Un mal entendido [+18]

Estaba sentada en la mesa había varias hojas y cuadernos con apuntes, en mi mano tenía una pluma con esta daba pequeños golpes en la mesa o metía la puntita del tapón en mi boca, tome mi móvil y mire la hora, ya eran las 5:00 de la tarde. Desbloquee mi móvil y marque los números de mi novio rápidamente que ya me lo sabía de memoria.
-¿Si?- Se escuchó su voz agitada después de tres insistentes pitidos.
-¿¡Donde te has metido idiota!? Aviamos quedado hace media hora para estudiar, ¿y tú? Ni tus luces.
-¡Demonios! Ahorita voy para allá, solo me baño y voy para allá- En el otro lado de la línea se escuchó que se dio un golpe en la cara. Suspire.
-Está bien- Hice una pausa- Solo no demores, por favor, o si no créeme que no te abriré.
-Okey, okey. Llego en unos 20 minutos.
Corto la llamada
No tenía nada que hacer en 20 minutos, así que de nuevo tome de nuevo mi celular y mire los mensajes del whatsaap.

4:59 pm
¡Hey cerda! ¿Has estudiado para el examen?

5:03 pm
No, Naruto no ha llegado…

5:05 pm
Uff, no dudo que te haiga dejado plantada.

5:06 pm.
Nunca me ha dejado plantada Ino, y ya le eh llamado, no tardará en llegar.

5:08 pm
Lo que tiene de guapo lo tiene de tarado.

5:09 pm
No seas grosera cerda... mi bebé es muy inteligente y hermosamente bello, y lo mejor de todo es que es MIO.

5:11 pm
Nadie te lo está peleando frentona, creo que a todas de la universidad les ha quedado claro que el cabeza hueca de Naruto tiene dueña.

5:13 pm.
Pero lo que no entiendo es donde estuvo que se le olvido que teníamos que estudiar.

Deje mi teléfono en la mesa y me levante, por mi mente pasaban tantas cosa, buenas, malas y horribles, cuando contesto el teléfono estaba jadeando… no, no, no, no puede ser lo que estoy pensando, agite mi cabeza para alejar mis pensamientos, no creo que él estuviese haciendo cosas con otra, ¡NO NI HABLAR! El no aria esas cosas, bueno… ¡con otras no!

Fui a la cocina con nerviosismo, tome un vaso y lo llene de agua para después ingerir el líquido. Es absurdo que teniendo una relación de un año y 6 meses dude de mi novio, ¿pero y si lo que pienso es cierto? Fui a la sala de estar y me senté el sofá, no dure mucho ahí porque empezaron a tocar la puerta, me dirigí a esta y abrí, frente a mí se encontraba mi novio, con unos vaqueros y una playera roja, llevaba sus vans negros, en su mano llevaba su libreta con apuntes, su cabello rubio y desordenado aún se miraba húmedo por el baño que se había dado.

-Amor, lo siento por olvidarme que teníamos que estudiar hoy- Dijo dándome un beso en la mejilla.
-No te preocupes, pasa- Dije aun pensativa.
Se dirigió a la mesa y puso su cuaderno en ella, separo la silla donde se iba a sentar y miro mis apuntes. Se sentó y me volteo a mirar.
-¿Y qué estudiaremos?- Sonrió, con esa sonrisa típica de él que me encanta tanto.
-Matemáticas…- Me aguante un sollozo que hasta sentí una punzada en el pecho.
-Mmm, ¿empezamos con las ecuaciones? Esas no se me dan tan bien que  digamos- Me dijo con su mirada recorriendo todo mi cuerpo.
-Está bien- Dije apuntando varias ecuaciones inventadas para poderle explicar. Cuando vi que se paró y tomo el sacapuntas, vi de reojo que se dirigió a la cocina para tirar la basura del lápiz.

Cuando volvió vi que puso el sacapuntas donde estaba, puso una de sus manos en el respaldo de la silla donde me encontraba sentada y la otra en la mesa. Se acercó a mi oído.
-¿Qué es lo que tienes?- Me dijo susurrando, cuando sentí su aliento me estremecí- Sé que algo te pasa, te conozco, Sakura.
-N-no pasa nada- Agache mi cabeza y algunos de mis cabellos cubrieron mi cara.
-Sakura, por favor, dime que es lo que pasa- Me insistió- Cuando me llamaste estabas bien.
Se puso en cunclillas para poder estar a mi altura. No respondí.
-Mírame- Su voz sonaba preocupada- Por favor.

No le hice caso, el permanecía igual no se movía, había un silencio en el cual solo se escuchaba el tic tac del reloj y nuestras respiraciones. Por mis mejillas pasaban una que otra lagrima, tenía miedo, ¿y si todo lo que pensé es verdad? ¿Y si me está engañando con otra?

-¿Sakura?- Dijo entristecido. Agarre aire y todo el valor que pude.
-¿Me estas engañando?- Dije en un susurro como si me lo hubiera preguntado a mí, pero no, si me había escuchado. Voltee a verlo, su cara era de asombro, tenía los ojos y su boca lo más abiertos que podía.
-¿Cómo?- Se levantó de golpe- ¿Quién te ha dicho semejante idiotez? ¿Quién?
No conteste. Daba vueltas de un lado a otro pasándose sus manos en su rubia cabellera desordenándose aún más de lo normal.
-Nadie me lo ha dicho- Dije con mi voz quebrada- Solo que… hoy te “olvidaste” de que teníamos que estudiar, cuando te hable estabas jadeando, y, y, y no sé, me invadieron los pensa…

Fui interrumpida por un beso de mi novio, uno corto, cargado de amor y nerviosismo, de ternura y cariño, se separó de mí y me miro con su mirada con un poco de lágrimas.

