Juguemos a Dañarnos [+18] 23-05-'15 {4/4}

Ella no controlaba sus pasos, simplemente se sentía como una máquina que era dirigida por alguien a sus espaldas; La velocidad en sus piernas aumentaba, casi llegando a correr por las calles de la aldea, entre estas mismas, varias personas le habían visto pasar con una expresión colérica, preguntándose “¿Quién ha hecho enojar a Sakura Haruno?” y he ahí, alzando la chica su cabeza, logro ver un gran parque cercano a la academia ninja donde antes estudiaba.

Hacía ya varias noches, la chica tenia frecuentes pesadillas espeluznantes bajo un mismo patrón, una voz tétrica y sarcástica que decía:

“Disfruta tu tiempo”

Nunca entendió a qué se refería esa voz que escuchaba y decidió simplemente ignorarla.

Miró a un rubio sentado en una banca de color blanco con la cabeza enterrada entre las piernas. Caminó hasta donde se encontraba, manteniendo su falsa mascara rencor infundado y se colocó frente a él rápidamente; Queriendo llamar su atención, a manera de que también anunciaba su llegada, carraspeo la lengua en una acción inconsciente y comenzó a hacer chocar sus tacones contra el suelo, clara señal de su parte de fastidio y ansiedad desmesurada.

Naruto alzo la cabeza, quitándose el sombrero de Hokage en el proceso. El de ojos azules le dirigió una fría mirada y le indico con un  gesto de su mano que se sentara a su lado.

Sakura frunció el ceño, indignada como si la petición fuera de otro mundo.

-Ya vine- Dijo molesta- ¿Qué quieres?- Pregunto fastidiada.

El rubio soltó un bufido de molestia y trato de esconder su enojo.

-Ya te lo dije, ¿No? Hay que dejar las cosas en claro- Respondió sobándose las sienes.

Sakura resoplo y golpeó su pie derecho fuertemente en el cemento.

-Enserio, como fastidias…- Dijo Sakura.

Un silencio incomodo comenzó a integrárseles; Este mismo silencio, casi les decía que era la oportunidad perfecta para arrepentirse de sus planes, pero, para ellos, ya no había marcha atrás.

-¿Comenzamos, Sakura…?- Dijo con una voz ronca y dolida Naruto, ocultando su mirada bajo su sombrero.

Sakura le miro con un leve arrepentimiento, siendo rápidamente sustituido por un falso enojo.

-Cuando quieras, Hokage-Sama…

Ese fue el inicio de su juego…

Pues solo provocándose odio uno al otro lograría superar ese “amor verdadero” que según ellos tenían para el otro…

Jugarían a dañarse el uno al otro, pero nunca pensaron cuánto daño se harían a ellos mismos.

Juguemos a Dañarnos- Capítulo 2: Naruto: "Reproches del alma"

Para lograr comprender la situación en la que esas dos incompetentes personas, quienes segadas por el deseo de complacer a terceros, terminaron perjudicándose a ellos mismos solo por ver felices a los demás, comenzaré a narrar como fueron los inicios de este juego tan perjudicial.

Ellos 2. Naruto y Sakura...

Quienes habían terminado iniciando con uno de los peores juegos que dos enamorados pueden jugar.

Juegos...

Amor...


Quizá, erróneamente, alguien pueda pensar que las palabras “Juego”  y “Amor” dan por resultado lo que es el acto carnal conocido como “Sexo” “Follar” “Corchar” “Hacer el amor”, se entiende ¿No…?

El punto aquí es, que no, ellos no jugaron de esa manera.

¿Como fue que jugaron entonces...?

Ahora, otra de tus posibles repuestas podría ser “El jugar con los sentimientos ajenos”, que, en gran medida, no está muy lejos de lo que quiero plantear; De igual manera, un curioso pensamiento, también podría responder a la incognita antes presentada, respondiendo algo como “Mentir respecto a sentimientos”, que, si bien es méritamente parecido a lo de arriba, no es lo mismo.

