Las estrellas. Capítulo 4. 15/11/17 [+18]

Naruto se encontraba en su nueva universidad, la universidad de medicina de Tokyo. Él y su familia se mudaron a dicha ciudad un mes atrás, cuando su padre Minato, decidió expandir su cadena de farmacias también a la capital japonesa, alegando que una ciudad como aquella requeriría atención personal para que el riesgo de expandirse hasta allí diera frutos. Mientras que para Naruto esto significó pedir un traslado de universidad y dejar atrás a sus amigos y conocidos, Kushina, su madre, estaba encantada con la idea. En parte, el chico tenía la sospecha de que su padre había tomado dicha decisión para cumplir el sueño de su madre de vivir en la gran ciudad, no le molestaba, incluso él quería vivir en Tokyo aunque la transición no fuera fácil.

El chico rubio entró en clase, hizo un análisis rápido de la sala y se dirigió hacia el fondo para ocupar un lugar vacío al lado de una persona de cabello largo recogido en una coleta.

- Hola, ¿puedo ocupar este sitio? - Preguntó Naruto.
- Claro, es todo tuyo. Me nombre es Shikamaru Nara. - Respondió con una sonrisa el chico de cabello largo.
- Un placer. Yo me llamo Naruto Uzumaki, soy nuevo por aquí, espero que podamos llegar a ser amigos. - La sonrisa de Naruto era amplia y amable, cosa que hizo que a Shikamaru el rubio le cayera bien de inmediato.
- Claro que sí, si necesitas ayuda en algo dímelo, puedo mostrarte los alrededores, presentarte gente, lo que quieras.

Los dos chicos siguieron hablando sobre trivialidades por 10 minutos hasta que el profesor ingresó al aula, era un hombre alto y con el cabello gris.

- Bienvenidos a clases de nuevo, este será un año más que tendrán que superar para llegar a su meta de convertirse en médicos, no se desanimen ante las dificultades y sigan siempre adelante. Como ya sabrán la materia que imparto es Bioquímica, conmigo aprenderán las funciones celulares y técnicas a utilizar en los laboratorios. Mi nombre como muchos saben y para los que no, es Kakashi Hatake.

Dicho esto el hombre se sentó en la silla a juego con su escritorio, tomó una carpeta donde estaban los nombres de sus alumnos en orden alfabético y comenzó a llamar la lista.
- Haruno Sakura. - Dijo Kakashi.
- Presente. -  Respondió una chica pelirosa, de piel blanca y ojos verdes esmeralda.
- Nara Shikamaru.
- Aquí. - Dijo Shikamaru levantando la mano.
- Uzumaki Naruto.
- Presente. - Respondió Naruto, que tenía la vista clavada en la espalda de la pelirosa. Esa chica le gustó de inmediato, no escapó de su atención cuando ingresó a la clase y no escapaba de su atención ahora.
- Te aviso que tiene novio. - Apuntó Nara mirando a Naruto y luego a Sakura, ella se encontraba unas cuantas filas delante de ellos sentada al lado de una chica rubia de nombre, según el recordaba, Temari.
- Gracias por la información. - Respondió Naruto con una media sonrisa en el rostro.

La clase transcurrió sin mucho más, Naruto y Shikamaru hablaban cuando podían, de cosas sin importancia, detalles que los hacían conocerse mejor para ir encaminando una nueva amistad. El chico rubio lanzaba una mirada hacia donde se encontraba Sakura de tanto en tanto, esa chica había llamado su atención y no tenía idea de por qué.
Luego de una hora y media en clase con el profesor Kakashi, los alumnos tenían un receso de veinte minutos y cambio de asignatura.
- La siguiente clase que me toca es Farmacología. - Dijo Naruto con una sonrisa. - Pan comido, mi padre tiene una cadena de farmacias, estoy más que familiarizado con el tema. - Añadió.
- Suertudo tú. - Dijo Shikamaru riendo. - Ahí tendrás que hacer un amigo nuevo porque a mí me toca Fisiología y ya no estaré contigo.
- Bueno, eso no es problema. - Respondió Naruto. - Pero antes de que acabe el receso, ¿podrías llevarme a los casilleros? Necesito dejar algunas cosas allí.
- Claro, la clase de Farmacología queda cerca de los casilleros de hecho, vamos, hijo mío, te llevaré de la manito a tu primer día de Farmacología en la universidad. - Dijo Shikamaru bromeando, cosa que hizo a ambos soltar una carcajada.

Una vez el rubio encontró su casillero asignado, guardó unos cuantos libros en él par aligerar el peso de su mochila.

- Allí, al final del pasillo es la clase a la que debes ir, yo te dejo aquí. - Dijo el moreno.
- Muy bien, gracias Shikamaru, nos veremos en la siguiente hora o cuando nos toque cruzarnos.

Ambos se fueron por lados contrarios. Cuando Naruto ingresó a la clase no había casi gente en ella,  solo un grupo pequeño hablando tonterías y en el fondo de la clase una pelirosa leyendo un libro, el rubio se quedó observando a la chica unos segundos, sentada al lado de una ventana por la cual entraba la luz del sol en realidad hacía resaltar su belleza. Esa chica era especial y él no tenía intenciones de ignorarla.

