Cumplir mi mision [TP] [23/7/2013]

La brisa se mantenía constante, impactando sobre mi cuerpo, tirado, sobre el verde césped, bien cuidado, ya que se trataba del jardín de la realeza. Pero no solo eso, también se podía visualizar a las montañas a lo lejos, las cuales en su tope tienen un manto blanco por culpa de las bajas temperaturas que hay por esas tierras, A pesar de la gran muralla que había entre medio, protegiendo al ciudad. Al menos así se veían antes de cerrar los ojos y disfrutaba como el viento movía levemente pelo, el cual estaba atado en una cola de caballo.

Shikamaru!!!- Es lo que logra despertarme de mi hermoso mundo ajeno para los demás. Y ya sé quién viene a fastidiarme, como siempre…Temari.

Simplemente atine a abrir los ojos poco a poco, para que el cambio de luz no lastime mis ojos, así que decido levantar mi brazo derecho, para tapar mi visión al sol radiante, que a pesar de haber algunas blancas nubes tapándolo, impone sus poderosos rayos ultravioletas ¿Como las otras personas no pueden disfrutar de las nubes y se queda callado? Siempre tienen que fastidiar con cosas que a uno no le interesa…

Al parecer mi paz se ha agotado, Temari ha llegado a mi lado, ya que puedo ver sus botas de cuero a mi lado. Mejor me levanto antes de empiece a molestarme son sus gritos molestos. A pesar que sea molesta, gritona, enojona y fastidiosa…..La amo. Pero ambos sabemos que su padre no considera que su hija este con un simple guardián, sino que debe comprometerse con algún príncipe de otro país, como Sasuke, el príncipe de Rukin, la ciudad del rayo. O Naruto el príncipe de Bulrich, la ciudad del fuego. Solo por dar algunos ejemplo.

Mi padre quiere verte, shika- Me dijo temari, mientras yo me incorporaba y disfrutaba de su bella figura, esculturada, por su traje de combate. Ya que ella no era la típica princesa, que se queda en el castillo para ser protegida y preocuparse de lo administrativo nada más. Ella amaba luchar, además que tenía una habilidad única de sus antepasados. El poder del Makon corría por sus venas.

Se preguntaran ¿Y qué es el Makon? Pues es una habilidad que poseen solo la línea sucesoria de los Sabaku, de la cual solo quedan Gaara, temari y el padre de ambos. Ya que kankuro fue asesinado durante la última guerra contra Harbin, la ciudad del hielo. Pero eso mejor olvidarlo, como decía el makon es una técnica de tierra, la cual puedes tener pleno control sobre la misma, sin importar la superficie, puede ser arena, lodo, madera, entre otras cosas. Lo cual usan más que nada para crear murallas, flechas y arcos, entre otras cosas.

Y que quiere?- Pregunte, rascándome la nuca y bostezando a la vez.

Hablar contigo de algo importante- Me respondió sin vueltas, y demostrando que al parecer el asunto era serio. Así que suspire pesadamente, como acostumbraba, ya que odiaba que me molestaran cuando descansaba. Pero siempre que hacia eso, ella se me acercaba y besaba mis labios, lo cual me encantaba. Sentir sus labios húmedos, aprisionando los míos, ese calor tan único que solo ella me daba. Pero ambos sabíamos que no duraría mucho, así que tampoco me hago ilusiones a futuro. Pero mientras tanto, lo disfrutare hasta que acabe.

Ella, separo sus labios de los míos, y con una sonrisa me hizo un gesto con la cabeza, invitándome a seguirla. Al principio se movió ella sola, pero luego la seguí, expectante de su hermosa figura. Tenía un traje de combate marrón, típico de nuestra ciudad. El cual el calzaba justo, para moldear su cuerpo bien dotado. Ella se dio vuelta, y al verme solo atino a ruborizar sus mejillas y mirar para adelante rápidamente. Yo también me ruborice, pero ello no lo vio.

Entramos al castillo Sabaku, y caminamos entre los pasillos del mismo, en dirección a la sala real, donde se encontraba el Rey Sabaku en su trono. Al entrar, Temari fue a donde su hermano Gaara, y yo me posicione frente al Rey, y le hice una reverencia.

¿Que desea su majestad?- Pregunte con voz neutra, esperando una respuesta del rey, el cual me miro con seriedad y con el ceño fruncido. Lo cual lo caracterizaba, ya que no era alguien que le gustara el trato con los demás.

Tengo una misión para ti joven Nara- Me dijo agarrando un papiro, el cual me arrojo y yo lo atrape con mi mano derecha. Este decía que me debía infiltrar en Harbin, para conseguir unos planos que poseían, para atacarnos, como había sucedido hace 10 años.

