.: CS Ageha :. [+18][C][REEDITADO]

Sufría del síndrome de la hoja en blanco. Para un escritor, o cualquiera que se aventure a las oscuras sendas de las letras, esa es la enfermedad por excelencia. Como la gripe en invierno o el cólera en lo insalubre. Relatar novelas para señoras solteras de los treinta a los cincuenta nunca fue mi vocación. Realmente terminé en esta labor por cosas que no vienen al caso. Claro que siempre soñé con elaborar los mejores editoriales para los mejores periódicos. No hay nada mejor que un buen análisis con una buena taza de café sirviéndote como escudero en esas noches de no palpar el sueño.

Sin embargo por circunstancias locas, bajo el pseudónimo de “C.S Ageha”, los libros tomaron forma y se vendieron por su cuenta. Fueron novelas sin pretensión, de párrafos sin hipérboles, siempre en el lugar común y cayendo en el cliché. A la mayoría de la gente le agrada leer algo que no tenga mucha densidad pero mucha pasión. Así que las hojas de mis libros son portales a la perversión de la mente humana. Al lívido de aquellas que jamás alcanzaron una madurez erótica y encuentran satisfacción sensorial en palabras superficiales que nada tienen que ver con contenido profundo.

No conozco a un hombre heterosexual que le guste lo que hago… y menos mal.

− ¡Mira!−chilló una mujer que lucía una fea boina escocesa y señalaba un periódico que colgaba en un estante lleno de revistas.−Por fin sacan el nuevo libro de Ageha…−suspiró somnolienta con ojos idos.−Me encanta como escribe. Se nota que en verdad sabe de lo que habla… es tan fácil identificarse.

−Es verdad… Ageha sin duda es la mejor. Es mi escritora favorita… la amo−respondió su amiga con la mano en su corazón como si le latiera más rápido.

Un hombre de cabellos rubios que meditaba sobre su propio infortunio rio para sí mismo.− ¿Me ama? Ageha… que popular eres mujer… lástima que eres hombre y resultaste ser yo.

Naruto Uzumaki de talante más bien burlón metió sus manos en el gabán con una idea fresca para la continuación de otra historia. Era todo un "genio".


Tomó un pañuelito desechable limpiándose las lágrimas que parecían regarse como el agua de la ducha. Se lo llevó luego a la nariz donde pegó un fuerte soplido que pareció como estornudo de elefante y la limpió con demasiada fuerza. Hipó unas tres veces y terminó suspirando largo y tendido, casi ahogada.

−Esto es lo más hermoso que he leído−se dijo así misma cerrando la tapa del libro para abrazarlo de manera maternal.

Su paz y entrega literaria fue interrumpida por el timbre que sonó de manera estruendosa haciendo que saltara en su puesto.− ¿Qué? ¡¿Qué?!−gritó fastidiada quitando la cobija que la cubría y yendo de a zancadas a la puerta. −Ahhh ¿qué quieres?

−Muy buenas noches para ti también señorita Haruno Sakura−chan.

La mujer se pasó la mano por su cabello corto echando su mechón derecho por detrás de la oreja−Estoy ocupada−dijo escueta limpiándose la nariz congestionada con el dorso del brazo en actitud casual.

− ¿En serio? ¿Tienes una cita? ¿Un hombre está acá?− preguntó curioso y con una sonrisa amplia entrando al departamento como amo y señor del lugar.

−Sigue, estás en tu casa−masculló la mujer de cuerpo menudo cerrando la puerta tras de sí.

− ¡Oye! No veo el hombre−comentó burloncillo echando un rápido escaneo al lugar− ¡Ah no no! ¡Mejor aún!

−No lo hagas−masculló Sakura masajeándose el entrecejo yéndose rápidamente a su sillón

− ¡Estas con Ageha!−gritó feliz rapándole el libro antes de que ella lo alcanzara.

− ¡Naruto! ¡Dámelo!−exigió extendiendo su mano.

El hombre se lo devolvió con suavidad− De veras que eres idiota mujer. Gustarte semejante cursilería y de paso creyéndotela.

−No tiene nada de malo. Ella sabe entender a las mujeres… eso se sabe por medio de la manera en que narra las emociones

−Bla bla bla que montón de estupideces. Por eso que aun andas solterona y nadando en el mar de la mojigatería. Si sigues viviendo en ese mundito de príncipes azules de caballos blancos te vas a quedar en la pura y plena soledad.

