Road To Ninja - Capítulo Final

Naruto y Menma estaban inconscientes en el hospital de Konoha. Entre las dos chicas les habían hecho los primeros auxilios y habían vuelto a Konoha. Obviamente Tsunade les había echado la bronca, sobre todo a la Sakura que si era su alumna.

En realidad si habían escogido el valle del fin para luchar era porque era tierra de nadie y no pertenecía a ningún país. Nadie reclamaría a nadie por su destrucción, más bien nadie podría reclamar a nadie.

Al cabo de unas cuantas horas los chicos acabaron por despertarse. Sin duda tenían un gran aguante, ser Uzumaki tenía sus ventajas por supuesto.

El resto del día se quedaron los cuatro juntos, fueron primero a comer pero esta vez las Sakuras les obligaron a ir a un sitio que no fuese Ichiraku. Después pasaron la noche como el primer día. Naruto y Menma durmieron en la única habitación solitaria del piso de Naruto.

Y las dos chicas durmieron en la casa de la pelirrosa y sus padres. Aunque esta vez durmieron juntas y recogieron bien el cuarto de invitados antes de que llegasen Kizashi y Mebuki.

Escondieron todos los rastros que pudieran haber dejado Naruto y Menma como algo de ropa o el desorden en general. Sakura tenía muchas cosas que contarles a sus padres. Bueno, solo una. Pero prefería hacerlo con calma más adelante.

La noche terminó fugazmente. Todos habían tenido ya sus combates. Todos habrían deseado ganar, pero por alguna extraña razón el empate les había dejado un buen sabor de boca. Pero un nuevo dia llegó a Konoha y tocaba hacer algo importante hoy.

Naruto, Menma y las dos Sakuras estaban en el despacho de la Hokage. También estaban los dos Sasuke. Uno de ellos porque aquello le interesaba, y el otro por petición personal de Naruto.

- ¡Kuchiyose no Jutsu! - Dijo Naruto invocando un pequeño sapo.
- ¡¡Hola Naruto-Chan!! - Dijo feliz el sapo.
- Hola Gamachi. - Dijo Naruto sonriendo.

El pequeño sapo ya sabía por qué estaba allí así que creció bastante hasta convertirse en un sapo bastante grande que soltó de su boca a Kabuto Yakushi, que estaba rodeado por un Mokuton que lo apresaba. En el mismo estado en el que lo dejo la Jounin, solo que ahora estaba despierto.

Intentó forcejear un poco sin embargo fue rápidamente desmayado de nuevo por un puñetazo de Menma en todo el pecho utilizando toda su fuerza, su brutal fuerza que ahora era aún mayor.

- “Eso ha sonado a varios órganos destrozados.” - Pensó Tsunade sorprendida.
- ¿Qué tengo que buscar exactamente? - Preguntó el Uchiha acercándose a Kabuto que estaba en el suelo tirado.
- Hace 33 días. En Sunagakure cuando nos encontramos con él en la habitación esférica. - Dijo Sakura recordando.

Sasuke suspiró algo cansado y se acuclilló enfrente de Kabuto mientras sus ojos negros empezaban a cambiar. Primero se dibujaron tres aspas negras sobre un ojo rojo.

- “Tres aspas…” - Dijo el Uchiha del mundo de Menma medio sorprendido.

De repente los ojos de Sasuke cambiaron hasta dejar ver el imponente Mangekyo Sharingan Eterno. El penúltimo paso que separaba a los Uchiha del primer hijo de Rikudou Sennin, su antepasado.

- ¡¡¿¿Qué diablos??!! - Preguntó asombrado el Uchiha del Sharingan de dos aspas.

Sasuke puso sus dedos sobre uno de los ojos de Kabuto y zarandeándolo un poco lo despertó, aunque estaba tan adormitado que no podía hacer nada. Lo miró a los ojos y la cabeza de Kabuto empezó a dar vueltas mientras el Uchiha hurgaba en su mente con tan solo el contacto visual.

