Pero, ¿Y la aprobación de los Suegros...? (+16) 25-11-'14 {4/4} Epílogo

Después de un sobrecargado día de trabajo, el dueño de una cabellera rubia camina con los ojos ardiéndole por las calles de Konoha. Sus pies, eran, realmente, arrastrados por todo el piso de las solitarias calles de la villa, la cual, parecía burlarse de el no dejándole a ni una sola alma que por lo menos le saludara en brevedad.

Suspiró. Llego a su hogar, miró hacia al frente y soltó uno de los más cansados bufidos que ha dado en su vida. Inserto la llave en la cerradura, giró el picaporte y entro a su morada; Una corriente cálida le golpeo al instante, sintiéndose extraño por tan sorpresiva sensación.

Mientras más se adentraba, descubrió sobre la mesa un gran tazón de Ramen (El cual rápidamente y sin pensarlo)  comió como si fuese el ultimo de su vida. Con un nuevo suspiro, se dirigió al baño principal  y tomo una rápida ducha; Con todo listo para dormir, entro a (Su ahora) habitación compartida con cierta chica de pelo morado.

Decidiendo no molestarle, se adentró simplemente entre las sabanas y cerró sus ojos en busca de su tan deseado descanso.



Era una sensación cálida… Mucho más reconfortante que esa que siente cada vez que abre la puerta de su casa… Esta era… Como… Dulce… Cálida… Se levantó de golpe una vez sintió un repentino aire gélido calarle hasta la medula, abriendo sus ojos sorprendido, miro que estaba en una especie de valle con solo pasto verde a kilómetros a la redonda. Sorprendido, pero más relajado, decidió volver a acostarse sobre el cómodo pasto y cerro sus ojos, encontrando una calma que nunca creyó encontrar en ese lugar.

Hasta que…

¡PUM!- Un duro golpe había sido dando en su cabeza- ¡¡PUM!!- Le siguió otro más fuerte- ¡IDIOTA~!- Seguido de una muy sonora y chillante voz que le retumbo en los oídos.

Levantándose asustado, miro a quien le había dado… Semejante escarmiento; Casi vuelve  caer contra el suelo con la vista que sus ojos le ofrecían.

-¿M-Mama?-Por un momento pensó que ese fetiche de Hinata respecto al tartamudeo se le estaba contagiando - ¿Eres tú?


Más sin embargo, la mujer de cabello rojo se acercó y corrió rápidamente hasta volver a golpearle en la cabeza.

-“¡Idiota!- ¡Idiota!- ¡Idiota!”- Repetía fuertemente la mujer- ¡Eres realmente un idiota!- Terminó con un último gran golpe.

Repuesto un poco, y ahora si confundido, el rubio hablo.

-Mamá… ¿Por qué golpeas?- Preguntó en un susurro. Pero, para su mala suerte la mujer de ojos violetas le escucho.

-¿Por qué te golpeo? ¡¿Por qué te golpeo preguntas?! ¡Eres un idiota!- Grito volviendo a golpearle- ¿¡No sabes siquiera, por qué estoy aquí frente a ti!?-

Ante una leve negativa, un tic llego al ojo derecho de la mujer.

-“Respira hondo y pausado”- Se repetía en su mente la pelirroja- Ha… Hijo…- Susurro poniendo ambas manos en las morenas mejillas de Naruto… ¡¿Por qué eres tan malditamente idiota?!

Y estrujando sus mejillas, la Uzumaki mayor comenzó a aumentar su furia.

-¡Alto!- Se escuchó una voz resonar en toda la pradera.

Para ese entonces, el rubio tenía el rostro peor a cuando peleo contra Sasuke; Miró de reojo hacia adelante, y casi siente como su alma sale de su cuerpo al ver a su padre, Minato Namikaze, un par de metros lejos de ellos, con su tan ondeante capa de Cuarto Hokage y un casi y un tanto imposible, brillito alrededor de su cuerpo.

El hombre les dio una sonrisa.
Naruto vio a su salvador…
.
.
.
O eso creía…

-Oh, Kushina- Dijo el rubio acercándose hasta estar frente a su esposa e hijo- Si sigues así, no me dejaras cuerpo en donde darle su escarmiento. Solo dios sabe cuento castigo merece este niño, ¿No es así, Naruto…?

El rubio menor sintió un escalofrió recorrerle desde los dedos de los pies, hasta sus hebras doradas en su cabeza. Sentía sus ojos levemente irritados gracias a todos los sucesos previamente sucedidos; Estaba sorprendido, ¿Qué más podía decir? Frente a él, sus dos padres le miraban con un semblante asesino (No ayudaba el hecho de que sabía que ambos eran ninjas) y que para colmo de males, sabe de muy buena mano, que, su madre es de un carácter de temer y que padre, a si de calmado como se ve, es una bomba de tiempo respecto a lo que es la paciencia.

