextura normal y el chakra estaba estable. Era como si dos personas habitaran en ese solo ser. El apacible muchacho que todos habían conocido, y la bestia que recién acababan de vislumbrar en la arena de combate. Aun así Tsunade Senju, estaba bastante confundida por los pormenores físicos que el caso en cuestión presentaba. Inicialmente pensó que Naruto tendría el cuerpo destrozado por las heridas y las nefastas consecuencias de su propio jutsu. Pero no se veía tan grave como se podía esperar.
Naruto en tanto, no parecía hacer caso a nada. Solo permitía la atención para que las heridas dejaran de sangrar, y la piel de escocer. En la habitación estaba también Kushina, parada a 4 metros de la camilla. Sus gestos dictaban un dolor y preocupación difícil de digerir. Había sido una pelea fantástica, el nivel de Naruto había sorprendido a todos. Pero las consecuencias de lo que había hecho, estaban lejos de un final feliz.
Kushina minutos antes, había rogado a Tsunade que atendiera las heridas de Naruto. La rubia no opuso argumento, era lo que pensaba hacer desde el inicio. Era cierto que no tenía una relación estrecha con los Namikase como tal vez podría ser con otras familias, pero sabía que para Jirayja ellos eran importantes. Tenía dos pacientes graves por atender, un ganador y un perdedor. Pero entre el pequeño patético Uchiha, o el hijo de Kushina y alumno de Jirayja, no había ninguna duda de a quién debía atender prioritariamente.
-tus heridas exteriores no son problema, -anunció la Sannin medico revisando con chakra el torso del joven Naruto- me preocupa los efectos negativos de inyectar tanto chakra en tus canales internos. Estoy sorprendida que no hayas reventado.
Naruto no respondió. Pero si hubiera tenido ganas de hacerlo le diría que por esa razón había entrenado tan duro los últimos meses. Por esa razón había castigado su propio cuerpo incrementando su resistencia física al punto de la locura. No para ser más rápido o más fuerte. Sino para resistir mejor el peso específico de sobrecargar con energía natural su sistema. Si bien estaba dolorido y por varios días no podría entrenar, era ciertamente satisfactorio el nivel de pelea alcanzado.
Tsunade quería hablar con Naruto de un asunto importante. Pero estando Kushina tan nerviosa y esperando respuestas favorables sobre las curaciones. Era mejor dejarlo para otra ocasión. Por ahora, solo podía cerrar las heridas más graves y ayudar a estabilizarlo. Aunque un sentimiento personal ganaba terreno en Tsunade Senju. Decidió dejarlo para analizar en otra oportunidad. Así que terminó de aplicar los vendajes alrededor del vientre y en el pecho de Naruto. Dejando a madre e hijo solos y tranquilos. Hablar con Naruto seria para después.
Cambió de habitación y fue al consultorio 14 donde Jirayja la esperaba. La Sannin no había creído tan urgente atender a su compañero, pero evidentemente el golpe de Naruto le había afectado de alguna forma. Ingresó al cuarto y el peliblanco no tenía esa típica sonrisa despreocupada. Estaba muy concentrado, tal como cuando las cosas están muy mal, y se van a poner peor. No hizo mucho caso al silencio de Jirayja y comenzó a revisar la mano derecha que había soportado el ataque de Naruto. Sorprendida, la mujer notó que tres de los dedos en esa mano estaban fracturados.
-ese niño te ha fracturado varios dedos con un solo golpe. –Susurró sorprendida mientras que trataba de acomodarlos con su chakra.- Fue como si…
-estoy preocupado Tsunade….-dijo el peliblanco con la mirada perdida, pero dejándose atender pasivamente- utilicé energía natural en mi brazo para absorber el golpe de Naruto. Creí que si oponía igual tipo de energía anularía el mayor efecto del golpe.
-lo hiciste….-señaló ella- solo fueron unos dedos Jirayja, trato de no mostrarse sorprendida- y por qué te agarró en mala posición de defensa.
-no fueron solo unos dedos Tsunade, -apuntó el Gamma Sannin- la brutalidad de esa técnica no tiene límites.
La mujer iba a preguntar el por qué, pero al desplegar su chakra por la mano de Jirayja completamente. Pudo notar que tenía rota la muñeca también. Que el codo y hasta el hombro estaban dislocados. Que tenía dos huesos rotos del brazo, que se quebraron como palillos. Un solo golpe, no dirigido hacia Jirayja y reducido en eficacia por la defensa con chakra natural. Aun así, tan poderoso, aun así tan definitivo.
-no tiene sentido, -indicó ella sonriendo con nerviosismo- es demente. Ni yo puedo acumular tanto chakra en un solo punto. Es una fuerza fuera de los cabales.
-para manejar el Senjutsu, -dijo Jirayja con gravedad- se debe poder mesclar energía natural con la propia. Así como mente y cuerpo se unen para crear una técnica, agregar una tercera fuerza aumenta no solo la dificultad, sino el efecto.
-¿es más fuerte que yo? –consultó suavemente la mujer
-y más resistente que Orochimaru cuando usaba su jutsu. –Acotó el domador de sapos- además su madre es Uzumaki, así que tiene un chakra brutal, casi promedia 200 veces lo normal. Su poder es mayor, mucho más que el mío.
-te he visto usar el modo Sennin idiota…-sonrió apenas Tsunade para aligerar tensión- ese niño no podría vencerte aun.
-tengo más experiencia, y muchos ninja de esta aldea podrían derrotarlo si solo se tratara de poder. –Señaló el peliblanco- pero solo vimos su técnica desplegada por algunos minutos. Por cada instante que se mantenía activa, Naruto no se debilitaba, sino al contrario. ¿Hasta dónde…?
-¿será capaz de llegar? –Añadió la médico- más bien me pregunto, ¿podrán controlar esa técnica cuando haya pasado demasiado tiempo activada?
-ha mejorado demasiado, y no hablo solo de su técnica precisamente. –La voz de Jirayja, ahora tenía un ligero toque de gracia- se ha ganado una deliciosa prisionera…ju ju ju.
-idiota pervertido…-gruñó Tsunade- no sabes los problemas que ese niño ha generado al tomar a la mujer de un cabeza de clan.
-solo sé… que una nueva novela icha icha, está a la puerta de salir…. –sonreía con carita traviesa, sin percatarse del mal genio de su compañera- “la dama y la bestia, prisionera de la pasión” maldito afortunado es mi ahijado y…
Lady Tsunade era una mujer de extraordinaria paciencia cuando atendía a un herido. Pero con Jirayja, con esos comentarios siempre inclinados a lo pervertido, no podía evitar sacar lo peor de ella. Le dio un tremendo golpe en la cabeza gritando su nombre como poseída. Y pudo hacerle más daño sino supiera que estaba lesionado.
-Tsunade-sama….-interrumpió la estudiante de la Sannin de nombre Shizune- he terminado las evaluaciones de….-observó como Jirayja yacía desmayado sobre la camilla, con un chichón en la cabeza- ¿otra vez ha golpeado a Jirayja-sama?
-¡fue su culpa por hacerme enojar! –Chilló la rubia molesta- ¡siempre habla de sus libros pervertidos!
Eran como niños, Shizune tan solo suspiró avergonzada. Se podría decir que habían pasado hace mucho tiempo aquello de “los que se pelean, se quieren” pero los Sannin no parecían cambiar más. Durante los restantes minutos la morocha puso en detalle todos los análisis realizados sobre Sasuke Uchiha. Había dado su informe al Hokage 5 minutos antes y ahora lo hacía con su sensei.
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La sala de terapia intensiva estaba atestada de médicos, enfermeras y ninjas en general. En una zona del cuarto atendían a los ANBU que habían intentado intervenir en el combate entre Sasuke y Naruto. Estos Shinobi presentaban fracturas y contusiones como si hubieran participado de una guerra. Nadie entendía como un golpe general con impulso de chakra pudo hacerles tanto daño.
Más al rincón, Shizune y otras Kunoichi habían dado los cuidados urgentes a Uchiha Sasuke. Vigilado por su hermano Itachi y por la preocupación de su madre Mikoto. Luego de unos 30 minutos de incertidumbre, Shizune pudo declarar para tranquilizar a todos. Sasuke estaba estable, milagrosamente aun tenia oportunidad de sobrevivir.
-14 huesos rotos, -enumeró ante el Hokage, Fugaku y el resto de los Uchiha antes mencionados- contusiones, hematomas, hemorragias internas. También tiene fracturas y fisuras menores en casi todo su cuerpo. Sinceramente….estuvo a un golpe de morir.
Minutos después, cuando Shizune hubo indicado a las enfermeras los cuidados permanentes que debían tener sobre el paciente, se retiró dejando a Fugaku y su familia, solos con el derrotado. Mikoto estaba arrodillada junto a la cama de su hijo, angustiada por el estado calamitoso de su salud. Itachi y Fugaku discutían entre susurros furiosos. El joven recriminaba a su padre las advertencias que antes había intentado realizar, y nunca fueron escuchadas:
-no puedo confiar en nadie para que hagan su trabajo…-gruñó Fugaku molesto- estoy rodeado de inútiles.
-Sasuke hizo lo que pudo, -indicó Itachi siempre neutral- pero no estaba preparado para alguien como Naruto Namikase.
-un idiota eso es….-continúo el líder- ni siquiera pudo realizar la simple tarea que le encomendé. ¡Ahora la aldea nos creerá débiles! Es inconcebible. ¿Cómo pudo perder con el hijo de Yondaime?
-el nivel de Naruto se ha elevado demasiado. –Admitió Itachi neutral- enfrentarlo cara a cara, ha pasado a ser el equivalente de una mala estrategia. Mientras todos entrenamos para aumentar nuestro poder, él se ha preparado implacablemente, día tras día por un solo objetivo….asesinar a quienes atentaron contra su prometida.
-debí enviarte a ti, en lugar del inútil de tu hermano.
-no has debido subestimar a Naruto Namikase. –Le amonestó Itachi- ahora has despertado lo peor de él, y su odio está en nuestra contra.
Ambos hombres fijaron su vista en la mujer que yacía arrodillada junto a la cama. Las enfermeras se retiraron dejando a los Uchiha solos en el cuarto. Usualmente ellas hubieran expulsado de la habitación a todos dejando como mucho a un solo pariente del herido. Pero las tres jóvenes observaron descuidadamente a los ojos de Itachi, luego de eso salieron del cuarto por orden del Sharingan.
-aun no entiendo por qué se detuvo, -señaló Fugaku- tenía la vida de Sasuke pendiendo de un hilo. Nadie podía intervenir. Aunque Minato lo intentó.
-desde mi punto de vista, se ha llevado de ese combate, mucho más de lo que pudo imaginar.
Las últimas palabras de Itachi hicieron a ambos hombres mirar a la única mujer del cuarto. Mikoto había salvado la vida de su hijo, pero había entregado la suya a cambio. Técnicamente era positivo el cambio. Si Naruto la asesinaba, nada perdería el clan Uchiha porque recuperado Sasuke todo estaría en el mismo nivel de fuerza militar como al principio. Mikoto había sido Kunoichi, pero hace demasiado que estaba retirada y ya no tenía más utilidad para el clan. Con casi 40 años, ella no le daría más hijos al líder del clan, por lo tanto era hasta cierto punto sacrificable.
Itachi sin embargo vio el otro lado del asunto. ¿Qué pasaba si Naruto en lugar de matarla, la convertía en su esclava? ¿Tal vez en una sirvienta, para humillar a los Uchiha? Fugaku quedaría humillado personalmente y tal vez hasta terminaría peleando en duelo contra Naruto. Mucho más experimentado, un guerrero que había vivido anteriores guerras. ¿Pero podría contra la brutalidad irracional de Naruto Namikase? Tal vez ese fue el plan desde el inicio. Naruto quería llevar al campo de batalla directo a Fugaku y Sasuke. Por eso tomaba a Mikoto, por la humillación del esposo y la vida del hijo. Ese niño Namikase había sido demasiado subestimado siempre. Itachi aprendía a considerarlo como un enemigo tan peligroso como el mismísimo Yondaime. Por qué no tenía límites, no tenía ética y no le importaba Konoha a diferencia de su padre el Hokage. Además, había otra cosa que preocupaba a Itachi. Danzou ahora tendría las razones apropiadas para ordenar el exterminio del clan Uchiha. Fugaku caería en la trampa de la ambición y ante la excusa de “rescatar” a Mikoto, intentaría tomar el poder. Morirían los Uchiha, morirían antes de siquiera tener la mínima chance de ganar.
Mientras Itachi pensaba cada céntimo de información que tenía, Fugaku se acercó a Mikoto y la mujer se puso de pie con las manos frente a su vientre, agachando la cabeza. Ella quiso justificar lo que había hecho por la vida de Sasuke, pero Fugaku no le permitió réplica, dándole una fuerte y contundente bofetada que la hizo caer al suelo.
-estúpida….-acusó el líder- te entregas como una puta rehén a nuestro enemigo. Sasuke debió morir con honor en combate. Como un Uchiha. Ahora estará deshonrado y toda la familia será el hazmerreír por tu imprudencia y su derrota.
-Fugaku…solo quise salvar a….
-me importa un carajo, -amonestó él- ahora vete a buscar tus cosas y lárgate de mi casa. Tal vez seas útil en otro lado para variar. No quiero volver a verte.
La mujer utilizó toda la fuerza de voluntad que le quedaba, para ponerse de pie y retirarse del cuarto. Rechazada. Por su propia familia expulsada como una traidora. Todo por querer que nadie muriera, todo por intentar que hubiera paz. Todo por ayudar a Naruto Namikase, todo por ayudar a su hijo Sasuke. Rechazada, y ahora lejos de su familia. ¿Qué pasaría con ella? ¿Qué le haría Naruto Namikase? ¿Podría su amiga Kushina ayudarla? ¿De que valía la ayuda, si Mikoto deseaba morir? ¿Naruto la mataría?
Se fue del cuarto, directo a la mansión Uchiha. Directo a recoger sus cosas, pero sin saber cuál sería su próximo destino.
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-¿Cómo lo hiciste Naruto?
La pregunta de Kushina era esperada, aunque jamás Naruto hubiera apostado que fuera su madre la primera en realizarla. Ella estaba seria, relajada luego que Tsunade le informara que todo estaba bien, pero seria. La siempre sonriente Kushina Namikase parecía una instructora ninja antes que madre. Naruto pocas veces la había visto así, y sabía que su interés como Kunoichi le había ganado a la madre siempre latente.
-bueno, -resolvió el joven neutral- es un poco complicado, veras…..cuando tienes la capacidad de absorber y manipular energía natural, aquella que reside en el ambiente que nos rodea….bueno tuve la idea de….
Sus palabras se cortaron. La puerta del consultorio se abrió y su padre había ingresado seguido por Jirayja, Tsunade y los consejeros Homura y Koharu. También se presentaron los líderes del clan Nara, Yamanaka y también de los Hyuuga. Todos testigos del combate de honor. Minato se veía incomodo, como si estuviera allí por obligación, como si sus gestos fueran los que no quería manifestar realmente.
-joven Namikase….-inicio Inoichi Yamanaka sonriendo- estoy especialmente agradecido del maravilloso combate que hemos presenciado. Usted ha demostrado talento, concentración y sobre todo….poder. El nombre de su padre ahora tendrá ecos en las acciones de su hijo.
-admirable desempeño muchacho…-asintió Utatane Koharu- el futuro de esta villa es dorado. Si acaso todos los jóvenes tienen sus agallas y fortaleza.
Naruto sonrió levemente. Gran parte del consejo le presentaba sus respetos. Ninjas ancianos, experimentados líderes y orgullosos guerreros. Incluso vio una aprobadora mirada en los blancos ojos de lord Hiashi Hyuuga. Algo que tal vez casi nadie había visto en su vida. En cambio el Hokage estaba conteniendo su frustración. Jirayja y Tsunade estaban en el cuarto para que las cosas no se salieran de control entre padre e hijo. Después de todo, ¿Cómo saber hasta dónde duraba la locura que aportaba el descontrol de ese jutsu?
-permítame decirle joven Naruto….-continúo la anciana consejera- que tiene un prometedor futuro. La familia Koharu, quiere invitarlo a usted y su familia a una cena. Nos interesa estrechar lazos con ustedes.
-la invitación me parece muy interesante….-sonrió Naruto fríamente- ¿Qué te parece mamá? –Le apuntó a Kushina que estaba bastante sorprendida- después de todo, eres la más experimentada Uzumaki de esta aldea.
-¿Uzumaki? –Preguntó Homura Mitokado y discretamente todos observaban las reacciones del Yondaime- ¿acaso usted…no está representando a…?
-el combate que presenciaron, -comentó Naruto como algo protocolar- no ha contado con la bendición del venerado Yondaime Namikase. Por eso mismo, yo he representado el honor del clan Uzumaki. Porque soy hijo único de Kushina Uzumaki, descendiente de los temible ninjas Uzumaki del remolino. –El silencio era sepulcral, ya que Naruto implicaba una clara división de su padre- si acaso Koharu-sama aun quiere invitarme a una cena. Estaré encantado de asistir junto a mi madre, llegado el caso.
-Hokage-sama….-balbuceó desconcertado Shikaku Nara que realmente jamás había esperado esto- ¿podría usted explicarnos con más detalle lo que sucede aquí?
-será para otra ocasión señores…-señaló Minato serio- ¿me permiten la soledad para hablar con mi familia? Tenemos que descansar luego del agotador combate, y luego podrán invitar a mi hijo todo lo que les apetezca. Buenos días.
Todos comenzaron a abandonar la habitación. Jirayja y Tsunade les escoltaron afuera rápidamente y el ambiente parecía haber aumentado en la presión atmosférica demasiado. El último en salir del cuarto fue Jirayja, que dedicando una mirada a Kushina, le hizo saber en silencio que estaría afuera por si algo malo ocurría. Aunque con ese brazo enyesado, no sería de mucha ayuda a decir verdad. Tal vez Tsunade seria de más utilidad en definitiva.
Naruto se apoyó en la camilla, cruzando las piernas levemente se quedó esperando en silencio que sucediera lo que fuera. Minato no sabía que decir, jamás había esperado una victoria tan contundente. Él sabía perfectamente el nivel de Sasuke, y creía conocer también las habilidades de su hijo. Sinceramente era como encontrarse que en matemáticas, un 5 tenía más valor que 30. No lo entendía, pero indudablemente esos últimos meses, luego de la muerte de Sakura Haruno, se habían volteado todos los niveles de poder. ¿Cuál era el límite de Naruto?
-felicidades por un estupendo combate hijo. –inició Minato y Kushina estaba parada a un costado de ellos pero justo en medio, con temor de tener que intervenir para separarlos- sin dudas tu actual rango de Chunnin superior, es insuficiente. Derrotaste a Uchiha Sasuke inapelablemente. Sakura-san seguramente ha recuperado su honor por ello.
Las palabras estaban cuidadosamente preparadas al parecer. Había incluido el “hijo” y no “Naruto”. También admitía que su nivel era mucho mayor a su rango y que consideraría cambiarlo. Finalmente intentaba indicar que la muerte de Sakura estaría saldada con este combate. Pero Naruto no pareció especialmente atento o emocionado a ninguna cosa. Simplemente se cruzó de brazos a la espera de lo que fuera que Minato quisiera decir, luego de tanta palabrería sin sentido.
-creo que sería bueno asistir a esa cena con el clan Koharu. -prosiguió Minato ante la nula reacción del resto- son muy influyentes políticamente. Incluso tienes conexiones con el feudal. Creo que incluso podríamos lograr una…
-Ka-san….-interrumpió Naruto la charla con voz firme- ¿Podrias indicarle a Hokage-sama que los asuntos de nuestra familia no son de su divina incumbencia?
Kushina sabía exactamente a que se refería Naruto. Pero Minato no parecía recordar el asunto y eso lo confundía.
-¿Naruto de que estas hablando? –interrogó el Yondaime- hablas de tu familia como si no fueras Namikase. ¿Qué piensas hacer con la esposa de Fugaku? Ya humillaste a Sasuke, no lastimes a esa mujer que no tiene nada que ver con el supuesto asesinato. Recuerda que Mikoto-san es amiga de muchos años con tu mad…
-Ka-san….-volvió a insistir Naruto sin cambiar su postura- ¿Podrias indicarle a Hokage-sama que los asuntos del clan Uzumaki… no son de su divina incumbencia?
Flash back:
-¿recuerdas esa tarde cuando tenía 15 años? –Señaló Naruto y su padre sabia a cuál se refería- me dijiste que no intentarías enseñarme Hiraishin no jutsu, porque nunca sería capaz de dominarlo.
-lo hice para que te motivaras más, para que entrenaras más duro.
-y ahora te digo padre…..-balbuceó con desdén- que tú, y tú fabulosa técnica se pueden ir al demonio. Por qué me basto y sobro con mi entrenamiento para ser un buen ninja. No quisiste ser mi padre, no confiaste en mí y solo era una moneda de cambio. Ahora siéntate en tu silla de líder, y mira en primera fila como Naruto…..defiende el honor de la familia. De mi familia, el clan de mi madre. Ten presente que desde ahora…..soy Naruto Uzumaki.
Fin del flash back:
-¿así que piensas apartar a esa mujer de su familia? –Consultó Minato- te recuerdo que Mikoto siempre fue amable contigo. No puede pagar alguien inocente por los males de otros.
-¿alguien inocente como Sakura-chan? ¿Alguien cuya única culpa, fue que yo la amara y que mi padre no lo aceptara? Te diré que haremos, -anunció parándose recto y caminando por el cuarto- tú seguirás como siempre, fingiendo que soy de tu propiedad y tienes el derecho a usarme como un kunai. Y mientras tanto, yo seguiré como hasta ahora…haciendo lo que creo conveniente para cumplir mis promesas.
-Naruto te pido que te tranquilices….-le rogó Kushina.
-estoy muy sereno Ka-san…-sonrió el joven- ¿acaso no me has visto como pude repartir algo de mí “serenidad” con Sasuke? ¿Imaginas lo que le haré, a quien me haga enojar de verdad?
-¿quieres destruir Konoha? –apuntó Minato ya comenzando a preocuparse- ¿no te detendrás hasta que no quede nada? ¿Has pensado en las personas inocentes que perjudicaras?
-¿no decías que yo era importante para la villa? –Contradijo Naruto irónico- ¿Qué no podía mantenerme apartado de mi destino? Ya no puedo tener una vida feliz y tranquila. No puedo ser un simple ninja, con una pequeña familia. No puedo tener una casa en los bosques con mi esposa Sakura, me arrebataron esa vida. Y alguien tiene que pagar por ello.
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La noche había llegado a la aldea de la hoja. En la casa Namikase, Kushina y Mikoto estaban sentadas en la cama del cuarto matrimonial de la dueña, tratando de aclarar este entuerto. Mikoto siempre había sido una mujer muy dura. Jamás Kushina la había visto llorar, a excepción de una sola vez hace tiempo. Esa noche Mikoto lloraba, y lo hacía abrazada a la única amiga que tenía en el mundo. Habían pasado demasiadas cosas malas en tan poco tiempo. Mikoto cargaba una pesada cruz en su corazón hacía muchos años, y la actual situación, solo hizo que perdiera la poca resistencia que le quedaba. Se había desmoronado finalmente.
Expulsada de su hogar, humillada, apartada y culpable de todos los males.
No era justo, no era correcto, Kushina ardía de indignación contra Fugaku, contra su esposo Minato y también en parte contra Naruto. ¿Cómo podían usar a Mikoto de esa forma tan cruel? Fugaku la trataba como un objeto, Naruto como rehén y si Minato no hubiera insistido tanto en interponerse entre Naruto y Sakura, nada de esto hubiera ocurrido en primer lugar. Lo cierto era que Kushina quería hacer papilla a alguien. Sus manos literalmente le escocían de las ganas.
-¿Dónde viviré Kushina? –Gemía Mikoto avergonzada- ya no tengo familia.
