Enamorado... (+18)(29/01/14)(2/2)

Te miro… Tu cabello rosa cuelga hasta tus hombros, rosándolos. Tu figura femenina, alta y delgada, que se estremece con el viento, tu piel cálida, suave y blanca, tan lisa que resaltan esos hermosos ojos verdes, como dos piedras preciosas que brillan solo cuando lo vez a él…

Una pulsada me recorre de pies a cabeza… Un suave cosquilleo y un nudo en mi garganta, cuando te veo correr hacia él… Tus ojos llenos de lagrimas y abres tus brazos para recibirlo con un fuerte abrazo. Él te mira y se deja abrazar sin protestar.

Pero siempre fue así… Siempre lo amaste a él, y yo sabía eso.    ¿No es así, Sakura-chan?

--¡Me alegra que estén bien!--Dices es un tono preocupado y triste--. Cuando Tsunade me dijo que no sabían nada de ustedes…

Sonrió a más no poder… Te demuestro que estoy bien, y que ya no debes llorar por nosotros, aunque realmente, es por Sasuke el motivo de tus lágrimas…

Ya hace más de dos meses que Sasuke regreso a la aldea, tras la derrota de Madara, que nos apoya y que volvimos a ser: El equipo 7. Con Tsunade de Hokage, a mis diecisiete años, aun con el sueño de convertirme en Hokage.

--Es culpa del Dobe—Dice Sasuke, levantando la mirada--.Si no hubiera sugerido regresar a la aldea… Les habríamos avisado en vez de caminar.
--¡Cállate Teme!—Digo en un tonto tan mío--. ¡Yo quería regresar a la aldea lo más rápido posible!
--Te dije… ¡Que era mejor descansar y avisar a la Hokage! ya después… Regresaríamos a Konoha con más calma—Dice Sasuke, recargando su peso en Sakura.

Tú nos miras… Sonríes mientras apartas los brazos de Sasuke y después vas hacia mí. Pero no para abrazarme… No, así no eres tú… Vas para golpearme con fuerza en la cabeza y regañarme por ser tan precipitado. Me dices que soy un “Baka” por no hacerle caso a Sasuke y poner nuestras vidas en peligro durante la misión. No te importa saber que tengo algunas costillas rotas, que estoy cansado por venir de la misión—sin avisar—solo para verte y que sepas que Sasuke y yo estamos bien, aun así me golpeas y me regañas. Yo me quejo, por el dolor de mis costillas y de el nuevo golpe en mi cabeza… Me sobo y te sonrió, después de todo… Tú no sabes nada de mis costillas rotas, y no sabes nada de mis intenciones y jamás los sabrás.

Veo tus ojos… Sakura-chan.

Están rojos de tanto llorar, de tanto desvelarte. Y lo entiendo, se que en nuestra misión hubo una gran explosión y durante  tres días Sasuke y yo desaparecimos… Sé que pensaste que estábamos muertos al igual que todos y que lloraste cada noche. Pero estamos bien… En la entrada de Konoha, con algunas costillas rotas y la ropa desgarrada. Fue un rival difícil, pero al final Sasuke y yo lo derrotamos.

--Enserio… --dices, mientras tus ojos se vuelven vidriosos otra vez--. Pensé que habían muerto…

Siento tristeza… ¿Pero qué puedo hacer?, me siento un poco culpable de tu preocupación… Y entonces recuerdo, que tus lágrimas y tu preocupación es por Sasuke, al menos, son mas por Sasuke que por mí.

--Ya no llores, Sakura-chan—Te digo con una sonrisa--.Solo fueron tres días en que desapareció Sasuke… ¿Tanto por eso?  ¡Si el Teme es tan feo que seguro sobrevive a todo!—Digo en forma de broma para hacerte reír.

Y lo logro…  

Sueltas una risita secando tus ojos verdes llenos de lagrimas y emboscas una sonrisa radiante… Entonces, aparece un equipo médico que nos lleva al hospital de urgencia. Al parecer, fuimos muy dañados y tienen que atenderlos.  Nos colocan en la misma habitación y nos cierran algunas heridas. Mi estomago queda lleno de vendas, mientras que él rostro de Sasuke parece el de una momia. Lo bueno de todo… Es que puedo burlarme de Sasuke mientras nos atienden.