Su mejor amigo de años, Uzumaki Naruto. Facciones varoniles, piel provocativamente morena. Cabello rubio con mechas largas en el frente y un par de ojos ópalo que destilaban tanta sensualidad que la repudiaban. En verdad no se lo aguantaba. Parecía un maldito “Ken” con ajustes de Photoshop.

−Pues yo no te he visto que tengas novia o estés casado.−contratacó dolida por el comentario. Odiaba su constante intrusión en su vida personal. No la dejaba vivir su vida y al parecer, en el intento, él tampoco parecía vivir la suya. Y sin embargo su dependiente relación los obligaba a estar juntos siempre, como mantequilla con pan.

−Porque yo lo decidí por convicción, no por obligación− contestó masticando una manzana roja brillante que había en la mesa en el tazón de las frutas.

−Estoy muy joven para andar pensando en matrimonio−alegó con una sonrisa satisfactoria.

−Que me mientas a mí, vale. Pero que te mientas a ti misma es mortal. Tienes 34 años Sakura−chan. El tren de la vida está saliendo de la estación y ni siquiera te dijo adiós.
Las mejillas de la mujer se inflaron de un rojo cereza y ese tic en su ojo comenzó a palpitar.

−FUERA− masculló como hiena entrecerrando los ojos levantándose del sillón en clara advertencia de amenaza.

El hombre rio guiñándole el ojo conociendo las actitudes poco femeninas de su mejor amiga sin tomarla en serio en lo absoluto− Sólo vengo a decirte que tu querida Ageha va a sacar su próximo libro.

− ¿Cómo lo sabes? Pensé que odiabas a la pobre.

−La desagradable noticia está en todos los periódicos. Justo cuando voy a coger "Bellezas de Konoha" me pega esa noticia en la cara.

Sakura en su vida había conocido a alguien más, ¿detestable?, que Naruto. Irónicamente su confidente de cabecera. Los años vividos juntos, tras experiencias buenas y otras no tan favorables, habían creado un lazo fuerte y vibrante entre ambos. Así que, aunque ella supiera, que todo el bendito discurso que le daba tenía como única meta de fastidiarla… no podía evitar caer en ella. Era uno de los poderes que tenía él.

− ¿No tienes que madrugar a trabajar? Ahh no verdad. Cierto que tu trabajo sobre reseñas de desfiles de moda no te quita mucho tiempo… ni muchas neuronas.

−Sakura−chan, la envidia es mejor despertarla que sentirla.

− ¡LARGO!−gritó fuera de sí.

Naruto salió corriendo dejando a su amiga en un mar de desenfreno. Sakura avanzó a su puerta para cerrarla de un golpe con la esperanza de golpear a su amigo de paso. Echó el pasador para que el hombre no decidiera entrar como una travesura de segunda parte. Entonces vio en el suelo un libro. La mujer se agachó viendo las iniciales "C.S Ageha –" El deshielo del invierno"− Tercer libro recopilatorio de la saga. Sakura chilló contenta no creyendo lo que poseía entre sus manos. Un ejemplar inédito que sabía que pocos tendrían pues el lanzamiento era hasta la próxima semana. Desde que había comenzado el tiraje de los libros de Ageha, él siempre se las ingeniaba para llevarle las ediciones mucho antes de que salieran al mercado. Sakura agradecía en esos momentos que su amigo fuese periodista y moviera sus influencias de vez en cuando.

La rosa fue directo a su sofá donde vio el libro que había acabado de leer por séptima vez.

−C.S Ageha "El otoño entre sus ojos"−dijo en voz baja. Se levantó de un empujón yendo a su alcoba donde dejo los libros para tomar otro del estante− C.S Ageha "El verano sin sol"… −suspiró esta vez.

Desde que había comenzado a leer sus historias, Sakura había encontrado una tabla de salvación ante su situación sentimental. En sus 34 años, sólo había tenido un novio con el que perdió su virginidad y que al final decidió irse con otra. Así que las esperanzas en el género masculino se fueron disipando como la niebla en la mañana.−Me volvería gay, pero no sería una buena lesbiana… −se dijo en tono lastimero. Sin esperar mucho más tiempo comenzó a devorar el nuevo libro.

Primera hoja y las cosas prometían.