-soy tu familia Mikoto-chan, -sonrió levemente Kushina aunque el disgusto no le permitía tener un gesto optimista sincero- vivirás aquí en mi casa. No importa lo que los demás piensen. Te protegeré.
Mikoto sintió reconfortarse el alma. Kushina no la abandonaría a pesar de lo que toda la aldea dijera. Kushina era esa clase de persona que jamás le importaban las habladurías. Esa clase especial cuya dependencia de la sociedad no estaba atada a la moral general. Era buena amiga, era leal, era valiente. Cualidades que la ayudaron a sobrellevar lo que todos decían de ella por ser jinchuriki.
Mientras tanto en el comedor, los Sannin observaban como Naruto y Minato recomenzaban a discutir aun cuando hacia pocas horas desde la última en el hospital. Naruto volvió a juntar su ropa y pertenencias para mudarse nuevamente a su departamento. Pretendía llevarse a Mikoto con él, cosa improbable porque hasta Kushina pondría el grito en el cielo. Tanto Minato como Kushina tenían cierto resquemor sobre lo que su hijo pensaba hacerle a la mujer Uchiha, en cuanto la tuviera atrapada y sola.
-Mikoto-san se quedara en mi casa por ahora…-anunció Minato a lo que los Sannin estuvieron de acuerdo- tu departamento es inadecuado para más de una persona. Mucho menos para una señora casada, viviendo con un niño.
-es muy simple, -respondió Naruto tratando de controlar su ira- realizare algunas misiones rango S para tener el dinero necesario. Luego cambiare el departamento por una casa y…
-las misiones grado S, son demasiado importantes como para dárselas a un imprudente que ni siquiera controla sus técnicas. –resolvió Minato sabiendo que ahora si lo tenía atrapado- (no permitiré que deshonres a Mikoto para que los Uchiha se nos echen en encima. La devolveré a ellos)
-¿estás de acuerdo con él? –consultó Naruto molesto mirando a Jirayja.
-estoy de acuerdo en que has llevado este asunto demasiado lejos. –Asintió serio el gamma Sannin- creo que sería mejor dejar a los civiles fuera de la pelea. Mikoto-san no tiene que ver con…
-ya veo…-interrumpió Naruto ofuscado- ahora tú también estas en mi contra. –Miró a Tsunade levemente que estaba en silencio y de nuevo enfocó los ojos en su maestro- creí que al menos tu ibas a entenderme ero-Sennin. Pero Minato siempre fue tu favorito. No sé de qué tengo que sorprenderme.
Levantó sus bolsos con ropa y enfiló hacia la puerta. Todos esperaban que aun intentara llevarse a Mikoto. Pero el joven simplemente abrió la salida y declaró ante la aparición de las dos mujeres por el pasillo que conducía a los cuartos.
-por ahora, te quedas aquí Mikoto-san. –Anunció serio- pero será por poco tiempo, es una promesa. Y si me entero que alguien…..-dijo de manera tétrica- te ha devuelto a las mansiones Uchiha……ese “alguien” se convertirá en mi enemigo. Y ojala esté dispuesto a matar como yo lo estoy. ¡Buenas noches! –y dio un portazo que pareció un trueno en el silencio.
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Genial….
Llegó a su oficina en los cuarteles ANBU de Raíz, y cuando se quedó solo no pudo evitar sonreír.
Genial…
Mejor de lo esperado, muy superior a lo calculado, espectacular a lo supuesto. Nada en el mundo le daba tanta satisfacción a Shimura Danzou que sus planes concretándose. Sin embargo, había algo todavía superior. Esas raras situaciones se daban cuando un plan largamente estudiado terminaba generando un giro inesperado, y al final el resultado era mejor. El líder de Raíz tuvo un gesto de “debilidad”, se sentó tras el escritorio en su oficina y sacando con su brazo libre botella y copa, se dispuso a tomarse un trago a la salud de su éxito.
-Namikase Naruto….-se dijo a sí mismo- nunca pensé que llegarías tan lejos. Me has sorprendido muchacho.
Hace meses lo había visto como simple peón. Una pieza fácilmente sacrificable para alcanzar metas de grandeza. Pero ahora ese peón había mutado a un poderoso alfil, una nada despreciable arma en esta guerra silenciosa que los Uchiha habían interpuesto con la villa. La colosal muestra de superioridad y poder que el joven hijo del Hokage había demostrado frente a uno de los mejores guerreros Uchiha, le otorgaban a Danzou cierta tranquilidad. Usualmente, en los últimos años se había preguntado qué plan podría aplicar si acaso Itachi no actuara como se le ordenara. Danzou era consiente que todo hombre tenía sus debilidades, y las del talentoso hijo mayor de Fugaku, era la tonta devoción por la paz. ¿Paz? ¿De que servía la paz en el mundo ninja? Las aldeas Shinobi se estancaban en tiempos de paz, los niños se debilitaban, las mujeres pasaban de ser útiles Kunoichi, a meros vientres. No había vida con honor en la paz. No había sangre, que era la salvia vital del camino Shinobi.
Ahora mismo, el líder de Ne tenía en mente una estrategia de contingencia. Si acaso Itachi se revelaba a las órdenes de Konoha, Naruto Namikase era el arma adecuada para hacerlo pagar.
-eres un diamante en bruto muchacho…-sonrió levemente el consejero bebiendo su copa- un Shinobi de estilo viento debe entrenarte para pulir esas virtudes. Soy quien te entrenará.
Naruto era tipo Futon, entrenado por el gamma Sannin Jirayja nunca alcanzaría los niveles de excelencia que Danzou creía poder desarrollar en él. Entonces el consejero tuvo su idea a continuar. Atraer hacia “raíz” a Naruto Namikase. Entrenarlo, adoctrinarlo y convertirlo en su más temida mano derecha. Esa técnica bestial, unida a un profundo entendimiento sobre los jutsu de Futon. Harían de un joven prometedor, todo un elemento de guerra mundial.
-ahora mismo no confías en nadie muchacho…-continúo como practicando una futura charla- y la esencia de un buen ninja reside en eso. Se trabaja en equipo dicen los débiles, se obtiene las grandes victorias solo… eso decimos los fuertes.
Mientras pensaba en cada palabra de lo que diría, Danzou mandó a llamar a un subordinado. 5 minutos después, la capitana Yugao Uzuki se arrodilló ante el líder de ANBU, a la espera de sus nuevas órdenes.
-quiero que traigas ante mí a Namikase Naruto. –Ordenó Danzou fríamente- necesito tener una reunión privada con el- nadie debe enterarse.
-¿debo coaccionarlo?
-No, -señaló el líder- debe venir por su propia voluntad. Le haré una oferta para que se una a mí, es el momento de ponerlo definitivamente a mi servicio. Averigua lo que sea necesario para hacerlo venir, y ten cuidado con Jirayja, es más astuto de lo que aparenta…..márchate y no regreses sin el joven Namikase.
Cuando volvió a quedarse solo en su oficina, Danzou Shimura volvió a emitir esa fría sonrisa de satisfacción. Arrebatarle el hijo a Minato sería un golpe de muerte a su liderazgo. Naruto debía pasar a formar parte del ANBU a como diera lugar. Danzou se prepararía para ofrecerle lo que fuera. Dinero, lujos, mujeres, técnicas, entrenamiento. Lo que fuera para que se convirtiera en su discípulo. Era ironía pura lo que movía la situación desde el punto de vista del consejero. El hijo de Fugaku, se encargaría algún día de destruir su clan eliminando el único obstáculo de Danzou hacia el poder. Y ahora el hijo de Minato, le arrebataría al actual líder su sombrero. Era casi poesía, y pensar que Danzou hacia algunos pocos meses atrás, había intentado acabar con la vida de Naruto Namikase.
Sin embargo y por fortuna, había fallado…
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Algunos días pasaron desde el suceso del combate entre Naruto y Sasuke. El joven Namikase no volvió a presentarse por la casa de sus padres en ese tiempo. Nadie sabía en donde estaba, algunos lo vieron entrenando en los campos y otros comiendo en el puesto de ramen como de costumbre. En un par de veces se cruzó con los amigos de su generación e intercambio palabras sin ningún problema. Incluso tuvo una larga charla con Ino Yamanaka, cuando ambos jóvenes se encontraron en el cementerio, visitando la tumba de Sakura. Poco a poco, luego de haber peleado parecía haber regresado al inicio. No sonreía lleno de optimista ni había bromas en sus palabras. Pero todos notaron que en algo, parecía volver al antiguo Naruto que andaba noviando con Sakura. En aquellos tiempos felices.
Dormía en su apartamento, entrenaba duro y casi no hablaba con nadie en particular. Jirayja lo vigiló desde las sombras en esos primeros días. Para asegurarse que no hiciera alguna locura contra los Uchiha y además para estudiarlo. Algo en la mente del Sannin le hacía ruido desde la última noche donde Minato y Naruto discutieron en la casa Namikase. Las respuestas de Naruto, sus gestos y sobre todo su agresividad. Estaba enojado esa noche, tal vez la adrenalina del cercano combate, tal vez la frustración por haber dejado con vida a Sasuke. Jirayja presentía que ese no era el Naruto de siempre. Había algo más.
Con el paso de los días, las actitudes agresivas de Naruto se disolvieron. El odio que casi exudaba por los poros, ahora estaba en control nuevamente. Al parecer, la primera teoría de Tsunade había sido correcta. La técnica que Naruto había usado no solo modificaba su estructura física para aumentar su nivel. Sino también desataba su instinto animal, su instinto asesino. Ese descontrol, era el que alteraba su sistema nervioso hasta más allá de la pelea. Era como una nube negra que lo perseguía, una que se disipaba con el paso de los días.
4 jornadas después de la pelea, Jirayja apareció en el campo de entrenamiento para saludar a su estudiante. Naruto lo recibió con una sonrisa y hasta se disculpó por el brazo que le había roto. Hablaron, de esto, aquello y lo de más allá. Incluso almorzaron juntos en Ichiraku y pareció que el Naruto bueno había regresado. Al menos parcialmente.
-¿Cómo esta Mikoto? –consultó Naruto débilmente en medio del almuerzo.
-intenta parecer fuerte, -admitió Jirayja apenas- tu madre la acompaña a todos lados, la cuida, la mima y trata de animarla siempre. Pero se nota que esa mujer está muy dolida.
-¿está enojada conmigo?
-no exactamente, -sonrió el peliblanco- por supuesto es toda una dama, jamás diría sus pesares ante otros. Pero tu madre es trasparente como el viento, -finalizó con astucia- y por lo mal que habla de Fugaku Uchiha, diría que el esposo de Mikoto tiene la responsabilidad principal de esa tristeza.
-o tal vez es por la salud de su hijo….-consultó Naruto
-según supe, no le permiten ir a verlo. Fugaku le ha prohibido que se acerque. Ella fue igual, y bueno….no parece que las cosas estén muy bien por ahí.
-debí matarlo….-señaló Naruto neutro- ese idiota no se merece que nadie le proteja.
-¿y por qué no lo hiciste? –Apuntó Jirayja- no me dirás que Mikoto-san te hizo tilín… ¿cierto? –sonrió de manera pervertida.
-solo al sabio pervertido se lo puede ocurrir una tontería así….-señalo Naruto sonriendo levemente- ella no…..-no supo explicarlo- Mikoto-chan….salvó mi vida. Tenía que devolverle eso.
Jirayja al fin comprendió un poco la situación. Naruto le debía la vida a esa mujer y entonces cedió en su venganza para devolverle eso. Sin embargo, con Mikoto lejos de su familia y Naruto aislado, no se veía cual sería el siguiente paso en esa guerra interna entre la oficina del Hokage, los Uchiha, Danzou y también Naruto. Aunque Jirayja comprendía adonde podía llegar el asunto de no modificarse la ecuación.
-supe que fuiste a la oficina de tu padre para buscar misiones…-indicó el Sannin- ¿Cómo te fue?
-Minato sigue tratando de bloquear que me lleve a Mikoto de su casa. –Aseguró Naruto- dijo que me daría el rango que quisiera y el dinero que necesitara, solo si liberaba a Mikoto para que regrese con su clan.
-ser Hokage implica proteger a todos Naruto….-le indicó Jirayja- encontrar un equilibrio entre obligaciones y derechos para...
-mi “padre”…-dijo con desdén el joven- no parece entender con quien se está metiendo. Se cree muy listo y usa su posición para mantenerme a raya. –Sonrió con frialdad y Jirayja supo que habrían más problemas- supongo que piensa en dilatar todo hasta que mi furia se disipe. Hacer tiempo, distraerme, desconcentrarme. Pero no entiende que desde la muerte de Sakura-chan, solo vivo con un propósito. Hacer que los Uchiha paguen por lo que hicieron con ella.
-¿y si lo logras que va quedarte? –Consultó Jirayja- la aldea que Sakura defendió al igual que tú, quedara en llamas. ¿Acaso no has pensado que hasta los padres de Sakura podrían sufrir por ello? ¿Realmente a ella le gustaría el tipo de sujeto en el que te has convertido?
Las palabras de su maestro generaron un poderoso efecto. Le hicieron dudar, por primera vez en mucho tiempo dudaba. ¿Y Kushina? ¿Qué pasaría con la seguridad de su madre si todo se iba al demonio? ¿Cómo protegería a Mikoto llegado el caso de una guerra abierta? Muchos amigos de la generación y sus familias también estarían en la línea de fuego. ¿Sería bueno continuar transitando el camino de una guerra abierta y total? Ero-Sennin tenía cierta razón. Le dolía a Naruto admitir que en ciertos aspectos había perdido el camino. Estaba ciego, ciego de rabia y descargaría el golpe mortal sobre las personas equivocadas. Debía reubicarse, debía restructurarse.
-te he seguido durante varios días….-admitió Jirayja
-lo sé, -respondió Naruto sorprendiéndolo- eres bueno, pero entrenamos juntos demasiado tiempo. Puedo encontrarte, tal vez sea el único que puede.
-y también te han seguido los ANBU, -continúo el Sannin- ¿piensas darles razones para entrar en acción? ¿Piensas atacar directamente a los Uchiha?
Naruto guardó silencio, sabía perfectamente que lo que dijera con Jirayja, su padre lo sabría. El Sannin podría apreciar mucho a Naruto, pero también estaba del lado de Minato. Era su informante, su amigo y fue su maestro también. Jirayja venía a hablar por Minato, y averiguar lo que pudiera también.
-la verdad….-dijo con serenidad fingida Naruto- no creo correcto desgastar mi energía en barrer con los ANBU que me vigilan, contigo, con la abuela Tsunade, con mi padre y todos los que lo siguen, tan solo para golpear a los Uchiha. Simplemente me dedicare a mejorar el control de mis técnicas. Entrenare duro, me mudaré en breve y tendré listo el dinero que me has prestado para el departamento.
-lo del dinero déjalo….-señaló Jirayja sorprendido porque no sabía de donde sacaría Naruto para pagarle- después de todo eres mi ahijado y…
-no padrino claro que no….-sonrió Naruto apenas- sabes que te prometí devolverlo y mi palabra siempre por delante. Mis promesas son mi camino, hasta las más pequeñas. Quien no tiene palabra, no tiene honor. Quien no ama, nunca aprenderá a odiar con suficiente fuerza.
Se despidieron en buenos términos. Pero Jirayja con su extensa experiencia en el espionaje pudo captar lo que necesitaba saber sobre Naruto. Primero, no atacaría directamente a Fugaku Uchiha. Y principalmente, nunca dejaría de cumplir las promesas que alguna vez realizó. Naruto había prometido destruir a los asesinos de Sakura Haruno. El método podría ser distinto, pero nunca cesaría en su afán de buscar la meta. Una voluntad de hierro, un corazón herido y lleno de angustia. Un hombre que siempre cumple lo prometido.
Los Uchiha estaban muertos… solo que aún no lo sabían.
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Un par de días después, Naruto utilizó su habilidad primaria que todos le conocían. Sorprender. Nadie podía esperar que llegara a tanto, nadie podía esperar los movimientos que se produjeron, pero desde el mismo momento que apareció en la casa Namikase esa tarde, sus padres, Tsunade y su estudiante Shizune, Jirayja y Mikoto supieron que había encontrado un nuevo plan a seguir. Apareció diciendo a la morena Uchiha que juntara sus pertenencias por que se mudaría. Otra vez la discusión sobre el pequeño apartamento surgió. Pero esta vez Naruto estaba muy decidido a romper el punto muerto impuesto por el Hokage.
-acabo de mudarme a una casa muy bonita –sonrió fríamente- Ka-san está invitada a conocerla en cuanto gustes. –dijo con cierto gesto de burla hacia su padre- Mikoto-san, es el momento de que vengas conmigo. Me perteneces.
Jirayja iba a intervenir ante el estupor de los demás, pero Naruto no le permitió replica:
-aquí tienes el dinero que me has prestado antes padrino….-dijo depositando una bolsita de cuero en la mesa cercana- muchas gracias por la confianza y el apoyo. No lo olvidaré.
Finalmente, aun ante los ruegos de su madre y las preguntas de su padre. Naruto condujo a Mikoto fuera de la casa Namikase. Caminaron por algunos minutos en completo silencio, ella iba con la vista baja y bastante preocupada de lo que Naruto haría a continuación. Pero no sucedió nada extraño. Simplemente llegaron a una bonita casa cercana a los bosques e ingresaron a ella. Kushina había decidido acompañarlos tratando de hacer todo lo posible para que su hijo no hiciera algo imperdonable.
Minutos después, la casa con 3 cuartos, un baño amplio, comedor y cocina quedo dispuesta. Kushina intentó quedarse todo el tiempo posible, pero la noche llegó a la aldea e invariablemente tenía que irse. Saludó a Mikoto, prometiendo que volvería en la mañana y tratando de lograr que Naruto prometiera almorzar todos juntos en la casa Namikase al día siguiente. El joven denegó la propuesta personalmente ya que dijo tener que entrenar. Pero le dio vía libre a Mikoto si ella quería aceptar.
-no eres prisionera aquí Mikoto-san…-admitió sonriendo levemente- puedes ir a almorzar con mi madre si quieres.
Mikoto la verdad no sabía que esperar, así que solo aceptó como para no discutir más el asunto y tiempo después, la mujer estaba sola en esa casa con el joven Namikase. Una rara atmosfera se había generado entre ellos. Él podía decir que ella no era prisionera, pero así se sentía exactamente. No se vieron por varias horas. Naruto estuvo en su cuarto y ella aprovechó para bañarse. Cuando por fin salió, todo el comedor estaba oscuro, tal vez el joven se había ido a dormir. Ella tan solo estaba vestida con una bata de baño. Ingresó a su propio cuarto asegurando la puerta y cuando se dirigía a su cama lo pudo notar parado en un rincón de cuarto.
-Naruto-san…-balbuceó tratando de no mostrarse nerviosa- ¿Qué es lo que….quieres en este cuarto?
Él se acercó lentamente, y ella se aferraba con ambas manos a las cintas que unían la bata en su vientre. ¿Acaso iba a violarla? Técnicamente ella era suya, podía hacerle lo que quisiera, era un botín de guerra. Él la había conseguido cuando ella cambio su vida por la de Sasuke.
-debo… ¿desnudarme? –sugirió herida en su orgullo
-por supuesto que no…-susurró el cuándo estuvo a dos pasos de la mujer-jamás forzaría a una mujer. Solo quise decirte algo antes de dormir. Quiero que quede claro desde el comienzo. ¿De acuerdo? –Mikoto asintió en silencio, pero aguantándole la mirada, eso le agradó a Naruto, ella tenía fuerte personalidad aunque la escondía- no eres prisionera en esta casa. Puede irte mañana mismo. Adonde quieras, por el tiempo que quieras. No tienes ninguna obligación conmigo. No eres mi esclava, no eres mi sirvienta. No tienes que cocinar, limpiar, ni nada en esta casa.
-¿entonces….puedo irme a…?
-lo único que tienes que hacer por mi….-interrumpió el levemente- es estar en esta casa a partir de las 21 horas de todos los días. Pasaras la noche aquí, y en la mañana te puedes ir a donde quieras.
-Pero…. ¿pero por qué tu…?
-sin preguntas, sin respuestas….-le dijo el serio- mi única imposición es esta. A partir de las 9 de la noche aquí dentro de casa. Sin excusas, sin peros, sin patrañas. Todas las noches aquí. Si no quieres hablar conmigo, sino quieres comer conmigo o siguiera verme…..lo entiendo. Pero aun así, obedecerás a esa única advertencia. Todas las noches aquí….hasta la mañana siguiente. ¿Entendido?
¿Qué podía decirle? ¿Cómo podía siquiera sentirse bien o mal cuando no entendía la razón de esa orden? Naruto no iba a poseerla, no iba a esclavizarla y no la usaría para que lo atienda. Incluso Mikoto tenía la venia de no hablarle o siquiera compartir la cena. Técnicamente, solo debía dormir en esa nueva casa y el resto sería como de costumbre. ¿Por qué dormir? ¿Por qué debía permanecer allí si Naruto no pensaba tomarla como mujer? Mikoto tenía demasiadas preguntas, pero tal cual la antigua costumbre en el clan Uchiha, la mujer no tenía voz ni voto. Simplemente ya estaba habituada a no decidir su destino. Así que se limitó a asentir y lo vio abandonar el cuarto en silencio.
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Los días comenzaron a trascurrir sin pausa. Por casi dos semanas prácticamente no se vieron. Algunas veces se cruzaban por el pasillo de la casa, pero Naruto y Mikoto no eran más que extraños. La mujer se pasaba casi todos sus días con Kushina. Ellas dos aprovecharon todo el tiempo para estar juntas. Kushina estaba preocupada por las intenciones de su hijo, por el destino de su amiga, y por las consecuencias que aún podría acarrear esta aventura de venganza. Sin embargo, Naruto no parecía interesado en lastimar a Mikoto.
-solo se me ocurre una cosa Kushina, solo una razón para que me prohíba estar con mi familia. –Le dijo Mikoto a su amiga en una conversación privada- algo malo va a pasar, y no me quiere en medio del caos.
-¿algo malo? –Kushina no entendía – el pervertido de Jirayja ha dicho que Naruto no piensa atacar a tu familia. ¿Qué más puede suceder?
-no lo sé, -negó Mikoto levemente- pero no es lo único que me preocupa. Naruto-kun no está bien. No habla con nadie, siempre lo veo poco y cada vez herido. No sé qué tipo de entrenamiento está realizando, pero siente mucho dolor.
-no me ha dicho nada tampoco a mí, -admitió Kushina- ni siquiera se con quién entrena. De donde sale el dinero que ahora tiene o como consiguió comprar esa casa. ¿Sabes? Como descendiente Uzumaki, Naruto puede formar un clan separado del de su padre. Él puede formar tratos con otras familias y…
-no tengo idea de lo que hace actualmente, -respondió la mujer Uchiha seria- pero dudo que se la pase haciendo tratos comerciales. Más bien diría que entrena, o que lo están torturando, o una combinación de ambas cosas. Como sea, me preocupa.
Mikoto realmente no quería preocupar más a Kushina anunciándole exactamente lo que ocurría en la casa de Naruto. Pero sentía que debía hablarlo con alguien. Lo cierto era que el muchacho terminaba demasiado lastimado para que se considere un entrenamiento normal. También la mujer Uchiha se había dado cuenta que los cazadores especiales ANBU vigilaban con especial atención la casa de Naruto. Algo extraño estaba sucediendo, Naruto no se iba de misión pero tenía dinero. Se portaba amable, pero también distante en muchas ocasiones.
-intentare acercarme a él un poco….-dijo Mikoto a su amiga- hablar, aconsejarlo. Es un muchacho que sufrió mucho, pero aun así es bueno.
-ten cuidado Miko-chan….-le previno la pelirroja- y si necesitas ayuda sabes que siempre estoy para ustedes.