No podía decirle que no al Rey, pero no pude evitar amostrar una cara de sorprendido al leer esto. Ya que decía que debía ir solo, sin ninguna compañía. En ese mismo instante se escucha la risa de Temari.

¿Qué paso? ¿Por qué esa cara de miedoso?- Preguntaba ingenua de lo que decía esta carta. Ella no debía saberlo, así que me centre en mí mismo, hice una reverencia. Hasta que el Rey me dio orden de irme de allí. Cuando estaba llegando a la puerta giro mi cabeza para ver, tal vez por última vez a mi doncella. Ella pasó de tener una sonrisa de ensueños, a una cara de intriga total, por mi reacción, ya que siempre respondía con una mueca por esos comentarios que ella denominaba graciosos.

Salí de la sala, pero antes de cerrar la puerta, escuche como ella le preguntaba que decía el papiro. Y decidí cerrar la puerta e irme rápidamente, pero al parecer no fue suficiente para omitir los gritos de enfado de la rubia. Eso era señal de que debía partir. Ya que en el papiro decía que partiera lo antes posible.

Agarre mi espada, mi escudo y me los calce en la espalda, para irme en dirección a las montañas, ya que atrás de ellas, se encontraba la ciudad del hielo…..Harbin. Antes de salir de la ciudad, por la puerta principal. Cometí mi primer gran error…….Mirar hacia atrás.

Estaba temari corriendo tras mío, pero dela nada, del piso salió una mano del mismo material del suelo, agarrando a la rubia, para retenerla. Al principio pensé en sacarla, pero luego vi como el Rey estaba mirando desde el ventanal del castillo, haciéndome señales de que partiera. Ella comenzó a gritar en llanto, diciendo que era una locura, que no podía ir solo, que me matarían, y hasta pidió que al menos la dejaran ir a ella en un último e inútil esfuerzo.

No sabía si sentirme bien o mal por eso. Ya que por un lado, la mujer que amaba, demostraba que le importaba. Pero por el otro lado, pareciera como si ya diera por hecho que no volveré, que no confiaba en mis habilidades. Todo un dilema, pero al decisión estaba tomada, así que mire su rostro una vez más, y me fui.

¿Quién iba a pensar, que algún día la princesa Temari, lloraría como una pequeña niña solo por un simple guerrero?..... Nadie.

Luego de terminar de apreciar su rostro, me di vuelta, y emprendí camino a mi destino. Debía demostrar que era capaz de volver vivo de esta misión. O por lo menos cumplirla….

Ya estaba anocheciendo, en mi camino hacia las montañas nevadas, ya que detrás de ella se encontraba Harbin. Era un largo camino, pero tranquilo, hasta que llegue a las montañas. Luego sería solo complicación sobre complicación. Pero yo tenía mis trucos bajo la manga, así que yo también seré un problema para ellos.

Pasaron las horas caminando y la temperatura fue bajando considerablemente, ya el viento soplaba más fuerte, de mi boca salía humo a causa del frio que era cada vez mayor. Se me ponía la piel de gallina, y mis tripas rugían. Pero pro el apuro de que Temari no me detuvieran, olvide salir bien preparado.

Eso quería decir que debía cazar mi próxima cena, la cual no tardó en aparecer. Una pequeña liebre se interpuso en mi visión. La verdad que era adorable y esponjoso, pero seguramente también estaría sabroso luego de cocinarlo, y centrándome en mi último pensamiento, saque mi espada, y la lance como una jabalina, con todas mis fuerzas. Para no darle chances al animal, y no me equivoque, no tuvo tiempo ni de chillar al ser atravesado por mi espada.

Luego de sacarle la piel, también con mi espada, y cocinarlo bien con una fogata. Procedí a comerme la liebre, estaba sabrosa y no costo mucho conseguirla. Gran combinación para descansar un buen rato antes de entrar en la etapa más complicada del camino.

Al encontrar una cueva deshabitada por algún animal salvaje, me acosté en el suelo, como de costumbre hacía en el patio del castillo real, solo que me saque mi escudo y espada, y las deje a un lado. La verdad que a pesar de que no era un césped bien cuidado, y era un poco más reseca la vegetación allí a causa del frio. Había una gran paz en el lugar, a pesar del ruido del viento soplar. Era lo que siempre quería, un poco de paz y calma, aunque al rato se sintió raro que nadie empiece a fastidiarme con cosas para hacer o con el solo fin de querer fastidiar, como hacia temari. Creo que la extraño.

Ya era un nuevo día y yo me despertaba por iniciativa propia. Fue realmente fácil, ya que no tenía el sol golpeando mi rostro al despertar, e iba acostumbrándome a la luz poco a poco, mientras salía de la cueva. Así que agarre nuevamente mis pertenencias, y volví a retomar mi camino, hacia Harbin.