Ahora, Naruto quien tenía la más grande interrogativa pintada en su rostro se preguntaba: “¿Ahora que hice?”; Lo cual, es más que la típica pregunta de cualquier iluso que no sabe que ha cometido un error de proporciones épicas, por no decir desmesuradas.
A su alrededor, el aire hacia que las pequeñas hebras del verde pasto de movieran danzando en un embriagante baile, casi acurrucándole. Pasó su mirada de los ojos violetas de su madre, a los zafiros de su padre, quien, le miraba con un impasible rostro.

-¿Por qué aparecen frente a mí?- Soltó rápidamente la pregunta el rubio menor- No comprendo el hecho de su visita… No es que no me agrade verlos, pero, bueno, desde que han aparecido frente a mí no han hecho nada más que mirarme como si hubiese cometido la más grande de las metidas de pata de la historia.

Un silencio gélido reino entre las tres personas que estaban en la pradera. Minato veía el rojizo cabello de su esposa moverse levemente al compás del viento, cubriéndole levemente parte del rostro, creando así un flequillo que le daba un aspecto sepulcral.
Con voz de ultratumba, la Uzumaki mayor hablo con seriedad.

-Es porque has cometido las más grande…- Dijo aun con la cabeza abajo, levantándola a medida que continuaba su repuesta- La más grande las metida de pata que has podido cometer.

Otro silencio, sin embargo, mucho más incómodo que el anterior. Kushina, quien seguía de pie frente a su hijo, comenzó a soltar traviesas lágrimas, lanzándose a los brazos de su única descendencia en la tierra, aferrándose a la camisa de este, acomodándose entre los hombros y la cabeza de Naruto, a la altura del cuello de este.
Entre murmullos apagados por las lágrimas que ahora se habían intensificado, la mujer de cabellos color fresa negaba aun soltando palabras que no eran comprendidas. Clavando sus uñas en la ropa, rechinando internamente los dientes por la frustración, la mujer se separó de su hijo, mirándole dolida pero con una sonrisa.

-Enserio que… No sabes cómo complacer a tus padres…- Dijo susurrando la de ojos violetas, aun negando levemente con la cabeza. Sus cabellos danzando con el viento, le hacían ver a su monologo aún más serio y dolido de lo que ya era.

-Mamá, lo que sea que haya hecho para hacerte llorar de esta manera… Realmente lo siento- Dijo Naruto sintiéndose mal de ver a su madre frente a el llorar de esa manera.

Por su parte, la pelirroja solo negó levemente con la cabeza.

-Querido…- Habló con voz dulce- ¿No te dije que te buscaras a alguien como yo?-

Frente a ella, Naruto levanto una ceja sin entender.

-Hijo, quiero que sepas que realmente me dolió; Como padres, desde que comienzas a crecer te comenzamos a buscar alguna compañía de vida, alguien que pase contigo tus días de vejez. No negaré, que tanto tu padre como yo, ya habíamos tenido, como quien dice, una predilecta que nos hubiese gustado que tuvieses como esposa, la cual, claro que aceptaríamos más que contentos. No es que la persona que ahora te acompaña sea mala, de hecho, se podría decir que tiene mil y una cualidades más que la que nosotros queríamos para ti, mas sin embargo…

Kushina le miro con una sonrisa bastante especial en su rostro; Diciendo cada palabra que parecía ser anteriormente medida, dijo con voz dulce pero dolida:

-Pero…  Esos miles de defectos que ella pueda tener, son precisamente los que la hacen una gran persona; Pues gracias a eso, es que en compañía de alguien más, estos pueden poco a poco, convertirse en sus mejores cualidades… Es como una esmeralda  en bruto que anhela ser pulida.

El chico se quedó estático, captando la indirecta que su madre había hecho con el término “Esmeralda”. Le miro atento como ella se daba la vuelta y soltaba en un leve susurro:

-Ahora te toca a ti Minato, dale tu “Visto bueno” a tu hijo; Por mi parte, no tengo más que decir.

Naruto miró como su madre daba un par de pasos y desaparecía entre el verde valle; Mirando ahora a su derecha, a unos cuantos metros lejos de él, se encontraba su tan imponente padre con sus brazos cruzados sobre su pecho.

El menor de los rubios trago duramente la saliva que se acumuló en su boca; Observó como su padre movia los labios, creando un…

-“Tenemos que hablar”- Que fue dicho con voz cansada.


Y aun no captando el “Porque era regañado y sermoneado” el rubio tenía un muy mal presentimiento por sobre todo; Pues finalmente, tenía una idea del “Por qué” de tanto regaño, pero se negaba a creer que fuese eso, ya que, según el “¿Qué tenía que ver Sakura en todo esto?”