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Dos noches después, Naruto llegó a su casa cerca de las 10 de la noche prácticamente fundido. Los entrenamientos con el ANBU al mando de Danzou eran extenuantes. Eran crueles y hasta cierto punto, dignos de ser agregados como método de tortura para la división de interrogatorio comandada por Morino. Sin embargo, Danzou tenía técnicas de viento realmente impresionantes. Cualquier arma imbuida con Futon, aumentaba tanto el rango de daño que prácticamente cada ataque era mortal.
Naruto sabía que Danzou le ocultaba cosas. Sabía que tenía pocos escrúpulos y que aborrecía el liderazgo de Minato. Tenía ciertos problemas con los Uchiha, que hasta el momento eran desconocidos por el joven Namikase, pero esos problemas parecían lo suficientemente profundos como para que Danzou considerara exterminar al clan completo.
Naruto lo sabía, por que Danzou había usado esa propuesta para reclutarlo:
-aceptó entrenar y trabajar para usted…-le supo decir Naruto esa noche que pactaron- pero solo quiero dejar dos cosas muy en claro. Número 1, si algo le sucede a mi madre….bueno…lo que hice con Sasuke solo parecerán caricias. Y por último…Mikoto Uchiha es mía, está bajo mi protección y no debe ser dañada. Cualquier plan de asesinato a los Uchiha, no debe estar incluido con ella.
-mi intención no es dañar a la jinchuriki, tampoco meterme con tu juguetito sexual, -señaló Danzou con total falta de emoción- solo tengo una obsesión en mi vida muchacho….lo confieso ante ti….mi única meta es proteger Konoha de cualquier ataque externo o interno. Al costo que sea. Desde mañana, comenzaras a entrenar conmigo. De más está decir, que esto es clasificado.
Naruto estaba molesto de solo recordar a Danzou. Era un tipejo sin escrúpulos que odiaba a Kushina y parecía tener una fijación negativa con los Uchiha. Naruto podía decir muchas cosas malas de Minato Namikase como padre, pero específicamente como líder de la aldea y Hokage, era el mejor. No elegiría a nadie para reemplazarlo. Y Danzou era precisamente el último en quien pensaría si acaso no hubiera opción.
Naruto apenas se pudo sentar correctamente en una silla. Mikoto apareció en el comedor, ella parecía siempre seria o impasible. Pero Naruto no pretendía molestarla con sus problemas, solo quería protegerla, quería mantenerla a salvo como no pudo hacerlo con Sakura-chan.
-estas herido Naruto…-dijo ella mostrando un gesto de preocupación- déjame ayudarte.
-no quiero molestar…-balbuceó él por qué hacía rato no hablaban y la creía enojada- te he dicho que no tienes obligación de…
-no estoy obligada, -admitió ella, sacando de un mueble cercano una pequeña caja usada como botiquín- pero aun así, fui Kunoichi como tu madre y si puedo asistirte….no veo porque razón no hacerlo.
Le ayudó a quitarse la chaqueta, el cuerpo del joven estaba muy bien formado. Sus músculos, la dureza del pecho, el vientre profundamente marcado, Mikoto no pudo evitar recordar lo que se sentía ser mujer. Naruto era un muchacho con la misma edad de su hijo menor, era el retoño de su mejor amiga Kushina. Pero… ¿Cómo podía evitar sin embargo reconocer lo que ese joven le generaba? El olor fuerte y masculino, la energía parpadeando en su piel. Naruto era lo que muchos hombres jamás lograrían alcanzar. Y era joven, tenía toda una vida por delante. ¿Por qué malgastarla con una venganza?
-sé que no entiendes lo que hago….-susurró Naruto- y no puedo decirte todo. Pero te prometo que hare valer esa vida que me has dado. Por una sola noche, fuiste mi vida.
-solo hice lo que debía, -respondió neutral la mujer, mientras curaba el brazo izquierdo del joven- no fue justo que te hicieran algo tan cruel.
Naruto usó su mano derecha para tomar delicadamente el rostro de la mujer. Se miraron fijamente por algunos segundos, él la había obligado a descuidar la curación del brazo y ponerle atención.
-esa noche yo quería morir, pero tú te interpusiste entre mi final y yo. Ahora te digo….sé que vas a morir algún día….-ella no emitió gesto, simplemente se quedó esperando que continuara- pero estaré en medio de tu final. Y seré tu nueva vida. Es una promesa.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Danzou se salio con la suya! aunque tal vez se el nuevo plan de naruto, no creo que se deje llevar por sus intenciones, esa tecnica de naruto si que es peligrosa, para que lo lleve a esos extremos.
mikoto comienza a acercarse, creo que de ahi comienza las cosas, me sigo preguntando que fue lo que paso realmente esa noche, naruto se iba suicidar? que dijo e hizo mikoto para que considere una promesa de vida, es evidente que naruto no estara en paz y tranquilo hasta que paguen por la muerte de sakura.
conti!
mikoto comienza a acercarse, creo que de ahi comienza las cosas, me sigo preguntando que fue lo que paso realmente esa noche, naruto se iba suicidar? que dijo e hizo mikoto para que considere una promesa de vida, es evidente que naruto no estara en paz y tranquilo hasta que paguen por la muerte de sakura.
conti!
hikari uzumaki- Sennin
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
mmmm que historia es bueno argumentar el universo naruto en otro punto de vista uno donde no todo es como parece
blackoiram- Novato
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
gracias a los que comentaron, espero que les guste el capitulo, falta uno para el final.
PERGAMINO 4: JUEGOS DE SOMBRAS
PERGAMINO 4: JUEGOS DE SOMBRAS
- Spoiler:
- Tres meses habían pasado desde que Mikoto, fue expulsada del clan Uchiha. Casi 90 días desde que tuvo la obligación de vivir en la casa de Naruto Namikase Uzumaki. Lo que inicialmente pareció un destino de esclavitud y humillación, se trasformó en una especie de retiro. Naruto Namikase no tenía ninguna intención de hacerle daño. Bajo ningún concepto, por ninguna circunstancia. Mikoto no podía definir que quería exactamente Naruto con ella, y eso le mantenía alerta. Pero inicialmente no parecía nada malo.
La noche en la cual Mikoto ayudó con las vendas y curaciones a Naruto sin embargo, fue una especie de comienzo para ambos. Los siguientes días se encontraron cuando Naruto volvía de los brutales entrenamientos y Mikoto no solo le ayudaba con las curaciones, sino que preparaba la cena para ambos.
-Kami que delicia….-dijo Naruto cierta noche y ella se sintió extraña- casi me arrepiento de no obligarte a cocinar siempre para mí.
Mikoto sonrió halagada, complacida de que alguien por fin se dignara a tener un detalle con ella por su esfuerzo al cocinar. A ella le encantaba hacerlo, tal vez era lo que más disfrutaba de la vida civil. Sin embargo, y aunque era una cocinera de habilidades extraordinarias, nunca en su familia habían emitido un gesto de tan sincero agradecimiento. Solo hombres devorando como si fuera obligación y retirándose de la mesa sin siquiera dar las gracias.
Las noches comenzaron a ser una reunión “obligada” para ambos. Se encontraban, hablaban de sus respectivas actividades en el día, cenaban y casi siempre lavaban los enseres y ponían todo en orden antes de las “buenas noches”, para irse cada quien a su habitación. Naruto comenzó a hablar sobre cosas graciosas. La hacía reír, como jamás había reído. Era ameno, era suave vivir con Naruto. Paso a paso, una cosa llevo a la otra.
Una mañana, las cosas terminaron por cambiar definitivamente.
El joven Namikase era alguien de hábitos muy dispersos. Pero en una cosa no parecía para nada dispuesto a renunciar. No importando el cansancio, el horario o las heridas del día anterior, siempre se levantaba muy de madrugada para iniciar sus rutinas de ejercicios al alba. Mikoto era de poco dormir, con lo cual se la pasó las primeras horas del día esperando en su habitación a que Naruto se cambiara, desayunara lo que fuera y se retirara a entrenar. Cuando comenzaron a hablarse por las noches, Mikoto sin preguntar se dio cuenta que Naruto no desayunaba nada antes de irse en las mañanas. Un recuento de los víveres que ella tenía cuidadosamente ordenados, llevó a la conclusión que Naruto no tocaba nada antes de irse a correr. Al llevarse un poco mejor por las noches, hizo a Mikoto bajar al comedor en las mañanas y preparar un té o café acompañado con algo casero, para que Naruto no se fuera a correr con hambre. Ella comenzaba atender ciertas cuestiones que el joven Naruto no parecía prestar atención. Charlaban, a veces contándose cosas de los sueños nocturnos y en un ánimo muy bueno Naruto se iba a correr varios kilómetros antes de comenzar los ensayos de jutsu.
Cierta mañana, Naruto le hizo una propuesta:
-debes estar aburrida….-le dijo sonriendo- Ka-san siempre ha dicho que eras una muy fuerte Kunoichi hace tiempo. ¿Qué te parece si vienes a correr conmigo?
Mikoto denegó la invitación con amabilidad, aunque parte de ella quería aceptar. Esa mañana habló con Kushina en la casa Namikase. Le dijo que su hijo estaba bien y parecía de un estupendo ánimo a comparación con el sujeto salvaje de tiempo atrás. La pelirroja le devolvió el favor averiguando sobre Sasuke, al cual Mikoto no podía visitar por el rechazo y la humillación que todos los Uchiha sentían hacia ella. Kushina le informó que Sasuke estaba estable, y que aun tardaría mucho más tiempo en poder salir del hospital.
Las noches y días se hicieron costumbre entre Naruto y Mikoto. Ambos se acomodaron al otro y se veían bien. Incluso la mujer sugirió algunos tipos de entrenamiento al evidenciar el estilo de clones y Tayjutsu que Naruto tenía asemejando a su madre. De la técnica con la que Naruto derrotó a Sasuke nunca hablaron. El joven se veía incómodo con ese recuerdo, tanto que no parecía querer usarla nuevamente. Mikoto era una mujer muy perspicaz, supo que no debía hablar sobre ese asunto y se dedicó a otras cosas:
-fui compañera mucho tiempo de Kushina. –Sonreía Mikoto contándole en la cena a Naruto- el “habanero sangriento” era especialista en combate frontal, imposible de detener cuando estaba furiosa.
-y tú eras su apoyo con el Sharingan supongo…-razonó Naruto en voz alta- una dupla mortífera. Sin dudas has sido genial. ¿Acaso no extrañas ser Kunoichi?
Mikoto respondió con un “tal vez”, para no decir que lo extrañaba horrores. De joven, aun antes de casarse con Fugaku por acuerdos de líderes. Mikoto era una de las guerreras más fuertes del clan Uchiha. Su especialidad eran las técnicas de fuego como la mayoría, pero también trabajaba muy bien el Genjutsu y Kinjutsu. Era una experta en emboscadas y tenía amplios conocimientos de anatomía humana, suficientes para no necesitar más que un golpe certero para matar.
El destino quiso que ella fuera la única hija de un líder anciano. Que para mantener la unión dentro de la familia, la obligaran a los 15 años a contraer matrimonio con otro integrante del clan Uchiha. Fue un matrimonio por conveniencia, donde Fugaku fue ungido tiempo después como líder general del clan, y Mikoto tuvo que sacrificar su carrera como Kunoichi, en favor de continuar la línea de sangre. Ella tuvo que dejar de ser ninja, lo que más amaba, para ser esposa de un hombre que jamás le demostró cariño. Fue su destino, y lo aceptó aunque le costara el corazón.
Dos semanas después de la primera oferta, Naruto Namikase lo intentó nuevamente. Esa mañana Mikoto la recordaría por siempre. Había algo extraño en el aire desde que puso un pie fuera de la cama. No sabía definirlo, no tenía forma de probarlo, pero a pesar de ser una mañana como tantas otras. Una donde Mikoto preparaba el desayuno y Naruto se disponía para salir a entrenar, ese día sería diferente desde la raíz.
-Mikoto-chan…..-le dijo Naruto con ese mote cariñoso cuando realmente apreciaba a alguien- es muy aburrido correr solo. ¿Seguro que no existe la posibilidad de salir contigo el día de hoy?
Ella sonrió, como se le estaba haciendo costumbre en compañía de Naruto Namikase. Sonrió y asintió con delicadeza. Dejo de lado la vergüenza que sentiría al estar fuera de estado, dejo de lado lo que todos pensarían de ella al verla acompañada de un joven apuesto, y fue a su cuarto a buscar el equipo ninja que había comprado días antes, sin saber porque. Despojándose del kimono, ajustando sus prendas a las formas de una mujer perfectamente formada y conservada. Domando su cabello con hebillas a los lados, para que el rostro siempre estuviera libre del azabache profundo cayendo como cascada de seda. Y lista para reiniciar su camino, salió de la casa Uzumaki acompañada por aquel extraño joven. Aquel sujeto que la colmaba de tranquilidad, que la respetaba, que la escuchaba, que la miraba a los ojos con sinceridad e interés genuino. Aquel que todos creían un demonio, pero para ella se veía como un ángel.
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Alrededor de la mesa, el matrimonio Namikase recibía la visita de los dos Sannin aun fieles a la aldea. Tsunade acompañada por su estudiante Shizune, y Jirayja que venía a informar al Hokage sobre las actividades secretas de todas las “facciones” en Konoha. Durante las primeras horas, todo pareció una cena común entre conocidos, incluso reunión de amigos se podría decir. Pero casi en la sobremesa, comenzaron a intercambiar información más allá de lo común.
-las sospechas que teníamos se han confirmado Minato. –Declaró Jirayja- Naruto está entrenando bajo la tutela de Danzou. Ese maldito tuerto le está pagando una fortuna. De ahí sale el dinero que tu hijo tiene actualmente.
-¿le paga para qué?
-ha realizado algunas misiones fuera de la aldea. –señalo el Sannin de los sapos- espionaje, usando las técnicas que le he enseñado, es como mínimo el mejor espía de Raíz. Pero eso no es todo.
-Seguro el bastardo de Danzou está intentando conseguir el control sobre ese niño. –Amonestó Tsunade bebiendo un sorbo de sake descuidadamente- está muy fácil influenciarlo. Sobre todo porque Naruto comparte el mismo enemigo con ese chacal.
Era cierto, los Uchiha y Danzou estaban en posiciones opuestas. Naruto directamente entrenaba para asesinarlos. Sin dudas había sido bastante sencillo para el líder de Ne, llevar agua a su molino. Naruto ahora le pertenecía, trabajaba para el en espionaje, y vaya uno a saber cuántos asuntos más.
-Minato….tienes que traer a nuestro hijo de regreso. –Intervino Kushina nerviosa- tienes que apoyarlo y alejarlo de ese maldito Danzou.
-fácil de decir….-dijo Tsunade con ese gesto de ironía que molestaba a propios y extraños- pero por si no se dieron cuenta. La fuerza no sirve contra ese niño. Esa técnica nueva con la que trapeó al Uchiha, lo trasforma en una bestia. Solo le está faltando la excusa para soltarla.
-esa técnica….-consultó Kushina- tu dijiste que no podía usarla o le haría daño Tsunade-chan.
-evidentemente me equivoqué, -desdeñó con un gesto de su mano mostrándose despreocupada- tu hijo previno los efectos negativos con un aumento brutal en resistencia física. Acostumbró su cuerpo al castigo con tanto juicio, que lo nocivo de esa técnica lo resiste con amplitud. Puede que no sea elegante como el Hokage. Pero lo que le falta de talento, le sobra en determinación. Quien se le ponga enfrente enfrenta su final. Ni más, ni menos.
-eso es malo, -anunció Minato serio- no quiero ser la única persona que puede detenerlo. No quiero tener que hacerlo pero si ataca a los Uchiha….
-No lo hará….-interrumpió Jirayja- ahora trabaja para Danzou, y ese viejo es más astuto que un zorro. Prepara a Naruto para cuando tenga el apoyo del consejo. Los Uchiha están encerrados ahora, su posición es precaria y si Fugaku sigue actuando según sus ambiciones, veo un negro futuro para su familia.
-¿y qué ha pasado con la esposa de Fugaku? –Interrogó Tsunade apenas- ¿acaso Naruto la ha….?
-oh no….-negó Jirayja a lo que Kushina con un gesto acompañó el concepto- Naruto muy por el contrario es la última persona que quiere hacerle daño. Mi teoría es esta….Naruto quiere tener bajo su control a Mikoto-san, simplemente para alejarla de problemas.
-Es ridículo…-declaró Minato- si acaso llegáramos al extremo de una guerra contra los Uchiha. Mikoto no es Kunoichi sino civil. Los civiles no entrarían en conflicto.
Jirayja y Tsunade se miraron disimuladamente. Era evidente que Minato desconocía los alcances de Danzou. También era obvio que el Hokage era el único que jugaba este juego de la política y el poder de manera limpia. Los demás usarían todas las artimañas para conseguir sus objetivos, y muchos cadáveres caerían por los suelos de la aldea. Y no solo ninjas, de eso los Sannin estaban casi seguros.
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Los cuarteles ANBU eran silenciosos. Los cazadores eran por lo general gente muy poco sociable y solo se limitaban a comunicar ordenes, muchas veces por escrito para ahorrar sonido. Además, los movimientos de estos hombres y mujeres estaban siempre cubiertos por el sigilo. Era como ver una escena muda, atestiguar como los hombres o las mujeres se cambiaban en los vestidores o almorzaban en los comedores. Naruto le molestaban un poco estas cosas. Todos estaban pretendiendo no ser humanos. Todos pretendían ser maquinas. Algo gracioso por cierto, porque la mayoría reprimía sus emociones solo soltándolas cuando tenían que entrenar o hacer misiones. Era inútil escapar de la naturaleza, pero los cazadores especiales ANBU eran expertos en negarla.
Naruto caminó por los pasillos de la oficina en el segundo piso. Allí, en la última habitación, lo esperaba el líder de la división. Detrás del escritorio, Danzou Shimura revisaba los informes de Itachi que parado frente a la mesa esperaba sentencia. Cuando Naruto ingresó, pudo notar a dos Shinobi y una Kunoichi custodiando la habitación, o simplemente esperaban ordenes como el Uchiha.
-Uzumaki…. –anunció Danzou al verlo entrar y usaba el apellido materno apropósito, para desvincularlo del Hokage- tu entrenamiento ha evolucionado favorablemente. La capitana Uzuki ha informado que ya puedes incorporarte a las divisiones especiales sin problemas.
Naruto tan solo dedicó una leve mirada a la mujer enmascarada a pocos pasos de él. Tal vez podría disimular con ese traje y esa mascara idéntica a los demás, pero el cabello morado, largo y sedoso la delataba. Aun así no se movió para nada, aun cuando fue citada por el líder. Parecía una estatua.
-te pondré ahora en equipo con Itachi. –Señalo el líder serio como siempre- trabajaras con él desde ahora. Deben estar perfectamente complementados para el mes que viene. Es necesario e imperativo. Aquí mismo….-dejó sobre su escritorio y a la vista de todos tres pergaminos- tienen tres misiones para realizar. Vuelvan cuando estén cumplidas, vuelvan ambos… o no regresen.
Itachi tomó los pergaminos, con calma, como esperando por si las dudas Naruto participaba de la acción. Sin embargo, el rubio no parecía interesado en tener el control del “equipo”. Sería como viajar con el enemigo esos días. Ambos sabían que era mejor para el otro la muerte. Pero ninguno podía dar el primer movimiento por razones personales.
Salieron de la oficina en silencio. Y ambos fueron lado a lado al exterior de los cuarteles. Itachi se dirigía al campo de entrenamiento, mientras que Naruto solo lo seguía para enterarse de que iban las misiones. Finalmente quedaron cara a cara en un terreno de bosques y parcialmente alejados de las estructuras del cuartel ANBU.
-supongo que debemos entrenar un poco, para conocernos antes de partir. –señaló Itachi impasible.
-no me interesa conocerte. –Apuntó Naruto con igual rispidez- solo quiero cumplir las misiones y volver a casa con la paga. Y aunque tuviera la necesidad de entrenar contigo, jamás usaría mis mejores técnicas para que las estudies. Así que terminemos con esta basura y a trabajar.
Itachi asintió con tranquilidad, Naruto estaba más maduro y no confiaba en nadie. Hacía muy bien, nunca debía confiar en los ANBU. Era la primera lección que aprendió Itachi al ingresar al cuerpo especial. Además, la preocupación de que Naruto enloqueciera y atacara al clan Uchiha de manera frontal, se diluía día tras día desde hacía meses. Casi nadie se acordaba de la paliza que Sasuke recibió, por citar solo un caso.
Salieron de la aldea 4 horas después. Naruto le recomendó a Mikoto que se quedara en casa de Kushina para que no estuviera sola. La mujer asintió a la propuesta pero en realidad, se sentía bastante cómoda en la casa de Naruto. Se tomaría esos días para comprar algunas cosas y dejar todo más ordenado y armonioso. Después de todo, hacía meses que también era su hogar y no parecía que la situación fuera a cambiar de buenas a primeras.
Itachi y Naruto viajaron durante casi 12 horas en completo mutismo. En el Uchiha no era algo antinatural, pero sin dudas el joven Namikase era de los habladores. O al menos lo fue antes del asesinato de Sakura Haruno. Itachi tenía una duda, una interrogante que no podía resolver de ninguna forma que no fuera preguntando. Eso era un problema ciertamente, porque las dos personas involucradas en el asunto no hablarían. Pero todo era cuestión de saber elegir el momento para cuestionar.
Acamparon durante un par de horas en el medio del bosque. Naruto buscó agua mientras Itachi se encargó de encender la fogata. Ni una palabra surgió de ninguno, sentados alrededor del fuego, veía los maderos consumirse lentamente, el viento silbaba y los árboles se agitaban de tanto en tanto. Solo oscuridad y silencio. Un concurso de estatuas hubiera estado más animado.
-tenemos 3 misiones, -dijo Itachi viendo que su compañero no parecía especialmente preocupado por nada más que comer su ración- un asesinato, un secuestro para obtener información, y también la búsqueda de un pergamino cifrado.
Naruto siguió en lo suyo de manera exasperante. Pero en realidad no tenía mucho para hacer por el momento. Ya que Itachi era claramente el líder de equipo, basado más que nada en su mayor experiencia. Aun así era molesta esta actitud, irreconocible con el sujeto que antes era amigo de su hermano menor.
-me encargo del secuestro para obtener la información, -dijo Itachi neutro y se daba por sentado su ventaja por el Sharingan- tú tienes buenas aptitudes para espionaje, deberás ir a una pequeña villa hacia el este. Otogakure. Allí obtendrás el pergamino, tu identidad no debe ser revelada. Ni la del informante. ¿Preguntas?
-¿Qué pasara con el asesinato? –Consultó Naruto lacónico- ¿Es mío, o tuyo?
-la ubicación está cerca de mi primera misión. Puedo encargarme y nos veremos aquí en 3 días.
Naruto simplemente extendió la palma de su mano hacia adelante y el Uchiha le lanzó el pergamino correspondiente a su misión. Luego de leer brevemente el contenido con las especificaciones sin nada de emoción aparente, simplemente asintió y cubriendo con su manta se volteó para dormir. Itachi elevó una ceja ingenuo. ¿Acaso pensaba dormir tan cómodo en medio del bosque y con un posible enemigo como único compañero? O era un estúpido o sabía algo que Itachi ignoraba. Estuvo a punto de preguntarle cuando una leve explosión surgió de las cercanías de Naruto. Una pequeña rana dio graciosos salto alejándose del campamento, la criaturilla apenas se podía apreciar en la oscuridad, pero evidentemente tenía una función de alarma. Itachi sonrió, sin dudas el gamma Sannin lo había entrenado más que bien para sobrevivir en la intemperie. Naruto podía parecer “básico” a ojos inexpertos, pero era un rival de cuidado. Itachi lo presentía.
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-¡KAGE BUSHIN NO JUTSU!
