VERDADEROS SENTIMIENTOS [CAPÍTULO CUATRO: 17/01/13]

La vida está compuesta de momentos, algunos son alegres como otros tristes, están los de paz como los de ira, angustia, desesperación, decepción, esperanza... Todos pasamos por ellos alguna vez...

Esto quiere decir que todos pasamos por momentos similares, pero al ser personas diferentes actuamos diferente frente a cada uno de ellos, pero no es solo nuestra actitud la que hace que nuestro destino sea uno, también están las personas que nos rodean.

Sí, la influencia que tienen las personas en la vida de una es incalculable. En esos momentos en que desmoronaríamos como un castillo de arena siendo pisado por las desgracias, la persona correcta con las palabras adecuadas podrían salvarnos, como la persona y palabras equivocadas destruírnos.

A veces podemos reconocer a estos ángeles salvadores, pero personas despistadas como yo y él no nos daríamos cuenta tan fácil. Dicen que por más pistas que hayan, si a un idiota no se lo dices, él nunca lo entenderá. Es exactamente lo que nos pasaba, tan cerca uno de otro, apoyándonos en cada momento, hizo que eso fuera normal para nosotros y la transición amistad-amor no tuviera los límites muy precisos.

Mi mente ya no es la de la niña que fui en ese entonces y me doy cuenta de que mi vida no sería la misma si él no hubiera estado ahí conmigo. Y aunque sé que este no es un cuento de hadas y no existe un "felices para siempre", esperaba que esos momentos junto a él no tuvieran fin...

Ahora solo quiero consolarlo y decirle que todo estará bien, aunque creo que estoy llegando al límite y no sé si resistiré mucho tiempo más. Espero que cumplas tus sueños, yo desde el cielo te estaré mirando. Por favor, Naruto. No lo olvides... Te amo con todo mi corazón.

Pasaron varios años desde que él había abandonado la villa… Desde ese día ella había esperado con ansias que él regresara por ella, seguir teniendo misiones con el equipo siete completo, ver a todo el equipo sonriente otra vez…

Pero a medida que el tiempo pasaba, solo le llegaban noticias horribles de Sasuke… Él definitivamente ya no era el mismo…

Ella pensó que el día en que vengara el asesinato en masa de su clan, todo podría volver a la normalidad, él podría volver a Konoha y restaurar el clan Uchiha con alguna mujer fuerte… Esperaba que fuese ella, por eso se esforzaba cada día para poder ser una mejor ninja y sorprender a éste cuando regresara, eso era lo que le daba fuerzas para seguir entrenando más y más…

Cuando le llegó la noticia de que había matado a su hermano y obtenido así su tan preciada venganza ella lo siguió esperando a cada día y con más esperanzas que antes… Pero él no volvió…
Poco a poco esas esperanzas de volver a verlo disminuían, hasta que por mandato del Raikage fue un grupo de ninjas de la aldea del Rayo a pedir permiso a Konoha para que lo mataran ya que había secuestrado a Killer Bee, el Jinchuriki del ocho colas y además hermano menor del Raikage, sin duda ahora él estaba involucrado con Akatsuki…

La reacción automática de Sakura fue más que predecible, rompió en llanto como en aquel día en que Sasuke se negó a que esta le acompañara dejando toda su vida atrás, a ella no le importaba nada, lo que pensarían los mayores, su familia, sus amigos; ella solo quería estar con él, pero él no quería que así fuese…

Destrozada se dirigió a su casa, subió a su habitación sin cenar y se tumbó en su cama.

- Sakura… Sakura…
- … Quién…? Quién me llama? – preguntó sorprendida ya que se encontraba sola en su cuarto desahogándose como una niña.
- Soy tu inner Sakura, no te parece que ya estás bastante crecidita para estar lloriqueando así?
- ¡¿Qué me he vuelto loca?! ¿¿Estoy hablando sola?? – Sorprendida – *Sí que este Uchiha me ha hecho daño* – pensó –
- Pss, que ya te dejes de babosadas Sakura, ya eres toda una mujer, no puedes dejar que este maldito te siga entristeciendo. Eso es lo único que te ha hecho siempre y tú bobita como eres arrojándote a sus pies – sentenció.
- Pero… yo… - Trató de defenderse.
- Pero nada, ¡ya me tienes harta! Tantos años estuve callada aguantando esto, ya me cansé. Mira Sakura, te ayudaré a ver las cosas como son, y si quieres salir de este pozo me tienes que prometer que pondrás de tu parte, después de todo, sabes que yo solo deseo “nuestra Felicidad”.