- Hola, mi nombre es Naruto Uzumaki, ¿te importa si me siento a tu lado en esta clase?. - Dijo el chico con una sonrisa en el rostro.
La pelirosa levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Naruto, azul contra verde, zafiro contra esmeralda.
- ¿Es que están todos los asientos ocupados? - Preguntó Sakura mirando todas las sillas vacías a su alrededor.
- No, evidentemente no. - Dijo Naruto con una sonrisa traviesa, no tenía problemas en jugar la carta de perrito lastimado en su primer día. - Pero soy nuevo aquí y no conozco a nadie, no pretendo molestarte, si quieres ocuparé cualquier otra silla, no tengo problema, pero preferiría no estar solo.
- Siéntate, no me molesta. - Dijo al final la chica. - Me llamo Sakura Haruno, bienvenido a la universidad.
- Gracias Sakura. - El chico la miró fijamente. - Espero que podamos ser amigos. - Agregó con una amplia sonrisa que causó otra inmediata por parte de la pelirosa.
- El profesor de Farmacología se llama Jiraya, es un experto en la materia y lleva años enseñando en diferentes universidades. - Empezó a explicar Sakura.

La chica le explicó a Naruto; los horarios, donde quedaba su próxima clase que también compartían, le habló sobre algunos profesores y su forma de ser, con cuales debería ser más aplicado y con cuales podría hacer el vago de tanto en tanto.
La clase ya estaba llena cuando el profesor ingresó al aula, se presentó y por un momento clavó la vista en Naruto, pero no pasó de eso, prosiguió con la rutina de llamar lista y comenzar la clase, explicó sobre varios farmacos nuevos en el mercado y pidió a los estudiantes sacar los componentes químicos y clasificar sus utilidades. El chico lo hizo sin problema alguno, en 10 minutos ya había terminado el ejercicio, pero a la pelirosa le costó más.

- Si quieres te ayudo.
- Solo me faltan estos dos. - Dijo Sakura señalando en su cuaderno.
- Bueno, este componente de aquí se puede utilizar como un calmante. - Dijo Naruto rozando la mano de la pelirosa, cosa que causó que a Sakura le diera un escalofrío y cerrara los ojos por un instante, al abrirlos alejó su mano de la del Uzumaki, volviendo a poner atención en lo que él le explicaba. Cuando el rubio terminó ella entendió perfectamente todo.
- Gracias, lo haces parecer fácil. - Dijo con una sonrisa.
- Sí, mi padre tiene una cadena de farmacias y me explicó todo sobre esto. Cuando necesites ayuda no dudes en buscarme, no tendré problemas en enseñarte sobre el tema.
- Agradezco la oferta y la tendré en cuenta, esta materia parece fácil pero no es mi fuerte.

Cuando terminó la clase llegó la hora del almuerzo, ambos salieron juntos para dirigirse a la cafetería, una vez allí Sakura se reunió con sus amigas y Naruto encontró a Shikamaru, compró algo liviano para comer y fue a la mesa donde estaba él. Shikamaru le presentó a sus amigos, Gaara, Neji y Sai. Todos fueron muy agradables con el recién llegado y lo hicieron sentir como si fuera parte del grupo desde hace años.

- Escuché que este sábado hay una fiesta en la casa de una de las chicas, creo que en la de Ino, no estoy seguro, ¿vamos? - Dijo Neji.
- ¿Quién es Ino? - Preguntó Naruto.
- La rubia de allí, la que está al lado de Sakura. - Respondió Sai señalando hacia la mesa donde estaba un grupo de chicas.
- La rubia de cabello largo, la otra es Temari. - Dijo Shikamaru.
- Sí, pero Ino es rubia natural, Temari me da que es teñida. - Respondió el chico de piel blanca.
- Perdone usted, estilista experto en mujeres, trabajador profesional de los mejores centros de belleza de la ciudad - Respondió el Nara, respuesta que causó la risa de todos los chicos.
- Tenemos que ir a esa fiesta, las fiestas de Ino son legendarias, además Naruto tiene que integrarse. Claro que sería mucho mejor que nos llegue una invitación formal y no un rumor de pasillo. - Dijo Gaara.
- Con o sin invitación iremos igual. - Dijo Neji riendo.

Los chicos continuaron hablando y bromeando durante todo el almuerzo, riendo a carcajadas por momentos, haciendo que toda la cafetería se diera la vuelta para verlos, incluida la mesa de las chicas.

- Esos tontos, siempre haciendo ruido. - Dijo Ino.
- Ya, son chicos, que esperabas ¿seriedad y compromiso? - Dijo Temari sin prestarle atención al asunto.
- Soñar es gratis. - Respondió Ino. - Bueno, sobre la fiesta del sábado, alguna de ustedes me tiene que ayudar a comprar las cosas y a organizar un poco todo, ya escuché que más de uno está enterado de eso, así que vamos a hacerlo por lo grande, como siempre.
- Yo te ayudaré, puedo ir a dormir a tu casa el viernes por la noche así el sábado empezamos desde temprano. - Dijo Sakura.
- Yo no sé si podré ir, mis padres tiene una cena muy importante y tengo que estar ahí. - Dijo Hinata. Nadie le prestó atención, las fiestas no era el ambiente de Hinata de todas formas.
- Yo puedo ir por la tarde. O me das la lista de compras y compro las cosas antes de ir. - Dijo Temari.
- Entonces yo paso por tu casa y vamos a comprar juntas las cosas. - Dijo Tenten.
- Sí, genial, ese es un buen plan, gracias chicas. - Dijo Ino.

Las clases del día terminaron y todos se estaban retirando, Naruto iba caminando a la par con Shikamaru, hablando de tonterías hasta que llegaron al estacionamiento.

- Bueno Naruto, un placer y ya nos veremos mañana. - Dijo el Nara subiendo a su coche.
- Sí, gracias Shikamaru, hasta mañana.

Una vez que Shikamaru se fue, Naruto se dirigió a donde tenía aparcada su motocicleta y allí vio a esa chica que tanto le llamaba la atención de nuevo, estaba parada esperando a alguien.