Kushina volvió a intentarlo otra vez. Un centenar de sus clones de sombras rodearon las inmediaciones del campo mientras su rival se quedaba parada en el centro esperando el ataque masivo. Mikoto tenía una brillante sonrisa aunque sudaba, estaba feliz, de una manera que Kushina apenas podía recordar de hace mucho tiempo. Su katana danzaba con una gracia tal, que parecía su pareja en un baile de gala, en lugar de un artefacto para destruir. Los clones de Kushina eran fuertes, se movían bien aunque ella estaba algo fuera de estado físico. Pero Mikoto no acusaba recibo de daño, se movía entre tantas enemigas pelirrojas y explotaban a su alrededor, sin siquiera tocarla.
-parece que está muy feliz…-pensaba Kushina viendo la batalla algunos metros más allá- hace tanto tiempo que no entrenábamos…..tantos años….
Mikoto dio un salto y sus cortes hicieron estallar a unos 12 clones que la atacaron en el aire. En su derecha la katana defendía su posición mientras que la mano izquierda se llenó de una pila ordenada de shuriken surgidos de su vestimenta. Acercó la mano cargada de estrellas a su boca y casi como si susurrara un secreto les trasformó en una lluvia de fuego que esparció por todo el campo girando con elegancia.
-Shuriken de fuego….-pensó Kushina viendo como sus clones eran destruidos- amplió su rango saltando y defiende su posición hasta pisar suelo con la katana mas su Sharingan. Vaya técnica…..-sonrió sorprendida.
Casi 100 clones de sombras cayeron en pocos segundos, Mikoto al caer al suelo se vio rodeada de nuevo, pero cuando varias Kushina intentaron capturarla, su cuerpo entero se volvió oscuro como el cabello sedoso que portaba. Y trasformada en esa figura extraña pareció ser aplastada por la arremetida de las copias. Pero Kushina sabía lo que eso significaba. Solo por conocerla demasiado lo suponía.
-maldita sea…. ¡Kai! –Gritó poniendo sus manos juntas.- ¿cómo demonios pudo hacerme caer en Genjutsu desde allí?
-no funciona tan bien como haciéndolo personalmente…-escuchó Kushina la voz de su amiga a su espalda- pero si colocas un Genjutsu en los clones y luego los obligas a disiparse…..sirve para distraer.
Kushina se dio vuelta y Mikoto le apuntaba con su katana directo al cuello. La práctica había terminado, ambas sonrieron por recordar los viejos tiempos donde se la pasaban entrenando duramente. Eran días muy distintos para ellas, cuando jóvenes, antes que el amor le llegara a Kushina y las obligaciones a Mikoto. Pero si algo se había mantenido igual, era la amistad que ambas tenían.
-te has puesto en forma…-dijo Kushina notándose a sí misma algo “desentrenada”- realmente no pareces nada agotada y yo estoy usando lo último.
-hace tiempo que estoy entrenando nuevamente. –Admitió la morena feliz- no tenía mucho para hacer, desde que no trabajo de sol a sol en las mansiones Uchiha.
-eso de las flores de fuego fue muy original, -señaló la pelirroja recogiendo algunas armas del suelo y ambas se alistaban para irse- el jutsu “flamas del Fénix” solo sirve para un ataque de sector. Pero desde el aire y a tu alrededor, puedes hacer mucho daño.
-Naruto-kun me dio la idea, y además la combinación de Genjutsu sobre clones también lo he practicado con él.
“Naruto-kun”. Por alguna razón le resultó algo extraño a Kushina escuchar de su amiga esa forma de nombrarlo. No sabía definirlo pero no le agrado para nada. Era cierto que esas formas eran para demostrar cariño, pero en una mujer madura era extraño cuando menos. ¿Acaso su hijo y su amiga habían…?
-Mikoto-chan quiero preguntarte algo….-dijo la pelirroja seriamente- ¿tú no has… hecho algo….raro con mi Naruto verdad?
Mikoto se sintió bastante incomoda con esa pregunta. Pero más aun con la respuesta que debía dar. Lo lógico sería decir no. Entre ella y Naruto no había pasado absolutamente nada fuera de lo normal. Pero no era la verdad y Mikoto lo recordaba perfectamente. Cierta noche, aun cuando no fuera algo espontaneo y consentido, ella había follado con Naruto. No podía explicar la situación a Kushina porque simplemente era imposible de entender. Si le decía lo que realmente había ocurrido, ¿Qué tan mal se pondrían las cosas? No, definitivamente no podía decirle. Así que simplemente se limitó a mentir y poner su mejor cara de sorpresa.
-Kushina….-abrió su boca como denotando sorpresa- ¿realmente me crees tan sensual como para que un guapo muchacho se fije en mí?
-Si…bueno…no….-Kushina no sabía cómo responder- eres una mujer hermosa y siempre lo has sido Mikoto-chan. Pero Naruto es mi hijo. No estaría bien que tu…
-ji ji ji… ¡Kushina por amor a Kami! –sonrió Mikoto divertida de ponerla incomoda y para desviar el tema- Naruto tiene la edad de mi hijo. ¿Qué cosas se te pasan por esa cabeza tonta? Realmente Naruto no me vería apetecible ni aunque volviera el tiempo atrás. Soy como su tía, recuérdalo.
Por fortuna esa último comentario despejo la tensión. Mikoto suspiró aliviada al haber cerrado el tema y no permitirle a Kushina atar más cabos. Realmente había sido una noche, solo una noche y las circunstancias no fueron para nada normales. Naruto era como un niño para ella, no había ninguna posibilidad real de que eso se diera. ¡Sería un escándalo! ¡Una locura! Era cierto que ahora que vivían juntos las oportunidades de iniciar una relación clandestina eran enormes. Pero los problemas y los rencores que traían aparejados jamás permitirían a esa perversa idea florecer. ¿Verdad? Naruto jamás la iba a mirar como a una mujer. Después de todo, era la amiga de su madre, y también parte del clan que Naruto tanto odiaba por causa de la muerte de su prometida. Había sangre de por medio, no podía suceder esa unión. Estaba prohibida desde la raíz misma.
Aunque había ocasiones en que lo prohibido, encendía lo más furioso del deseo.
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La fogata del campamento matizaba con su calor leve, una nueva edición de la “conversación de lo mudos”. Luego de 3 días, habiendo terminado con sus respectivas misiones. Itachi Uchiha y Naruto Namikase se encontraron en el mismo lugar donde dividieron su camino. Demasiado efectivos y poderosos, habían cumplido sin percances los objetivos, aun sin apoyo de un equipo. Naruto tan solo entregó el pergamino con la información requerida, Itachi comprobó con su sharingan, que el sello no había sido violado. Intacto el contenido, oculta la información, Naruto parecía haber hecho su parte sin inconvenientes.
-partiremos mañana al alba hacia Konoha. –Anunció Itachi como iniciar una conversación- ¿tuviste algún problema?
-Para nada….-dijo Naruto sin mirarlo- aunque debo decir que los contactos del tuerto… son algo increíble.
-¿la identidad del contacto se descubrió?
-solo yo pude saberlo, -respondió Naruto- el mismo eligió mostrarse ante mí. La verdad no me lo esperaba.
Itachi sabía que Naruto no le diría más. Demasiado habían hablado a comparación con días atrás. Así que el moreno quiso hacer esa pregunta incomoda que solo a través de Naruto averiguaría.
-¿Cómo está mi madre?
Naruto le miró de reojo, despreocupado como pocas veces lo había notado en esos días. Aun así había un extraño brillo de satisfacción en los azules orbes del Namikase.
-no te preocupes por mamita Itachi-nii…-dijo con desprecio el rubio- ella estará mejor conmigo, que con el idiota impotente de tu padre. Y por cierto….-anunció como un detalle que había olvidado- dile a Fugaku….que esperaba un poco más de coraje de su parte. ¿Acaso me tiene tanto miedo que no piensa en rescatar a su mujer?
Itachi ni siquiera se inmutó por la provocación. Él no era ese tipo de hombre fácil de insultar o llevar a una pelea. Sabía evaluar cada palabra del enemigo, incluso en medio de los insultos o amenazas se podía sacar conclusiones, si acaso estaba la mente suficientemente preparada. Lo primero que razonó fue que el plan de Naruto había sido atraer a un duelo también a Fugaku, luego de cargarse a Sasuke. Pero no lo había conseguido, y tal como iban las cosas, sería el propio Itachi quien haría el trabajo para proteger a la villa. ¿Cómo evitar que Naruto aprovechara el exterminio del clan para también acabar con Sasuke? Estaba visto que el Namikase era alguien muy difícil de manejar. Tanto que Itachi para salvar a su hermano, no solo tenía que acabar la misión que Danzou preparaba, sino también a Naruto, de un solo golpe.
-y por cierto….-sonrió Naruto divertido- ¿a que no sabes con quien está haciendo tratos el tuerto de Danzou? Seguramente le dará un buen destino a Konoha en un futuro….je je je.
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Volvió cansado, realmente la tensión de estar compartiendo misión con Itachi Uchiha no era recomendable ni para comer. Pero no importaba, porque la rueda de la destrucción ya giraba y todos terminarían por caer. Naruto dejó su equipo en suelo junto a la puerta. La mochila, el ninjato, los kunai y demás pertrechos. Su casa debía estar desordenada y en la completa oscuridad. Era lo había en su vida desde hacía tiempo.
Pero no….
Una luz cálida, algunos cuadros de paisajes o flores colgando de las paredes. Un centro de mesa, adornando el corazón del comedor. Un nuevo mueble aquí, flores por allá. Toda la casa tenía la firma inconfundible de una mujer. Tenía luz, tenía vida. Naruto no solía sonreír a menudo en los últimos tiempos, pero ese espectáculo le extrajo una mueca distendida.
Las vio a ambas, Mikoto y Kushina, cocinando y hablando. Nunca había notado lo bien que se llevaban hasta que separo a Mikoto de su clan. Sin dudas su madre tenía casi una relación de hermana con la morena Uchiha. Eso le hacía pensar aún más a Naruto en las últimas decisiones que estaba tomando. Lo pensaba día tras día, una y otra vez. Pero no surgía en su alma ese sentimiento de culpa. No surgía aquella vocecilla interior que debería rezar “no lo hagas”. “perdona” “vive tu vida nuevamente”
Mikoto-chan era muy diferente desde que vivía junto a Naruto. El rubio lo veía en los pequeños detalles, en la tranquilidad de sus ojos, en la sinceridad de su voz. No escondía la sonrisa, no bajaba la cabeza. Ella misma se dispuso a mantener arreglada la casa, a cocinar y tener todo ordenado. Ahora se había vuelto compañeros hasta de entrenamiento, lo cual repercutía en el ánimo de Mikoto que parecía adorar la vida ninja.
-Sochi….-sonrió Kushina al notarlo entrando- llegaste justo a tiempo para la comida.
-¿existe un mejor momento para llegar? –Respondió agradable Naruto y por unas cuantas horas dejaría a su faceta “ANBU” encerrada en un cajón- además parece que he salido premiado en algún concurso. Después de todo cenar con dos hermosas mujeres no es para cualquiera.
-ji ji ji….escúchalo Kushina…-se dispuso a reír Mikoto divertida- ahora se ha vuelto galante. Seguro porque estás tú para protegerlo ji ji ji…. todo por si acaso quiero hacerle algo.
Los tres sonrieron, las palabras no tenían más intensión que lo amable. Todos lo sentían así y por un par de horas olvidaron los infinitos problemas que esperaban allí afuera de esa casa. Naruto les comento sobre sus misiones. No de la última, que ciertamente las hubiera alterado bastante. Pero algunas de las anteriores misiones no tenían nada que ver con ellas y eran dignas de ser relatadas. Hablaron sobre entrenamientos, sobre cosas cotidianas y también sobre la extraña relación de amor-amistad-golpiza salvaje que siempre mantenía a Tsunade y Jirayja atados como por un cordel imaginario.
-ya le he dicho a Ero-Sennin que para estar con esa mujer, tiene que entregarse completo. –definió Naruto divertido de lo que Kushina contaba- que ella es especial para él, y si no abandona sus “investigaciones” nunca la tendrá.
-el pervertido va a morir cualquier día de estos si sigue espiando los baños termales. –Reía Kushina- al menos estoy segura que no lo hace mientras estoy dentro, o tu padre lo mataría.
Volvieron a reír, justo cuando Mikoto sugirió que desde ese momento, se aseguraría de ir siempre que Kushina estuviera presente. Y siguieron charlando. El almuerzo estuvo delicioso, Naruto se había sorprendido que lo estuvieran esperando. Pero fue Mikoto quien le advirtió que Jirayja lo había sentido volver a la aldea más de mañana. Y les dijo al pasar cuando corría por su vida, perseguido por un centenar de mujeres. Otra vez las risas y todo era ameno. Era la fuerza de la costumbre que los habituaba a esta atípica situación.
Rato después Kushina decidió regresar a su casa. Tal vez mucho más tranquila que nunca, luego de ver a Naruto en un buen estado de salud. Luego de ver como Mikoto parecía rejuvenecer lejos de su familia. Luego de atestiguar como dos de las personas más importantes de su vida, estaban logrando ayudar al otro con sus individuales y respectivas dificultades. La pelirroja se fue, anunciando que la próxima vez cenarían pero en su casa, con Minato y tal vez los Sannin presentes. Mikoto asintió sin problemas, pero Naruto aun sonriendo no respondió. Tal parecía que la idea de ocupar el mismo espacio que su padre, era imposible para el joven Namikase. Cuando cerraron la puerta de su casa, Mikoto no pudo contener la pregunta que seguramente Kushina se estaría haciendo mientras caminaba por Konoha.
-Naruto… ¿acaso seguirás enfrentado a tu padre?
-Mikoto-chan…-le sonrió débilmente el rubio- existen muchas cosas en la vida que no se pueden perder. Pero las que más fácil nos arrebatan….terminan por marcar el camino para todo lo demás.
-nunca olvides quien eres en realidad…-fue la respuesta que ella se atrevió a sugerir- o nada de lo que hagas, tendrá sentido al final.
El joven tan solo asintió. Dando por correcto ese concepto de la mujer. Luego de eso, tomaron una especie de distancia uno del otro. Mientras Mikoto se dedicaba a limpiar y ordenar ciertas partes de la casa, Naruto fue a su habitación particular y se dedicó a meditar. En el silencio de su propia alma solía hacerse las mismas preguntas día tras día. Podía ver el final del camino, y no sentía temor alguno, o siquiera vergüenza. Cuando habló con Itachi la noche anterior, nunca creyó encontrar la información que hallaría. No solo los Uchiha, Danzou, el Hokage, y los dos Sannin aun leales a la villa. Ahora se sumaba a la partida Orochimaru, un sujeto despiadado cuyas ambiciones eran como mínimo, lo más retorcidas que se podía calcular. Que Danzou estuviera haciendo pactos secretos con esa serpiente, era como poner la cabeza dentro de la boca de una fiera hambrienta. Demasiado riesgo, grandes posibilidades de cadáveres frescos.
Algunas horas después, ya oscurecía en la aldea. Naruto salió de la casa para calentar el agua encendiendo la leña bajo el calefón. Durante toda esa tarde-noche, estuvo analizando cada palabra de la conversación con Itachi. El dilema en el cual estaba metido el hermano mayor de Sasuke, era casi una broma de mal gusto. Naruto razonó, que los tiempos del juego de sombras y el espionaje estaba llegando a su fin. Inmensamente hundido en sus cavilaciones, ingresó al baño, se quitó la remera y también los jean. Entonces cuando estuvo preparado para asearse, sentado en el pequeño banquillo intentó jabonarse completamente, aun sobre las heridas que escocían por efecto del agua.
Mikoto había salido de su cuarto, con intenciones de prepararse un baño y así quedar limpia luego de un día muy atareado. Su primer destino hubiera sido el calefón del traspatio. Pero al pasar por el comedor, tuvo ansiedad por una taza de té. Mientras el agua en la tetera tomaba su temperatura justa, Mikoto pudo notar una pequeña toalla en el piso. Guiada por un reflejo de orden la levantó y fue por el pasillo lentamente para dejarla en el cuarto de baño. Apenas abrió la puerta cuando el vapor la detuvo. Naruto estaba ahí, Mikoto lo pudo ver sentado, exhibiendo un cuerpo completamente perfecto. Hace ya casi un año, Naruto Namikase no había representado más que el hijo de su mejor amiga. Cierta noche, Mikoto Uchiha hizo algo, una cosa que no estaba bien, pero que ella sintió como lo correcto. Lo que Mikoto hizo mantuvo vivo a Naruto, y las llamas de esa vida estaban expandiéndose. Estaba quemando las vidas de otros.
La mujer no ingreso al cuarto de baño, pero a pesar que todos sus sentidos le indicaban que debía retirarse y cerrar la puerta, aun así se le quedo mirando. Había crecido en ese último año, el inhumano entrenamiento desarrollaba su masa muscular. Tenía cicatrices que daban aún más personalidad a su estructura, sin hacerlo para nada indeseable. Era un joven de casi 19 años, pero su aspecto, su personalidad, su dolor reflejado en los ojos de furioso azul. Mikoto no se dio cuenta pero seguía mirándolo bañarse, seguía arriesgándose a que Naruto la descubriera espiándolo.
-solo un poco más….-susurró Naruto y a Mikoto se le heló la sangre por que creyó que la había descubierto- solo un poco….para que vuelva a…
Las últimas palabras casi se ahogaron, por eso Mikoto no las escuchó. Siempre había tenido la sensación desde que vino a vivir con Naruto. Que no debía estar en ese lugar, pero que por alguna razón era necesario que allí estuviera. Lo vio terminar de asearse, e ingresar a la tina llena de agua para relajarse. El pasillo estaba oscuro, desde adentro no se podía ver bien hacia afuera, pero Mikoto decidió retirarse porque sabía que Naruto podría sentir el chakra en cuanto se relajara. Ella tenía muchas preguntas. Y lo que fuera que estuviera sucediendo, comprometía la vida de todas las personas que la rodeaban.
Algunos días después, hubo otro paso en ese extraño camino. Mikoto y Naruto entrenaban por separado luego de correr varios kilómetros. La mujer comenzó a practicar Kinjutsu, mientras que el muchacho algunos metros más allá usaba sus clones para combatir. Usualmente se miraban, de reojo y no permitiendo que el otro lo supiera. Ella se veía muy diferente cuando entrenaba. Su traje delineaba las curvas de su cuerpo de una manera cautivante. Las formas de sus movimientos eran armonía. Mikoto no era una mujer cualquiera, tenía esa clase de dualidad que Naruto admiraba en las Kunoichi más fuertes. Podía ser toda una señora, suave, delicada, y una estupenda ama de casa. Pero existía otra Mikoto Uchiha. Naruto la había incentivado y despertado. Una mujer guerrera. Peligrosa, hábil, inteligente, precisa. Con la suficiente valentía para hacer lo que fuera si realmente así lo sentía.
Se miraron de repente, cuando ambos jadeaban por sus entrenamientos y tal solo reposó unos segundos. Naruto tenía la mirada fuerte, fría como el hielo por el constante dolor sufrido en los últimos tiempos. Pero allí estaban los ojos de Mikoto, no se apartaban, no se desviaban, no se rendían. Ella también era orgullosa, ella también tenía dolor en su interior. Pero a diferencia de Naruto, había aprendido a convivir con él.
-¿Quisieras…? –intento preguntar el a lo lejos invitándola a combatir.
-me encantaría…-sonrió ella suavemente aunque en su mirada había fiereza- aunque no garantizo dejarte sano.
Una hora de intenso combate. Ella efectivamente escondía un agudo sentido de la batalla en ese cuerpo delicioso. Había sido duro quitarle la katana, y peor aún despojarla de sus armas arrojadizas. Al final, terminaron practicando Tayjutsu, y Mikoto logró derribarlo con una precisa toma de judo. Naruto fue a dar contra el suelo y ella lo montó a la altura de la pelvis colocando un kunai robado del rival, justo sobre el cuello.
-guau…-susurró Naruto soltando una sonrisa- es la primera vez que no estoy disgustado por perder.
Ella sonrió, jadeaba bastante cansada, estaba montada sobre Naruto de una manera dominante y definitiva. Incluso por acto reflejo, dio uso a sus caderas para acomodarse mejor y más firme. Por supuesto apartando el combate, la posición parecía muy “intima” para dos luchadores. Les costó algunos segundos darse cuenta a ambos de lo que estaba pasando. Naruto no pudo evitar que ciertas zonas de su cuerpo reaccionaran al calor de la mujer. Ella quería sonreír para aliviar la tensión, pero su corazón latía descontrolado, tal vez por la adrenalina del combate, tal vez por la situación de intimidad que parecía darse al detener la pelea.
Ella quiso moverse, quiso salirse pero él se sentó quedando aún más cerca. Se miraron a los ojos, ella desactivo el sharingan, su rostro parecía frio y serio, pero por dentro estaba paralizada. Naruto colocó una mano en la base de la espalda, y con la otra acarició el cabello oscuro de la fémina. Había algo, alguna cosa que entre ellos. Pero definirla era un asunto peligroso.
-Eres…..preciosa…. –dijo él con voz profunda.
-No es cierto…-respondió Mikoto sintiéndose mal- no debemos….nosotros no debemos hacer esto.
Se levantó rápidamente y de manera brusca evitó que el hiciera nada. Enseguida se abocó en la búsqueda de sus armas y decidió ignorarlo. Naruto retrajo sus rodillas, se quedó sentado y no entendía lo que estaba sucediendo. ¿Qué hizo? ¿Por qué? ¿Cómo pudo intentar…? ¿Qué había intentado hacer después de todo? Estaba perdiendo el control, su centro, su norte. Ella era luz, una clase de luz tan extraña que lo distraía.
-lo lamento….-indicó Naruto que se puso de pie y se distrajo ayudando a levantar las armas- tal vez me siento…confundido.
-deberías buscar una muchacha para solucionar tu confusión- añadió Mikoto- no soy un juguete.
Naruto se movió lento pero seguro, se puso frente a ella y tomándola del rostro suavemente la obligó a mirarlo. Ella le parecía muy hermosa, por que portaba una mescla cautivante de madurez y sensualidad juvenil. Estaba en su punto justo.
-una vez te advertí que nunca te haría daño. ¿Lo recuerdas? –Ella asintió pero se notaba tensa- lamento haber actuado de esa manera tonta, pero no creas que he mentido. Eres una mujer preciosa.
-siempre he escuchado lo mismo, -susurró Mikoto- siempre que soy hermosa, que soy perfecta, que soy única. Pero….mi padre me obligó a casarme con un hombre que nunca me ha amado, tuve que dejar mi profesión para ser madre. Tengo dos hijos, los cuales me ignoran o desprecian porque me niego a ver la vida como un asunto de orgullo estúpido.
Naruto quería sonreír, pero sabía que iba a parecer que se burlaba. Cuando lo último que sentía era precisamente eso.
-¿Por qué todos los hombres del mundo, creen que las mujeres somos objetos?
La pregunta surgió tan rápida que no le permitió a Mikoto razonar sobre sus propias palabras. Mirando a ese joven, aquel con quien convivía hacía tiempo, la mujer se dijo que él representaba el opuesto del concepto que había vertido. Naruto había ocupado todo su tiempo, todo su potencial, todas sus lágrimas y toda su furia a honrar la memoria de una mujer. Había luchado contra todos, arriesgado su vida y futuro tan solo por limpiar el dolor que Sakura Haruno había dejado.
-lo siento….-apuntó Mikoto bajando la vista avergonzada- una mujer nunca debe revelar los pesares del corazón. Ni juzgar a quien precisamente, rompe con la idiotez general que nos rodea.
Ambos habían juntado sus armas en silencio, y caminando lado a lado abandonaron el campo de entrenamientos. Por alguna razón, la vergüenza de Mikoto por revelar lo que sentía de su situación en general, se veía aplacada por el alivio de haberlo dicho. Le dijo que estaba molesta con su vida. ¡Se lo dijo! Y él lo había aceptado sin cuestionar.
-Eres tenaz…- indicó Naruto- no cediste tu libertad o tu corazón por miedo. Por el bien de todos lo soportaste. Y aun cuando te escupen en la cara, prefieres fingir que eres débil, en lugar de aplastarlos a todos. Cuando bien podrías liderar a tu clan mucho mejor que tu marido.
