Dos tiempos (+18) [4/12/2014] Capítulo 26

Todos y cada uno de los presentes en la reunión estaban con la boca abierta, ninguno podía creer que ese chico de 16 años hubiera conseguido que el kyubi colaborase con él, y lo que es más, que tuviese el poder suficiente como para amedrentar no solo al consejo de clanes si no también a los dos sannin. Una vez el chico volvió a la normalidad Tsunade intervino de nuevo.

-Bueno Naruto – dijo la Hokage – ¿hay algo más que quieras decir o mostrar en esta reunión?.

-Yo no, pero Kurama tiene algo que decir. - El rubio cerró los ojos y al volver a abrirlos eran nuevamente rojos y rasgados como en su transformación, con la diferencia de que el único cambio físico era un ligero alargamiento de las uñas y los colmillos y el que las marcas de su cara estaban algo más marcadas.

-Buenos días, yo soy Kurama, o como me conocen mejor, Kyubi. - la voz de Naruto ya no era la misma, ahora era mucho más grave y seria que antes.

-¿Es cierto que el chico ha hecho un trato contigo? - preguntó el sannin.

-No, no hemos hecho ningún trato, simplemente se ha ganado a pulso mi respeto. En todos los años que llevo pasando de cuerpo en cuerpo, el único shinobi que se ha preocupado por lo que yo pensaba y que ha intentado relacionarse conmigo más allá de usar mi chakra ha sido Naruto, y por eso ahora lo considero mi igual. Quiero agregar también, que el que esté junto a él no significa que no odie a esta villa por como se me ha tratado desde hace décadas, y si se le intenta hacer algún daño al cachorro o si por “accidente” muriese, atacaré a Konoha y la reduciré a cenizas.

Sin decir nada más el bijuu se retiró volviendo a la normalidad los rasgos del chico.

-Bien, por mi parte y por la de mi compañero esta reunión ha terminado, si no tienen nada más que agregar me gustaría irme a mi casa, tengo invitados.

-Espera Naruto – dijo la Hokage – me gustaría proponerte para un examen especial.

-¿Que clase de examen?.

-Un examen para evaluar tu nivel actual, mediremos tu velocidad y tu poder enfrentándote con varios adversarios.

-¿Con que fin?.

-Darte el rango que mereces acorde con tu nuevo nivel.

El rubio asintió y sin más se dio la reunión por terminada, todos fueron abandonando la sala excepto el chico, Sakura y el sannin a petición de la rubia. Cuando se encontraban solos la expresión de los mayores cambió de seria a divertida y luego estallaron en carcajadas.

-Naruto has estado genial jajajajaja me has dado miedo hasta a mi, deberías haber visto las caras de esos viejos, eran un poema. - dijo el sannin muerto de risa.

-Jiraya tiene toda la razón, me ha encantado, estoy segura de que no volverán a molestarte en un tiempo.

-Me alegro de escuchar eso, era exactamente mi intención.

-Aunque sigo sin creerme del todo que el kyu... digo kurama realmente esté de tu lado.

-Bueno ero-sennin, yo tampoco creía que fuera posible pero aun así lo intenté, de todas formas tengo mucho que entrenar, su poder es muy difícil de controlar y aun no puedo usarlo durante mucho tiempo.

-Todo se puede entrenar, pero cambiemos de tema, ¿has visto lo que te ha dejado tu padre?.

-No oba-chan, no lo he visto, no me ha dado tiempo, además aun estoy digiriendo la noticia de quienes eran mis padres.

-Sácalo y veamos lo que contiene la caja.

El rubio cogió la caja que había dejado momentáneamente en una estantería del despacho y repitió la operación de abrirla con la sangre, cada vez que se cerrase tendría que volver a abrirla de esa manera, era un sistema de seguridad. Cuando le quitó la tapa todos pudieron ver un pergamino de pequeño tamaño, y al abrirlo encontraron un sello.

-Aplícale chakra, es un sello contenedor. - dijo Jiraya.

Naruto hizo lo que su padrino le indicó y del sello salieron otros pergaminos, el chico cogió el que estaba más a su derecha y vio que era una carta... una carta dirigida a él.

“Naruto, si estás leyendo esto es porque yo y probablemente tu madre ya no estemos a tu lado, y también porque según las instrucciones que dejé ya eres un hombre adulto y maduro. No se como te sentirás al leer estas lineas pero quiero que sepas que mi mayor deseo y el de Kushina hubiera sido estar a tu lado para poder decirte y enseñarte en persona todo lo que hay en los pergaminos que están aquí. Encontraras algo de dinero y algunas de nuestras pertenencias, pero lo más importante es, sin duda, nuestro legado para ti, tus técnicas familiares tanto de los Uzumaki como de los Namikaze, y algunas técnicas que yo no he completado aun y que espero tu consigas terminar. Dejando de lado todo lo referente al contenido de tu herencia me gustaría dedicarte unas palabras como padre que supongo que ahora necesitarás. Tanto yo, como Kushina, ya estamos orgullosos de ti incluso antes de que nazcas, porque sabemos que serás un gran hombre y que heredarás nuestra voluntad de fuego. Antes te dije cual era nuestro mayor deseo, y ahora te diré cual es nuestro sueño. Nuestro sueño es que algún día te conviertas en un gran hombre que se ponga al frente de la aldea como maestro Hokage y que guie a las futuras generaciones, que seas un hombre respetado pero sobre todo amado por todos, que consigas la paz para el mundo y la felicidad para ti, se que puede sonar ambicioso pero yo se que lo conseguirás por que tu eres mi hijo. Con todo esto espero que nos perdones por no estar ahí contigo y por último me gustaría decirte que te queremos con todo nuestro corazón, y eso ni la mismísima muerte lo podrá cambiar.”

Minato Namikaze. Yondaime Hokage.

Naruto estaba llorando a lagrima viva pero tenía una ligera sonrisa en la cara, los demás no sabían que era lo que ponía en la carta pero a juzgar por las reacciones del chico debía ser algo que le había emocionado. Fueron abriendo los pergaminos uno por uno, en varios había dinero ¡¡¡ vaya si había dinero !!!, Minato se había quedado corto con lo de “algo de dinero”, había suficiente como para vivir una vida acomodada sin mover un dedo, se trataba de su herencia familiar como último miembro del clan Uzumaki. En otros pergaminos encontraron objetos como algunos kunais del Hiraishin y unos manuales que explicaban las codiciadas técnicas de sellado del clan de su madre, además de una copia de la llave de la mansión de sus padres a las afueras de la villa. Y por último, en otros encontraron técnicas de todo tipo, de sellado, de ataque, de defensa, el Hiraishin no jutsu, y otras, pero lo curioso fue que el rasengan estaba en el apartado de técnicas inacabadas, eso fue algo que Naruto acordó investigar con Jiraya.

Cuando terminaron de ver el contenido lo guardaron todo y se despidieron, la joven pareja se fue al piso del chico para recoger a Mebuki e ir a visitar a Satoshi al hospital.

-Hola mama.

-Hola hija, ¿donde habéis estado?.

-Naruto tenía una reunión con la Hokage y le pregunté si no le importaba que le acompañase.

-A muy bien hija, por cierto Naruto, como no estabais me he tomado la libertad de preparar algo para comer, espero que no te moleste que haya usado tu cocina.

-En absoluto Mebuki-san, es más, me gusta que te sientas como en casa.

Comieron todos juntos y al terminar lo recogieron todo rápido y se dirigieron al hospital. Al llegar les indicaron la habitación del hombre y fueron a verle.

Estaba sentado en una silla con la bata de hospital y leyendo un libro, a Mebuki le sorprendió que su marido se hubiera recuperado en un día escaso, estaba segura de que quería aprender cosas del chakra. Hablaron un rato y al irse la enfermera les dijo que después de un par de días en observación le darían el alta médica.

Cuando estuvieron fuera decidieron ir a ver la casa de los padres del rubio, a todos les comía la curiosidad pero al que más era a él. Caminaron un rato y al final la vieron, cerca del monte de los Hokages, en las inmediaciones de un pequeño bosque. Desde fuera parecía imponente, tenía un portón de entrada con unas puertas de madera con unos símbolos grabados, en una el remolino, símbolo del clan Uzumaki, y en la otra un rayo, símbolo del clan Namikaze.

El pórtico tenía un sello parecido al de los pergaminos así que Naruto repitió el proceso de poner una gota de sangre y aplicar chakra, y se abrió. Más allá estaba la puerta de entrada que abrieron con la llave que el chico consiguió en la herencia, al entrar en el recibidor vieron que estaba todo lleno de polvo por todas partes, y es que 16 años de no limpiar daban para mucha porquería jajaja.

Fueron recorriendo una a una las estancias, vieron fotos en las paredes y en los armarios, y una decoración elegante en toda la casa en general.

Había un comedor amplio, una cocina enorme, una sala de estar, un despacho con muchos libros y pergaminos, un amplio dojo con armas de todo tipo... pero lo que más atrajo al rubio fue la planta superior, tenía varias habitaciones, pero dos de ellas llamaron su atención sobre las demás. La primera fue la de sus padres, en ella había una amplia cama de matrimonio, un baño en un lateral y encontró la capa de Hokage de su padre colgada en un perchero en una esquina, y varias prendas de su madre regadas por la habitación, seguramente fuera la ropa desechada al hacer la maleta para ir al hospital a dar a luz, nadie lo había tocado.

La otra estancia que le interesó fue la que supuso era la suya, había una cuna con una “N” grabada en el cabecero, muchos juguetes, una cama para cuando creciera y un armario lleno de ropa para bebé. Naruto estaba al borde del llanto, ver todo eso le recordó la infancia que se le había negado, y todos los momentos de soledad y dolor que había pasado a lo largo de su vida, pero todo esto se le olvidó cuando notó como dos personas lo abrazaban. Se trataba de Sakura y Mebuki, que al ver que tenía los ojos acuosos no dudaron un segundo en consolarle, sabían que estar ahí debía ser duro pero ellas le ayudarían a sobrellevarlo, al fin y al cabo, eran como una familia ¿no?.


CONTINUARÁ...

Habían pasado dos días, y Naruto, Sakura y Mebuki se encontraban en la puerta del hospital esperando a que Satoshi saliera, acababan de darle el alta. Al salir iba vestido con la misma ropa con la que había llegado, así que después de pasar por el piso del rubio y comer todos juntos fueron a comprar ropa para el hombre, cosa que las dos mujeres ya habían hecho.

Fueron de tienda en tienda pero, a diferencia de su mujer e hija, Satoshi era muy simple y cogía lo primero que encontraba que fuera de su talla, por lo que el día de compras se transformó en “la media hora de compras” para alivio de Naruto.