""Lloró. Ella lloró con cada lágrima amarga que sus ojos parecía vomitar cuando llegó al orgasmo más exquisito que pudo palpar con su cuerpo. Sintió caer al abismo y ese agujero de su estómago se abrió dentro de ella presentándose en un gemido que se transformó en un grito. Y las lágrimas caían… pues a manos de su amigo de la infancia había alcanzado la felicidad que jamás pudo con el hombre que se había destinado para pasar la vida entera.

−Eres mía−susurró él a su oído con ese tono de lujuriosa mermelada, olor a deseo y colonia trasnochada.

−No… no…−suplicó ella con ojos cerrados para no dejar escapar las lágrimas que aun penaban por salir.

No la dejaría descansar. Eran demasiadas las noches anheladas y poco el tiempo para disponer. La tomó casi con fuerza volteándola para que su cara se posara en las sábanas. Las manos de él eran vertiginosas, prohibidas y sin misericordia.

Ella aun respiraba rápido, con el deseo brotando de su punto femenino como olor tóxico y caliente. Él abrió sus piernas para lamerla. La chica abrió los ojos por completos y los cerró rápidamente mientras sus manos se aferraban a las fundas de las sabanas. Sus dedos se crispaban cada vez que acariciaba con la punta de sus dedos esa parte que aun palpitaba y producía ese líquido viscoso que a él se le antojaba provocador.

−Sabes a placer−dijo él entre entradas y salidas con sus dedos.

Ella sólo tuvo que gemir de nuevo para contestarle. Le encantaba la situación y le encantaba aún más ella en esa actitud tan dispuesta. Así que abandono el tibio lugar para acariciar su vientre dejando un rastro como babosa. Sus labios mientras jugueteaban de beso en beso sobre la espalda de ella dejando tras su paso un erizado pavimento de sensaciones no específicas. La mano se posó en el pecho derecho de ella donde, con el índice, tocó el pezón invitándolo al juego.

−No más por favor−dijo ella casi con lágrimas en los ojos.

−Perdóname pero no puedo− admitió él esta vez con un tono de culpabilidad. Ese dedo se volvió un agarre completo, apretando un tesoro que parecía desbordarse entre sus dedos. Ella se contorsionó dejando así el libro acceso de nuevo al delirio. No lo pensó dos veces y la embistió con una fuerza tal que sus voces se apagaron.

Unas ganas tan poderosas que el sudor no demoró en salir cayendo gota a gota por un mechón del cabello del hombre. Él incitado por el mismo juego tomó la mano de ella para llevarla a ese punto único donde el placer podía desbordarse. Y aun al ritmo frenético de aquel que se propone la tarea, hizo que ella misma se acariciara gracias a su tutoría.

−Extiende más el dedo, haz los círculos completos−le decía el por encima de su oreja entre jadeo y jadeo.

−¿A…así?−articuló pobremente entre ahogos extasiados.

−No… así− dijo él llevando esta vez los dedos de él. Ahora los dos masajeaban y las embestidas seguían.

−Sal… ahora−pidió ella cuando sintió sus paredes internas contraerse calientes y palpitantes. Sabía que eso haría estragos en él, y con ello, problemas para ambos. Con férrea diligencia y fuerza, el chico salió de ella rápidamente. La descarga de su orgasmo se regó sobre la espalda de la mujer la cual sintió como sí la hubiesen rociado con agua caliente. Él no resistió más y se desplomó sobre ella.

−Voy a quedar pegajoso y no hay baño…−susurró con los ojos febriles entrecerrados sintiendo como se elevaba por el fuerte respirar de la mujer.

Mientras, ella sólo esperaba que el aroma, ahora tan literal de él, no quedará por muchas horas… pues era hora de volver con su esposo y eso no podría ser bueno"".

Sakura cerró el libro y miró hacia adelante. Este libro sería sobre la mujer infiel. Volvió abrir el libro.

"A mi mejor amiga. Con todo el amor que no soy capaz de decir."

Decía la dedicatoria. La rosa leyó la contraportada para volver a leer la mini biografía de la autora. Nunca había cambiado pero siempre le intrigaba las dedicatorias que colocaba. A veces no parecían nada propias.

""C.S Ageha. Novelista y apasionada por aquellas situaciones que saquen un sonrojo.""

Y eso era todo. No año, no fechas, no nombres propios. Era todo un misterio y eso en sí la hacía más popular. Sin pensar más volvió a entregarse a los delirios de la lectura prohibida.