Pero, bueno, he de dejarle dar tantas vueltas al asunto y te doy la repuesta a la situación en la que esos dos ilusos se han metido y embarrado hasta el fondo, ¿A qué me refiero…?
Pues que están jugando a dañarse y... ¿Qué es esto…? Pues nada más que todo lo anterior escrito…


A su lado, a escasos centímetros que fácilmente podrían medirse con una regla escolar, se encontraba la razón de todos los dolores de cabeza que día a día le aquejaban; También, esa misma persona era la causante de su recientes desvelos nocturnos y de su más reciente fetiche por hablarle a uno de los osos de peluche de su hija Himawari.

El rubio giro su cabeza, mirando analíticamente a la chica de cabello rosa que tenía justo al lado; Sakura Haruno, quien aun con el pasar de los años, el mismo podría jurar que la jovencita (Ahora ya señora “de” Uchiha) no cambiaría jamás esa actitud tan explosiva y fácil de molestar.

Aun así, he ahí a la joven, quien con su cabello corto y su flequillo de lado, recogía inútilmente uno de sus mechones rebeldes.

Si él no la conociera tan bien, casi se creería ese rostro de frialdad dirigido hacia él; Pero, el gran e inmenso problema, era que el  ya no creía conocerla, porque, ¿De cuándo acá Sakura Haruno le escupía palabras tan agrias y crueles como las que les decía ahora mismo...?

A él, más que soportar las ganas de llorar, sentía una gran puñalada en el corazón con cada palabra; Claro, no olvidemos incluso sus expresiones corporales, eso le hacia pensar que ella si estaba hablando enserio…

¿Lo decía enserio…? Ese pensamiento le rondaba la cabeza una y otra vez y no fue hasta el momento, en la que la propia eludida se levantó, le miro, tomo impulso y lo abofeteo, que el adormilado rubio logro regresar a la realidad e ignorar sus propios pensamientos.

-Siempre tan idiota, ¿Qué más podría esperar de ti?- Dijo Sakura sobándose la cabeza.

Naruto le miro con una expresión que decía absolutamente nada.

-Ahora, es mi turno de hablar, así que, estúpido, más te vale escucharme…- Exclamo ella exasperada- ¿Sabes que es lo peor de todo esto? Que tu ni siquiera me tomas enserio…

Ahora sí, el de ojos azules levanto una ceja y curvo sus labios en una extraña mueca de desconcierto;  Sakura tomo esto como señal de continuar.

-¿Por qué pones esa expresión tan ridícula?- Dijo con sarcasmo- Y si, hablo enserio, TU nunca me has tomado en serio…

-¿Podrías decirme entonces, Sakura –Pronuncio con burla- un ejemplo de cuando no te he tomado enserio…?- Dijo el con sus manos bajo su barbabilla.

-¡Ha! ¿Solo uno? Le coloco el más sencillo, Hokage-Sama – Dijo imitando la forma en como él le llamo solamente con su nombre- ¿Recuerda usted esa vez que le dije que le amaba, aquella en el país del Hierro? Sabe algo, me acusó de mentirme a sí misma, dígame oh todo poderoso y benevolente gobernante de la aldea oculta entre las hojas, Hoy por hoy, ¿Cree que fue correcto haberme dicho eso? Digo, usted tampoco es muy sincero con usted mismo…

El silencioso aire podía escucharse golpear en las estructuras de hierro de la banca donde el rubio estaba sentado; A este mismo, su flequillo le cubría los ojos y reflejaba una sombra en toda la mitad de su cara. Finalmente, pasados unos cuentos minutos y mirando que el Séptimo Hokage no parecía reaccionar, la chica de ojos verdes comenzó a perder la paciencia y a hacer sonar consecutivamente el tacón de su pie derecho contra el suelo.



