¿Odio O Amor? Capitulo 2 (+16) 01/03/2016

En un lugar no muy lejano de la ciudad de Hong Kong, una organización algo pequeña, estaba teniendo una pequeña charla entre miembros.

-Haber Haber inútiles, dejen de pelearse... -Dijo Una peli rosa, seriamente.

-Pero, Sakura... -Respondió Deidara.

-¡Se me callan! -Exclamo la chica algo enfadada.

Estaban teniendo una especie de reunión, en una mesa redonda, cada uno de los integrantes estaba presente.

-Vamos a repasar lo que nos falta. ¡Entendieron! -Dijo esto mirando fijamente a los dos chicos que estaban al costado de aquella mesa.

-Shizune, ¿podrías decir nuevamente lo que necesitamos para la organización? -Pregunto suavemente la peli rosa, ya más calmada.

-¡Hai! Etto... -Tomo un pequeño cuaderno donde estaban anotadas las cosas. -Necesitamos un nuevo lugar donde podamos quedarnos.

-Bien, Con respecto al lugar que necesitamos, me gustaría que Itachi, y tu shizune, se puedan encargar de eso. -Dijo la chica seria.

-¡Hai! Yo me encargo, Sakura, no te preocupes. -Dijo Itachi.

-Bien, lo siguiente es... Necesitamos más, comida las reservas se están acabando, tal vez para unos 2 o 3 días máximos. -dijo Shizune.

- (Ese debe ser Chouji) -pensó la peli rosa, con los ojos cerrados. -¡Chouji! tú te encargaras de ir a buscar las provisiones, no necesitas saber que si falta aunque sea un grano de arroz, veras lo que pasara ¿no? -Insinuó macabramente.

-Se asusto, al escuchar eso. -Cla- Claro yo me encargo. -respondió tambaleando las manos de un lado a otro.

-Bueno. Continúa por favor, Shizune.

-Haber, eh necesitamos un nuevo ventilador. -Dijo penosamente la pelinegra.

-Grr. -Gruño molesta. -Ni me lo recuerdes. -Dijo está echando todo su peso hacia atrás en la silla.

-¡OOHH! Ya recuerdo porque fue eso... -Dijo de manera sonriente el rubio.

FLASHBACK.

-¡Maldito Ventilador! -Gritaba una furiosa chica.

Shizune y Samui Estaban asustadas a una esquina.

-Contrólese por favor, Jefa. -Replico Shizune.

Ambas se abrazaron de lado a lado, mientras temblaban.

-Es inútil, Cuando se pone así, No hay nada que podamos hacer. -dijo Samui.

-¡Shaaaanaaaarooooouuuuu!

La peli rosa lanzo un fuerte puñetazo al ventilador mandándolo a volar lejos.

FIN FLASBACK.

-Hahaha y recuerdo que solo había que quitarle el seguro para que pudiera funcionar. -Reía el pelirrubio sin control.

La peli rosa se levanto de la silla suavemente y fue al lado del rubio.

-Hahaha si fue muy gracioso no crees Deidara. -Dijo la chica fingiendo una sonrisa.

-Hahaha si en especial porq- ¡¿eh?! -el rubio movió su cabeza lentamente hacia su lado izquierdo.

Veía como estaba ella envuelta por un aura maligno, mientras crujían sus puños lentamente.

-Sa- Sa- Sa. -tartamudeaba el chico, con mucho miedo.

-Jo Ya veo, no vas decir nada... -crujía mas sus puños, el aura que la impregnaba revoloteaba su cabello.

-Lo- Lo Si- Sien- to. -dijo casi llorando el rubio, mientras movía sus manos de izquierda a derecha rápidamente.

-Mph... Tendrá suerte si solo es un golpe. -Murmuro el uchiha.

10 Minutos Después...

Estaban sentados todos nuevamente en la mesa, incluyendo a Deidara.

-Para que aprendas. -Dijo Sakura con los brazos cruzados.

-Lo- Lo siento. -Respondió el pelirrubio, sobándose la cabeza, con su mano derecha.

La alta tensión estaba alta de eso no hay duda.

-Shizune, continúa. -Dijo la peli rosa

-Ha- ¡Hai! Haber, ¡oh si! Necesitamos nuevos miembros, según mis cálculos, hacerse con el presidente de Japón no será fácil, pero tal vez con 2 personas más, podríamos tener una pequeña posibilidad siquiera de acercarnos.

-Si puede que tengas razón, apoyo libremente a Shizune, nuevos reclutas harían que nuestra confianza pueda crecer más, y así poder tal vez asestar un golpe de estado. -Explico Sasori.

La peli rosa comenzó a pensar, en silencio.

-Yo también apoyo, lo dicho por mis compañeros. -Dijo Itachi Seriamente.

-Bien, hare que Samui se encargue de esto. -Miro a la rubia.

-¡HAI! Yo me encargare de buscar a los nuevos reclutas.

-¡Bueno está decidido entonces! Ya cada uno tiene su respectiva misión, con respecto a Sasori Y Deidara ustedes se encargaran de este lugar. -Dijo seria.

Todos asintieron con la cabeza.

-Solo espero que sepan lavar platos. -Dijo lo último sonriente.

Los demás soltaron unas pequeñas risas, excepto a Sasori y Deidara.

-Pero que gracioso. -insinuó el pelirrojo irónicamente.

-Se levanta la sesión, pueden continuar, con lo que estaban haciendo. -Dijo la peli rosa levantándose. -¡Samui! Quiero que mañana comiences con la búsqueda. -dijo sonriente.

-Hai, mañana mismo comenzare. -dijo Samui.

Continuará.

Al día siguiente, en el refugio.

Todos estaban dormidos, a excepción de cierta rubia que tenía que hacer algo.

-Ya te has despertado, Samui-San. -Decía a duras penas la pelinegra, recién abriendo los ojos.

-Pues Claro, a diferencia de que ustedes están en duplas para el trabajo, yo y Chouji no tenemos compañeros. -Dijo la rubia mientras se arreglaba el pelo, con una cinta.

-Se inclino sobre la cama, y con su mano derecha se refregaba el ojo derecho. -Si lo que digas. -Cayendo sobre la almohada nuevamente la pelinegra.

-Hehe, parece que la fiesta estuvo buena a noche, o me equivoco "Shizune-Chan" -Dijo en tono picaron, mientras se sentaba en la cama para ponerse las zapatillas.

-¿Cuál Fiesta? -Se preguntó intrigada.

-No te Hagas, Ya sabes, estuviste hablando con Sasori hasta tarde ¿no? -Dijo Samui, en voz baja.

-Esta despertó de un golpe. -¡EEEHHH! Co- Co- Como Sabes e- eso. -pregunto nerviosa la chica, mientras sus mejillas comenzaban a ponerse coloradas.

-Oh, Entonces Si le acerté, hahaha. -predijo la rubia, que termino con un par de carcajadas.

-¡AAHH! -Dio un pequeño grito, mientras abrazaba la almohada con fuerza, y la movía de lado a lado.

La pelirrubia ya estaba lista, se levanto de la cama, ya había desayunado antes que los demás, solo le faltaba irse.

-Bien, Creo que tendremos que dejar de hablar de tu novio. -Dijo esta poniéndose guantes negros sin bordes en los dedos. -Me toca partir. -Insinuó la rubia mientras comenzaba a salir de la habitación.

-¿Eh? ¡Oye! Samui-San a propósito, ¿A quién iras a buscar? -pregunto Shizune, dejando a un lado la almohada, y levantándose.

-Iré por ellos, Shizune. -Un tono de tristeza, dejo soltar Samui en esas palabras.

