A centímetros de la desolación (3/3) [TP] 6/7/14

La cuarta guerra terminó, Madara fue derrotado tras grandes esfuerzos y la paz se hizo presente en el mundo Shinobi.
Todas las aldeas firmaron un tratado de paz, por lo que no había que preocuparse por futuros conflictos, tan solo de posibles insurrectos que siguiesen la voluntad de Madara.
En Konoha las cosas volvieron a su normalidad. Sasuke y Orochimaru fueron bien recibidos a la aldea, ya que colaboraron a favor de la alianza en la guerra siendo decisivos en el triunfo.
El equipo siete volvió a sus andadas, pero las cosas cambiaron tras la guerra, los sentimientos cambiaron, y con el tiempo, las hormonas dejaron su masiva producción, por lo que Sakura ya no perseguía enfáticamente a Sasuke, de hecho parecía que hubiese perdido el interés en él.
Sasuke y Naruto volvieron a tratarse, casi podría decirse como hermanos, y ambos entrenaban arduamente y charlaban largo tiempo. La maldad parecía haberse esfumado del Uchiha.
La verdad sobre Itachi y la masacre fue develada, convirtiéndose en un shinobi muy admirado, no solo en Konoha, sino en el resto del mundo. Es el modelo a seguir por todos los ANBU: Darlo todo por la aldea y su gente.
Sakura seguía en el hospital, perfeccionando sus habilidades.
Naruto ya era héroe de Konoha, pero ahora la admiración hacia él era mayor. Dedicaba su tiempo en ayudar a la niñez y a la juventud en sus habilidades ninja y también pasaba largo tiempo con su amigo Kurama.
Sasuke siguió siendo la locura de muchas jovencitas, y más ahora. Se le persistía en que debía refundar su clan, pero él está más ocupado en otras cosas. Su carácter cambió un poco, ya no es tan frío como antes.

CAPITULO 1: EL INICIO DE LA FATALIDAD PROSPERA
Ya estaban por realizarse los cambios de turno en el hospital de Konoha, cuando de pronto se escuchó una discusión
— ¡Si me quiero quedar es problema mío! — Gritaba Sakura
— ¡Tienes que volver a tu casa, trabajar así te va a dañar! — Respondía Tsunade
— ¡Me da igual!
— ¿Cómo que te da igual?
— ¡No me importa, hay mucho trabajo para hacer, tengo que quedarme!
— ¡Y hay mucha gente que necesita trabajar, no seas egoísta!
—Pero…
— ¡NADA DE PEROS! ¡Te vas a tu casa o no trabajas en un mes!
La cara se Sakura reflejaba un desagrado absoluto.
—Como quieras… —Dijo de mala manera.
Acto seguido se despidió de un portazo, asustando a medio hospital.
—Esto está mal, no puede seguir así —Se dijo Tsunade— terminará siendo una egoísta malhumorada.