Solo es cuestión de unas horas para que llegues… Con un atuendo de enfermera y una canasta llena de manzanas. Tsunade y Kakashi nos habían visitado horas antes, diciéndonos que serias tú nuestra enfermera a petición propia.

--¡Les he traído fruta!—Dices, acercándote y checando nuestros diagnostico medico--. Al parecer… Solo sufrieron algunas heridas. Nada grave realmente.
--¡Yo estoy bien!—Digo para llamar tu atención--. Aquí el único chillón es Sasuke.
--¡Cállate Idiota!—Gruñe Sasuke desde la otra camilla.
--Ustedes dos siempre discutiendo—Dices, con una risa--. El día que se lleven bien… Sera el fin del mundo.

Entonces… Tomas una silla y te colocas entre Sasuke y yo. Un cálido sentimiento me recorre desde los pies a la cabeza, al verte pelar la manzana y colocarla en un plato. Siempre eres tan linda… Tan tierna e inocente, pelas las manzanas y las picas para dársela a Sasuke. Recuerdo que cuando éramos niños, cuando Sasuke estuvo varios días en el hospital, tú le picabas la comida y lo visitabas a diario para su recuperación. Recuerdo, que por muchos años soñé con verte picar una manzana para mí…Siempre un sueño.

Al terminar de picarla, alzas el plato y se lo das a Sasuke… él no dice nada, no te da las gracias ni te dice un cumplido, solo toma la manzana y la come. Un nudo se forma en mi garganta… Me acuesto y me cubro con la sábana blanca, para no mirarte… Para no ver como cuidas a Sasuke mientras yo quedo olvidado en el otro lado de la habitación.

--¿Te vas a dormir?—Me preguntas. Por un momento no quiero contestar, pues mi voz ronca y rota podría demostrarte algo que no quiero, pero tampoco te puedo dejar así…
--Estoy cansado, Sakura-chan.
--Oh que mal… --Dices, fingiendo lastima--. Yo te había traído algo especial… Baka.

Rápidamente me levanto, en un salto que te asusta un poco y miro—esperanzado--- lo que dices “especial”. Tú sonríes y tomas tu canasta, me regañas un poco por ser tan compulsivo y finalmente sacar una cajita pequeña, al abrirla… El rico aroma a Ramen llega a mis narices y un cálido dolor surge en mi estomago. ¿Me has traído Ramen? Siento un revoltijo suave y un cosquilleo en mi estomago… Me siento feliz. Y una sonrisa, sincera, se forma en mis labios.

--Sakura-chan… No tenias… es que yo… Pero no puedo…
--¿Siempre protestas tanto?—Me preguntas--. Ya sé que tienes prohibido el Ramen por tu hospitalización… Pero no te hará daño un poco, además, es tu favorito.
--Gracias, Sakura-chan… --digo ¡Sumamente feliz!, sintiendo cosquillas y emoción.

Me das unos polillos y comienzo a comer como loco. A parte de estar  hambriento, me siento activo, después de todo… Te has acordado de mí.

Pasan algunas horas… El tiempo es aburrido cuando no estás y mas con “El señor aburrido”, que tengo como amigo y compañero de habitación.  Finalmente, en la noche, entras y emboscas una sonrisa.

--Llego la hora de cambiar sus vendajes—Dices--. El primero es Sasuke-kun , así que levántate. Cuando termine mandare a llamarte—Me dices mirándome, entonces agregas amenazadoramente--. No hagas nada malo.

Sasuke se levanta y se va contigo… Mientras yo me quedo recostado en la habitación. Entonces, de momento, la puerta se abre y entra Ino y Shikamaru, con rosas y... ¿Toallitas húmedas? ¿Qué clase de regalo es ese?

--¡Oh miren! ¿Ya estas mejor? En cuanto supe que Sasuke y tu habían regresado decidimos venir a visitarlos… ¿Y Sasuke?
--Sakura-chan fue a cambiarle las vendas.
--¡Huy!—Dice Ino sonriendo--. Eso de quitarle algo a Sasuke suena prometedor… ¿No crees Naruto?
--Suena a que le cambiara las vendas—Dice Shikamaru con las manos en los bolsillos--. ¿Y a ti, Naruto, no te quitaran las vendas?
--Si, pero primero fue Sasuke… --Digo, sintiendo un pinchazo en no sé donde…
--Aprovecha—Dice Ino, dejando las flores en una mesita cerca--.Porque la frentona no sabe cómo aprovecharse de ti—se burla.
--¿Qué?—Pregunto si entender.
--Ya déjalo, Ino—Shikamaru sonríe y me mira--. Te traje esta caja de toallitas húmedas.

Miro la caja y alzo una ceja… ¡SIGO SIN ENTENDER, PARA QUE LAS TOALLITAS HUMEDAS!

--Cuando creas que es necesario… --me dice con una sonrisa--. Ábrelo. Te sorprenderá lo que puede ver allí y lo mucho que te servirá.

Y sin decir más… Se fueron.  Aunque, realmente, no entendí en absoluto lo que quiso decir y sigo sin entender ¿Para que las toallitas húmedas?

Finalmente, pasaron algunos minutos, para que la tentación de querer ver lo que había en la caja me llamara  tanto la atención…Que no resistí y decidí abrirla, sin embargo, justo cuando iba a abrir la caja, Shizune entro con unas hojas en sus manos y un lapicero.

--Naruto—Me dice--. Sakura me mando para decirte que es tu turno para el cambio de vendas. Te llevare a la sala.

Solté un suspiro y me levante muy animado. Al menos tendré unos minutos a solas con Sakura-chan, así que, en cuestión de segundos ya estábamos cerca de la sala donde me cambiarían las vendas. Shizune me acompaño, hasta que otra enfermera la llamo y me dejo solo con el suero en la mano y frente a una puerta, con un pequeño cristal en ella, parecido a una pequeña ventana donde cavia mi cabeza.

¿Ahora qué hago? ¿Toco la puerta o espero a que salga el Teme de Sasuke?

Opte por ver por la pequeña ventana de la puerta… Entonces vi, lo que era obvio. Allí estás tú… Tus ojos cerrados, en el pecho de Sasuke, tus brazos en su cintura y los de él alrededor de tu cuerpo… Tus mejillas rosadas, tu sonrisa enamorada… Toda tú, feliz.

Me mordí el labio. Te ves tan feliz… Te vez, tan Enamorada… y yo… y yo tan enamorado de ti.

En segundos, te separaste de Sasuke, extendiste tus manos y comenzaste a decirle algo… No podía escuchar que hablaban, pero tus ojos brillaban como siempre, como cuando eras joven y lo mirabas con tanta ilusión, con tanto cariño… Incluso ahora, es mayor ese brillo enamorado en tus ojos y el dolor en mi garganta vuelve… Pero eres feliz  ¿No, Sakura-Chan?, tu sonrisa, cálida de niña, se refleja y yo puedo ver, que desde ahora, solo seremos amigos.

Me doy media vuelta… Finjo una sonrisa y espero. Segundos después, sale Sasuke. Con su suero en la mano a paso lento. Yo suelto una carcajada falsa y me burlo de “lo momia” que se ve. Tú, con el ceño fruncido, sales y me regañas por burlarme de los demás heridos… Pero claro, es Sasuke de quien me burlo ¿No?,  entiendo que lo defiendas.

--Vamos ¿Qué haces aquí, Baka?—me dices, tomando mi suero en tus manos.
--Shizune me dijo que viniera para el cambio de vendas y yo…
--¡No digas más!—Dices, tomándome del brazo y llevándome de regreso--. Dije que te cambiare las vendas en la habitación.

Rápidamente, llegamos a la habitación donde están mis cosas. Tú entras, cierras las ventanas, las cortinas y la puerta dando órdenes de que nadie entre. Me colocas en la camilla y me miras con una sonrisa.

--¡Oh!—Dices al derramar el alcohol por la almohada.

Tu sonrisa es de enamorada… Tus gestos algo tontos, son de la emoción. Y yo, y yo te dedico una sonrisa. Mientras acomodas de nuevos tus cosas y limpias lo que tiraste. Finalmente, te  levantas y te ríes.

--¡Lo siento, Naruto!—Dices entre risas--. Es que… Estaba hablando con Sasuke y no ando concentrada. Es que él…

Y entonces, Shizune toca la puerta, tu sueltas un suspiro y la  abres para hablar algo de “Un hueso rodo de no sé qué”.

Y yo te miro… Una vez más, tus ojos verdes brillosos por la emoción, tu sonrisa imborrable y tu cuerpo temblando de la emoción. Y por un momento, me resigno, a que te perdí… ¿No, Sakura-chan?  ¿No es que me ibas a contar tu ilusión?  Lo enamorada que estas…

Tenía una esperanza, en el fondo de mi alma, que un día, te quedaras tú conmigo… Y aunque guardaba una ilusión…hoy tengo que verte como solo amigos. Y aunque viví enamorado y totalmente equivocado, no me importo… porque esto si fue amor, por mi parte lo más lindo, el más grande amor. Y  aunque jamás será real, es lo más bello.

Terminas de hablar con Shizune. Miras a afuera de la puerta mientras se va, sueltas un suspiro, una risita. Cierras la puerta  y giras la mirada para verme. Nos vemos a los ojos… Nos vemos durante un tiempo.

Y es cuando, se que todo acabo… Cuando te deseo que seas feliz. Y que nadie puede negar, que  te ame… Sakura-chan.

Narra Sakura


Él me mira con sus ojos azules… Nos miramos durante un largo rato. Yo sonrió como una tonta enamorada y me dirijo hacia él a paso lento, él solo me mira, y en aquellos ojos descubro algo más. Una mirada dolorosa, triste y vaga que se pierden con el resplandor de la sonrisa que demuestra.

¿A caso Naruto esta triste?

Recuerdo cuando lo vi llegar con Sasuke, las noches que llore por su ausencia… cuando creí que lo perdería por una estúpida tontería, como una misión. Cuando vi su rostro esta tarde al darle Ramen, él Ramen que compre de camino al hospital con la intención de complacerlo, de verlo sonreír… ¿Y por qué esta así?

No lo sé… Pero ahora, no puedo concentrarme, mis mejillas y mis ojos demuestran lo emocionada que estoy, lo feliz y decidida… Después de todo, la plática  con Sasuke, en cierto modo, me animo.



------------------------------------------------------------ Flash back-------------------------------------------------------------



--¿Y cuando le dirás lo que sientes?--. Me pregunta Sasuke, mirando a la pared blanca del consultorio, mientras le quito las vendas de su cuerpo.
--¿De qué hablas?--. Pregunto con inocencia.

Un suave silencio se figura, mientras tomo un poco del alcohol y limpio sus heridas ya un poco cecas.

--De Naruto--Dice seriamente--. Cuando le dirás que te gusta.

Parpadeo un par de veces, cubro mi rostro con mis manos, ya que seguramente están rojas ¡Rojísimas!, mientras trato de ocultar mi rostro por detrás de él. No respondo poniéndome nerviosa… Pero entonces, Sasuke suelta una risa burlona e incrédula.

--Eres peor que Naruto—Agrega girando un poco la mirada--. Al menos, él es sincero y no tiene miedo a demostrarlo.
--No tengo miedo---digo bruscamente.
--Tienes miedo, por que cuando creías estar enmaromada de mí, te rechace y te lastime—dice Sasuke--. Y ahora, no quieres que pase lo mismo.
--No es eso…
--Si es eso. Pero no te preocupes, Naruto es tan idiota como para jamás lastimarte—Se burla sin mucha gracia Sasuke.

Frunzo los labios, volviendo a vendar el cuerpo de Sasuke en una venda nueva, blanca y seca, cubriendo las heridas rojas de su piel. Suelto un suspiro resignado, al ver a Sasuke levantarse y girarse hacia mí.

--Dice—Me dice Sasuke--. Y si te lastima… bueno, sabes que puedo patearle el trasero. Te lo debo por tratar de matarte una vez. ¿No lo crees?
--Y si Naruto… ya no…
--Naruto es un hombre enamorado ¿No lo crees?
--Naruto… es un Baka—digo soltando una risita traviesa y sonrojándome--. Tienes razón, creo que tengo miedo, de que todo salga mal…
--Con Naruto todo sale ml—Me dice Sasuke tomando su camisa--. Y al final, es lo mejor… Él jamás planea algo, solo actúa y vive ¿Por qué tú no?

Lo miró con cariño… Por primera vez, veo un Sasuke diferente, un Sasuke, amigo… Y con mis mejillas llenas de emoción, sonrojadas, lo abrazo y coloco mi rostro en su pecho tras decirle “Gracias”, pues en pocas palabras, me ha abierto los ojos.



--------------------------------------------------------Fin del flash back--------------------------------------------------------



--¡Bien, Baka!-Digo, disimulando mi emoción y nervios.

Que a mi parecer… Soy pésima actriz.

--No hace falta que me cambies las vendas—Dice Naruto, apartándose de mí--. Si quieres, puedes encargarte de Sasuke mientras alguien más me ayuda, pues él esta mas herido que yo, y…
--Y no sé qué tonterías hablas—Lo interrumpo--. Dije que te voy a cambiar las vendas y eso hare.

Él suelta un suspiro y deja caer su cuerpo a la camilla del hospital. Yo me acerco y tomo un algodón para limpiar las heridas mientras él se quita las vendas sucias. Veo su cuerpo bronceado desnudo… Y doy gracias a Kami por a ver cerrado bien las ventanas y la puerta. No me gustaría que nadie más viera lo que veo…

Una extraña sensación, suave y exquisita, me recorre de pies a cabeza, con un cosquilleo profundo que me hace reír un poco. Como una tonta. Naruto tiene la cabeza baja y no puede verme, viéndolo a los hombros desnudos. Trago mi saliva con pesadez y coloco el algodón sobre una herida. Él se estremece por la frialdad del liquido, y yo me muerdo un labio, cerrando los ojos y tratando de ser lo más delicada posible.

--Estas muy callado—Digo nerviosa--. ¿Estás de mal humor?, aunque, sinceramente sería raro de ti…
--Estoy cansado.

Su tono fijo, cortante y frio, me ataca como una estaca en el pecho… Vuelvo a morder mi labio con inseguridad, aquel miedo que sentía del rechazo, de la perdida, me ataca de nuevo. Me encojo de hombros y guardo silencio.

Que tonta.

Por un momento quise abrazarlo, y decirle lo que siento… ¡Aquello que he callado!, sin embargo, ahora, que ya he limpiado todas sus heridas y a punto de vendar su cuerpo, no puedo hablar… Ahora Naruto es silencioso y el temor, la bruma y tristeza me atacan de nuevo ¿De qué sirvió los consejos de Sasuke si no me atrevo a llevarlos a cabo?  ¿Por qué soy tan miedosa? ¿Por qué?... Tal vez, es la sensación, que siento… Que no merezco a Naruto: Fui egoísta, grosera y ciega…

¿Y si ya no me quiere?

--Oye Naruto…

¡Tengo que ser fuerte!, tengo… Que decirle algo…

--Quería hablar contigo…--Agregue temerosa y emocionada--.Esta tarde con Sasuke, estábamos hablando y al fin decidí…
--Lo sé—Me interrumpe Naruto--. Ya lo sé… Lo vi. Está bien, me alegro.
¿Me vio?...  Mejor dicho… ¿Qué vio?

Suelto una carcajada de alivio… Naruto se gira y me mira confundido y yo… y yo solo sonrió tranquila… ¡Ahora entiendo todo!, su tono… Su actitud silenciosa y sus palabras. Ahora lo entiendo, y, en cierto modo, es tierno.

--¿Y que viste Naruto?—Pregunto con una sonrisa, mientras retiro las vendas de mis manos y lo miro--. Cuéntame… ¿Qué es lo que sabes?

Naruto me mira desconcertado, inquieto y dudoso… Veo como juega con sus dedos y se muerde un labio, sentado sobre la camilla. Mira el suelo y dice suavemente:

--Se que te gusta Sasuke… Y está bien, los vi abrazándose y bueno—Él levanta la mirada y se rasca la cabeza con torpeza--.  Me alegro por ustedes.
--Ya veo—Conteste cerrando con llave la puerta--. Pues lamento decirte que entre Sasuke y yo no hay más que una amistad.
--¿Amistad? Pero entonces…
--Solo le conté a Sasuke sobre alguien—dije sentándome a su lado--. Más bien, él me regaño…
--¿Sobre alguien?

Miro a Naruto… y veo aquel brillo que se había perdido. Es como si, algo en él hubiera regresado. Y suelto una risita.

--Estoy enamorada—Digo--. Pero no me atrevo a decir-celo por miedo, y Sasuke me ayudo un poco con eso.
--Oh… Enamora… ¿Y de quien?, sabes… Que puedes contar conmigo.
--Adivina. Es alto, más alto que yo… Es de Konoha. Es delgado y fuerte, un amigo mío… Y a veces me desespera. Solo tienes tres oportunidades.
--Mmmm ¿Cejotas?
Deje los ojos en blanco y negué… Entonces me acerque a él un poco más.
--Otra pista… Es muy interactivo y protesta mucho.
--¿Kiba?—Dijo, girando un poco su cuerpo y mirándome.

Negué con la cabeza y me acerque un poco más. Él rodo los ojos en dirección a la ventana y se mordió el labio.

--Última pista—Susurro--. Es un Baka.

De repente, el giro su cabeza hacia mí y me miro asombrado… ¡Con los ojos muy abiertos! Y su rostro neutro… en un estado tipo Shock. Yo sonreí sonrojándome, y con suavidad tome sus manos.

--¿Yo?—Preguntó él, tembloroso.
--Adivinaste… Ahora tu premio.

Y sin dejarlo hablar, lo tome de las mejillas y presione mis labios contra los suyos… Atrape su labio entre los míos, con dulzura y suavidad. Con cariño y entusiasmo, sentí sus manos tomarme de la cadera y yo rodé mis brazos en su cuello. Sin separarme de su boca, me subí a la camilla y me senté en sus piernas, abriendo las mías alrededor de su cintura y dejando mi peso arriba de él.

--P-Pero Sakura-chan… --Dijo él, separándose de mí de golpe--. Yo… yo no sé…
--Shhh—Le susurre volviendo a besarlo.

Acaricie su espalda, me aferre a su boca y, lentamente… Baje una mano al pantalón de Naruto. Él se estremeció al sentir mis manos allí. Solté una risita traviesa al sentir su reacción y me separe de él.

--Debí decirte esto, desde hace mucho tiempo—Dije, mirándolo a los ojos--. Pero tenía miedo… Y ya no quiero tenerlo…
--¿Miedo?—El sonrió, sus mejillas rojas y sus labios rosando los míos--. Miedo tenía yo, cuando pensé que querías a Sasuke.
--Lo quiero—Digo acariciando su mejilla--. Pero a ti te amo.

Vi aquella expresión nerviosa y asombrada, iluminada y emocionada, que se revolvía en los ojos de Naruto.  Todo a la vez… y solté una risita con ternura.

Y entonces las palabras acabaron.

Volví a besarlo, empuje su cuerpo contra la camilla de hospital, y, arriba de él, sentada en sus piernas, me separe, lo mire… Tan inocente y asustado, sobre la camilla, observándome con cariño. Me baje el cierre de la blusa y me la quite…

Sonreí cuando vi sus ojos abrirse, y sus mejillas sonrojarse. La mirada de deseo… eso que jamás creí provocarle a un hombre con el cuerpo frágil y delgado que tengo, pero que en él provoco. Me mordí el labio y solté lentamente mi sujetador… Él se levanto hacia mí, y me tomo con delicadeza… Besó mi cuello, aventuro a sus manos por mi cuerpo y bajo los labios dejando un camino húmedo. Solté un ligero gemido, apreté mi cuerpo contra el suyo y revolví su rubia cabellera con locura. ¡Solté un gemido! Cuando sus labios llegaron a mis pechos… Cuando su lengua rodeo el pezón y lo succiono con cariño.