-eso no es posible. –balbuceó ella sorprendida- aunque entrenara y fuera la más fuerte. Eso no es posible.
-eso no es…. “probable”….sería mejor decir. –pensó el joven Namikase, mientras la acompañaba caminando a su lado en silencio.
///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Conforme el tiempo había trascurrido, Fugaku Uchiha y los cabezas del clan, habían estado preparando cada detalle de su revolución. Como integrantes de la policía militar de Konoha, tenían al alcance todos los puntos claves de la estructura interna. Mediante pasos cuidadosamente calculados, estudiaron cada líder o ninja de importancia que podía oponérseles. La guardia del Hokage, los Shinobi que hasta la muerte le serian fieles. Como abordar a los Sannin, o como apartarlos del camino para que no intervinieran a tiempo.
Había una estrategia para todos. Como aislar a Minato de sus guardias, como anular a la jinchuriki y mandarlos a ambos al infierno. Tsunade y Jirayja tenían que estar fuera de la aldea para cuando el ataque empezara. Cierta parte de las fuerzas Uchiha, estaba destinada a bloquear los cuarteles ANBU. Otros tantos tenían la misión de cortar todo tipo de señal al exterior que pudiera atraer refuerzos.
Fugaku había llegado a un acuerdo con ciertos grupos mercenarios extranjeros. Los cuales recibirían una señal, y llegarían a Konoha al día siguiente de la revolución para dar fin al conflicto. Y para sustentar al nuevo Hokage. Todo estaba preparado, Itachi con su Sharingan evolucionado podía darles una ventaja. También Igami, Kanako, Izuma y Takeda cuyos niveles sobresalían a la media Jounnin. Atacarían de noche, con la ventaja fulgurante del sigilo. Solo había dos asuntos que Fugaku aún tenía en el carácter de “indeterminado”.
Su hijo menor Sasuke, aún no se recuperaba de la tremenda paliza recibida. No sería útil para el ataque, si acaso decidieran hacerlo en poco tiempo. Fugaku había intentado esperarlo para contar con un soldado más en su misión. Pero la preocupante situación política del último tiempo, le hacía pensar al líder y los ancianos de la familia, que la lealtad de algunos sectores del plantel ninja de los Uchiha, estaban cada vez más en dudas. En resumen, la revolución tenia cada vez menos posibilidades de éxito, en cuanto más tiempo trascurriera sin explotar.
El segundo asunto que tenía concentrado a Fugaku en buscar una solución, era Naruto Namikase. Fuera de los Shinobi leales a Minato, afiliado con Danzou y por informes de Itachi analizado como, “enfrentado al Hokage”. Si bien Itachi no podía dar demasiados datos sobre la forma de combate en Naruto, con solo esa técnica que supo desplegar contra Sasuke, sería difícil de parar. Sin ir más lejos, solucionar el asunto de Naruto, era lo único que frenaba el inicio de la revolución Uchiha.
Sin embargo, la solución se presentó cierta tarde donde Mikoto Uchiha, se apareció por el hospital para ver a su hijo. Fugaku le había prohibido visitarlo y cuando ella apareció días después del combate perdido, fue echada por los guardias que el propio líder había dejado en el cuarto de Sasuke. Tiempo después, y con las cosas más calmas, ella volvió a insistir. Pero en esta ocasión, cuando los dos Chunnin del clan Uchiha quisieron impedir su paso, se detuvieron con unos ojos amenazadores. Los orbes siempre negros y cálidos en la señora Uchiha, mutaron al rojo sangre del Sharingan encendido. Le tuvieron miedo, o al menos respeto. No se atrevieron a bloquearle el acceso a pesar de las órdenes de Fugaku.
El líder supo al día siguiente lo que había ocurrido. Sasuke había hablado con su madre, pero a pesar que la mujer había intentado al menos reanudar una relación normal con su hijo menor, el rencor y la humillación que sentía el joven Uchiha por que había sido salvado por ella, no le permitió perdonarla. Sasuke apenas caminaba, tenía que permanecer en el hospital por el cuidado de su pierna enyesada, y sufría la custodia de los Uchiha que lo hacían parecer un maldito inútil.
Fugaku tuvo una revelación. La mejor manera de encargarse de Naruto Namikase, era apuñalarlo por la espalda. Alguna vez Itachi había comentado que atacar de frente al hijo de Minato, era una mala idea. Fugaku así lo creía luego de la brutal victoria del joven Namikase sobre su hijo Sasuke. Si desataba ese poder contra la revolución Uchiha, posiblemente inclinaría la balanza a favor de Minato y los suyos. Por ende, acabarlo cuando estuviera con la guardia baja era prioritario. Debía morir para que el éxito del ataque estuviera garantizado. ¿Pero quién podía acercarse lo suficiente?
La mujer ingresó a la oficina del líder con paso delicado. Casi no la reconocía Fugaku, pese que su aspecto no había variado demasiado desde el tiempo que habitaba las mansiones Uchiha. Había algo en su porte, en la manera que lo miraba. Ya no bajaba la vista, ya no escondía la mirada en lo neutral.
-¿te ha deshonrado? –fue la seca pregunta del marido
-¿ahora te preocupa mi honra? –respondió Mikoto con igual hosquedad.
-Te ves diferente…- anunció nada emocionado Fugaku- ¿acaso esperabas que fuera a “rescatarte”?
-No de hecho, por esa razón estuve entrenando. Recuperando mi nivel. Ya que no pertenezco mas al clan Uchiha, desde que su líder me expulsó por salvar a mi hijo. Algo debía hacer con mi nueva vida.
Si Mikoto deseaba volver a su mansión, sin dudas lo disimulaba muy bien. Fugaku esperaba ver algo más de disposición, o tal vez desesperación concretamente. Pero Mikoto estaba tranquila, además de endurecida por el renovado entrenamiento. Eso podía ser tanto bueno, como malo.
-tengo una propuesta para hacerte. –Dijo Fugaku que negociaba con su esposa como si fuera una desconocida- ¿quieres regresar al clan?
-¿bajo qué concepto me atraería regresar a este infierno?
-¿infierno? –pensó Fugaku que jamás había considerado la vida de su esposa como algo malo- ¿acaso es molesto ser la mujer del líder del clan?
Mikoto no respondió, solo observo con cierta curiosidad la oficina de su marido. Bastante desarreglada y sucia desde que ella no residía en ese lugar. La mujer había notado que toda la casa en donde vivía su núcleo familiar, tenía idénticos problemas. Sin embargo, ni sus hijos, ni su marido, ni nadie en esa familia parecía necesitarla. Y aunque las pruebas físicas estuvieran frente a los ojos, tampoco lo admitirían.
-bien….-dijo Mikoto sin poder ocultar su frustración- por algunos instantes creí que cuando me pediste hablar. Seria para….no se….demostrar que todos estos años de casados, significaron algo más que procrear guerreros.
-los años que pasamos juntos, fueron por que los anteriores lideres dispusieron que era lo mejor para la familia. Aceptaste casarte conmigo, aun cuando no querías. Y lo hiciste porque era lo mejor para todos. Ahora el clan nos necesita a ambos nuevamente, ¿volverás a hacer lo mejor para nuestra familia?
-¿y que es…. “lo mejor para nuestra familia” ahora?
-has estado entrenando para volver a ser Kunoichi. –Definió Fugaku tratando de involucrarla- ¿pero tienes las agallas para cumplir las misiones que te impongan? Mucha gente se ablanda con los años.
-¿estas proponiéndome un trato? ¿O una misión?
-a eso me refiero. –Asintió el hombre- volverás a esta familia, serás reinstalada como Kunoichi al servicio activo, puedes vivir conmigo o en otra parte de la mansión. Y tendrás un asiento con voz y voto en el consejo del clan Uchiha.
Mikoto se quedó en silencio. Su esposo le ofrecía regresar a la familia, libertad y volver a ser ninja. Además un asiento en el consejo del clan, donde las decisiones se tomaban y luego no había marcha atrás. Todo eso ofrecía… ¿por qué razón?
-una guerra se va a desatar en Konoha….-anunció Fugaku que no pensaba revelarle más de lo necesario- y por el bien del clan Uchiha….tú tienes que asesinar a un objetivo.
-asesinar a un objetivo…-repitió en su mente la mujer que no hizo ni un gesto.
-por el bien del clan, por nuestra supervivencia y la de Konoha. –Finalizó Fugaku jugando su carta definitiva- tu misión es asesinar…..a Naruto Namikase.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Ya decia yo que habia pasado algo esa noche, para que hubise habido un cambio en Naruto. Que bueno que Mikoto decidio volver a entrenar y quien iba a decir que fuera tan buena kunoichi, es una lastima que se le haya desperdiciado por tanto tiempo y ahora venga Fugaku a querer someterla nuevamente pero de otra forma, no creo que Mikoto traicione a Naruto, pero habra que ver. Como de igual manera el que pueda volver a pasar algo entre Naruto y ella y perdure. Seria bueno que Mikoto terminara como lider del clan Uchiha.
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
diablos... esto casi termina y recien vengo a comentar... puff
bueno veamos... primero que nada, ya sabes lo que queria hacer contigo amigo armi cuando vi la forma horrible en que murio sakurita... aun sigue en pie por si acaso XD
naruto lo paso pesimo, pero entre todo lo malo que pasaba, aparte que minato no ayudaba en nada y demas gente menos... a excepcion claro de kushina su madre querida y de alguien inesperado para muchos... de mikoto uchiha, quien se transformaria en un apoyo emocional y algo mas se diria para naruto...
ya mas adelante vendria el enfrentamiento de naruto contra sasuke... todos esperabamos (yo en especial) una muerte horrible, brutal, etc pero lo que nadie espero, fue que el solo hecho de que mikoto interviniese dandose a cambio de la vida de su hijo... tal vez una deshonra para los uchiha en especial fugaku que lo ve asi... pero seria tal vez la mayor victoria sobre el por parte del rubio UZUMAKI que de paso vi raro que siguieras llamandolo Namikaze en vez de Uzumaki como naruto mismo habia dejado claro...
pero buenos sigamos... ya con mikoto como "propiedad" del rubio, todos pensamos que se vendrian cosas +18 inmediatamente, pero no, las cosas serian "normales" incluso mikoto pasaria mas tiempo con kushina, ya que naruto estaria en el anbu e incluso con la compañia de itachi, pero no paso mucho hasta que "aquello" ocurrio entre el rubio y la pelinegra, cosa claro que no podia decirse asi como asi... por ello mikoto se lo guardaria, pero no podia negar que en su interior que "eso" ocurrio... y menos que lo supiese kushina...
ya mas adelante... las cosas no irian mejor... ahora tenemos a orochimaru en el medio y a fugaku con una oferta que quien sabe si hara tambalear a mikoto... el asesinar a naruto para evitar una guerra en konoha...
y bueno eso jeje a ver que pasa en el ultimo capi, un saludo mi amigo armi
bueno veamos... primero que nada, ya sabes lo que queria hacer contigo amigo armi cuando vi la forma horrible en que murio sakurita... aun sigue en pie por si acaso XD
naruto lo paso pesimo, pero entre todo lo malo que pasaba, aparte que minato no ayudaba en nada y demas gente menos... a excepcion claro de kushina su madre querida y de alguien inesperado para muchos... de mikoto uchiha, quien se transformaria en un apoyo emocional y algo mas se diria para naruto...
ya mas adelante vendria el enfrentamiento de naruto contra sasuke... todos esperabamos (yo en especial) una muerte horrible, brutal, etc pero lo que nadie espero, fue que el solo hecho de que mikoto interviniese dandose a cambio de la vida de su hijo... tal vez una deshonra para los uchiha en especial fugaku que lo ve asi... pero seria tal vez la mayor victoria sobre el por parte del rubio UZUMAKI que de paso vi raro que siguieras llamandolo Namikaze en vez de Uzumaki como naruto mismo habia dejado claro...
pero buenos sigamos... ya con mikoto como "propiedad" del rubio, todos pensamos que se vendrian cosas +18 inmediatamente, pero no, las cosas serian "normales" incluso mikoto pasaria mas tiempo con kushina, ya que naruto estaria en el anbu e incluso con la compañia de itachi, pero no paso mucho hasta que "aquello" ocurrio entre el rubio y la pelinegra, cosa claro que no podia decirse asi como asi... por ello mikoto se lo guardaria, pero no podia negar que en su interior que "eso" ocurrio... y menos que lo supiese kushina...
ya mas adelante... las cosas no irian mejor... ahora tenemos a orochimaru en el medio y a fugaku con una oferta que quien sabe si hara tambalear a mikoto... el asesinar a naruto para evitar una guerra en konoha...
y bueno eso jeje a ver que pasa en el ultimo capi, un saludo mi amigo armi
Invitado- Invitado
Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
muchas por los comentarios, aqui les dejo el anteultimo capitulo de este shot. crei que seria el ultimo, pero queda uno mas para terminarlo. saludos.
PERGAMINO 5: UN SENDERO DE SOMBRAS
PERGAMINO 5: UN SENDERO DE SOMBRAS
- Spoiler:
- La cena había sido tranquila. Tres personas se sentaron alrededor de una mesa y las delicias de Mebuki Haruno habían adornado una cálida reunión. Naruto la observaba moverse, sonreír delicadamente, servirle el alimento y charlar con esa seguridad tan poco común en las mujeres. Le recordaba demasiado a Sakura. En cuanto a Kizashi, se mantenía cordial y tranquilo, pero Naruto podía leer en los gestos del padre, un esfuerzo descomunal por sostener una actuación.
La comida fue deliciosa, y para el postre hubo esa torta de fresas con crema, que a Sakura siempre le había fascinado. Tanto Mebuki como Kizashi, habían querido hacer una velada agradable para Naruto. Y en muchos niveles lo habían conseguido, de no ser por las fotos en los muebles alrededor. Donde se veía la figura de Sakura, que le recordaba al joven su infierno particular.
-Sakura-chan intentaba siempre cocinar como usted Mebuki-san…-sonrió Naruto recordando- pero simplemente le resultaba impracticable.
-¿incendió tu cocina muchas veces? –Indicó divertida la mujer- porque la mía quedaba chamuscada día si, y día también.
Los tres sonrieron, los padres por que recordaban como la muchacha había intentado aprender a cocinar para Naruto como mucha tenacidad, y el rubio que recordaba como siempre la besaba diciéndole al oído que prefería mil veces devorarla a ella, que a tener una buena cocinera.
Mágicamente, como si acaso la joven Sakura estuviera presente, comenzaron a recordar anécdotas de ella. Mebuki conto muchísimas de cuando su hija comenzaban a salir con Naruto. Kizashi aportó algunas de cuando era más pequeña. Naruto las del mundo ninja y la academia. Por algunas horas, la sintieron viva, casi podían tocarla y verla avergonzarse por las historias. Tal vez hasta algún coscorrón al infortunado Naruto por revelar alguna chiquillada secreta. Pudieron olerla, pudieron verla sonreír y se sintieron mejor. Solo fue por algunos momentos, escasos, irrepetibles.
Horas después, Naruto se despidió de ambos y encaminó a la salida. La invitación de los Haruno había sido para verlo y charlar con él. Lo sentían como un hijo, sabían lo que había hecho con el hijo de Fugaku Uchiha y sabían lo que demostraba amar a Sakura. Kizashi lo acompañó, mientras su esposa se escondía en la cocina para llorar. Ambos tuvieron un mal presentimiento sobre Naruto. Lo vieron en sus gestos, lo leían en sus ojos.
-muchacho…-le dijo Kizashi en la puerta de salida- nunca tuve hijos, solo una niña que me hizo sentir muy orgulloso siempre. Se los problemas que tienes con tu familia, se lo que ibas hacer por ella, y que lo hiciste honrando su memoria.
-Kizashi-sama….
-quiero que sepas…-le interrumpió el hombre firme pero sin traicionar su emoción- que las puertas de mi humilde casa estarán siempre abiertas para ti. Que te aprecio como un hijo, y que seré tu padre…. si acaso el Hokage ya no quiere o puede serlo.
Y lo abrazó, mientras Naruto no podía hacer nada más que dejarse estar. Mientras el corazón del joven estallaba en pedazos por la pena, y la vergüenza que le corroía. Se sentía culpable, por culpa de amarla, ella había muerto. Si no la hubiera seducido, jamás los Uchiha hubieran tenido la necesidad de matarla. No podía llorar, desde hacía muchos meses que no podía. Ver las lágrimas del hombre pelirosado, diciéndole que le apreciaba, que lo quería como un hijo, y Naruto no podía llorar. Sus lágrimas se habían consumido, el dolor estaba en su piel, no en su interior. No lo ocultaba, lo llevaba como una medalla a la vista de todos. Era el frio odio lo que ocultaba, porque solo quien ama con total entrega, puede conocer los límites de la locura.
-Kizashi….Oto-sama….-dijo Naruto haciendo sonreír levemente al hombre- yo tengo algo que hacer.
-hijo….-intentó el hombre- usted ya hizo todo lo que podía. No destruya también su vida por una venganza.
-mi vida ya está desecha, -anunció el joven- pero por lo que queda de ella le prometo, a usted y a Mebuki-san, que quienes nos han herido…..desearan nunca haberlo intentado. Una vez le dije a Sakura-chan, que quería ser el hombre perfecto para ella.
-hijo….nosotros sabemos, como la querías y…
-ella me respondió, -continuo Naruto- “no quiero alguien perfecto, solo un hombre que me ame con la misma fuerza que yo lo amo” ¿lo entiendes Oto-sama? –Sonrió tristemente- solo quiero que desde donde me observe ella, sepa que aun la sigo amando.
El hombre pelirosado por fin lo entendió. El mensaje detrás de esas palabras, el dolor que reflejaba sin ningún tapujo. Naruto Namikase no iba a detenerse, no iba a parar hasta que todos los que participaron del asesinato sufrieran su ira. Le pedía perdón antes de actuar, porque tal vez después ya no podría hacerlo. Aceptó cenar con ellos para trasmitir un mensaje, Naruto aceptó decirle “Oto-sama” para dejar algo en claro. Los apreciaba a los Haruno, los quería y respetaba. Pero nada de este mundo evitaría que la fuerza de Naruto se descargara sobre los infortunados enemigos. Kizashi era un hombre de buen corazón, por un instante tuvo lastima por los Uchiha, pero luego recordó su propio dolor y el de su esposa. Miró a los ojos de su hijo adoptivo, y finalmente le despidió:
-(Kami-sama te proteja hijo, -pensó mirándolo fijamente- que la muerte nunca te encuentre y que caminando tu camino, al fin se complete tu destino. Dios tenga misericordia de nuestros enemigos, ya que has elegido no otorgársela tú mismo.) –Lo abrazó nuevamente pero esta vez de manera firme- cuídate, no quiero perder a otro hijo.
Naruto correspondió esta vez al abrazo, y se giró para retirarse por la calle solitaria. Sus pasos lentos eran firmes, erguido e imponente. Kizashi lo vio como una fuerza de la naturaleza. Una energía que nadie podía controlar completamente. Una fuerza cuyo terrible destino seria chocar contra sí misma y tal vez ser destruida. Kizashi Haruno entonces se permitió cerrar los ojos y hacer un ruego al espíritu de su hija.
-Sakura-chan….-se dijo mentalmente- si acaso puedes ver esto y oírme. Protégelo te lo suplico, solo a ti te escuchará. No permitas que ese muchacho muera. No permitas que se pierda en la oscuridad.
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La reunión secreta de la Raíz dio comienzo un lunes cualquiera. El líder Danzou ordenó a sus guardaespaldas que abandonaran su oficina en cuanto Naruto Namikase hizo acto de aparición. Itachi había llegado minutos antes, ambos parados uno junto al otro. Misma expresión sin emociones. Itachi sabía el propósito de la reunión. El mismo había informado a Danzou los movimientos del clan Uchiha que se aprontaba actuar.
-¿Cuáles son las ordenes Danzou-sama? –consultó Naruto mirándolo fríamente, e ignorando a Itachi.
-El clan Uchiha será exterminado. –Anunció el anciano- su rebeldía y repudio por la autoridad establecida… son un peligro latente para Konoha.
-¿Ordenes oficiales? –intervino Itachi para saber si el Hokage había accedido a tanto.
-El consejo de ancianos se ha reunido en secreto. Todos con excepción del Hokage estuvieron presentes -añadió astutamente- Minato Namikase solo estará enterado, de lo que pueda encontrar entre las huellas. Dos pasos detrás de mí, es como lo pretendo.
-¿Y qué planes tienen para mí los Uchiha? –Indicó Naruto con sarcasmo- por que dudo que vaya a ser ignorado por Fugaku, luego que le di una paliza a su hijo, y me quede con su esposa.
-Intenté averiguar, -aseguró Itachi- pero mi padre dijo que tu asunto estaba… resuelto.
Mientras Danzou hablaba sobre los detalles de la misión, Naruto se quedó pensando profundamente sobre su situación. ¿Lo atacarían directamente? ¿Serían tan estúpidos de intentar llegar a su casa por la noche? Suponiendo que eso hiciera, ¿también intentarían asesinar a Mikoto? Naruto no olvidaba los comentarios de ero-Sennin sobre los problemas que Mikoto Uchiha tenía para comunicarse con su hijo Sasuke. Sabía que Itachi no le hablaba tampoco y nadie de la familia había movido un dedo por ayudarla. A nadie en el clan Uchiha parecía importarle Mikoto.
-La noche del lunes, -anunció Itachi- semana que viene. Será cuando el ataque Uchiha dará inicio.
-Entonces nuestro movimiento será el domingo que viene, antes que ellos. - definió Danzou- la operación es encubierta.
-¿Encubierta? –Pensaba Naruto.- ¿Cómo rayos van a encubrir tantas muertes?
-Itachi se marchará de la aldea apenas haya terminado, -ordenó el líder de Ne- oficialmente serás el asesino de tu clan, por poder. Tu próxima misión será investigar los movimientos de los renegados que residen en país de la Lluvia. Oficialmente serás un renegado, pero tus informes vendrán a mí. Luego me ocuparé de que regreses.
Itachi no dijo nada, sabía que Danzou también tenía tratos con Hanzo “la Salamandra”. Quien actualmente había perdido el control de su país en manos de una fuerza de ninjas elite llamados, “Akatsuki”. Itachi evaluó que ya fugado de Konoha, seguramente su fama ganada como genocida de su clan, sería una buena carta de presentación para infiltrarse en los nubes rojas.
-¿Y cuál será mi tarea? –consultó Naruto seriamente.
-tu no debes involucrarte, cuando Itachi se haya marchado, serás mi mano derecha aquí. –Anunció Danzou- seguramente serás enviado para cazar a Itachi, pero tú aprovecharas para hacer contacto con él y traerme la información que requiero de Amegake y Otogakure.
-Necesito ayuda, -señaló Itachi- debo hacer todo en una sola noche. No puedo encargarme de casi 200 Shinobi, y además de sus familias. Antes que medio plantel Shinobi de Konoha se interponga en mi camino.
-Me ocuparé de los civiles, tú de los Shinobi. –apuntó Naruto
-No debes involucrarte, es una orden….-amonestó Danzou
Naruto elevó una ceja indicativo, su cuerpo genero una pequeña explosión y el líder de la Raíz tenía dos Itachi perfectamente iguales en su oficina. El anciano sonrió, por eso Naruto elegía a los civiles. Nadie descubriría a “Itachi falso”, lo creerían el mismo Uchiha o un clon, y sería mucho más que eso. Además no podía negarle a Naruto la posibilidad de vengarse, o perdería influencia sobre él.
El problema de enfrentar al Hokage también estaría resuelto. Danzou enviaría un mensaje a Orochimaru para que Otogakure solicitara una reunión con Konoha para el fin de semana. ¿Para distraer a los Sannin, Jirayja y Tsunade? Simplemente hacer correr el rumor que Orochimaru era el líder de la aldea del sonido. Un dato que solo Danzou creía conocer. Ambos ninjas legendarios acompañarían a Minato. Los tres ninjas más fuertes serian alejados de la villa en vísperas de la masacre. Todo perfecto.
