"Divorciate de mí...¡YA!" de Lord-Hermione de FanFiction

- No puedo creerme que me haya casado contigo…

- No es tan malo…

- ¡Sí que lo es! ¡Sólo tenemos 19 años! ¡Casi 20!

- ¿Y?

- ¡Naruto! Mira… estábamos borrachos. ¿Es así como quieres casarte? - replicó Sakura.

- No… ¿pero estás diciendo que quieres casarte conmigo? - dijo Naruto, demasiado optimista.

- ¡NO!

- Oh vale, vale - Naruto estaba un poco decepcionado, ¿pero qué otra cosa podía esperar?

- Ahora… Le pediré a Tsunade-sama los papeles del divorcio. - dijo Sakura tomando el camino opuesto.

- ¿Divorcio?

- ¿Qué? ¿Estás diciendo que quieres seguir estando casado?

- Bueno.. sí.

- En tus sueños. - se mofó Sakura.

-Ok, captado...

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- Me he casado con Naruto por accidente.

Ino se atragantó. - ¿¡Q-qué!?

- Estábamos borrachos y atontados, después de la misión.

- ¿¡QUÉ?! ¿Te has casado con Uzumaki Naruto?

- D-dejaré de estarlo una vez que él haya firmado estos papeles del divorcio. - dijo Sakura removiendo en su bolso para sacar los papeles.

- Casados… - susurró Ino con incredulidad.

- N-no se lo digas a nadie. Todo habrá acabado enseguida, ya verás.

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Sakura subió las escaleras hacia el apartamento de su “marido” con los papeles del divorcio que él necesitaba firmar. Golpeó la puerta y poco después Naruto la abrió.

Parecía que acababa de salir de la ducha, su pelo estaba mojado y olía a champú. Llevaba una camiseta de tirantes, y unos pantalones de color naranja.

- ¿Sakura-chan?

- Sí… Ummm, aquí están. - dijo ella dándole los papeles.

- ¿Qué son? - preguntó.

- ¡Son los papeles del divorcio, idiota!

- Oh… - se dio la vuelta y se encaminó hacia la mesa de la cocina. - No voy a firmar.

- ¿Qué?

- Ya me has oído.

- ¿P-por qué no? - Sakura estaba shockeada. Caminó hacia él.

- Creo… No... Sé que te quiero. Y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

- ¡No! ¡Fírmalos! - No quería escuchar esto.

- No.

Sakura cerró el puño, y comenzó a caminar hacia Naruto. - Fírmalos. Yo… yo no quiero estar casada.

- Sé que me quieres.

- ¿Quién lo dice? Deja de inventarte cosas. - dijo Sakura. Estaba a punto de darle un puñetazo.

- Soy más inteligente de lo que crees.

Eso fue todo. Se lanzó hacia él con el puño en el aire. Pero, para su sorpresa, él lo esquivó. Era la primera vez que lo hacía. - ¿Qué? - le miró.

- Pienso seguir esquivándolos. - dijo Naruto a la vez que se encogía de hombros.

- ¡Fírmalos!

- No.

- ¿Por favor?

- No.

- ¡Tendré una cita contigo!

- Demonios, ya estoy casado contigo, ¿dónde está la gracia?

Dándose cuenta de que esta discusión no tendría fin, Sakura cogió los papeles que había encima de la mesa y salió dando un portazo.

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- ¡No quiere firmarlos! - se quejaba Sakura a Ino.

- ¿Por qué no?

- Estúpidas razones… ¿Qué debo hacer?

- ¿Has intentado darle una paliza?

- ¡Sí, y esquivó los golpes! Es la primera vez que se resiste...

- Bueno, Sakura… Estás jodida. – sonrió Ino con malicia.

- Muérete.

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Desde que Sakura se había convertido en una jounin se había trasladado de la casa de sus padres a un nuevo apartamento. Pero no recordaba haber dejado a Naruto vivir con ella..

- ¿Q-qué estás haciendo aquí? - le preguntó Sakura a Naruto bruscamente, mientras éste se acababa el último de sus donuts.

- Es una larga historia… Este chico que vive en la puerta de al lado se dejó el fuego encendido, su apartamento se incendió y lo mismo sucedió con el mío… y el de todos los demás.”

- ¿Q-qué?

- Así que supongo que me quedaré aquí.

- ¿No se quemó ninguna de tus pertenencias?

- Sakura… ya me conoces. Soy extremadamente pobre y no me puedo permitir nada “especial”.