Se revolvió entre sus cobijas saliendo de la colcha con ojeras de lila oscuro como mapache. No podía casi ni enfocar la vista y el cabello se le paraba solo. El ruido del timbre le perforó los oídos.

− ¡YA VOY! ACÁ ESTOY−gritó ahogada desde su cuarto. Se paró casi cayéndose cuando una cobija se le enredo en un pie. Vio su reloj de pulso y bostezo viendo la hora.− ¡Oh por Dios! ¿Qué no tienes una vida en qué ocuparla?−comentó cuando vio quién estaba al otro lado de la puerta.

−Eso te digo yo a ti−comentó de muy mal humor.

Sakura se enderezó refregando sus ojos al escuchar el tono de su voz. Él hablaba en serio− ¿Qué… pasa?

−Eso pregunto yo ¿qué pasa?−respondió Naruto pasando de una vez a la alcoba.

−Oye… ¡espera!-gritó Sakura siguiendo a su amigo que caminó energúmeno a la habitación principal.

Un nicho de tazones de tallarines instantáneos, oscuridad y un leve buqué trasnochador lo recibieron. Frunció el ceño con disgustó.

Naruto tomó el libro de Ageha de la mesa de noche. Tenía las hojas un poco sucias y el lomo parecía doblarse. Se veía manoseado y un poco grasoso. La perfecta evidencia que se había leído con celeridad y con ello, su finalidad, había sido satisfactoriamente completada.−Esto no es sano. Esto es una adicción y no es la manera de vivir tu vida.

− ¿Pero qué te pasa? ¿Te volviste loco o qué?− le recriminó furiosa tratando de cubrirse las piernas desnudas. Sólo hasta ese momento cayó en cuenta que llevaba puesto un saco viejo, al menos tres tallas más granes que ella, y nada más. Ni ropa interior que le diera la confianza necesaria para acompañar su mal humor con su patentada actitud.  

− ¡La que se volvió loca eres tú! Sakura−chan llamo a tu trabajo y no has ido en una semana. Ha pasado una semana, una semana y no has salido de esta casa. Llamo acá y no contestas… mira−vociferó fuera de sí tomando el teléfono móvil de ella para ponerlo frente a su cara− tiene como mil llamadas perdidas y esta porquería que te sirve perfectamente para nada porque ni batería tiene. ¡Sakura−chan despierta, ese libro no es tu salvación!

Sakura, que no había caído en cuenta del espacio tiempo hasta el momento, se mordió el labio inferior mostrándose descubierta−Mira, esto no es lo que parece. Simplemente he estado algo resfriada y se me pasó el tiempo. Sobredosis de aspirinas−musitó quitándole importancia al asunto.

Naruto miró al suelo con una frustración descontrolada. Arrojó el libro a la cama y apretó sus puños−Los hombres de esos libros no son reales… no lo son. Y no vas a encontrar uno así en la vida real. Acéptalo de una maldita vez

− ¿Estas celoso?−preguntó risueña sabiendo que ese terreno era prohibido entre los dos. Pero para ser francos, no supo que más contestar.

−Sí estoy celoso− contestó irónico.

−No me extrañaría, porque esos son hombre son mil veces mejor que tu… son LO QUE TU NUNCA PODRAS SER PARA MI.

Naruto quería abofetearla pero se contuvo y sólo rio amargamente.− Que absurda eres… te aconsejo que la inteligencia que tienes la uses como debe ser y te das cuenta de lo que te ofrezco hace años y no eres lo suficientemente buena para notarlo… y ante eso no puedo hacer nada. Quédate con tus libros y porque a ti la vida que más te da sí ya te rendiste.

El hombre de rubios cabellos blondos le dedicó una mirada herida que brillaba con un fulgor de rabia pura. Resopló vencido y se fue azotando la puerta haciendo vibrar un espejo cercano. Sakura se arrodilló en el suelo y se golpeó mentalmente. Esto era un embrollo innecesario… él tenía toda la razón… pero amarlo era raro. Era como amar… a tu mejor amigo. Y eso era raro. Era muy raro. Así que ella prefería pretender que no sabía y jamás se daría por enterada. Pero esa actitud de escape se le estaba saliendo de las manos. Era hora de asumir el asunto por primera vez.