-El sábado después de la medianoche, en la madrugada del domingo. Allí deben actuar. –Finalizó Danzou- desde hoy mismo no volverán a los cuarteles de raíz. Cumplan su deber con la aldea de la hoja, de ustedes depende nuestra supervivencia. Pero antes de eso, Naruto…. –el joven Namikase asintió levemente confirmando que lo atendía- los grupos mercenarios que pactaron para apoyar a los Uchiha, deben ser eliminados. Encárgate de todo antes de sábado.
Ambos Shinobi asintieron y se fueron por la puerta. Danzou Shimura se permitió por fin relajarse, había tenido que esperar por demasiado tiempo este momento. Eliminado Fugaku, tendría a la mano todos los Sharingan posibles para continuar los experimentos comenzados en su brazo derecho. Consumada la masacre, el líder de Ne se encargaría de correr el rumor entre los aldeanos sobre la participación del Hokage en las órdenes de la masacre. Y con Naruto apoyando sus acciones como su mano derecha, el puesto de Godaime estaría a su mano.
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Era entrada la noche cuando por fin pudo terminar su trabajo y cerrar la tienda. El negocio de las flores era más rendidor por las mañanas. Pero era en el horario de la tarde o casi en la noche cuando los Yamanaka podían limpiar y organizar mejor el negocio. Ino y su madre, habían estado casi la tarde entera en el trabajo de limpieza y ordenamiento. Finalmente la mujer decidió dejar a su hija para atendiera a los últimos clientes y cerrara el negocio. Ino Yamanaka estuvo sola las últimas 3 horas del negocio abierto. Cerca de las 21, cuando se disponía a cerrar, un último visitante atravesó la puerta de su florería:
-buenas noches Ino…
-¿Naruto? –Sonrió la joven abriendo los ojos y mirándolo descaradamente- guau….el uniforme del ANBU realmente te sienta de muerte.
El muchacho sonrió, ella se acercó lentamente y se fundieron en un abrazo. Salvo por los padres de Sakura, ellos dos eran los que más habían sufrido con su muerte. Se habían hermanado, cada tanto tiempo se veían. Generalmente ambos tomaban cierto día para ir juntos al cementerio. Hablaban sobre ella, recordando cosas y dándose fuerzas para continuar. Naruto tenía una gran rabia en su interior. Ino observaba que el joven Namikase no podía contener ese deseo de sangre.
-¿quieres flores para visitar a Sakura? –Susurró Ino a su oído- ¿quieres que vayamos juntos?
-no Ino….esta vez no…- respondió el apartándose levemente y la tomaba con naturalidad de la cintura- en realidad, hace semanas que no voy a verla. Pero esta noche, he venido por ti.
-Oh…que tierno…-bromeó la rubia divertida- eres guapísimo para que negarlo, pero no te veo de esa forma. Es una lástima.
Él sonrió, levemente para aceptar la pequeña broma. La volvió a abrazar y ella correspondió creyendo que Naruto necesitaba un poco de afecto. Naruto comenzó a hablar, lento, tétrico y seguro. Sentía entre sus brazos el cuerpo de Ino estremecerse. La muchacha hizo todo lo que pudo para soportar la opresión en su pecho. Las palabras de su amigo le generaban una tremenda carga de sensaciones ocultas, negadas y silenciadas. Durante esos aciagos minutos, Ino no emitió más que un gemido de incertidumbre. Para cuando Naruto terminó de hablar, ella temblaba entre sus brazos. Pero no era miedo, Ino Yamanaka experimentaba espasmos de adrenalina. Era difícil digerir lo que Naruto había dicho.
Incluso cuando el joven salió de la florería despidiéndose de la rubia. En esos momentos donde dejó un rollo de documentos sobre el mostrador y el dinero correspondiendo al ramo de flores que se llevaba. Ino aun pensaba en todo y no pudo soportar, esas lágrimas que cayeron de sus bellos ojos. Naruto se fue, llevándose el ramo de flores. La joven Yamanaka tuvo la febril impresión que no volvería a ver a Naruto. Fue como una visión, y no pudo soportar el dolor que eso le producía.
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Cuando el joven Namikase regresó a su casa, la cena estaba casi lista. Ella cocinaba de una manera celestial, y todo el comedor parecía una invitación a relajarse. Mikoto sabía cómo confortar a las personas definitivamente. El joven ingresó a bañarse, luego de dejar un ramo de flores que había traído en uno de los floreros que Mikoto había comprado para el comedor. Rato después organizó sus pertenecías en su habitación. Tenía que viajar rápido fuera de la aldea. Disponía de pocos días antes del Sábado. Luego de tenerlo todo en orden, decidió bajar para comer algo. En su mente solo estaba la misión, tenía que visitar cuatro pueblos y rastrear tres campamentos de renegados en 4 días. Una tropa general de unos 700 elementos.
-tengo que limpiar la puta basura de los Uchiha, trasladar los mensajes traicioneros de Danzou y hasta usar la asquerosa información de Orochimaru. –se dijo el rubio sonriéndole a Mikoto y sentando junto a la mesa- trabajar para el ANBU es una verdadera mierda. Pero se aprenden algunos trucos.
Ella no parecía notar la tensión de Naruto. De hecho, estaba mucho más sonriente y amable que de costumbre. Pero había pisca de tensión en sus movimientos, como si una pequeña piedrita le molestara al caminar. Naruto no sabía por qué estaba incomoda, pero ella tenía algo en mente. Empezaron a comer, todo era una delicia, y para cuando hubieran terminado, el joven recordó la incómoda situación que vivieron ambos en el entrenamiento de hace días.
Ambos guardaban sus propios secretos…
Secretos mortales….
Secretos de asesinatos y traición…
-tengo que irme mañana Mikoto-chan…-le advirtió Naruto seriamente- será una misión corta. Volveré antes del Sábado.
-¿Es peligrosa?
-Si por supuesto….pero nada que no pueda manejar.
Ella no dijo más, se dedicó a levantar los platos y demás enseres para luego lavarlos. Tenía un alito de tristeza, a Naruto eso no le gustaba para nada. Ella siempre se había mostrado entera desde que vivía con él. No quería causarle dolor. Pero reflexionando más profundamente, cuando todo su clan fuera exterminado, cuando su marido y sus hijos murieran, Mikoto probablemente desearía vengarse. Naruto sabía que ella lo iba a odiar.
Mientras tanto, la mujer hacia todo lo posible por no mirarlo. Intentaba ocupar su mente con la limpieza, intentaba que él se fuera antes de tomar la más difícil decisión de su vida. No podía negar su contradicción interior, no podía negar que los últimos meses viviendo con Naruto Namikase habían sido los más felices de su vida desde el matrimonio. Sabia el dolor que causaría en Kushina si acaso Naruto moría. Sabía que matarlo era la única oportunidad de regresar a su clan, que con sus defectos y virtudes, era su familia. Cuando joven, Mikoto había sacrificado mucho por los Uchiha, ahora venían a pedirle que una vez más lo perdiera todo. Tan solo para regresar al principio.
-no tengo oportunidad de matarlo en combate…-pensaba Mikoto- él nunca ha luchado en serio en nuestras prácticas.
Ella no se dejaría engañar por los entrenamientos que ambos habían compartido. Mikoto estaba muy lejos del brutal nivel que Naruto había alcanzado. Su sharingan era poderoso, pero la bestial técnica que el joven aplicaba para combatir en serio, era de un poder inalcanzable. A diferencia del resto de los Uchiha, ella no creía que su sharingan la hacía invencible. Sabia respetar las cualidades de otros, sabía leer cuando la batalla no le favorecía. Naruto Namikase no solo era fuerte, era impresionantemente intuitivo. Tenía que ver con el “modo Sabio” que aprendió de su maestro Jirayja. Era como si pudiera rastrear y captar cada pequeño detalle en el ambiente. Mikoto no podía atacar por sorpresa, simplemente no habría éxito en una maniobra de ese tipo.
-Mikoto-chan….-le dijo el acercándose pero manteniendo la distancia por lo ocurrido la otra vez- te he notado algo…incomoda. ¿Es por mi culpa?
Ella lo observó, curvando una leve sonrisa y le parecía muy tierna la preocupación que el muchacho mostraba por confortarla. Era un hombre muy diferente a Fugaku, en la cama y todo aspecto de la vida. Eso lejos de hacerle más fácil la decisión, la entorpecía peor. Mikoto era una Kunoichi, jamás había dejado de serlo aunque la obligaron a descartar su profesión. Sabía perfectamente cómo llegar hasta Naruto, y tomarlo con la guardia baja.
-Naruto-kun…
Su voz fue dulce, cargada de una tonalidad extraña. Se acercó a él luego de secarse las manos con un repasador. Naruto era como media cabeza más alto, pero ella se movió lentamente y utilizó esa diferencia a su favor. Apoyó con suavidad su rostro sobre el pecho del rubio.
-¿Qué ocurre? –Consultó Naruto sin moverse- ¿Es por lo que pasó la otra vez en el entrenamiento?
-No…-respondió ella elevando su cara y dejó un corto beso en el cuello del rubio- pero al mismo tiempo….
Naruto descendió su boca y besó la mejilla de mujer, ella correspondió acercando su cuerpo algo más, pegándolo y dejándose abrazar. Se miraron de una manera aterradora, no sabían lo que hacían, solo actuaban dominados por el instinto. Esa sensación de soledad que querían desterrar por al menos una noche.
-Mikoto-chan….-susurré el, cuándo la mujer dio pequeños besitos en su cuello.
Naruto tomó el rostro de Mikoto con firmeza, lo dirigió al lugar correcto y con pasión hambrienta se posesionó de sus labios. Se besaron de una forma feroz, como si fuera una agresión en lugar de una muestra de afecto. Los labios intercambiaron fuego y ella no se resistía a la sensación. Se aferró con su derecha del cuello de Naruto y dio rienda suelta a la batalla por el control de la boca. Naruto no se quedó solo con esto, su virilidad estaba necesitada luego de muchos meses de entrenar y aislarse. La rodeó con sus brazos por la cintura y capturó con rudeza los muslos de la fémina apenas ella cedió la posición abriendo sus piernas. La cargó sobre la cadera, guiándola hasta sentarla sobre la mesa del comedor.
-Lo necesito….-gimió la mujer exigiendo exactamente lo que deseaba- no te detengas…
¿Estaba fingiendo? Esa pregunta rodeó a Mikoto en sus primeras acciones. Sabía que Naruto reaccionaria favorablemente a una insinuación, él había demostrado sentirse atraído antes, en la ocasión en el entrenamiento. ¿Pero qué era lo que ella sentía? Su cuerpo daba cabales muestras de apetitos mal disimulados. Era una mujer deseosa de pasión, hambrienta de sexo. Se había contenido por demasiado tiempo, se había obligado a olvidar aquella noche de fuego, hace meses. Pero ante la táctica para debilitar y matar a Naruto, había cedido completamente a lo que sabía perfectamente necesitaba.
Él la puso sobre la mesa y apartando su rostro la miró profundamente. Ambos estaban medio ahogados por la embestida inicial, pero mirándose a los ojos se vieron reflejados en el otro. Ambos lo deseaban, ambos querían olvidar lo que afuera de esa casa ocurría.
-no me dejes así….-dijo por fin Mikoto nerviosa- no te atrevas niño…
El no respondió con palabras, simplemente tomó las ropas de Mikoto y con rudeza controlada las abrió ferozmente. El kimono negro que ella usaba en la casa, cedió con facilidad, abajo solo había piel, ella no quería ser recatada ni tímida. Era una mujer madura, con necesidades reales y nada de ganas en hacer larga la situación. Que se fuera al carajo la misión, primero tomaría de Naruto lo que necesitaba como mujer, luego, sería lo demás.
El joven se inclinó para depositar su boca en los pechos expuestos. Usando su lengua, siendo atento con ellos sin lastimarlos. Que ella lo exigiera si quería más dureza, por ahora solo tendría a un amante considerado. Luego podrían ver hasta donde llegarían. Mikoto apoyo ambas manos en la mesa por detrás de su cuerpo, permitiéndole el total control de la situación. Pero fue por muy poco, ya que Naruto amagó a apartar su boca de los pezones y Mikoto lo tomó de los cabellos enterrándolo en la tarea nuevamente. Una clara muestra de lo bien que estaba actuando.
-tómame si nada te importa, tómame si te atreves….-dijo ella desafiante.
Naruto afirmó su control sobre las caderas de la mujer apretándola contra la dureza de su arma. Estaba muy excitado y la mirada oscura de Mikoto lo prendía aun peor. La agarró del cuello obligándola a entregar su boca nuevamente. El opuso algo de resistencia, los besos le gustaban demasiado y no quería perder la totalidad de razón. Quería enloquecerlo a él, y no a la inversa.
-¿tu cuarto o el mío? –gruñó Naruto lamiendo el cuello de la fémina, dándole mucha satisfacción.
-Aquí mismo, -reclamó ella- no juegues conmigo o te va a pesar.
A Naruto le agradaba demasiado la situación. No solo estaba excitado, sino que una hermosa mujer le pedía con urgencia que la follara. Sin vueltas, sin tratos ni pudor. Mikoto había olvidado que era una mujer infelizmente casada y se dedicaba a sentir placer. Eso era todo, nada más importaba.
El joven se quitó su camiseta ayudado por ella, luego iba a por el jean pero las manos de Mikoto actuaron con más pulso. Naruto se apartó un poco de la mesa y ella se puso de pie rápidamente para terminar arrodillada frente a él. Elevó la mirada fieramente, sus ojos tenían un brillo muy felino esa noche. Naruto tragó saliva ante ese espectáculo donde sus pantalones y demás ropa interior, terminaban en los tobillos.
-espero que no tengas que partir tan temprano….-le susurró ella sonriendo seductora.
-¿Por….por qué?
-Por que dudo mucho, te queden fuerzas para madrugar.
Naruto aún estaba procesando esa amenaza, cuando Mikoto acaricio la herramienta expuesta y de un voraz movimiento comenzó a devorarla con gula. Esa sería una larga noche, Naruto de eso no tenía la menor duda.
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Informes…
Datos, espionajes, versiones…
Minato Namikase tenía un extraño presentimiento. La información sobre el presunto líder de la nueva aldea ninja del sonido, era inquietante. Orochimaru no era precisamente la mejor noticia reapareciendo luego de su exilio. Y camuflado como el líder de la aldea del sonido, solo podía significar una trampa en puerta.
El Hokage había recibido una invitación formal para reunirse con el máximo exponente de Otogakure. Rápidamente se había reunido con sus consejeros entre los que estaba Jirayja, su maestro. Hiruzen Sarutobi tenía sus dudas sobre darle cabida al pedido de esa nueva aldea. Después de todo no era parte de ningún país fuerte económicamente y apenas iniciaba sus actividad teniendo un plantel ninja muy precario y poco calificado. Jirayja había intentado averiguar algo más, pero no había podido penetrar la primera línea de información. Lo cual era muy extraño. Tsunade solo participaba de la reunión, porque Sarutobi pensaba incluirla en el consejo de aldea. Como última integrante del venerable clan Senju.
Todo marchaba en los cauces normales, hasta que Danzou dejó entrever la identidad de Orochimaru. Los informes del ANBU habían preparado el terreno lo suficiente como para que todos los creyeran. Y el líder de Raíz dio el golpe de gracia ofreciéndose personalmente para acompañar al Hokage en el viaje fuera del país.
-No puedo probar de manera concluyente que el renegado Orochimaru dirige los destinos de Otogakure. –Dijo con tacto Danzou frente a todos- pero me sentiré complacido de escoltar y dar protección al Hokage para entrar en contacto con quien sea. Mis hombres están calificados para enfrentar a cualquier rebelde que se interponga.
Sarutobi hizo lo esperado, le sugirió a Tsunade que ella debía acompañar al Yondaime, mientras que Jirayja ante la posibilidad de volver a encontrarse con su viejo compañero y amigo, decidió también sumarse a la misión. El líder de la raíz había previsto correctamente los movimientos que todos esgrimieron. Orochimaru no se mostraría, seria advertido por su aliado de esa “escolta” poderosa. Tanto el Hokage como los Sannin estarían fuera de Konoha para cuando la masacre concluyera. También lo estaría Danzou, quitándose toda sospecha sobre sus acciones.
Minato, los Sannin y Danzou con sus guardaespaldas personales, se vieron el jueves por la madrugada nuevamente. Juntos y rápidos partieron hacia la zona donde esa reunión se llevaría a cabo. Minato habría deseado hablar con su hijo antes de partir a ese viaje, pero Naruto hacia días que estaba de misión para el ANBU de Raíz, y según la capitana Uzuki quien fue consultada por su paradero, el joven no regresaría hasta por lo menos el sábado. Minato partió esa mañana bastante molesto y preocupado. Se había alejado de su único hijo mucho más de lo que hubiera deseado. Kushina era la única que de tanto en tanto le daba noticias sobre Naruto. Pero poca conciencia tenía el Hokage sobre la profunda relación que estrechaba la separación de su heredero, con las maniobras de Danzou y la guerra secreta contra los Uchiha.
Cuando se fueron, Minato se decidió a estar muy atento a los movimientos de Danzou. Sarutobi aseguraba que nada sucedería, que el líder del ANBU nunca atentaría contra el Hokage, pero Minato podía ver en el frio e inexpresivo ojo descubierto del consejero, un alma negra como pozo del infierno. Jirayja estaba de acuerdo con su antiguo estudiante, vigilaba de muy cerca a los “guardaespaldas”. La sola idea de que Orochimaru hubiera preparado una trampa, le hacía sospechar que guardaría alguna carta oculta para jugar contra el “relámpago dorado de Konoha”
En cuanto a Tsunade, se mantenía en completo silencio, apartada tanto de Minato y Jirayja como del grupo de Danzou. Aprovechaba los descansos para leer un grupo de pergaminos y su compañera Shizune no hacía más que asistirla en silencio. La Sannin médico, era una mujer de extraordinaria concentración y fría mirada. Aunque también era legendario su volcánico y volátil ánimo, y su afición por las apuestas.
El grupo más poderoso e inestable desde los tiempos de la guerra. Quienes viajaban lejos de Konoha por las maniobras de Danzou y para provecho de una masacre. ¿Quién podría asegurar el destino de esa misión? ¿Quién podría apostar por la victoria de uno u otro bando? En la aldea quedaron los Uchiha y sus ambiciones desmedidas. En el filo de la oscuridad, era cuando se descubrirían las intenciones de todos.
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Era una bestia incontrolable…
Los escuadrones del ejército unido de Aishua, estaban acampando en las afueras de un pueblo fronterizo en el país del fuego. Luego de arduas negociaciones durante meses, acordaron un pago cercano a los 2 millones de ryus, para invadir Konoha y apoyar al clan Uchiha en el traspaso de poder. El líder de los guerreros reunidos, estaba en su tienda de campaña en medio de las fogatas tratando de hallar la mejor manera de administrar a sus hombres en los días de viaje hacia el destino de la hoja.
En la oscuridad de la noche, cuando las flamas en las hogueras no alumbraban más allá de la circunferencia más precaria, un grupo no identificado de ninjas atacó la posición. Los que hacían guardia fueron asesinados casi al instante. Apenas pudieron dar voz de alarma para que las tropas salieran a hacerle frente a la agresión.
-¡Nos atacan! –grito un centinela, antes que dos clones de Naruto lo apuñalaran salvajemente.
Casi 200 copias rodearon las posiciones del campamento. Solo el original se internó en el lugar, envuelto en un estado de brutal excitación. Su furia era proverbial, la destilaba matando a diestra y siniestra. Algunos intentaron luchar cuerpo a cuerpo, pero el chakra natural alimentaba de una manera asfixiante a Naruto que disponía de una velocidad, precisión y fuerza fuera de los cabales. Algunos rebeldes murieron de un solo golpe. Otros fueron apuñalados hasta el punto de la muerte por causa de los clones que custodiaban el perímetro. Nadie pudo escapar, uno a uno, los 245 integrantes del campamento, terminaron encontrando su final. Los asesinó a todos, sin dejar más que cadáveres por todo el bosque.
Cuando hubo terminado la matanza. El cuerpo de Naruto estaba bañado con sangre ajena, caminó entre cuerpos sin vida y desactivó casi todos sus clones para ahorrar chakra. Liberó una buena cantidad de la energía acumulada por el Senjutsu y así recuperó algo de su buen juicio. Esa técnica era efectiva pero le aportaba demasiado descontrol. Para luchar, era la mejor. Para pensar y descansar, debía ser desactivada.
Rápidamente Naruto pasó revista a los cuerpos, buscando cualquier cosa que lo pudiera relacionar a este ejército con los Uchiha. La tienda del líder tenia algunas cosas interesantes. Información interna sobre Konoha, datos sobre ciertas estructuras defensivas, y una buena cantidad de dinero acumulado.
El joven ANBU había acumulado los cuerpos de los caídos gracias a sus clones. Las fogatas ahora eran alimentadas con cadáveres y leños grandes. Documentos relacionados con la aldea de la hoja fueron guardados en la mochila de Naruto. No eran pruebas que los relacionaran con los Uchiha, pero eran informes bien detallados sobre cuestiones de Konoha que no tenían ningún modo de averiguar sino por espías internos. Otro detalles de su entrenamiento entre las fuerzas especiales, era que Naruto había aprendido a guardar todo trozo de información relevante, para futuras necesidades.
Habían pasado tres días desde que salió de la aldea. Tres días sin ver, escuchar o tocar a Mikoto. Naruto comenzaba a entrañarla. No era amor, pero si la necesidad animal de satisfacción. Ella, una mujer con la que hasta los niños soñaban, había entregado con ardor una noche inolvidable para el joven Namikase. Tenía urgencia de volver a verla, de observarla sonreír, de sentirla satisfecha y feliz. Quería mucho hacerla feliz, le debía la vida. Nada menos que eso.
En pocas horas emprendió la marcha nuevamente. Había terminado con todos sus objetivos menos uno. En total, había acumulado casi 10 millones de Ryus de los pagos que los rebeldes habían recibido. Logística, espionaje e informes internos vinculados con la villa. Ya era jueves por la noche. Tenía que regresar a como diera lugar. Faltaba poco para la noche final del clan Uchiha. Naruto no podía dejar de estar presente.
Además, viéndolo desde la perspectiva de la seguridad de Konoha, Danzou había defendido de una manera extraordinaria al país. Era una lástima que su falta de escrúpulos y lealtad, le hicieran atentar además contra el Hokage y los civiles inocentes, por solo obtener un poco más de poder. Así que siguiendo la lógica inescrupulosa del líder Ne, había que eliminar todo elemento desestabilizante para la aldea de la hoja. Y Danzou Shimura, con sus ambiciones de destruir y suceder al Yondaime, era un elemento de peligro inminente.
Por lo tanto… debía ser exterminado.
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Afiló su katana con paciencia, con una piedra especial imbuida de chakra. Su traje ANBU estaba preparado también. Quedaba tan solo un día para la llegada del sábado. El ultimo día de su vida en Konoha. Durante años había entrenado y custodiado la paz. Había leído las arcaicas escrituras, herencia de los antiguos Shinobi que lo habían antecedido. Durante años, el precario equilibrio de ambiciones y poder que enredó a los Uchiha con la oficina del Hokage y a Danzou, se mantuvo estable. Pero la intervención indirecta de Naruto Namikase, había actuado como factor caótico en la ecuación. No debieron meterse con él, eso Itachi lo tenía más que claro.
Ahora Itachi Uchiha elegía ser traidor. Elegir perder su honor para mantener el equilibrio antes destrozado. En esta guerra interna, que tenía como clímax una sangrienta revolución, alguien debía desaparecer. ¿Era beneficiosa la muerte de Yondaime? Para nada, porque era el hombre que generaba el respeto de los países extranjeros. ¿Podía la desaparición de Danzou detener el problema? Tampoco serviría. Primeramente no era alguien fácil de atacar y mucho menos enfrentarlo sabiendo lo que Itachi sabía sobre las habilidades ocultas del consejero.
