¿Como perder a un hombre en 10 días? (TP)(26/02/14)(Capitulo final.)

Una. Dos. Tres copas de vino pasaban por su garganta, mientras con la mirada, buscaba a Sakura ¿Pero donde se había metido?, minutos antes Naruto la había visto con Sasuke y Kiba, charlando cómodamente sobre su mesa ¿Pero ahora?


--¡Oh!—Dijo una voz a su espalda--. ¿Eres Naruto Uzumaki?


Naruto giró sobre sus talones, para mirar a la mujer a su lado: Rubia, ojos azules, bello porte elegante y una fina diadema de diamantes sobre su melena.


--Tsunade Senju, dueña de la revista de “moda y belleza”—Agregó alzando su mano con delicadeza--. Jiraiya es un muy buen amigo y me ha hablado mucho de ti…

--¿Así?—preguntó en un tono alegre--. Mucho gusto, soy Naruto de “Publicidad Namikaze”, es un placer.


En ese momento, Jiraiya pasó rápidamente, saludando a Tsunade con un delicado beso en la mejilla y un apretón de manos. Miró a Naruto y sonrió.


--¡Veo que has conocido a mi muchacho!, es un esplendido publicitario ¡Te lo recomiendo!—dijo el hombre sonriendo--. Y una vez más, Felicidades chico—Le dijo a Naruto--. Veo que lograste tu objetivo ¡Enamoraste a esa chica!, se le ve a lo lejos…

--¿Enamorada?—Preguntó Naruto, formando una sonrisa--. Ella me ama…

--Si, mucho gusto muchacho… ¡Nos vemos! Tengo clientes que atender.


Jiraiya se retiró momentáneamente, Mientras Naruto giraba ilimitadas veces la mirada en busca de Sakura. Tsunade movió su copa llamando su atención y sonriendo.


--¿Buscas a alguien?

--¡Oh claro!, a una hermosa dama…--Susurró sin dejar de buscar.


Entonces, la vio… Con aquel vestido dorado, el collar de diamantes sobre su cuello, luciendo espectacular: sus ojos verdes brillosos y delineados y una copa de vino en la mano. Caminaba de regreso del baño de mujeres, limpiaba su mejilla con la muñeca, mientras regresaba en dirección a su asiento, o a cualquier lugar.


--Ya la vi—agregó en un tono tierno--, ¿La ve?—dijo señalando con la punta de la copa la dirección--. Ella es…

--¡Sakura Haruno!—Le interrumpió Tsunade con una risa emocionada--. Es mi querida escritora ¡Hace unas estupendas columnas para mujeres! –Soltó una risa traviesa--. Ahora mismo está escribiendo una divertida historia sobre “Como alejar a un hombre en 10 días”. Ella está saliendo con un hombre… ¡Al que le hace la vida imposible! ¿Puedes creerlo, Naruto? Pobre tipo ha de sufrir…


Tsunade se fue quedando callada, al ver el rostro de Naruto, su mirada hacia Sakura y sus ojos…


--Tú eres él ¿Verdad?...—Le preguntó con un rostro accidental--. Y-Yo… yo… Lo siento…--dijo, girando silenciosamente y retirándose con un poco de culpabilidad.



Por otro lado, Sakura caminaba en dirección a la mesa de bebidas, basta decir que no se encontraba bien, se sentía lejana a ella, defraudad y engañada de la peor manera, no tenía palabras para describir sus sentimientos ni su humor.  No tenía ganas de ver a Naruto, solo quería retirarse y olvidar aquella farsa, después de todo, su trabajo ya estaba hecho, en tres días la revista se publicaría y al fin estaría libre de todo aquello. ¿Pero ella quería eso?, ni ella misma lo sabía.


Pero, junto en aquel revoltijo de sentimientos, su miraba se posó en un micrófono a un lado… Toda la furia, la decepción y la venganza la atosigaron en una estúpida idea, que tal vez después le haría pagar caro, pero ahora, era lo que más deseaba. Sin pensarlo ni titubear, Sakura tomó el micrófono y justo, cuando el presentador señalo a un músico para deleitar la fiesta, Sakura salía, con un esplendoroso sonido y una risa fingida y molesta
.

