Desde mi ventana [TP] [1/1]

Desde mi ventana.

Cada día yo lo veo caminar a su escuela desde mi ventana, él era un chico sonriente  con una gran aura de felicidad a su alrededor, cuanta envidia tenia de él  cuando lo  veía caminar con sus amigos.

"Quisiera ser como el"

Es lo único que pensaba cuando lo veía caminar a la escuela durante las mañanas o de regreso a su casa, después de todo, yo nunca podría ser como él; rodeada de amigos, con risas incontrolables, enamorado de alguien o simplemente triste por que algo había salido mal.

Me levantaba temprano en las mañanas y cepillaba mi largo cabello para verlo a tiempo, la alarma de mi reloj sonaba a las 7:30 de la mañana en punto, ni un minuto más ni uno menos y durante la tarde a las 3:30 me volvía a despertar para verle.

Un día logre obtener permiso de salir al jardín, era un día especial, el primer día que lograría ver a aquel chico desde mi jardín y no a través de mi ventana.

Aprovechando el buen clima que había en ese día tome mi libreta, mi lápiz, un sacapuntas y mi goma e instantáneamente estaba dibujando el clima tan maravilloso, el jardín de rosas que había ahí o el árbol en el que me sentaba a leer hace algunos años; cada cosa del jardín que pude la dibuje.

Mis manos me dolían, no era un dolor fuerte pero tampoco uno débil, sentía como se me clavaban una a una agujas en mis manos por cada segundo de estar dibujando y en determinado momento una fugaz lagrima salió por culpa de aquel dolor, pero eso no era suficiente para hacer que me detuviera, poco a poco esa lagrima se convirtió en un mar pero aun así seguía sosteniendo mi lápiz y dibujando todo lo que podía observar.

Mi mano no se podía mover en tan solo poco más de dos horas de haber empezado a dibujar; 3 rosas, la jardinera de pensamientos que había a tan solo unos metros de distancia, unos dibujos de distintos ángulos de mi árbol preferido y lo último era lo que me aprisionaba; unas reja tapándome la libertad era todo lo que había dibujado pero aun así quería continuar.

Quería dibujar aún más que lo que había hecho hasta ese momento, pero, ya no podía, mis manos estaban un tanto rojas e hinchadas y dolían lo suficiente como para no poder agarrar nada más por un buen rato.

Las lágrimas que antes habían logrado escapar de mis ojos ahora no eran nada más que un destello de luz al caer en el jardín y sabía que de nada serviría el llorar pero aun así no podía sonreír como siempre que algo me dolía. El dolor para mí era algo normal pero en ese momento no era como el que siempre siento en mi prisión, no, este me dolía sin embargo no era por mis manos ni por algo más, simplemente no habia explicacion.

Poco a poco salían lagrimas a borbotones y deje de  ver lo que había  mi alrededor solo podía diferenciar de cuando parpadeaba y cuando no por la luz que veía a través de mis lágrimas.

"Listo, quedo perfecto"

Escuche una voz proveniente de enfrente mío, era una voz cálida y tan dulce como la miel, no podía ver al dueño de la voz por las lágrimas que tapaban mis ojos, así que, frote mis ojos rápidamente pero suave para limpiar los cristales líquidos que había alrededor de mis ojos y poder ver al dueño de aquella cálida voz.

Lo había olvidado por haber logrado salir de mi prisión, me había alegrado tanto y entretenido dibujando tanto como podía que no lo recordé, no lo recordé a aquí chico que siempre veía sonriendo desde mi ventana.

Me ofreció con que terminar de secar mis lágrimas a través de la reja y le agradecí, su pañuelo olía  a una esencia no muy dulce pero tampoco amarga; algo parecido al olor de la madera húmeda acompañado de un poco de almizcle, no quise devolverle el pañuelo y solo continúe tomándolo con mi mano derecha tan fuerte como me permitía mi mano y no sentir un dolor tan fuerte.

Vi que a lado del había una libreta de dibujo parecida a la mía solo que la del tenía el dibujo de un atardecer y la mía el de una noche clara y con una hermosa luna, también pude notar que el sostenía un lápiz en su mano derecha y su mochila estaba en el suelo.