- Ya está… - Dijo Sasuke mirando a la Hokage.
- ¿Y bien? - Preguntó Naruto curioso.
- Es… algo largo de explicar. Y no creo que puedas comprenderlo si lograse explicártelo. - Dijo Sasuke enfureciendo a Naruto.
- Idiota… - Dijo Naruto cruzado de brazos.
- ¿Pero sabrías hacerlo funcionar? - Pregunto la Jounin hablando por primera vez con el Uchiha del mundo de Naruto.
- Si… creo que sí. - Dijo Sasuke devolviéndole la mirada.
- Entonces… creo que lo mejor será que vayáis los seis. - Dijo la Hokage.
- ¿Puedo negarme? - Preguntó Sasuke mirando a su Hokage.
- Es una misión Sasuke. - Dijo ella rápidamente.
- Entendido. - Dijo el chico algo fastidiado.
- Entonces deberíamos partir ya. - Dijo Menma
- Si, ya llevamos tres días de retraso en nuestra misión de recuperar a Sasuke. - Dijo la Jounin. - Espero que no se hayan preocupado mucho. - Añadió después.
- Bueno… si las cosas no son muy diferentes a las de aquí… ya estarán preparando los equipos de rescate… ¿No Tsunade-Sama? - Preguntó Shizune haciendo sonrojar a Tsunade un poco por la vergüenza.
- Nunca hicimos eso… - Dijo Tsunade mirando por la ventana.

Naruto, Menma, las Sakuras y los Sasukes partieron en un extraño grupo de viaje. Naruto estaba casi todo el rato con Sakura. Menma casi todo el rato con la Jounin. Un Uchiha era un antisocial y el otro estaba siendo marginado por todos, un grupo bien raro.

Pasaron los tres días de viaje y llegaron al lugar que ya era conocido por cuatro de los seis. Sasuke solo la había visto en la memoria de Kabuto y el otro estaba desmayado cuando pasó por allí.

Caminaron por el puente hasta el círculo con el altar en el centro con una pequeña esfera de piedra. Los chicos la rodearon dejando al Uchiha delante.

Sasuke resopló y coloco una mano sobre la piedra. Luego con la mano izquierda hizo medio sello concentrando un poco su Chakra, haber copiado los movimientos de Kabuto era muy útil.

Cuando concentró su Chakra la piedra hizo el ruido de un chasquido y la piedra empezó a girar. En realidad solo se veía la mitad de una esfera ya que estaba encima de una losa de piedra rectangular. Todos esperaban que fuese una esfera entera, o eso parecía ya que en realidad solo era la mitad y cuando acabó de girar pudo verse un extraño mecanismo.

Eran veinte pequeñas barras horizontales cruzadas con otras veinte en vertical. Luego en cada barra había dos pequeños circulitos de piedra que estaban sujetos con las barras. Ósea en total había 80 circulitos de esos que podían colocarse en cualquier lugar de las barras.

- Son como unas coordenadas. - Dijo Sasuke moviendo los círculos entre las barras.
- ¿Quién… construiría esto? No lo habíamos pensado… - Dijo Naruto mirando a las chicas.
- Ni idea… - Contestó la Chunnin mirando al chico.
- Pero… - Dijo la Jounin algo asustada. - Lo que es más importante… cuantas… ¿Cuántas combinaciones hay? - Preguntó señalando el mecanismo.
- Miles… - Dijo Sasuke mirando a la chica.
- Miles… de mundos… - Dijo Naruto pensando, nunca se había parado a pensar si habría más.
- Ya está… - Dijo Sasuke ajustando el último círculo.

Los chicos, sobre todo los cuatro que habían congeniado más, se miraron unos segundos en silencio.

- Lo bueno… es que podremos visitarnos. - Dijo Naruto feliz.
- Naruto… - Dijo Sasuke algo serio pero mirando a su antiguo amigo.
- Dime. - Dijo Naruto extrañado.
- Por lo que leí en la mente de Kabuto… este… este lugar está conectado… a la energía natural del mundo. La utiliza como nosotros usamos el Chakra para funcionar. - Dijo Sasuke serio.
- Pa… me dijo que si el mundo se quedase sin energía natural… se destruiría. - Dijo Naruto recordando.
- Lo mismo me dijeron en el Shikkotsurin. - Añadió la Jounin.
- Abusar de este lugar… significaría… - Dijo la Chunnin triste.
- Que el mundo se destruiría. - Contestó Menma por ella.
- No podremos… volver a vernos. - Dijo la pelirrosa de la larga coleta mirando a los ojos a Sakura y luego a Naruto.

CONTINUARA…

Los cuatro chicos estuvieron un buen rato en silencio mirándose. Los dos Uchihas estaban respetando su silencio ya que podían entender que lo necesitaban.

- Yo… - Dijo Naruto antes de ser cortado.

La pelirrosa del pelo corto dio unos cuantos pasos hacia adelante y se aferró con fuerza al cuerpo de su Alter Ego. De la chica que en solo un mes se había convertido en una de las mejores amigas que había tenido nunca.