Tic-Tac

El plástico de los zapatos de Sakura perecía imitar a las agujas de un reloj moviéndose…


Tic-Tac

Recordándole el tiempo correr…


Tic-Tac

Recordándole el tiempo perdido…


¡Tic-Tac~! ¡Tic-Tac~! ¡Tic-Tac~!

Recordándole todo lo que pudo haber vivido…



-Deja de hacerlo…- Susurro

-¿Qué…?

-¡Que dejes de hacerlo!- Grito exasperado, levantado la mirada de golpe y mirando a Sakura con un rostro totalmente diferente al que normalmente mostraba.

Le miraba con odio… Pero muy dentro de él, había algo más que nadie, ni siquiera ella que estaba frente a el había detectado; Miedo.

-¡¿Crees que mi vida ha sido fácil?!- Exclamó rabioso el rubio- ¡¿Crees que ha sido fácil?!  ¡¿Crees que lo ha sido?! ¡Por supuesto que no! Pero, ¿Qué podrías saber tú? Lo tuviste todo, hogar, padres y comida en tu plato cada día, no eres más que una quejumbrosa; Y aun así, ¡¿Cómo te crees capaz de siquiera insinuar que tu vida fue más difícil que la mía?! ¡Que me parta un rayo! Dices que nunca te he tomado enserio y no sé qué tanta bazofia verbal más… ¿Cuándo…? ¡¿Cuándo me tomaste a mi enserio?!

Sakura estaba totalmente sorprendida, pasmada y nerviosa; Tenía miedo, la gran mayoría de las palabras del rubio la destruían en pequeños fragmentos irreparables.
Pero justo cuando trato de abrir la boca para balbucear cualquier cosa, Naruto se le adelanto…

-Pero…- Nombró con soberbia- ¿Cómo podría la gran Sakura Haruno tomarme enserio? ¡Dios! ¿Qué no ven que es como un gran árbol imposible de escalar? ¿Qué no ven que es como una fina muñeca de porcelana? Dime algo, ¿En qué mierda estabas pensando cuando te convertiste en ninja…?

Sorpresa era lo que reflejaban los ojos de la pelirrosa; Una creciente furia creciendo en su interior.
-¿Realmente lo pensaste? No, no lo creo; Seguramente fue solo uno de  tus “Caprichos infantiles” que hasta la fecha no has logrado quitarte el habito de hacer; ¿Qué fue realmente? ¿Un capricho, el verdaderamente quererte dedicar a ser ninja o solo ir detrás de Sasuke Uchiha, como siempre has hecho…?


Basta. Eso comenzó a molestarle…


-¡Que cosas digo! ¿Cómo se me ocurre decir semejante insolencia?- Exclamo con un falso tono de arrepentimiento- Perdóneme usted, oh sabia señorita Haruno, no era mi intención ofenderle, pero, bueno, no me gustaría verle derramar esas ya tan comunes lágrimas de sus ojos; No es que le diga que sea una chica débil o frágil vamos a llamarle simplemente “Mas sentimentaloide”


Basta…


-Pero, finalmente, siempre has puesto tus propios sentimientos antes que los de los demás, porque ¿A caso te pusiste a pensar lo que a mí me afectaba el hacerte jurar esa idiotez de promesa de “¡Por favor, regresa a Sasuke-kun a la aldea!”? ¡No por supuesto que no lo hiciste! ¡¿Cuándo lo harías?! ¡Exijo demasiado! ¡La gran Sakura Haruno pensando en alguien ajeno, es algo imposible…!


Basta… Por favor…


-¡Que alguien me tape la boca! Cierto, cierto… Si has pensado en alguien más ajeno a ti, por eso mismo me hiciste prometer traer a nuestro compañero de equipo, por esa misma razón, porque pensaste en alguien más, me fui a entrenar con uno de las tres Sannin legendarios, por esa razón, toda una organización criminal de asesinos clase S estuvo tras mi cabeza… Por esa misma razón, toda Konoha fue destruida y casi muero en el enfrentamiento contra Nagato… Por esa misma razón, la cuarta guerra mundial ninja fue desatada, por eso mismo Obito Uchiha perdió su camino, Madara Uchiha revivió y causo miles de muertes; La resurrección del 10 colas, la muerte de Neji, el cuerpo paralitico de Gai Sensei, la destrucción y muertes que causo Kaguya… Todo… ¡Todo fue tu maldita culpa!


