Problemas En La Cocina [C][TP][25/09/2012][2/¿?]

Era un día cualquiera en el restaurante Konoha donde comúnmente había mucha clientela y hoy no era la excepción, pero incluso mucha más de lo acostumbrado, pero los únicos que no se quejaban eran la dueña del lugar, los mozos que recibían buenas propinas y la cocinera estrella del lugar Sakura Haruno, de 24 años, pelirosa, de ojos verdes como el jade y tés blanca, de no más de 1.64-65, quien gracias a días así no sólo tendría algún dinerito de mas en su sueldo a final de mes, sino que también demostraba su buena mano en la cocina y eso se notaba en los clientes que muchos pedían repetir algún plato, el entorno de trabajo también era muy agradable, gente como Ino Yamanaka (amiga de infancia de Sakura), Kiba Inuzuka (otro de los cocineros del restaurant), Shikamaru Nara (uno de los mozos del lugar), Sai (también mozo) y varias personas más, este entorno le daba la tranquilidad y el equilibrio que le permitía cocinar como la mejor del mundo y así seria para siempre, según ella. Al final del día se iba a su departamento a descansar de otro día agotador, pero que le daba grandes satisfacciones, pero había algo que le extrañaba.

-Flash Back-

Sakura salía de la cocina para irse a su casa, pero algo llamo su atención, veía la sombra de alguien en la oficina de su jefa Tsunade, pero lo raro que era la sombra de un hombre, pero ninguna que reconociera, entonces después de un tiempo que no supo cuanto fue se abrió la puerta y dejo ver a un chico rubio bastante alto y de unas extrañas marcas en las mejillas junto a Tsunade, no sabía de que hablaban, pero se veía una conversación amena, cuando vio que el rubio se fue recién en ese momento se acordó que ella también se tenía que ir, pero ese chico algo raro dejo en ella como un “desequilibrio” por llamarlo así, pero sin darle más importancia se fue a su departamento a dormir.

-Fin Flash Back-

Amanecía en Konoha, otro día mas de trabajo para el pueblo, pero para Sakura algo en este día tendría más que sólo trabajo o así una “señal” se lo decía, al haber errado en la cantidad de cucharadas de azúcar en su café, eso para ella significaba algo, pero ¿Qué sería? Al poco tiempo después llego a su trabajo y noto que este aun tenía el cartel de cerrado, entro por la puerta de los empleados y vio que todo el mundo estaba en el salón, sólo falta ella por lo que pudo notar y al hacer notar su presencia todo el mundo la mira con cara de “se te esperaba” “llegas tarde” y otras expresiones que se podían descifrar de sólo verlos a los ojos.

El día ya empezó mal -pensó para sí-

En ese mismo instante llego Tsunade y todos se pusieron en pie (ya que se encontraban sentados en las sillas del restaurante) y entonces empezó a hablar.

Bueno, si los he llamado es por algo importante y no quiero perder tiempo así que–señalado a alguien- ven acá para que te presente –en eso llego para sorpresa de todos y más de Sakura el mismo chico rubio que vio el día anterior en el restaurante- muy bien damas y caballeros él es Naruto Uzumaki, es el nieto de un amigo mío de infancia, nació aquí, pero por cosas de sus padres vivió un tiempo en Alemania y ha vuelto a Konoha y como un favor lo dejare trabajar un tiempo acá y si se adapta tal vez lo deje permanentemente claro esta si a ninguno le incomoda en sus labores, en ese caso háganmelo saber -dijo seria- eso es todo por ahora, si quieres Naruto puedes presentarte con los demás, tienen 15 minutos que luego abriremos –diciendo esto último se retiro a su oficina-
Después de eso todos se quedaron viendo al rubio, él cual sólo puso sus manos en la nuca y sonrió amablemente a los presentes y sin que nadie lo esperara la primera persona en hablar fue Sakura.

Bueno ¿y? ¿No piensas presentarte? -decía la pelirosa sin mayor ánimo de entablar alguna relación con el rubio-

Oh, claro jeje, pues mi nombre ya lo saben y pues tengo 25 años, me gusta mucho el ramen, amo cocinar, también me gusta la música, salir con amigos y varias otras cosas y mi gran sueño es ser el mejor cocinero del mundo –esto último lo dijo mostrando el puño en alto y con el clásico fondo con arcoíris y estrellas y demás cosas como en los animes-

Es un necio –pensaba Sakura- y además voy a tener que trabajar con él, ahora entiendo la señal de la mañana.