-Me encantan los Sakura  en primavera; Brillan con una intensidad realmente hermosa, claro, no hay que olvidar su calidez, armonía y olor tan dulces  reconfortantes… Los Sakura son realmente bellos…

Minato miró directamente a Naruto a los ojos.

-¿Y a ti hijo? ¿Te gustan los Sakura?-

Por su parte, el rubio menor solo abrió y cerró la boca en un instante, no entendido muy bien la pregunta. En su mente, una interrogativa comenzaba a formarse:

“¿De qué está hablando exactamente, Papá?”

Capítulo 3: Amar y querer.

El viento hacia mover las hebras de oro provenientes de dos personas de ojos océano. Uno de ellos, quien tenía una gran capucha blanca con llamas rojas en la parte final de la espalda, estaba recargado a escasos centímetros de su menor acompañante.
El otro, por su parte, mantenía un rostro sereno, que, a simple vista, podría decirse que era a causa de una pequeña y creciente duda. El blondo menor giro su cabeza hacia su acompañante, bufando al instante dándose cuenta de que el otro no le prestaba la más mínima atención.
Ahora ambos se encontraban sentados y recargados en un gran árbol, que, con sus frondosas hojas, cubría mas allá de donde estaban sus estiradas piernas; El aire seguía soplando levemente, trayendo con él esa diminuta sensación de paz y armonía. El chico con marcas en las mejillas, volteo por segunda vez a ver a su padre, le dirigió la mirada pero fue inútil, su padre seguía mirando al extenso valle como si fuese lo más interesante del mundo.

Soltó un tercer bufido, ¿Hasta cuándo seguiría esta situación?

-Deberías aprender a relajarte… Me has mirado 2 veces en menos de 45 segundos, cada una con un intervalo de 20 segundos entre ellos; ¿Te das cuenta que ni siquiera ha pasado un minuto desde que nos hemos sentado y ya estas comenzando a desesperarte…?- Preguntó el rubio mayor.

Al más joven le paso un escalofrió por la espalda, ¡Se había dado cuenta!

-E-E-Eso N-no es cierto…- Dijo tartamudeando; Internamente, Naruto se golpeaba la cabeza contra el suelo. Maldecía el día en que se le había pegado esa maña de Hinata de tartamudear.

-El que culpes a tu esposa de tu tartamudeo solo me hace pensar más fuertemente que, las esmeraldas, junto a las Sakura’s  son mejor opción…- Dijo con una sonrisa divertida.

Naruto miro a su padre con una ceja alzada, ¿Acaso era una especie de indirecta?

-Hijo, quisiera saber que fue de ti después de la guerra, ¿Te importaría contarme?- Pregunto con una cálida sonrisa.

Nauro alzo una ceja; Si su madre sabía que ya estaba casado, por consiguiente, su padre también, entonces, ¿Para qué quería saber que fue de él, cuando ya lo sabe?; Había gato encerrado…

-Pues, reconstruimos la aldea, pasamos varias crisis, mis amigos y yo crecimos, me casé y me convertí en Hokage…- Dijo como si nada.

-Ah~- Exclamo el rubio mayor por la “detallada” vida de su hijo- ¿Y tu relación, hijo? ¿Cómo fue que te enamoraste?

El silencio se hizo, se podía escuchar la respiración acelerada del menor.

-Bueno, después de que toda la acción de la guerra pasó, la hermana de mi esposa, Hanabi, fue secuestrada por mi culpa y…

-¿Por qué dices que fue tu culpa?- Preguntó Minato con voz preocupada.

Otro silencio.

-Estaba en una misión en donde debía escoltar a Hanabi a una aldea vecina, éramos varios guardias, pero el día que la raptaron fue durante en la noche, en mi turno. Sakura-Chan, quien fue la ninja-medico de esa misión, dijo que me habían drogado y que por eso me dormí durante mi guardia…

-¿Y tus compañeros? ¿Cómo es que nadie se dio cuenta?-

-A Sakura-Chan la habían golpeado dejándola inconsciente, los otros dos eran parte de la organización que secuestro a Hanabi, se infiltraron e hicieron pasar por ninjas de nuestra aldea. Fueron ellos quienes hicieron todas esas acciones.

Con una seña, Minato le indicó que prosiguiera.

-Entonces, partimos a rescatarla… Sinceramente me sentí terriblemente mal, todo fue mi culpa, gracias a eso mis compañeros y yo arriesgamos nuestras vidas para rescatar a Hanabi…

-Eso no puede evitarse- Dijo firmemente el mayor- Ya deberías de saberlo, ¿No? Ustedes como parte del armamento de Konoha deben de estar dispuestos a poner sus vidas en cada misión; Eso tampoco no significa que sean unos suicidas, pero hay cosas, que, bueno, como esa que no se pueden evitar. No deberías culparte hijo, no eras tú el único responsable- Término de narrar sonriente.

Una leve corriente de aire, ahora, gélida. Fácilmente podía calar los huesos.