-Tonta…- Me dijo para soltar un risita y volverme a besar- Si me eh olvidado de que teníamos que estudiar es porque a veces soy tan despistado y si mi has escuchado jadear es porque Kiba y Shikamaru llegaron por mí para ir a entrenar, ya estamos en las finales, ¿recuerdas?

Su mirada azul no se apartaba de mis ojos, recordé que después de tanto esfuerzo días sin poder descansar los chicos por fin lograron pasar la final de futbol. ¿Cómo podía ser tan tonta? ¿Cómo podía pensar en semejante idiotez? ¿¡¡COMO!!?
Pase rápidamente mis brazos alrededor de su cuello y lo bese, lo bese con amor y ternura, él paso sus brazos alrededor de mi cintura y me atrajo a su cuerpo, apretándome con delicadeza.

El beso se fue haciendo más intenso, con más toque de pación, en un movimiento rápido que Naruto hiso me alzo y pase mis piernas en su cintura, sentí como él iba subiendo las escaleras dirigiéndose a mi cuarto, abrió la puerta y al cerrarla me apoyo en ella.
Se separó de mis labios y comenzó a dar pequeños besos en mis mejillas, en mi nariz, en mi frente, luego fue directamente a mi cuello dándome pequeñas mordidas y una que otra vez me lamia. Yo solo me dedique a soltar suspiros, gemir, y pasar mis manos por su cabello. Dirigió su mirada otra vez a la mía.  

-Ya sé que soy idiota- Sonrió y yo solté una risita-, pero no cometería una idiotez tan grande como para engañarte, ¿Por qué? Sencillamente porque te amo, te amo tanto.

Tome su rostro con mis manos y aprese sus labios con los míos. Y sigilosamente me quito la blusa verde que traía puesta, ahora solo llevaba mis Jeans y mi sujetador. Dio una vuelta rápidamente para depositarme en la cama con esa delicadeza que siempre tenía. Paso su mano por mi vientre plano hasta llegar al botón de mis Jeans. Gemi.

Cuando menos lo pensé solo estaba con mi ropa interior. Pase mis manos por su espalda hasta llegar a lo último de su playera y él ayudándome me deshice de ella aventadola lejos, me acerque a su cara para poder besarlo, mis manos navegaban por su espalda, sus pectorales y abdominales bien marcados, lentamente iba bajando mis manos hasta llegar al botón de su pantalón, se estremeció un poco haciendo que pegara su miembro a mi intimidad, gruño de excitación, me separe del beso para poder agarrar aire y gemir al sentirlo, pero este último se fue ahogado por un beso apasionado.  En unos segundos ya no teníamos nada de ropa, Naruto viajaba por todo mi cuerpo dando besos impregnándolos en cada parte de mi cuerpo. Estaba tan excitada que ya lo necesitaba adentro. Cada caricia, cada beso, cada susurro que me decía en el oído me hace suspirar.

Estaba sobre mí, me estaba volviendo loca por no ser penetrada, por no sentirlo dentro de mí. Solo podía mirarlo y ver cómo me miraba de arriba abajo como si fuera la primera vez que hacíamos esto.

-¿Para qué estudiar matemáticas, ciencias, lengua, si puedo estudiar tu cuerpo?
En cuanto termino de decir esto, sentí como acercaba su miembro y se introducía en mí. Solté un gemido que inundo toda la habitación y encaje mis uñas en su espalda, seguro que le quedara marca.

Sentía como me envestía con un poco más de fuerza, enrolle mis piernas alrededor se su cintura haciendo que la penetración fuera un poco más profunda, arquee mi espalda por la satisfacción que sentía, tenía la cabeza de Naruto entre mi cuello sintiendo su respiración agitada, sintiendo besos y caricias que me daba y escuchando sus gruñidos.

-Soy tuyo, solo tuyo y de nadie más- Gimió en mi oído- ¡Sakura!

Aumento sus envestidas, lo tome de su rostro y lo bese, lo bese con pasión, con lujuria, con amor. Sentí como se acercaba el clímax, arruñandole desde abajo hacia arriba a la espalda de Naruto y con unas cuantas envestidas más los dos llegamos al orgasmo. Sentí como Naruto se desplomo sobre mi sin dejar caer todo su peso, sentía como se corría dentro de mí, todos sudorosos. Le di barios besos en el cuello en su mejilla, hasta que me miro, sus ojos brillaban más de lo común cuando terminábamos de hacer el amor. Le di un corto beso en los labios.

-Te amo, Naruto Uzumaki- Le di otro beso aún más largo, cuando nos separamos volvió a poner su cabeza entre mi cuello, dándome pequeños besos.
-Yo también te amo, Sakura Haruno- Me susurro en el oído para luego darme un beso tierno.

Desde esta vez todo me quedo claro que él solo era mío y se entregaba en a mí en cuerpo y alma, su corazón y todo de él me pertenecían solo a mí. Terminamos así, solo por un mal entendido creado por mi imaginación.