Basta… Basta… ¡Basta!


-Pero, ¿Sabes que es lo mejor de todo tu egoísmo? Que si conseguiste lo que querías; Casarte con el gran y último descendiente de los Uchiha y darle una jovial e inocente hija… Pero, ¿A qué precio…? Hoy no eres más que una ninja relevada de todo cargo; No sirves ni siquiera como médico, no sirves como ninja, ¿Entonces? ¿Cuál es tu utilidad en este mundo…?


No lo digas, por favor… No…


-¡Ha sí!, ser la madre que dé a luz a la nueva generación Uchiha y atender en las necesidades del hogar de la gran familia de tu esposo…


¡No me lo digas tú! ¡Tú no!



Con una sonrisa burlona, el rubio dijo:

-¿Cómo mujer solamente, eh…? De ninja-Medico, entrenada por una de las tres Sannin legendaria, a Ama de casa, bonito el desenlace de tu historia…

Para este punto, Sakura tenía sus puños cerrados y la cabeza agachada, escuchando cada una de las palabras del rubio; Mas cuando este pareció terminar, deshizo lentamente la fuerza en sus manos, levantó su rostro, movió su flequillo hacia la derecha y con un rostro agrio le miro con una extraña mueca en sus labios.

-¿Ya has terminado…?- Preguntó rogando para sus adentros no titubear apara lo que diría a continuación – Que ya va siendo mi turno de hablar…


Continuara...

Juguemos a Dañarnos.  
Capítulo 3: Verdadera felicidad

Cuando eran unos Gennin recién graduados de la academia, la relación entre los miembros del afamado equipo 7, no fue tan buena como los libros de historia los pintaban, sobra y falta con nombrar que, en todo caso, casi parecían una paleta de colores, yendo desde el más oscuro con Sasuke, pasando por el gris de Naruto y llegando al blanco de Sakura.

Sin embargo, si algo aceptaban los miembros de propio equipo, era que no se soportaban bien todos juntos.

Aun así, siendo el encargado de fomentar los valores del compañerismo el propio maestro del grupo, Kakashi Hatake,  había veces que era inevitable en que la pregunta se formulara:

¿Realmente logro este legendario ninja mejorar la connivencia entre los miembros de su equipo él unos con los otros…?

Si vamos, ok, no le quitemos méritos, recordemos esa vez antes de que Sasuke se fuera de la aldea, donde el propio Ninja Copia le advirtió del futuro que le esperaba si seguía por ese sendero de oscuridad.

Pero, recordemos que eso no funciono.

Regresando a la pregunta, ¿Logro el sensei del grupo fomentar la unión entre esas tres personas?


Ahora, mientras Sakura escuchaba cada hiriente palabra que el rubio le lanzaba, ella fácilmente podía contestar a ese cuestionamiento sin vacilar.




Cuando Sakura escuchó al rubio terminar su monologo, alzo su cabeza en un sutil y agrio movimiento; se puso de pie, cual dama recién salida de una gran academia, forzó su verdosa mirada a encontrarse con unos ojos azul profundo y no pudo evitar ver la chispa radiante que tintineaba en esos orbes contrarios.

La chica conocía esa mirada, esa analítica fase del rubio, esa que solo pone cuando está a punto de suceder algo muy malo o… Algo increíblemente trascendental.

Fue cuando ella no lo soporto y se declaró perdedora, apartando primero la mirada.


-Sabes algo… - Dijo con ácido humor, pasando levemente su mano derecha por sus rosados mechones, cerrando levemente los ojos al pasar una gélida corriente de aire.