- ¿Entonces qué? ¿Todo lo que tienes se quema y vienes aquí tan fresco?

- Bueno… supongo que puedo ir a la casa de cualquier otro… No quiero ser un estor-

- ¡No! Está bien, quédate… ¿Por qué estaba diciendo esto? - Pero no esperes que durmamos en la misma cama. - Quizás fuera por pena o compasión.

- ¡Gracias, Sakura-chan! Eres la mejor. Dormiré en el sofá.

- …

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- Está viviendo en mi apartamento.

- Vaya… eres increíble Sakura. No… Toda esta situación lo es.

- Mira, simplemente me compadecí de él. Ha pasado por muchos problemas ya.

- Parece que esto va de mal en peor.

- No es TAN malo.

Ino alzó una ceja.

- Sólo estoy diciendo… él es… ya sabes.

- No, no lo sé.

- Es Naruto. - dijo Sakura (un poco demasiado abstraída).

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Después del trabajo, Sakura estaba exhausta. Subió las escaleras del edificio donde estaba su apartamento, sacando las llaves. Todavía no estaba acostumbrada a que Naruto estuviera ahí cada vez que abría la puerta, pero definitivamente no se esperaba esto:

Naruto.

Sin camiseta.

Musculoso.

Sudadito. (de una forma bastante atractiva).

Haciendo pesas.

- Oh… Dios…

- Oh…¡Ey, Sakura-chan! ¡No esperaba que vinieras tan pronto! - gritó intentando hacerse oír por encima de la música. Naruto fue hacia el equipo de música y lo apagó, con una toalla en su mano.

- Bueno… ya sabes... estás buení- Quiero decir, y-yo acabo de terminar. - se apañó para decir Sakura.

- ¿Qué?

- Na-nada. - Ella corrió hacia su habitación, roja como un tomate.

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- Sakura… Sakura… ¡SAKURA!

- ¿Q-qué? ¿Qué quieres, Ino-cerda? Cómete tu comida. Y déjame sola.

- Es bastante difícil cuando no me haces ni caso cuando te hablo.

- Entonces deja de hablarme. - dijo Sakura.

- Golfa.

- Perra.

- Ramera

- Zorra

- Puta

- Muérete.

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- Fírmalos.

- No.

Naruto y Sakura estaban sentados en el sofá viendo la televisión. Sakura estaba dándole la lata a Naruto para que firmara los papeles.

- ¿Quieres saber algo interesante? - preguntó Naruto.

- Qué…

- Bueno… Hoy estuve en el puesto de ramen... Y, ¿a que no adivinas con quién me topé?

- Con quién…

- Con Hinata.

Sakura se levantó. - ¿De verdad?

- Sí. Empezó a decirme esas cosas raras.

- ¿Qué cosas…?

- Ella me dijo “Te quiero más que a nada en el mundo”, o algo así.

Los celos volvieron loca a Sakura.

- ¡¿Dijo eso?!

- Umm… sí.

- Y… ¿y tú que le dijiste?

- Le dije… “Iré a una cita contigo mañana”.

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- Esa zorra hipócrita…

- Sakura… tu cara está rojísima.

- La odio…

- Estás celosa.

- Ojalá se muera…

- Aww… tú quieres a Naruto.

Sakura golpeó su frente contra la mesa. - Noooooo…

- Mira, Sakura, si él va a ir a una cita con Hinata-

- ¡¡¡Pero está casado conmigo!!!”

- -entonces por qué no tienes tú una cita con algún otro?

- ¿Qué quieres decir?

- Haz que se ponga celoso.

- ¿Y con quién debería salir?

- Con un tío cualquiera.

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- Pues éste es mi apartamento. - dijo Sakura al alto chico que había a su lado. - ¿Quieres entrar?

- Claro - dijo él.

Entraron lentamente al apartamento, mientras Sakura escudriñaba la habitación por si Naruto estaba en casa.

Qué bien que no esté aquí… ¿o eso era malo? Tragó saliva.

- ¡Sakura-chan!

Sakura emitió un aullido y se dio la vuelta, encontrando a Naruto debajo del fregadero. - ¿Qué estás…? ¿quién es él? - dijo Naruto justo antes de levantarse e ir hacia ellos.

- Oh umm, éste es Soushi. Shousi, éste es Naruto. - dijo Sakura.

Naruto alzó su mano. - Hola, soy su mari-

- ¡Mi hermano! - interrumpió Sakura.