Se paró con fuerzas renovadas y se fue al baño para verse de lleno en el espejo. El fleco le había crecido más de la cuenta y las ojeras parecían hechas con maquillaje. Sí, eso era todo. No podía seguir comiendo autocomplacencia y vivir de lo etéreo. Se golpeó las mejillas al mismo tiempo despertando por primera vez en días.


Nunca le había gustado trabajar en la oficina. Siempre había mucha bulla y cuando por fin tenía algo bueno llegaba alguien a preguntarle con mucha diligencia: "¿quiere un café?". Él tan sólo negaba con una sonrisa fingida y cuando veía de nuevo el ordenador, todas las buenas ideas se habían escapado. Pero ese día no se le antojaba quedarse a sumirse en una completa depresión en su departamento. Él era de mucho ambiente y muchos amigos, pero cuando algo no andaba "como siempre" con Sakura, él podía ser un hoyo negro de desgracias que destilaba un aura rara que parecía quemar las plantas.

Se acomodó en su asiento que rechino cuando se desperezó casi yéndose hacia atrás. Un hombre con una coleta negra y cabellos hirsutos se asomó por la puerta llamando su atención.

− ¡Oe! Gran escritor Uzumaki, vamos por cervezas ¿vienes?

−Ehhh hoy no Shikamaru, pero gracias.−saludó tragando la mala gana por mera cortesía.

−Problemas con tu doncella por lo que veo.

−Que perceptivo que eres hombre−rio Naruto volviendo a poner sus dedos sobre el teclado.

− ¿No le cuentas aun cierto?

−Estuve a nada de contarle pero ya ves, no se dieron las cosas.

−Apresúrate o se te va a ir−cantó burlón mientras se despedía.

Naruto sonrió también a modo de respuesta, pero luego su expresión cambió a una seria. Todo ese disparate de "Ageha" había sido por una estupidez que había cobrado una fuerza tal, que él francamente no lo vio venir. Siendo muy tarde para echar marcha atrás, cada día que pasaba era inflar una inclemente bomba de tiempo. Sin pensar más, el hombre tomó su chaqueta del respaldar del asiento, apagó todo en su oficina y se dirigió a hablar con Sakura con la verdad. Esta vez sí se lo diría. Trataría de dejar de ser tan zafio y le daría el control a su lado sensible. Ese tanto que salía a relucir en sus libros. Que pasara lo que pasara, era él con el destino de su lado.


Decidida en comenzar a esclarecer la “cuasi nada-seria nada-comprometedora -no sabemos que tenemos relación” con su mejor amigo, la mujer de cabellos rosas y de corte hasta los hombros se dirigió impertérrita al departamento e él. Estaba agotada del tire y afloje invisible, pero muy real, que se había establecido en ellos con el transcurso de los años. Sí había un momento, para llamar de alguna manera, a esa extraña unión que tenían, era ahora. Así que ahí estaba delante de la puerta timbrando, hasta que un señor de avanzada edad que vivía justo al lado, se asomó molesto por el escándalo; con solo una mirada logró que desistiera de la empresa. Ella muy apenada inclinó la cabeza a manera de disculpa dejando satisfecho al honorable señor que regresó a su morada con una expresión más tranquila.  

Entonces recordó. Sakura se empinó buscando la llave de emergencia del apartamento de Naruto. Él siempre guardaba una copia encima de la lámpara del pasillo. Así que fue sólo ensuciarse un poco los dedos y la halló. Contenta por su logro entró con un empujoncito y vio la correspondencia de su amigo en el piso. La recogió y le echó un vistazo chismoso. Cuentas, tarjetas de crédito, factura, el gas, el agua… y un cheque a nombre de “Naruto Uzumaki de la editorial Icha Icha Paradise”.

Con extrañez, su ceja izquierda se levantó en un acto reflejo y rompió el sobre con paciencia. No era la primera vez que le esculcaba correspondencia, así que no encontró algún rastro de culpa en sus acciones. Icha Icha Paradise, la gran casa editorial y la cuna de…

−C.S Ageha…

Sakura mandó su mano izquierda para acallar un grito y el sobre donde venía el cheque cayó.

"Felicidades por otro best−seller. Tu vinculamiento a la editorial ha sido una gran recompensa para todos. A la salud de Ageha y por más éxitos""

La puerta se abrió cuando el dueño del lugar entró. Naruto iba a esbozar una sonrisa cuando divisó lo que estaba haciendo su amiga− ¿Qué haces?