La pelirrosa se disponía a volver caminando a su casa, cuando de repente un grito llamó su atención.
—¡¡¡Sakuraaaaa!!!
Cuando se giró a ver quién era, se encontró con su amiga Ino.
— ¿Qué quieres pesada? —Aún seguía su enojo.
—No se te pasa, ¿eh?, el hospital entero te habrá escuchado gritando.
— ¿Vienes a sermonearme?
—No, gruñona, venía a hacerte compañía, no es bueno estar en soledad tras una discusión.
—Como quieras—Ya se había tranquilizado. —Vamos.
Pasaron el tiempo charlando de cosas banales, hasta que a Ino se le dio por hablar de cierta persona.
—Oye Sakura… ¿Qué hay de Sasuke? Es decir, ¿le propusiste algo, como salir a cenar o algo así?
—No, ni me interesa —Dijo friamente. —Durante la guerra cambié de parecer, y tras ver la cantidad de personas que mueren por la ineficacia de los ninjas médicos, solo tengo en mente formar médicos disciplinados que sepan hacer bien su oficio, hasta en las situaciones más extremas.
La cara de Ino no ocultaba ni un atisbo de sorpresa ante la respuesta de su amiga.
— ¿Entonces no te molestará que yo lo invite a mi casa a cenar? — Pregunto pícaramente.
—No, para nada, haz lo que quieras— Respondió secamente.
— ¿No te interesa ningún chico?
—Estoy muy ocupada como para eso. Si vas a seguir preguntando esa clase de cosas, vas a perder el tiempo, no hay nadie que me interese.
En ese momento se cruzaron con Sasuke y Naruto que andaban charlando alegremente, algo extraño en Sasuke ya que siempre se lo veía serio. Ino fue quien les llamó la atención, pues no se habían dado cuenta de la presencia de las chicas.
— ¡Hola Naruto, hola Sasuke! — Dijo la rubia risueñamente.
Los aludidos se dieron vuelta buscando de donde provenía el llamado hasta que vieron a Ino saltando y a Sakura tratando de parar a su amiga.
—Hola, ¿cómo están? — Preguntó Naruto mientras se acercaba.
Sasuke se limitó a saludar con la mano.
— ¿Podemos hablar un momento? —Preguntó Ino.
—Por supuesto, ¿qué necesitas? —Dijo Naruto.
—A ti no, al mudo que tienes al lado.
Esto último sorprendió a todos, Sasuke levanto una ceja dando a entender que no se esperaba que lo necesitasen.
—Venga, te necesito para una cosa muy importante, vamos allá —Dijo seriamente.
Sasuke se limitó a seguir a Ino hasta uno de los bancos que estaban en la reciente plaza Kurama, en honor al kyubi ya no visto como una bestia, sino como un ‘espíritu’ protector de la aldea.
Naruto y Sakura quedaron solos hablando alegremente. En el rostro de Naruto se pudo ver una gran sonrisa, no sólo por estar junto a su amiga, la que lo acompañó en esos arduos momentos de la guerra, sino por ver que la aldea supo reconocer a su amigo, quien sufrió durante tanto tiempo el ser odiado por tanta gente, y por ser visto como un arma por otras tantas.
—Saca esa cara de tonto —Dijo Sakura, obligando a Naruto a volver a la realidad.
—Estas muy linda hoy, Sakura-chan —Respondió el rubio ignorando la ofensa.
—Gra-gracias —Dijo sonrojada, pero no molesta. Tras la discusión en el hospital escuchar un halago no venía mal.
Siguieron hablando, mientras tanto, a unos metros se los veían a Sasuke e Ino charlando.
—En síntesis quieres que averigüe quien es importante en la vida de Sakura —Dijo Sasuke.
—Exacto.
—Me gustaría saber algo.
— ¿Qué cosa Sasuke?
— ¿Por qué tengo que hacerlo yo? Es decir, se lleva mejor con Nauto que conmigo, sería más fácil que el le sacase la información.
—Tengo mis sospechas sobre quién le importa, por eso necesito que tu lo hagas, ya que creo…
—Que Naruto es quien le importa.
Ino se sorprendió un poco, era lo que iba a decir.
—Exacto —Asintió Ino
Sasuke sonrió mirando al cielo y acto seguido se sentó en el banco junto a Ino.