Naruto dirigió a Sakura una mirada extraña. - Su hermano.

- Hola, encantado de conocerte. - dijo Soushi.

Un silencio incómodo se instaló entre ellos.

- Tenéis un apartamento muy agradable. - dijo él.

- Gracias. Um… ¿tienes hambre?, - preguntó Sakura mientras caminaba hacia la nevera, ignorando las miradas asesinas que Naruto le dirigía a Soushi. - Tenemos ramen, ramen y umm… ramen.

- Bueno, entonces supongo que comeré algo de ramen. - dijo éste riéndose.

- ¡Yo también! - dijo Naruto de repente.

Sakura le miró, - ¿Disculpa?

- Es mi ramen, y tengo hambre. - Naruto miró a Soushi, - ... y me gustaría conocer mejor a Soushi, ya que después de todo está saliendo con mi hermanita. - dijo Naruto con un tono sarcástico.

- De acuerdo...

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Se sentaron en la mesa.

Naruto no dejaba de mirar a Soushi.

Sakura no dejaba de mirar a Naruto.

Soushi no dejaba de mirar a Sakura.

- Bueno, Soushi… - comenzó a decir Naruto - ¿A qué te dedicas?

- S-soy ninja.

- ¿Ah, sí? ¿De qué rango?

- Jounin.

Naruto tragó su comida con mucha dificultad. - ¿Por cuánto tiempo?

- 3 años. - esa vez fue Sakura la que habló.

- Oh… - Naruto y Sakura sólo habían sido Jounin desde hace año y medio.

- Bueno, Naruto, ¿cómo fue tu cita con Hinata?

- ¿Q-qué? – la pregunta de Sakura le había pillado desprevenido.

- Hinata...

- ¡Oh!… umm… fue bien, supongo.

- ¿Quién es Hinata? - preguntó Soushi.

- Nadie. - dijeron a la vez Naruto y Sakura, bruscamente.

- Bueno, Soushi, ¿cuál es tu opinión sobre el niño demonio?

- ¡Naruto!

- Lo siento, sólo quería saber. - Obviamente Soushi no tenía ni idea de que el “niño demonio” estaba sentado justo enfrente suyo.

- Yo, umm, he oído hablar de él… ¿tiene al zorro de nueve colas sellado en su interior, verdad?

Naruto afirmó con la cabeza mientras Sakura miraba con atención a Soushi.

- He oído que ese zorro mató al hermano de mi abuelo. Así que se podría decir que le odio.

- Pero... ni siquiera le conoces… ¿y ya crees que le odias? - dijo Naruto.

- Es un demonio después de todo… - dijo Soushi volviendo a su plato de ramen.

El odio de Sakura hacia Soushi aumentó.

- Bueno, el demonio es el zorro, no el chico. - dijo ella.

- Pero es como si fueran el mismo.

- ¿Qué quieres decir? El chico tiene vida propia.

- Sí… pero el zorro aún está ahí. Si el chico no estuviera por ahí tampoco estaría el zorro.

- ¡No, ese chico ha pasado de todo, no sabes lo que es tener una carga como esa dentro de ti!

- ¿Cómo lo sabes?

- ¡Le conozco, y es un tío excelente!

Naruto miró a Sakura con admiración. Sakura le dirigió una leve sonrisa.

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- Bueno, parece que ese chico resultó ser un gilipollas. - dijo Sakura dando un portazo detrás de Soushi.

- ¿Por qué coño saliste con él?

Sakura se tensó. - ¿Por qué tuviste una cita con Hinata?

- Yo te lo he preguntado primero.

- Y yo no te pienso contestar.

- No tuve ninguna cita con Hinata.

- ¿¡Q-qué!?

- Ese día, cuando ella me confesó sus sentimientos, yo le dije que estaba enamorado de otra persona, y que lo sentía.

- Entonces… ¿para qué me dijiste que habías ido a una cita con ella?

- Para ponerte celosa.

Sakura dio un paso hacia delante. - Te odio.

- Ey, tú también pretendías ponerme celoso con ese tal Soushi. Admítelo; te pusiste celosa cuando te dije lo de Hinata.

- ¡N-no es verdad!

- ¡Claro que lo es!

Fue entonces cuando Sakura se dio cuenta de lo cerca que estaba de Naruto. Se sonrojó y bajó la mirada.

Pero él puso la mano en la barbilla de Sakura e hizo que alzara la mirada.
Ella miró sus brillantes ojos azules… Bésame… Vamos… Hazlo.