Solo obtuvo un pulcro silencio como respuesta.

-Esto es totalmente inútil… - Dijo ella con sarcasmo.

Naruto la miro con detenimiento antes de contestar.

-¿De nuevo con eso? – Fue la corta respuesta.

-No me refiero a eso idiota…- Dijo arrugando la frente- Bueno, no a “esto” a esta “situación” no.

Naruto alzo una ceja.

-Entonces…

-Me refiero a mí; el hecho de que quiera reclamarte o decirte algo, es totalmente inútil.


Sakura volteo a verle.

-Me es imposible decirte algo porque simplemente, no tengo nada que decirte…

¡Husz!

Naruto rápidamente se puso de pie y coloco de manera fuerte sus manos en los hombros de Sakura; este, solo le miraba con ojos predadores, advirtiéndole con la mirada que no terminara toda oración que quisiera salir de sus labios.

Sakura solo callo.

-Por favor Sakura, no soy perfecto, debe de haber algo que quieras decirme…

Silencio.

Silencio.

Sakura bajo la mirada.

-“Que te amo rubio imbécil, eso me gustaría decirte – Pensó en su mente—Decirte que eres tan estúpido por casarte con Hinata, decirte que no puedo creer que te hayas acostado con ella, y peor aún, que le dieras un hijo que es tan maldita sea parecido a ti… Los errores, no uno, si no…”

-Dos…- Susurro.

-¿Que?-

Sakura solo abrió los ojos estupefacta “¡Idiota!- grito dentro de sí misma”

-Nada… Lo que quiero decir es que… Bueno, no tengo cara para reclamarte nada, excepto una cosa…

-Soy todo oídos…

Sakura tomo aire y apretó los puños, tomando el valor y determinación de donde más adentro de su cuerpo estaba escondida.

-Que eres un maldito mentiroso…

-¿Disculpa?- Exclamo casi ofendido.

Ella casi se sonroja por la mirada desencajada que el rubio le dio.

*Se mordió la lengua por lo siguiente que ella diría, casi queriendo que esas palabras fuesen otras*

-¿No juraste proteger mi sonrisa? ¿Proteger mi felicidad…?

Bajo la mirada, poniéndose frente al rubio, dándole así la espalda.

-Estas con Sasuke… - Le escuchó contestar.

-Eso no significa que sea feliz…
-“Él nunca está en casa, nunca está conmigo ni con Salada, estoy sola…”


-Tienes una hija con el…

-Una a quien YO adoro… pero… él es otra historia…
-“¿Qué no lo recuerdas? El solo quería restablecer el Clan Uchiha”

-Pero aun así, vives una vida tranquila… Todo está en… Paz…

-Me asquea tanta tranquilidad…- sentía las lágrimas en el borde de sus ojos.

-“¿Qué no te das cuenta?”

-Sasuke te ama…

-“¿Qué no te das cuenta?”

-Estás casada, tienes una familia y yo también…

-“¡¿Qué no te das cuenta...?!”

-Simplemente, deberías permitirte ser feliz…

Y no pudo más, ella le dio la cara.

Así, con los ojos rojos y las lágrimas cayendo a caudales ella le dio la cara, esa que nunca había querido que el viera de ella…

Ese rostro…

Ese donde mostraba donde su verdadera infelicidad.

-Mírame ahora y dime…- Dijo con dureza mirándole a los ojos- ¿Me veo feliz? ¿Crees que soy feliz en este instante…?

Y el solo la miro expectante, tratando con cada fibra de su cuerpo de contenerse y decirle que él la amaba, que sí, se veía totalmente infeliz y que el repararía su corazón roto.

Que si, el sanaría sus heridas

Limpiaría su corazón.

Restauraría su alma

Y lo más importante…

Que el la haría la persona más feliz de todo el universo.


Pero…

El no dijo nada.