-Después de que logramos rescatarla, invité a ambas, Hinata y Hanabi a cenar a Ichiraku Ramen, pero Hanabi no pudo ir ya que tenía que hacer, no sé qué,  y resulto que solo fuimos Hinata y yo… Ahora que hago memoria, esa podría decirse que fue nuestra primera cita- Concluyo con una diminuta sonrisa.

-¿Así? ¿Y cómo te arreglaste? ¿Fuiste formal o informal?- Pregunto el mayor con malicia creciente en sus ojos.

-Pues- Exclamo con la mano detrás de su cabeza- Realmente no fui yo quien escogió que usar, en realidad, fue Sakura-Chan quien prácticamente me vistió…-

Mas malicia bien resguardada en sus ojos, casi podía verse la “maldad” a través de sus orbes azules.

-¿Sakura-Chan?- Preguntó fingiendo no saber - ¿Fue tu novia?

Ante la mención del nombre de su mejor amiga, junto con la palabra “novia” en la misma oración, el chico enrojeció y comenzó a negar con la cabeza fuertemente.

-¡No, no, no! ¡NO! – Exclamo más rojo que el cabello de su madre- ¡Ella nunca fue mi novia!- Grito exaltado.

Minato alzo una ceja; Algo no le cuadraba ni tantito.

-Bueno- Dijo exasperado- Cambio la pregunta, ¿Fue tu amiga con derechos?-

Ahora, el menor de ambos rubios estaba que echaba humo por las orejas.

-¡Eso es algo que no viene al caso!- Grito más que avergonzado.

Minato, vio la vergüenza y el tremendo sonrojo de su hijo y no pudo evitar sonreír. -¡Bingo! – Exclamo en su mente; Lo tenía donde quería.

-Vamos, vamos…- Dijo Minato codeando a su hijo- No tienes por qué avergonzarte, mejor dime—Mas malicia en sus ojos--  ¿Quién besa mejor? ¿Sakura o Hinata?

Ante la pregunta, no pudo evitar ponerse de pie rápidamente y querer salir de ahí. Lástima, Minato lo sujeto fuertemente del codo y le freno en el acto.

-Naruto…- Susurro el padre. En su interior, se reprendía por tan estúpida  pregunta.

-Hinata…- Susurro.
-¿Que?
-Hinata… Hinata besa mejor que Sakura-Chan… Al menos en ese entonces…

Ok, al Cuarto Hokage no se esperaba que realmente le respondiera.

-Pero… Con Sakura-Chan fue mi primer beso… al menos uno en el que verdaderamente transmití amor. Tiempo después me entere de que también había sido el de ella; Es un recuerdo realmente lindo.

Un silencio tenso, podía palparse.
-Entonces, por lo que me cuentas fue algo mutuo… ¿Qué paso?-

-Sasuke regreso en ese entonces e invitó a Sakura-Chan a cenar. Esa misma noche, fue mi cena con Hinata como agradecimiento. Fue en esa misma noche, que ambos decidimos darle una oportunidad a la persona frente a nosotros…

-¿Te arrepientes?- Formuló en voz baja el mayor.

-Sí y no; Quizá me arrepiento porque mi amor por Hinata no es algo tan grande como el que tuve por Sakura-Chan alguna vez. No me malentiendas padre, Amo a Hinata, pero es como si una parte de mi ser se hubiese quedado con ella. Sin embargo, tengo una familia y dos preciosos hijos, cuando los veo, recuerdo esos hermosos momentos al lado de mi esposa… Es algo lindo verlos crecer y que tengan a sus dos padres a su lado.-

Esta vez, no se pudo evitar que Minato se sintiera mal por el comentario.

-¿La amas? ¿Amas a tu esposa?- Dijo casi en conclusión.

-Le quiero mucho, al igual que amo a mis hijos- Dijo sonriente.

Unos segundos pasaron antes de que el rubio mayor pudiese darse cuenta, de que, inconscientemente, en esa última frase, Naruto había admitido muchas cosas.

-Ok, tienen nuestra aprobación-
-¿Que?
-Dije, que, tu esposa, Hinata Hyuuga tiene nuestra aprobación. La chica es recibida como parte de nuestras amistades…

Naruto no pudo evitar sonreír ni mucho menos, el que unas lágrimas comenzaran a formársele en la comisura de los ojos. Una radiante sonrisa se formó en sus labios y exclamo:


-¡Gracias! ¡Papá, realmente gracias por…!

Pero fue interrumpido.

-Sin embargo…

Naruto alzo una ceja sin entender ese “Pero” indirecto dicho en lo anterior.

-Aprobamos de igual manera que, Sakura Haruno, no sea bienvenida solamente como parte de nuestros amigos, sino  también como parte de la familia…


El menor abrió los ojos como platos, estaba a punto de abrir la boca para decir algo, cuando miró como empezaba a desparecer. Miro a su padre hecho un mar de emociones.
Este por su parte, se rio levemente.