Sakura todavía estaba perpleja, pensaba que podría estar enloqueciendo, en ese entonces llega su mamá y toca la puerta…

- Sakura, estás dormida? Despierta, mi hija, que viene Naruto a verte…

Ella abría sus ojos lentamente y quedó aliviada de que solo haya sido un sueño –o al menos eso creía- pero al final de cuentas algo de lo que su inner le había dicho era cierto, sufría en vano por un amor imposible que jamás fue correspondido. Esto la dejaba triste, pero no podría estar así delante de su amigo así que se lavo la cara y salió a recibirlo.

Naruto acababa de irse ya que dio por entendido que Sakura estaba dormida, iba caminando despacio, estaba muy preocupado por ella ya que Ino, la mejor amiga de Sakura, le había dicho cómo la pelirrosa se había puesto al recibir la noticia de que Sasuke era un criminal ahora perseguido internacionalmente…

-*Si tan solo lo hubiera rescatado a tiempo* - pensó afligido. Cuando de pronto escuchó una voz...

- ¡Naruto!
- …. – volteó a verla.
- ¡Naruto! ¡¿Que no podrías haber esperado un poco más?! – Dijo en tono algo molesto mientras se acercaba al rubio que al verla esbozó una tierna sonrisa.
- Es que creí que ya te habías dormido, después de todo ya no son horas de visita... – sonrió tímidamente.
- Descuida, Naruto. Siempre es un gusto hablar contigo – Dijo la pelirrosa sonriendo.

Naruto se sonrojó y esto también provocó que ella se sonrojara al notarlo. Ambos caminaron sin un rumbo fijo mientras hablaban de cosas sin sentido y a cada tanto uno despertaba una sonrisa en el rostro del otro…

Naruto se volvió un shinobi muy fuerte, el más fuerte de Konoha, el héroe de la aldea. Después de haber derrotado a Pain y salvar a los aldeanos fue reconocido por todos, así cumplió uno de sus sueños; pero todavía le faltaba otro, el más importante: convertirse en Hokage. Él había madurado mucho, estaba mucho más concentrado en sus objetivos, entrenaba mucho para ser cada vez mejor y ahora que había superado incluso a Ero-Sennin se sentía realizado, excepto por algo. Algo le pasaba, se sentía vacío si no estaba con ella, la pelirrosa de ojos verde jade lo tenía muerto, pero ni Naruto ni ella eran capaces de verlo. Además de la madurez de Naruto había también algo más, él ya no era el niño de antes, se había convertido en un hombre muy atractivo… Era alto, tenía el cuerpo perfecto, cada músculo se marcaba e incluso sobre la ropa se los podría contemplar, sus rasgos faciales también fueron cambiando con el tiempo hasta concederle un contorno muy masculino, sus ojos azules seguían divinos, como para perderse en ellos y su sonrisa única derretiría hasta el corazón más duro. Varias mujeres en Konoha estaban locas por él, incluso ya había una especie de Naruto-fanclub de chicas que estaban siempre detrás de él, acosándolo. Y como es lógico, a nuestro Naruto jamás le interesó ninguna de esas chicas.

Llegaron hasta el parque y se sentaron bajo la luna llena.

- Naruto… - dijo con un tono más triste – No has ido solamente a saludarme verdad? Me supongo que también te enteraste… – bajando la mirada.
- Sí, creí que estarías tan preocupada como yo. – dijo el rubio – tranquila Sakura, no dejaré que lo maten.

Lo dijo tan seguro de sí mismo que Sakura se sintió tan convencida de que lo haría que suspiró aliviada. Le transmitía tanta paz, estar con Naruto sin duda la hacía sentir mucho mejor.

- Gracias, Naruto… - lo abrazó repentinamente.
- De nada… Sakura-chan… -la envolvió entre sus brazos y mientras acariciaba su pelo rosa y apoyaba su barbilla sobre la cabeza de la pelirrosa pensó que podría quedarse así durante toda la vida…

Luego de unos segundos…

-Na… Naruto… tengo que volver a casa.
-Vamos, yo te acompaño – dijo sonriendo.
- XD – Sonrió también la pelirrosa asintiendo, era imposible para ella evitar sonreír luego de ver la sonrisa del rubio.