La Jounin al principio se extrañó bastante pero obviamente al poco correspondió el abrazo apretando con fuerza el cuerpo de la Chunin contra el suyo.

- “Que sexy.” - Pensó el Sasuke del mundo de Menma.
- Gracias. - Dijo la Chunnin sorprendiendo a todos.

Todo el mundo se esperaba algo triste sin embargo la Chunnin estaba sonriendo, aunque lloraba a la vez. Se separó un poco de ella y después le dio un beso en la frente.

- Gracias por todo lo que has hecho por mí. - Dijo después cerrando los ojos feliz.
- Gracias a ti también Sakura… por todo de verdad. - Contestó la pelirrosa.
- Me alegro mucho… de haberte conocido. - Dijo muy triste la Chunnin.
- Y yo también Sakura… de verdad. - Respondió la Jounin mientras cerraba sus ojos y unas lágrimas salían de ellos.

Las dos chicas se volvieron a dar un abrazo y después se separaron. Movida por el emotivo abrazo de la Chunnin, la Jounin dio unos cuantos pasos y abrazó con fuerza a Naruto que estaba llorando como un bebe ante la situación.

- Gracias Naruto… tú… me hiciste el mejor regalo del mundo. - Dijo Sakura pensando en Menma.
- Gracias a ti también. - Dijo triste Naruto como podía mientras miles de lágrimas salían de su rostro.

La pelirrosa del pelo corto se acercó llorosa a Menma que estaba bastante serio. El chico dio un pequeño suspiro y tendió su mano a Sakura. Pero ella abrió sus brazos mientras lo miraba triste.

Menma dio una pequeña sonrisa. La primera que regalaba a alguien que no fuese su Jounin. Y tras suspirar se acercó a la chica y la abrazó.

- Gracias por salvar mi vida. - Dijo Menma serio pero en realidad triste.
- Gracias por hacerme ver que yo también era fuerte. Y por todo lo demás. - Dijo la Chunnin triste.

Menma se separó de Sakura rápidamente. Ya mucho tiempo había estado abrazándola pensaba él. Cuando lo hizo Naruto se había separado también de la Jounin y se acercó a Menma.

- Me niego… a ti no te abrazaré. - Dijo Menma haciendo reír a todos.
- Pues dame la mano al menos. - Dijo Naruto extendiendo su brazo.

Más rápido de lo que todos esperaban el Uzumaki agarró con fuerza la mano del rubio en un apretón bastante intenso que ninguno de los dos quiso aflojar.

- No ha estado mal… haberte conocido. - Viniendo de Menma era un cumplido gigantesco.
- Pues yo estoy muy feliz de ello. - Dijo Naruto sonriendo.

Los chicos se separaron. Estaban profundamente tristes pero por algún motivo, también estaban contentos. Al recordar todo lo bueno que habían vivido. Luego todos se quedaron mirando al Uchiha.

- Para activarlo… hay que hacer fluir la energía natural por el mecanismo. - Respondió el Uchiha sabiendo que querían.
- Eso puedo hacerlo yo. - Dijo la Jounin mirándoles a todos.

Se quedaron un segundo más en silencio. Costaba hablar en aquella situación. Aunque ya empezaba a hacerse algo pesado a los Uchihas, eso se notó cuando Sasuke empezó a salir de la habitación.

- Debéis salir… o si no… estaremos en las mismas. - Dijo la Jounin tratando de contener las lágrimas.

Naruto y Sakura asintieron y se dieron la vuelta empezando a recorrer el puente que unía la entrada con el altar con la esfera.

- Naruto, Sakura. - Dijo la Jounin.

Los dos se giraron un momento y se pudo ver como al darse la vuelta habían empezado a llorar. Pero ahora intentaban aguantarlo al mirar a los chicos.

- Nunca os olvidare… jamás. - Dijo la chica.
- NI nosotros. - Dijo rápidamente Naruto.
- Jamás. - Añadió la Chunnin médica.

Menma asintió con la cabeza mostrando que sentía lo mismo. Naruto agarró la mano de Sakura buscando apoyarla y sentirse apoyado. Y juntos comenzaron a salir de allí.

Sakura, la Jounin, se colocó sus manos prácticamente tocando el mecanismo del interior de la esfera de piedra mientras intentaba sentir la energía natural de la zona.