-Dije que daría la aprobación hijo, nunca dije para “quien” ni “como”- Sonrió a un más al ver el rostro estupefacto de su hijo-  ¡Suerte con los Sakura’s  y las joyas esmeraldas! ¡Recuerda que son de un hermoso y fuerte carácter!

Su vista comenzó a nublarse, impidiéndole ver a un más. Cerró los ojos y apretó la mandíbula.


Un sueño extraño.
Esperaba que eso solo fuera un sueño extraño.

Minato en mi fic escribió:-Dije que daría la aprobación hijo, nunca dije para “quien” ni “como”- Sonrió a un más al ver el rostro estupefacto de su hijo

Se refiere, que le dio un mejor visto a Sakura que a Hinata. Pues, a Hinata la acepto como parte de su circulo de amistades y a Sakura, ademas de agregarla a sus amigos, la integro como parte de la familia; Cosa que con Hinata, siendo la esposa, no hizo y con Sakura si xD.

Minato en mi fic escribió:¡Suerte con los Sakura’s  y las joyas esmeraldas! ¡Recuerda que son de un hermoso y fuerte carácter!

Una indirecta a Sakura. Con lo de "Sakura's" si bien se refiere a los arboles, tambien se refiere en segundo plano a la chica. Lo de "Joyas esmeraldas" es referente a los ojos de Sakura, pues estos son verdes al igual que esos diamantes; Y finalmente lo de "Hermoso y fuerte carácter" es algo satírico y sarcástico respecto a como es Sakura... Ya saben que es de muy mal genio...

¡Espero haya aclarado sus dudas!

A sus 27 años, Sakura Haruno podía decir que había vivido una vida más o menos normal… Bueno, en lo que respecta a su mundo claro está.
Con pesar en sus ojos, quito las gruesas cobijas que cubrían su esbelto cuerpo del frio, sacó primeramente el pie derecho, seguido del izquierdo. Tomó sus dos pantuflas que estaban perfectamente acomodadas al pie de la cama, y se las coloco tapando con su mano un bostezo de cansancio.

-Otro día si nada que hacer…- Dijo al aire la pelirrosa.

Al ponerse de pie, observó como en una silla al fondo de la habitación estaba su bata de las mañanas, caminó hasta ella con flojera, y rápidamente jaló esta misma colocándosela; A cada paso, mas bostezos salían de su boca a la par, que sus manos tallaban sus ojos intentando despertarse.
Llego al baño y se lavó rápidamente el rostro, quitando toda la grasa acumulada, se cepillo los dientes, quitándose la peste bucal mañanera y abrió la puerta del baño, dirigiéndose ahora a la habitación de su hija Salada Uchiha*, la cual, como siempre, ya debería de estarla esperando para ayudarla a vestirse.

Algo que aun asombraba a la joven madre, era que, siendo su hija el vivo retrato de su esposo (Tanto físico como intelectual y emocional) Salada Uchiha solo se permitía sacar esos “defectos” que por herencia, habían llegado de su parte. Uno de ellos, era la vanidad.

Salada, tanto Sakura, les encantaba verse lindas, bonitas y presentables…

Lástima que a ninguna de las dos quienes querían, les prestaban atención.

Tocó la puerta levemente y a los pocos segundos, a lo cual, esta se abrió dando paso a su pequeña hija de 7 años.

-Madre- Dijo ella levemente emocionada- Necesito que me ayudes a verme presentable…

-Claro- Dijo ella- ¿Qué te parecen un pantalón y…?

-No, no, no –Cortó ella abruptamente negando con las manos- No lo de siempre, ¿Recuerdas lo que dijo Padre acerca de que en el clan había un gen referente a una mejora del sexto sentido…?

-Eh…Si, creo que dijo algo como “La intuición será más aguda” y algo parecido, ¿Por…?-

Un leve sonrojo aprecio en la niña, quien  en un abrupto movimiento, se retiró las gafas y tomó a su madre de las mejillas, quedando frente a frente a escasos centímetros.

-Hoy lo siento, madre, mi corazón me lo dice… ¡Hoy debo verme mejor que nunca antes!

Separándose levemente, Sakura tomo a su hija de las manos y la llevo frente al ropero de la habitación de su hija, abrió la puerta de un tirón y le dijo:

-¡Ese es el espíritu, Shanaro~! ¡Escoge lo que quieras, hoy tu madre te asesorará como nunca antes!

Y con un brillo de determinación en ambas mujeres, comenzó su búsqueda del “Atuendo perfecto que haría ver a Salada Uchiha la niña más linda del mundo mundial, del mundo mundialoso”


{Más tarde…}


Y sin embargo, su felicidad y acciones fuera de su rutina normal, terminaron cuando fue a dejar a su hija a la academia ninja. En ese instante, estaba sentada sobre el extenso sofá de su “hogar” abierta de piernas (Literal, estaba sola), valiéndole el perder feminidad y una extensa cara de fastidio en su rostro.