Fueron caminando rumbo a la casa de Sakura, esta ya estaba mucho más tranquila después de la charla con su amigo.

Se despidieron como de costumbre y la pelirrosa se dirigió a su cuarto, pero Naruto no se dirigió a la suya, sino que subió silenciosamente a uno de los árboles que daba una vista perfecta hasta la habitación de Sakura, él no sabía porque lo hacía y no era la primera vez, pero cada vez que ansiaba estar cerca de ella al menos se conformaba con espiarla desde lejos en su habitación, nunca había visto nada raro, Sakura siempre se iba al baño a asearse y salía con su ropa para dormir ya puesta, pero esta vez fue distinto, escogió una remera negra con una espiral roja en medio y la dejó sobre la cama para dirigirse al baño.

Naruto pudo acercarse un poco más y logró ver que se trataba de su remera.

___Flash Back___

Estaban Naruto y Sakura conversando muy entretenidamente en el parque hasta que de repente empieza a llover dejándolos empapados a ambos.

- ¿¡Lluvia!? ¡¡Genial!! -.- – dijo Sakura sarcásticamente.
- ¿No que te gustaba? – preguntó Naruto sonriendo, a él no le parecía importar en absoluto, incluso parecía divertirle.
- Sí, me encanta. Pero mientras que esté bajo un techo mirando desde mi ventana y tomando chocolate caliente. – dijo Sakura empapándose.
- ¡Jajajajajaja! Vamos, te llevaré a mi departamento que está cerca antes de que pesques un resfriado.
- Vamos… - asintió ya tiritando.

Sakura apenas avanzaba ya que al parecer tenía mucho frío, así que Naruto la montó sobre su espalda y la llevó.

- ¡¿Qué es lo que haces, “baka”?! – Gritó enfurecida
- Solo te salvo la vida. Agradécemelo después – dijo el rubio con una amplia sonrisa.
- ¡Ya verás cómo te agradezco, “baka”! – dijo apretando su puño con fuerza.

En ese momento casi cayó (en realidad Naruto la desequilibró a propósito) y este le dijo:

- Agárrate fuerte que si te caes no me hago responsable – dijo enfureciendo a la pelirrosa.

Esta se aferró al cuello de Naruto y fue ahí cuando notó lo fuerte que se había vuelto, esos músculos; sí, Naruto había crecido después de todo.

Cuando llegaron Naruto la bajó, ambos estaban empapados..

-*wow, esa remera pegada al cuerpo… se ve muy sexy* - pensó Sakura.
-*Sakura-chan se ve tan sexy con toda la ropa pegada al cuerpo, y el pelo mojado sobre sus hombros…. Pero qué digo, si está tiritando de frío* Sa... Sakura, te traigo algo de ropa seca, estás empapada- dio la vuelta y sacó del ropero una de sus remeras y se la entrego para que se pusiera.

Sakura fue al baño a cambiarse, en verdad estaba empapada. Se quedó con su ropa interior y se puso la remera, le quedaba larguísima, llegaba a cubrir hasta la mitad de sus muslos, pero estaba muy cómoda en ella.
- Sakura-chan, aquí tienes unos pantalones – dijo el rubio mientras esta salía dejándolo desorbitado por lo que veía.

- Estoy bien así Naruto, gracias – sonriendo.

Naruto ya se había vestido y estaba un poco avergonzado de verla a Sakura así, la verdad que se veía bastante sexy; ella se sentía muy a gusto, así que el rubio trató de disimular las miraditas inocentes que le tiraba y parece que hizo un buen trabajo porque estaba seguro de que si ella lo descubría sería hombre muerto.

Estuvieron el resto del día en el departamento de Naruto charlando y Sakura también se tomo su momento para admirar la lluvia por la ventana, mientras Naruto la admiraba a ella…

Sakura se había ido cuando paró de llover, llevando la remera del rubio y para ir hasta su casa también acepto los pantalones, hasta ahora no se los había devuelto.

____End Flash Back____

Mientras el rubio seguía en sus pensamientos sobre lo ocurrido en ese día la pelirrosa sale del baño con el pelo mojado y vestida solamente en un conjunto de ropa interior de encaje rosa, esto a Naruto lo sacó de sus casillas y no pudo evitar dar un paso en falso que casi lo echa al vacío.

- ¿¿Quien está ahí?? – preguntó asustada la pelirrosa

En esto para la suerte de Naruto sale un gato de la oscuridad saltando hacia una rama.

- Uff… tengo que dejar la paranoia – Se dijo a sí misma.

Siguió vistiéndose y Naruto siguió admirándola ahora más cauteloso mientras esta se ponía su remera.

-*Sakura-chan es tan perfecta, esa piel tan suave, su cuerpo, esa ropa interior no podía haberla dejado más sexy*- pensó el rubio hasta que de repente un comentario lo sacó aun más de sus casillas:

- Ojalá hubiese sido Naruto... – dijo en voz baja mientras apagaba la luz y se metía a la cama.

Naruto quedó duro como piedra por la sorpresa, acaso fue eso lo que dijo Sakura-chan? Acaso ella quería estar con él esa noche?

-*No, no hay manera de que haya dicho eso.* - Trato de convencerse a sí mismo.

Ya no podía ver nada porque la pelirrosa apagó la luz como acostumbraba hacer antes de dormir, así que Naruto también se dirigió a su departamento, pero con un conflicto interno que no lo dejaba pensar coherentemente. Se aseó y se acostó en bóxers, las luces estaban apagadas, pero la luz de la luna dejaba la habitación en una penumbra en la que todo se distinguía muy bien.

El rubio miraba el techo, tratando de encontrar una respuesta coherente para lo que había pasado en ese día, hasta que se le cruzó por la mente algo:

- *Sakura-chan… podría estar enamorada de mí…* pensó…

Quedó en silencio un rato y luego empezó a reír solo.

- jajajajaja, imposible. Sakura-chan es perfecta, no se fijaría en un “baka” como yo. - Lo último lo dijo en un tono muy triste y volvió a quedar pensativo.

- Necesito un descanso, mañana todo volverá a la normalidad.

…

Mientras que en la habitación de cierta kunoichi…

- Niña…! hey tú!!

- Qué… Qué es lo que sucede?- dijo

- Soy yo de nuevo, hace un momento me dejaste plantada justo cuando dije que decidí ayudarte - dijo molesta…

- ¿Qué no había sido un sueño? Oh, Dios… me he vuelto una demente! – decía en tono afligido

- Ay niña, tu estupidez me está cansando – bufó – fue un sueño, así como lo es este, es la única manera de que puedas escucharme ya que cuando estás despierta pareces no oírme, debe ser algún defecto de fábrica… jajaja. – rió.

Esto no le causó gracia a la pelirrosa.

- Y qué es lo que quieres decirme? – enojada

- Tranquila, pelo de chicle; solo quiero ayudarte, ya que estamos en simbiosis, te beneficias tú y me beneficio yo – Trataba de convencerla.

- Eso ya lo sé. Dime, cómo piensas ayudarme.

- Lo único que puedo hacer desde mi posición es aconsejarte, niña; y hacerte entender lo que está tan claro como el agua pero tú no lo ves.

- ¿Cómo qué?- preguntó curiosa.

- Como que Naruto es un bombón que está como para comérselo entero y que está muerto contigo, la verdad no sé qué es lo que ha visto en vos, pero tenemos suerte de que se fijara en nosotras con tantas viejas persiguiéndole - le decía satisfecha…

- Na.. Naruto es mi amigo, y yo lo quiero mucho, pero no lo amo; amo a Sasuke aunque me duela en el alma que se haya convertido en un monstruo- dijo vacilante.

-Jajajajaja- rió su inner – ya deja de babosadas chiquita, que Sasuke nunca te ha querido, incluso a todas le rechazaba, a esta altura no me sorprendería que nos llegara la noticia de que tiene pareja, y que sea un hombre! Jajajajaja, siempre me pareció un emo gay. Me parece que no tienes muy buen gusto, querida. En cambio ese Naruto sí que está como para tirarse encima, que cuerpo tan viril, no sabes lo divertido que podría ser estar con él – pensó pervertidamente.

- *Oh, Dios. Es cierto que Sasuke ha rechazado a todas y cada una de las mujeres que se les ofrecían en bandeja. Será cierto? No, no puede ser.*- pensó - Sa… Sasuke no es gay! – dijo un poco dudosa.

- Esa ni tú te la crees – sentenció su inner.

- Y Naruto es solo mi amigo, no hay manera de que se fijara en mí, me considera como su hermana, me cuida y me protege, nada más. – Lo dijo tan rápido que se notaba lo nerviosa que se había puesto.

- Ay, pero vamos. Que no notaste la cara de deseo que puso cuando te vio empapada por la lluvia aquella vez?

- Bueno…

- Y no vas a admitir que te gustó también a ti sentir tu cuerpo sobre el suyo mientras te cargaba?

- Pero…

-Y que tampoco quisiste ponerte los pantalones solo para que él te siguiera mirando embobado? Aish, niña. Es que no eres tan tonta. Admítelo, queremos a ese buenarro de Naruto en nuestra cama. – dijo con complicidad

De repente la escena cambió, estaba Sakura empapada frente al departamento de naruto con el rubio en frente, tan empapado como ella, Sakura lo miraba con deseo, y el rubio se acercaba lento con una mirada penetrante.

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-Naruto.. – dijo ella.

-Shhh.. – Naruto llevaba un dedo hacia sus labios haciéndola callar mientras le susurraba al oído – Dime que serás mía, Sakura-chan. -Fue una imagen tan sexy e inesperada que la dejó atónita.

Sakura no entendía bien qué era lo que sucedía, entonces el rubio la tomó de la cintura con fuerza y lo acercó a su cuerpo todo lo que pudo, ahora ambos sentían el cálido aliento del otro en sus rostros. Sakura no articuló palabra alguna y mientras sus ideas se le mezclaban en la cabeza pasó algo que la dejó con la mente totalmente en blanco. El rubio la había besado lentamente, era muy tierno, aunque la fuerza con la que le tomaba de la cintura y la apretaban parecían satisfacer sus ansias de dominio; esta mezcla de sensaciones dejó a Sakura deseando que llegara más lejos.

En ese entonces, él la levantó y la colocó contra la pared besándola aun más intensamente, automáticamente la pelirrosa lo rodeó con sus piernas pudiendo sentir así el miembro de Naruto que ya estaba muy endurecido, además notaba que era muy grande; esto la excitó mucho, incluso soltó un gemido que al rubio pareció encantarle.

- Entremos – dijo, mientras abría la puerta sin soltar a Sakura ni separarla de su cuerpo.

La bajó sobre la cama mientras se sacabala remera empapada dejando ver su torso desnudo, *es perfecto*-pensó Sakura- el rubio se volvía a acercar a la pelirrosa sin apartar su ardiente mirada de ella…

La chica ya había perdido la cordura, no sabía bien lo que hacía, solo deseaba que Naruto la hiciera suya. Estaba tan excitada, la lluvia afuera la dejaba aun más. Luchó por librarse de sus ropas y se acostó con conjunto de lencería de encaje muy sexy, era de un color rojo intenso, al ver esto Naruto se sacó los pantalones y quedando solo en bóxers se posó sobre la pelirrosa besándola desesperadamente. Sakura ya no podía contenerse, sentía como la deseaba con pasión y esto la volvía loca, el rubio le sacó el sostén ágilmente, dejando sus pechos perfectos al descubierto, empezó a acariciar uno de ellos con una mano, mientras que con la boca lamía y mordisqueaba el pezón del otro. La kunoichi se retorcía de placer, se aferraba con fuerza al rubio como podía, clavaba sus uñas en la espalda de este y eso parecía que lo motivaba aun más.

-Entra ya, Naruto… Entra que no aguanto más… - decía Sakura jadeante…

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En esto se oye una carcaja tremenda…

- jajajaja con que Naruto es solo tu amigo?? – dijo cínicamente su inner

- Qué? Qué ha pasado aquí???

- Pues solo te mostré cuan divertido podría llegar a ser si admitieran sus verdaderos sentimientos - respondió sarcásticamente – jajajaja

- Yo… no quería esto… - dijo la pelirrosa avergonzada.

- Pues mira niña, yo solo te mostré algo que estaba reprimido en ti, en lo más profundo de tu mente por más cuerda que parezcas hay algo de perversión, a mí no me engañas. Admítelo niña, que bien nos haría Naruto ahora mismo!!

- Yo.. – trataba de defenderse.

- Igual, esta noche ya no me queda tiempo, está por amanecer, seguiremos hablando hasta que sea necesario niña, así que no me extrañes porque me volverás a ver muy pronto – dijo despidiéndose.
Lentamente volvía a abrir sus ojos.

-*Qué noche!* pensó. Mientras estiraba los brazos notó como sus sábanas estaban revueltas, la remera que llevaba puesta estaba lo más alto posible, por poco no se la sacaba. Y en especial notó que “algo” más abajo estaba muy humedecido. *Hasta donde llegué solo con un sueño!?*

-Soy una pervert – dijo, escondiéndose entre las sábanas; avergonzada de sí misma.

En ese mismo momento cierto Uzumaki también se iba despertando, su inner no lo había molestado todavía, pero sin duda ya le hacía falta, despertó con la misma duda que tenía antes de entregarse al sueño. Y volvió a ponerse pensativo mientras miraba al techo y decía:

- Sakura-chan… ¿¿será que acaso sientes algo por mí..??

Sakura ya se había levantado y estaba mucho mejor que el día anterior, ya no le pasaba la imagen de su viejo amor Sasuke siendo muerto por algún shinobi; sino más bien era otra cosa la que la tenía llena de intriga…

- *Pensando bien, hace tiempo que Naruto dejó de ser el niño tonto del que todos se burlaban, ahora es un ninja muy respetado tanto en la hoja como en las demás aldeas… todos confían en él… Además se volvió muy atractivo…*- pensaba la pelirrosa.

En ese entonces volvió una escena a su mente.

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Naruto agarraba con fuerza el trasero de Sakura mientras esta se retorcía por las ganas que tenía de que el rubio la hiciera suya. Tenía la respiración entrecortada, estaba jadeante y sudaba frío, sentía como si una descarga eléctrica recorriera todo su cuerpo, estaba experimentando una sensación única y en ese momento solo deseaba más y más…

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Se levantó sin terminar el desayuno y salió apresurada de su casa.

-*Necesito contárselo a alguien*- pensó.
Fue a buscar a su amiga de infancia: Ino Yamanaka, esta es una bella kunoichi además de ser fuerte también era una ninja médica al igual que Sakura aunque tanto en belleza, fuerza y habilidad médica Sakura la superaba enormemente. Pero cuando se trataba de chicos no había ningún punto de comparación ya que Sakura nunca había tenido un novio de verdad, ni siquiera la habían besado debido a que todos sus pretendientes siempre fueron rechazados a causa del “amor” que sentía aún la pelirrosa por cierto Uchiha, o eso era lo que ella creía. En cambio Ino era bastante accesible en ese sentido, incluso se podría decir que ella era la que tomaba la iniciativa en algunos casos como el de su ahora ex novio Sai. Esta chica era totalmente desinhibida, además de haber tenido varios novios también ya era bastante experimentada sexualmente, a veces los detalles de esas relaciones incomodaban un poco a Sakura, pero como buena amiga siempre escuchaba lo que la rubia tenía para decir.

- Ino, ohayo! – saludó la pelirrosa.

- Sakura… -sorprendida- ¿Qué haces aquí tan temprano?

La rubia se encontraba en la florería de su familia desde temprano, Sakura se acercó a ella en cuanto abría la tienda.

- Es que he tenido un sueño raro – sonrojándose – Necesito algún consejo…

- Se trata de algún chico?? – Decía la rubia emocionada – Dime que te has enamorado y quieres tener una noche de pasión con un chico guapo… - Le brillaban los ojos a la rubia...

- No sé, Ino.. – se sentó mirando el suelo, en ese entonces Ino notó que se había sonrojado – ven, siéntate; te contaré todo…
Sakura le contaba a su amiga como se había sentido destrozada cuando le llegaron las malas noticias sobre Sasuke y lo bien que se puso al hablar con Naruto en esa noche…

-*con que Naruto*- pensaba Ino - *Sí que está bueno, se ha vuelto muy fuerte y atractivo; sin duda algún día será el Hokage, tienes suerte pelo de chicle, a kilómetros se nota que está como un perro esperando a que tires el hueso para ir corriendo tras él; si no fuera por eso ya me lo hubiera quedado* -pensaba la rubia mientras sonreía maliciosamente..

-Ino?... Ino!... Me estás escuchando? – preguntó Sakura molesta.

-Claro, Sakurita- dijo mientras agrandaba su sonrisa…

-Y luego antes de dormir… – siguió contando la pelirrosa - …sentí la necesidad repentina de que Naruto estuviera conmigo, hasta pensé que podría estar espiándome tras un árbol, pero solo fue mi imaginación… Y mientras dormía… - quedó totalmente sonrojada.

- ¿Qué pasó? – preguntó la rubia.

- Pues… verás… - no podía articular bien las palabras.

- Soñaste que lo hacían!! –Gritó la rubia levantándose de la silla y haciendo que una señora mayor se volteara a la tienda sorprendida. –Que hacían… e… ese jutsu prohibido… - trató de arreglar la rubia mirando a la anciana que las seguía viendo, esta le sonrió y siguió su camino. – Ufff…- Exclamó la rubia.

- ¡¿Que estás loca?!- Ahora la que gritaba era la pelirrosa. – ¡¿Acaso quieres que todo el país del fuego se entere?!- le decía mientras le mostraba su puño a la rubia con una mirada asesina.

- O sea que sí!!!! – dijo Ino dando saltitos de alegría – sabía que un día se te pasaría lo de santa y serías una chica normal, con un novio y algo diversión por las noches- Ino desbordaba felicidad- Vamos…! tenemos que comprarte lencería sexy para que uses en tu primera vez, ya que no creo que tengas algo de eso en tu casa o si?- decía mientras cogía a la pelirrosa por la mano dirigiéndose hacia la salida.

En ese momento Sakura le lanzó una mirada asesina que decía todo.

-…O mejor nos quedamos aquí y platicamos de lo que sientes por Naruto-kun…- decía la rubia con miedo mientras volvía a sentarse…

-*Naruto-kun? Qué siente Sakura por Naruto-kun??*- pensaba alguien que había escuchado lo último que había dicho Ino. Decidió quedarse donde estaba a ver si podía oír más acerca de esto.

- Es que fue muy repentino- seguía diciendo Sakura. – me acariciaba y me besaba y yo sentía que mi cuerpo se elevaba al cielo, yo solo quería más y más.

-*Suficiente, no quiero oir más*- apretando los puños –

Esta persona se alejó lo más rápido que pudo y no pudo evitar que se derramaran algunas lágrimas, hacía tiempo que ella estaba enamorada de Naruto y él jamás le había dado alguna demostración de afecto que vaya más allá de la amistad, incluso después de haberle declarado su amor y demostrar que estaba dispuesta a dar su vida por la de su amado, este no la había buscado para decirle que correspondía o no a sus sentimientos; esto ya le había hecho pensar que el rubio no sentía lo mismo por ella, pero ahora estaba más que confirmado, Naruto no la amaba, peor aún; está enamorado de Sakura y tienen una relación que mantienen en secreto desde quien sabe cuánto tiempo… pensaba desconsolada…

-*Solo te dejaré en paz para que puedas ser feliz al lado de tu amor* - pensaba Hinata mientras derramaba dos lágrimas y sonreía. - *Adiós, Naruto-kun*

Mientras tanto las dos amigas seguían hablando acerca de los sentimientos de la pelirrosa…

- Entonces… El “baka” aún no lo sabe… - Seguía la conversación en la florería Yamanaka.

- No, si apenas me entero yo – continuaba la pelirrosa.

- Entonces tenemos que buscar una manera en la que se pueda dar cuenta de que estás interesada.

- No sé si sea una buena idea, Ino.

- Tú déjamelo a mí, ya verás que en poco tiempo será él quien esté desesperado por estar contigo. – dijo la rubia guiñando un ojo.

- Que no estoy desesperada…

- Bueno, bueno querida amiga; sé que entiendes lo que quiero decir, no te pongas así – tratando de calmar a la pelirrosa- ahora tenemos mucho trabajo por hacer…

- Trabajo? – preguntó Sakura confundida.

- Claro! Crees que el ninja más guapo y fuerte de toda la aldea se fijaría en una chica que usara esos arapos? Vamos a buscarte algo de ropa sexy!! O si prefieres algo no tan atrevido, pero que sea más femenino. – dijo arrastrándola fuera de la tienda para dirigirse hacia un centro comercial.

- *Uff, me espera un largo día* - pensaba Sakura

Al mismo tiempo, en el bosque junto al campo de entrenamiento…

- Fuuton Rasen Shuriken!!! - Se oía junto con un chirrido y luego de unos segundos varios árboles estaban caídos con el tronco cortado de manera tan exacta como si fueran cortados por una navaja invisible.
El rubio estaba algo cansado, pensó que sería buena idea entrenar para ver si su mente podía dejar de pensar por un momento en cierta pelirrosa. Su idea estaba funcionando, Naruto se concentraba al máximo mientras entrenaba, con razón había alcanzado tal progreso, después de haber perfeccionado el modo sabio podía usar las técnicas más peligrosas sin que su cuerpo sintiera daño alguno, pero él quería más. Creía que aún le faltaba mucho para que pudiese traer de vuelta a su amigo, y ahora que había personas queriendo matar a Sasuke tendría que hacerse mucho más fuerte, a cualquier costo lo traería de vuelta, después de todo, él le había hecho una promesa a Sakura, y Naruto nunca rompe una promesa.

-*Creo que es mejor detenerme por un momento* - pensó.

El rubio se acostó en el césped, llevaba el torso desnudo, esto permitía distinguir todos y cada uno de sus músculos que estaban muy bien marcados. Puso sus brazos bajo su cabeza a modo de almohada y se dedicó a mirar el cielo que estaba tan azul como sus ojos.

De pronto se le vino a la mente algo.

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Ojalá hubiese sido Naruto…

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Esto retumbaba tan fuerte en la cabeza de Naruto, no podía dejarlo tranquilo… Hasta que de repente dio un salto.

-Claro!!! Esa es la solución…! La única manera de saber si Sakura-chan siente algo por mí es averiguarlo por mis propios medios!... Pero… Soy muy cobarde... no puedo llegar y preguntarle “Sakura-chan, acaso estás desesperadamente enamorada de mi?” De seguro me mataría.. – Dijo llevándose la mano a la mandíbula como si ya le doliera solo con imaginarse – Lo único que me queda es… espiar a Sakura-chan! Sí, eso es! Pero tengo que tener mucho cuidado porque si me descubre soy hombre muerto, ni siquiera van a encontrar todas las partes de mi cuerpo para enterrarme – pensaba con miedo al imaginarse lo que la pelirrosa podía llegar a hacer si lo descubría – Además no me va a molestar seguir viendo cosas como las que vi anoche…– decía con una sonrisa pervertida en la cara mientras recordaba a Sakura en su lencería de encaje rosa.

Se volvió a tumbar en el suelo.

-*Sakura-chan, lo que no daría para que esto que me estoy imaginando algún día fuera verdad…*

Mientras tanto en el centro comercial de Konoha…

- Te queda divino!! – decía la rubia

- Me deja gorda… - sentenció Sakura

- Es que hay cosas que no se pueden ocultar, Sakurita… - decía con una risita la Yamanaka

- ¡¿Qué dijiste Ino cerda?! – con una mirada fulminante.

- Que tienes curvas muy bonitas, a los hombres les encanta eso. Y esta ropa te favorece, créeme, Naruto no tendrá como resistirse..! – Después de todo Sakura ya le daba algo de miedo a Ino, sabía que su bello rostro no volvería a ser igual si su puño la llegara a golpear.

- Tienes razón – con una sonrisa – me lo llevo. –Es bastante cómoda y también ya es hora de que varíe un poco mi estilo. – dijo satisfecha con su elección.

Ya se había hecho tarde y Sakura debía entrenar con su maestra a las 3 de la tarde, entonces llevó lo que había comprado a su casa y se fue al duro entrenamiento que le esperaba, estaba ansiosa por ponerse la ropa que había comprado, pero tendría que esperar hasta mañana para ver la reacción de Naruto cuando la viera.

- Ya verás Naruto, como caes en mis redes. – dijo para sí misma- Uy! Es tardísimo, si no llego a tiempo Tsunade-sama va a ser el doble de exigente conmigo – sintió escalofríos al imaginarlo - ¡Me voy!