Flashback

-Vamos Naruto que te quedas atrás, aún tenemos muchas cosas que comprar.

-Pero es que no puedo más Sakura-chan – decían el rubio y 5 clones al mismo tiempo cargando una cantidad ingente de bolsas llenas de ropa y cosméticos.

-Oye hija... ¿no crees que te estás pasando?, no se... hacerle cargar todo a el solo...

-No te preocupes mamá, el lo hace encantado, a que si Naruto-kun. - al escuchar ese apelativo acompañado de la sonrisa de su novia al chico le dio un escalofrío que le recorrió toda la espalda.

-Sss...si..si Sakura-chan.

Fin flashback

Cuando terminaron de cogerlo todo, volvieron al piso de Naruto, el chico tenía algo que anunciarles.

-Bueno, tengo algo que deciros.

-¿De que se trata?.

-Verás Sakura-chan, como somos muchos para vivir apretados en mi piso, y si os parece bien, me gustaría que nos mudásemos a la casa de mis padres.

-Pero Naruto, ¿estas seguro de eso?.

-Si, no te preocupes Mebuki-san, además, ayer envié unos cuantos clones a limpiar toda la mansión, ya deberían haber terminado. También con una parte del dinero de la herencia compré los muebles que faltaban en algunas de las habitaciones y he llenado la despensa para unos cuantos meses, no nos faltará de nada.

-Creo que eso es abusar de tu hospitalidad Naruto.

-Al contrario Satoshi-san, aun creo que estoy en deuda con vosotros por acogerme en vuestra casa siendo un completo desconocido, y no puedo dejar que mi novia y sus padres estén viviendo en un pisito tan pequeño. No aceptaré un no por respuesta, así que recoged vuestras cosas y vámonos.

Las palabras del chico no dejaban lugar para discusión, así que recogieron todo lo que habían comprado, con ayuda de unos cuantos clones que Naruto tuvo que hacer, cerraron el piso y se dirigieron a su nueva casa.

Cuando llegaron estaba todo totalmente recogido, el jardín estaba arreglado y en el interior del edificio no quedaba ni una sola mota de polvo. Los clones hacía tiempo que habían desaparecido pero lo habían dejado todo hecho, la despensa estaba llena hasta los topes y los muebles nuevos montados y en su sitio. Todo estaba listo para que los nuevos habitantes entrasen a vivir.

-Bueno, ¿donde podemos dejar las cosas?.

-Por aquí Satoshi-san, compre una cama de matrimonio para ti y Mebuki-san y la puse en una de las habitaciones de invitados.

Naruto llevó a la pareja hasta una habitación en la segunda planta donde había una cama para la pareja, así como varios de los muebles nuevos, la habitación contaba también con un baño interior para mayor comodidad de los padres de la chica.

-Esta es vuestra habitación, mientras os acomodáis llevaré a Sakura-chan a la suya.

Fueron un poco más allá por el pasillo y se detuvieron al lado de la habitación del rubio que ya había acondicionado quitando la cuna y todos los muebles de bebe guardándolos en el trastero, aunque le gustaban ya no le eran funcionales por razones obvias, así que los guardó.

La habitación de la chica estaba decorada de forma muy parecida a la de su casa de verdad, estaba claro que Naruto se fijaba bien en los detalles, compró los muebles más parecidos que encontró en la ciudad para que la estancia le gustase lo más posible a la pelirosa.

-Quería que te sintieras como en casa, así que compré lo más parecido que encontré, espero que te guste.

-Naruto... me encanta, es igual que la de mi casa.

-Lo mejor para mi Sakura-chan.- dijo el chico sonriendo.

-Te lo tendré que agradecer... ven, acércate.

-¿Para que?.

-Tu ven.

Naruto se acercó inocentemente cuando de golpe sintió los labios de la chica sobre los suyos haciendo presión, cada vez les empezaba a gustar más esa sensación, la sensación de querer fundirse en uno solo a través de sus besos, era fantástico pero todo tiene que acabar, porque escucharon los pasos de alguien por el pasillo y no sería conveniente que los padres de la chica los vieran de esa forma. Como pudieron se separaron acalorados y sonrojados y vieron a Mebuki acercarse por el fondo del pasillo.

-Nuestra habitación te ha quedado preciosa Naruto, ¿que tal está la tuya hija?.

-Bien, me gusta mucho- dijo como pudo la chica controlando su tono de voz todo lo que pudo.

-A ver- Mebuki entró a la habitación y se quedó sorprendida con el parecido de la habitación de su hija en su casa- ¡madre mía Sakura, es igual a la tuya!.

-Si mamá, fue idea de Naruto, me quiso dar una sorpresa.

-Se lo tendrás que agradecer.

-Ya lo ha hecho Mebuki-san.

-Ya me lo imaginaba... pero la próxima vez que os deis un beso cerrad la puerta, o el que llegue por el pasillo podría ser Satoshi, y no creo que le haga gracia la escena jajajaja.

Sin decir más la mujer se marcho de nuevo con su marido riéndose y dejando a dos chicos avergonzados en el pasillo.

Cuando terminaron de guardar todas las cosas de las chicas, que eran una barbaridad todo hay que decirlo, ya era tarde y decidieron salir a comer, y como no conocían ningún restaurante y el que pagaba era Naruto les tocó, como no, una visita a Ichiraku.

-¡Hola viejo! Pon cuatro raciones por aquí.

-Marchando Naruto.

En eso salió la hija del dueño de la cocina.

-Hola Naruto.

-Hola Ayame, ¿como estas?

-Muy bien, ¿y tu?.

No le dio tiempo a contestar porque una celosa pelirosa se aferró al brazo de su rubio marcando su territorio y contestando por él.

-El se encuentra muy bien.....eeeem Ayame ¿no?.

-Si, ahora os traigo el pedido.-dijo lléndose de allí notablemente enfadada.

Los cuatro se sentaron en una mesa, y como ese día eran los únicos clientes del local el dueño y su hija se quedaron con ellos hablando mientras comían.

-Parece que se lleva bien con Naruto señor Teuchi.

-Lo cierto señora es que al principio no le dejaba entrar a mi local por su... condición, pero un día vi como unos aldeanos le golpeaban en la calle y a aún sabiendo lo que era  lo saqué de ahí, lo traje a mi casa, le di de comer y hablando con el me di cuenta de que no era como todo el mundo decía, solo se trataba de un niño solo y asustado. Desde entonces siempre es bien recibido aquí y se ha convertido en mi mejor cliente.

-No solo vengo por eso, también porque el ramen de aquí es el mejor de todo el país del fuego.- dijo el chico devorando su noveno tazón.

-Es increíble, nunca pensé que una sola persona pudiera comer tanto...- dijo Satoshi.

-Porque no lo habéis visto en la competición del año pasado – dijo Ayame – le ganó al chico de los Akimichi, que solo pudo con 30 tazones, Naruto comió 45 y no siguió porque no quedaban ingredientes.

-Es que había estado entrenando con Ero-sennin y no había desayunado... tenía hambre...

Con ese comentario todos estallaron en carcajadas. Cuando terminaron de comer tuvieron que hacer frente a la única parte que a Naruto no le gusta del ramen, y es que hay que pagarlo. Salieron del local y tras dar un paseo para bajar la cena se fueron a la mansión, habían pasado un buen día en familia.

Más tarde cuando todos ya estaban en sus camas a Sakura se le pasó algo por la cabeza y un escalofrío le recorrió la espalda, hacía días que no se le pasaba por la cabeza y estaba segura de que se arrepentiría... se había olvidado completamente de Ino.

CONTINUARÁ...

-Perdón, perdón perdón – imploraba una pelirosa de rodillas delante de su amiga.

-Te olvidaste de mi por estar con tu novio, y yo sola en esa mansión llena de supuestos familiares míos que no han dejado de hacernos pruebas para ver si mentíamos.

-¿Pruebas?, ¿que clase de pruebas?.

-De sangre en unos pergaminos raros, pero las más extrañas fueron aburridísimas con uno de ellos tocándonos la frente con los ojos cerrados durante horas, creí que me moría. Pero no me cambies de tema que yo sigo enfadada contigo.

-Naruto ha insistido en darme algo de dinero, ¿si te compro algo me perdonas?.

-¿Algo como que?.

-Eeeeeeeee pueeees... ¿ropa?.

-Vamos, solo han sido  unos días, no hay que ser rencorosa con las amigas ¿verdad Sakura?.

-Si...- dijo la pelirosa con una gotita en la frente por lo fácilmente influenciable que era su mejor amiga.

Mientras tanto en uno de los campos de entrenamiento más alejados de la aldea se encontraban Naruto y Jiraya.

-Bueno chico, ya es hora de que completemos la técnica de tu padre.

-El rasengan ya me parece suficientemente fuerte como para mejorarlo, ¿por qué no intentamos hacer otra cosa?.

-¿Y tu por que no usas de vez en cuando lo que tienes debajo de ese grueso cráneo tuyo?.

-¡HEY!

-Piénsalo por un momento, has dicho que el rasengan por si solo ya es muy fuerte ¿no?, pues si Minato decía que estaba incompleto imagina lo poderoso que puede llegar a ser, ¿ves a donde quiero ir a parar?.

-Me parece que si.

-Veamos, he estado indagando un poco en viejos archivos y he descubierto un escrito en el que el cuarto decía que el rasengan era una técnica polifacética.

-¿Qué es una técnica policíaca Ero-sennin?.-dijo el rubio antes de recibir dos coscorrones brutales.

-Presta más atención, y ¡no me llames así!....ejem.... por donde iba.... a si, el rasengan es una técnica polifacética, esto quiere decir que el chakra que usas para crearlo es neutro y que por lo tanto puede recibir chakra de cualquier naturaleza para incrementar su fuerza.

-¿Quieres decir que se puede hacer un rasengan con cualquier naturaleza de chakra?.

-Exacto.

-¿Y yo que chakra tengo?.

-No hace falta preguntarlo, eres un Uzumaki, tu chakra es de viento sin duda, pero he traído estos papeles de chakra para comprobarlo.

-¿Que son?.

-Pues verás, si tienes chakra de fuego el papel arderá, con el viento se cortará, con el rayo se arrugará, con la tierra se desintegrará y con el agua se mojará.

-¿Y que tengo que hacer?.

-Solo cogerlo, haremos esto un par de veces para confirmar los resultados.

Así, Naruto cogió un papel, y como Jiraya esperaba este se cortó, pero no esperaba lo que sucedió con el segundo, se desintegró por completo, un tercero se arrugó, el cuarto se prendió fuego y un quinto tuvo una reacción muy extraña, se transformo en metal, siguieron haciendo pruebas pero los resultados que obtuvieron a partir del quinto se repetían así que lo dejaron, pero el hombre no cabía en su asombro.