En momentos como ese, como se lamentaba con toda su alma el hecho de haber negado ser directora del hospital de Konoha…

Y también el haber dejado de ejercer como médico…

Haberse casado tan joven…

Renunciar a su carrera ninja…

Y principalmente…

No haber podido amar con todas sus fuerzas…

-¡No!- Se gritó internamente- El tiempo no se puede retroceder…

Y mientras se dirigía a la cocina, una lágrima traicionera bajo de su mejilla.


{Despecho del Hokage de Konoha –10:45 AM}

Un rubio de aspecto demacrado, quien parecía haber sido arrollado por un tren, tenía la cabeza pegada al escritorio. A sus lados, pilas y pilas de papeles se extendían hasta donde alcanzaba la vista (Visión de Naruto) las cuales susurraban: “Papeleo aburrido~ ¡ABURRIDO~!”

Con un –Toc-Toc- a su puerta, respondió un fastidiado “Adelante” que permitió a sus visitantes entrar a su oficina.

Levantó su cabeza, emitiendo esa aura de “Ojala sea algo importante, sino verán el infierno…” y miró al equipo de ninjas elite que tenía frente a el…

Como si nada, el equipo de misiones encargado de las misiones “Sx” (S-Expecial)  estaba frente a él, con sus máscaras cubriendo su rostro.

-Informe…-Exclamo el rubio cansado.

Uno de los cazadores, quien era el líder asignado, dio un paso al frente y dijo tranquilo:

-Las sospechas de Hokage-Sama son ciertas- Dijo con voz calmada- Como bien planteo, todo lo sucedido en ese lapso de tiempo no fue una ilusión, genjutsu o algo parecido, fue totalmente real y existe…

Naruto alzo ambas cejas colocando las manos bajo su barbilla. Cerró los ojos y soltó finalmente:

-¿Lo consiguieron…?

El chico que estaba hablando anteriormente se quitó la máscara, revelando a quien fue en algún tiempo miembro temporal del equipo 7: Sai

-Somos ANBU ¿A quién crees tienes de “amigo”…?- El chico avanzó y colocó un pergamino sobre el escritorio del rubio.

Saliendo despreocupadamente de la habitación, el chico salió no sin antes repetir una frase que hizo sonreír al Uzumaki:
-Ojala y ahora sí, se les pueda cumplir, aunque sea en “Otro mundo”-Dijo el azabache para luego salir por la puerta.


{Más tarde…}


Llámenle sexto sentido o lo que sea, pero la ahora Señora de “Uchiha” sabía que hoy iba a pasar algo; Por eso mismo, en lugar de dirigirse a la cocina y hacer realmente nada, corrió prácticamente al baño, se ducho rápidamente y se cambió de una manera campante, esperando… Nada a cambio.

Pero, ¿Cuál fue su sorpresa?

Que si bien ni se terminaba de pintar las uñas, cuando un ANBU había aparecido frente a ella (Dándole un susto de muerte y casi matándolo con un Kunai que tenía escondido) diciéndole que: “El Septimo Hokage desea verla”

Y sin embargo, ¿Qué pasaba ahora? Frente a ella estaba quien era el ahora líder de la aldea, y ex –compañero de equipo, mirándole con una cálida sonrisa.

-Y... ¿Cómo estas con Sasuke?- Soltó el chico de repente.

Ella arqueo una ceja; Internamente, le aplaudía con sarcasmo a Naruto.

-¿Cómo esta Hinata?- Devolvió la pregunta con una casi sarcástica sonrisa.

Ok, aclaremos, ¿Qué era esto? ¡Si! ¡Guerra sarcástica!

-¿Para qué me llamaste?- Preguntó un poco decepcionada.

Naruto resoplo sobándose la cabeza.
-¿Es que acaso el Hokage de esta aldea no puede llamar a su despecho a uno de sus habitantes…?- Preguntó con sorna.

-Claro que sí; Lo curioso es que, Ni soy ninja, ni tampoco médico, ¿Qué podía querer el líder de una aldea tan importante con una simple civil que ya no cumple función alguna bajo su cargo…?

1…
2…
3…
4…

-Ya no hay nadie…- Dijo Naruto poniéndose de pie rápidamente- ¡Sakura-Chan!

Y como si aún fueran adolescentes, tanto la mencionada como el mismo se lanzaron a los brazos del otro, compartiendo un cálido abrazo bastante esperado.

-Realmente te he extrañado…- Susurro ella en su pecho.

-Y que lo digas…No sabes cuánto- Le dijo el jugando con su cabello.