—Que vueltas que da la vida —Refelxionó Sasuke. Ino se limitó a asentir. —Míranos ahora, por fin se respira paz, sé la verdad sobre mi hermano y de a poco la gente me va aceptando.
—En fin, ¿aceptas? —Pregunto Ino, pareciendo haber ignorado completamente a Sasuke.
—Sí —Dijo mientras se levantaba. —Aunque voy a tener que ser ‘un poco’ cruel —Murmuró, por lo que no llegó a los oídos de Ino.
— ¡Gracias Sasuke! Y no vayas a querer aprovecharte de mí diciendo que te debo un favor —Dijo pícaramente. —Esto lo haces por tus amigos.
—No me interesas —Respondió fríamente.
La cara de Ino era un poema.  Por lo menos podría responder de una forma menos seca, o tomárselo con un poco de humor.
— ¡NARUTO! ¡VEN AQUÍ! —Gritó Sasuke, asustando a toda la gente que estaba en la plaza.
Naruto estaba en el suelo encima de Sakura, producto del susto que se habían dado. Cuando Sakura fue consciente de que tenía encima a Naruto no le dijo nada, simplemente lo apartó de una patada, que lo mando unos tres metros lejos de ella.
— ¡ERES UN PEREVERTIDO QUERIAS APROVECHARTE DE MI EN EL SUELO! —Gritó Sakura enojada.
—N-no es lo que tú piensas, solo es que...
—Déjalo, no arreglarás nada —Interrumpió Sakura. —Ya me dijo Tsunade que me cuidara del alumno del más pervertido de los Sannin, es mi culpa por no estar atenta.
—Paren los dos, parecen tontos discutiendo, ¿qué ejemplo le dejan a estos niños? —Dijo Sasuke mientras señalaba a unos chicos que miraban curiosamente a los dos jóvenes.
— ¡Es tu culpa por gritar así! —Se defendió Naruto.
—Hoy los necesito a ambos, a la noche —Soltó Sasuke, pareciendo ignorar a Naruto. —El equipo siete se reunirá de nuevo.
— ¿Es una misión? —Preguntó Sakura curiosa.
—No, es una simple cena en mi casa. Hace tiempo que no nos reunimos los tres solos, quería recordar viejos tiempos con mis amigos.
Naruto y Sakura se miraron extrañados, no era normal en Sasuke invitar así de la nada a la gente.
— ¡¿No puedo tener un lado sensible?! —Dijo Sasuke molesto.
—No, no es eso, es que, emm, ¿cómo decirlo? —Respondió a medias Naruto.
—No hables más, Sakura tiene razón, hablar no es tu fuerte. —Sakura asintió.
Naruto simplemente cayó al suelo ante la respuesta de sus compañeros.
—Los espero allí a las nueve en punto. No lleven a nadie, ni es necesario que estén bien vestidos, vallan como quieran.
Enseguida se dio vuelta y se fue a su casa con una sonrisa macabra, que sus compañeros no alcanzaron a ver, pero que un niño chiquito sí, y asustado se refugió en los brazos de Sakura.
—Ese chico da miedo, puso una cara fea… —Dijo el chiquito a punto de llorar.
—Tranquilo, es con la que nació no puede hacer nada para cambiarlo el pobre —Dijo burlescamente Naruto.
El niño empezó a reír tímidamente.
—Lo escuché imbécil, te lo tendré en cuenta —Respondió Sasuke sin mostrar estar molesto.
Se tienen mucha confianza, se insultan tranquilamente porque saben que son simples bromas.
— ¿Te puedo acompañar a tu casa? —Preguntó Naruto.
—Por supuesto —Respondió Sakura sonriente. —Eso sí, no se te ocurra tratar de tocarme, pervertido. —El tono de voz cambió y la mirada era amenazante.
—No, no haré nada —Respondió nervioso.
—Entonces nos vamos.
— ¡A sus órdenes mi general!
El puño de Sakura fue directo a la cabeza de Naruto, dejándolo atolondrado.
—Si me quieres acompañar vigila tus palabras.
Naruto se limitó a asentir con la cabeza, si respondía algo seguro que se ganaría otro ‘premio’.
Se dirigieron a la casa de Sakura, en unas horas se reunirían en la casa de Sasuke, por lo que se fueron charlando sobre lo que ocurrirá allá.
—Es lindo verlos juntos, verla sonreír tras ese enojo en el hospital. ¡PERO PODRIA ACORDARSE DE QUE NO VINO SOLA! —Gritó Ino en la plaza, llamando la atención de la gente.