"¿Que dibujabas?"

Me pregunto mientras señalaba a mi libreta a medio cerrar solo siendo separado de donde acababa de dibujar por mi goma, tome mi libreta y le enseñe los dibujos que había hecho esa tarde, cambiaba de páginas lentamente y conforme lo hacía lograba ver como sonreía de distinta forma; sorprendido por unos sombreados extravagantes, impresionado por el dibujo de la rosa o por la jardinera de pensamientos que había dibujado.

"Dibujas muy bien, ¿Quieres ver lo que he dibujado yo?"

Me hizo un cumplido que me había hecho muy feliz, el chico que siempre observaba me elogiaba y por supuesto que tenía curiosidad de ver que es lo que el había dibujado así que sin más asentí.

"Este es mi primer dibujo de la libreta"

Dijo y me mostro a una hermosa princesa en una torre, un dibujo demasiado fantasioso pero con un sombreado fantástico, tanto que uno podría creer que era un foto en blanco y negro a excepción de algunos borrones.

Continuo mostrándome dibujo a dibujo de su libreta, los dibujos eran paisajes en su mayoría aunque también dibujaba personas, de todos me decía el nombre que le había puesto a cada dibujo, pero, en dado momento el paro y dijo el titulo antes de mostrar su obra de arte.

"Mi princesa melancólica"

Dijo ese título con un poco de dramatismo y volteo la página, me dejo ver a su princesa, una chica de cabello largo, rostro fino, manos delgadas y en sus ojos se veía una mirada vacía, en su mirada vi lo que veo cada mañana al espejo; mi tristeza.

"Esa....soy.... ¿Yo?"

"Digamos que es una copia de la verdadera princesa melancólica"

Me contesto algo apenado y bajo la mirada pero aun así se podía ver claramente como tenía una sonrisa en su boca.

"Entonces, es una linda copia"

En realidad le mentí en aquí momento, en lugar de sentirme el original de aquí dibujo me sentía más como un boceto mal dibujado en comparación a su dibujo.

"Me alegra"

Dijo y me enseño su amplia sonrisa.

"Te enseñare los demás"

Página a página veía como sus dibujos eran de la misma persona, esa princesa melancólica, eran hermoso dibujos y después de ver a su último dibujo dijo.

"Esos son todos mis dibujos hasta el día de ayer, hoy, agregue tres dibujos más"

"¿Que dibujos?"

"Estos; el siguiente es..."

"¿Es....?

"Este y este"

Me mostro dos últimos dibujos, era yo de nuevo pero esta vez en el primer dibujo que me mostro yo me veía feliz y.... con un lápiz en mi mano derecha y una libreta sobre mis piernas, me acababa de dibujar y ni siquiera me había dado cuenta, volteo la hoja y estaba yo mientras lloraba.

"Imposible"

"Posible diría yo, lo imposible seria verte y no querer tomar una foto o en falta de una cámara hacer un dibujo"

"Gracias"

"¿Por qué dices gracias?"

Me pregunto algo confundido, era algo inesperado creo, pero, sentí que era necesario decírselo, era necesario el agradecerle por levantarme el ánimo y hacerme olvidar de mi dolor.

"Por nada en especial, solo es un gracias normal"

"Ya veo....entonces....dime ¿Nos podríamos volver a ver de nuevo en este jardín?"

Lucia algo temeroso y nervioso de un no como respuesta mía mientras me hacia la pregunta, yo simplemente sonreí y le conteste.

"Quizá"

"¿Quizá?"

"Si, solo quizá y en el remoto caso de que pases por aquí"

"Entonces veamos ese quizás mañana, comprobémoslo"

"Por supuesto"

Me levante de donde estaba sentada, tome mi libreta, lápiz y goma  para irme pero él me hablo.

“Soy Naruto, dime ¿Cómo te llamas?”

“Soy Sakura, tienes un buen nombre”

Fue lo último que le dije y comencé a caminar, aun sin necesidad de voltear a verlo supe que sonreía como solía verlo cuando pasaba por la ventana de aquí cuarto de hospital en el segundo piso desde el que le observaba.