-Es increíble Naruto, tienes 5 naturalezas de chakra, los jounin mas experimentados solo llegan a descubrir 3.

-¿Y de donde los he sacado?.-preguntó el chico emocionado.

-El viento sin duda de tu madre, eso es característico de los Uzumaki, y supongo que el rayo y la tierra son de tu padre, pero en cuanto a los otros dos, el fuego no se de donde lo has sacado y lo otro no se que es.

En ese momento el rubio sintió la llamada de su compañero interior así que avisando a Jiraya de lo que iba a hacer se concentró para hablar con el zorro.

Interior de Naruto

-¿Que ocurre Kurama?

-Me parece que le puedo solucionar las dudas al pervertido de tu maestro.

-¿Cambiamos como en la reunión del consejo y se lo dices?.

-Será mejor que me invoques, así podremos hablar con el los dos a la vez.

-¿Estas loco?- dijo el rubio de manera escandalosa – como crees que reaccionarán los aldeanos si te ven paseándote por ahí a tus anchas, además, ¿eso se puede hacer?.

-Ahora que el sello no nos molesta me puedes invocar cuando quieras y yo puedo elegir la cantidad de colas con las que aparezco, cuantas menos colas use menor será mi tamaño y más difícil será que me detecte un ninja sensor. Si aparezco con una cola tendré un chakra como el tuyo y el tamaño de un perro grande.

-Está bien, te invocaré, ¿como son los sellos?.

-Como los de los sapos, pero en lugar de pensar en el contrato que tienes con ellos piensa en mi chakra, así apareceré yo.

Exterior de Naruto

-Ero-sennin, Kurama dice que te lo puede explicar el todo.

-¿Vais a cambiar?.

-No, algo más divertido.

En ese momento Naruto hizo los sellos correspondientes y en una nube de humo apareció el zorro de nueve colas, y aunque estuviese usando solo una, la impresión del hombre fue suficiente como para que su mandíbula llegase al suelo.

-¿Como has....?,¿como puedes....?.

-Luego te lo cuento, ahora Kurama dice que te puede explicar lo que ha pasado con los papeles.

-Bueno, como bien has dicho tu antes, el cachorro tiene el viento por su madre y el rayo y la tierra por su padre.

-Eso ya lo sabíamos, ¿que hay de los otros dos?.

-Es sencillo, el fuego es gracias a mi. Al ser liberado el sello, mi chakra y el del chico se han unido, el tiene libre acceso al mio y yo al suyo.

-Ya entiendo por donde quieres ir – dijo Jiraya pensativo – tu eres considerado el dios del fuego y tu chakra obviamente es de esa naturaleza, si lo compartes con Naruto eso significa que pasa a ser también su naturaleza y por eso tiene afinidad con el elemento.

-Exacto.

-¿Y que hay del otro Kurama?. - dijo curioso Naruto.

-Veréis, cuando hace 16 años luché contra el cuarto y su esposa, tus padres, - dijo mirando a Naruto – me di cuenta de que Kushina usaba unas técnicas que no estaban al alcance de un Uzumaki corriente, era capaz de utilizar el elemento metal.

-¿El que se dice que solo los miembros más fuertes de la familia Uzumaki principal son capaces de usar?.

-El mismo.

-Me estoy perdiendo, ¿que es eso del elemento metal?.

-Es normal que te pierdas – dijo Jiraya – la familia principal del clan Uzumaki era la rama más poderosa de toda la aldea del remolino, no eran como los Hyuga que abusan de las ramas menores, todo lo contrario, las protegían, y eso lo conseguían gracias a un rarísimo kekkei genkai, el elemento metal. Solo los individuos más fuertes de esa rama eran capaces de despertarlo y dominarlo, a los que no lo conseguían, aun siendo de la rama principal, se les sellaba para evitar que se hiciesen daño a ellos mismos o a otros.

-¿Y yo tengo eso del elemento metal?.

-Si, lo tienes y eso solo significa una cosa, tu madre, y por extensión tu, sois de la rama principal del clan.

-¿Eso influye para algo?.

-Por supuesto, eso significa que no solo eres el último miembro del clan Uzumaki, si no que eres el último miembro de la rama principal, eso te da derecho a reclamar como tuyas todas las propiedades del clan ante el señor feudal.

-¿Y que propiedades son esas?.

-Toda la aldea del remolino... con todo lo que contiene.  

CONTINUARÁ...

-¿¡Que ero-sennin ha hecho queeeee!?

-Se ha marchado para llevar a cabo una misión Naruto.

-Pero oba-chan, ¿como voy a entrenar ahora?.

-Kakashi y Yamato te ayudarán en eso, hoy por la tarde te esperarán en el campo de entrenamiento de la cascada.

Flashback

-Tsunade, voy a ir a la capital a hablar directamente con el señor feudal, ya he pedido una audiencia.

-¿Para que quieres hacer eso?.

-Voy a reclamar la herencia de Naruto.

-Pero si ya se la hemos dado.

-No me refiero a la de sus padres, estoy hablando de la villa del remolino.

-Eso no le pertenece a él, desde la destrucción del clan Uzumaki eso son tierras del feudal.

-Si que le pertenece, de hecho... - Jiraya procedió a contarle toda la historia a la Hokage.

Fin Flashback

-No me parece justo que el se vaya a sus investigaciones pervertidas y a mi me deje aquí tirado, cuando vuelva le voy a cantar las cuarenta. - dijo el rubio notablemente enfadado.

-Haz lo que quieras, pero el tiene sus motivos, ya lo verás... y Naruto...

-¿Si?.

-¡ No me llames vieja ! - gritó mientras el rubio salía volando por la ventana.

Mientras tanto, en la mansión Uzumaki...

-Mira hija, ¿eso es un pájaro?.

-No papá, es demasiado grande, y viene gritando...

-¿Que será?

-Es... ¡ es Naruto !

-Apartaoooooooooooos. - dijo cayendo del cielo y estrellándose de frente contra el césped del jardín dejando un pequeño cráter con la forma de su cara. Cuando la nube de polvo de disipó se puso de pie y se sacudió un poco la ropa.

-¿Otra vez te ha golpeado Tsunade-sama?.

-Si, Sakura-chan.

-Deberías dejar de llamarla abuela, un día te va a desgraciar.

-Ya estoy acostumbrado, son muchos años de golpes... jajajajaja.

-Si tu lo dices.

-¡ A comeeeeer ! - se escuchó la voz de Mebuki desde el interior de la casa.

-Parece que llegué justo a tiempo.

-No tienes arreglo chico jajajaja, pero eso me gusta.

-¿Eso es un cumplido Satoshi-san?.

-¡ Claro !.

Pasaron las horas y después de que Naruto y Sakura fuesen al jardín para hacer la digestión sentados y abrazados a la sombra de un árbol ambos se fueron al campo de entrenamiento.

Llegaron allí y ya estaban Yamato y Kakashi esperando por el rubio, que como no, por haber ido andando con su novia, llegaba tarde.

-Vaya Naruto, te iba a regañar por llegar tarde, pero veo que tenías un buen motivo – dijo el peliplata mirando a Sakura.

-¿Que usted me iba a regañar por eso Kakashi-sensei? Jajajajaja, seguro que ya esta aquí porque Yamato-taicho le trajo a rastras.

-Ermmmm.... bueno, yo soy Kakashi y este es Yamato, tu debes ser Sakura Haruno, la Hokage nos ha hablado de ti.

-No cambie de tema sensei... - dijo Naruto con una gotita resbalándole por la nuca.

-Si, soy Sakura Haruno, encantada.

-Sakura-chaaaaaan, no le ayudes a escaquearse.

Todos empezaron a reírse por el tono de niño pequeño que el chico empleó para decir eso y después de un rato comenzaron el entrenamiento.

-Bien Naruto, Jiraya-sama me dejó instrucciones de como debíamos realizar tu entrenamiento, y como tu mayor afinidad es con el chakra de viento por ser un Uzumaki empezaremos por ahí.

-¿Y que es lo que tengo que hacer?.

-¿Ves ese árbol?.

-Si.

-Tienes que crear mil clones y coger una hoja con cada uno.

-¿¡ Queeeee !?, ¿para que tantos?, ¿de que me servirá?.

-Entrenar el dominio de un elemento no es nada fácil, una persona puede tardar años en llegar a aprender a usar uno solo y tu tienes que domiar 5 para poder hacerle frente  a Akatsuki.

-¿Y lo de los clones?.

-A eso iba ahora, el entrenamiento con clones es algo que solo las personas con un chakra enorme pueden hacer debido al gran numero de copias que se deben hacer, pero es muy efectivo porque la técnica de clones de sombra no crea ilusiones, si no copias reales de ti mismo, como seres reales que son aprenden y ese conocimiento regresa a ti cuando deshaces la técnica, te pondré un ejemplo. Imagina que cada clon representa un día de entrenamiento y que todo lo que ese clon aprenda en su “día” regresará a ti, si un año tiene 365 días y yo te he pedido mil clones serán mil días de entrenamiento, casi tres años de práctica en un solo día.

-¡ Eso es genial !

-Si Naruto, lo es – dijo Yamato – pero también es peligroso, no solo los conocimientos de los clones vuelven a ti, también asimilas todo su cansancio acumulado, piensa en todo el agotamiento de tres años de entrenamiento acumulados. Lo más probable es que después de cada sesión de entrenamiento estés agotado unos días.

-Es por ese inconveniente que los entrenamientos que hemos planeado para ti con Jiraya-sama no son físicos si no técnicos.

-¿Y que se supone que tengo que hacer?

-Veamos - dijo Kakashi recogiendo una hoja del suelo – con el control de viento básico que tengo yo es suficiente para enseñarte lo que debes hacer. Tienes que cortar la hoja así. - cuando dijo eso se cortó por la mitad.

-Eso es fácil, Kage bunshin no jutsu. - tras hacer los sellos aparecieron los mil clones

Sakura estaba sorprendida, había visto al chico hacer cinco o seis clones pero nunca se imaginó que fuera posible crear tantos a la vez.

Fueron pasando las horas, Sakura se había marchado y Naruto no conseguía nada de nada, todas sus copias estaban sentadas mirando fijamente la hoja pero ni una sola se había siquiera empezado a cortar.

-¿Quieres que te diga un truco Naruto?

-¿Es que esto tiene algún truco?

-Claro, pero decírtelo sin que hayas sufrido un poco no sería gracioso.

-Es malo Kakashi-sensei T-T.