Cuando vio que los tres chicos ya habían salido de la habitación apoyó sus manos del todo contra el mecanismo. Naruto, Sakura y Sasuke no habían cerrado la puerta ya que con estar fuera valía.

El interior de la esfera de piedra empezó a brillar a la vez que todos los símbolos que rodeaban las paredes también brillaron con la misma luz. Además la del altar cada vez se hacía más grande.

- Adiós… - Susurró la Jounin sintiéndose culpable ya que era ella quien lo había activado.

La luz ya había rodeado a Menma y Sakura y prácticamente no se les veía. Por instinto Naruto puso un pie dentro de la habitación pero fue echado para atrás por Sasuke que lo había agarrado por el pecho.

Naruto miró al Uchiha y este le negó con la cabeza. En realidad el moreno tenía razón eso no se lo iba a discutir el rubio. La luz terminó por rodearlo todo y justo en el momento que alcanzo las paredes de la sala desapareció de repente. Y dentro ya no había nadie.


EPILOGO - Un Nuevo Horizonte

Menma, la Jounin y el Uchiha habían sido rodeados por la luz y no podían ver nada. Pero cuando se esfumó todo parecía estar en normalidad, pero los demás ya no estaban allí.

- ¿Estamos en casa? - Preguntó Sasuke mirando a los dos.

Menma asintió con la cabeza sin decir nada. La Jounin estaba increíblemente triste en realidad pero era su forma de ser no conocer la manera de derrumbarse. Menma la conocía muy bien y no necesitaba verla llorar para saberlo.

El Uchiha comenzó a caminar por el puente y cuando había salido de la puerta Menma la cogió de un hombro y cuando se giró para mirarla la abrazó con fuerza. Ella se sintió bastante comprendida y confortada.

- Si no fuese por ellos no te tendría a ti. - Dijo Sakura apretándolo con fuerza.
- Lo se… es algo que no olvidaré nunca. - Dijo Menma separándose y mirando a los ojos verdes de la pelirrosa.
- Eso podrías habérselo dicho. - Dijo haciendo sonreír un poco al moreno.
- Claro… y luego si te parece les digo que les quiero. - Dijo el chico cogiendo su mano y empezando a caminar.

Los dos salieron de la cueva y Sasuke estaba en la arena del desierto de Suna esperándolos. Tres días les esperaban de viajes, tres días con el Uchiha. La piel se les ponía de gallina al pensarlo.

- Eh chicos. - Dijo el Uchiha mirando a los dos.
- ¿Qué? - Preguntó algo tajante la chica.
- Cuando regresemos a Konoha… ¿Me ayudareis a entrenar? - Preguntó el Uchiha muy serio mirando a sus compañeros de grupo. A la vez que recordaba los ojos de su Alter Ego.
- ¿Tu has dicho eso? - Preguntó Sakura extrañada.
- Yo también quiero hacerme fuerte… - Respondió el Uchiha.

Menma y Sakura se sorprendieron un poco pero a la vez se alegraron al escuchar aquello. Dieron unos cuantos pasos hacia adelante y colocaron cada uno una mano en un hombro de Sasuke.

- Me alegro… era un incordio tener un inútil como compañero. - Dijo Menma haciendo rabiar un poco al Uchiha.
- Eso si… será un entrenamiento muy duro. - Dijo Sakura recalcando la última parte.

Los tres volvieron a Konoha donde se enfrentaban a diversos retos. Como hacer de Sasuke un ninja bueno, el reto de Sakura de convertirse en una gran Hokage y el de Menma para conseguir que los demás no le afectasen para poder vivir feliz junto a las personas que le importaban.

Sin duda sus vidas habían cambiado mucho gracias a tan solo dos idiotas que habían “invadido” su mundo hacia solo un mes.

- Gracias Naruto… gracias Sakura. - Pensaron ambos mientras volvían a Konoha.


Sasuke fue el primero en salir de la cueva dejando solos a la pareja que se habían quedado mirando el vacío de la habitación. Naruto agacho la cabeza pero Sakura puso una mano en su hombro.

Naruto la miró y al momento ella se abrazó a su cuerpo. Ahora ya no tenía ningún tipo de miedo o duda sobre sus sentimientos y jamás dejaría de quererle. Y por supuesto lo abrazaría millones de veces más a lo largo de su vida junto a él. Separaron sus rostros unos centímetros y después se besaron.