Ya cada quien estaba en su casa y faltaba poco para las nueve. En la casa de Naruto se podían escuchar las risas del mismo.
—Hoy es el día, hoy la conquistaré, y en la casa de Sasuke, me muero de ganas por verle la cara cuando Sakura me acepte como novio. Aunque, tengo que plantearme cómo hacerlo, ¿o dejo que sea espontáneo?
La mente de Naruto estaba muy ocupada en ese momento pensando en cómo atrapar a Sakura.
Mientras tanto en la casa de Sakura:
—Me hace bien estar con Naruto, ya estaba por enmarcar este día como uno de los peores de mi vida, pero él me alegró la situación, para algo están los amigos. Me preguntó si cocinará Sasuke o comprará la comida...
Sakura se imaginaba a Sasuke incendiando la casa en un intento fallido de cocinar.

En la casa de Sasuke:
—Ya está la comida, y el lugar huele a limpio, estás demasiado interesada en que esto salga bien.
—Más vale, es mi amiga y quiero que sea feliz —Respondió Ino. —Por cierto, ¿cómo le vas a sacar la información?
El rostro de Sasuke cambió completamente, parecía que los más oscuros pensamientos surgían en su mente y se entrelazaban creando peores imaginaciones.
— ¿Qué harías por la persona que amas? —Preguntó retorcidamente.
—L-la cu-cuidaría… —Respondió Ino con temor.
— ¿Estarías dispuesta a dar tu vida por esa persona?
—S-s-sí. Sí. —Respondió con valentía ante la penetrante mirada de Sasuke, que activó el Mangekyo Sharingan.
—Perfecto… — Dijo volviendo sus ojos a la normalidad. —Debes irte. No hables con Naruto ni con Sakura.
—Pero…
En los ojos de Sasuke se podía ver nuevamente el Mangekyo Sharingan a la vez que alzaba una macabra sonrisa. Ino salió corriendo de la casa, se podían escuchar unas risas infantiles que provenían de la misma.
—Parece que el muy tonto solo me quería asustar. En fin, dejo todo en sus manos.
Sasuke se paseaba por la casa.
—Ya está todo, solo falta una cosa…

Llegaron las nueve y Sakura se hizo presente y al rato llegó Naruto que tenía una camisa naranja y unos pantalones negros con unos zapatos del mismo color.
—Que original eres con los colores en tu ropa. —Dijo Sakura irónicamente
—Gracias… Por cierto ¿qué hay para comer? —Preguntó Naruto curioso.
—Ramen —Respondió Sasuke tranquilo.
En los ojos de Naruto se podía ver la ilusión mientras que Sakura veía a Naruto con lástima, no podía dejarse engañar.
— ¿No te das cuenta que es una broma? —Le dijo Sakura a Naruto mientras le tocaba el hombro suavemente, como teniendo pena y queriendo evitar que se viniese abajo.
— ¿Pasan al comedor o prefieren admirar mi casa? —Preguntó arrogante Sasuke.
—Ya vamos… —Dijo Naruto desilusionado.
Para sorpresa de Naruto Y Sakura en la mesa había ramen y no cualquier ramen, el de Ichiraku.
— ¿Es una broma? —Preguntó Sakura.
— ¿No te das cuenta que no es una broma? —Dijo sonriente Naruto mientras le devolvió el mimo en el hombro.
Sakura se dio vuelta y Naruto pudo ver una de las más terroríficas expresiones que contempló en su existencia.
—E-era una broma, tampoco es para que te pongas así —Dijo el rubio a la vez que se apartó y se fue a la mesa a ver el ramen.