Sakura se giró y sólo pudo emitir una risita de incredulidad− Dime que no es verdad.

Naruto reprimió una queja y decidió atacar, viendo en eso la mejor defensa− ¿Qué haces entrando así a mi departamento? ¿Y abriendo mi correspondencia? Puedo a llevarte a prisión por esto.

Sakura le tiró los papeles en el pecho envuelta en una ira asesina. Y pensar que se iba a disculpar con él y llegar a algo más concreto. ¡Qué ilusa!− ¿Es verdad? ¿ES VERDAD?

Ante los gritos de Sakura, Naruto tuvo que pasar saliva maquinando algo para acercarse a ella y calmarla− Sakura−chan, eso no es lo que parece.

Bien, con eso sólo lo hizo peor. Pero bajo estrés, no toda la gente es brillante− ¿No es lo que parece?... ¿Eres o no eres Ageha…?

Naruto la miró en un incómodo silencio incapaz de contradecirla. Sabía que a esa altura de la discusión su voz debía estar aguada y medio ronca. Sakura se rio irónicamente mandando la cabeza cerrando los ojos para poder respirar mejor− Ahora sí toque fondo. Ya no podría caer más bajo… en verdad que no puedo…

−Sakura−chan… esos libros

− ¿Te burlabas no? ¿De lo que sentía? ¿Para eso continuas siendo mi amigo? ¡Para tener asqueroso material para regodearte y escribir!-gritó con un quejido lastimero sofocando lágrimas que comenzaban a nublar su vista. Pero no le daría el gusto de verla resquebrajarse. Ya había tenido demasiado beneplácito de su patética y triste situación de soltería obligada.

− ¡NO! ¡No es por eso!−gritó el también angustiado.

−Tú lo sabías, sabes lo que significan para mí estos libros… ¿y tú los escribes? ¿Por qué? ¿QUÉ CLASE DE ENFERMO MENTAL HACE ESO?

−PORQUE YO SIEMPRE TE HA AMADO Y TU NO LO QUIERES ACEPTAR.

Bien. Lo había dicho. Por fin lo había escupido. No había sido el momento más romántico como lo había planeado pero por fin lo había dicho. Sakura se llevó las manos a los ojos donde los limpio rápidamente para evitar que las lágrimas adornaran sus mejillas rosas por la cólera.−Adiós− dijo antes de pasar por el lado de él hacía la puerta. Naruto la tomó del brazo y gracias a eso se ganó una sonora cachetada.

− Tal vez yo me pierda en lo romántico… pero no soy una desadaptada que juega con el amor.− Fue lo único que dijo antes de irse.


Sakura observaba por la ventana mientras jugaba con su vino tinto en la copa. Ya había pasado con creces la etapa del llanto y el no verle ni hablarle ni responderle, había curado en ella las ganas de matarlo. Ahora sólo sentía un increíble resentimiento y una rabia maldita. Al menos ya no quería asesinarlo y con eso se quitaba el peso de una futura ida a prisión.

En la mesa de centro de su sala se encontraba la colección de libros. Los miró con asquerosidad llevando el vino encima de ellos. Pero como la torpe mujer que era se tropezó cayendo un poco de líquido encima.

−No no no no−dijo afanada quitando la cubierta para que no traspasara a las hojas. Podía ser eso la evidencia de un juego y una mentira inmunda, pero les tenía aun el cariño que con sus páginas, se habían ganado con los años. Fue entonces, que limpiando con nostalgia, vio la dedicatoria del primer libro.

"Ojalá y en ti se curen las heridas hechas. Recuerda que siempre estaré cuidando de ti… date cuenta y no lo olvides"

Sakura vio el reverso y leyendo la fecha de impresión supo que para ese entonces se había dado todo ese fiasco con Sasuke Uchiha y para ese tiempo ella creyó morir. Y él estuvo ahí, y no se quejó. Y sólo él estuvo cuando ella le hablaba por horas de él. De por qué ella lo amaba y del por qué él era el hombre perfecto. Sakura luego tomó el segundo libro.