- Siento haber necesitado su ayuda para saber que sentía. - Dijo Sakura mirando los ojos azules de Naruto.
- Anda ya… no digas eso. - Dijo Naruto sonriendo. - A mí no me importa en absoluto el cómo, el cuándo ni el por qué… solo… me importa que haya pasado. - Dijo Naruto haciendo sonreír a la pelirrosa.

Se cogieron de la mano y empezaron a caminar muy lentamente hacia la salida. No tenían mucha prisa, que Sasuke les esperase fuera.

- Se me va a hacer raro estar sin ellos. - Dijo Sakura mirando la oscuridad de la cueva.
- Ya, a mí también. Pero… quiero pensar en todas las cosas buenas que hemos vivido… y en todo lo que nos han ayudado. - Dijo Naruto sonriendo.
- Si, yo… solo pienso recordar eso. - Contestó ella apretando su mano.

Continuaron caminando hacia fuera tratando de que la tristeza no les invadiese. Les habían tomado demasiado cariño en tan solo un mes, aunque era algo lógico después de todo lo que había pasado.

Al salir fuera se encontraron con el sol que brillaba intensamente sobre el desierto de Suna. El Uchiha les estaba esperando mirando dirección a Konoha.

- Si no fuese por ella… no puedo evitar pensar en cuanto tiempo más te habría hecho sufrir… - Dijo la pelirrosa triste mirando a su novio.
- ¿Sufrir? Es curioso pero todo lo bueno que ha pasado ha hecho que ya me haya olvidado de aquello… como si mi mente solo se acordase de las cosas buenas. - Dijo Naruto cogiéndola por los hombros.
- Eres un idiota… pero te quiero. - Dijo Sakura sonriendo y mirando sus ojos.
- Oh vamos… ¿Estaréis así tres días? - Preguntó Sasuke mirándolos.
- Vamos… seguro que si Karin estuviese aquí sería peor. - Dijo Naruto haciendo que Sasuke se quedase en blanco.
- Eso… no sé por qué dices eso. - Dijo el chico algo nervioso.
- ¿Has visto su reacción? - Preguntó Naruto a Sakura.
- Si… Suigetsu no nos engañó. - Contestó ella sonriendo.
- ¿Suigetsu? - Preguntó Sasuke extrañado.
- Él nos contó que si volviste a Konoha fue porque ella te lo pidió. Al principio no nos lo creímos pero ahora ya vemos que sí. - Dijo Sakura riendo.
- ¿Nos dirás como ocurrió? - Preguntó Naruto con curiosidad.
- No… es una historia muy larga. - Dijo Sasuke.

Los dos se colocaron al lado de Sasuke y comenzaron a volver rumbo a Konoha.

- Tenemos tres días. - Dijo Naruto.
- Es que es increíblemente larga. - Dijo Sasuke mirando hacia otro lado.
- Bah, déjalo Naruto… siempre será un soso... eso ni el amor lo cambiara. - Dijo Sakura haciendo reír al rubio.

Sasuke estaba bastante abochornado, no le gustaba en absoluto hablar de ello. Pero por respeto a Karin y a sus sentimientos no se atrevería a negarlo. Su silencio fue la confirmación necesaria.

Y ahora el equipo 7 se había reunido de nuevo. Y realmente sería un grupo difícil de detener, probablemente el mejor equipo de Konoha. Y ahora todos se enfrentaban a nuevos desafíos, aunque con optimismo.

Sasuke tenía que aprender a no ser tan soso y abrirse más a los demás, aunque junto a Karin todo aquello llegará solo. Sakura tenía mucho entrenamiento por delante, pero sabía cuál era su meta. Naruto tenía que terminar de convertirse en un digno Hokage, algo tendría que estudiar probablemente para ello, pero no se rendiría nunca ante su meta.

Las vidas de Naruto y Sakura habían cambiado en realidad bastante. Sobre todo su manera de ver ciertos aspectos sobre su pasado y sobre su futuro. Naruto tenía una barrera en su interior que le impedía aceptar ser Hokage. Y era todo el odio que había sentido por Konoha en su pasado. Sin embargo conocer a Menma le había hecho comprender que era lo más normal del mundo. Y que incluso él se lo tomó con mejor entereza de lo que lo podría haber hecho.

Ahora Sakura había decidido no estancarse como Kunoichi y su atormentado y huracanado corazón que le impedía ser feliz ahora reposaba calma colmándola de una indescriptible sensación de felicidad y bienestar. Todo había mejorado.

- Gracias Menma… Gracias Sakura. - Pensaron Naruto y la pelirrosa a la vez.