Ya todos sentados, comenzó la cena. Solo se podía escuchar a Naruto devorando el ramen, Sakura comiendo lentamente y Sasuke ni siquiera probó un bocado. No hablaba nadie hasta que a Sasuke hizo una pregunta.
—Naruto… —Éste levantó la cabeza mientras masticaba para ver a Sasuke quien estaba en frente. — ¿Cuándo te le vas a declarar a Sakura?
La reacción fue inmediata. Naruto escupió todo el ramen directo a Sasuke quien ya lo había previsto y se agachó quedando bajo la mesa.
— ¿¡QUE PREGUNTA ES ESA!? —Gritó Naruto.
Sakura solo guardaba silencio.
—Es producto de mi curiosidad —Respondió Sasuke a la vez que se levantaba. —Sé que sientes algo por ella, ¿sentirá lo mismo?
Naruto quedó mudo. Miró de reojo a Sakura, que miraba el suelo.
—No hagas esas preguntas delante de ella…
—Sakura ¿amas a Naruto? —Pregunto indiferentemente Sasuke.
Ella levantó la cabeza no sabía qué responder ella también se hacía la misma pregunta, pero se respondía con evasivas y se podían notar unas lágrimas que empezaban a salir.
—No… sé —Respondió tratando de ahogar un llanto que inevitablemente llegó.
Naruto no sabía cómo reaccionar ante esta situación.
—Es una lástima —Dijo Sasuke mientras cerraba los ojos. —Me hubiese gustado ver que le dabas su última alegría. —Abrió los ojos y se podía ver el Mangekyo Sharingan.
— ¿Ú-última alegría? ¿Qué quieres decir con eso? —Preguntó Naruto.
—Lo vengo pensando desde hace rato, y hoy tenía planeado matarte.
— ¿¡QUE!? — Exclamó Sakura secándose las lágrimas. — ¿Cómo puedes querer matar a alguien que te salvó, que puso su vida en riesgo tantas veces por hacer que vuelvas al lugar en el que naciste?
— ¿Cómo puedes ignorar y no amar a alguien que te salvó, que puso su vida en riesgo tantas veces tan solo para hacerte feliz?
Sakura quedó shockeada.
Sasuke se dirigió a la pared y agarró su espada Chokuto. Cuando se dio vuelta un rasengan de Naruto impactó en su pecho, haciendo que atraviese la pared quedando bajo los escombros.
El Susanoo se hizo presente y atrapó a Naruto con una mano, pero Sakura de un puñetazo logró romper la mano del Susanoo. Todos los huesos de la mano derecha de Sakura quedaron quebrados, pero no le importaba si era por salvar a Naruto.
— ¡NARUTO ATACALO SIN PIEDAD! —Gritó Sakura.
El no sabía qué hacer. Tanto esfuerzo y todo en vano. Tanto tiempo le costó traer de nuevo a su amigo, para ahora pelear a muerte con él.
El Chidori nagashi de Sasuke casi atraviesa a Naruto de no ser por sus reflejos. Ya no tenía dudas, es matar o morir.
— ¿Sabes Naruto? Eh vuelto a la aldea, pero nadie me quiere aquí, tan solo los más allegados, el resto de la gente me detesta, me mira con asco y miedo. Todos saben la verdad sobre mi hermano, pero nadie ha retirado sus injurias ni se ha retractado, únicamente los ANBUs que lo toman como el mejor ejemplo a seguir. En cuanto a tu vida, me parece una verdadera miseria. Buscaste un amor que no se te correspondió, aún a riesgo de tu vida y sigues como un imbécil persistente en conseguir el amor de una persona que jamás tendrás, tendrías que abrir los ojos y buscar otra persona. Pero ya es tarde….
Sakura miró a Naruto, que estaba quieto, no hacía nada. Esas palabras no eran solo para él, ella lo sabía.
—Lo siento Itachi, no pude cumplir contigo en traer a Sasuke de vuelta. —Dijo Naruto secándose las lágrimas.
Un aura de color naranja amarillento envolvió a Naruto, Kurama estaba con él, preparado para la pelea.
Sin embargo, ésta se disipó pronto. ¿Habrá logrado Sasuke dominar al kyubi aún dentro de Naruto mediante el Mangekyo Sharingan?
Naruto creó varios clones que se apresuraron en atacar al Susanoo, mientras que otros clones lo ayudaban a crear un Rasen shuriken.
Sakura miró sorprendida a Naruto, no creía que tuviese que pasar por la necesidad de atacar sin la seguridad de que esta técnica no le hiciese daño, pero ella no debía quedarse atrás, y corrió hacia el Susanoo golpeando el suelo con su puño izquierdo, dejando en desequilibrio al Susanoo.
Gracias a eso, Sasuke no pudo evitar el impacto del Rasen shuriken, que le dio de lleno al Susanoo. La casa ya no existía, solo eran escombros desparramados por los alrededores.
—Tonto… Hay que admitir que esa técnica es poderosa, pero el Susanoo es indestructible.
Sasuke deshizo el Susanoo y se acercó a un exhausto Naruto con la espada en mano.
—Qué lástima me da verte así…
—Sakura —Dijo Naruto con sus últimos aires. —Huye, vete de aquí.
Sasuke se dispuso a matar a Naruto, y empuñando su espada, dirigiéndola a su corazón, le dijo.
—Tu sufrimiento ya terminó.
El frío hierro de la espada atravesó el cuerpo, pero no dio en el corazón. Sin embargo la herida era mortal.
Sasuke sonrió y dijo.
—Al final parece que…