--¡Hola gente!—Dijo caminando al centro del espectáculo, ganándose las miradas de todos. Y la de Naruto--. ¿Qué bonita noche, no?  ¿La están disfrutando? ¡Porque yo sí! ¡De lo mejor!—Miró a su alrededor, hasta encontrar los ojos azules de Naruto, en ella--. Solo quiero mandarle un hermoso saludo a Naruto Uzumaki… Y decirte ¡Felicidades por la apuesta! Debes estar muy feliz de a ver ganado ¿No?


Naruto dejo ligeramente caer su boca, asombrado y atónito. Su mirada se espesó con un ligero enojo y dolor, mientras no dejaba de verla, y a la vez, no se dejaba de repetir “Estúpido”, por aquella apuesta.


--Bueno—agregó Sakura--. Para celebrar esta noche, te agradezco que te hayas ofrecido para candar por tu gran publicidad. Buenas noches.

Sakura estaba a punto de irse, cuando escucho, por todo el salón, la voz de Naruto, en un tono falso e hiriente.


--¡No te vayas preciosa! ¿No cantaras esta canción con migo?—Preguntó notoriamente furioso, pero aun, con una sonrisa sínica y complacida--.  ¿O a caso es que tienes un artículo que publicar? Porque hasta donde se  ¡Tienes tu tiempo ocupado fastidiando mi vida! Preciosa.

--¿Sabes que, Naruto?—Le dijo, frunciendo el ceño--. ¡Si tengo mejores cosas que hacer!,  Pero tranquilo ¡Puedes quedarte!, después de todo es tu fiesta ¿no? ¡Por ganar la apuesta!

--¡Oh si!, celebrare este magnífico día—le contestó el rubio con una risa burlona--. ¡Al menos no tengo que fingir quien soy! ¿No es así “pastelito de azúcar”?

--¿Sabes qué?, no tengo porque estas discutiendo contigo.


Y sin decir nada mas, Sakura dejó el micrófono sobre una mesa y se retiró a paso firme. Naruto de igual manera soltó el micrófono y corrió detrás de ella, discutiendo y alegando tantas cosas pudo decirles. Al salir de la fiesta, justo en la entrada, un oficial de policía detuvo a Sakura para retirarle la joya de diamantes y así dejarla ir. Sakura, en ese momento, no se encontraba de lo mejor, ni animada ni en compostura, así que freno y entregó la gema a sus dueños


--¡Hay que hablar, Sakura!—Le gritó Naruto, alcanzándola.

--¿Para qué?  Ya todo está claro ¡Apostaste que me enamoraría de ti!

--¡Y tu jugaste conmigo como un conejillo de indias!

--Eres un idiota.

--¿Sabes qué?—Le dijo Naruto, deteniéndose frente a ella--. ¿Querías perder a un hombre en diez días?  ¡Bien!  ¡Lo lograste!   ¡Acabas de perder a un hombre!

--Y tú, Uzumaki… ¿Querías enamorarme? Felicidades, celebra tu victoria. Además, no puedo perder algo que nunca tuve.


Ella se giró para alejarse, con los ojos llenos de lágrimas escondidos bajo la luz oscura de la noche. Ella se fue y él no la detuvo, solo se limitó a verla partir, con el cuerpo tenso y los ojos fulminantes. Al final, volvió a la fiesta.







Ya habían pasado dos días desde aquello. Sakura, como casi cada tarde, estaba en casa de Ino mirando la televisión con un molde lleno de frituras de queso, una pinza en el cabello y un pijama rosa sobre su cuerpo. Ella estaba de lado, mirando la televisión con seriedad, mientras su amiga observaba la tele. En un desdén, giró su vista hacia Sakura: Desértica, lejana y triste.

--¡Oh, Sakura! Ya no estés así… --le dijo abrazándola--. Solo fueron diez días.

--Estoy bien. Solo… Dame tiempo—le contestó la peligrosa con una sonrisa tenue y casi vacía.

-- Puedo presentarte a mi primo Deidara. Seguro te gustara.