El problema no era escalar la montaña, sino que el problema era bajar sin que nadie se percatara de mi presencia, pero ya tenía un plan. Pero primero debía subir la maldita montaña, que pereza.

Con un poco de ayuda de mi espada, clavándola en la nieve resbaladiza, logre subir sin inconveniente alguno. Al llegar al punto más alto, asome mi cabeza, para divisar si no había algún guardia a la vista. Ya que Hiashi Hyuga, sabía que nos enteraríamos sobre los planos y pusieron guardias, desde la bajada de la montaña. Debía de ser muy cuidadoso, ya que apenas me asome, pude divisar a 2 guardias.

Pan comido- Dije para mí mismo, y puse en marcha mi misión de conseguir esos planos. Lo primero que hice fue, arrojar una piedra hacia un lado, cuando los guardias no miraran hacia donde estaba y, así no la trayectoria de la piedra. Al oír el ruido de la piedra, uno de ellos se dirigió hacia el lugar donde provino el ruido. Y ese era mi momento, di un gran salto de mi escondite y lance con todas mis fuerza mi espada, como había hecho con esa liebre, y atravesé el cráneo de uno de los guardias. El otro al oír el ruido de la espada atravesando a su compañero se dio vuelta y vio como este caía al suelo ya sin vida. Con el impulso del salto conseguí alcanzar una buena velocidad para correr hacia el lugar y poder sacar la espada de ese guardia. Pero el guardia que quedaba vivo, utilizo su elemento hielo, y me lanzo varias estacas de hielo, las cuales no fallarían, de eso estoy seguro.

Pero él no sabía que mi espada no era común y corriente. Mi espada era única, ya que podía absorber todo ataque, siempre que sea de alguno de todos los elementos, y sus raíces. Como el ejemplo de ahora, el hielo era una raíz del elemento agua. Así que absorbí el ataque que me envió. Y no solo se sorprendió de que mi espada pueda absorber su ataque, ya que también podía devolverle su mismo ataque, lo cual hice.

El guardia murió en el acto, ya que a causa de su sorpresa no reacciono para defenderse de las estacas de hielo. Por suerte no fue necesario hacer mucho ruido, y podía mantener mi situación de incognito.

Una vez más debía darle las gracias a mi espada, el rey cree que si no fuera por mi espada no sería nada. Pero esta espada hay que saber cómo usarla, ya que hay que coordinar muy bien el momento en que recibes el impacto para absorber las técnicas del rival. Por suerte yo tenía esa coordinación.

Unos metros más delante de los guardias, se encontraba la entrada a la ciudad de Harbin, y se complicaba cada vez más la situación, ya que en la entrada había dos guardias parados de cada lado del gran portón, y sobre la muralla, había un arquero por cada lado.

Tuve que descartar la entrada frontal, seria hombre muerto aun con mi espada. Así que decidí rodear al muralla, desde una distancia considerable. Hasta que encontré un punto ciego en la muralla, por la parte de atrás, ya que la guardia era descoordinada, había 2 minutos, en los cuales, pasaba un guardia caminando, y el otro no aparecía hasta 2 minutos después. Eso era tiempo de sobra para mí.

Espere a que pase el guardia, y corrí con todas mis fuerzas, para dar un gran salto, e incrustar mi espada en la muralla para comenzar a escalar la misma. Y fue así hasta que logre asomarme por la parte superior de la muralla.

Al parecer era mi día de suerte. En esa parte se encontraba el castillo de los hyuga. Pésima ubicación para el castillo, ay que debía ubicarse en la parte central de la ciudad. Pero al parecer su Rey era bastante idiota.

Salte la muralla, y caí al suelo dando una vuelta carnero, para amortiguar la caída. Comencé a rodear el castillo, buscando la forma más sigilosa de infiltrarme en el mismo, y debía ser rápido, ya que los guardias no tardarían en pasar por aquí.

Pude divisar un ventanal abierto a varios metros de altura en el castillo. Así que decidí implementar el mismo método que use para subir por la muralla, pero debía ser más rápido, ya que no los tiempos de guardia de los que custodiaban en castillo, no los tenía tomados. Pude subir sin inconvenientes, parecía no haber guardias.

Esto está demasiado fácil- Dije en voz baja, demostrando cierta preocupación al respecto, y seguí escalando hasta llegar a la ventana y entrar por la misma. Y esto era demasiado sospechoso, era el cuarto donde se encontraban los planos. Esto ay no era suerte, me estaban tendiendo una trampa, y como supuse, ya que apenas pise el suelo de la habitación y me acerca al centro de la misma para agarrar los planos, comenzaron a salir guardias por todos lados. Estaba en problemas, grandes problemas.