-No me digas, que... -Su cara de asombro comenzó a aparecer, llevando sus manos a su boca tapándosela.

-Si, creo que... A "ellos" -la mirada perdida de Samui Se hizo notar, esa mirada de "no saber qué hacer"

-Samui-San... Debe ser difícil para ti ¿no? -Dijo Shizune, mirándola tristemente.

-No tengo más opción, por ahora... -la rubia se volteo dándole la espalda a la pelinegra. -Además, si no traigo a nuevos reclutas, Sakura se enfadaría mucho no crees. -Dijo lo ultimo sonriendo.

-Aun Así, espero que los encuentres. -dijo en tono triste.

-No te preocupes Shizune, te aseguro que los traeré. -Dijo esto último sonriendo. -Bueno ya me voy, mira que la ciudad de Hong Kong Esta como a 1 hora de camino. -Dijo esta estirando sus brazos en flexiones.

-¿Planearas ir en tu moto? -Preguntó.

-Obvio, después de todo por algo todavía me sirve ¿no? -Dijo esta Guiñándole su ojo derecho a Shizune.

-¡Tienes razón! creo que fue una pregunta tonta. -Rio sarcásticamente.

-Bueno, Yo ya me voy, les deje la mesa puesta, así que solo les sirves su desayuno a los chicos Shizune. -Dijo esto saliendo de la habitación.

-Hai. -Exclamó esta. -Que te vaya bien. -Formó una pequeña sonrisa, con sus ojos cerrados, y su mano derecha la abalanzo de lado a lado, en forma de despedida.

La rubia, salió del refugio y se dirigió hacia una cochera, abrió el portón, le saco el manto a la moto, ya que tenía el manto para que no se le ensuciara. Al sacar el manto, la moto brillaba increíblemente. Era de color amarilla con franjas de llamas por los lados.

-La rubia comenzó a tocar la moto suavemente. -¡Tan Radiante como siempre! Rai. -formo una pequeña mueca en forma de satisfacción, se subió a la moto. -Pues ya hacia algún tiempo que no la usaba. -¡Aquí voy! -Dijo Samui, suspirando por un largo rato.

Encendió la moto, subió el freno, y movió sus manos en los mangos de la moto para agarrar velocidad, acelero y salió por el camino que lleva hacia la ciudad de Hong Kong.

-¡Wuuujuuuu! Esto se siente estupendo. -exclamo la rubia, que iba a mucha velocidad, era tanta que el viento desprendió la cinta de su cabello, que al final logro soltarse.

El Camino que debía recorrer Samui, apenas comenzaba.

La pelinegra se puso la bata, y las pantuflas y se dirigió hacia el comedor. Había una mesa grande, fácilmente podrían caber 10 personas o más.

-Así que de verdad dejo la mesa puesta. -soltando unas pequeñas risitas. La mesa estaba completa los vasos listos para poder servir el jugo, la mermelada y la mantequilla estaban puesto también, faltaba solo hacer el pan tostado en el tostador.

La pelinegra fue hacia el refrigerador, saco el néctar de naranja y comenzó a servir en los vasos, sabía que los chicos ya estaban por despertarse, por eso se puso manos a la obra.

Mientras preparaba las tostadas, un pelirrojo apareció por el pasillo hacia el comedor.

-¿Eh? ¿Shizune? ¿Eres tú? -Pregunto el chico, mientras se rascaba la cabeza con la mano izquierda.

-¡Eh! Esa voz es de... -Se estaba volteando la pelinegra, cuando de repente se abrió su bata un poco.

-¡¿EH?! -su cara quedo totalmente roja, no solo veía a la chica que le gustaba frente suyo, si no que también veía los buenos atributos que ella tenía.

Vestía un pequeño vestido transparente hasta un par de centímetros mas abajo de la cintura, era de color negro. El pelirrojo notaba claramente la ropa interior de la chica.

-Es- eh- Shizu- Etto... -apenas podía hablar, con cada segundo que pasaba mas colorado se ponía, además de estar nervioso.

-T- Tu- Bat- a... -apuntaba el muchacho con el dedo índice a los pechos de ella.

-¿Sasori? Porque me est-... -La chica se miro a sí misma, mientras seguía apuntando el chico. -¡¿EEEHHH?! -sus mejillas comenzaron a ponerse rojas, se dio cuenta que estaba exhibiendo una buena vista para Sasori, o eso al menos el pensaba.

-¡AAHH! -Soltó un pequeño grito por la vergüenza que sentía, al ser observada por Sasori. Rápidamente junto su bata y se la amarro.

-¡Ya deja de mirarme! -Dijo la pelinegra con una lágrima en sus ojos.

-Lo- Siento, yo solo... Venia por un vaso de agua, pero... Tu es-tabas. -El pelirrojo no podía relajarse todavía, su corazón no dejaba de palpitar rápido.

Ella comenzó acercarse al pelirrojo, lentamente, este sin saber qué hacer, comenzaba a retroceder de apoco, ella se acerco un poco mas rápido, y lo tomo de la playera que llevaba el muchacho, así abrazándolo.

-Shi- Shizune. -Murmuro suavemente.

-Sasori-Kun... Yo... -Se alejo unos centímetros de él. -Yo... Creo que... -estaba tan avergonzada que no podía expresar lo que sentía la chica.

En ese momento Sasori, dejándose llevar por el impulso, la agarro suavemente, de los hombros y comenzó a acercarse a ella lentamente... Ella dejándose llevar también comenzó a cerrar los ojos.

Pero....

-¡BUU! -Replico el rubio fuertemente.

El fuerte grito del rubio asusto a Sasori, este sin querer cayó sobre Shizune. -Lo- lo siento... -Dijo Sasori, al Sentir rara su mano derecha. -¿Eh? -El pelirrojo noto que era blando y caía en su mano, por lo que lo apretó un poco.

Salido de esa reacción, un fuerte gemido de la chica salió.

-¡EH! -Se percato este de que había agarrado sin querer el pecho izquierdo de Shizune.

-Oh, Ho. -expreso el rubio, tranquilamente.

-¡¡AAAHHH!! -Shizune grito.

-No fue mi intenci- ci- on. ¡De verdad! -dijo este alejándose rápidamente de ella.

Ella cubriendo sus pechos con su mano derecha y sus ojos casi por completos en lágrimas.

-¡¡BAKAAAA!! -Grito la pelinegra, dándole un puñetazo en toda la cara.

-¡AAGG! -La cara del pelirrojo casi dio una vuelta de 360 grados.

-¡BAKA! ¡BAKA! ¡BAKA! ¡BAKA! -Repetía consecutivamente la chica muerta de vergüenza por lo sucedido, además los vio Deidara de tan solo pensarlo, ya se ponía más roja.

Todos los demás llegaron, hacia el comedor.

-¡Que diablos pasa aquí! -Replico la peli-rosa.

Todos solo veían como el pobre Sasori tenía 3 chichones en la cabeza, y tenía el cachete izquierdo completamente inflamado.

-¡EH! Supongo que yo puedo explicarlo un poco. -dijo un tanto asustado el rubio, mientras llevaba su mano derecha hacia su nuca.

Después de la explicación, que dio Deidara, se calmaron los demás.

-¡Joder! Y yo pensando que habían entrado, las fuerzas especiales Konoha. -dijo está tomando asiento en la silla que estaba frente a la mesa.

-al menos me tranquiliza saber, que Chouji e Itachi, vinieron prevenidos. -dijo esta mientras cruzaba las piernas, y se servía el jugo que había en la mesa.

-Hehehe, siempre atento, en todo momento jefa. -dijo sintiéndose orgulloso, mientras tambaleaba la mano derecha donde traía un bate.

-Pues yo no sé, si decirle lo mismo a Itachi. -Recalco el rubio.

-Porque lo dices, yo también vine preparado. -dijo este mostrando una granada.

-¡AAHH! Por eso mismo lo digo, nos habrías hecho pedazos con una granada. -Exclamo el rubio, exagerando.

-Tú eres la causa de este accidente, Deidara, Por asustar a Sasori. -Recalco el pelinegro mientras guardaba la granada en su bolsillo.

-¡AAHH! Pues no tengo la culpa de que haya caído de esa manera. -Los ojos de Deidara se ponían blancos.

-Bueno como sea, llévense a la cama a Sasori, y comamos algo, porque habrá arto trabajo que hacer. -Dijo Sakura.

-¡HAI! -Respondieron todos excepto, Sasori, y Shizune.

Después de 30 minutos más tarde.

-Valla... Parece que he llegado antes, de lo que esperaba. -Dijo una rubia bajándose de la moto, mientras disfrutaba de la vista hacia la ciudad de Hong Kong.

-De acuerdo, ¡Aquí voy! -Se emprendió camino hasta la ciudad.

Continuara.

Capitulo 1 Parte 3 Final ¡Reencuentro del pasado!

La rubia se emprendió camino hacia la ciudad, con cada paso que daba, se ponía más tensa, estaba claro que la seguridad de Hong Kong no era tan buena, pero si era una de las ciudades que, conocía a todos los miembros de la organización.

-No sería divertido si me descubren. -Recogió un poleron, que había cerca de una roca, no estaba en mal estado, pero si un poco sucio.

-Con esto podre pasar, sin levantar sospechas. -Dijo la chica, que acto seguido se colocó la capucha que tenía el poleron.

Después de lograr entrar en la ciudad. Solo tenía que buscarlos a ellos.

Saca un celular, que tenia activado el GPS. -Si no me equivoco, el lugar estaba... Justo aquí. -Hacia zoom, en la pantalla para ver mejor el lugar.

-Al menos no esta tan lejos. -Insinuó. -Bien, en marcha. -Guardo el celular, y se dirigió hacia aquel lugar.

La ciudad no era lo que parecía, las personas que se veían al caminar, se notaba que estaban, desanimados, deprimidos, tristes, algunos tenían hasta rasgos de que fueran locos.

Se acomodo la capucha, para taparse más la cara. (No debería sorprenderme, de encontrar la ciudad en este estado, después de todo. Mientras Tokio siga al mando del país, las otras ciudades se verán envuelta en todo esto. -Pensó la rubia.

La chica continuo caminando, por unos 10 minutos hasta que...

-¿Mmm? ¿Sera ese el lugar? -Se pregunto ella misma, Mientras sacaba el celular, y veía el punto hacia donde tenía que llegar. -No hay duda, se supone que aquí estaba el orfanato. Pero... -La mirada preocupante de la chica, se noto de inmediato.

-No tengo más remedio que arriesgarme. -Dijo Samui.

Comenzó ha caminar hacia lo que parecía una especie de local. Ella no sería tan estúpida para ir a una ciudad, donde es buscada por la policía, sin ningún tipo de arma, tan poco llevaba algo tan, llamativo, solo un pequeño cuchillo de combate.

Más se acercaba al local,  más nerviosa se ponía, se supone que debería estar un orfanato en este lugar, pero solo había un pequeño local, había un letrero a fuera que decía "Pet Shop"

La rubia dudo por un segundo, si realmente estaba en el lugar correcto, pero era lo que le indicaba el GPS.

-El que no arriesga, no gana... -dijo esto ganándose al frente de la puerta para entrar, suspiro para acto seguido abrir la puerta lentamente.

-¡Bienvenido! -Dijo una señora, de tal vez 45 años, o menos.

-Etto... Me gustaría hacerle una pregunta. -Dijo la chica mientras sacaba su celular.

-¿Eh? Sí, claro por qué no. -Respondió amablemente la señora.

Mientras caminaba hacia el ventanal que las separaba, la rubia le pregunto.

-Yo recuerdo, que hace algún tiempo atrás, aquí había un orfanato... Me podría explicar si es que ya no está, o está en alguna otra parte. -Pregunto intrigada mente la rubia.

-¡Oh! Ya recuerdo... Si aquí existió ese orfanato, pero lo cerraron hace más de 5 años.

-¿Eh? pero... Qué pasó con los chicos del orfanato, todavía quedaban muchos niños que no eran adoptados. -Replico algo agitada la rubia.

-Pues si es verdad, a la mayoría de los chicos, los trasladaron a un recinto orfanato en Tokio. Pero... Hubo algunos que los dejaron aquí. Esos chicos sin un lugar a donde ir.

Ya más nerviosa comenzó a buscar en su celular una foto.

-Estos... Usted sabe, si fueron trasladados, o los dejaron aquí... -Pregunto con angustia, la rubia mientras le mostraba la foto a la señora.

-¿Mmm? Esos dos... Sé que los he visto en alguna parte. ¡¿Ha ya recordé?! A ellos los dejaron en la calle, no quisieron trasladarlos hacia Tokio. -Le explicaba la señora. -Es más, son buenos muchachos. Dudo que sean delincuentes, yo muchas veces los invite a pasar para que pudieran tomar un baño, y comer algo.

La rubia sintió una tranquilidad que hiso que se relajara.

-Menos mal. -dijo en un pequeño murmullo. -Y sabe dónde puedo encontrarlos. -Pregunto ella, guardando su celular.

-Claro. -Respondió ella. -Mira, vas 3 calles abajo y luego doblas a la izquierda en un callejón completamente oscuro. Solo tienes que buscarlos o llamarlos por su nombre. -Le dijo ella. -Mira se llaman.

La rubia interrumpió a la señora. -Lo sé, se cuáles son sus nombres. -Dijo esto formando una sonrisa. -¡Muchas gracias por la información! -Dijo ella, en acto de reverencia.

-Está bien, no te preocupes, pero debo advertirte... Que a veces hay delincuentes por el lugar.

-No se preocupe, Tendré cuidado. ¡Hasta luego! -Se despidió de la señora y salió del local.

Al salir del local, la chica nuevamente saco el celular, y comenzó a mirar la foto que le había mostrado a la señora. En esa foto se podía apreciar. A ella prácticamente abrazando del cuello a 2 chicos. Se notaba lo antigua de la foto, pues en la foto eran solo unos niños, tal vez de 9 a 12 años aproximadamente.

Ella tan solo se quedo viendo esa foto, notó que lagrimas caían por sus mejillas coloradas lentamente. -¿Donde están? Naruto... Suigetsu... -Se pregunto la rubia.

Después de unos minutos, de haberse desahogado, la rubia secando sus lagrimas se dirigió calle abajo, tal como lo había dicho la señora camino, 3 calles abajo, luego doblo hacia la izquierda, y notó el callejón que estaba al frente suyo.

A pesar de ser apenas las 11:30 de la mañana, el callejón estaba oscuro, como si fueran las 22:00 de la noche.

-¡Espero que los pueda encontrar! -Murmuro ella.

Armándose de valor comenzó a caminar hacia el callejón, por más que se adentraba, más espeluznante se volvía alrededor.

-¿Como pueden estar en un lugar como este? -Se pregunto la chica.

Continuo caminando lentamente, mientras observaba hacia cada lado, realmente iba haciendo mucho ruido, ya que pisaba, latas, vidrios, paquetes de envoltura etc.

El camino seguía recto hasta que se dividió en 2 partes de otro callejón.

-Mmm y ahora ¿por dónde? -Dijo la rubia.

El camino se dividió en izquierda o derecha.

(Y si los llamo por su nombre) -pensó la chica.

FLASH BACK.

-Ten cuidado, hay veces que rondan delincuentes por el área...

FIN FLASH BACK.

Recordó las palabras de la señora. (No es que tenga miedo, pero... Lo mejor será no llamar la atención) -fue el pensamiento de ella.

Así que escogió el camino derecho.

Después de caminar 2 minutos, al final del callejón llegó a un lugar algo más tranquilo, pero también algo mas desolado.

Se veían un par de apartamentos, estaban en mal estado, pero se veía que podría ser un buen lugar para convertirlo en refugio tal vez.

-Podría ser que... -La rubia colocó su mano derecha en su pecho. -Ellos... Estén aquí.

Sin pensarlo 2 veces, comenzó a caminar hacia los apartamentos, pero... Mientras iba caminando hacia los apartamentos unos sujetos salieron de diferentes partes rodeando a la chica.

-¿Eh? (De donde rayos salieron estos tipos) -Miro hacia los alrededores, noto que eran solamente 4.

-¡Hey! Que hace una muchacha como tú, por estos lados. -Dijo sonriente un hombre alto, tal vez de 1,82 metros de estatura.

El estaba por al frente, los otros 2 estaban a su derecha e izquierda, y el ultimo estaba atrás de ella, estaban rodeándola por completo.

-Preguntare de nuevo, ¡Que haces por estos lados! -Dijo el hombre acercándose lentamente.

(Maldición... Que es lo que hare ahora) -Pensó la rubia.

Se ajusto la capucha más, para que no le pudieran ver el rostro.

-¡Hey Jefe! Qué tal si la llevamos con nosotros Jejeje. -Dijo el hombre de atrás.

-Ya veo, parece ser que eres muda... Je mejor para nosotros, así no gritaras tanto. -el hombre siguió acercándose de apoco hacia ella.

En ese momento, un chico vio lo que estaba pasando, desde la ventana de su apartamento.

-¿Eh? Podría ser que... -miraba fijamente la situación. -¡Hey! Suigetsu! Ven a ver esto.

El chico estaba completamente acostado en el sillón, Mientras leía un libro. -No molestes ahora, no vez que estoy en la mejor parte. -Respondió este sin ánimos.

-Esto es serio... Morgan y los de su grupo están molestando a una chica. -Dijo seriamente. -La están acorralando.

El peliblanco se impresionó. -¡¿En serio?! -Soltó el libro de inmediato, y fue a mirar por la ventana.

-Esto no me gusta, nada. -Recalco el rubio, que fue a por un bate que tenía escondido detrás de un sillón.

-¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! ¿Que crees que haces, Naruto? -Pregunto Suigetsu.

-Pues que no ves, iré a salvar a la chica. -Respondió este sin titubear, mientras limpiaba el bate.

-¡No! espera un momento, tu sabes que pasara si sales afuera, con un bate. Intentando salvar a una chica que ni conoces. -Le dijo agitadamente.

-¡Tampoco me quedare observando a como la golpean! Suigetsu. -Respondió el chico determinadamente.

Ambos chicos se quedaron mirando fijamente, se podía notar como brillaban los ojos de aquel rubio, que estaba preparado para salir afuera.

-¡Ay no! Conozco esa mirada, es ¿en serio?  -Pregunto Suigetsu.

-¡Iras o no! -Respondió el rubio, volteándose para mirar a la chica nuevamente.

-Sabes que de esta no saldremos vivos ¿verdad? -Le dijo este al rubio. -Una vez involucrado con la banda de Morgan, tendremos suerte si solo nos golpean. -Dijo el peliblanco, sacando un cuchillo pequeño.

-¡Eso no importa ahora! Después nos las arreglaremos, como siempre lo hemos hecho. -Le dijo el rubio al peliblanco.

-Si lo que sea, ahora vayamos. -respondió este.

-Hai.

Los dos chicos salen del apartamento, dirigiéndose hacia donde está la chica.

(Piensa rápido Samui, ¿Que es lo que hare?)

Ya viéndose completamente rodeada en un acto de desesperación, Ella dijo.

-Etto... ¡Busco a unos chicos! que se llaman... Naruto y Suigetsu. -dijo la rubia, nerviosamente.

-¿Naruto y Suigetsu? Dices... Je, no los conozco. -Respondió este. -Pero ya no importa, ¿o sí? después de todo, te llevaremos con nosotros.

(Veo que no tengo alternativa) -Pensó ella, mientras colocaba su mano en el bolsillo derecho del poleron.
Solo pequeñas carcajadas se escuchaban por parte de los que se encontraban a su alrededor. Ya a una distancia muy corta, el hombre que se encontraba atrás de ella, intentó agarrarla por la espalda.

Esta en un acto de reflejo, se agacho rápidamente, y mientras se volteaba, le lanzo una rápida patada en el pecho. Este cayó por la fuerza de la patada.

-¡Se los advierto! No tengo nada en contra de ustedes, pero si no me dejan pasar. Entonces tendré que abrir un camino, por encima de ustedes. -Dijo amenazante la rubia, levantándose.

-Mmm, no todos los días uno se encuentra a una chica que sepa defenderse por sí misma. -Le dijo el grandulón a la rubia, acercándose más todavía.

-¡Ay! ¡Ay! Que fuerza la de esta chica. -Dijo el tipo, que estaba tirado en el suelo, dando vueltas por el dolor de la patada.

-Y crees que alguien como ¡TU! podría pasar por encima de nosotros. -Dijo egocéntricamente el tipo.

(El que no arriesga no gana) -Pensó la chica, corriendo hacia él.

-¡Oh! Interesante.

Los otros dos llegaron hacia una esquina, observando lo que estaba pasando.

-¡Mira! -Apunto el rubio a la chica.

-¡¿Está loca o qué?! Como se le ocurre, atacar a Morgan. ¡Solo es una chica! -Exclamo el peliblanco.

Esta rápidamente, corrió hacia donde se encontraba el grandulón, sacando de su bolsillo derecho del poleron, un pequeño cuchillo de combate.

-Tzk, ¡Una muchacha como tú, tan obstinada, no podrá ni tocarme! -Dijo el hombre mientras la esperaba.

La rubia en un intento por querer apuñalarlo fallo, este aprovecho la oportunidad, jalándola del brazo derecho, e izquierdo promulgándole una pequeña llave, inmovilizando sus brazos.

El hombre no solo era alto, también mostraba una gran musculatura.

-¡Ja! Y qué opinas de esto, querida princesa. -Decía el hombre susurrándole suavemente al oído.

La rubia sin poder hacer nada, dejo caer su cuchillo al piso, sabía que prácticamente estaba atrapada, pero intentaría buscar una u otra forma de intentar zafarse.

-¡Eh! Viste eso. -dijo impresionado el peliblanco.

-¡Oh no! rápido, tu vete por la otra esquina, y yo iré por esta. Así los rodearemos. -Apunto el rubio.

-¡¿Eh?! Espera, Naruro. -Intentaba detenerlo pero ya era tarde, se había ido para intentar salvar a la chica. -Ese idiota... Hará que nos maten. -Gruño el peliblanco.

Mientras Naruto se acercaba sigilosamente hacia ellos, Suigetsu rodeaba la manzana, para poder pillarlos, con la guardia baja.

Morgan, usando más fuerza levanto por completo a la rubia. Dejando sus pies extendidos en el aire.

Un pequeño quejido, dejo sonar la rubia. -¡Maldición! -Susurro.

Se levanto el otro tipo que estaba en el piso.

-Rayos, con esa patada... Me había sacado todo el aire. -Dijo el tipo, tocándose el pecho.

-Eso te paso por ser un descuidado. -Decía el de la izquierda, burlándose de él.

-Tzk... No te burles, estoy seguro, que te habría pasado lo mismo, si estuvieras en mi lugar.

-Jejeje, si claro cómo no. -Respondió burlonamente.

-¡Hey! Ustedes 2 dejen de estar perdiendo el tiempo. -dijo Morgan.

En ese momento, la rubia en un intento de escapar, noto que había disminuido un poco la fuerza, el tipo que la tenia atrapada en una especie de llave.

(Ahora puede ser mi oportunidad) -rápidamente reacciono, golpeando a Morgan con su cabeza hacia el mentón de este.

Este al ver la reacción de la chica, la soltó, por supuesto también fue por el dolor que sintió en ese momento.

Los otros 3 tipos al quedar impactados por esta situación se abalanzan contra ella.

(¡Oh no! Mis brazos no responden...) -La rubia solo permaneció hincada, sentía los brazos cansados, de seguro que fue por la llave que le había hecho el tipo ese.

Mientras veía que los 3 se le iban a tirar encima, un chico rubio que resplandecía con su melena al ser alcanzado por los rayos del sol, rápidamente se abalanzo contra 1 de los tipos.

Golpeándolo fuertemente en la espalda con el bate, tanta fuerza hubo en el golpe que el tipo una vez caído al piso, reboto su cuerpo fuertemente una segunda vez.

-¡Aléjense de ella! -Exclamo el rubio quedando al frente de la rubia, con su bate sostenido en su hombro.

Los tipos quedaron asustados al ver al chico rubio entrometerse así como si nada, y noqueando a uno de los suyos.

Ella quedo mirando fijamente al rubio, sin quitarle la vista de encima prácticamente casi en shock.

-Na- Na- ruto... -Susurro suavemente la chica alzando su brazo hacia él.

-¡Maldita sea! ¡Atrápenlos! ¡AHORA! -Grito enojadamente, mientras se sobaba el mentón después del golpe.

Los otros 2 con algo de miedo por el rubio, y miedo por las órdenes de Morgan, indecisos al saber que hacer, se abalanzan contra el rubio desesperadamente.

-¡Quédate atrás! -Dijo el rubio suavemente hacia la chica.

Uno de ellos antes de atacar, tomo el cuchillo que pertenecía a Samui, libremente y formando una mueca desagradable de satisfacción, se lanzo primero al ataque del rubio.

Lanzaba rápidamente cuchilladas, pero el rubio los esquivaba sin preocupación.

-¡TOMA ESTO! -Grito el rubio lanzando fuertemente un golpe contra el tipo en el estomago.

Este quedando sin aire, cae al piso dejando caer la cuchilla.

-¡No sirven para nada! -Exclamo Morgan.

En último instante apareció por detrás del otro tipo, un peliblanco agarrándolo por el cuello, y apuñalando en la espalda.

-¡Hey! Suigetsu, te demoraste en llegar.

-Tzk... Deberías de ser agradecido, ¡Baka! -Recalco molesto el peliblanco.

(Y ese otro es Suigetsu...) -Lagrimas comenzaron a recorrer las mejillas de la rubia.

El rubio volteándose, para poder atender a la chica, noto sus lagrimas.

-¿Te encuentras, bien? -Pregunto acercándose a ella.

-Tzk... Ya me las pagaran. -Dijo el grandulón, que se dio a correr.

-Na- Naruto. -dijo sollozando la rubia.

-¡¿Eh?! ¿Co- como sabes mi nombre? -pregunto preocupadamente.

-Lo siento, Lo siento, Lo siento. -Era lo que repetía la chica mientras se lanzo contra el rubio y lo abrazo.

-¿Quien Eres? -pregunto el rubio sin saber lo que pasaba.

Ella soltó al rubio, se alejo un poco y lentamente con sus manos se fue sacando la capucha.

-Naruto... Soy Yo... Samui. -Dijo entre lágrimas, formando una pequeña sonrisa.

-¡No- No puede ser! -Su corazón se comenzó a agitar drásticamente, no podía creer lo que estaba viendo.

Fin Del Capitulo "Continuara"

Capitulo 2. ¿Ha pasado mucho tiempo... Nee-San?  

Ella soltó al rubio, se alejo un poco y lentamente con sus manos se fue sacando la capucha.

-Naruto... Soy Yo... Samui. -Dijo entre lágrimas, formando una pequeña sonrisa.

-¡No- No puede ser! -Su corazón comenzó agitarse drásticamente, no podía creer lo que estaba viendo.

El rubio se percato de su situación actual, frente a él una muchacha, derramando lágrimas... noto como los recuerdos de su pasado, tomaban vida nuevamente. Por alguna razón, cuando ella lo abrazo sintió una calidez que ya había sentido con anterioridad, definitivamente despertaba su interés esa chica.

-¿Sa- mui? dices... -el tono de su voz, fue entre cortado, no sabía que decir prácticamente, el descontrolado viento que acechaba en esos momentos, promulgo una ráfaga de aire hacia ellos. Revoloteando el cabello del rubio de lado a lado.

-¡Naruto! Mucho tiempo ha pasado desde ese entonces. -Dijo la chica, levantándose y quedando frente al rubio nuevamente.

-Yo... No puedo, recordar quién eres... -Dijo en tono desanimado, dejando su cabeza agachada. -Pero... Algo me dice, que fuiste muy importante para mi... -Su voz fue tomando tono de tristeza, mientras miraba su mano derecha, moviendo suavemente los dedos.

La rubia que rápidamente, puso su mano derecha en la mejilla del rubio, este fue  capaz de sentir la calidez nuevamente al igual que el abrazo, que le había dado ella. -Yo te hare recordar, Naruto. -dijo suavemente, acercándose a él.

El rubio de ojos de azules, notaba como la calidez de la mano de la chica, tomaba forma sintiéndose nostálgico. (Esta sensación, ¿Donde la he sentido antes?) -Se preguntaba el rubio.

La rubia mas se acercaba lentamente al rubio, tomando un rumbo distinto, ella se dirigía a su boca... el chico sin moverse y contemplado por la calidez de aquella rubia, solo se dejo llevar...

-¡¿EEHH?! -Exclamo impresionado, el peliblanco al ver la reacción de los 2 rubios.  -E- Ese... Idiota. -Mostrando rasgos de celos por aquel beso que vio, sus mejillas entonaron el color rojo suave.

El se paramiento de sus bocas, compartiendo prácticamente la saliva, trajo recuerdos nuevamente al rubio, pero esta vez, recordó algo de su infancia.

FLASH BACK.

-Nee-san, que cruel eres, me tocaba a mi jugar con ese juguete. -Reclamaba un molesto rubio, que cruzaba sus brazos.

-Hahaha, pues el primero que llega, tiene el derecho de usarlo. -Dijo la pequeña rubia en tono burlesco.

-¡No es justo! -Insistía el rubio.

-Hehehe. -En un acto de molestar al rubio, le saco la lengua.

FIN FLASH BACK.

El rubio abriendo sus ojos lentamente, recordó lo que ella fue en su vida pasada, rápidamente la tomo de los 2 hombros, y dejándola frente a frente, la abrazo con la fuerza que mas pudo.

-¡Au! Na- Naruto, me abrazas... Muy fuerte. -Le decía la rubia, intentándolo separar con sus manos.

-Al fin lo entiendo... Ya veo. -Decía el rubio, en tono triste. -Recuerdo... Recuerdo cómo es que te conocí... Nee-san. -El impactante dialogo del rubio, sorprendió a la rubia. Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, y correspondió el abrazo del chico de ojos azules.

Lagrimas recorrían las mejillas del rubio, necesitaba creer que lo que estaba pasando no era un sueño, que fuera real.

Llegando junto a ellos se incorporo el tranquilo chico de pelo blanco, su mirada puesta sobre la chica, esperando que le dijera. "He venido por ustedes"

-Esto... es real ¿verdad? -Pregunto angustiadamente.

La pregunta de aquel chico, custodiado por el desamparo de verla, hizo que se separaran lentamente y pusieran su atención sobre él.

Sonriendo con lágrimas en sus ojos la chica responde. -Claro que es real... Suigetsu, si no fuera real, no podría hacer esto. -La rubia abrazo al peliblanco, sin dudarlo, la angustia que sintió fue tanta que termino, por ceder a la tristeza y alegría de verla nuevamente.

Al final correspondiendo el abrazo entre ellos dos, abrieron sus brazos mirando sonrientes al rubio, este notando lo que querían, se abrazaron los 3 mutuamente.

La separación del abrazo lo con llevo el peliblanco, preguntando esto...

-A todo esto... ¿Como nos encontraste? -pregunto el chico, secando sus pequeñas lagrimas con la manga de su brazo derecho.

-Se que todo esto, es muy repentino para ustedes... Pero, créanme nunca fue mi intención haberme ido ese día. -Decía la triste pelirrubia secándose sus lágrimas.

-Nosotros lo entendemos... ¿No es así? Naruto. -dijo le chico, mirando al rubio que mantenía una pequeña sonrisa.

-Si así es... Eso no fue tu culpa, los 3 sabíamos que algún día tenía que pasar, por lo que cuando fuiste elegida, nosotros estuvimos muy felices por ti. -respondió bondadosamente el rubio.

-¡Gracias! Chicos... Han pasado tantas cosas, en estos 8 años... -Decía la rubia, dejando caer un par de lagrimas nuevamente.

-¡Así es! Demasiadas cosas, pero aun así no me respondiste la pregunta Nee-chan. -Decía el peliblanco mostrando una mueca de curiosidad en su rostro.

-Les contare todo a su debido tiempo. -Dijo la rubia arreglando un mechón de cabello, colocándolo detrás de su oreja, y de paso secar esas lagrimas, que ya no eran de tristeza si no, de felicidad.

-Bien, vayámonos de aquí. -Replico el rubio, mirando a los subordinados de Morgan, que estaban tirados por el suelo.

-Si, tienes razón. -Apoyo el chico, preocupado por los alrededores. Ya que podría llegar Morgan, con mas subordinados.

El rubio cogió el bate, y el cuchillo de combate de la rubia. Y se fueron corriendo.

-Pero... A ¿donde iremos? -Pregunto intrigada la rubia.

-No te preocupes, Nee-San. Te llevaremos a nuestra morada, no es muy cómoda, pero estaremos seguros. -Respondió el rubio.

Al llegar a la humilde morada de los 2  chicos...

-Así que, uno de los apartamentos lo usaban, como hogar ¿no? -Decía la chica, mirando por los alrededores del pequeño apartamento.

-Etto, bueno si, ya que no teníamos otra opción. -Respondió el rubio, rascando su barbilla de forma inocente.

El delgado peliblanco, retorno nuevamente al sillón, donde pudo acomodarse o más bien acostarse.

-Y nos dirás porque nos has estado buscando. -Rompió el silencio, mirando a la chica con tenuidad.

-Bueno, con respecto a eso... Quiero que me acompañen. -Respondió decidida la rubia a llevárselos con ella.

-¿Acompañar? Y a ¿Donde? -Pregunto intrigado el rubio, sentándose en otro de los sillones del living.

-A una organización... -Respondió la chica, intentado ganarse la confianza de los 2.

-¿Organización? ¿Que clase de organización? -Pregunto seriamente el peliblanco, intentando intimidar a la rubia con sus preguntas.

-Bueno... Lo sabrán, cuando estemos haya. -decía la rubia, formando una sonrisa falsa.

El ambiente se tornaba algo tenso, el rubio no entendía muy bien la situación que estaba pasando, en cambio el peliblanco si entendía la situación claramente, sabiendo que la rubia no estaba diciendo toda la verdad.

-Y ¿que ganaremos Naruto y yo... Si decidimos a acompañarte? -Pregunto intensificando la situación aun más de lo actual, noto a la rubia algo tambaleante y nerviosa.

-Oye Suigetsu. ¿Que rayos te pasa? -Pregunto el rubio enfadándose. -¿Por qué le dices eso? -Se levanto el rubio, y se coloco enfrente de la rubia dándole la espalda.

-Aparta Naruto, ella sabe muy bien de lo que hablo. -Insinúo con tono bajo. El muchacho nuevamente se acomodo en el sillón, esta vez se sentó correctamente, y quedo mirando fijamente a la rubia, con ojos fríos, ojos que podían ver mas allá de ella.

El rubio sin hacer caso omiso de este al decirle que se quitara, empuño sus manos fuertemente, intentando defender a la chica.

-Yo no sé qué bicho te pico, pero... -dijo en tono silencioso. -¡No voy a dejar que le hables así a Nee-San! -Replico el rubio dejándose llevar por el enojo.

En un acto de suspiro por parte del chico de ojos color violeta, decide seguir con lo que estaba.

-Tu silencio solo hace que, confirme lo que ya se. -Dijo este mirándola más fríamente que antes.

-Suigetsu, Hace años que no veíamos a Nee-San, y ahora que por fin la vemos. ¡Actúas como un patán! -Replico el rubio.

Por unos cuantos segundos, el lugar se torno de silencio.... Hasta que.

-Grr... Ya está bien. Parece que tendré que hacerte reaccionar de otro modo. -rompió el silencio el rubio, dirigiéndose hacia el peliblanco, tomándolo de la camisa.

-¡Detente Naruto! -Respondió rápidamente, antes de que pudiera ver la reacción de aquel rubio en contra de casi su hermano.

-Suigetsu, tiene razón... Hay algo de lo que no les he hablado. -Bajando completamente la mirada, respondió la rubia.

-¿Eh? ¿Algo de lo que no nos has dicho? -Se pregunto curiosamente el rubio, soltando la camisa de su amigo.

-Si, se trata sobre la organización a la que pertenezco... -Sintiéndose completamente nerviosa, comenzó a jugar con sus dedos pulgares moviéndolos uno detrás de otro.

-Entonces es verdad, lo que ya sabía. -Predijo el peliblanco, con un suspiro cansador, colocando sus manos en su rostro en son de decepción.

-No sé cómo fue que te enteraste de ello. Pero... Si es verdad. -Dijo la rubia con un rostro angustiado.

-Haber un momento. Aquí hay algo que no se, y quiero saber que es. -decía el rubio desesperado, volteando haber a la rubia.

-Naruto, Yo... Pertenezco a la organización... "Stalking Wolf" -Dijo la rubia, con su voz entre cortada, sabría que esa noticia podría destruir tal vez la relación que tenia con los chicos.

-Que... Dices. -Impresionado de oír las palabras de la rubia, cayó prácticamente al sillón sentado que estaba junto a su compañero.

-Lo siento... Por ocultárselos. -Dijo avergonzada la rubia sin poder mirar a la cara, a los que fueron un día "Compañeros"

-Esa es la organización... Criminal... ¿Verdad? -Pregunto el rubio, cerrando los ojos con sus manos en la cabeza.

-No, te equivocas. Yo- Fue interrumpida por el rubio, rompiendo un florero que había cerca del sillón, en una especie de mueble que tenían para decorar.

-Nee-San, como puedes ser parte de esa organización. -Pregunto con rabia el rubio.

-¡No es así! -Exclamo la rubia contra el chico. -¡Ustedes no lo entenderían! Nosotros no hacemos el mal, solo... Queremos cambiar el sistema, que tanto daño nos ha hecho a mí y a mis camaradas. -Respondió la rubia, soltando un par de lágrimas.

-¿Cambiar el sistema? Pff... Hahaha. -El peliblanco mostrando algo de humor por haber escuchado lo que la chica dijo, respondió esto.

-Lo diré de la siguiente manera... Pones un ratón de laboratorio, en una caja de vidrio grande, y pones 5 trampas de ratón alrededor, de la caja. ¿Que sucedería entonces? -Pregunto el peliblanco casi torturándola con la mirada.

Ella no podía dejar de llorar, y se molesto más  al escuchar esa pregunta.

-Deja de hacer tus estupi-. - Fue interrumpida por el chico.

-Lo que sucedería, es esto... Aunque el ratón logre de superar las trampas, lo que seria difícil, un 70,00% de probabilidades que no las pase. Aun así le pondrían más, trampas al ratón... A que quiero llegar con esto. No importa cuánto de ustedes sean, lo que importa es como sobrevivirán. Una pequeña organización de 7 personas actualmente, contra un país entero. Ves a lo que me refiero. -Dijo tranquilamente el chico a la rubia.

-¡Y qué importa, si caímos en esas trampas, o tenemos al mundo entero en nuestra contra! Mientras tengamos ganas de cambiar a este maldito país corrupto, no cederemos terreno... -Dijo la rubia sorprendiendo al peliblanco y al rubio.

Seco sus lágrimas, y se preparo para marcharse.

-Sabía que esto seria difícil... Pero, no espere que ustedes me dieran la espalda. -Dijo esto volteándose.

En acto de desesperación el rubio, se levanto del sillón, empuño nuevamente sus manos, y dijo.

-A mi no me interesa, lo que pueda pasarle a este maldito país, por eso yo... Por eso yo, ¡Iré Contigo, Samui Nee-San! -Dijo el rubio dejando en silencio todo el ambiente.

-Espera un momento Naruto, ¿Sabes lo que dices cierto? -Dijo impresionado el chico levantándose.

-Si, tenemos que admitir que este país, ha cambiado por culpa del nuevo gobierno de Tokio. Pero eso no significa que puedan hacer lo que les plazca a esos idiotas. -Dijo enojado el rubio mirando a su amigo que estaba completamente perpleja do por lo que dijo su rubio amigo.

Una pequeña sonrisa se formo en el rostro de aquella chica, sintiéndose satisfecha por haber convencido a uno de ellos.

-Gracias... Naruto. -Susurro silenciosamente, mientras veía como discutían los 2 chicos.

-¡Es que te volviste loco! Piénsalo, una vez que salgas de aquí, ya no habrá marcha atrás. -Exclamo el peliblanco frente al rubio.

-Eso lo sé, pero este lugar tampoco tiene nada bueno. Una vez que Morgan se haya recuperado te aseguro que vendrá, por la venganza. -Replico este.

-Tzk... Odio cuando tienes razón. -Lo dijo volteando su cabeza hacia el otro extremo, donde estaba la chica parada. Ella lo miro fijamente, y él con una pequeña sonrisa respondió la pequeña petición de ella.

-Suigetsu... Eso significa que... -Decía la rubia.

-Si. Ustedes tienen razón en muchos aspectos. Pero, si voy será por que quiero protegerlos también. -Dijo este mostrando una sonrisa de lado a lado.

Sin más que decir, la rubia corrió hacia ellos y los abrazo fuertemente.

-Gracias. De verdad... Muchas gracias. -Decía la rubia con un tono feliz y triste.

Después de corresponder el abrazo los 2 chicos hacia ella, pasaron 10 minutos.

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 -¡Hey Naruto! hasta cuando más, nos vas hacer esperar... -Preguntaba un aburrido peliblanco.

-¡Ya voy! Solo estoy guardando unas cosas. -Respondía el rubio, rápidamente.

-Joder, ya lleva más de 7 minutos. -Susurraba el chico. -A propósito Nee-Chan, ¿como fue que nos encontraste? -Le preguntaba a la rubia que esperaba sentada.

-Bueno, cuando llegue a la ciudad, lo primero que hice fue ir a buscarlos en el orfanato. -Respondió la chica suavemente.

-Oh, ya veo, entonces supongo que ya lo sabes. -Dijo el chico apoyando su espalda en la pared, con los brazos cruzados.

-Si, ya me entere. Realmente debieron pasarla muy mal... -Dijo está mostrando una cara de angustia.

-No te preocupes Nee-Chan. Efectivamente, cerraron el orfanato cuando teníamos 12 años con Naruto. Y de ahí tuvimos que comenzar a vivir por nuestra propia voluntad. Bueno como sea, aunque me alegra que no nos hayan trasladado al recinto de Tokio. -Dijo lo ultimo sonriente.

-Ya veo... Pero, aun así debe haber sido difícil. -Respondió la rubia.

-Eso ya es cosa del pasado, pero bueno, ahora que me lo pregunto. A ti te habían adoptado cuando tuviste 12 años, yo y Naruto en ese tiempo apenas teníamos 9 años. -Dijo el peliblanco.

-Ah, eso... La verdad, es algo de lo que no me gustaría hablar, pero de seguro les contare como fue en ese tiempo. -Dijo la rubia formando una falsa sonrisa.

-Bueno como sea. -Respondió Suigetsu. -¡Hey Naruto! ¡Cuanto tiempo más piensas, hacernos esperar! -Exclamo el peliblanco dejando la postura que tenia, para tomar un bolso con algo de ropa, pasándolo entre sus hombros.

-Hehehe, no ha cambiado nada. -Fueron las palabras de la rubia.

-Si, imagínate que lo he aguantado por años. -insinuó el peliblanco, ganándose cerca de la puerta principal, que conllevaba a salir del apartamento.

La rubia levantados, apropiadamente. Tomó el celular que traía en el bolsillo del poleron y apretó unos cuantos botones.

Acceso confirmado, reconocimiento de voz en proceso. -Se escucho una voz algo robótica que salía del celular.

-¡¿Eh?! -Exclamo el peliblanco impresionado al ver que el celular había hablado.

-¡Rai! Ven a las coordenadas que te estoy mandando por GPS. -Replico la rubia.

¡¿Ah?! -Prácticamente sorprendido el chico, que quedo a no nadado.

-Ok. -Contesto la voz del celular.

-¿Quien rayos es Rai? Y ¿Porque ese celular puede hablar? -Preguntaba el chico, apuntando al celular de esta.

-Ah... No te preocupes, nos vendrán a recoger. -Insinuó está dejando salir un par de carcajadas.

-A si tu... Adale. -Respondió el chico agarrando su bolso con las 2 manos, mirándola a ella incrédulamente.

La rubia miro, que todavía llevaba puesto el poleron que había tomado de aquella roca, en un acto desprevenido se saco el poleron, dejándose prácticamente en su pequeña polera rosa, de mangas cortas.

-¡Hey Nee-Chan! ¿Sera muy largo el camino? -Pregunto el peliblanco mirando hacia afuera, del apartamento.

-No tanto, A mi me tomó, llegar a la ciudad solo 30 minutos. -Respondió esta, doblando el poleron y dejándolo en uno de los sillones bien ordenado.  

-Mmm ok. -Dijo el peliblanco. -Y en que nos va-. -No termino la frase, ya que al voltearse vio a la rubia con su pequeña polera rosa, notando que el pecho de esta, sobresalía incontundentemente.

Este quedando boquiabierto, y prácticamente sin quitar la mirada de los pechos de Samui.

-As... Sa- sa- tremendos pe-. -El peliblanco quedando en shock.

Originalmente el poleron era un poco ancho, por lo que hacía que no se notara tanto su busto. Además la rubia era de buen cuerpo.

-¿Tremendos qué? -Pregunto la rubia observando al chico, algo nervioso.

-N- N- No na- nada. -Decía intentando disimular.

-Oye Suigetsu. De casualidad no tendrás un poleron que me prestes. -Pregunto la rubia, acercándose al chico.

-Un po- leron... Dices. -Respondió nervioso.

-¿Pasa algo? Noto que estas un poco colorado. -Dijo esta acercando su cabeza contra la frente del peliblanco, para haber si tenía fiebre.

-Que raro, por lo visto no tienes fiebre...

-Er- Etto... Cre- creo que sí, tengo uno. -Dijo este, alejándose rápidamente de ella, tomo su bolso lo dejo, en el sillón, y mientras habría el cierre del bolso, miraba a la rubia. Esta le respondía con una dulce y tierna mirada.

Saco un poleron de color plomo, con rayas al costado de cada brazo de color azul marino.

-A- aquí tienes. Nee-Chan -decía el chico entregándole el poleron.

-Gracias, Suigetsu. Cuando lleguemos a la organización, te lo devuelvo. -Insinuó la rubia guiñándole el ojo derecho.

-Cla- claro. -Respondió avergonzado.

-¡OH! ya veo. -Insinuó un rubio que estaba atrás, apoyado a una pared, mirando picaronamente al peliblanco. -Y pensar que estabas mirando los p-. -Fue interrumpido por el fuerte impacto del bolso, que había sido lanzado con fuerza contra la cara del rubio.

-¡No es lo que piensas, idiota! -Recalco el peliblanco.

-¿Mirando? ¿Que es lo que mirabas? Suigetsu. -Pregunto esta, inocentemente.

-¡¿Eh?! No nada, Naruto solo dice estupideces. -Decía el peliblanco, fingiendo una sonrisa.

-Bueno, lo que haya sido. ¿No crees que exageraste, al tirarle el bolso? -Pregunto la rubia cruzando los brazos.

-¿Me dices que yo exagere? Y Cuando ustedes 2 se besaron. Qué me dices de eso ¡EEHH! -Respondía el chico, con los ojos puestos en blanco.

Un colorado rubio, recogió el bolso que le habían tirado y lo dejo en el sillón.

-Eso... So- Solo fue un saludo. -Respondió está nerviosa.

-¡¿Saludo dices?! Vamos, a la gente no se le saluda de besos en la boca. -Decía el peliblanco desesperadamente.

-¿No crees que estas exagerando, Suigetsu?  -Dijo la rubia, después de haberse puesto el poleron.

-Si claro, de seguro debo estar exagerando. -Decía este burlonamente.

-Bueno ya no importa lo que haya pasado. -Decía un rubio acercándose al peliblanco, pasando su brazo derecho por alrededor del cuello de este.

-No te preocupes. -Dijo el rubio susurrándole al oído de su amigo. -No le diré a Nee-Chan que le estabas mirando los-. -Fue interrumpido por su amigo.

-¡AH! solo me distraje un poco. -Respondió este silenciosamente. -Además, cualquiera podría quedar impactado al ver semejantes pechos.

El rubio solo saco un par de carcajadas, quito su brazo del cuello de su amigo y se dirigió a la entrada de la puerta. -A propósito Nee-Chan. ¿Como nos iremos a la organización? -Pregunto el chico.

Una fuerte bocina sonó 3 veces seguidas, como si de alguien se tratase que estuviera apurado, una pequeña alarma sonó en el celular de la chica.

-Ya esta aquí. -Insinuó la rubia sacando su celular.

Saliendo afuera el chico rubio notó una moto, que realmente le gusto. -¡Guau! Que increíble moto.

La rubia reviso un par de cosas en su celular, guardándolo casi al instante.

-Bien chicos, nos toca partir. Vamos. -Dijo la rubia, tomando el cuchillo que había rescatado Naruto en ese entonces. Lo guardo en el poleron. Y se dirigió hacia la moto.

-¡Hey! Suigetsu, vamos. Nee-Chan nos está esperando. -Dijo el rubio, notando una triste mirada del peliblanco. -¿Pasa algo?

-No es nada. -Respondió de manera segura. -Es solo que... Echare de menos este lugar. -Dijo esto, mientras miraba alrededor del apartamento. -Pero no hay tiempo para eso. -Le dijo a su amigo rubio que estaba cerca de él.

En un acto seguido tomo su bolso que estaba en el sillón, y salió hacia fuera.

El peliblanco pasó al lado del rubio, dejándolo atrás.

-Se que es difícil de creer esto... Pero ahora tendremos una nueva vida, así que aprovechémosla, Suigetsu. -Dijo el rubio volteándose, que comenzaba a caminar, hacia donde estaba la rubia.

-Tzk... Odio cuando tienes la razón. -Dijo para sí mismo el peliblanco, con una sonrisa.

Se dirigieron los 2 chicos hacia donde estaba la rubia, junto a la espectacular moto.

-¡Buen trabajo! Rei. -Decía esta, pasando su mano derecha en la moto, en sonó de cariño.

-¡Es increíble Nee-Chan! -Decía el rubio contemplando la moto, felizmente

-No me digas que... ¿Hablabas con la moto? -Pregunto el peliblanco llegando al lugar.

-Les presento a Rai, ha sido mi compañero desde hace 2 años. -Respondió ella, sonriente. Al rubio le brillaban los ojos al ver tal moto, prácticamente le parecía genial.

-¡Es increíble Nee-San! -Decía un Impresionado chico, que no le quitaba los ojos de encima a la moto.

El rubio comenzó a acariciar a la moto.

-¡Ah! Como es que puedes hablar con una moto. -Dijo el peliblanco impresionado.

-Eso no importa, Suigetsu. -Respondió ella. -Lo importante ahora es llegar a donde están los demás para poder presentarlos a ustedes como los nuevos integrantes.

El ojos color violeta, suspiro de cansancio. -Solo espero, que salga todo bien.

La rubia subió a la moto, acto seguido el rubio subió después abrazando fuertemente a la rubia del estomago. -No me abraces tan fuerte Naruto. -Decía la rubia soltando unas risitas.

-¡¿Como rayos subo yo?! -Grito el peliblanco, con sus ojos completamente en blancos.

La moto prácticamente se notaba que era solo para 2 personas, pero aun así había un pequeño espacio atrás.

-Todavía queda un espacio atrás, no reclames por todo Suigetsu. -Respondió la rubia colocando sus manos en los respectivos mangos de la moto.

-Como se supone que, pueda estar a gusto ahí.

-O te subes, o te dejo aquí. -Replico la rubia.

En acto de rápido se subió a la moto, el peliblanco como pudo, ya que sabía que la rubia si sería capaz de dejarlo tirado en ese lugar.

-Muy bien. ¡En Marcha! -Dijo la rubia sonriente.

-Siii. -Replico el rubio de inmediato después de la rubia.

-Solo espero que no se le ocurra ir demasiado rápido. -Decía el peliblanco susurrando intentado aferrarse al rubio como podía.

La rubia encendió el motor y acelero a fondo. Las risas de los 2 rubios se notaban les gustaba lo adrenalinico, pero parece que al pobre peliblanco no le gustaba mucho.

-Maldición, No quiero morir. -Decía el peliblanco, atontado por toda la velocidad que llevaban.

Fin Del Capitulo. Continuara...