-Jajajajaja, bueno, lo que tienes que hacer no es meter chakra como un loco, tienes que intentar crear una cuchilla con el chakra dentro de la hoja, cuanto mas fina sea el área en la que lo concentres y cuanto más denso sea mejor, ¿lo entiendes?.

-Eso... eso creo.

Y así pasaron otra hora más, hasta que por fin uno de los clones consiguió un fino corte en una de las hojas, unos minutos después otro, y así poco a poco aproximadamente la mitad de las copias consiguieron pequeños cortes.

-Ya es suficiente Naruto – dijo Yamato – que el original venga aquí.

El verdadero se levantó y fue directo a donde estaban el capitán y su sensei.

-Bueno, ahora deshaz todos los clones, será mejor que te sientes antes de hacerlo.

-Bien, ¡Kai! - cuando las copias se deshicieron Naruto perdió la consciencia unos instantes y como no había hecho caso a la recomendación de sentarse de su maestro tuvieron que sujetarle entre ambos. Cuando despertó a penas podía moverse pero le faltaba por realizar un último ejercicio.

-Ten Naruto – dijo Kakashi tendiéndole una hoja – inténtalo una última vez.

-Bien... - levantó el brazo como pudo y usando el poco chakra que le quedaba se concentró en la hoja. Para su sorpresa no tuvo ningún problema para cortarla en dos.- lo...lo hice Kakashi...sen...sei... - dijo el chico con sus últimas fuerzas antes de caer profundamente dormido.

El peliplata lo cargó en su espalda y se dirigió hacia la casa del chico acompañado de Yamato.

-Es increíble sempai, tres años de entrenamiento en un solo día es algo que no se ve a menudo.

-Lo increíble no es eso Yamato, lo más impresionante es que el haya conseguido hacer esto en el equivalente a tres años cuando a mi el mismo ejercicio me llevó diez desde que Minato-sensei me enseñó lo que estaba intentando hacer.

-¿El yondaime estaba haciendo este entrenamiento?.

-Así es, el quería mejorar el rasengan y estuvo haciendo esto con el elemento rayo hasta... bueno... hasta lo del kyubi.

-Naruto es increíble ¿no sempai?.

-Si que lo es... es mi mejor alumno – cuando dijo esto se pudo notar a través de la máscara que el ninja copia estaba sonriendo pensando en su pupilo.

-¿Mejor que Sasuke?.

-El talento no lo es todo Yamato, ahora mismo el único de mis discípulos del que puedo decir que estoy orgulloso, es el cabeza hueca que me está llenando el uniforme de babas.

-Se nota que le tiene cariño sempai.

-¿Tu no?.

-Es difícil que no te caiga bien Naruto, tiene un don especial.

No hablaron más hasta que llegaron a la casa donde estaban los Haruno esperando la llegada del chico. Cuando lo vieron llegar cargado por el jounin pensaron que estaría herido, pero toda preocupación se disipó cuando vieron el rastro de baba en la ropa del peliplata y escucharon los sonoros ronquidos del rubio.

-¿Que tal ha estado el entrenamiento de hoy?. - preguntó curioso Satoshi una vez llevaron a Naruto a su habitación.

-Realmente bien señor Haruno, avanzamos mucho.

-Me alegro Kakashi-san, ¿mañana deberá ir a entrenar?.

-No señora, me temo que no despertará en al menos un par de días.

-¿Tan exigente es ese entrenamiento Kakashi-san?.

-Ya lo escuchaste por la mañana Sakura, han sido 3 años de entrenamiento en un día, es increíble que no se desmayara a las dos horas.

Sin más los dos shinobis se fueron de la casa y se separaron, Yamato se fue a su casa y Kakashi fue a dar su último reporte del día a la residencia particular de la Hokage.

Llamó a la puerta y le abrió Shizune que le dejó pasar y le guió hasta el salón en el que se encontraba Tsunade bebiendo un poco.

-Buenas noches Tsunade-sama.

-¿Que ocurre Kakashi?.

-Es por el entrenamiento de Naruto.

-Te dije que no reportaras nada hasta que no hubiera avances, ¿crees que es demasiado para él?.

-No, todo lo contrario, creo que acabaremos antes de lo previsto, hoy ha completado el entrenamiento de la hoja, solo le quedan la cascada y desarrollar la técnica.

-Es increíble, ¿cuanto tardaste tu?.

-Diez años, y no pasé de ahí.

-Veremos como se desarrollan los acontecimientos, pero no puedo creer que lo haga todo tan rápido. Me acuerdo de cuando le aposté mi colgante a que no podía aprender el rasengan en una semana, y ahora esto... Minato y Kushina estarían orgullosos de el.

-Todos lo estamos Tsunade-sama. - dijo Shizune interviniendo en la conversación.

-Cierto, el es nuestro ninja hiperactivo, cabeza hueca, numero uno en sorprender a la gente, por eso espero que tenga la técnica terminada para la prueba de dentro de dos semanas y así dejar al consejo con la boca abierta - la Hokage dijo eso sonriendo y se llevó la botella de sake a los labios.

Mientras tanto en otro lugar una sombra entraba a una cueva, se trataba de Deidara.

-Madara-sama...

-Deidara, ¿donde está Sasori?.

-Muerto.

-Y por lo que deduzco por tu estado el chico ha escapado ¿verdad?.

-Si, esta vez se ha adelantado, el kyubi le ha ayudado antes de lo que pensábamos, además se ha colado en la técnica y ha regresado.

-No te preocupes, aun está lejos de lo que una vez llegó a ser, pero no nos podemos distraer.

-Entendido Madara-sama.

-Y Deidara...

-¿Si?.

-No me vuelvas a fallar. - dijo tajante el Uchiha.

-S...si Madara-sama.


CONTINUARÁ...

Se encontraba en un sitio oscuro, al principio no reconoció donde estaba pero en unos minutos se dio cuenta de que era el interior de su mente, cerca de donde se encontraba la jaula del kyubi. Se intentó despertar pero no pudo, supuso que estaría inconsciente y se dispuso a visitar a su peludo compañero.

Fue hasta la sala de la jaula, el sello estaba abierto y por lo tanto Kurama no estaba obligado a estar allí pero como no se le ocurrió ningún otro sitio empezó a buscar por ese lugar. Llegó y como ya suponía allí no había nadie, estaba a punto de irse a vagar por cualquier pasillo que encontrase hasta  que en las sombras del fondo de la jaula vio una especie de puerta.

Nunca se había fijado demasiado en el interior de la prisión pero juraría que nunca había visto nada como eso dentro, así que decidió investigar. Se acercó y la abrió, una luz le cegó unos segundos pero cuando sus ojos se acostumbraron vio algo que le sorprendió. Detrás de la pared de la jaula del zorro había una enorme pradera con algunas montañas a su alrededor y algunos arboles. La brisa soplaba suavemente y en el medio de todo ese paisaje se encontraba el zorro con los ojos cerrados y durmiendo apoyado en sus patas delanteras. Poco a poco el rubio se acercó a el.

-¿Que es todo esto Kurama?.

-.....................

-!Despierta¡.

-Grrrr.... ¿Para que me despiertas cachorro?.

-Quería saber que es todo esto – dijo abriendo sus brazos para abarcar toda la pradera.

-Esto lo he creado yo dentro de tu mente para no tener que estar en ese húmedo y oscuro pasillo.

-¿Puedes hacer eso?.

-Sin el sello molestando si, y dejé esa puerta a propósito para que encontrases este lugar.

-Me parece bien, no me gustaba mucho ese sitio en el que estabas.

-Por cierto chico, tengo un par de cosas que comentarte.

-Tu dirás, estoy inconsciente así que creo que tengo tiempo.

-Bien, primero, ¿recuerdas el chakra de las visiones que tuviste hace tiempo?.

-Como olvidarlas....

-Bien, pues he estado pensando mucho en ello y creo que tengo una teoría.

-¿Cual es?.

-Ese chakra es idéntico al tuyo excepto por el desarrollo, así que tu mismo te has estado induciendo esas visiones.

-¿!Como que yo mismo¡?

-No te alarmes, las has creado tu, pero no las has creado tu.

-Creo que con eso me pierdo aun más -.-  …

-A ver como te lo explico... te he dicho que en lo único en lo que difiere el chakra es en el desarrollo que tiene, que es mayor, esto lo he averiguado de la misma forma que el desgaste del chakra natural para saber en que tiempo estábamos, así que la única explicación es que sea un chakra de una versión mayor de ti.

-¿Quieres decir que dentro de mi hay un Naruto mayor que yo?

-En principio esa es mi explicación.

-Se lo comentaré a ero-sennin a ver que opina. ¿Que es lo otro de lo que me querías hablar?.

-De tu entrenamiento.

-¿El de Kakashi-sensei?.

-No, del que vas a hacer conmigo.

-¿Contigo?.

-Si, no pongo objeciones a que los de la villa te entrenen en viento, tierra y rayo, pero el fuego te lo enseñaré yo, no por nada me llaman el dios del fuego.

-Estupendo, pero ¿y el metal?.

-Eso te lo tendría que enseñar un Uzumaki de la rama principal, y no creo que en Konoha encuentres ninguno, ni tampoco en el resto del mundo. Deberás aprender por tu cuenta.

-¿Y donde entrenaremos?.

-Aquí mismo. Mientras duermes te entrenarás aquí conmigo y para que al despertar estés totalmente descansado en lugar de usar tu chakra usaras el mio, así tu entrenamiento con el tuerto no se verá afectado. Aunque te voy a pedir una cosa.

-¿El que?.

-No le digas a nadie que estás entrenando el fuego.

-¿Y eso?.

-Siempre está bien guardar un as bajo la manga.

-Me gusta como piensas jajajaja. ¿Y cuando empezamos?.

-Estarás durmiendo un par de días por el cansancio así que que tal...... ¡ahora mismo! - sin ningún tipo de aviso el zorro lanzó una llamarada desde su boca que el rubio consiguió esquivar por los pelos.

-¡Estas loco!, ¡casi me das!.

-El primer paso para manipular el fuego es aprender a defenderse de el. - sin decir ni una palabra más siguió lanzando llamaradas que el chico a duras penas esquivaba.

Mientras tanto, muy lejos de allí, en las puertas del castillo del señor feudal del fuego, se encontraba Jiraya, que había viajado con los sapos para ahorrar tiempo.

-Alto ahí – dijo un guardia de la puerta – identifíquese.

-Soy Jiraya, shinobi de nivel sannin de Konohagakure no sato, vengo a una audiencia con el señor feudal.

-Muy bien Jiraya-sama, le están esperando.