Los guardias me rodearon, pero no me atacaron, al principio no entendí bien el porqué, pero cuando vi salir a Hiashi Hyuga y a Neji Hyuga de entre los guardias, sabía que tendría que ganarle a ellos dos, para poder salir vivo de esta.

Valla, ¿te creíste que éramos tan idiotas como para dejarte agarrar los planos e irte así como si nada?- Me dijo el mayor de los Hyuga, con tono de burla, y formando una sonrisa de pura soberbia en su rostro. Pero El menor de lo Hyuga se mantenía serio y no articulaba palabra ni movimiento.

Si no oponen resistencia, no los matare y me iré por las buenas- Dije tratando de parecer rudo, aunque sabía cuál sería la respuesta, y no me equivoque, ya que el Rey de Harbin estallo en carcajadas, y los guardias imitaron su reacción, a excepción de Neji.

¿Crees que hay algo en esos planos?- Dijo entre risas Hiashi, provocando mi cara de gran sorpresa. Así que abrí rápidamente los planos y estaban en blanco, absolutamente nada. ¿Qué demonios pasa aquí?

Veo que aún no te das cuenta. Tu “Rey” te mando al matadero, ya que si nos entregaba al espada que posees no le atacaríamos, ni nada por el estilo- Mi sorpresa aumento más al oír esas palabras, no podía creerlo. Mejor dicho, no quería creerlo, pero era cierto, había sido traicionado y prácticamente sacrificado.

Si nos das la espada, tal vez no te hagamos anda- Dijo Neji, sin cambiar su semblante. Pero no se las iba a hacer tan fácil, no iba a ceder, si moría, seria con honor.

Ni en tus sueños idiota- Le respondí con rabia, ya que era lo que sentía, rabia por haber sido traicionado, y porque si no salía de esta, no vería más a Temari, ni sentiría más sus dulces labios. Al recibir esas palabras, El hyuga, solo atino a tomar una espada y lanzarse sobre mi humanidad. Rápidamente saque mi escudo y me protegí del golpe, y le hice un corte en las costillas, no muy profundo, ya que a la vez me aleje de él, para no recibir algún otro ataque.

Él se tomó la zona dañada, y se enervo más, para abalanzarse sobre mí. Fue fácil evidenciar sus movimientos, la verdad que es un patético descendiente de la familia Hyuga, parecía tan sereno y ahora lo veo corriendo hacia mí con la espada de apuntando hacia mi pecho, pero con un simple movimiento de mis rodillas hacia abajo, el siguió de largo y logre atravesarlo con mi espada. Incrustándola en su estómago. La victoria se acercaba y solo me faltaba uno ams para salvar mi vida, así que me acerque a su oído para gozar mi victoria.

Uno meno….- No pude culminar mis palabras por que sentí un frio en mi pecho indescriptible, pronto empecé a sentir un dolor infinito. Al haberme quedado pegado al cuerpo de Neji, y confiarme de que ya tenía todo controlado…..Tercer grave error.

Nunca me di cuenta de que Hiashi se había escabullido entre los guardias y me atravesó pro detrás con su espada. Atravesando también el pecho de su hijo.

Sentí el frio metal recorrer mi pecho, pero por dentro, ya que Hiashi estaba retirando al espada de mi pecho, al terminar de sentir ese horrible sentimiento el dolor aumentaba, pero de la impresión no pude gritar aunque dolía y mucho. A los pocos segundos de no sentir más el frio en mi pecho, me deje caer, soltando a la vez mi espada.

Te dije que tenías que darme la espada mocoso.- Fue lo único que logre distinguir de lo que me dijo, ya que mis sentidos estaban comenzando a fallar ¿Cómo pudo hacerle eso a su hijo?. Sabía que si usaba sus poderes de hielo, se los absorbería. Por eso uso a su hijo de distracción. Es un tipo realmente despreciable. Pero al parecer eh fallado en mi misión, o ¿no? Ya que la misión nunca existió, sino que era que me maten. Qué ironía, al parecer si cumplí mi misión.

Escucho balbuceos por todos lados, sin sentido, siento que voy a vomitar, aunque pude distinguir un color rojo en el suelo, justo en dirección al suelo. ¿Quién lo diría? Traicionado por tu propio rey. Este es mi fin, ya no siento mi cuerpo, no sé ni cómo es que estoy pensando. Al menos, Pude disfrutar de Temari, mientras duro.

Es mi hora, solo espero que no le pase anda a ella, y que no logren controlar el poder de mi espada. Mi tiempo se ha acabado, al menos, fui leal a mis ideales.

Solo queda cerrar los ojos y esperar el final.....

FIN