--¡No juegues!, estoy bien, tranquila las mujeres somos fuerte ¿recuerdas?


Ino soltó una risita traviesa y tomó un fritura. De repente, la puerta de su apartamento sonó con golpes pequeños. Un poco desconcertada Ino s levantó para abrir, cuando miró atreves de ella ¡Cerro en un portazo alarmante!

--¡Es él!—Dijo ella asustada--. ¡Es mi ex novio, Sai! ¿Lo recuerdas?

--¿Sai?...

--¡Sí!, es que me termino hace diez días… ¿Qué le digo?


Sakura sonrió, Ino movió la cabeza y volvió a abrir la puerta.


--¡Ino! Espera, no cierres…--Le Dijo Sai al otro lado de la puerta con un ramo de flores--. Solo quiero decirte, que te extraño… ¡Y sé que no debí terminante! Pero me sentía raro cada vez que me decías te amo, y hoy… Hoy re recordé más que nunca ¡Se que me equivoque! Y que todos cometemos errores, pero todo pasa por algo, nos conocimos por algo… Y sería bueno, intentarlo otra vez.


Sakura desvaneció su sonrisa, como un ligero acto melancólico, aquellas palabras la hacían pensar mucho y la  lastimaban a tal punto de querer llorar, el nudo en la garganta la agobiaba como un pulsante dolor latiente. Por otro lado, Ino miró a Sai, sus labios rosa se abrieron ligeramente ante la sorpresa.


--Yo… No sé si quiero intentarlo—Alcanzó a decir.

--Entiendo… --susurró Sai, girando tristemente, tras entregar las flores de sus manos.

--Aunque—Agregó Ino sonrojándose--. Puedo intentar, intentarlo…


Sai sonrió, junto con Ino, quien se lanzó a sus brazos para besarlo apasionadamente. Sakura los observaba desde el sillón, con las manos entre las rodillas y la mirada fija. Aquel afecto de su amiga y su nuevo novio la conmovían mucho a tal punto de llegar a sentir tristeza, es como si en aquel momento escuchara música  romántica. Solo la lastiman. A pesar de ello, sonrió e insisto a su amiga a seguir, quien se besaba con cariño con Sai. Quien segundos después desapareció para irse con Sai.


Dejando a Sakura el suficiente tiempo para pensar en su vida… ¿Qué haría?, no podía dejarlo todo por Naruto, pero tampoco podía seguir en ese mismo lugar lleno de recuerdos que la lastimaba. No podía y no quería… Pero para todo hay una solución.






A la mañana del día siguiente, cerca de las 12:00 am, Naruto miraba la televisión, su nuevo anuncio publicitario de diamantes (la apuesta que gano), con una mínima satisfactoria, no se sentía lleno ni orgulloso de aquel trabajo. Solo era trabajo.


--Hoy se publico el articulo—Le Dijo Sasuke a un lado, con las manos en los bolsillos--. Lamento ser importuno, y a ver dicho algo que no me correspondía… Pero ahora estoy seguro que sería bueno que leyeras el artículo.

--¿Cuál?—Le preguntó Naruto--. ¿El que hizo de mí? ¡No juegues!, no quiero leer algo que viví. Es pérdida de tiempo, además, ya sé lo que dice…Es sobre mí.

--¿Cómo perder a un hombre en diez días?, por Sakura Haruno—Dijo Sasuke, leyendo la revista--. “¿Cómo perder a un hombre en diez días?, fue un proyecto brillante, pues experimente y demostré varios errores femeninos típicos que ahuyentan un amor, pase días graciosos tratando de alejar a un hombre de mi vida, basta decir que fui de lo peor. Pero en todo el transcurso, también descubrí algo nuevo en mí y viví algo que jamás creí: El amor. No es algo que se pueda explicar, solo se vive y se disfruta. Yo me enamore del hombre del que me quería deshacer, suena irónico, pero así es la vida. Y así son las cosas.

Sasuke paró de leer y dejo la revista a un lado suyo, mientras se retiraba a paso firme, dejando a Naruto con la mirada perdida… ¿Qué debía hacer?