- Hola, nos encontramos de nuevo. - Dijo con una sonrisa amable. - ¿Estás esperando a alguien? Si necesitas ir a algún lado puedo llevarte, estoy libre ahora. - Dijo Naruto agarrando el casco de la motocicleta.
- Hey, sí, estoy esperando a mi novio, no debe tardar en llegar, pero gracias por la oferta es muy amable de tu parte, aunque no soy muy fanática de las motocicletas. - Dijo Sakura sonriendo mientras veía a Naruto apoyado contra la moto.
- Bueno, te hago compañía mientras tu novio llega, así no te quedas aquí sola. Cuéntame algo de ti. Algo que nadie sepa. - Dijo el rubio sonriendo.
- Algo que nadie sepa, ¿eh? - Dijo Sakura soltando una pequeña risa por el atrevimiento del chico que conoció ese mismo día. - Bueno, me gustan mucho las noches estrelladas. Eso es algo que no sabe nadie. - Dijo riendo. - Ahora cuéntame algo tú.
- Muy bien, es un dato interesante, de hecho, mis padres y yo solíamos ir al campo cuando yo era un niño, conocíamos un prado donde nos tumbábamos por la noche a mirar el cielo, contábamos historias y hablábamos sobre las constelaciones. Algún día quizá podamos ir a ver las estrellas juntos. - Dijo Naruto con una sonrisa. - Algo que nadie sepa sobre mí… Bueno, amo la música. La gente cree que me gusta la música, pero en realidad la amo, creo que la música tiene el poder de ayudar con cualquier situación y de comunicar cosas que en ocasiones nosotros no queremos decir. - Añadió un poco pensativo.

Sakura miró a Naruto detenidamente mientras hablaba, ese chico era especial o al menos era interesante, físicamente era atractivo y se notaba que cuidaba su físico, tenía unos ojos azules hermoso y el cabello rubio alborotado le daba un toque encantador, además tenía una personalidad peculiar.
La pelirosa le dedicó una sonrisa, a ella también le encantaba la música y entendía a que se refería Naruto con lo que decía.
En ese momento ingresó un coche al estacionamiento quedando a espaldas de la pelirosa.

- Hola Sakura, perdona la tardanza, el tráfico estaba terrible. - Dijo un chico moreno, bastante serio.
- No pasa nada Sasuke. Este es Naruto, es un amigo que me estaba ayudando a pasar el rato. Naruto, este es mi novio Sasuke. - Dijo Sakura presentándolos. Naruto y Sasuke se dedicaron un saludo cordial y nada más.
- Bueno, yo cumplí mi tarea aquí, nos vemos mañana en clases Sakura. Hasta la próxima Sasuke, seguro nos veremos más de aquí en adelante. - Dijo el rubio subiéndose a la moto.
“Nos veremos más porque no creo que vaya a ser la última vez que hagas esperar a Sakura poniendo como excusa el tráfico cuando ni siquiera es hora pico.” Pensó Naruto mientras se marchaba.

Sakura subió al coche de Sasuke, se supone que iban a cenar esa noche.

- Sakura, esta noche no podré cenar contigo, en la universidad me dieron un montón de trabajos que tengo que terminar. Solo vine a buscarte porque te lo prometí pero tendré que llevarte a tu casa. - Dijo Sasuke después de haberse dado un beso rápido una vez que ella ingresó al coche.
- Está bien, no hay problema. - Dijo Sakura, esto era algo habitual y ya no le sorprendía. Pensaba en ponerse a estudiar un poco y quizá pedir una pizza o llamar a Ino y nada más.

El viaje transcurrió con una charla normal y monótona hasta que llegaron al departamento de Sakura, donde se despidieron con un beso en el coche y nada más.
Sakura llevaba dos años con Sasuke, pero la relación no era lo que fue al principio, se volvió monótona y aburrida, ambos estaban estudiando carreras complicadas, Sakura en medicina y Sasuke en derecho, esto les absorbía mucho y Sakura entendía que la relación estuviera en esa situación, pero ninguno de los dos se atrevía a terminarla, quizá por compañerismo o por no quedarse solos. Pero también tanto ella como él sabían que no iba a durar mucho más.

Naruto llegó a su hogar, saludó a sus padre en su despacho y luego fue a la cocina a charlar con su madre, ellos dos tenían una relación muy bonita.

- Hola hijo, ¿como te fue en tu primer día en la universidad? - Preguntó Kushina, que estaba preparando la cena,  Naruto se puso un delantal para ayudarla, se le daba bien la cocina y compartía con su madre.
- Muy bien, conocí a gente muy agradable, me gusta el ambiente y las clases no se me hicieron pesadas, aunque eso debe ser porque recién fue el primer día. - Dijo Naruto con una sonrisa. - Creo que el viernes, de hecho, hay una fiesta en la casa de una chica.
- ¿En serio? Siempre me sorprende lo rápido que te ganas la confianza de la gente, eso lo has sacado de tu padre. - Dijo la pelirroja orgullosa de su hijo. - Si vas a ir a la fiesta el viernes deberías llevarte el coche, no me gusta que andes por la noche con la motocicleta.
- Sí, mamá, ya lo sé.
- ¿Has conocido a alguna chica? - Preguntó Kushina con una sonrisa pícara.
- De hecho sí, hay una chica que me llamó mucho la atención, no sé como explicarlo, tiene algo especial. - Dijo Naruto, probando una salsa que se estaba cociendo y agregando algo de sal.
- ¿De verdad? ¿Como se llama? ¿Cuantos años tiene? ¿Como es?
- Mamá, tranquila. - Naruto soltó una carcajada con todas las preguntas que le hizo su madre. - Se llama Sakura Haruno, supongo que tiene mi edad un año menos quizá y le gusta mirar las estrellas, quizá un día si vamos al prado podemos llevarla con nosotros.
- Claro.