Ante esas palabras el sannin entró al edificio, nunca le había gustado ir a esos sitios, le parecía un derroche de dinero y algo que remarcaba las diferencias sociales en todos los países, siempre se preguntaba el por que de que algunos tuviesen tanto y otros tan poco. De todas formas ese no era el motivo de su visita, así que se dirigió directamente al salón del trono donde le esperaban.

Entró a la sala después del anuncio del guardia que custodiaba la entrada, esa era otra cosa que odiaba de esos lugares, el maldito protocolo.

-Buenos días señor, le agradezco que haya aceptado la precipitada audiencia que le solicite.

-No te preocupes Jiraya, muchas veces me has ayudado a lo largo de tus viajes, y te conozco lo suficiente como para saber que si tu pides una reunión urgente es porque es urgente de verdad.

-Gracias por su confianza – Jiraya si tenía que reconocer una cosa, el señor feudal del fuego era bastante agradable, y a pesar de su puesto, en ocasiones hasta trataba al sannin como a un amigo.

-Tu dirás para que has venido.

-Si señor, verá, he venido porque recientemente he descubierto que mi alumno es heredero de un clan cuyas tierras, a falta en su momento de un sucesor, pasaron a su patrimonio.

-Y quieres que se lo devuelva ¿no es así?.

-Si señor.

-¿Y de que se trata?, ¿algún pueblo?.

-No señor... verá... se trata de... Uzushiogakure no sato.

-Jajajajajajaja, por eso me caes bien Jiraya, siempre tienes algún chiste para alegrarme el día, sabes que para que fuese el heredero de esas tierras tendría que ser un miembro de la rama principal del clan Uzumaki y el clan al completo fue asesinado  en el ataque a la villa hace años.

El poderoso hombre se fijó en el semblante serio del sannin que no decía nada y le miraba fijamente dando a entender que no bromeaba.

-¿Lo estas diciendo enserio?.

-Absolutamente señor.

-Imagino entonces que conocerás la magnitud de lo que me estás pidiendo, si tuviese garantías de que lo que me estás diciendo es cierto ni me lo pensaría, es más, firmaría ahora mismo un comunicado diciendo que ese alumno tuyo es el propietario de las tierras y nuevo líder del clan.

-Supuse que diría eso señor, por eso he preparado un par de cosas para convencerle de que lo que digo es cierto.

-Adelante.

-Gracias, pues bien, lo primero, si fuese tan amable ¿podría pedirle a alguno de sus sirvientes que trajese el árbol genealógico de la rama principal Uzumaki de los últimos 100 años? - ante el pedido de Jiraya el hombre hizo un gesto y un sirviente se fue de la sala para volver unos minutos mas tarde con un enorme rollo que le paso al señor feudal para que lo pudiese ver.

-Bien, aquí lo tengo, ¿que debo buscar?.

-Solo un nombre, seguramente de la última o penúltima generación, Kushina Uzumaki.

-Si, aquí está, Kushina Uzumaki, descendiente de la rama principal Uzumaki, ¿pero que prueba esto?.

-Por si solo nada, pero acompañado de los documentos que yo he traído corrobora lo que digo – Jiraya procedió a darle al hombre un par de pergaminos más.

-Uno de los documentos es el certificado de casamiento de Kushina Uzumaki con Minato Namikaze.

-¿El cuarto Hokage?.

-Si, y el otro es la partida de nacimiento de mi alumno, Naruto Uzumaki, como podrá comprobar es el primogénito de Minato y Kushina, lo que lo convierte en el último Uzumaki de la rama principal con vida y heredero de todas las tierras de Uzushiogakure con todo lo que contienen.

-¿Como podemos comprobar que ese chico realmente es hijo de esos shinobis?.

-Ademas del documento puedo decir que el parecido físico entre Naruto y su padre es espectacular y además he traído esto. - Jiraya sacó de uno de sus bolsillos el papel de chakra que se convirtió en metal y se lo tendió al señor feudal.

-¿Esto es lo que yo creo?.

-Si señor, lo es, le hice la prueba de chakra antes de venir aquí y este, entre otros, fue el resultado. Es la prueba innegable de que es quien yo digo que es.

-Muy bien, me has convencido, le daré esas tierras a tu alumno, pero a cambio, quiero que participe en el torneo mundial que se celebrará dentro de poco, sin contar el que lo quiero conocer.

-Me parece bien, de todas formas lo habría conocido igualmente.

-¿Porque?.

-Simple, ese chico será el próximo Hokage.

CONTINUARÁ...

Los rayos del sol se colaban por la ventana de una de las habitaciones de la mansión Uzumaki en la que un rubio poco a poco empezaba a despertarse de su “siesta” de 48 horas. Cuando había abierto los ojos se levantó y lo primero que escuchó fue el rugido de sus tripas que clamaban por un poco de alimento, así que se puso unas zapatillas y tal cual estaba, con el pijama puesto y cara de zombi, se dirigió a la cocina para saciarse.

Cuando entró vio a los tres integrantes de la familia Haruno desayunando juntos cuando de repente la mujer mayor se percató de su presencia y le saludó efusivamente.

-¡Buenos días Naruto! ¿que tal los dos días de sueño?- preguntó medio en broma medio en serio.

-Bueno Mebuki-san, no me puedo quejar, pero creo que podría dormir un día más si me dejasen.- con estas palabras y sin pretenderlo el chico causó algunas risas bastante agradables.

-Naruto, ¿tu no tienes arreglo verdad?.

-No seas mala conmigo Sakura-chan, aun tengo sueño

-Anda chico no pongas ese puchero y ven aquí a desayunar, seguro que comer algo te quita el sueño. - dijo Satoshi.

Así fue, desayunaron todos juntos y a medida que los minutos pasaban Naruto recuperaba su vitalidad, solo se le habían pegado las sábanas. Cuando terminaron y todos estaban duchados y vestidos para pasar el nuevo día llego la visita de Kakashi.

-Buenos días Kakashi-sensei, ¿quería algo?.

-Si Naruto, vamos a continuar el entrenamiento.

-¿Como?, ¿tan pronto?, pero si me acabo de despertar, además, ¿como se ha enterado de que ya me había recuperado?.

-Dejé a Pakkun vigilando, y tenemos que terminar tu técnica lo antes posible si queremos que la puedas usar en el examen de Tsunade-samma.

-Esta bien, pero espero que no sea tan cansado como la ultima vez.

-Esta vez yo voy a ir contigo para pasar el día- dijo la joven pelirosa.

-Pero Sakura-chan, te vas a aburrir mucho en el campo de entrenamiento todo el día.

-No me importa, llevo dos días sin estar con mi novio, creo que me puedo sacrificar un poquito, iré a por unas cosas para llevarme y nos podemos marchar.

-Gracias Sakura-chan – la chica solo respondió con una sonrisa y se fue a por todo lo que quería llevar.

Un rato después se encontraban todos en el campo de entrenamiento de hacía dos días y Kakashi le dio a Naruto una hoja del suelo.

-Bien, córtala. - dijo sin más.

Naruto cogió lo que su maestro le tendía y realizó el ejercicio sin prácticamente ningún esfuerzo.

-Bien, ya dominas este ejercicio, ahora pasemos a la siguiente prueba.

-¿De que se trata?.

-Tienes que subirte a la pasarela que está en la cascada de ahí atrás y tienes que hacer lo mismo que con la hoja.

-¡Como! ¿tengo que cortar el agua?.

-Si, pero esto será más difícil, cuando hiciste el ejercicio con la hoja cortabas un objeto inmóvil y pequeño para aprender los conceptos básicos del moldeado del chakra de viento, ahora debes aprender a moldear ese chakra en grandes cantidades y de forma constante para poder cortar un objeto móvil como el agua de una cascada. Pero la cosa no acaba ahí, si aplicas poco chakra no le harás nada perceptible al agua, y si te pasas harás que salte y salpique por todas partes. Deberás averiguar que cantidad exacta de energía necesitas aplicar para hacer el ejercicio dependiendo del caudal de agua que en ese momento preciso tenga la cascada.

-Suena difícil Naruto. - dijo la pelirosa que lo había escuchado todo.

-No te preocupes Sakura-chan, podré con ello. ¿Cuantos clones tengo que hacer?.

-Esta vez solo cien.

-Bien, toma Sakura-chan, ¿me lo guardas?, no quiero que se me moje toda la ropa. - dijo Naruto quitándose la parte de arriba de su chándal así como la malla que llevaba debajo, provocando que la chica se sonrojase al ver su trabajado torso.

-S...si...claro. - “nunca había visto a Naruto sin camiseta, tengo que reconocer que esta bastante bien” pensó la chica aumentando su sonrojo y sorprendiéndose a si misma por sus pensamientos subidos de tono.

Sin decir nada más cada uno fue a su lugar, Naruto a la cascada, Kakashi a leer sentado cerca del campo, y Sakura sobre una manta bajo un árbol observando a sus cien novios entrenar.

Mientras tanto, lejos de allí, Jiraya se encontraba en las derruidas puertas de lo que una vez fue Uzushiogakure no sato. Entró a la antigua villa, todo era desolador, había edificios derruidos en cualquier lugar en el que posases la vista, ni siquiera se había salvado la mansión principal del clan, aunque sabía de labios de Kushina que lo que de verdad importaba no estaba dentro del edificio, si no debajo.

Estaba en el umbral de la mansión, pero cuando intentó entrar algo se lo impidió, había una barrera ante el.

-No puede ser, esto es un sello Uzumaki, pero para que una barrera de este tipo aun funcione....

No pudo acabar la frase porque de la nada surgió un hombre de mediana edad con el pelo rojo como el fuego que le atacaba sin parar con diferentes jutsus de viento. Jiraya no quería pelear, y menos con ese hombre, que sin duda alguna era un Uzumaki, todo indicaba eso, su pelo, sus técnicas, y el sello que protegía la casa, que solo podía funcionar si la persona que lo creo estaba viva. Era una locura, no debería quedar ningún Uzumaki vivo ademas de Naruto, pero ahí estaba esa persona.

-¡Fuera de aquí extranjero! - dijo el pelirrojo creando una nueva técnica de viento.

-No me voy a marchar y tampoco voy a pelear, se que eres un Uzumaki por el color de tu pelo y tus técnicas, necesito hablar contigo.

-¿Para que querría hablar yo contigo? - había parado de atacar porque no notaba intenciones hostiles en la persona frente a el, pero aun se mantenía en guardia.

-Solo venía a comprobar el estado de la aldea, el señor feudal me ha dado permiso para entrar aquí.

-Eso me da igual, el feudal nunca fue el dueño legitimo de estar tierras y su autoridad aquí no vale nada.

-Lo se.