La solución era acabar con los Uchiha. A los cuales podía tomar por sorpresa y así detener la guerra. Impedir la invasión de grupos rebeldes pagados por Fugaku, exterminar la rebeldía de un clan que había elegido separarse de la villa y traicionar los preceptos que llevaron a los fundadores a construir Konoha. La solución era acabar con Fugaku, y limpiar sus ambiciones. Itachi sin embargo, quería encontrar la forma de salvar del exterminio a su hermano.
Lo único que no podía darle a Konoha Itachi, lo último por entregarles además de su vida, era el sharingan. En esa parte no podría ayudar el hermano mayor. Esa era la razón de que negociara con Danzou salvar a Sasuke del exterminio general. El líder de Ne había aceptado, con la condición de que el mismo, entrenaría a Sasuke. Y por supuesto mantendría a raya los instintos asesinos de Naruto.
-Danzou-sama evitara que Naruto asesine a mi hermano, -pensaba Itachi- luego lo enviara a por mí. Mi muerte lo convertirá en héroe. Los Uchiha renacerán.
Era el plan que tenía, el precio que había elegido pagar por la paz. Naruto tal vez se sentiría vengado al asesinar parte del clan Uchiha en la noche precisa. Tal vez ya no fuera a por Sasuke, tal vez…volviera en parte a ser el hombre bueno que se perdió en el odio.
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-¿y bien? –Consultó Fugaku a Mikoto en cuanto quedaron solos en la oficina del hombre- hace una semana espero noticias de tu misión. ¿Acaso debo entender que renuncias?
-¿Por qué razón matar a un niño? –Interrogó la mujer- a un ninja fiel de esta aldea.
-las razones no importan, solo el pago.
-las razones me importan a mí. –Añadió Mikoto- porque me pides que mate al hijo de mi única amiga. Una mujer que respeto y la única que me acogió en su casa cuando mi clan se sentía “humillado” por mí accionar. Si voy a formar parte del consejo Uchiha, será mejor que empieces desde ahora a justificar tus órdenes.
-nadie, ni siquiera el consejo de los ancianos en este clan conoce la totalidad de nuestro plan. Pero te diré….-hizo una pequeña pausa- Naruto Namikase es peligroso para el futuro de nuestra familia. Y por eso tiene que ser eliminado.
-llevara tiempo…-señalo Mikoto neutral- usualmente cocino para él. No puedo matarlo de una vez, sino poco a poco.
-no seas sutil, -anunció aburrido Fugaku- antes del lunes por la madrugada, deberá estar muerto. No hay tiempo para comiditas con sorpresa. Usa tácticas de seducción, y acaba con el cuándo se duerma.
Mikoto asintió, aunque le producía un terrible asco. No porque su marido le pidiera acostarse con otro hombre, al fin y al cabo apelaba al arma más mortífera de las Kunoichi. Sino por la cobardía que mostraba al enfrentar a Naruto de esa forma. Pero analizando con más cuidado la situación, tal vez sin querer le había dado un dato interesante. “Antes del lunes” eso significaba que la muerte de Naruto no era un fin, sino un medio para algo más grande. Mikoto sabía que el Hokage no estaba en la villa. Lo sabía por Kushina con quien charlaba a diario y cenaban cuando los hombres no estaban. ¿Qué planeaba hacer Fugaku?
De la forma que fuera, Mikoto aceptó la misión. No sabía exactamente si cumpliría, no podía saberlo porque cuando estuvo con Naruto la última vez, su cuerpo reaccionó de manera instintiva. ¿Qué sucedería cuando se reencontraran? ¿Acaso el sexo desmedido y satisfactorio había sido una locura pasajera? Mikoto sabía que no fue forzada, sabía que provocó a ese joven al punto de lograr que la follara. Que lo hiciera de la forma que quisiera. Y él había tomado la responsabilidad de amarla con ternura. De hacerlo una experiencia exquisita. ¿Cómo podría matarlo luego de hacer el amor? ¿Realmente podría?
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Regresó a la aldea en la madrugada del sábado.
Había recorrido muchos kilómetros en pocos días, y el tiempo era oro. Estaba cansado, golpeado y no había dormido casi nada. Durante tres días fue como un heraldo de la muerte por cada campamento y pueblo donde los enemigos de Konoha asentaron sus bases. Los Uchiha no lo sabían, pero aunque pudieran iniciar su revolución, ya no tendrían refuerzos.
Mikoto aun dormía plácidamente en su cuarto. Naruto dio uso a esa tranquilidad sin verla para bañarse, y quitarse la sangre seca y suciedad de su cuerpo. Se había preocupado por ella al comienzo, pero luego de usar el chakra para rastrearla, supo que aun descansaba en su habitación. Seguramente había quedado con Kushina hasta muy tarde y por ello le costaba despertar.
Naruto estaba bastante agotado, el baño, la limpieza y la tibieza de su propia cama lo invitaron a dejarse vencer. Durante las horas que precedieron a su llegada, Naruto había pensado una y otra vez lo que estaba a punto de hacer. En poco menos de 24 horas, saldría de su casa camuflado como Itachi, para degollar a todo civil perteneciente al clan Uchiha. Saldría a matar, niños, ancianos, mujeres inocentes.
“nunca olvides quien eres” escuchaba las palabras de Mikoto en el silencio de su alma.
“-¿y si lo logras que va quedarte? –Consultó Jirayja en su recuerdo- la aldea que Sakura defendió al igual que tú, quedará en llamas. ¿Acaso no has pensado que hasta los padres de Sakura podrían sufrir por ello? ¿Realmente a ella le gustaría el tipo de sujeto en el que te has convertido?”
Demasiado temprano, apenas las seis de la mañana. Salió del baño con solo una bata azul que Mikoto siempre dejaba a la mano para su uso. Estaba cansado y también la cabeza le estallaba de pensar. Había prometido, le había hecho una promesa a la memoria de Sakura-chan. ¿Pero cuál era el costo? ¿Cuál era el límite? Sin casi darse cuenta, ingresó suavemente al cuarto de la mujer. La vio dormir de lado, cómoda, vulnerable.
Ella activaba algo que Naruto creía perdido. Ese instinto de proteger.
Se sentó junto a ella en la cama, no quería despertarla. Pero también tenía el deseo de tocarla. El tacto era delicioso. Acarició parte del largo y oscuro cabello, el cuerpo de esa mujer ocultaba un infierno. Naruto la podía recordar, como una guerrera, una amazona tomando el control del dormitorio. Esa mirada oscura, ese gesto salvaje de Mikoto. Era una mujer ocultaba una fantástica pasión.
-hummm….Naruto-kun…
La escucho gemir su nombre. ¡Su nombre! ¿Qué demonios pasaba entre ellos? Naruto se apartó acobardado. ¿Qué estaba haciendo? ¿Cómo podría mirarla a los ojos luego de ser el causante del exterminio de su familia? No tenía derecho, no tenía ningún tipo de…
-¿Naruto? –Susurro abriendo sus ojos levemente la mujer- has vuelto.
-Acabo de llegar Mikoto-chan…-sonrió el apartándose un poco más- ya termine mi misión.
-Estas muy cansando….-apuntó ella sentándose mejor- ¿quieres que te prepare algo de comer?
-no gracias, estoy bien. –indicó el parándose definitivamente alejado- solo quería verte, ahora puedo dormir.
“solo quería verte” reflexiono Mikoto sonriéndole en silencio. Era un hombre tan dulce, sin dudas la chica que murió lo había amado mucho. Era imposible no quererlo cuando tenía esos gestos de sensibilidad. Y ella tenía que matarlo, era lo que su familia necesitaba. Era su misión.
No se vieron en todo el resto del día. Naruto durmió durante casi todo el tiempo y Mikoto preparó la noche comprando los ingredientes para platillos especiales. Luego de la cena, haría el intento de generar el clima necesario para volver a dormir con el joven. Sabía que Naruto no se negaría, y la fatiga de su misión auguraba un bajo rendimiento en su resistencia. En mitad de la noche, ella tendría su oportunidad.
Aunque en el silencio de su corazón, no sabía si realmente podría hacerlo.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
hermoso!!!!! y soy el primero en comentar este capitulo!!!!! esta genial el desarrollo de la historia, espero que siga asi, ya quiero ver el seguiente capitulo, la verdad ya quiero saber que va a pasar entre mikoto y naruto..... sigue asi eres el mejor, y no te olvides del naruto anko que prometiste...... esa es una pareja que siempre quise que escribieras..... saludos!!
arckangelblack- Clan Suzaku
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
Naruto entra al punto de conflicto entre seguir y hacer lo que cree correcto por la muerte de Sakura, lo que es mejor para la aldea, pero a la vez hasta donde es correcto todo esto, donde llegar y terminar tal vez en la completa oscuridad. Es demasiada tension, al igual que para Mikoto. Lo que si es seguro y correcto es que Danzou muera, al igual que Sasuke, o en caso de que viva que quede exiliado de la aldea.
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Re: HISTORIAS NO AUTORIZADAS DE KONOHA (+18) 30/12/13 Final
perdon por el retraso, aqui esta la conti!...
PERGAMINO 6, Parte I: HOJAS Y RAICES DE KONOHA
PERGAMINO 6, Parte I: HOJAS Y RAICES DE KONOHA
- Spoiler:
- Luego de releer la información unas 8 veces, Tsunade Senju definió confiar en ella. Había muchos informes antiguos. Reportes secretos del ANBU de Raíz, registros médicos, y una preocupante serie de eventos detallados con rigurosidad. Tsunade se había tomado prácticamente todo el viaje hacia la reunión con la aldea del sonido, tan solo para estar muy segura. Incluso le dio la misma información obtenida a su estudiante y amiga Shizune. Ambas concordaron que las posibilidades de que Danzou estuviera perpetrando una traición a gran escala, era peligrosamente alta.
Sabían que Jirayja reaccionaria mal con seguridad. Pero también suponían que si Danzou estaba aliado con Orochimaru como los pergaminos sugerían, el Yondaime estaría siendo conducido a una gran trampa. La pregunta que Tsunade se hacía sin embargo era esta: ¿Cómo pensaba Danzou acabar con Minato Namikase y dos Sannin al mismo tiempo? Jirayja podía parecer despreocupado y hasta pervertido. Pero no era alguien fácil de derrotar, más bien, en una zona de bosque, el Sannin de los sapos era alguien casi invencible. Incluso a ella misma, si bien sus principales especialidades eran en la medicina, no le faltaba una fuerza descomunal para sacar de combate a cualquier rival en un solo golpe. En cuanto al Hokage, era un Shinobi casi inmanejable. ¿Realmente intentarían atacarlo a él? Danzou no era tan estúpido, debía guardarse una jugada secreta.
-Tsunade….-le dijo Jirayja al notarla tan pensativa- ¿Qué pasa?
-Tenemos que hablar Jirayja….-susurró apenas la mujer.
-Huuuy…-sonrió el peliblanco- ¿Por qué no esperamos a estar más solitos y…?
-Idiota…-farfulló la rubia comenzando a cabrearse- estamos yendo a una maldita emboscada y tú con esas cosas pervertidas.
-La vida es mucho más que vivir amargándose Tsunade, -apunto él.
-Veremos cuanto te puedes entretener, cuando Minato y tú mismo echen una mirada a mis documentos.
Faltaban 50 kilómetros para la zona de reunión. En ese momento tuvieron que parar, y Tsunade compartió la información. Minato y Jirayja se encontraron con reportes de guerra antiguos. Robados de los archivos ANBU por Orochimaru, describían como eran asesinados sistemáticamente todos los ninjas que destacaban. Tsunade encontró en esos nombres a su novio Dan. Luego los datos sobre desvíos de fondos y demás trampas que Danzou había utilizado para financiar sus operaciones con la Raíz. Minato se sorprendió por la permisividad que el resto de los consejeros mostraban por estos manejos. Era como si las altas esferas quisieran destituirlo.
Pero Tsunade enseñó algún documento más. Los trazos de Orochimaru eran inconfundibles para la Kunoichi. Los datos de una operación incorporando sharingan y células del primer Hokage a un cuerpo. Buscando acceder al Izanagi, una habilidad extraordinaria de los Uchiha. Jirayja comenzó a recordar las conversaciones con su sensei el tercer Hokage. Hiruzen y Danzou habían luchado por el honor de convertirse en Hokage. Sarutobi fue el ganador, pero las heridas que sufrió Danzou, no fueron lo suficientemente terribles como para conservarse tan vendado o protegido.
-Hokage-sama….-interrumpió Danzou acercándose a la fogata donde el líder intercambiaba información con los Sannin- ¿acaso tiene información que deba saber sobre la reunión? Creo que como representante del consejo, debería estar enterado.
-Desde luego…-sonrió fríamente Minato y se puso de pie, lentamente se colocó su capa blanca – pero primero…creo que es la hora de ver….lo que guardas detrás de esas vendas en tu ojo. Y tú brazo oculto
-Además deberás explicar por qué financias a líderes extranjeros como Hanzo “la Salamandra”….-dijo Jirayja y en sus ojos había una agresividad muy extraña.
-También es bastante importante…-añadió Tsunade tronando sus puños con rudeza- que me expliques tu intervención sobre la muerte de ninjas de Konoha en el pasado. Sobre todo…la de Dan.
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El pasillo del hospital estaba muy tranquilo.
Cerca de la medianoche, cuando ya todos se habían cumplido con sus obligaciones diarias, el dueto de guardias pertenecientes al clan Uchiha custodiaba el turno nocturno en las puertas del cuarto de Sasuke Uchiha. Los guardias no entendían la razón de estar obligados a custodiar al hijo de Fugaku. Sin embargo con el paso de los meses, rumores sobre una gran operación de la familia hacia a cada ninja perteneciente al clan, estar en un estado de alerta.
Un Shinobi apareció en el pasillo solitario, caminó lentamente y los guardias lo reconocieron al instante. El hijo mayor de Fugaku, Itachi Uchiha, llegaba al lugar en la hora más extraña para visitar a su hermano. Su traje ANBU lo erigía como un hombre intimidante. Los hombres que guardaban la puerta tuvieron un escalofrió, la mirada de Itachi exigía siempre evitar enfrentarla. Ambos guardias tuvieron que desviar su atención. Ese descuido, ese instante de paralizante expectación, fue suficiente para que la katana de Itachi Uchiha hiciera su mortal danza de corte. Dos ataques precisos a cada guardia, muertes silenciosas y casi sin reacción.
Itachi no perdió tiempo, arrastró los cuerpos hasta un cuarto lateral, y cuando hubo cerrado el lugar en cuestión, se fue por el pasillo del hospital para continuar su camino. Tuvo la intención de ingresar a la habitación para ver por última vez a su hermano Sasuke. Pero pensó que tenía demasiado trabajo recorriendo los distintos puntos clave de la policía. El cuartel general, los pequeños depósitos de armas, todos los escondites donde ninjas Uchiha esperaban ordenes de despliegue. Había poco tiempo, y mucho trabajo. Solo esperaba que Naruto no iniciara su carnicería demasiado pronto. Los primeros movimientos debían ser sobre los Shinobi, para los civiles habría más tiempo.
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La penumbra del cuarto apenas permitía ver, y Naruto había dormido casi todo el día. Aprovechar el tiempo era vital para poder recuperarse. Llegado muy de mañana, apenas comió algo y luego de un baño se fue a dormir.
Mikoto esperó y esperó…
Las horas pasaron y el nunca salió de su cuarto. Había escogido ese momento para finalizar la misión, pero no se atrevía a dar el último paso. ¿Qué sensaciones podían atraparle en cuanto ingresara furtivamente a la habitación del muchacho? Su misión, su deber como integrante de una familia ninja. Todo eso contra los instintos de mujer lujuriosa, la tranquilidad de sentirse protegida, las sonrisas de sincero afecto que Naruto le había proporcionado durante todo el tiempo.
Él había jurado protegerla cierta noche, y nada de lo que hizo después estuvo en contra de esa promesa. Naruto Namikase había sido un mejor hombre para Mikoto, de lo que nunca pudo ser su auténtico marido. Y aun así, caminaba subiendo las escaleras con un kunai en su mano derecha. No se había vestido más que con el kimono negro que usualmente portaba en la casa. Salvo por el detalle, que al salir del baño no se había preocupado por colocar prenda alguna por debajo de la visible. Estaba desnuda, por debajo del kimono no había ninguna defensa. Ni siquiera le importaba verse indecente, que los pezones se marcaran en la fina prenda.
Al entrar, pudo notar ropa tirada por aquí y allá. La cama individual de Naruto lo contenía recostado pesadamente. Boca arriba, tan solo vestido con un bóxer naranja. Ella giró el kunai ocultándolo de la vista con su mano y muñeca. Naruto aun dormía, pero el reflejo de ocultar la traición pudo más en la mente de la mujer. Se acercó lentamente, solo tenía que elevar su brazo derecho y enterrar el arma directo al corazón. No necesitaba ser rápida, tampoco demasiado fuerte. Era un solo golpe, y asegurar el ataque apoyando con una segunda puñalada.
Naruto movió la cabeza levemente, uso su mano derecha para rascarse la nariz, y sonrió…
Mikoto quedó paralizada. Parada junto a la cama no se podía mover. Encendió su sharingan, para evitar caer en el nerviosismo, tratando de concentrarse. Pero el joven Namikase no se había despertado, sus movimientos solo fueron un acto de reflejo. En su mente había una división, una parte de ella decía “Hazlo, cumple tu misión, recupera tu vida”. Pero la otra mitad de ella, esa parte femenina y delicada, entendía que nunca tendría una aventura tan atractiva y atrevida con un joven. Además, no podía solo decirse que la situación era sexo y nada más. No sabía que le ocurría con Naruto, pero desde que hizo el amor con él, ya no podía pensar en nada que fuera mejor.
-¿Qué voy a hacer contigo? –Susurró sin darse cuenta Mikoto- somos de mundos diferentes.
Se sentó en la cama junto al joven tendido. Estiró suavemente la mano izquierda para acariciar el mechón dorado que ocultaba los parpados de Naruto. Segundos después, su mano fue descendiendo por el cuello hasta instalarse en el fornido pecho. Más abajo, la sutil caricia llegó a los abdominales, y ese joven no era un niño. No importaba que Mikoto se esforzara por verlo demasiado joven, Naruto Namikase ya era todo un hombre. Ella y su cuerpo tenían pruebas cabales de ese concepto.
-Así que…eres tú…-Mikoto escuchó la voz de Naruto aun sin que abriera los ojos- eres tu Mikoto-chan…
Ella ni siquiera se movió, las palabras de Naruto causaban latidos dementes en el corazón. Seguramente sus instintos de Kunoichi esperaban el mínimo movimiento del adversario para atacar. Pero la voz del muchacho no ameritaba agresión, era como estar hablando de otras personas.
-Lo siento…-dijo Mikoto con una voz sorprendentemente fría, aunque por dentro estaba temblando.
-No lo sientas….-sonrió suavemente el abriendo apenas sus ojos- ya no hay más dolor….al lugar donde me enviaras.
-¿Y si no lo hiciera? –Consultó ella apretando el kunai en la mano que ocultaba por detrás- ¿Seguirías intentando vengarte? ¿Seguirás matando…?
-A muchos….-interrumpió Naruto- mataré a todos los que se me opongan. Es el camino que elegí, Así que has…lo que tengas que hacer.
Mikoto se puso de pie, lentamente. Y abriendo los muslos se montó sobre el cuerpo de Naruto, a la altura de la cintura. Todo su movimiento se produjo en cámara lenta. Naruto no emitió ni un gesto, solo su mirada sobre el cuerpo de Mikoto, unos ojos azules penetrantes en los pechos marcados de la mujer, y una ojeada discreta al kunai que ella portaba en la mano. Habían tomado su posición expectante, solo tenía que descargar el golpe, no había defensa posible. Los brazos de Naruto estaban por sobre su cabeza, en forma pasiva.
-¿Y bien?...-consultó el rubio mirándola fijamente.
Ella no se movía, su cuerpo simplemente no respondía al deber. Sabía que tenía que hacerlo, pero también suponía la infelicidad personal al alcance de una puñalada. De pronto, las interrogantes comenzaron a complicarse, en la parte baja de su trasero, el extraño calor proveniente de Naruto. Sus pechos comienzan a endurecer ante la provocativa mirada del joven. Los pezones le torturaban al presionar contra el kimono. Estaba desnuda, y ahora eso lo hacía más vulnerable que nunca.
-Sino piensas actuar, -señaló el rubio seriamente- seré yo quien lo haga.
Todo sucedió como en cámara lenta, los brazos de Naruto descendieron del espaldar de la cama. Luego las manos reptaron por su propio cuerpo hasta llegar al de Mikoto. Ambas manos, una tomando la cadera y la otra apropiándose completamente de un seno. Grandes y firmes eran, duros estaban los pezones a causa de la excitación. Lo siguiente dejó completamente derrotada a la mujer.
-te voy a matar….-gruñó Naruto sentándose en la cama e instalando su boca en el cuello de Mikoto- te voy a matar… de placer.
Comenzó a besarla, a tocarla y a tomarla con voracidad. Sus movimientos eran lentos pero firmes. No dudaba. Era como si no sintiera amenaza en el arma o la misión de la mujer. Ella al principio no correspondió. Su cuerpo solo podía captar y no reaccionar. Era como una muñeca en brazos del joven. La manipulaba, la excitaba, la controlaba con sus caricias. Ella no podía moverse, y la fuerza con que antes había apretado el kunai en su mano, perdió nitidez hasta que finalmente lo dejó caer a un costado de la cama.
Naruto desanudó el kimono de Mikoto, y abrió la prenda para tomar entre sus labios el trabajo de complacerla. Comenzó a lamer los pechos, a chuparlos con ansias salvajes. Mikoto no sabía que pensar, no sabía que sentir. Estaba muy avergonzada, muy excitada e indefensa. ¿Acaso iba a matarla después de follarla? ¿Realmente importaba lo que le hiciera? Justo en el momento que Naruto la tumbó sobre el colchón, ella pudo ver en los ojos del joven toda la concentración en lo que estaban por hacer.
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-Itachi-sama….-gemía herido de muerte el Shinobi- ¿Por qué….?
El último de los ninja cayó luego de esas tristes palabras. El Magenkyo Sharingan era demasiado para ellos. La mayoría murieron sin siquiera defenderse. La sorpresa brutal se reflejaba en los cadáveres que adornaban el cuartel principal de la policía Uchiha. Durante escaso 30 minutos, Itachi Uchiha arrasó con casi 80 elementos de lo mejor del clan. Había acabado con 2 depósitos de armas anteriormente y también con los guardias del hospital general.
Solo dos horas para barrer con casi toda la resistencia. Aun así, la alarma general no había sido activada. Itachi supo cortar todo intento de comunicarse en los ataques entre puesto y puesto. Los muros norte y oeste no tenían integrantes del clan esa noche. Y en el muro este, es donde primero había iniciado su ofensiva el ahora renegado Itachi. Como saldría por el sur, quedaría para el final aquellos centinelas.
Eran las cuatro de la madrugada cuando el cuartel general de la policía fue masacrado. Itachi encontró familiares con nivel para resistirle, pero el Magenkyo rápidamente trasformó algunos en una pila de llamas negras y otros en Shinobi inmóviles por acción de un horrible Genjutsu. Todo para ser rematados con el simple y sediento filo de su katana.
Se movió rápido luego de destrozar el cuartel, acabo con los 3 depósitos de armas restantes que servían de refugio al clan y luego encaminó sus pasos hacia el barrio. La mayoría de los civiles que le tocaba a Naruto asesinar, estaban en las afueras de la zona Uchiha. Otros, como su novia, directamente habitaban más lejos. La razón por la cual no opuso resistencia a la intervención de Naruto en el plan, fue porque no sabía si se atrevería a matar a su novia Akimi. Sería mejor que Naruto lo hiciera, y así Itachi no tendría el dilema frente a sí mismo.