Kushina notó el tono especial que empleaba Naruto al hablar de esa chica, no la conocía pero si su hijo se había fijado en ella el primer día de clases debía ser por algo.
Naruto nunca presentó a alguien como una novia en la casa, de hecho, nunca llevaba chicas a la casa y tampoco era un tema del que hablaba mucho, quizá porque disfrutaba de su soltería y no quería ningún compromiso.
Minato entró en la habitación y sonrió al ver a su esposa y a su hijo cocinando, le encantaba esa escena.

- Bueno, esto está listo, lleven los platos a la mesa, vamos. - Dijo Kushina
- A la orden capitán. - Dijo Minato con una sonrisa, dándole un beso rápido a Kushina.

La cena transcurrió entre risas y comentarios sobre la universidad, nada más.


Sakura se encontraba en su departamento, ya había terminado sus deberes y estaba tumbada en el sofá buscando algo bueno en la televisión.

- Pura basura. - Dijo suspirando, no había nada interesante pero la dejó encendida para al menos tener su compañía.

Su mente comenzó a divagar, pensó en su relación con Sasuke, en lo que se había convertido, ella lo quería, eso lo tenía claro, Sasuke siempre había estado ahí para ella, quizá nunca de la forma más expresiva pero nunca había dejado de cuidarla, al igual que ella a él.
Tomó su teléfono y marcó el número de Ino, a la segunda tonada esta le contestó.

- Hola Sakura, ¿que tal?
- Hola Ino, bien, estaba aburrida, ¿puedes pasarte por casa? - Le preguntó la pelirosa jugando con un mechón de cebello. - Trae ropa y quédate a dormir, así mañana vamos a la universidad juntas.
- Claro, estaré allí en media hora, pero tú pagas la pizza.
- Está bien, yo pago la pizza pero no te dejo entrar si tú no traes helado. - Dijo riendo.
- Hecho. - Y colgó

Ino era su mejor amiga desde la infancia, había crecido juntas, habían pasado por todo juntas, compartían todo y sabían que podían contar la una con la otra sin importar qué.
Sakura marcó al lugar de donde siempre pedían la pizza y pidió una con extra queso, luego se levantó, con mucho esfuerzo del sofá para darse una ducha rápida. Cuando se estaba vistiendo escuchó la puerta, era Ino que ya había llegado y entrado haciendo uso de llave que tenía. Sakura salió a saludarla mientras se secaba el cabello con una toalla.

- Hola, ¿trajiste el helado?
- Sí, ¿pediste pizza?
- Claro, debería llegar en un rato. - Dijo Sakura riendo. Pizza y helado con su mejor amiga siempre era el mejor plan.
- ¿Que tal con Sasuke? - Preguntó Ino tirándose al sofá, donde un segundo después también se encontraba la pelirosa.
- Bien, lo de siempre. Nada nuevo.
- No entiendo por qué sigues con esa relación.
- ¿Y para qué terminarla? Es mejor que estar sola, no lo sé Ino, Sasuke y yo nos entendemos a nuestra manera.
- Pero están juntos por rutina Sakura, quizá al principio estaban enamorados, pero ahora  no te provoca nada, ni una emoción buena ni mala, hasta podría decir que son como hermanos. Hasta yo te puedo provocar más cosas que él.
- Ino… lo que pasó entre tú y yo es cosa del pasado, somos amigas y nada más.
- Ya sé que es cosa del pasado, no digo que quiero volver a eso, aunque fue interesante en su momento, claro. - Dijo Ino soltando una carcajada. - Solo digo que no deberías seguir en una relación por rutina o por no estar sola, no te hace bien ni a ti ni a él. Además está pasando algo parecido a lo que nos pasó a nosotras, cuando estuvimos juntas, en ese corto periodo de tiempo, había pasión y curiosidad y eso nos mantenía juntas, cuando eso se terminó pudimos volver a nuestra amistad con normalidad, incluso se fortaleció. Con Sasuke podría pasar algo así, quizá podrían terminar la relación y seguir siendo amigos si hacen las cosas bien, no necesariamente tienes que perderlo.
- No lo sé Ino, no es algo que me preocupe ahora mismo, estamos bien y punto, no le demos más vuelta al asunto.

Justo en ese momento sonó el timbre, la pizza había llegado, Sakura se levantó para recibirla y pagar, luego se sentó junto a Ino de nuevo, pusieron una serie que a ambas les gustaba y comieron tranquilamente, comentando sobre la fiesta del sábado y sobre la serie.

- El jueves podríamos poner un cartel en el tablero de anuncios como invitación, así no nos preocupamos más, el que lo lee va y el que no pues que se joda. - Dijo Ino
- Me parece bien, de todas formas creo que podrías decirle a uno de los chicos así no hay riesgo de que no aparezca nada. - Dijo Sakura riendo.
- Sakura, nunca nadie se perdería una fiesta mía, así pusiera la invitación en el techo del baño de chicas. - Respondió Ino riendo también. - Pero sí, se lo diré a Shikamaru mañana cuando lo vea, hablando de él, hoy vi a un chico rubio junto a él ¿lo conoces?
- Sí, hoy se sentó junto a mí en farmacología, porque tú brillaste por tu ausencia, se llama Naruto Uzumaki, es bastante amable.
- Y guapo. - Apuntó Ino comiendo un pedazo de pizza e ignorando el comentario sobre su ausencia, se saltó esa clase porque le parecía que iba a ser de lo más aburrida, además era el primer día, sabía que no harían mucho.
- Si tú lo dices. - Sakura pretendió indiferencia, pero sabía exactamente a que se refería su amiga, Naruto había despertado el interés de más de una chica en la universidad, ya había escuchado comentarios de varias chicas en los pasillos halagando al rubio.
- ¿Comparten alguna otra clase?
- Creo recordar que estaba en la clase de Bioquímica también y luego tenemos Anatomía e Inmunología.  - Respondió Sakura pensativa, todas esas clases también las compartía con Ino.
- Genial, lo veremos mucho entonces.
- ¿Por qué tanto interés?
- Porque me gusta conocer gente nueva, tranquila, no te pongas celosa. - Dijo Ino con una sonrisa.
- Que me da igual Ino.