- ¡Oh, mira qué hora es! Tengo que hacerle una visita a Kiba. ¡Hasta luego! - dijo él separándose de repente y saliendo de casa por la ventana.

¿Q-qué acaba de suceder?

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- ¡Jugó conmigo! - discutía Sakura con Ino.

- Sí que lo hizo, y apuesto a que quiere que te des cuenta por ti misma de lo mucho que le quieres.

- Pero yo no…

- Por favorrrrrrr… todo el mundo lo sabe.

- Nuh-uh.

- Ey, ¿y qué pasa con Sasuke-kun?

- ¿Qué pasa con Sasuke-kun?

- ¿Ya no te gusta?

- Sin comentarios.

- Si tuvieras que elegir entre Naruto y Sasuke-kun, ¿a quién elegirías? - dijo Ino desafiante.

- Me apuesto lo que quieras a que si yo te hiciera esa pregunta a ti, elegirías a Sai. - dijo Sakura burlona.

- Es el más normal.

- ¿Estás de broma, verdad?

- ¡Contesta a mi pregunta!

- Bueno... Sasuke-kun siempre está malhumorado y Naruto es encantador. Sasuke-kun nos traicionó, y a Naruto eso ni se le pasaría por la cabeza. Sasuke-kun está demasiado obsesionado con una cosa; Naruto está obsesionado con muchas cosas por igual. Ambos son guapos, ¡pero Naruto tiene unas tabletas…!

- ¿Entonces elegirías a Naruto?

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Esa semana, Naruto fue a una misión en solitario a la Aldea Oculta del Sonido. Durante todo el tiempo Sakura se sintió nerviosa (porque, después de todo, se trataba del Sonido) y un poco sola. Se suponía que era una misión de tres días, y después del tercer día Sakura empezó a preocuparse.

- ¡¡Ino!! ¡Él todavía no ha vuelto!

- Sakura, por última vez te lo digo, hay una tormenta en el Sonido, y Tsunade extendió la misión.

Sakura gimió.

- ¿No deberías estar pensando en un plan para hacerle firmar esos papeles del divorcio?

- Bueno, él no está aquí. ¿Y qué otra cosa voy a poder hacer aparte de suplicar?

- Falsificar la firma.

- Eso es mezquino.

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Naruto volvió tras el quinto día. Herido.

- ¡¡Naruto!! -gritó Sakura a la vez que entraba en la habitación del hospital. Corrió hacia su cama y le abrazó.

- ¡Ou ou ou ou ou, me estás aplastando! - dijo él con dificultad.

Tenía algunas heridas graves, y era su trabajo curarle, y ponerle las vendas.

- ¿Qué sucedió? - dijo ella ansiosamente, acumulando chakra en su mano.

- Esos malditos ninjas del sonido me atacaron. Eran 7 contra uno, no era justo. Afortunadamente Jiraiya me estaba siguiendo y me salvó.

- Idiota… casi me matas del susto.

Una sonrisa zorruna se dibujó en el rostro de Naruto. - ¿Estabas preocupada por mí?

- ¡Obviooo!

Al acabar de vendarle, Sakura se quedó en la habitación, hablando con él. Se dio cuenta de lo fácil que era hablar con él, y de lo fácil que era expresarle lo que sentía.

- Naruto… ¿no los vas a firmar nunca, verdad?

- Sakura-chan, lo he estado pensando… fui un imbécil, y si realmente quieres que nos divorciemos, los firmaré.

Eso sorprendió a Sakura. - ¿Qué?

- Vamos, dámelos, los firmaré.

Sakura se lo estaba pensando mejor.

- ¿No quieres que los firme? - dijo él.

- No los tengo aquí. - mintió ella.

- Oh…

Sakura arrimó su silla a la cama de Naruto. Ella alzó su mano, la puso cariñosamente sobre el rubio pelo de Naruto y empezó a acariciarlo.

Sin pensárselo dos veces, se inclinó y le besó.

El beso no fue nada incómodo, él inmediatamente correspondió el beso.

Toda la pasión que había acumulado fue liberada.

Entonces ella se dio cuenta de que éste era su primer beso.

Y el beso se volvió más impetuoso.

Tras unos minutos que parecieron una eternidad, ambos se separaron.

- Te amo. - dijo ella, degustando las palabras en sus labios.

Naruto al oír esto suspiró levemente y, con una amplia sonrisa en su rostro, contestó.

- Parece que por fin lo admitiste.