Si las cosas salían de acuerdo al plan, solo Sasuke sobreviviría.
Recuperado de las heridas, el joven Uchiha entrenaría bajo la tutela de Danzou y vengaría a su clan matando a Itachi. Eso lo haría un héroe, eso haría que toda la villa viera el honor de los Uchiha restaurado. Con ese pensamiento, Itachi ingresó a la zona del barrio familiar. 3 guardias le salieron al paso cuando vieron la sangre por todo el cuerpo del atacante. Itachi asesinó a dos de ellos mucho antes que notaran las verdaderas intenciones del hijo de Fugaku. El tercero quiso escapar usando un jutsu de reemplazo y así avisar a sus compañeros lo ocurrido.
Pero los ojos de Itachi estaban en otro nivel. Un rápido lanzamiento de sus kunai, y la técnica que atacaba el punto ciego detrás de la casa donde el enemigo quiso resguardarse, para terminar con la última resistencia armada que encontraría. Asesinar a todos los Shinobi podría haber sido un problema, si hubieran estado prevenidos. Pero así, en la oscuridad de la noche y sin saber la mayoría sobre las intenciones genocidas de uno de los suyos, fue cosa de unas pocas horas.
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Naruto estaba sentado, con Mikoto sobre su cuerpo cabalgándolo rítmicamente. Ella había desatado su instinto sexual y ya no había nada más que lo que sucedía en el cuarto. No había muerte, no había misiones o consecuencias. Afuera de esa cama no existía absolutamente nada. Las nalgas de la mujer producían un excitante golpeteo en los muslos del joven. Naruto la tenía aferrada con una mano de la larga cabellera azabache y con la otra de la media espalda para evitar que Mikoto apartara su cuerpo de la fricción.
-así….ah…ah….así… ¡Así Naruto!...-reclamaba la mujer con ambos brazos rodeando el cuello del joven.
Durante los primeros minutos el permitió que ella lo montara, pero ahora ambos comenzaban a perder ritmo y fue cuando Naruto decidió cambiar. La tomó de ambos hombros deteniendo su movimiento sube y baja, para tumbarla sobre la cama boca arriba. Enseguida cambiaron la postura y fue el joven a dominar la situación. Ella abrió bien las piernas, incitando el accionar. No tardó Naruto en penetrarla y comenzar a envestirla con fiereza.
-aaahh Naruto si….ahh aahh…
-Mikoto-chan!!!-gritó conteniendo la sensación como podía el muchacho.- Kami….huumm…
Ella estaba muy apretada, su grado de humedad y excitación eran fantásticos. Ambos eran salvajes cuando se encendían. Mikoto hacía tiempo que superaba la etapa de la suavidad y dulzura. Y eran más frecuentes sus momentos de “hembra en celo”. El rubio Namikase siguió tomándola con rudeza, y tiempo después elevó ambas piernas de la morocha colgándolas sobre un hombro.
Durante horas se presionaban uno con la otra. No parecían debilitarse sino que aumentaban la pasión con el sudor de la pareja. En un mal movimiento ambos fueron a caer contra el suelo. Naruto comenzó a reír pese al golpe pero Mikoto no estaba para ninguna broma. Así que rápidamente se lanzó sobre el para continuar saciando su apetito. No cabían dudas que guardaba muchos deseos reprimidos por largo tiempo. Naruto debía encargarse de satisfacerlos por el bien de su salud. Y sin saberlo, las razones individuales de Mikoto salvarían muchas vidas. Así como la suya propia.
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Ingresó en la mansión principal de los Uchiha a paso seguro. No importando la absoluta oscuridad, había vivido demasiado tiempo en esa casa y la conocía con los ojos cerrados. Sabía que tendría alguna resistencia en el interior. Pero los 7 individuos que se le cruzaron, tratando de bloquear la llegada de Itachi a los ancianos líderes, fueron asesinados rápida y brutalmente.
Recorrió cada sala hasta que por fin dio con el consejo de ancianos. El miedo no les permitió reaccionar más que para ver morir a sus pares en manos de un joven Uchiha aparentemente enloquecido. Cuando Itachi acabó con todos los ancianos, se dirigió hacia el estudio de su padre. Era el último ninja en el complejo que le faltaba eliminar. Las mujeres civiles y los sirvientes habían sido ignorados por el moreno.
Fugaku no estaba en su oficina, ni tampoco en la habitación privada. Itachi verificó un par de lugares más, antes de suponer donde encontraría a su padre. Fue discretamente hacia la sala de entrenamientos. Allí estaba sentado sobre sus rodillas, ataviado con una yukata de combate y sobre el suelo frente a él, una katana filosa.
-De todos los que podían traicionarme…-apuntó Fugaku mirándolo seriamente- tenías que ser tu Itachi.
-tú lo iniciaste todo Oto-sama…-anunció el joven entrando al lugar lentamente y colocando su mano sobre la empuñadura- Tu ambición te ha cegado.
-yo siempre he velado por los Uchiha, -aclaro el líder- ¿tú por quien crees que cometes esta traición?
Itachi no respondió, ambos sabían porque lo estaba haciendo. Jamás el joven había sectorizado a su clan por sobre la aldea completa. Durante años, gracias a su sharingan, pudo leer la historia de sangre y muerte que los Uchiha con los Senju terminaron, al fundar Konoha. Tal vez el sistema no fuera perfecto, pero antes de volver a los caóticos años que antecedieron a la creación de aldeas ninja, se tenía que poder hacer cualquier otra cosa. Todo sacrificio era potable.
-solo tengo una pregunta para ti….-añadió Fugaku cerrando los ojos en cuanto Itachi se puso a metros de atacarlo- ¿estas realmente convencido de lo harás esta noche?
-aunque me convierta en el demonio para esta aldea, -anunció el joven inclinando su cuerpo y listo para desenvainar- la protegeré de todo mal.
-que fantástico Hokage hubieras sido hijo….-sonrió Fugaku abriendo sus ojos con el sharingan activado- pero otro deberá ser la hoja, mientras tú escogiste ser raíz.
Fugaku se puso de pie y dos movimientos que parecieron solo uno, tomó su katana y dio un giro atacando por el lateral a Itachi. El joven retrocedió un paso y lanzó una estocada que fue eludida por poco. Ambos Shinobi se trabaron en furioso combate de espadas, los filos chocaban destilando chispas fulgurantes por las penumbras del lugar. La pelea fue intensa pero duró muy poco, Fugaku no era rival para un joven y brillantemente entrenado Itachi. Su katana podía igualar la destreza del joven, pero todo el poder de anticipación de su Doujutsu, era eclipsado por el Magenkyo Sharingan de ninja perteneciente a la raíz. Finalmente, una combinación de Genjutsu y cortes de espada, hicieron que Fugaku cayera al suelo desarmado y herido de muerte. Que de costado en el suelo, y sabiendo su final cercano, se permitió preguntar:
-¿has acabado con todos? –Itachi asintió levemente pateando la katana de su padre lejos- ¿también a tu hermano y a tu madre?
-no….-dijo lacónicamente el joven- Sasuke será el último Uchiha de esta aldea, el reiniciara el clan desde cero. Sin ambiciones, sin divisiones. Madre en cambio….debe morir.
-¿iras a por ella en la casa de Namikase? –balbuceó pacíficamente Fugaku y se extinga desangrándose.
-Naruto tiene una misión, cuando la cumpla, dejara sola a mi madre. –Añadió Itachi- ella tiene que morir, todos los Shinobi de la familia deben morir.
-¿encubrirás nuestro plan de tomar la aldea? –señaló con astucia el padre desde el suelo.
-haré el papel de Shinobi ávido de poder que se convierte en genocida de un clan leal a Konoha. Los civiles también deben morir, nadie debe poder darle a Konoha el sharingan. Salvo Sasuke.
-entonces….-sonrió con los dientes sangrientos Fugaku- Naruto Namikase también debe morir. Je je je…
Esa risa no gustó a Itachi, tal parecía que “la solución” del padre ya se había aplicado o estaba a punto de aplicarse. La muerte de Naruto no era conveniente en tanto no cumpliera la misión de exterminar a los aldeanos. Si los civiles no morían, el valor de Sasuke bajaba y Danzou podía acabarlo. Eso no estaba en planes de Itachi.
-¿Cuándo y cómo intentaran matarlo? –Preguntó con voz firme, pero Fugaku había cerrado los ojos manteniendo la sonrisa- ¡responde!
Pero no hubo más palabras. Fugaku Uchiha, el líder en funciones del clan Uchiha, había dejado de existir. Itachi tenía poco tiempo y esa consiente. Si Naruto actualmente estaba muerto o no, tenía poca importancia. Ya no podían cambiarse las cosas. Tenía que ir a la casa de Naruto para cumplir su misión. Mikoto Uchiha también debía morir. Salvo por Sasuke, ella era la única de profesión ninja que aun conservaba la vida en la familia. Y para peor, era mujer. Ni siquiera Itachi quería pensar en los planes que Danzou tendría para la fémina si se quedara sola.
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La ubicó en forma de perro, ambos jadeaban como bestias y Naruto se arrodilló por detrás de la mujer para continuar tomándola. Ella afirmó ambas manos sobre la cama y de rodillas en el suelo le permitió al joven tener el control. Los gritos y la pasión no se habían extinguido a pesar de las horas trascurridas. Ambos se hacían más lentos, a causa del cansancio, pero parecían dispuestos a no renunciar a las caricias del otro.
-¿aún quieres más? –gruñó Naruto al momento de penetrarla.
-todo lo que tengas… -desafío ella completamente entregada.
Durante más de 4 horas estuvieron follando, fue tan intenso como deseado. Al finalizar la energía, cuando ambos se desplomaron exhaustos, Mikoto quedó sobre el pecho de Naruto. Ambos estaban en el suelo. La mujer lo miró profundamente a los ojos, estiró su brazo derecho que le temblaba cual flan, y tomando el kunai que yacía en otra zona del suelo, lo apartó de ellos lanzándolo lejos. Naruto no le dijo nada, ella había tomado una decisión y el también debería tomarla. Tenía una misión que cumplir, y si salía de su casa en esos momentos, tal vez aun haría a tiempo de finalizarla.
Naruto se levantó del suelo, Mikoto se había quedado dormida con él. La cargó entre sus brazos recostándola sobre la cama. La cubrió con una sábana y hasta tomó el tiempo de acariciar los negros cabellos que se espolvoreaban por todo el lugar. Mikoto le había vuelto a salvar, esta vez no evito que se quitara la vida, esta vez solo evito que cometiera una locura. Una con la cual Naruto ya no podría vivir en un futuro.
Rato después, habiendo salido de la ducha, se preparó para lo que pudiera acontecer. Su traje ANBU, sus armas sobre la mesa del comedor. La oscuridad de su casa era como la incertidumbre de la aldea. Afuera, Itachi había masacrado a la mitad Shinobi del clan Uchiha. Y exceptuando a Sasuke, solo quedaba una persona con las características que el hijo mayor de Fugaku buscaría eliminar. Solo Mikoto Uchiha, la mujer a la que Naruto hizo el amor durante horas, la mujer que escogió no asesinarlo, la mujer que era luz entre sombras de su corazón.
Naruto sentado a un lado de la mesa, concentró su chakra para entrar al modo Sennin. Tenía la misión de captar el entorno para vislumbrar el grado de daño que Itachi había causado. Luego de algunos minutos, pudo notar que el maldito de Itachi no había alertado a las fuerzas principales de la aldea. Sin dudas Itachi era talento en estado puro, pero tenía una debilidad como ninja y Naruto la conocía bien. Confiaba demasiado en su capacidad de planear todo a la perfección. Las variables sueltas no podía captarlas, las improvisaciones no podía anticiparlas. Todo lo que no estuviera atado a una lógica, Itachi Uchiha no podía verlo. Ni siquiera con sus ojos.
De pronto, lo sintió acercarse. Venía a por Mikoto seguramente. O tal vez venia averiguar por qué Naruto no había salido a matar civiles como se suponía hubiera hecho. Como fuera la situación, Itachi encontraría un par de desagradables sorpresas por venir. Naruto se armó a conciencia, la chaqueta ANBU, los kunai y shuriken. La katana, una buena provisión de sellos explosivos y sobre todo….el modo ermitaño. Cuando Itachi estuvo a pocos metros de la casa, Naruto no espero más tiempo. Salió por la puerta principal, cerro tras sí mismo y aseguró el lugar activando uno de los tantos sellos de protección Uzumaki que Kushina había instalado tanto en su casa, como en la de Naruto.
No tuvo que esperar demasiado, el Shinobi renegado se presentó frente a la casa en cuestión de un minuto. Los ojos de intimidante poder de Itachi, encontraban su reflejo en la tonalidad amarilla y la forma característica de los Anfibios en Naruto. Se miraron de manera terrible, ambos sabían que el otro no tenía intenciones amables.
-aun no has cumplido con tu parte de la misión….-señaló Itachi- yo casi he terminado.
-He decidido que no asesinaré a los civiles inocentes…-sonrió fríamente Naruto- Mikoto-chan me ha convencido que a pesar de las ordenes, siempre debemos hacer lo que luego nos permite vivir con ello.
Itachi estaba contrariado, sin la población Uchiha exterminada, Sasuke no sería el único que podía otorgar su Doujutsu a Konoha.
-las ordenes de Danzou-sama son definitivas. –Apuntó el moreno- serás ejecutado por fallar.
-el tuerto no podría tenerme menos preocupado, -dijo Naruto sin apartar la vista de su interlocutor- por la información que le hice llegar a ero-Sennin y Tsunade. Danzou está más muerto que tu clan.
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En algún lugar de los bosque en la frontera. Una batalla había terminado hacia 1 hora. Los guardias de Danzou opusieron bastante resistencia considerando que sus enemigos fueron dos Sannin y el Yondaime. El líder de Ne, pudo quitarse los tornos de su brazo armado y liberar todo el poder de los Sharingan que acumulaba en secreto. Uso a sus guardias como distracción, y se dispuso a luchar contra tres de los más poderosos Shinobi de Konoha.
Creía poder derrotarlos, porque los conocía, y también conocía sus técnicas. También estaba soberanamente furioso por haber sido descubierto. ¿Quién pudo denunciarlo? ¿De dónde sacaron las pruebas? Naruto no tenía acceso a los archivos ANBU, así que no pudo saber sobre su plan para asesinar a ninjas influyentes como lo era el novio de Tsunade hace años. Itachi tenía a mano los archivos, pero ninguna razón para traicionarlo ya que al irse luego de la matanza, el líder de raíz debería entrenar a Sasuke. La otra persona que conocía los sucios secretos de Danzou, era Orochimaru. Este si tenía razones para traicionarlo, tenía razones para desvelar lo que las operaciones secretas en el exterior habían hecho. Pero seguía siendo un misterio como llegó esta información completa a manos de Minato. Y Danzou ahora tenía que luchar por su supervivencia.
Ya no había más momentos de tranquilidad para preguntarse a conciencia.
Durante las horas de combate, Danzou comprobó cuan equivocado estaba en pensar el combate con mirada optimista. Minato era formidable, tanto que acabo con Danzou todas las veces que fuera necesario para consumir todos los Izanagi. Tsunade y Jirayja apoyaron de manera astuta, parecían conocer todos los límites de sus técnicas. No les sorprendió el sharingan de Uchiha Shisui, ni tampoco los manejos del Mokuton. Poco a poco Minato tomó ventaja y su juventud terminó por inclinar la balanza.
Finalmente, cuando el alba comenzaba a clarear. En una zona de árboles quemados y destrucción total. Danzou cayó al suelo derrotado, y Minato clavó dos de sus kunai en las manos del anciano. Jirayja apareció detrás del caído, y colocando un sello sobre el ojo del sharingan terminó por cortar la última arma del consejero.
La batalla había terminado, ahora llegaba el momento del interrogatorio. Minato no podía entender como toda esa red de espionaje envenenaba su aldea. Jirayja tenía cuentas pendientes con Danzou, pero no más que Tsunade, que por los documentos comprobaba la muerte de su novio Dan, como un plan del consejero.
-je je je….-escupió sangre Danzou derrotado- Minato…. ¿qué se siente asesinar a tu propio hijo?
-está delirando…-anunció Jirayja serio- creo que a su dieta…le falta un poco de hierro….-indicó mordazmente, preparando un kunai para atravesarle el pecho al caído.
-no sensei….déjelo hablar…-apuntó Minato- ¿unas últimas palabras traidor?
Danzou cerró su ojo visible, el sharingan ya no funcionaba por efecto del sello. Parecía estar juntando todas sus reservas de oxígeno, era como si viniera su última voluntad.
-hace meses, cuando la estúpida novia de Naruto murió. –Dijo el viejo con acidez- utilicé el sharingan que era de Uchiha Shisui.
-¿Para qué? –apuntó Tsunade.
-Para darle una orden, -anunció Danzou. – aprovechar su debilidad, y evitar que Yondaime lograra la paz con los Uchiha.
-¿tú lo pusiste bajo Genjutsu para que hiciera todo lo que hizo?
-je je je…claro que no ¡cof cof! –Tosía sangre el consejero- yo le ordene….que…se suicidará. Pero todo esto no hubiera pasado, si el niño hubiera tenido tu apoyo para comprometerse con su novia. Así que felicidades….has matado a tu hijo Minato.
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-Danzou puso un Genjutsu en mí, -dijo Naruto mientras Itachi no dejaba de estudiar sus palabras- para que me suicidara. Me torturaron con la imagen de Sakura-chan, escuchaba su voz, olía su perfume. Durante meses me hizo creer que era real. Pero al mismo tiempo no podía tocarla.
-si fuera verdad, -apuntó Itachi- deberías estar muerto. Nadie puede resistir el control de esa técnica. El dueño de ese ojo, era mi mejor amigo.
-debería estar muerto si….pero Mikoto-chan intervino y quede en deuda con ella.
-¿y qué fue lo que hizo?
-lo que tenía que hacer, -determinó el rubio Namikase- así como yo lo hago ahora.
-entonces, solo queda pelear. Si tu ganas, mi cruzada como renegado llegara a su fin. Y serás un héroe. Y si yo gano….me encargare del trabajo que no has realizado. Porque ni el Hokage, ni los Sannin están aquí para detenerme.
-sería una batalla larga, -apuntó Naruto sonriendo divertido- y no tienes tanto tiempo. ¿Acaso olvidaste mis palabras Itachi? Te dije que tenías que pasar más tiempo con Sasuke, puede que ahora lo tengas que extrañar.
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Ella espero con paciencia a que el momento aconteciera. Con la calma que nunca había tenido en su joven vida. Con esa paciencia que la situación ameritaba tener.
Durante varios días, Ino Yamanaka había escondido todos los sentimientos que la desbordaban. Recordaba esa tarde, con lujo de detalle. Cuando Naruto apareció en la florería, y le dijo al oído con todo el rencor del alma, que una noche en cierto momento, ambos podrían vengar a Sakura.
-yo no puedo estar ahí Ino-chan…-susurro el joven Namikase- pero tú eres médico.
Ino esperó, aun sin saber si sería capaz de hacer lo necesario. Los días pasaron, y llego el sábado en la noche. A ella le tocaba el día anterior su turno, pero lo cambio con el medico en cuestión. Llevo los elementos necesarios para actuar al trabajo. Guardó en su casillero todo, y se dedicó a sus funciones con normalidad. Pasada la medianoche, sucedió lo que Naruto le había anticipado.
Los guardias en la puerta de la habitación de Sasuke Uchiha, desaparecieron. En la ronda anterior de hacia una hora, habían cambiado de turno y también Ino había pasado por el lugar. Ahora, siendo las 2 de la madrugada, ya no estaban. Ino supo que su ventana de oportunidad estaba abierta. Así que fue a la sala de enfermería, se cambió de ropa y abandonó su chaqueta regular de trabajo. Se puso su chaleco Jounnin, y anudó con firmeza el cabello dorado formando un rodete. Se colocó guantes negros, y un par de botas de diferente talle al suyo.
El hospital estaba desierto, en los pisos superiores solo Ino caminaba por el lugar.
Ingresó a la habitación de Sasuke, en la penumbra del lugar lo vio dormir. Ni siquiera se había dado cuenta de los asesinatos de Itachi en el pasillo. Estaba confiado, dormido y a disposición. Ino recordó que lo había amado de niña. Que con Sakura se pelearon duramente por ganar su cariño. Tenía una belleza casi angelical, y la frialdad que hacia enloquecer a las mujeres. Pero era un maldito traidor. Un desgraciado que permitió la tortura, violación y mutilación de Sakura. La mejor amiga de Ino, casi su hermana.
La muchacha Yamanaka apretó los dientes con rabia. Ya había llorado por que el destino la obligaba a congelar su corazón. Ahora, parada en la penumbra junto a la cama de Sasuke Uchiha. Se dejó embargar por la otra sensación que la había recorrido desde que Naruto le indicó lo que pasaría esa noche. Sed de revancha.
Rápida y mortal…
Asentó una puñalada en el hombro de Sasuke con la izquierda, mientras su mano derecha adhería un sello en la frente del sorprendido Shinobi despertando, con el objetivo de anularle el sharingan. El moreno apenas reaccionaba al dolor, Ino se había encargado de agregar somnífero a la cena de esa noche. Sasuke estaba demasiado aturdido como para responder al ataque. El kunai que se clavó en su hombro derecho lo despertó, el sello su frente fue como una bomba que estallaba en su cabeza. Y cuando sus ojos pudieron enfocar en la agresora, simplemente no dio crédito a lo que veía.
-Esa fue por mi….por los meses que llevo llorando por mi hermana. –Aclaró la rubia con un gesto brutal- esta es por Naruto Namikase…..-dijo sacando un segundo kunai y clavándoselo en el otro hombro haciendo pegar un gruñido- porque destruiste su felicidad. Y…..este último…..-sacó un kodachi de su espalda, una pequeña espada de las que usaban reglamentariamente los ANBU.- es por Sakura Haruno…..a la que nunca debiste abandonar….vete al infierno Uchiha.
-Nooo…..-gimió Sasuke sin fuerzas, y el filo le atravesó el corazón de un solo golpe.
Ino enterró el arma hasta la empuñadura. Su pulso no le traicionó como hubo temido. Fue rápida, y expeditiva. Tal vez para evitar arrepentirse, tal vez por la preocupación de ser atrapada. Pero en las botas hallarían huellas no coincidentes, en la ropa el aroma de un hombre cualquiera. Las armas pertenecían a los ANBU de raíz, Naruto se las había dejado disponibles en un sello de contención. Ino entregó los informes de Naruto a Tsunade Senju por pedido del joven Namikase, y se quedó con la única oportunidad en mucho tiempo de matar al asesino de Sakura.
Y cumplió, aunque parte de ella muriera también.
Ino salió del cuarto dejando todo como estaba. Caminó al final del pasillo y abrió la ventaba lateral para deslizarse hacia el piso inferior usando chakra. Allí ingresó a las duchas, donde se quitó hasta la última prenda que había usado para la misión de asesinato. Lo introdujo todo en una bolsa, se cambió luego de una ducha fresca, y nuevamente a su atuendo de ninja médico. Acabó guardando todo en su casillero se dispuso a continuar su ronda de trabajo. Pasarían muchas horas antes que alguien comenzara a investigar el reguero de cadáveres. Pasarían muchas horas antes que la investigación en el cuarto de Sasuke iniciara. Para entonces, Ino Yamanaka ya se habría desecho de toda evidencia material.
Ahora podía dormir en paz. Ahora podría visitar el cementerio y no sentirse impotente. Le llevaría las más hermosas flores a su mejor amiga. Compraría una ofrenda de incienso, y podría contarle cuanto la extrañaba. Podía al fin decirle cuanto la quería en realidad, y cuanto la había amado Naruto. Ino solo deseaba una cosa más, que lo que tuvo que hacer esa noche como herramienta de la revancha, fuera suficiente para ayudar a Naruto a cerrar un capitulo. Y que así continuara con su vida de una vez por todas.
CONTINUARA….
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