Las dos chicas siguieron hablando de cosas sin importancia, más que nada sobre la fiesta del sábado y como lo organizarían todo, Ino tendría la casa para ella sola ya que su madre se iba de viaje el fin de semana a un spa fuera de la ciudad. El año recién empezaba y era el momento perfecto para una fiesta en la que pudieran compartir todos. Ino tenía la manía de hacerse conocer siempre, en la facultad era popular y gracias a ella Sakura también, por eso cuando de una fiesta de Ino se trataba nunca nadie faltaba.

Al día siguiente Sakura e Ino llegaron a la universidad y fueron a la clase de Anatomía, donde ya estaban la mayoría ocupando sus sitios por lo que las chicas tuvieron ocupar unos asientos que estaban en el fondo de la clase que eran de los pocos que quedaban libres.

- Bueno, si no hubieras tardado tanto tendríamos asientos más adelante. - Le replicó Sakura a Ino.
- Ya, tranquila, no pasa nada, tampoco es como si nos fuéramos a perder de algo estando aquí. - Dijo Ino sin prestarle atención al reclamo de Sakura, la pelirosa siempre ocupaba los asientos del frente en las clases y por lo tanto ella también, por una vez no estaría mal estar en los asientos de atrás.

Shikamaru y Naruto ingresaron a la clase en ese momento y se encaminaron a los dos asientos que estaban libres atrás de las chicas.

- Buen día. - Dijeron los dos al pasar al lado de las chicas.
- Buenos días chicos, ¿Que tal? - Dijo Ino que de inmediato se dio la vuelta para conversar con ellos. - Mi nombre es Ino, creo que no nos habíamos visto antes. - Dijo la rubia mirando a Naruto.
- Un placer, soy Naruto. - Dijo con una sonrisa. - A ti no te conocía, es la primera clase que nos toca juntos, pero a tu amiga si la había visto antes. - Dijo Naruto mirando a Sakura, tratando que esta se integrara a la conversación.
- Buen día chicos. - Dijo Sakura con educación, no estaba con muchos ánimos para hablar.
- Eh, Ino, ¿es cierto que el sábado hay fiesta en tu casa? - Preguntó Shikamaru.
- Ah, eso, sí, haremos una fiesta, puedes decirle a los chicos que vayan, así me ahorras tener que poner una invitación general.
- ¿Es idea mía o te acaba de decir chismoso? - Dijo Naruto soltando una carcajada.
- No sé a que te refieres. - Dijo Ino dándose la vuelta con una sonrisa en la cara.
- Sí, bueno, el burro hablando de orejas, ¿no? - Respondió Shikamaru.

En ese momento la charla terminó y se dio paso a la clase pues la profesora de anatomía acababa de llegar, ocurrió lo de siempre, presentación de la materia, del calendario que llevarían ese año y de la profesora, cuyo nombre era Tsunade.

- Bueno, ahora haremos un pequeño trabajo en grupos de cuatro, pueden hacerlo con sus compañeros de atrás o del frente, vamos. - Dijo Tsunade mientras escribía las indicaciones del trabajo en la pizarra.

Las chicas apuntaron las indicaciones y dieron la vuelta sus asientos para quedar cara a cara con los dos chicos que estaban atrás para empezar con el trabajo.

- Shikamaru e Ino pueden hacer esta parte y tú y yo esta, así terminaremos más rápido. - Dijo Naruto que ya estaba empezando a redactar unas cuantas cosas.
- Está bien, pero que ni se te ocurra hacer el vago mientras yo hago todo Shikamaru. - Dijo Ino.
- Dime en que te ayudo. - Respondió Sakura a Naruto, ignorando a los otros dos.
- Podías redactar esto… - Dijo el rubio explicando a Sakura lo que debía hacer, al final le dedicó una sonrisa, cosa que desconectó a Sakura por unos segundos, ese chico tenía una sonrisa hermosa y contagiosa.

El grupo de Naruto fue el primero en entregar el trabajo por lo que la profesora los dejó salir de la clase hasta el final de su hora. Los chicos se dirigieron a unas bancas que estaban en el patio de la universidad para sentarse y charlar hasta que tocara la siguiente clase.

- ¿Por qué te mudaste aquí, Naruto? - Preguntó Ino, que estaba sentada al lado de Sakura.
- Mi padre tiene negocios aquí y los tuvimos que venir porque requerían su atención personal.
- Igual debió ser difícil dejar todo ¿no? - Preguntó Shikamaru sin prestar demasiada atención.
- Claro, dejé amigos y conocidos pero creo que fue para mejor, aquí hay más posibilidades que donde vivía antes, más salida laboral, más cosas para hacer… - Decía Naruto.
- ¿Estás soltero? - Preguntó Ino sin dar muchas vueltas.
- Sí, no soy fanático de los compromisos. - Dijo el rubio riendo.
- Ni yo, las relaciones son problemáticas y requieren mucho esfuerzo. - Decía Shikamaru mirando al cielo con pereza.
- Si viniera Temari ahora mismo y te propusiera una relación formal ¿le dirías que no? - Dijo Sakura con una sonrisa distraída.
- No lo sé.
- Puede que no les gusten las relaciones o el compromiso, pero si una persona les mueve el piso y les gusta de verdad, dirían que si a una relación formal sin dudarlo. - Continuó la pelirosa, Naruto tenía la vista fija en ella, estaba preciosa, hablando distraída, con algunos rayos del sol sobre su piel.
- Y a ti Sakura, ¿alguien te mueve el piso? - Preguntó Naruto, sin apartar la mirada de los ojos de la chica.