"Qué bueno que juntos cultivemos la esperanza. Lee y nótalo. Nótalo ya"

Era como leer lo que habían vivido juntos a lo largo de los años. Fue cuando comenzó a atar cabos y a darse cuenta que todas las historias de los libros era una recopilación un tanto cursi de lo que él sentía por ella. Por eso él se ofuscaba tanto cuando ella alababa lo maravillosa que era Ageha. Porque era él pero a la vez no lo era. Estaba cerca pero muy lejano.

" A mi mejor amiga. Con todo el amor que no soy capaz de decir"

Era la última dedicatoria. Sakura sollozó un poco palpando la frase de la hoja.− Sí… puede gustarme… ¿por qué no?−se dijo con una sonrisita leve y bastante más calmada. Tomó su celular y escribió un mensaje que haría que en cuestión de diez minutos él tocará la puerta.

Una hora, dos, tres… la noche. Luego tres días y pasó una semana y él no apareció.


Sakura respiraba fuertemente por detrás de su bufanda cuando tocó por tercera vez la puerta de Naruto.−Sé que andas ahí. Me lo dijeron en tu trabajo. Anda abre ya.
El chirrido de la puerta pareció un quejido de un pollito cuando Naruto la abrió−Hay una llave ¿lo sabes no?−saludó tranquilo.

−Después de la última vez, no quise ni intentarlo−respondió Sakura con una sonrisa de culpabilidad.

Naruto se alejó de la puerta dándole la bienvenida.

−Huele a oso en hibernación.-dijo la mujer abanicándose con la mano.

−Bueno, pues eso es lo que soy−dijo su amigo frotándose la quijada donde tenía una barba sin afeitar.

−Te he llamado y has desaparecido. ¿Me odias tanto así?

Sakura de espaldas a él, temerosa de la situación en general, venía dispuesta a la salvación de ella y de él. Así que emanaba un positivismo mezclado con nerviosismo de niña de trece años.

−Tú sabes que eso es imposible. Sólo pensé que era mejor darte tu espacio y no acosar… es mejor así.

− ¿Por qué no me dijiste?

Naruto se sentó en una silla con las manos recargadas en sus rodillas. Exhaló profundamente para poder hablar− Hace unos años tú me dijiste "Te apuesto a que no eres capaz de expresar lo que dicen las mujeres. No tienes la inteligencia emocional para entendernos". ¿Lo recuerdas? Fue iniciando la Universidad. Estabas bastante molesta conmigo porque acabábamos de ver una película de esas que tanto te gustan, porque puedes llorar lo de tres años en media hora. Y yo pude burlarme mucho de ti por eso.
Sakura bufó recordándolo− No era en serio Naruto.

−Pero sí lo era−refutó él.−Me di cuenta que era así. Y yo pensé "demonios, debo demostrarle lo contrario". Y tú sabes que yo no soy bueno hablando, así que comencé a escribirlo y un tiempo después…

−"Verano sin Sol".

−Así es… el primer libro que sacaría como C.S Ageha.

−Aun así…

−Me acobardé−Naruto levantó su brazo derecho−me declaró culpable. Una vez que vi lo emocionada que te ponías cuando leías esos libros… ya no pude. No pude. Y luego el miedo se volvió en resentimiento porque aún no pensabas bien de mí.

−Naruto, yo siempre he pensado bien de ti.

– ¿Por qué no lees lo que hay en la pantalla?−dijo parándose y yendo a la ventana para distraerse un rato.

La chica lo miró rápidamente interrogante. Él sólo volvió a insistir con un movimiento de su cabeza.

−"La primavera finalizada" C.S Ageha... "Último libro de la saga"

Con desconcierto, volvió a leer tantas veces hasta que su cerebro pudo asimilarlo del todo. Bajó unas cuantas hojas y leyó.

"Para la que fue mi compañera, mejor amiga, prospecto de novia, y espero mi esposa"

−Cuando la gente lea esto van a decir que eres lesbiana−fue lo único que comentó Sakura enderezándose. Naruto se aproximó dispuesto a todo con actitud de galán de novela. Fue frenado de sopetón por la mano de Sakura que se estrelló contra su rostro.

−Que yo ni he accedido a ser tu novia hombre. Desde cero comienzas… pero hay posibilidades−musitó al final, un poco sonrojada riendo como hace años no reía.−Oye… y ¿por qué C.S Ageha?

−Ehh… pues porque Ageha es mi escritora de manga favorita…−dijo avergonzado haciendo como un puchero.

− ¿Y el C.S…?