Un rato más tarde ya estaban todos en sus labores, atendiendo público, los platos iban y venían, pero había algo totalmente distinto hoy en la cocina, además del clásico sonido de platos, cosas friéndose, el corte de alimentos y varias otras cosas más, también se oía una canción, la cual era cantada por Naruto, era Journeyman de Iron Maiden, lo curioso es que mientras cantaba cocinaba de una forma poco usual en el lugar, casi parecía que el chico estuviese en un acto circense por como “jugaba” con los utensilios*, pero para sorpresa de muchos los platos que se le pedían estaban listos en un pocos minutos, es mas el ritmo que el chico le daba al lugar animaba a muchos, bueno a todos menos a Sakura quien casi no podía concentrarse con “el ruido” que metía el Uzumaki con su canción y sus movimientos, esto no tardo mucho en hacer que Sakura explotara.

¡Quieres parar de una vez! –le grito a Naruto- ¡que no vez que no puedo preparar las cosas tranquila! -mientras intentaba volver a su preparación-

Discúlpame no era mi intención molestarte -y dejo de cantarla, pero siguió tarareando la canción-

¡Tampoco la tararees! -le reclamo la pelirosa, ahora seguía el ritmo con el pie- ¡tampoco sigas el ritmo! -al final logro que el Uzumaki no pronunciará palabra alguna o sonido alguno, pero algo en su mente le decía que la canción seguía sonando en su cabeza- ¡AHH! ¡Suficiente! ¡deja de hacer ruido!

Del grito no sólo el rubio se asusto sino que también todo el mundo que se encontraba en el restaurante en ese momento, luego de este grito todo siguió con normalidad, bueno menos Sakura que siguió preparando el platillo que tenia encargado, pero con un enojo notorio en su cara y Naruto logro de alguna forma poder seguir cantando y cocinando ya sin las quejas de Sakura y así paso el primer día de trabajo estando el Uzumaki como otro cocinero mas, pero para Sakura ya no sería lo mismo, nunca más tendría ese equilibrio que tenía antes en la cocina y ahora menos con alguien como Naruto en la misma cocina y este era sólo el primer día…

Notas del autor:
la mayoria de las acciones que realize naruto en la cocina son las mismas que realizo yo, tanto el cantar, como otros, bueno menos alguno que especifique*

Ya ha pasado casi un mes desde que Naruto llego al restaurante y casi un mes en el que Sakura se la ha pasado discusión o más bien quejándose con Tsunade con respecto al rubio sobre su forma tan poco común de cocinar, el ruido que provoca entre otras cosas, lo malo que la rubia le comunico algo que para nada fue bien recibido por la pelirosa.

Lo más probable que tendría que convivir con él, ya que de todos los que trabajan en el lugar, eres la única que pones quejas de Naruto -le comunicaba mientras leía unos papeles que le habían pasado su secretaria y amiga Shizune- si incluso Sasuke, que tú bien sabes que es muy reservado se lleva bien con él, así que mejor vas viendo cómo te arreglas con Naruto porque ya es parte del lugar.

A Sakura esto no le gusto para nada, es más le parecía imposible que aunque fuese por su amor por la cocina pudiese suportar estar trabajando en la misma cocina con aquel rubio de ojos azules, alto, bronce… de repente Sakura noto las cosas que estaba pensando con respecto al rubio, antes solo eran cosas totalmente en contra de él, ahora tenía una que otra característica del rubio, esto a ella no le gustaba y menos le gustaba el rubio como para estar pensando cosas así de él o eso creía ella, al cabo de un rato, ya estaba en la cocina preparando un “Pollo a la Pekinesa” hasta que sintió una presencia conocida detrás de ella y no se equivoco, era Naruto que tenía su mirada fija en ella y sin mayor animo le hablo.

¿Se puede saber que haces detrás de mí? -sin mirarlo mientras seguía cocinando el pollo-

Pues veras he notado que hemos tenido algunos problemas de convivencia y pues me gustaría que los resolviéramos -le decía Naruto con un tono que demostraba sinceridad- así que me gustaría invitarte a comer, podríamos conocernos mejor, ser amigos incluso y evitar este ambiente en la cocina jeje ¿Qué te parece?

A Sakura no le parecía mala idea, aunque de todas formas pensaba que sería imposible llevarse bien con alguien que llego de repente a “desequilibrar” su ambiente, pero no perdía nada.

Está bien, iremos a comer, a ver si nos podemos “llevar bien” -el rubio se alegro hasta que la Haruno le dijo- pero aun así mas te vale no hacer algo loco, como haces comúnmente o te aseguro que nunca jamás me veras como a alguien a quien puedas decirle amiga o si quiera compañera, ¿Quedo claro?

Naruto suspiro, pero acepto la condición, le costaría de eso tenía seguridad, pero con tal de llevarse bien con ella no tenía problemas en intentarlo y así paso lo que quedaba del resto del día, como era viernes cerraron temprano tipo 7 de la tarde entonces Naruto quedo de ir a buscar a Sakura tipo 8:30, cada uno se fue a su casa, en la de Naruto con su estilo propio se puso a cocinar y ahora más tranquilo ya que no tenía a Sakura que lo sermoneara, mientras en la casa de la Haruno, esta se arreglaba el cabello mientas seguía pensando en que ponerse, lo que no espero fue que tocaron el timbre, se dirigió a la puerta y viendo por el ojo de esta, descubrió que era su amiga Ino.

Ino ¿Qué haces acá? -le decía abriéndole la puerta y volviendo a su habitación rápidamente-

Pues fácil –le decía estando adentro- vine a ayudarte para tu “cita” con Naruto –decía pícaramente-

¿De que estas hablando? -le decía totalmente extrañada a su amiga desde su habitación-

Pues fácil, hablo de que sólo había que ver cómo te pedía que aceptaras comer con él y ser “amigos” -la rubia estaba segura de sus palabras- además que piénsalo, muchas de las chicas del restaurant están locas por Naruto por lo lindo que es y todo lo demás y tu que sin siquiera buscarlo, es mas lo desprecias…

Pero se cayó cuando vio que Sakura salía de la habitación con un aura maligna casi asesina, algo no andaba bien e Ino tenía eso muy claro.

Espera un momento –decía con una voz tétrica, como película de terror- para que sepas de qué iré a comer con Naruto y ver como me lo pedía debiste estar ahí, pero tú estabas se supone atendiendo en la caja a esa hora y eso quiere decir que… -mostrando una mirada homicida a Ino- nos estabas espiando…

Bueno… yo... no los estaba espiando como dices jeje… sólo los… escuche… si eso… los escuche cuando estaba pasando… jeje… por favor créeme Sakurita T-T -Ino tenía en mente dos cosas en el momento, una era salir corriendo inmediatamente de ese lugar o dos sino seria cocinada viva por Sakura y rezaba porque la segunda no pasase, para su suerte vio como ella se devolvió a su habitación-

¿Y? –le decía desde adentro- que esperas para ayudarme o ¿quieres que te cocine viva acaso?

Ino no lo pensó dos veces para ayudar a Sakura con lo que se pondría, luego de un rato de probar todo lo que Sakura tenia en su ropero encontraron la combinación perfecta, Ino en su mente pensaba que si solo era una cena de amigos no seria raro que pasara a algo mas, por su parte Sakura encontraba muy “coqueta” la ropa con la que iba, pero debido a la insistencia de su amiga no tenia mas opción.

Eran las 8:29 y Naruto aun no llegaba, pero Sakura pesaba que seria demasiado que el rubio llegara precisamente a la hora mencionada o eso creía hasta que justo cuando su reloj marco las 8:30 sonara el timbre cuando abrió se dio cuenta que era Naruto, pero uno muy distinto al que comúnmente veía en el trabajo, este traía puesto un pantalón azul oscuro, una chaqueta del mismo color y una camisa blanca dejando abierto un par botones los cuales dejaban ver a Sakura parte del pecho del rubio lo cual le saco un pequeño sonrojo y noto por ultimo que traía un collar, por parte del Uzumaki este también estaba algo sonrojado por la ropa de Sakura, esta consistía en un vestido de una pieza rojo que dejaba la espalda descubierta, un escote no de esos que dejan poco a la imaginación, pero dejaba algo para el regodeo de quien pudiera acompañarla y una falda unos centímetros sobre las rodillas, en su mente la pelirosa solo quería asesinar a su amiga por casi obligarla a ponerse ese vestido, pero viendo al rubio chico con un sonrojo bastante notorio al igual que el suyo las cosas estaban parejas para ella, luego de un rato de estarse viendo y sonrojándose decidieron salir.

Fueron a un restaurante, durante la comida se conocieron mejor incluso mas de lo que pensaron, Sakura supo que una de las cosas por las cuales el rubio cocinaba de esa forma tan poco “ortodoxa” era debido a su madre, de quien le hablo mucho incluso mencionando que el primer día cuando le “hablo” de aquella forma le recordaba a su madre por otro lado de su padre no le podía contar mucho ya que este murió cuando él era un muy pequeño, por otro lado también le hablo de Jiraiya, el amigo de Tsunade y su abuelo por quien decidió volver a Konoha, si bien este era algo pervertido a tal grado que en vez de llamarlo abuelo le tenia el apodo de “ero-sennin” pero era un buen tipo de quien se podía confiar. Por parte de la Haruno, el Uzumaki conoció la historia de porque había elegido la cocina como su pasión que venia del lado de su padre ya que la madre de ella era medico entre otras cosas, el ambiente era bastante ameno para ambos hasta que llego un tema que a los dos los dejo viendo fijamente a los ojos ¿Por qué a ella le molestaba que él actuara así en la cocina?

Bueno… pues yo… no se como decirlo… pero tu no me das… el ambiente que necesito para trabajar ¿me entiendes? -mientras tomaba algo del vino que habían pedido-

La verdad no, es mas tampoco se la razón de porque te alteras, es mas en los otros lugares que yo trabaje nunca tuvieron quejas de mi o de mi forma de cocinar, yo diría que eres la primera persona en el mundo que conozco que se queja -le decía no dándole mucha importancia al tema-

Realmente no entiendo como alguien puede cocinar estando al lado tuyo, sigo sin entender eso -recordando cada comento en que le había llamado la atención al cocinero- es que tu me sacas de quicio, te pones cantar “ángel de amor” un momento y al otro estas tarareando una canción que no ubicó y luego te pones a “tocar la guitarra” mientras silvas otra canción, me desesperas y mucho -diciéndolo casi con fastidio-

Bueno, bueno lo siento, nunca a sido mi intención ¿si? Jamás pensé que mi presencia te molestaría tanto en tu trabajo, pero por mi parte sigo sin entender ¿como a pesar de todo el ruido que ya se produce en si en la cocina, te quejas más que nada de lo que hago yo?

Pues fácil, desde el momento que has pisado el restaurante, has “desequilibrado” mi ambiente de trabajo, no me puedo concentrar para trabajar adecuadamente estando ¡TÚ! Hay –gritando literalmente el tú en la cara del Uzumaki-

Y… ¿Cuál seria tu propuesta para que eso no pasara?

Fácil, desde ahora en adelante no cantaras ni nada en la cocina, sólo te dedicaras a cocinar ¿de acuerdo? -decía con una gran sonrisa la pelirosa-

Naruto parecía haber visto un fantasma por la cara que tenia, no podía creer lo que le decía la Haruno ¿dejar de cocinar sin siquiera hacer el conocido “Air Guitar”? ¡RIDICULO! Desde que aprendió a cocinar gracias a su madre que hacia eso, no iba a dejarlo ahora y eso se lo haría saber a Sakura.

No, me niego rotundamente a hacer semejante tontería, prefiero no se… -poniendo pensativo- ¿saldría muy costoso hacerme una cocina aparte?

¿¡QUÉ!? ¿Estas diciendo que te negaras a la petición que te he hecho?

¿Petición? Por favor eso es casi una orden y si, me niego rotundamente a aceptar eso, llevo toda mi vida cocinando de esa forma y no lo cambiare sólo porque a ti te molesta, es mas seria mejor que tú te acostumbraras a mi forma de cocinar.

Y con estas últimas palabras del rubio la “adorable” pareja que vieron algunas personas cuando estos entraron se habían convertido en una pareja todo menos “adorable”, ya muchos se preguntaban cuanto faltaba para que se empezaran a lanzar los platos y el clima afuera tampoco acompañaba que parecía que en pocos minutos caería una tormenta poco menos.