—Al final parece que… te importa.
La espada atravesó la espalda de Sakura quedando arrodillada ante Naruto. Su mirada se quedó perdida en los ojos del mismo.
—Sa-sakura, t-tú… ¿Por qué?
Sasuke sacó su espada de Sakura y ésta cayó sobre Naruto.
La mente de Sakura estaba en blanco. No sabía qué hacer, no sabía porque lo hizo, tan solo sabía que protegió lo que quería, lo que amaba.
—Porque… te amo.
Dicho esto Naruto la levantó como pudo y toda su atención fue dirigida hacia ella, hasta Sasuke había desaparecido de su atención.
—S-sakura, por favor, no mueras, ¡NO TE MUERAS!
—Naruto… Siento ser así, no sé si es lo mejor decírtelo a estas alturas, no es justo que te lo diga ahora.
Naruto la miró confundido.
—Yo… —Sakura empalidecía— No quise ser sincera conmigo, tenía sentimientos hacia ti, pero siempre los reprimía, tal vez por miedo o por egoísmo, pero desde que creciste y demostraste la personalidad que conformaste a lo largo de estos años, siempre siendo firme a tus promesas, a tus amigos, vi en ti al hombre ideal, pero solo ahora me atrevo a querer sentir lo que digo, a reafirmar los sentimientos que tanto tiempo escondí.
Naruto la abrazó con fuerza.
— ¡NO TE VAYAS, NO ME DEJES! Por favor, ¡VIVE, NO MUERAS!
—N-no, gastes energías, yo más que nadie sé que no hay nada que hacer, la hemorragia no se detendrá, ya perdí mucha sangre, mi muerte es…
— Sakura… No me dejes… Ahora…
Sakura se limitó a sonreír. Naruto le correspondió la sonrisa que también evidenciaba tristeza y desolación.
—Lo que me importa es que pude dar la vida por la persona a la que amo. No desperdicies esta oportunidad, vive por mí…

Ambos se miraron y se perdieron en los ojos del otro. Naruto acercó el rostro de Sakura al suyo, juntando sus labios. No quería que este beso fuese el último, pero el destino pensaba otra cosa. Cuando separó sus labios, Sakura estaba quieta, sus ojos ya no tenían el brillo que albergaban la vida. Su cuerpo estaba frío. Ella estaba muerta.

