Protección {+13} {Chap 8 up! 17/09/2013}

-Tienes que ir ya a la Torre Hokage, Kakashi-sensei y Sakura han vuelto de Suna- el tono de voz que usó no le gustó en absoluto a Naruto, que sin esperar nada más salió corriendo al lugar mencionado, sintiéndose casi desesperado entró por la ventana al despacho.


-¡Sakur….!- inevitablemente se quedó mudo, su amiga estaba muy lastimada y su piel estaba inusualmente blanca, algo terrosa… juraría que en algunos lugares podía verle las venas a través de la misma, por la forma en la que estaba sentada, con la espalda recta en una posición que él conocía por experiencia propia sabía que tenía una venda en su abdomen, también tenía un parche en la mejilla, su codo derecho y rodilla izquierda con vendas también -¿Qué… te ha… pasado… Sakura-chan?- preguntó con un hilo de voz.

Ella no pudo mirarlo a los ojos, estaban rojos y faltos de su brillo inusual.


-¿Dónde está Kakashi-sensei?- preguntó con algo de pánico en su voz al notar la ausencia de su sensei.

Tsunade y Sakura bajaron sus rostros con algo de tristeza, el rubio sintió cómo el alma se le caía a los pies.


-¿Qué ha pasado?- volvió a preguntar, sintiendo como las fuerzas lo abandonaban.


-Cuando veníamos de regreso de la misión… todo ha salido mal- murmuró la pelirosa mientras sus ojos se volvían cristalinos por las lágrimas –Nos tendieron una emboscada…- su voz se volvía cada vez más aguda mientras intentaba evitar que le salieran sollozos –Yo… n..no fui lo suficientemente fuerte- ella apretó un puño con fuerza –Él… me protegió…- se mordió el labio tan fuerte que un pequeño hilo de sangre bajó lentamente por su mentón.


-Kakashi está en terapia intensiva, Naruto- habló la Hokage con voz y mirada seria –Pero hay algo que debes saber- el rubio no respondió, sus nudillos estaban blancos, la mandíbula fuertemente apretada y sus rubios y rebeldes cabellos le hacían sombra a sus ojos –Antes de que llegaras… le pregunté a Sakura si los había reconocido… y estaba a punto de decirme quién los había atacado.

El rubio pareció reaccionar ante esto y volteó a ver a su amiga que ahora se cubría la boca con una mano mirando fijamente el suelo.


-Sakura-chan- él se arrodilló frente a ella –Dime quién fue…- su voz sonó a súplica, ella negó con la cabeza –Por favor… Sakura- omitió el chan, eso provocó que ella le mirara a los ojos –Dímelo.


-No puedo Naruto…- volvió a bajar sus ojos con pesar.


-¿¡Qué dices!?- preguntó él algo molesto.


-¡Porque vas a matarlo!- exclamó ella levantándose de su asiento.


-¡Por supuesto que voy a hacerlo! ¡No perdonaré a nadie que le haga daño a mi sensei o a ti!- él sin notarlo empezó a elevar la voz, ella soltó una risa irónica que lo dejó sorprendido.


-Sí claro… Como cuando Gaara casi me mata ¿verdad?- le recriminó.


-¡Gaara sólo no podía controlar al Shukaku!- le dolió que usara aquello en su contra, pues secretamente era algo que sí tenía clavado en la conciencia.


-Sakura- intervino Tsunade –Dime quién fue, es una orden.
Ella apretó los puños, su cara se estaba poniendo roja ahora de la ira.


-No- fue su respuesta rotunda, un pesado silencio se instaló en el despacho, dos pares de ojos se encontraban fijos en otro sin dar tregua, y él finalmente lo entendió.


-Fue Sasuke… ¿no es así?- preguntó Naruto con voz grave y expresión seria.


-No dejaré que le hagas nada a Sasuke-kun- fue la respuesta de ella.


-Sakura-chan yo no…- intentó disculparse él.