Sakura se encontraba sentada en la banca de una plaza, el día estaba soleado pero un viento fresco  se paseaba por el ambiente, por lo que la temperatura era agradable. Las clases de la semana habían terminado y por la noche debía ir a la casa de Ino para ayudarla con los preparativos para la fiesta de la que ya toda la universidad estaba al tanto.
La chica estaba perdida en sus pensamientos, los comentarios de Ino sobre su relación con Sasuke le carcomían la cabeza, era cierto que la relación se había enfriado, esa semana solo se habían visto una vez y aunque se mandaban mensajes, no era lo mismo, luego estaba aquella pregunta de Naruto que tampoco mejoró las cosas, no le importaba que el chico le hubiera preguntado aquello, lo que le molestaba era la cantidad de cosas que esa simple pregunta despertó en ella. Había despertado de ese sueño en el que su relación con Sasuke era lo que necesitaba, el sueño en el que su relación era perfecta, ahora era consciente de todo; la frialdad con la que ambos se trataban, las pocas veces que estaban juntos, la poca emoción que les provocaba el salir o encontrarse, era todo parte de la rutina, nunca le había prestado demasiada atención esto y ni siquiera recordaba cuando había pasado, pero la situación tenía una respuesta clara; Sasuke ya no le movía el piso, ya no lo amaba.
La pelirosa estaba tan perdida en sus pensamientos que apenas notó cuando un chico rubio se sentó a su lado.
- Hola. - Dijo Naruto con una gran sonrisa en el rostro.
- Hola Naruto, ¿que haces aquí? - Respondió Sakura devolviéndole la sonrisa.
- Mi cafetería favorita está a dos calles de aquí, estaba yendo allí para comer algo cuando te vi y pensé en pasar a saludar, pero no te ves muy bien.
- Estoy bien, solo estaba pensando en algunas cosas. ¿Te estás adaptando bien a la ciudad?
- Bueno, como te digo mi cafetería favorita tiene una sucursal aquí también, así que con eso ya estoy feliz. - Respondió el rubio riendo. - Te invito a merendar conmigo, ¿te apetece?
- Claro, por qué no. - Dijo Sakura amablemente. Le vendría bien un poco de distracción y así incluso quizá podría hacer un amigo nuevo.

Los dos jóvenes de dirigieron a la cafetería de la cual hablaba Naruto, quedaba cerca y llegaron en nada ya que se dedicaron a hablar de tonterías mientras andaban.

- Allí hay una mesa para dos. - Dijo Naruto señalando una mesa que se encontraba un poco al fondo del local, nadie los molestaría allí.

Los dos se acomodaron, quedando cara a cara y ordenaron algo para comer.

- ¿Como llevan lo de la fiesta? - Preguntó Naruto. - Si necesitan ayuda, mañana estoy libre, puedo ir temprano para dar una mano.
- Claro, te llamaré si te necesitamos.
- Toma, apunta tu número. - Dijo el rubio entregándole a la pelirosa su móvil. La pelirosa lo tomó y apuntó su número de teléfono, sonrió al ver el fondo de pantalla del chico, que era una foto de él con quienes, suponía, eran sus padres.
- Bonita familia, te pareces mucho a tu padre.
- Oh, gracias, me parezco a él, pero tengo el carácter de mi madre. - Respondió con una amplia sonrisa, la cual de inmediato provocó otra en el rostro de Sakura. - Tienes una sonrisa muy bonita, es una pena que no la enseñes mucho.
- ¿A que te refieres?
- Son pocas las veces en las que te he visto sonreír.
- Sí, bueno, son pocas las cosas que me causan gracia. - Replicó la chica de ojos esmeraldas, de nuevo, con una sonrisa.
- Entonces ¿te causo mucha gracia? - Preguntó Naruto, mirándola fijamente.
- No, pero no me cuesta sonreír contigo, aunque quizá lo hago por cortesía porque apenas te conozco, quién sabe. - Dijo ella sosteniendo la mirada del chico.

Justo en ese momento en el que sus ojos se encontraron en un contexto un poco peculiar llegó el camarero con lo que habían ordenado, este depositó el pedido delante de ellos y se marchó.

- En fin, si en algún momento necesitas sonreír puedes contar conmigo, solo tienes que llamarme. - Proclamó Naruto para luego hacer una llamada perdida al número que la chica había apuntado en su móvil. - Ya tienes mi número. - Dijo sonriente.
- Gracias, lo tendré en cuenta. Esto está muy bueno, quizá venga a este lugar más a menudo. - Comentó Sakura mientras saboreaba lo que ordenó, intentando cambiar de tema de conversación ya que de alguna manera sentía que aquello estaba tomando un rumbo muy personal.
- Claro, yo solo consumo cosas ricas. - Dijo el rubio con un doble sentido para sus adentros del cual la pelirosa no se percató. - Parece que la fiesta de mañana será algo grande, estos días solo se habló de eso en la universidad.
- Sí, bueno, es una fiesta de Ino, generalmente causan revuelo, como ya te habrás dado cuenta. De por sí Ino sabe animar el ambiente, imagínate lo que es dentro de una fiesta y en su propia casa. - Sakura había asistido a todas las fiestas de su mejor amiga y ninguna decepcionaba.
- Me imagino… ¿Tu novio irá? - Soltó Naruto de repente.
- ¿Sasuke? No, no irá, tiene exámenes y no dispone de tiempo últimamente.
- Ah, que pena. - Dijo el rubio con una media sonrisa en el rostro, mirando fijamente a la chica.
- ¿Tú irás con alguien? - Preguntó Sakura desviando la mirada de los ojos azules de Naruto.
- No, solo con los chicos. No conozco a nadie a quién pueda llevar de todas formas. - Por el tono que empleaba Naruto eso parecía un desafío, la pelirosa no comprendía en que momento la conversación había pasado a ese tono, pero no la intimidaba.
- Bueno, podemos dar a entender que vas conmigo… así no quedas como un perdedor. - Sakura dejó escapar una pequeña risa ante su propio comentario, hace mucho tiempo que no se encontraba en un juego como ese, Naruto la miraba fijamente con una sonrisa en el rostro.
- Agradezco la oferta y la acepto.
- Bueno, Naruto, debería irme a casa, tengo que preparar algunas cosas y luego ir a la casa de Ino.
- Te llevo.
- ¿No has venido caminando? - Preguntó la pelirosa, ya que había asumido que el chico había llegado andando al parque por eso la vio.
- No, tengo el coche aparcado aquí, te vi al pasar, así que busqué un estacionamiento y luego fui hasta el parque. - Explicó Naruto.
- Está bien, igual no vivo muy lejos de aquí, no tienes que molestarte. - La pelirosa estaba un poco sorprendida de que Naruto la hubiera visto sentada en el parque y que luego haya ido hasta ella, pero pensaba que solo estaba tratando de socializar, como se acababa de mudar no tenía muchos amigos, si ella hubiera estado en su lugar quizá hubiera hecho lo mismo.
- No es molestia, de verdad, no tengo nada que hacer.