-¿Te das cuenta de que dándome la razón en eso te estas perjudicando?.

-Si y no, verás, tengo el permiso del señor feudal por si me encuentro con soldados o algo por el estilo, pero en realidad he venido por intereses propios.

-¿Que clase de intereses?.

-Reclamar la aldea.

-Está bien, acabaré contigo ahora mismo.

-¡Espera , espera!, me has entendido mal. No la quiero reclamar para mi, es para mi alumno.

-¿Y se puede saber quien se cree que es tu alumno para reclamar la villa del remolino para si?.

-En primer lugar, el no sabe que yo estoy aquí, así que no le puedes recriminar nada, y segundo, reclamo estas tierras en su nombre porque el es el último miembro vivo de la rama principal del clan Uzumaki y le pertenecen por derecho de nacimiento.

-Eso... eso no puede ser... todos los de la familia principal murieron en el ataque hace años.

-Todos menos una shinobi que se refugió en Konoha siendo un niña, y mi alumno es el hijo de esa niña.

-No... no te creo, es imposible, no puedes demostrarlo.

-Si puedo. - Jiraya sacó de uno de sus bolsillos el mismo papel de chakra que le enseño al feudal, el que se había convertido en metal, y se lo lanzó al hombre que lo cogió al vuelo.

-¿Que es esto? - preguntó sin haber identificado aun lo que le había dado el sannin.

-Es un papel de chakra que usé el otro día con mi alumno, como puedes ver no es falso y se de buena tinta que la única forma que existe para que de como resultado una transformación en metal como esa es que sea miembro de la familia principal.
Al principio el pelirrojo examino el papel de manera desconfiada, pero a medida que se daba cuenta de que no era falso y de que el resultado efectivamente confirmaba la historia de Jiraya sus ojos empezaron a abrirse desmesuradamente alternando la vista entre el sannin y el papel.

-P..pero ¿como?, ¿como no hemos sabido nada de él?.

-Por dos motivos igual de simples, uno, el se acaba de enterar a penas hace unos días, y dos, nadie sabía que aun quedaba un Uzumaki vivo....espera un segundo.... ¿has dicho hemos?.

-Si, hemos. ¡Ya podéis salir! - gritó al viento.

En ese momento de muchos de los edificios que estaban derruidos empezaron a salir mujeres, niños, hombres y ancianos, un par de centenares. Todos con el pelo rojo y con caras de miedo mirando fijamente al extraño.

-Mi nombre es Asahi Uzumaki, y soy el único protector del clan que está en la aldea, todos los demás han muerto o están fuera de caza.

-Pero no lo entiendo, si quedáis tantos ¿porque nunca se ha sabido de vosotros?, ¿y porque no habéis pedido ayuda a Konoha?.

-Creímos que para evitar nuevos ataques por parte de las aldeas lo mejor sería desaparecer y no queríamos que atacasen a nuestra villa hermana, por eso no pedimos ayuda a Konoha. De todas formas creo que ha llegado el momento de terminar con nuestro encierro de una vez por todas. ¡Escuchadme! - dijo bien alto para que todas las personas que había le escuchasen - Hemos pasado muchos años aquí escondidos porque somos un clan pacifico y no queríamos un enfrentamiento, pero nuestro encierro se ha terminado, a partir de mañana comenzaremos a reconstruir la aldea.

-¿Para que vamos a reconstruirla?, si lo hacemos mañana vendrán a destruirla los traidores de la nube o de la roca - pregunto uno de los ancianos susceptible.

-Ahora ya no estaremos desprotegidos, el alumno de....¿como te llamabas?.

-Jiraya el sannin.

-El alumno de Jiraya es un miembro de nuestra familia principal, y con su ayuda no solo reconstruiremos la villa, si no que la protegeremos y le devolveremos su esplendor a nuestro clan.

Se escucharon murmullos por parte de los mas veteranos, reacios a creer a un extraño en algo tan importante como eso, pero si un Uzumaki como Asahi lo decía, no podían dudar de su palabra, un Uzumaki nunca miente.

-Me alegro de que vuestra postura sea esa, ahora me gustaría poder comprobar la cámara subterránea de la mansión para ver el estado de los documentos.

-Ojala pudiera decirte que si, pero ni siquiera nosotros podemos entrar.

-¿Un sello de sangre?

-No, algo peor, en la puerta hay una barrera que mata a cualquier persona que no tenga la sangre de la rama principal y se atreva a cruzarla, es un método un poco rudo de protección pero es efectivo. Es por eso que no tenemos a más ninjas ni usamos sellos demasiado complicados, todo ese conocimiento está en esos archivos y ninguno de nosotros puede entrar. Solo unos pocos de nosotros podemos usar alguna técnica porque nos iniciamos en el entrenamiento antes del ataque, pero los niños no pueden aprender y la mayoría de los ancianos no tienen ya fuerzas para luchar.

-No os preocupéis, traeré a Naruto y él os dará esas técnicas.

-Así que Naruto... le estaremos esperando con impaciencia.

En otro lugar, más concretamente en el campo de entrenamiento de la cascada se encontraba Naruto practicando con el agua, era algo complicado, y no conseguía avanzar. Pasadas las horas decidió tomar un descanso así que deshizo los clones, y aunque su cansancio acumulado vino a él, no era nada comparado con lo de las mil copias del otro día.

Se sentó al lado de Sakura y juntos comieron lo que la chica había traído en una cesta. Sin esperar el rubio volvió al entrenamiento, solo que esta vez, con la experiencia de sus clones, intentaría hacer el ejercicio él solo. Así fue pasando toda la tarde hasta que empezó a  oscurecer.

-Naruto, deberías dejarlo por hoy, ya has entrenado suficiente. - dijo Kakashi desde la base de la cascada.

-Solo una vez más sensei, creo que ya casi lo tengo.

Así el chico se comenzó en su último intento del día, se concentró solo en su flujo de chacra, comenzó a canalizarlo hacia sus brazos, de estos a sus manos y desde ahí intentó crear chacra de viento para cortar la cascada.

No parecía que fuese a conseguir nada, pero de pronto, se le ocurrió una cosa, dejó de intentar crear chakra de viento en sus manos y canalizó su energía a través del agua de forma horizontal, como si fuese una extensión de su propio cuerpo. Una vez el flujo fue constante se dispuso a moldearlo y para sorpresa de todos una grieta de medio metro de grosor apareció en la cascada. Era algo cansado para el rubio mantener esa brecha durante mucho tiempo, pero era un corte estable, y se notaba que había conseguido canalizar una gran cantidad de chakra y moldearla, el entrenamiento estaba completo.

Volvieron los tres juntos.

-”Es increíble” - pensaba Kakashi - “ ha conseguido completar la segunda parte del entrenamiento en solo un día, y la mayor parte la hizo sin clones, Naruto, no dejas de sorprenderme”.

Después de volver a entrar a la villa cada uno fue por su lado, la pareja narusaku fue a su casa y el peliplata a reportarle a la Hokage los avances sorprendentemente rápidos del chico. Estaba claro que conseguirían completar la técnica para el examen de Naruto.

CONTINUARÁ...

-Mal Naruto, mal, aun no entiendes como controlar el fuego.

-¡Como quieres que aprenda si lo único que haces es lanzarme un ataque detrás de otro sin explicarme nada de nada!

Ya llevaban un par de noches de entrenamiento pero los avances del rubio eran totalmente nulos, y en este momento maestro y alumno se encontraban discutiendo sobre los métodos usados en las prácticas.

-No me cuestiones y haz lo que te digo.

-Ese es el problema, ¡no me has dicho que tengo que hacer!.

-Hmm...- bufó molesto el zorro – si no te gusta como hago las cosas tal vez deberías … ¡esquivar esto!.

-Eres un tramposo – se quejo Naruto evadiendo el nuevo ataque a traición – deja de intentar chamuscarme y dime que diablos tengo que hacer.

No hubo respuesta pero la retahíla de ataques continuó todo lo que quedaba de noche, el chico estaba empezando a hartarse, llevaban en esa tónica desde que empezaron a entrenar el fuego, si es que a eso se le podía llamar entrenar.

Al rato de dejar las prácticas los rayos del sol entraban por la ventana del chico amenazando con despertarle, pero antes de eso escuchó algo.

-Naruto...Naruto... necesito hablar contigo. - la voz parecía salida de ultratumba pero la escuchaba en su cabeza tan claramente como escuchaba la de Kurama. Justo después de esas palabras se despertó de golpe, y pensó que lo habría imaginado todo.

Se levantó y como ya empezaba a ser normal desayunó con su nueva familia, la verdad era que después de toda una vida de soledad estar rodeado por esas tres personas hacia que cosas tan simples como el levantarse por la mañana y comer se convirtieran en experiencias únicas y especiales para el chico. Nunca imaginó que eso fuera para el, había pasado su infancia solo, pero ahora se levantaba y tenía un plato de comida caliente para desayunar, a una pareja que lo trataba como a un hijo más a pesar de llevar conociéndose relativamente poco y lo que para el era lo mejor de todo, tenía a su Sakura-chan.

Terminaron de comer entre risas, bromas y alguna que otra burla para el rubio que se había tirado por accidente el zumo por encima. Cuando el pequeño incidente se solucionó con una rápida ducha y un cambio de ropa ya se habían preparado todos para salir, Naruto iba a su entrenamiento, pero no tenía ni idea de a donde iban Mebuki, Satoshi y Sakura.

-¿A donde vais así vestidos los tres?.

-Pues verás chico, nos sentimos un poco inútiles aquí todo el día sin hacer nada así vamos a buscar algo que hacer.

-Sakura y yo vamos a ir a hablar con la Hokage sobre un tema y Satoshi va a buscar trabajo en algún taller o algo.

-Así es, aunque no tengo mucha experiencia siempre me he defendido con las herramientas y no quiero seguir aquí encerrado mirando al techo.

-Si de verdad queréis eso yo no voy a deciros que no, pensándolo bien en vuestra situación me habría vuelto loco hace días jajajaja.

Habiendo aclarado que tenían pensado hacer, cada uno se fue a lo suyo. Cuando Naruto llegó al campo de la cascada Kakashi ya le estaba esperando, parecía que el también estaba interesado en llevar a cabo el entrenamiento lo más rápido posible para ver los frutos porque no había llegado tarde desde que empezaron.

-Buenos días Naruto.

-Buenos días Kakashi-sensei.

-Ahora que ya has llegado vamos a empezar con la última parte del entrenamiento.

-¿Y que tengo que hacer?.

-Primero tienes que crear un rasengan, y después intenta unirlo con chacra de viento moldeado para aumentar su fuerza.

-¿Y que ocurrirá?.

-Cuando lo consigas lo veremos.

-Bien.

-Una cosa más, en tu caso para crear el rasengan haces girar tu chakra hacia la derecha, pero cuando agregues el viento hazlo hacia la izquierda.

-¿Y eso para que?.

-Así la técnica será más poderosa, piénsalo, si lo haces fluir en la misma dirección que la técnica causarás daño solo hacia un lado, pero si lo haces en sentido contrario será un golpe en dos direcciones.

-Comprendo, me pondré ahora mismo. - así Naruto comenzó la última fase de su entrenamiento.

Mientras tanto en otro lugar de la villa, en la puerta del despacho de la Hokage, madre e hija estaban a punto de llamar, cuando lo hicieron escucharon un “pase” y entraron en la sala.

-Buenos días Hokage-sama.

-Buenos días Mebuki, Sakura, ¿que se os ofrece?.

-Verá, queríamos pedirle una cosa, una especie de favor personal.

-Vosotras diréis.

-Pues verá, no se si Naruto le habrá dicho que en nuestro tiempo yo soy doctora.

-Si, algo me ha comentado.

-Bien, lo que quería pedirle es si me dejaría estudiar y si no le importa practicar la forma en la que atienden aquí a los pacientes.

-Te refieres al chakra curativo ¿verdad?.

-Si eso es, y mi hija también estaría interesada si le parece bien, en nuestro tiempo iba a estudiar medicina como yo y se siente atraída por todo lo relacionado no solo con la curación tan rápida de Naruto si no también la de su padre.

-Bueno, lo de Naruto es algo fuera de lo común incluso para nosotros, pero lo de tu marido no fue nada del otro mundo, una curación de lo más sencilla, por otro lado, después de saber como cuidasteis a ese cabeza hueca estaré encantada de que aprendáis ninjutsu médico, es más, me gustaría instruiros yo misma.

-Eso sería genial Tsunade-sama. - dijo Sakura interviniendo por primera vez.

-Me alegra que te haga tanta ilusión, pero para que empecéis a practicar esto necesitaréis conocer primero los fundamentos básicos del control del chakra y eso os lo tiene que enseñar un tutor de la academia.

-¿En que había pensado? - preguntó Mebuki.

-Estoy pensando en el tutor que tuvo Naruto antes de ser ninja para que os explique los aspectos teóricos, y luego que Kakashi os enseñe la práctica. Para los conceptos bastará con dos horas por la tarde y ya mañana podréis empezar con ejercicios básicos para aprender el control físico.

-Me parece bien Tsunade-sama.

-Shizune. - llamó la Hokage.

-¿Si Tsunade-sensei?.

-Haz llamar a Iruka, que venga a verme.

-Ahora mismo sensei.

-Bueno chicas, mientras esperamos a Iruka podemos hablar un poco ¿no?, ¿alguna novedad interesante?.

-De echo... ¿sabia usted que Sakura y Naruto son pareja?.

-¡¿Como?!.

-¡Mamá! - se quejó la pelirosa.

-¿Que pasa hija? Ni que fuera un secreto.

-Ya, pero que lo vayas contando tan a la ligera es vergonzoso.

-Que callado se lo tenía ese bribón, cuando le vea se va a enterar de lo que es bueno por no contármelo.

A Mebuki y Sakura les cayó una gotita por la nuca por la reacción exagerada de la líder pero en el fondo la entendían porque se veía a la legua que ambos se tenían mucho cariño y confianza. Esperaron un rato más y pronto llegó Iruka al despacho.

-Buenos días Hokage-sama, ¿me mandó llamar?.

-Si Iruka, verás, necesito tu ayuda para una cosa personal.

-Será un placer ayudarla en lo que pueda.

-Verás, estas dos personas son las que han cuidado a Naruto durante su “viaje”, aunque una mas que la otra. – matizó lanzándole una miradita a Sakura que se sonrojó violentamente apartando la mirada. - Me han pedido que les enseñe ninjutsu médico pero para eso sabrás que hace falta una base que no tienen, por eso te he llamado para que les expliques la teoría y que luego Kakashi les de algo de entrenamiento.

-Muy bien, no hay ningún problema, si han ayudado a Naruto estaré encantado.

Después de unas leves indicaciones Iruka y las chicas se marcharon para ir a uno de los salones de la academia que estaría libre un par de horas. Para así empezar la explicación de los fundamentos del chakra. Por suerte acabaron pronto porque ambas aprendían bastante rápido y hablaron un poco hasta que surgió el tema Naruto.

-Y dígame Iruka-sensei – dijo Sakura - ¿como conoció usted a Naruto?.

-Pues fui su maestro desde que entró en la academia, pero no siempre lo vi con los mismos ojos que ahora.

-¿Se refiere a lo del Kyubi?.

-Si, ¿pero como lo sabéis?, se supone que es alto secreto.

-El nos lo contó – aclaró Mebuki.

-Entiendo, pero lo cierto es que me arrepiento de no haberme acercado a el antes. Cuando lo pusieron bajo mi tutela creí que era una broma del destino porque en el ataque hace 16 años murieron mis padres cuando yo tenía 7 años.

-Eso es terrible.

-Más terrible es lo que le hicimos todos a Naruto, ignorarlo y despreciarlo sin motivo, algunos incluso llegaron a pegarle. El caso es que yo no estaba contento con tenerlo como estudiante, así que me fui a quejar al entonces Hokage para que lo sacase de la academia. Lo que me respondió me hizo darme cuenta de muchas cosas.

-¿Que fue lo que dijo?

-Me dijo que Naruto era como yo, huérfano, que estaba solo, y que solo se portaba mal y hacía travesuras para ganarse la atención de la gente, aunque fuese de mala manera. Entonces comencé a tratarle de otra manera porque yo hacía cosas parecidas a su edad, intentaba ayudarle pero nunca se le dio bien estudiar. Pasaron los años y llegó el día del examen de graduación, ese año tocaba examinar a los alumnos con el bunshin no jutsu, y era la técnica que peor se le daba a el.

-Pero si yo le he visto hacer cientos de clones a la vez – reprochó Sakura.

-Es cierto, pero eso es ahora, en ese entonces no era capaz de hacer ni uno solo. De echo suspendió el examen.

-¿Y como es que ahora es ninja si suspendió?.

-Pues porque esa noche un traidor le engaño para que robase un pergamino muy valioso para la villa y yo me vi involucrado en todo el proceso. En un momento, para salvar a Naruto de un ataque interpuse mi propio cuerpo en la trayectoria. Después cuando creí que iba a morir el apareció y creo docenas de clones, pero no los normales para un chico de su nivel, uso la técnica del kage bunshin, mucho más avanzada, derrotó a ese traidor y me salvo la vida. En ese momento le regalé mi bandana graduándolo de forma extraoficial y le dije que yo si le reconocía como a alguien fuerte, desde ese momento lo veo como a un hermano pequeño que no deja de superarse a si mismo y a los demás.

-Es una historia conmovedora.

-Si, así es el, siempre consigue que las cosas acaben bien.

Hablaron un poco más pero la tarde se acercaba y tenían que volver a casa, así que se despidieron y se marcharon.

Mientras tanto Naruto seguía en el campo de entrenamiento concentrado y quejándose porque no le salían las cosas.

-¡Kakashi- sensei, esto es imposible!.

-¿Que ocurre Naruto?.

-No puedo hacerlo, tengo que crear un rasengan, moldear chakra de viento y hacerlo girar a la vez, es como intentar correr mirando a la izquierda y a la derecha al mismo tiempo.

-Nadie dijo que fuera fácil.

-Aun así, necesito pensar en una manera de poder hacer todo eso a la vez.

-Si quieres podemos dejarlo por hoy y continuamos mañana.

-Esta bien, tendré una solución para mañana.

-Ese es el espíritu.

Así dieron por finalizado el día de entrenamiento y cada uno marcho por su lado, Kakashi a reportar de nuevo a la Hokage todo lo sucedido y el rubio a su casa.

-Buenas tardes Hokage-sama – dijo Kakashi entrando al despacho de la rubia.

-Hola Kakashi, ¿no es muy pronto hoy para el que hayáis acabado ya?

-Si, pero Naruto se ha atascado y quiso irse a casa a pensar en como solucionarlo.

-Bien, eso demuestra que está empezando a aprender con la cabeza.

-Disculpe, pero creo que siempre a aprendido a base de usar la cabeza, solo que esta vez la utiliza para pensar y no para darse golpes contra el suelo del campo de entrenamiento.

-Buena salida Kakashi, eso se lo tengo que decir algún día que me llame vieja – reía la Hokage. - Bien, ahora cambiando de tema, mañana tendrás dos nuevas alumnas. - así Tsunade procedió a contarle a Kakashi lo sucedido ese día.

Mientras tanto, en la casa Uzumaki la joven pareja se había quedado sola porque los padres de la chica decidieron salir a pasear antes de cenar para conocer un poco mejor la aldea. Se encontraban sentados en la cama del rubio, este estaba apoyado en el cabecero con las piernas estiradas y la chica reposaba la cabeza usando el pecho de su novio como almohada.

-Me gusta mucho estar así contigo.

-A mi también Sakura-chan – en eso la pelirosa soltó una pequeña risilla. - ¿Que es tan gracioso?.

-Nada, solo que me encanta que me llames “Sakura-chan”.

-Me alegro, pero me sale solo.

-Eso es lo que más me gusta, que sea algo natural pero que solo me lo digas a mi, me hace sentir especial.

-Eso es porque para mi tu eres especial.

-Tu también lo eres para mi. ¿Sabes?, nunca había estado con nadie como estoy contigo ahora.

-Yo tampoco, pero eso lo hace mejor, así podemos experimentar juntos todas estas cosas nuevas.

A la chica esto le pareció muy romántico, que Naruto se sincerara así con ella, que le dijera que no sabía nada de nada pero que lo quería aprender con ella era algo que la emocionaba. Buscó con sus ojos los del chico para intentar transmitirle parte de lo que en ese momento sentía, pero le parecía que no era suficiente, así que inconscientemente fueron acercándose el uno al otro, ella incorporándose en la cama y el ayudándola cogiéndola por la cintura, y se unieron nuevamente en un beso.

Al principio era algo superficial, pero pasados unos minutos comenzó a aumentar de intensidad, hasta el punto en el que sus lenguas peleaban entre si por buscar un hueco en la boca del otro. No sabrían decir cuanto tiempo pasaron de esa manera, solo que pararon porque escucharon el ruido de la puerta de entrada al cerrarse y un “ya estamos de vuelta” de parte de Mebuki.

Al separarse aun se miraban a los ojos profundamente, acalorados, sonrojados y con la respiración agitada. Un fino hilo de saliva unió sus bocas unos instantes más antes de desaparecer por completo.

-Deberíamos...bajar...

-S...si, tengo que ayudar a mamá con la cena.


CONTINUARÁ...

El resto de la noche transcurrió de manera normal, excepto por alguna que otra miradita que se echaban Naruto y Sakura, que por suerte, ninguno de los mayores llegó a percibir.

Tampoco le comentaron nada al chico de que las dos mujeres serían a partir del día siguiente sus compañeras de entrenamiento, querían que fuese una sorpresa. A decir verdad las dos estaban muy emocionadas por comenzar a aprender el control del chakra, pero no sabían aún todo el trabajo que les quedaba por delante hasta poder convertirse en shinobis, y mucho más para poder llegar a obtener el título de ninja médico.

Cuando terminaron se fueron todos a dormir, pero Naruto fue a encontrarse con su maestro nocturno. Una vez llegó a la zona en la que practicaban empezaron como todos los días, un ataque detrás de otro sin explicaciones ni motivos, pero esa noche, después de haber fallado en su entrenamiento con Kakashi, el rubio no estaba de humor para aguantar esa práctica sin sentido. Así que cuando esquivó un último ataque se sentó en el suelo con las piernas y los brazos cruzados mirando desafiante al zorro, que al verle dejo de lanzar bolas de fuego.

-¿Que haces chico?.

-Estoy cansado de entrenar de esta manera, no tengo ningún objetivo y no se que quieres que haga, así que o me explicas de que va esto o no pienso entrenar más contigo. - de forma contundente y directa Naruto le dijo todo lo que pensaba a su biju.

-¿Estás enfadado?.

-Si, un poco.

-Bien, por fin consigo que te cabrees, estaba empezando a pensar que no lo iba a lograr nunca.

-¿Como?.

-Ahora si podremos empezar a entrenar como dios manda.

-No entiendo nada, ¿serías tan amable de explicarme de que va todo esto?.- dijo sarcástico el rubio.

-Esta bien, verás, cada naturaleza de chakra va unida a un sentimiento concreto que hace que tu sincronización con el elemento en cuestión sea más fuerte, en este caso el fuego va unido al sentimiento de la furia y la rabia, esa es una de las razones por las que era una de las naturalezas más frecuentes y fuertes en los Uchiha.

-¿Y para que necesitabas que yo estuviese enfadado?.

-Para que recuerdes ese sentimiento, si cada vez que realices una técnica de fuego piensas en el y lo interiorizas a la vez que atacas, no solo aumentará la fuerza del jutsu que estés haciendo, si no que disminuirá el consumo de chakra porque estarás alimentando el fuego con rabia y no con tu energía.

-¿Y no puede hacerse con un sentimiento que no sea la rabia, no me encuentro cómodo con el?.

-Si encuentras uno que te insufle más fuerza que ese si. Igual que cada persona tiene más afinidad con un chakra que con otro, los sentimientos están más unidos a un elemento que a otro, pero como sabes una persona puede manejar mas de un tipo de chakra y un elemento responder a mas de un sentimiento.

-Bien, creo que lo entiendo, pero ahora quería preguntarte una cosa sobre mi entrenamiento de esta tarde.

-Dime.

-Quería pedirte consejo sobre como llevar a cabo la técnica que estoy creando, me siento inútil cundo no puedo hacerlo, pero son demasiadas cosas en las que pensar como para hacerlas todas a la vez. Ya era suficientemente complicado unir el chakra de viento con el rasengan como para encima hacerlo en sentidos opuestos.

-Creo que tengo una idea, ¿porque no haces lo mismo que con el rasengan normal?.

-¿Que quieres decir?.

-Recuerdo que cuando empezaste a entrenar el rasengan con el pervertido como no podías insuflar chakra a la vez que lo hacías girar te ayudabas de un clon, haz lo mismo.

-No es mala idea, así puedo repartir las tareas. Gracias Kurama, ahora creo que me voy a dormir de verdad por una noche, hasta mañana.

Sin más el chico desapareció de delante del zorro yéndose por primera vez en unos cuantos días a dormir de verdad.

Se encontraba durmiendo plácidamente cuando de repente se encontró en un espacio oscuro, todo se parecía mucho a esos sueños extraños que había estado teniendo, pero había una diferencia, esta vez lo veía todo en primera persona y podía moverse con relativa libertad. Deambuló por ese espacio sin un rumbo durante un tiempo hasta que vio a lo lejos una luz que le llamó la atención. Se dirigió hacia allí y cuando estaba cerca pudo distinguir en el centro a un hombre, era algo más alto que el y solo podía verle  de espaldas, pero tenía el pelo rubio y su ropa tenía un característico color naranja que le resultaba muy familiar. Poco a poco ese sujeto se dio la vuelta y lo vio, era como mirarse en un espejo, se trataba de el mismo, pero parecía mayor y más curtido. Se miraron unos instantes hasta que el mayor habló por fin.

-Por fin he logrado que llegaras aquí.

-¿Quien eres?, y ¿porque te pareces tanto a mi? - preguntó el rubio.

-Me parezco a ti porque soy tu.

-¡¿Que?! - exclamó Naruto asustado por la respuesta – no puedes ser yo, eso es imposible, no puede haber dos Narutos.

-En eso tienes razón, y en cierto modo yo no existo.

-¿Como es eso?.

-Verás, yo soy tu pero de un momento del futuro que nunca llegará a ocurrir, tengo 20 años y viví una guerra.

-¿Una guerra contra quien? - nuestro joven rubio parecía empezar a confiar algo mas en su alter ego, si era quien decía sería inteligente escucharle, y si no, todo sería un simple sueño inofensivo, no perdía nada.

-Una guerra contra Madara Uchiha, el líder de Akatsuki.

-¿Y como es eso de un momento que no llegará a ocurrir?.

-Pues quiere decir que como la historia se ha modificado, ninguno de los sucesos que ocurrieron en mi vida llegará a acontecer y por lo tanto mi mera existencia aquí en este momento no llega a ir mucho más allá de una fantasía.

-¿Y como puedes estar aquí entonces?.

-Cuando acabó la guerra, creímos haber vencido a Madara, pero logró escapar para sin que nos diéramos cuenta, años después recibimos informes de que había sido visto por las inmediaciones del país del fuego cuando yo decidí ir a por el.


Se encontraba un Naruto mayor, vestido con un armadura Anbu, saltando entre las ramas de los arboles del país del fuego. Había sido enviado por la Hokage a una misión secreta, acabar de una vez por todas con Madara Uchiha.

Le habían mandado a el solo porque un mayor despliegue de shinobis hubiera causado curiosidad en la gente y se hubiera descubierto el motivo de la salida, y eso era algo que por el bien del mundo y de la paz que habían conseguido después de la guerra no se podían permitir.

Fue por eso, que le mandaron a él, Naruto Uzumaki, declarado como héroe de guerra, a una misión en solitario de la que todos estaban seguros que saldría victorioso.

Todo iba bien, estaba avanzando a buen ritmo y finalmente llegó al lugar donde los informadores decían haber divisado a su objetivo. Bajó sus niveles de chakra para ocultar su presencia y se adentró en las profundidades de una caverna que encontró en la zona y que consideró como lugar más probable para que alguien se escondiera.

Estuvo un rato deambulando por corredores y pasillos hasta que por fin llegó a una especie de cavidad interior sin techo, había algunos árboles, se podía ver el cielo, e incluso había algunas acumulaciones de agua,  sería un lugar precioso si no se hubiera encontrado en su centro la razón de su precipitada salida de la villa.

-Valla, valla, por fin has llegado Naruto. - dijo el Uchiha aplaudiendo burlonamente.

-Si, y esta vez no permitiré que te escapes.

-Puedes intentar venir a por mi si quieres, pero no vas a poder darme ni un solo golpe porque yo quiero pelear, solo voy a activar una técnica que me devolverá la gloria y con la que al fin podré llevar a cabo mi plan ojo de luna.

-¿No crees que estás hablando demasiado delante de tu enemigo?.

-No es necesario ocultarte nada porque cuando empiece mi jutsu quedarás atrapado en el y desaparecerás. Es más te voy a contar lo que quiero hacer.

Naruto se mantenía en posición de combate esperando a que su enemigo le diese los detalles de su plan para después derrotarle y en caso de que se volviera a escapar saber lo que tramaba.
-Bien, como no me atacas supongo que te interesa lo que voy a decir, mi plan consiste en volver al pasado y borrarte de la historia antes de que me derrotes, ¿no es brillante?.

-Eso no se puede hacer, estas loco – sin más se lanzo a por Madara que sin moverse solo pronuncio unas cortas palabras mientras ejecutaba unos sellos.

-¡Taimu toraberu no jutsu!

De repente una intensa luz inundó toda la estancia y cuando se disipó ninguno de los dos shinobis estaba allí.


-Cuando vi que Madara iniciaba su técnica no tuve tiempo de esquivarla y cuando reaparecí estaba en otro lugar y en otro tiempo, cuando yo.... es decir, tu aun eras un niño. Con el paso de los días, me fui encontrando cada vez más débil, y eso solo podía significar unas cosa, Madara estaba borrando mis actos futuros y por tanto mi existencia... tu futuro...

-¿Y que hiciste? - pregunto Naruto cada vez más intrigado por la historia.

-Decidí venir a Konoha a buscarte y sellé el chakra que me quedaba en tu cuerpo mientras dormías para poder decirte todo esto cuando te vieses influenciado por la técnica de Madara.

-Y todas las visiones que tenía mientras dormía... ¿eras tu?.

-Si, pero no eran visiones, eran mis recuerdos, tienes derecho a saber lo que pasó en realidad. No me queda demasiado tiempo para hablar así que no me interrumpas, te voy a contar toda la historia.

Y así el Naruto mayor le contó toda su historia al más joven, lo que ya sabía y lo que no. Cuando terminó su cuerpo poco a poco empezó a desaparecer, se le estaba agotando el chakra.

-Parece que mi tiempo aquí se agota, recuerda todo lo que te he dicho,díselo a Tsunade y a Jiraya, esta vez tendréis algo de ventaja sobre el enemigo.

-Bien.

-Y una última cosa, me temo que nuestro padre tiene algo que ver en la técnica de Madara, cuando la usó sentí algo muy parecido a cuando me movía con el hiraishin, investígalo... por los dos...

Sin poder decir ni media palabra más el alter ego de nuestro rubio desapareció, dejándole con una sensación bastante desagradable, no todos los días te ves desaparecer de la existencia a ti mismo después de todo.


CONTINUARÁ...