Naruto no podía pensar, quería que su vida acabase en ese momento, sabía que no la podía traer a la vida. Su vida sin ella no tendría sentido.
— ¿A qué esperas? ¡Mátame! Ya te divertiste lo suficiente, ahora hazme un favor y acaba con este dolor que me carcome.
Sasuke no respondía.
— ¿¡QUE HACES POR QUE NO ME MATAS!? Gritó sumido en el dolor, en la tristeza y la peor desolación. Sus ojos no se apartaban de Sakura, a la que veía, sintiendo la melancolía, viéndola cada vez más borrosa,  ya que sus ojos derramaban lágrimas por todos lados. —Por favor… mátame…
El silencio era absoluto.
Naruto apartó desconsoladamente su mirada de Sakura y buscó a Sasuke, pero no lo encontraba.
— ¿Te diviertes haciendo esto maldito huérfano? —Capaz que si lo provocaba, su vida terminaría sin rodeos.
Lo siguió buscando con su mirada, pues sus brazos abrazaban el cuerpo de Sakura.
La corriente eléctrica estaba cortada, tan solo la luna llena iluminaba la aldea y lo que para él era más importante, iluminaba a Sakura.
Se escucharon unos ruidos, como si se moviesen unos escombros. Naruto prontamente dirigió su mirada hacia ahí, y pudo distinguir a Sasuke, que se ocultaba en la penumbra, no se podía distinguir bien, pero era Sasuke, de eso estaba seguro.
—Sasuke… ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?
Los ojos de Sasuke se dirigieron a Naruto. Sus ojos eran normales, pero algo brillosos, acaso… ¿Estaba llorando?
—Hacía tiempo… Que no tenía estas emociones. —Dijo Sasuke mientras se acercaba a Naruto y el difunto cuerpo de Sakura, sin ocultar las lágrimas que salían de sus ojos.
Naruto estaba al borde de la locura, ¿Qué significaba todo esto?
—Tranquilo, no es…
— ¿¡TRANQUILO!? —Gritó Naruto completamente iracundo. —Mira… lo que has… hecho… —Decía entre lágrimas.
Sasuke apartó la mirada de sus antiguos compañeros de equipo y la dirigió a la luna.
—Antes de hacer cualquier cosa, necesito que me escuches.
—…
—Hasta ahora ella vivía engañada, y yo sé lo que es vivir en la mentira, no es nada agradable, y menos cuando te enteras de la verdad de la peor forma imaginable.
— ¿Estás diciendo que la mataste solo para que…
—Déjame terminar.
—…
—Lo peor es vivir engañado por uno mismo, por eso necesité llevar la situación a tal extremo, para que fuese sincera consigo misma, era lo mejor para ella.
—…
—No pretendo que me perdones, sería absurdo, pero tengo que decirte todo ahora, no habrá un después —Dijo mientras sonreía y lloraba.
Naruto no sabía siquiera si podía responder, todavía no podía creer lo que pasó. Se aferró a Sakura con más fuerza, en un intento de ahogar su tristeza.
—Sigo conservando la maldad en mi interior, no puedo evitarlo, le di demasiado tiempo a esos oscuros sentimientos dentro de mí y ahora no me puedo deshacer de ellos, por eso esto es lo mejor que puedo hacer.
Su mirada se dirigió a Naruto.
—Escúchame con atención, no te lo podré repetir. Yo jamás podría tener una vida feliz, y allí a donde fuese, el dolor y el sufrimiento de mi maldad me acompañarían y la gente a mi alrededor acabaría mal. En cambio tú puedes vivir felizmente junto a ella, tan solo tenía que aceptarte y acabarían juntos, además la gente te admira, le caes bien a los niños y a los grandes, eres un ejemplo para todos.
Naruto no sabía qué hacer. ¿Le está tomando el pelo? ¿Cómo puede decir esas cosas después de matarla?
—Naruto… Mírame a los ojos.
Y así lo hizo, llenándose de terror y sorpresa.
— ¿E-eso… e-es… el…
—El Rinnegan, al fin y al cabo soy un Uchiha, las facultades para obtenerlo están en mi sangre.
— ¿Qué pretendes hacer?
—La única forma de acabar con mi maldad es la muerte, pero sería en vano si no fuese útil. Presta atención, voy a revivirla y podrás estar con ella, tan solo prométeme algo.
— ¿Qué? —Pregunto balbuceando.
—Tú mirarás por mí.
— ¿Qué quieres decir con eso?
—Son escasos los ejemplos de Uchiha que no tienen el odio en la sangre, mi hermano era uno. Sin embargo yo no soy como él, y antes que dejar una descendencia en la que existan posibilidades de crear más sufrimiento al mundo, prefiero morir antes de cometer alguna atrocidad.
Los secretos del clan Uchiha solo quedarán en un amigo, ¿Sabes de quien hablo?
— ¿Quieres que yo los guarde?
—No, tu vida también está limitada, sin embargo, el que vive en ti no tiene esos problemas.
— ¿Te refieres a Kurama?
—Exacto, mientras entrenábamos le expliqué todo lo que debía saber sin que te dieses cuenta. Cuando usaste su chakra fue el él que lo impidió, pero creíste que fui yo. Para que el plan fuese perfecto necesitaba ventaja, y pude convencer a Kurama de que me ayudase, cosa que me costó mucho, pero al final accedió cuando entendió que no había posibilidad alguna de que lo dominase alguien contra su voluntad tras mi muerte.
Tú has hecho mucho por mí, y en recompensa podrás estar con la mujer que amas, y lo que más me importa, tendrás estos ojos.