Naruto pidió la cuenta e insistió en invitar él, luego se dirigieron al coche de este para ir al departamento de la pelirosa.

- Bonito coche. - Dijo Sakura, el coche de Naruto era un Audi que no debía tener ni 2 meses de uso.
- Gracias, fue un regalo de mi padre poco antes de mudarnos aquí.
- ¿Estaba intentando comprarte para que no pusieras resistencia a la mudanza? - Preguntó Sakura riendo.
- No podrías tener más razón. - Respondió el rubio riendo y poniendo en marcha el coche.

Sakura le explicó a Naruto su dirección y llegaron en unos diez minutos. Habían ido escuchando música, Naruto tenía un buen gusto musical.

- Gracias por traerme Naruto, nos veremos mañana en la fiesta. - La pelirosa se acercó al rostro de Naruto para darle un beso en la mejilla de despedida, pero quedó atrapada en los ojos y el aroma del rubio y a él le pasó exactamente lo mismo, sus rostros estaban peligrosamente cerca, se miraron a los ojos, se miraron los labios y ninguno de los dos podía explicar la fuerza de atracción que estaba teniendo efecto en ese momento. Fue Sakura la que tuvo que hacer uso de su fuerza de voluntad para romper el hechizo, concretó el beso en la mejilla y se bajó rápidamente del coche para adentrarse en su edificio. Naruto por su parte permaneció unos segundos fuera del edificio, descolocado, esa chica tenía un efecto muy fuerte en él y debía tener cuidado, pero le tranquilizaba saber que al parecer, él también tenía un efecto sobre ella.

Eran cerca de las ocho de la noche y Sakura estaba terminando de vestirse ya que Ino aparecería en cualquier momento, la rubia le dijo que iría a buscarla así aprovechaban para pasar por algún lugar de comida para comprar la cena. Cierto rubio aparecía en la mente de la pelirosa de tanto en tanto, Sakura no podía olvidar ese acercamiento que tuvo con el chico hace unas horas, estuvieron a poco de besarse y no era solo eso, era la atracción que había sentido en ese momento, que estaba segura, también le había pasado a Naruto. Sakura se apoyó con los brazos en la comoda que tenía en su habitación y se miró en el espejo que tenía delante, sus ojos verdes estaban un poco más oscuros de lo normal, se notaba que estaba luchando con algo en su interior, ella no podía permitirse sentir algo por Naruto, aunque solo fuera atracción, ella se encontraba en una relación estable y engañar a una persona iba en contra de todos sus principios.

- Sakura, ¿nos vamos? - Dijo Ino apareciendo en la puerta de su habitación, ni siquiera la había escuchado llegar. - ¿Que estabas haciendo?
- Estaba esperándote, como siempre. Vamos. - Dijo Sakura con una sonrisa y agarrando un pequeño bolso donde había metido todas sus cosas
- Comida china, ¿sí o no? - Pregunto la rubia mientras salían del apartamento. Sakura lo meditó unos segundos.
- Está bien, por mí no hay problema. - Sabía que de todas formas acabarían comiendo lo que Ino decidiera.

Llegaron a la casa de Ino una hora después, entre ir a buscar la comida, esperar por esta y un poco de tráfico tardaron bastante.
La casa de Ino era una casa en un barrio bastante lujoso, una casa de dos pisos con una entrada amplia y un patio gigante, piscina en el fondo… todo perfecto para fiestas.
Las chicas ingresaron a la casa que se encontraba en absoluto silencio debido a la ausencia de personas. La chica rubia, dejó la comida en la mesita que se encontraba en su sala de estar y luego fue a encender el equipo de música, le apetecía cenar escuchando música, Sakura por su parte tiró su bolso de mano en uno de los sofás individuales negros de Ino y se sentó en el más amplio donde segundos más tarde su amiga la acompañó.