El cerró la boca…

El simplemente la miro llorar como otros muchos en el camino.


-¿Sabes para que te cite…? – Dijo cortando ella todo tan de repente.

Sakura metió su mano a sus ropas, sacando de entre estas un sobre blanquecino con el sello del hospital de Konoha.

-Hinata, hace dos semanas fue a visitarme y a pedirme un favor especial; unos estudios de sangre, ¿Sabes por qué? Vómitos y mareos constantes…

Y con una lentitud infernal, Sakura abrió el sobre por el costado, sacando por ahí una sola hoja con el resultado de esos exámenes que la ex –ninjamedico le había practicado a una de sus amistades.

Fue cuando Sakura coloco la hoja frente a los ojos de Naruto, que esta rompió a llorar como nunca.

Soltó también una risa amarga.

Riendo y llorando de tantas ironías de la vida.

-¡Felicidades, Hokage-Sama! – Grito ella frenética- ¡Va a volver a hacer padre!

Y Naruto…

Para dolor de Sakura…


Solo mostró esa cálida y resplandeciente sonrisa que le caracteriza.

Juguemos a Dañarnos: Los otros Jugadores

Capítulo Final : )


‘Sus lenguas chocaban una contra otra en un encuentro salvaje y erótico… Sus dientes se rozaban ligeramente, mandando leves señales de dolor al contrario, haciendo sentir un espasmo en toda su zona bucal y los alrededores.

El tiro fuertemente de los cabellos rosados de ella, separándola en un brusco movimiento de sus labios; Olfateo su cuello, haciéndola suspirar por la sensibilidad de la zona mandándole una oleada de calor a su parte baja y nublarle de a prisa las ideas que decían que estaba haciendo mal.

La lengua del rubio se arrastró por toda la blanquecina piel de la chica. Cerrando los ojos, y mordiéndose el labio inferior tratando de no hacer ruidos que pudieran atraer a terceros, contuvo dentro de su garganta aquellos obscenos sonidos.

La boca ajena atrapó su lóbulo derecho haciéndola estremecer de placer…

Fue entonces, que mandando todo por un tubo, Sakura Haruno decidió tomar partido y comenzó a despojar a su acompañante de todas sus prendas, ya que, las de ella, hacia buen tiempo que estaban regadas por el suelo.

Deteniéndose brevemente, se separaron mirándose por unos segundos.

Azul contra Verde.

En los ojos de ambos, un brillo de discordia y maldad resplandecía cual lucero en sus orbes.

La sardónica sonrisa de Naruto le indicó a Sakura que continuara; Esta misma, con la más pura maldad, arrogancia, orgullo y lujuria, sonrió tan dulcemente que fácilmente haría a un tercer espectador querer revolvérsele el estómago por tan enfermo gesto de ambos.

Y eso era justo lo que querían.

La camisa blanca del rubio termino en el piso, y con su gran fuerza, Sakura arrojo a Naruto hacia un montón de almohadas que había en el almacén del hospital, que era donde se encontraban.

El levanto la cabeza brevemente, y miró expectante como Sakura caminaba lentamente hacia él. Moviendo sus caderas  en un movimiento sensual y candente, balanceando su cabello al compás del parpadeo de las viejas lámparas del recinto.

Y, como un carnívoro acechando a un pobre conejo, la pelirrosa se colocó a zancadas arriba del rubio.

Quedando encima de su pelvis, aun cubierta por unos molestos pantalones, ambos sonrieron y la cabeza de Sakura comenzó a descender.

Tomando con los dientes el cierre del pantalón, Sakura fue quitando de a poco la prenda, bajando lentamente y sin apuros, tocando con sus suaves manos frías, la caliente y rasposa piel ajena.

Al quedar solo los calzoncillos, ella se relamió los labios y procedió a quitar la prenda que estaba quedando de más…

En un parpadeo, la visión de la chica se encontró al revés, ahora con Naruto sobre ella, poniéndola a ella debajo y con sus manos sujetas por las de el, sujetas estas encima de su cabeza.