Ya sabía que.


Repentinamente, Naruto salió disparada de su trabajo, tomó su motocicleta y se encamino hacia el edificio de “Moda y belleza” con un único objetivo en mente.  Al llegar, busco en todos sus rincones posibles: Baños, oficinas, departamentos, con la recepcionista. Pero no había ni una sola señal de Sakura, no había ningún indicio ni nada.


--¡Oye tu!—Gritó Naruto, tomando el hombro de una mujer a su lado--. ¿Conoces a Sakura Haruno? ¿Sabes donde esta?

--¿Eh?... –Hinata giró y lo miró atónita--. Pero si tú eres…

--¿Sakura?—Preguntó Ino, interrumpiendo y mirando asombrada a Naruto--. Oh…

--¿Saben dónde está Sakura?—Volvió a preguntar Naruto un poco alterado.

--Sakura… --susurró Ino--. Ella esta de camino al aeropuerto, se va a San francisco, le ofrecieron un trabajo allá.


En cuanto escucho eso, Naruto tomó su moto y se en carrero en dirección al aeropuerto. No tenía mucho tiempo y a pesar de no tener ni la menor idea de que decir, quería llegar, verla... ¡Hablar!, lo que sea. El puente estaba lleno y eso ayudaba, Naruto pasaba por cada taxi mirando y tratando de averiguar dónde estaba, pero aun no la veía.


Por otro lado, Sakura miraba el cielo azulado, con su vista fija y sus pensamientos lejanos a su cuerpo. Analizaba su nueva vida, en San francisco, en una compañía noticiera para escribir artículos informantes que era su sueño en la antigüedad. Ahora, ya no era tan emocionante. De repente, un suave ruido sobre la ventana al lado contrario de ella la despertó de su mente, la girar, vio a Naruto golpeando el cristal con el casco negro sobre su rostro y a mucha velocidad.


--¿Pero que demonios? ¡Taxi pare!—Gritó Sakura.


El taxista buscó una pequeña desviación y se paró en ella. En esos segundos, Sakura salió de un golpe disparada hacia la avenida. Muy desconcertada.


--¿Qué haces aquí? ¿Estás loco?—Le preguntó ella, mirando a Naruto bajar de su motocicleta.

--¿Es verdad lo que escribiste en la revista?—Le preguntó Naruto seriamente.

--Eso… Eso ya no importa.

--Solo contéstame—Le dijo él en un tono suave.

--Sí, lo es… ¿Y eso que importa?—dijo ella encogiendo sus hombros--. Mira… Dejemos todo así, ¡Olvidemos este mal entendido! Dejemos todo en el pasado…

--¿Eso quieres?—Le preguntó, acercándose lentamente--. Porque yo no… ¡Por dios, Sakura! ¡Somos unos idiotas! ¡Los más grandes del mundo!  Pero al final, todo pasa por algo, y si me dieran a elegir... Diría que no me arrepiento de nada, porque te conocí. Y eso fue lo mejor.

--Naruto… Pero mi trabajo y nosotros… ¡No puede! ¿No lo entiendes? Todo fue un juego.

--Al principio fue un juego—Le dijo acorralándola entre él y el taxi--.  Pero descubrí que te amo, y que quiero volver a intentarlo ¡Desde cero, si quieres!, Y que tu trabajo no te preocupe, hay escritores lejanos que pueden enviarlo por corre. Solo es en verdad querer… ¿Qué dices?

--Somos unos idiotas—Le dijo ella--. Y te amo… Naruto—Le dijo abrazándolo con fuerza y uniendo sus labios en un beso tierno, suave y exquisito regresando todos sus ánimos a la vida.

--¡Por favor!—Dijo el taxista--. ¿A quién llevo ahora?

--Regrese todo a casa de ella—Le contestó Naruto dándole dinero--. Yo me la llevare.


Y sin decir más, Sakura soltó una risa traviesa y se subió a su moto, junto con Naruto. Para volverlo a intentar, sin juegos ni apuesta, solo ellos dos. Conociéndose.

Porque al final, eso quería. Un final de novela…