Porque cada detalle, cada gesto que hace Naruto en mí, es suave, dulce y amoroso…

Desabroche su pantalón, mientras él seguía lamiendo mis pechos. No quise interrumpirlo por el simple hecho de excitación que me provoca, además, allí… allí Naruto se ve feliz. Sus ojos azules centrados en un punto, sus labios succionado mi pezón rosado y duro. Él se separo y con una sonrisa imborrable en su rostro, me giro colocándome debajo de él. Me cubrió con su cuerpo y se quito el resto de la ropa.

“Woow”, me dije asustándome… Mirando lo excitado que estaba. Mi cuerpo delgado bajo el suyo formado y fuerte. Parpadee un par de veces y solté una risita nerviosa. Él volvió a besarme y lentamente me quito mi falda, mi licra negra... y cuando quede en panty, rosó, por delante de la tela, sus dedos… Dándome el placer de un cosquilleo delicioso. Arque mi espalda, me removí por debajo y solté varios gemidos placenteros… aquel rose me volvía loca.

Naruto lentamente metió las manos en aquella zona caliente y húmeda y, mientras acariciaba, bajaba mi panty entre mis piernas. Solté un suspiro y las abrí colocándolas en su cintura, lo mire a los ojos, y comencé a mover la cadera, rosando aquel punto… y gimiendo con fuerza. Él me detuvo, atrapo mis labios en los suyos, y acercándose a mi oído me susurró: “¿Segura?”, a lo cual, afirme con una tierna mirada.

--Espera… --susurro--. N-No… No tengo protección.
--Yo tampoco—Dice en un tono burlón--. No es como que… Sabía que esto sucedería.
--Baka.

Él se separa un poco, mira a su alrededor y finalmente toma de la mesita de junto, una caja de… ¿Toallitas húmedas? ¿Para qué sirve eso?

--Shikamaru dijo—Dice Naruto rascando su cabeza--. Que la abriera cuando sintiera que es el momento… Y creo que es momento.
--Solo son toallitas húmedas—Digo, mientras Naruto abre la caja--. No creo que allí haya…

Pero me callo, pues Naruto saca un paquete de preservativos. Sus ojos se abren a la par y suelta una carcajada inocente. Automáticamente, me sonrojo. Él abre uno con torpeza y alegría… Con un toque burlón sobre el regalo. Finalmente, me mira, y con mi mejor sonrisa, le coloco el preservativo lo más sensual y lentamente. A disfrutar…

Pulsante dolor… Desde mi vientre hasta mi pecho en una línea agudiza. Cuando Naruto me penetro, retorcí mi cuerpo bajo el suyo, soltando quejidos dolorosos que en un segundo, se convirtieron en gemidos… ¡Oh Kami!, él movía sus caderas de un lado al otro, abriendo mis piernas con las suyas, yo cerré los ojos y deje la sensación exquisita de la excitación dominar mi mente. ¡Gemidos! ¡Gritos!, su nombre en mis labios… Su sonrisa en los suyos, sus ojos azules mirándome como en un sueño, brillosos y dulces. Y finalmente mis labios, una vez más sobre los suyos, mientras su miembro entra y sale con rapidez del mío, humedeciendo y causando una fricción interminable.

--Naruto—Gimo, desgarrando su espalda con mis uñas pequeñas, susurrándole su nombre al oído mientras mi cuerpo rebota contra el suyo, en un acto interminable y ardiente.

Mis ojos se iluminan con gotas de lágrimas, gotas de felicidad que trato de disimular, pero me es imposible. En segundos, mi cuerpo reacciona con un pesado golpe excitante y es cuando me doy cuenta que el orgasmo se aproxima. Tenso mi cuerpo con fuerza y muerdo el labio de Naruto, mientras él me toma del trasero y me empuja hacia su miembro. Gruñe y me acaricia. Finalmente, lo beso y gimo entre sus labios, juntos en un orgasmo penetrante y hermoso… Suelto mi cuerpo, sobre la camilla del hospital. Miro el techo agobiada y plenamente feliz. Naruto acaricia mi vientre y me abraza rodeando sus brazos sobre mi cuerpo.

Él no dice nada… Y yo no le digo nada. Solo nos abrazamos desnudos sobre una camilla de hospital, como dos tortolos traviesos. En pocas palabras… Como dos enamorados.

Después de todo, soy una mujer enamorada, y Naruto… es un hombre Enamorado.