― No Sakura-Chan… ― Dijo en un tono de más dulce y embriagante― Ahora me toca a mí, recuerda… La ves pasada, ya sabes… fuiste tú la que estuvo ‘comiendo’, lo justo es que me toque a mi hoy, ¿No?

Y ella sonrió con picardía.

El arrastro sus manos por todo su vientre, besando su vientre, y deslizando su lengua por todo ese lugar, dando vueltas, dejando un rastro de saliva caliente por todo el lugar.

Sakura ya no callaba, de garganta ya no permitía más timidez y los ‘inocentes’ suspiros anteriores, de a poco se estaban convirtiendo en unos gemidos más acorde a la situación.

Llegando a sus pechos, la lengua del rubio comenzó a chupar solo por encima de sus pezones, dando cierta desesperación a la pelirrosa.
Ya harto de hacerla ‘sufrir’ y ‘cumpliendo los requerimientos del cuerpo de la contraria’ Naruto comenzó a chupar más fuertemente sus pechos, mientras tocaba levemente la entrada de la chica…

Las mejillas de Sakura estaban rojas cual cereza, y su cuerpo encendido, no le deja coordinar sus ideas.

Era ilógico para ella en ese instante… Ya que tenía los ojos cerrados, pero ella sentía que de a poco, comenzaba a abrir las piernas…


Uno de los dedos de Naruto, se insertó dentro de ella haciéndola vibrar; Dando pequeños giros en toda la zona intima de Sakura, las ‘tijeras’ comenzaron a prepararla para lo que venía.

Naruto Jr, como gustaba llamarle a ella.

Y fue solo momentos después, cuando ‘Narutito’ entro con toda su gracia y esplendor; Sus ojos se abrieron, solo para irse de a poco volviéndose a cerrar…

Lentamente…

Un pequeño movimiento hacia enfrente… Atrás…

Enfrente… Atrás…. Dentro… Fuera…

Y el vaivén de caderas comenzó a andar…


Los juegos, dependiendo del tipo, pueden ser de uno o mas jugadores...



― Na… ¡Narutoo!


Pero, un  ‘juego’ no es divertido si solo juegan dos, ¿Verdad?


―Saku…ra… chan…


Si, si, ellos estaban ‘Jugando a Dañarse’ y en ese juego, solo había una regla…


― ¡Agh!


Que no había reglas…


― ¡Ah! ¡Ha~!


Y nada les impedía…


― ¡Sakura!

― ¡Na… Naruto!


Dañar también a los demás…


― ‘Te amo…’

Omake:

Estando en su hogar, Naruto Uzumaki miro a sus dos hijos discutir.


― ¡No! ― Gritó Himawari ― ¡Papá me quiere más a mí!


― ¡Eso no es cierto! ― Contrarrestó Bolt molesto ― ¡Papá nos quiere a ambos!


Ambos niños voltearon en sincronía a ver a su padre rubio, el cual no puedo evitar que una gotita de sudor le corriera por la cien ante la escena.


― Cierto... ¿Papá? ¿Puedo preguntarte algo…?


―Ya lo estás haciendo, boba ― Fanfarroneo Bolt.


― ¡Agh! ¡Papá! ¡Bolt está molestándome!


Dejando de beber su té, Naruto le indico a Himawari que se acercara a él.


― Dime, ¿Qué necesitas saber, mi pequeña florecilla~?


Ante el cumplido, la pequeña se sonrojó levemente.


― Bueno, yo quería saber… ¿Amas a Mamá?

1

2

3

― Le quiero bastante…


Silencio Incomodo.


―  Yo tengo otra pregunta ― Dijo Bolt― ¿Por qué a Mamá le molesta tanto el árbol de Sakura que hay en el patio…?


Naruto rio levemente.


― Eso es simple Bolt… Los ‘Sakura’ siempre han sido mis preferidos…