−Porque son las iniciales de "Contigo Siempre" qué es…

−Mi película favorita. En verdad no eres nada tonto−dijo con una tranquilidad digna de admirar.−Resultaste más cursi que yo.

−Eso a partir de ahora, lo voy a tomar como el más grande de los cumplidos.

Ella sonrió con serenidad extendiéndole la mano, la cual él cogió con la avenencia que ambos merecían.


− ¿Has oído? Ageha se casa y dejará de escribir.−dijo una chica de coletas mientras caminaba con su amiga por una calle atestada de gente.

−Si… que afortunada ¿no? Encontró el amor que tanto describía en sus libros. ¿Sabes cómo se llama el último que lanzará?−preguntó la otra colocándose un par de guantes negros.

−"La primavera finalizada". ¿Qué hermoso no?−comentó echando vahó a sus manos debido al frío.

−Sí, es bastante peculiar. Y ahora ¿qué vamos a leer?

−No lo sé… dicen que Masashi Kishimoto es bueno…

−Eso dicen…



OneShot reeditado para corrección de fallas y adición de cositas varias. Nada de la trama fue cambiada.

Comentarios originales:

Ok chicos… LES CUENTO QUE… tutututu este fue mi fic para la final del torneo de SHOTS. Lo publico hasta ahora porque hasta hoy se supo el ganador y fue… YO XD. SIII ganeee wiii, por fin gano algo. Que emoción. Así que les dejo este pequeño shot que me llevo a la gloria (?).

Les mando un gran abrazo y dedico esto a todos los fans NaruSaku.

Miyuki Uchiha
Esuchando: Superheroes –Daft Punk

me gusto el shot

es tan bueno y sugerente, y que lemon xd, una historia llena de realidades
que hermoso short.

uhhh que bueno volver a leerlo fue uno de los primeros shot que lei
cuando entre al foro anterior.
simplemente genial, me encanta esta historia
bueno espero que nos sigas fascinando con tus historias
bye

Me encanta , es uno de los fic tuyos que me encantan es muy original ..

Buenisimo sigue escribiendo !!!

ME ENCANTO que manera de escribir estuvo de lo mas intenso y romantico fue fantastico me encanto ver esta faseta de naruto espero que subas otro shot muy pronto ....bye.............

Me encantooo! Es TAN ROMANTICO! y me encanto el lemon ^///^
Amo esta historia!
Saludos

lol lo bueno que la conversacion de que si hay posiblidad para Naruto la vi como 2
amigos hablando y bueno eso es lo que son. Muy BUENO el OS.

Saludos.

Fue fantástico el One-shot
Jamas había visto a naruto como escritor, hasta ahora
Dios! Que increíble
Me encanto de verdad ^^
Espero ver mas historias tuyas jeje

""Que bueno que juntos cultivemos la esperanza. Lee y nótalo. Nótalo ya""

Eso me encanto :3
Mucho!!!!

Que sepas que en su día vi el titulo de tu fic y no me llamó mucho la atención. Sin embargo esta noche me lo han recomendado y he dicho. Bueno venga, si me lo recomiendan le daré una oportunidad.

Y me ha encantado la verdad xD Creo que tuviste una idea muy original. Me ha parecido todo muy bonito. Y tambien creo que lo escribiste y describiste todo muy bien. Nunca me imagine que Naruto pudiese dominar la literatura femenina.

La verdad y con mucha pena debo decir: nunca había visto los comentarios que me habían dejado en este fanfic.

Y los apreció mucho la verdad, son lo máximo niños. En honor a ustedes y a otros lectores de FF.net, y también a FRANSU por el hermoso proyecto epub que está llevando a cabo con este fic fue que hice una REEDICIÓN del mismo.

En el encontrarán cambios, mejoras y una limpieza muy profunda de la historia.

Gracias de nuevo.

jeje hace muuucho tiempo que lei este shot y me gusto mucho, y ahora igualmente sigue siendo genial.. :3
No imaginaria a Naruto taan romantico y dedicado a la literatura femenina, pero ya veo q si le pude quedar bien

Wuuoh! excelente shot, apenas lo leí y me pareció muy bueno, Sakura nunca se daba cuenta de que Naruto escribía aquellos libros que tanto le gustaban, un excelente desarrollo en la historia, la trama entre ambos muy bien espero poder leer otra historia tuya.

I Love You One-Shot NaruSaku: