Gira la botella! (con los personajes de Dragon ball z)

Vegeta!

Cuando la botella apunta hacia Vegeta, este inclina una ceja y maldice en voz baja.

-Este juego es absurdo -sentencia, retirándose de la sala.

-Qué poco hombre - refunfuñas, indignada.

-Sí, al parecer hay cosas que pueden con Vegeta -dice Piccolo.

Vegeta se detiene y se da la vuelta.

-¿Qué has dicho, bicho verde con antenas?

Piccolo, sonriendo y sin moverse del sitio, repite marcando cada sílaba.

-Que el juego este puede contigo.

Vegeta aprieta las puños y se acerca a ti, chillándole a Piccolo.

-¡Conmigo no puede nada ni nadie!

Te mira aún con el entrecejo fruncido, tú con los brazos cruzados.

-¡Y tú, mujer, no tolero esos modales!

Antes de que puedas responder, te coge ambos brazos con una sola mano y te tira hacia atrás, apoyándote debajo suya en el suelo. Después de mirarte con superioridad y orgullo satisfecho, te da un tremendo beso con lengua largo y excitante. Nadie dice nada y todos permanecen paralizados ante la inesperada escena que estaba creando Vegeta.

Al separarte de ti, sonríe de nuevo soberbiamente y se retira triunfante a su sitio. Tras haberte excitado decides que eso no quedará así y que un hombre que besa tan bien debe ser tuyo (uUhhhh, te dejo que continúes la historia )

La botella se para delante de Goku, el cual oscila entre sonrisa y sonrojo.
-Bueno, después de librar al mundo de los enemigos no creo que esto vaya a poder conmigo...
Indignada, te levantas gritando:
-¿Acaso estás diciendo que soy más fea que Freezer o Cell?
-¡No, no, nada de eso! - Goku se lleva una mano a la cabeza mientras los demás ríen entre la comprometida escena del muchacho.
-¡Te voy a enseñar lo fea que soy! - y te acercas a Goku, pasas tus brazos por detrás de tu cuello y posas tus labios sobre los suyos.
Al separarte de él, que está completamente rojo, le haces burlas y te sientas en tu sitio.
Goku te sonríe y se levanta a darte un beso en los labios. Entonces la que se sonroja eres tú:
-No quería decirte que sea difícil besarte porque seas fea, sino porque eres demasiado hermosa y me ciegas los sentidos.
Permaneces inmóvil mientras él se va sonriendo. No encuentras las palabras para describir ese hermoso elogio que te han hecho.