Naruto no sabía que responder, fue demasiada información de golpe.
—Es algo así como el sentimiento de Obito con Kakashi, nada más que es entre nosotros.
—Pe-pero…
—Tan solo acéptalos, no quiero que mi muerte sea en vano.
Hubo un silencio no muy largo, pero incómodo.
—Antes que nada quiero sacarme una duda, si Sakura no hubiese llegado a protegerme, ¿Qué hubieses  hecho?
—No importa lo que podría haber pasado, sino lo que pasó.
—Está bien… Sasuke… Gracias por todo…
Sasuke sonrió y se dirigió a Naruto quien dejo el cuerpo de Sakura delicadamente en el suelo. Se abrazaron, no era algo normal en ellos ese gesto, pero ya no se verían jamás, cosa que ambos entendieron, pero que más le costó admitir a Naruto.
—Ya basta…
Naruto lo soltó y lo miró, ambos sonreían, Naruto lloraba, no sabía bien por qué, no sabía que sentimientos elegir.
—Gracias… Sasuke.
—Ya es suficiente, ahora mismo la reviviré, tan solo dile que me haga el favor de hacerte feliz.
—Sí, se lo diré.
—Naruto… Gracias por no abandonarme, por ser mi amigo. Hasta siempre.
En esos momentos cuando Sasuke se disponía a revivir a Sakura, una lágrima se le escapó. Recordó todos los momentos que vivió junto a ellos, los buenos y los malos. — (Itachi, tan solo espero estar junto a ti).

Sasuke cayó desplomado en el frío suelo, ya estaba muerto, con una sonrisa y unas lágrimas en su rostro.
Naruto tenía en sus brazos a Sakura, quien empezó a respirar.
— ¿Dónde… estoy? —Preguntó Sakura entreabriendo sus ojos.
Sintió que unas lágrimas caían en ella, sintió el calor de un cuerpo abrazándola, sintió muchas cosas, no estaba segura de que le pasaba.
—Te amo.
— ¿Naruto?
No pudo decir nada más, él la besó dulcemente hasta tener que separase de sus labios para tratar de explicarle lo que pasó.
—Sakura… ¿Podrías cumplir una promesa?
— ¿Cuál?
—Hazme feliz.
Ahora ella tomó la iniciativa y lo besó por sorpresa.
—Te lo pidió él, ¿No es así?
— ¿Cómo lo sabes?
—Me lo contó todo mientras volvía a mi cuerpo.
—Que misteriosas que son la vida y la muerte.
—Lo que importa es que tenemos esta oportunidad de estar juntos.

Ambos sonrieron, sin embargo no todo era perfecto, su amigo estaba muerto y estaban en medio de una  casa destruida.
Naruto sonrió.
—Sakura que te parece si…
Sakura lo entendió, esa mirada pervertida no daba lugar a dudas. Enseguida le golpeó la cabeza.
— ¡Tonto! Ya tendremos tiempo para eso.
—Bueno…
Los dos se miraron y se besaron, sin embargo se separaron rápido.
—Es difícil, ¿no?
—Sí, creo que lo mejor será que arreglemos esto cuanto antes.

Naruto cargó con el cuerpo de Sasuke y se dirigió al edificio de la Hokage. Sakura lo acompañaba con tristeza.
Caminaban tranquilamente y la gente miraba la inesperable escena. Naruto llevando al difunto Sasuke y Sakura pegada a Naruto. Nadie quiso preguntar, tan solo dejaban que pasasen, algunos amigos los vieron, pero la única que comprendía la situación era Ino.
— ¿Hasta dónde llegaste? —Se preguntó a sí misma, no sabía si algún día obtendría la respuesta.
—Naruto…
— ¿Qué pasa Sakura?
—Te amo. —Dijo mientras se acurrucaba más en él
—Yo también Sakura, te amo.

Ambos se miraron y se sonrieron. Sabían que estarían juntos, sabían que el sueño de Naruto pronto se cumpliría, el sueño de ser Hokage. El fuerte anhelo de estar junto a Sakura, ya estaba cumplido, tan solo deseaba que cada día junto a ella fuese feliz. Ahora se tendría que ocupar de los últimos asuntos antes de volver junto a su amada, con quien compartiría día y noche, a quien nunca dejaría, porque ella es su razón de existir, la razón de que su corazón no dejase de latir.