-No digas nada…- ella lo miró, sus ojos ardiendo en algo que él no había visto en ella desde los primeros meses que fueron equipo… desprecio.


-Sakura, ¿estás traicionando Konoha?- preguntó Tsunade seria, la tensión era tanta que no era necesario ni un papel para rasgarlo, el rubio sintió como el aire se volvió pesado y le costaba respirar.


-¡Tsunade-obachan! No exagere…- intentó calmar las cosas, aquello no iba a parar bien si seguían por ese camino.


-¿¡QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ, INÚTIL!?- fue el grito que escapó de los labios de la pelirosa antes de darle una bofetada, el tiempo se congeló, no hubo otra forma de definirlo -¡DEJA DE HACERTE EL BUENO CONMIGO!- volvió a gritarle mientras volvían a resbalar lágrimas de sus ojos jade –SI REALMENTE ME QUISIERAS ME HUBIERAS TRAIDO A SASUKE-KUN DE VUELTA- y con esto se quebró, ríos de lágrimas brotaron de sus ojos.


-Perdóname… Sakura-chan- el rubio sintió un nudo en la garganta mientras su mundo se venía abajo… había sido demasiado débil para cumplir aquella promesa, no había cumplido… pero mientras estuviera vivo lo seguiría intentado.

Tsunade despachó a su discípula, enviándola al hospital en custodia de un ANBU para que sus heridas fueran tratadas, se vería obligada a presentarse a juicio y por mucho que Naruto peleó no logró hacerla cambiar de opinión.


-Ella incubrió a un traidor, Naruto- le había explicado.


-¡Sólo está protegiendo a la persona que ama!- había exclamado con desesperación.


-No es suficiente excusa, sigue siendo una kunoichi de esta aldea- la rubia negó con la cabeza y soltó un suspiro con cansancio –Le daremos caza…


-¿¡Qué!?- aquello era demasiado para él.


-Lo siento Naruto, pero no podemos permitir que Sasuke siga andando a sus anchas… debemos cazarlo y evitar que siga haciendo daño- habló Tsunade levantándose de su asiento.


-¡Lo estás condenando a muerte!- Naruto pegó su puño contra el escritorio.


-Te di tu oportunidad Naruto y fallaste, ya no puedo darte otra- aquellas duras palabras sólo lograron conseguirlo hundiendo, de sus ojos empezaron a brotar pequeñas lágrimas y sin decir nada más se fue azotando la puerta.

Caminó por las calles de la aldea sin ver nada en específico, las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta… Sasuke… aquello se había salido de control, no había logrado cumplir su promesa le había fallado a Tsunade, a sus amigos, a Konoha, a sí mismo… a Sakura.


.-*FlashBack


-¿¡QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ, INÚTIL!?- fue el grito que escapó de los labios de la pelirosa antes de darle una bofetada


.-*End FlashBack

Aquello había sido sin duda lo que más le había dolido, habría preferido mil veces que lo mandara volando al País del Viento de un golpe, jamás lo había llamado de esa forma tan seriamente, aunque de pequeños estaba seguro que lo consideraba un torpe, y de hecho se lo demostraba llamándole Naruto-baka… tal vez no habría madurado tanto como él llegó a creer, siempre terminaban dañando a las personas que quería, la muestra estaba ahí mismo.

Kakashi estaba en un estado tan crítico que difícilmente se recuperaría, su vida pendía de un delgado hilo.

Sakura aparte de estar gravemente lastimada iba a ir a juicio por traición, con un poco de suerte la exonerarían o por el contrario iría a prisión, tal vez llegaran a creer que estaba aliada con algún bando enemigo y la torturarían para sacarle información, aquello le dio escalofríos.

Y Sasuke, el que había provocado todo aquello, si llegaran a encontrarlo lo matarían, aunque no dudaba de su fuerza no lo había visto en más de tres años, no sabía si podría enfrentarse a un escuadrón ANBU y salir ileso, si llegaban a capturarlo y lo traían de vuelta a Konoha iría a juicio, sería tonto pensar que saldría bien parado de aquello, como mucho lograría que lo mantuvieran encerrado el resto de su vida o incluso podrían llegar a ejecutarlo…

¿Cómo es que su vida había pasado de ser tan emocionante y feliz, con su aprobación del examen escrito junto con la ayuda de la que hace poco le había llamado inútil, a una total miseria?

Tal vez Sakura tenía razón y sí era un inútil, pero ¿a quién engañaba? Él ya lo sabía, sólo había querido creer que podría cambiarlo con esfuerzo y dedicación, pero estaba claro que aquello no había servido de nada pues las cosas estaban yendo de mal a peor.

La luz del sol que se colaba por las ventanas lo hizo despertar, se sentía miserable, necesitaba descargar energías así que después de comer salió en dirección al campo de entrenamiento, se dio cuenta de que la noticia se había dispersado, pues al pasar mucha gente le veía con tristeza, otros con lástima, otros con desprecio, aquél sentimiento que por lo visto nunca dejaría de acompañarlo.

Molesto por la situación no hizo más que apurar el paso, chasqueando la lengua con irritación pateó una piedra el resto del camino tratando de distraerse, al llegar lo recibió una suave brisa, suspiró, se suponía que en una hora y media debía presentarse para la segunda parte del Examen Chuunin, ¿realmente quería hacerlo ahora que las cosas iban tan mal? Tal vez debería dejarlo para la próxima, no se veía capaz de afrontar aquello en ese momento.

Lamentó que Jiraiya se hubiera marchado, se sentía más sólo que nunca en los tres años que se había ido, la alegría de su regreso había quedado abruptamente en el olvido.


-Por fin has entendido que no sirves para nada- habló una voz entre los árboles, el chico sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, buscó el origen pero no lo encontraba -¿Te darás ya por vencido… usurutankochi?


-¡¿Sasuke?!- miró a todos lados sin lograr encontrarlo, hasta que él se dejó ver, botas ninja negras, una gabardina azul oscuro con el símbolo de su clan que ocultaba su vestimenta, su piel nívea resaltada por aquellos ojos y cabello negros, en su hombro izquierdo un bulto… una persona inconsciente.

El silencio se hizo entre ambos, el pelinegro lanzó el cuerpo al césped, era Kakashi, su rostro cubierto de sangre que provenía de la cuenca ahora vacía de su ojo izquierdo donde una vez había poseído el sharingan.


-He venido a recuperar aquello que sólo debe pertenecer a los Uchiha- habló como si nada, alzando la mano derecha, ensangrentada pero no de su propia sangre, al abrir el puño Naruto casi se fue en vómito al ver un ojo.

Aquellas eran demasiadas emociones en tan poco tiempo, no sabía qué sentir, qué hacer… se dio cuenta que había estado sosteniendo la respiración, sentía su cara fría y una gota de sudor le bajó por la sien.


-Teme…- apretó los dientes sintiendo su cuerpo rabiar -¿Qué hiciste?


-¿Vas a matarme?- el Uchiha sonrió con suficiencia, jugando con el ojo como si fuera una pequeña pelota –Espero que puedas darme mejor pelea que Hatake.


-¡¿Cómo te atreviste?!- se lanzó contra él, casi literalmente viendo rojo, estaba molesto, muy molesto, no estaba razonando así que a Sasuke se le hizo fácil evitar el golpe y lanzarlo lejos con una patada.


-Eso fue decepcionante, hasta Sakura fue mejor contrincante- se burló sin cambiar su gesto serio -¿Te rindes, teme?.


-¡Cállate!- espetó y volvió a ir contra él con kunai en mano, pero nuevamente el pelinegro lo evadió con suma facilidad haciendo molestar a Naruto cada vez más.


-No he venido a matarte teme, por lo menos no por ahora- su voz se mantenía neutra y calmada, al igual que todo él, Naruto por su parte tenía la respiración agitada por el cúmulo de emociones que llevaba encima.


-¿A qué has venido?- le preguntó el rubio sin apartar sus ojos de él.


-Eso no es asunto tuyo- por un momento el ojiazul pensó que tendría que sacarle la respuesta a la fuerza –Pero presiento que tendré que esperar un poco antes de que pueda lograr mi cometido, supongo podría contártelo- el Uchiha dio un salto yendo a parar a una roca que era dos palmos más alto que él y se sentó con tranquilidad.

El rubio sólo lo vio con desconfianza sin bajar su arma, aquello le daba mala espina.


-Vengo a eliminar todo rastro que pueda avergonzar el apellido Uchiha, Hatake Kakashi no porta el apellido- volvió a lanzar el ojo al aire –Y mi padre dejó un hijo bastardo en la aldea- Sasuke apretó la mandíbula.


-¿Qué dices?- preguntó Naruto con genuino interés olvidando por una fracción de segundos.


-¿¡Sasuke-kun!?- aquella voz… el rubio se volteó sorprendido, al igual que la expresión que la pelirosa tenía en sus ojos –N..Naruto…


-Sakura… la hija bastarda de Fugaku Uchiha- Sasuke guardó el ojo y se levantó, Naruto comprendió entonces lo que estaba a punto de suceder, pero aquello estaba siendo surrealista.


-¡Sakura-chan, vete ahora mismo!- le gritó.


-¿Qué?- la chica no entendía, y en un abrir y cerrar de ojos tenía a Sasuke tras de sí.


-Muere- murmuró el pelinegro.

El sonido metálico no se hizo esperar, la kunai del Uchiha chocó contra la del Uzumaki mientras un clon se llevaba en brazos a su compañera de equipo.


-Ríndete teme, no lograrás nunca nada, siempre estarás sólo- Sasuke sonrió con suficiencia.


-No sé quién eres DOBE- el cabello de Naruto le hacía sombra a sus ojos –Pero puede que tengas razón… puede que siempre esté sólo- impulsó con fuerza haciéndolo retroceder –Que nunca logre mis sueños- se lanzó nuevamente al ataque –Que sea un inútil- le lanzó una potente patada que lo mandó a volar unos cuantos metros atrás -¡Pero por eso tengo amigos que nunca me dejarán sólo!- le dio un puñetazo en la mejilla -¡Y perseverancia para alcanzar mis sueños!- le lanzó varios kunai que el Uchiha evitó con dificultad –Y aunque sea un inútil…- arriba de Sasuke estaba Naruto con un clon -¡Nunca me rendiré! RASENGAN.

Una gran explosión lo cegó por unos momentos, cuando abrió los ojos no cabía en sí de asombro, estaba con los aspirantes a chuunin, un grupo entre los que se encontraba Kurenai mantenían un sello, él no entendió, a su lado cayó un muchacho y la voz de Anko no se hizo esperar.


-¡Llévenselo! No pasó la prueba- y acto seguido un chuunin se acercó al gennin y se lo llevó.


-¡Naruto!- él reaccionó a su nombre, Shikamaru lo estaba llamando –Lo has logrado- le felicitó con una leve sonrisa.


-No entiendo nada- Naruto se rascó la nuca viendo a todos lados.


-Es una prueba en donde a los participantes se les somete a una ilusión para enfrentar sus temores- le dio una palmada en el brazo –Aquellos que se rinden caen desmayados, y los que no pues sólo despiertan- le explicó el Nara.


-Fue terrible- susurró el rubio.


-Pero lo lograste… ahora ve a la oficina de la Hokage, Sakura y Kakashi han vuelto- aquello fue un dejá vù para Naruto que sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

Trató de mantener la calma pero se fue sin despedirse, las manos le sudaban y temblaban ligeramente, tragó seco al estar subiendo las escaleras que lo llevarían al despacho, al entrar sólo pudo fijar sus orbes en la cabellera rosada frente a él, Sakura si bien tenía vendas el tono de su piel era el mismo de siempre, sólo unas pequeñas ojeras bajo sus ojos.


-Sakura-chan… estás bien- murmuró y la abrazó con fuerza soltando un suspiro de alivio.


-Naruto…- habló Sakura con un hilo de voz mientras sentía la sangre subir a su cara con violencia.


-¿Qué pasó?- le agarró el rostro como asegurándose de que esta vez fuera real -¿Y Kakashi-sensei?- de nuevo aquella horrible sensación.


-Lo he dejado en el hospital, ha usado mucho su sharingan y está muy debilitado- habló Gay esta vez haciendo que el ojiazul reparara en los demás, Gay, Neji, Ten-Ten y Lee estaban ahí, algo magullados pero nada grave.


-Akatsuki ha atacado en Suna- respondió Neji a su primera interrogante.


-¿Qué cosa?- Naruto abrió sus ojos y volvió a observar a su amiga.


-Siéntate, Naruto- le habló Tsunade al chico y este casi sin pensarlo le hizo caso –Sakura, cuéntanos qué ha pasado- habló con voz calma aunque autoritaria, sus manos cruzadas frente a su rostro estaban tensas.

Naruto miró con intensidad a su amiga y Sakura casi se sintió culpable, una tontería pues era ella la que estaba herida, procedió a contar con aparente calma los por mayores de lo que había sucedido en Suna omitiendo partes como el extraño cuento de la ahora difunta Chiyo-basama o la cena que tuvo con Gaara, notaba el aura de furia que emanaba Naruto al enterarse de que lo habían secuestrado y se tuvo que levantar para caminar de un lado a otro cuando contó que le habían extraído al Shukaku, ni qué decir cuando contó que había muerto en el proceso, juraría que su piel se había puesto tan blanca como la de ella, pero se sentó nuevamente con alivio al enterarse de que Chiyo lo había revivido aposta de su propia vida.


-¿Qué pasó con el otro Akatsuki?- preguntó Tsunade interesada, pues sólo le había contado que Kakashi se había encargado del que se llevó al Kazekage.


-Chiyo-basama y yo nos encargamos de él- respondió Sakura con algo de vergüenza al admitirlo.


-¿Venciste a un Akatsuki, Sakura-chan?- preguntó Naruto con sus ojos llenos de asombro y orgullo -¡Vaya, te dije que quería sentirme orgulloso de ti pero esto es demasiado!- le sonrió ampliamente a la chica y ella no pudo evitar devolverle el gesto.


-Tsunade-sama- llamó Neji acercándose al escritorio de la Hokage –El Kazekage-sama me ha pedido que le entregue esto- y le extendió a la rubia una carta.


-¿Qué es?- preguntó tomando la carta rápidamente para leerla y se asombró –Vaya, esto es inesperado.


-¿Qué pasa, Tsunade-obachan?- preguntó Naruto algo preocupado.

–Felicidades Sakura, acabas de ascender a Jounin- Tsunade le sonrió orgullosa.


-¿¡EEEEEEEH!?- exclamaron Sakura, Naruto, Ten-Ten, Lee y Gay.


-El Kazekage te ha mandado una carta de recomendación sugiriendo tu promoción, con esa victoria sobre un Akatsuki… ya tienes tus requisitos completos Sakura, hablaré con el consejo, no podrán oponerse ya- le explicó –Te avisaré cuando sean los ascensos.


-Jounin…- murmuró la pelirosa sin acabar de creérselo mientras una ligera sonrisa empezaba a formarse en sus labios.


-¡Sakura-chan felicidades!- Naruto la abrazó impulsivamente muy feliz -¡Vamos a ver a Kakashi-sensei para darle la noticia!- la tomó de la mano y se la llevó a rastras, ella todavía seguía en shock así que sólo se dejó hacer, por lo que apenas los que quedaron en la habitación pudieron escuchar un "Gracias Tsun…." Seguido del azote de la puerta.


-Ese Naruto no ha cambiado en nada- dijo Ten-Ten sonriendo a la puerta que acababa de cerrarse.




-¡Ah, cierto Sakura-chan!- Naruto chocó un puño contra su palma –Te debo una muy grande por ayudarme en la prueba escrita, pasé con una de las mejores notas- le comentó alegre –Y acabo de pasar la segunda.


-¿En serio?- ella le sonrió -¿Y de qué trataba?


-Una tontería sobre miedos- dijo el haciendo un leve puchero con la boca, una gota resbaló por la nuca de Sakura.


-No has cambiado nada- murmuró ella sin perder su sonrisa.


-¿Crees que soy un inútil?- preguntó de repente.


-¡Claro que no! Baka- le dio un leve zape en la nuca.


-¡Au! Eso dolió Sakura-chan- se quejó el rubio con lagrimitas en los ojos.


-Nena- se burló para luego dar una leve carcajada.

Pasaron por el hospital a darle la noticia a Kakashi, no pudieron quedarse mucho pues el peli-gris debía mantener reposo y no podía recibir visitas, salieron luego de alrededor de una hora y siguieron caminando uno al lado del otro en un silencio que por alguna razón Sakura sentía tenso, así que decidió romperlo.


-Me alegra mucho que hayas avanzado más Naruto, eso hay que celebrarlo- le sonrió la pelirosa que caminaba con los brazos hacia atrás cruzados -¿Te invito un ramen?


-No- le respondió sorprendiéndola un poco –Hoy te invito yo y tú me invitas cuando yo sea chuunin- le dijo con una nueva sonrisa, ella suspiró.


-¿Estás molesto verdad?- preguntó una vez que llegaron al parque deteniéndose, él se metió las manos en los bolsillos y vio hacia un lado –Naruto…


-¿Lo sabías?- preguntó el rubio –Sabías qué pasaba cuando te dijeron de la misión, ¿verdad?


-No exactamente- admitió ella sentándose en una banca –Pero sí tenía una idea de que era algo más o menos grande.


-¿Por qué no me lo dijiste?- preguntó él sentándose a su lado, ella empezó a sentirse algo culpable nuevamente y se quitó el parche de su mejilla.


-Esa vez… antes de que Sasuke se fuera… ¿Itachi Uchiha fue el que vino verdad? ¿Vino por ti?- ahora era Naruto el que se quedó sin palabras, viendo como ella aflojaba los vendajes de su rodilla –No quería que estuvieras en peligro- susurró.


-¡¿Pero qué tonterías estás diciendo, Sakura-chan?!- exclamó el rubio algo frustrado tomándola por los brazos zarandeándola levemente –Si algo te hubiera pasado yo… yo…- se quedó en silencio viéndola fijamente a los orbes jade que lo observaban con atención –Me habría vuelto loco… Sakura-chan- terminó de decir en un susurro.


-Es lo mismo que yo siento, Naruto- le dijo ella sin apartar la conexión visual que mantenían –No quiero perderte…- aquello fue a penas un susurro que provocó que Naruto la observara con asombro –No me mires así, Naruto-baka- dijo sonrojándose mientras hacía un pequeño puchero y se alejaba un poco… demasiada cercanía para su bienestar emocional que había decidido que aquel momento era el mejor para hacer una revolución hormonal en su interior… Maldita adolescencia…


-Sakura-chan… yo tampoco quiero perderte- él la observó con mucho cariño y una sonrisa en su rostro y el rubor en las mejillas de la pelirosa aumentó (si es que eso era posible).


-¿Entonces qué? ¿Me vas a invitar ese ramen o me puedo ir a mi casa?- dijo la chica para salir de aquel momento que se le estaba antojando demasiado revelador.


-¡Vamos a Ichiraku!- exclamó Naruto con una gran sonrisa tomando su mano para empezar a caminar