- Naruto se ofreció para ayudar mañana con los preparativos en caso de que lo necesitáramos. - Dijo Sakura mientras tomaba su porción de comida.
- ¿Naruto? ¿Y eso? - Preguntó Ino un poco sorprendida.
- Sí, hoy me lo encontré por ahí y merendamos juntos. Me dijo que mañana estaba libre, que si lo llamábamos podría venir a ayudarnos.
- Muy bien Sakura, conseguiste que uno de los chicos más guapos de la universidad te ofreciera ayuda, por estamos de acuerdo en que Naruto es guapísimo, no? - Decía Ino con una sonrisa en su rostro. - Ya decía yo que no habías perdido el toque con los hombres. - Sakura se limitó a reír, su amiga siempre exageraba las cosas.
- Vamos Ino, solo está siendo amable, además, te recuerdo que tengo novio. - Respondió Sakura, Ino se limitó a resoplar ante el recuerdo de Sasuke, que no le caía mal, para nada, pero que sabía no era el chico indicado para su mejor amiga.
- Está bien, da igual, pero mañana si lo llamaremos, hay que cargar las bebidas y otras cosas con las que la ayuda de Naruto nos vendría genial. Quizá hasta le entre calor y se tenga que quitar la camiseta… o puedo derramarle una bebida encima… - Ino comenzó a fantasear con tonterías, provocando que Sakura se riera a su lado. - ¿De que te ríes? ¿Tú viste lo que es ese chico? Verlo sin camiseta es una necesidad.
- Estás demente. - Replicó Sakura soltando una carcajada, a los pocos segundos las dos chicas estaban riendo con cada tontería que se les ocurría para hacer que al día siguiente Naruto se sacara la camiseta.

Así pasaron el rato hasta que se fueron a la cama, al otro día tenían muchas cosas que hacer, debían poner un poco de orden y organizar las bebidas y comida. Por suerte contaría con la ayuda del rubio, que ya habían dado por hecho, necesitarían.

En otra parte de la cuidad Naruto se encontraba tirado en su cama, escuchando música, con la vista fija en el techo. Él tampoco podía dejar de pensar en la pelirosa, y estaba seguro de que ella también le dedicaba algunos pensamientos a él. La forma en la que se miraron hoy en su coche cuando él la llevo a su casa, los sentimientos mezclados, sabía que sentía una fuerte atracción por ella, pero también era consciente de que sentía algo más, algo que nunca había sentido por nadie y no estaba seguro de si eso le gustaba. Conocía a Sakura hace una semana, no era nada, además ella tenía novio, y él era del tipo de persona que jamás se metería en medio de un relación, sabía que pensar en Sakura como algo más que una amiga le traería problemas, pero tampoco quería alejarse de ella.
Naruto siguió perdido en sus pensamientos hasta que decidió que no tenía caso, que dejaría las cosas en manos del azar, no tenía por qué alejarse de la pelirosa cuando ni siquiera había pasado algo, seguiría como hasta ahora, esperando que la suerte le sonriera.


Al día siguiente las chicas se levantaron cerca de las diez de la mañana, desayunaron algo, entre idas y venidas, y empezaron a organizar las cosas para la fiesta.

- Voy a llamar a Temari para preguntarle a que hora vendrá con las bebidas y demás. - Dijo Ino agarrando el móvil para hacer la llamada. Sakura entre tanto ordenó un poco las cosas en la sala de estar. - Temari viene con Tenten cerca de las cuatro de la tarde, llama a Naruto e invitalo a almorzar, así está aquí desde antes.
- ¿A almorzar? - Preguntó Sakura extrañada.
- Claro, no le voy a decir que venga solo para ayudar y no ofrecerle nada. Dile que venga a almorzar y que traiga sus cosas para cambiarse aquí, que puede darse una ducha y así no tiene que hacer viaje doble.
- Vaya, que amable… - Dijo Sakura un poco irónica. - No te recuerdo así de amable con Sasuke, él también nos ayudó muchas veces con estas cosas.
- Sakura, no vamos a pelear por esto ahora, ¿o sí? - Respondió Ino mirando a Sakura de manera tranquila, la chica no había dicho lo de Naruto con segundas intenciones y si bien Sasuke al principio le caía muy mal con el pasar del tiempo ya no le caía ni bien ni mal, simplemente le daba igual, Sakura lo sabía, pero al parecer estaba a la defensiva por alguna razón.
- Voy a llamar a Naruto. - Sentenció Sakura y salió al patio de la casa a realizar la llamada. Ino la siguió con la mirada mientras tomaba un sorbo de café.


Sakura salió de la casa y agradeció el contacto del sol con su cara, necesitaba respirar aire puro. No sabía por qué se había puesto a la defensiva con Ino hace un momento, lo que si sabía era que Naruto estaba implicado de alguna manera en todas las cosas que la alteraban últimamente. La pelirosa respiró profundo, miró al cielo y se relajó, hacía un día hermoso. Sacó su móvil del bolsillo y marcó el número que quedó registrado gracias a la llamada perdida del rubio del día anterior, el chico contestó y se lo escuchaba un poco agitado.

- Hola Naruto, soy Sakura, ¿tu oferta de ayuda sigue en pie? - La pelirosa estaba apoyada contra la pared de la casa de Ino mientras jugaba con un mechón de su pelo rosa con sus dedos.
- Hola Sakura, claro que sí, dame la dirección y dime a que hora quieres que vaya y estaré allí. - Respondió Naruto del otro lado con la respiración entrecortada.
- Claro, te paso la dirección por WhatsApp… ¿estás bien?
- Sí, de maravilla, es solo que estaba entrando, es por eso. - Dijo el rubio riendo. Sakura también rió del otro lado, estaba recordando la conversación con Ino de la noche anterior donde la chica había dicho más de veinte ideas para hacer que Naruto se sacara la camiseta.
- Muy bien, chico sano. La idea es la siguiente; pasa por aquí dentro de dos o tres horas, puedes traer ropa de cambio, así puedes darte una ducha y no tienes que volver a tu casa luego y también almorzarás con nosotras ¿te queda bien?
- Perfecto, iré en un rato entonces. No olvides pasarme la dirección.
- Te la paso ahora, nos vemos en un rato Naruto.
- Nos vemos Sakura.

Y cortaron la llamada al mismo tiempo.