-Enserio- Dijo Sakura separándose levemente- Como odio a los chismosos de tu oficina…

-No me lo repitas…- Respondió irónico- No sé cómo termine con una jauría de secretarias amantes de escuchar conversaciones ajenas…

La pelirrosa soltó una leve risita.

-Ya enserio…- Pronuncio la chica- Normalmente cuando queremos hablar nos ponemos de acuerdo, ¿Hay algún problema? Normalmente eres más cuidadoso respecto a quien puede escucharnos…- Soltó preocupada.

-Antes que nada- Dijo colocándole el dedo índice en los labios- ¿Salada no fue, de gran casualidad, mejor vestida a la academia…?

La joven madre frunció el ceño.

-Mi hija siempre va bien vestida…- Respondió.

Rodo los ojos; Olvidaba que trataba con Sakura-Chan, ni el tiempo la cambiaria.

-Vale, vale…-Quiso tratar de bajar tención- Es solo que Bolt**  me dijo que ahora Shino les pondría un proyecto en equipo, por lo cual me pidió que moviera influencias y le tocara con Salada… Él dijo que ella, de alguna u otra forma, se daría cuenta… Aunque la verdad no sé a qué se refería.

-“Con que era eso”- Pensó Sakura – A todo esto, ¿De qué es el proyecto?

-Técnicas Oculares y Clanes de Konoha…

Sakura le dirigió una mirada de: “Bromeas, ¿No?”

-Oye, mata a Shino por eso; Se muy bien que no te gusta hablar con Salada del clan Uchiha, menos de las técnicas oculares… Por no decir de su padre y familiares, pero trate de retrasar ese tema en la academia tanto como pude. Lo siento…

Y negando levemente, ella sonrió agriamente.

-No importa, mejor responde que ya me estas preocupando, ¿Paso algo importante…? No es normal que me llames de la nada.

Naruto se separó de ella, y caminó hasta su escritorio tomando un pergamino. El mismo que Sai había dejado.

-¿Recuerdas cuando Obito nos sumergió en un Genjutsu hace años, cuando estábamos en el parque?—Ella asintió—He estado investigando durante mucho tiempo y resulta ser… ¡Que no era un genjutsu, era real!

Los ojos jades de la pelirrosa se desorbitaron.

-¡¿QUE?!- Exclamo fuertemente.

-No grites, Sakura-Chan- Le coloco la mano sobre los labios- Básicamente, fuimos enviado a una de las muchas dimensiones paralelas; Este pergamino, es la puerta uno de esos…

-Ósea que…Podemos… Evitar…

-El costo es…-Le interrumpió Naruto- Que no regresaríamos a Nuestra época, no tendríamos esta edad, sino que, según mis cálculos, regresaríamos aproximadamente entre nuestros 16 y 18 años…

Sakura le miro asombrada, una oportunidad… Una oportunidad en bandeja de plata.

-Pero…-Susurró la chica- ¿Qué pasaría con nuestro mundo? ¡¿Qué pasaría con mi Salada?!- Grito fuera de sí.

El flequillo cubrió los ojos de Naruto, dándole esto mala espina a la pelirrosa.

-Tengo entendido, que al ser este una “Puerta artificial” este pergamino solo aparece en nuestro mundo, cuando alguien de aquel “Otro mundo” quiere pasar a este, ¿Recuerdas que cuando viajamos a esa dimensión todos eran al revés? Bueno pues, ya trate siguiendo las instrucciones del pergamino y nuestros “Yo” de aquel mundo quieren pasar a “Este mundo”…

-No me respondiste, Naruto- Hablo seria- Si aceptase cambiar de lugares con m otra “Yo” ¿Qué pasaría con Salada?

Silencio…

-Como el pergamino, aparte de cambiarte de dimensión, regresa en el tiempo y lo reescribe… Lo más probable es que ella… nunca nazca…

Sakura se dejó caer de rodillas, las lágrimas bajando sin control desde sus orbes verdes…

-Sin embargo…- Dijo el rubio- Según el pergamino, se nos permite viajar a cuatro personas…

La chica se quedó congelada.

-Espera…- Susurro Sakura- Eso significa que… Yo… Salada ¿Ella podría venir conmigo…?

A pesar de que las lágrimas bajaban de sus ojos, Sakura pudo ver perfectamente la expresión dolida de Naruto.
Fue entonces que lo recordó.
Él tiene 2 hijos…


-Naruto… Yo…

-No te preocupes…- Dijo el amargamente- Sabes que yo solo quiero tu felicidad…

Y abriendo los ojos, se puso de pie y abofeteo al rubio tan fuerte como sus sentimientos le decían que lo hiciera.


-Ya lo habíamos hablado, ¿No? El amor es cuestión de dos, bobo…

Y eso le hizo reír…

-Pero… No me perdonaría si por un capricho dejo a uno de mis hijos abandonado… Jamás me lo perdonaría…- Respondió el rubio adolorido.

Y ella lo comprendió.

-Entonces la idea del pergamino queda descartada…- Dijo la chica de rosa.

Ambos sonrieron; Ahora solo les quedaba seguir con sus encuentros amistosos y casuales…


{Al pasar de los años…}


Meses después, la tragedia azoto a la familia Uzumaki-Hyuga, debido a que la pequeña Himawari*** cayó enferma a mediados de Septiembre. Lamentablemente, cuando se descubrió la causa de la enfermedad y lo que la pequeña tenía, ya había sido demasiado tarde y la tierna niña paso a mejor vida. Debido a esto, Hinata termino cayendo en una depresión, la cual a pesar que logro superarla, solo fue el potenciador de su próxima enfermedad. Finalmente, la choca de pelo morado murió a causa de la misma enfermedad que su hija meses después.

Por su parte, Naruto se aseguró por cielo mal y tierra que ese mismo gen no afectara a su ya único hijo, Bolt. Y, gracias a todos los dioses a los que había orado, el niño no tenía síntomas, características ni nada por el estilo relacionado con la enfermedad o el gen.

Por su parte, la relación de Sakura y Sasuke se fue cada vez haciendo más solitaria. Basta con decir que el último mencionado llevaba ya 3 años sin aparecerse frente a ella o su hija.
Los rumores decían que tenía otra familia en Kirigakure.

Aun así, los niños, Bolt y Salada, quienes pasaron por un calvario sin fin de cosas que un niño no debe vivir, apoyaron a sus padres en todo momento, al igual que estos mismos, comenzaron a tomarse cariño mutuo.


Y un día 1 de Septiembre, en el bosque de Konoha, reunidos dos rubios y dos chicas de cabello rosa y negro, se sonrieron mutuamente.

-Seguí investigando- Dijo un Naruto de 30 años- Nuestro “Yo” de aquel mundo aun quiere pasar…

Todos sonrieron.

-Y si todo sale como se debe, Sakura-Chan y yo tendremos 19 años al pasar a aquella dimensión—Miro a los niños—Sinceramente, de ustedes no puedo asegurar nada…

-¡No te preocupes, viejo!- Dijo con una sonrisa un rubio de cabello ondulado, quien, de un tirón, jaló a Salada de la manga de su vestido, moviéndole las gafas en el acto. -¡Te aseguro que todo saldrá bien! ¿Qué opinas tú, Salada?

Acomodándose las gafas y sonrojándose al ver la cercanía del chico rubio, Salada contesto.

-Todo saldrá bien, Hokage-Sama—La mirada de Naruto la hizo recordar—Digo… Naruto-San… Como dice, Bolt, no debes preocuparte tú tampoco, madre…

Y un silencio se hizo al tiempo que un aura amenazante salía de la chica azabache.

-Y tu Bolt… ¡Deja de tomarte tanta confianza conmigo!- Y he ahí, el Gen Tsundere de Sakura actuando en su hija, ¿Consecuencia? Un Bolt con un chichón en la cabeza.

Las risas no se hicieron esperar…

-Ya ya…-Dijo una pelirrosa ya mayor- Entonces, ¿Nos vamos?

El pergamino se abrió en una casi lenta tortura, al estar por completo abierto, todos se miraron entre si y tras una serie de posiciones de manos, mordieron sus pulgares y escribieron sus nombres con sangre. A los segundos, una luz comenzó a salir del pergamino, sacando a su vez ondas de aire que levantaban los cabellos de los presentes.

La luz se incrementó y todos se sentaron en un círculo, tomados de la mano alrededor del pergamino. Asintieron con la cabeza y con sonrisas regaladas unos a otros la luz les cubrió por completo.

Lo último que sus ojos miraron después de una potente luz, fue a cuatro personas exactamente iguales a ellos, solo que con ropas distintas a las que ellos propiamente acostumbraban. Fue solamente un segundo, pero parecía que, ellos iban hacia la derecha y sus otros “Yo” hacia la izquierda…

Se tomaron de las manos unos a otros…

Mas unos que otros…

Y ambas chicas susurraron unas hermosas palabras:

-Por siempre y para siempre… Te amo…- Dijeron madre e hija a los dos rubios…

Y entonces una luz les cubrió.

De algo estaba segura Sakura…

Esta vez…

Oh si…

Esta vez…

Ella tendría la aprobación de sus suegros…

Más un sentimiento cálido le decía…

Que ya tenía más que eso…  Sí, mucho más que eso.



--------------------------------------------------------------------------

*:Tengo entendido, según leí en el final del manga, el nombre de la niña es “Salada”; Mas, en la Wiki, el nombre se expresa como “Sarada” así que, sea cual sea, perdonen si me equivoque.

**: El nombre del hijo de Naruto y…Hinata
***:Nombre de la hija de Naruto y…Hinata