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El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic :: FF Cerrados
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Pues..........ninguno fue el culpable, mas bien todos tuvieron la culpa.
Hinata por intentar hacer entender a naruto de que no debia perder a sakura y tambien por haberle dicho ese secreto a sakura, pero para ser hinata, creo que no estuvo tan mal su intencion, lo malo fue como lo intento hacer.
Naruto tiene una parte de culpa tambien, no es para nada sencillo explicar algo como sus encuentros con hinata a sakura, pero por lo menos pudo tener un poco mas de tacto, no ser demasiado brusco en su relato.
Y sakura tuvo tambien culpa, es cierto que se sienta mal por saber el "secreto" de naruto, pero tampoco era para ponerse asi, si el lo hubiera hecho con hinata estando en una relacion con ella, eso seria diferente, pero como dijo naruto, el era joven e impulsivo, ademas no conocia a sakura, asi que no veo el tema de molestia por eso.
Pero el hecho de que naruto no le contara sus encuentros es un poco mas entendible, sintio desconfianza y que tal vez naruto estaba jugando con ella, que no tenia fundamentos muy validos como para acusarlo, pero bueno.......ademas naruto tambien le dijo que ella no habia confiado en el al principio, asi que el asunto de sakura pasa mas por su inseguridad en si misma y la inexperiencia que tiene del mundo exterior, no le veo mucha importancia al hecho de que naruto haya estado con hinata (antes de sakura), lo que molesto a ambos fue el tono en como hablaron, ambos conversaron por el calor de su enojo y no con la cabeza.
Haber que pasara con esa persona, tengo muchas teorias de quien pueda ser, desde sasuke hasta hinata pasando por tsunade, asi que solo queda esperar.
Un saludo, nos vemos.
Hinata por intentar hacer entender a naruto de que no debia perder a sakura y tambien por haberle dicho ese secreto a sakura, pero para ser hinata, creo que no estuvo tan mal su intencion, lo malo fue como lo intento hacer.
Naruto tiene una parte de culpa tambien, no es para nada sencillo explicar algo como sus encuentros con hinata a sakura, pero por lo menos pudo tener un poco mas de tacto, no ser demasiado brusco en su relato.
Y sakura tuvo tambien culpa, es cierto que se sienta mal por saber el "secreto" de naruto, pero tampoco era para ponerse asi, si el lo hubiera hecho con hinata estando en una relacion con ella, eso seria diferente, pero como dijo naruto, el era joven e impulsivo, ademas no conocia a sakura, asi que no veo el tema de molestia por eso.
Pero el hecho de que naruto no le contara sus encuentros es un poco mas entendible, sintio desconfianza y que tal vez naruto estaba jugando con ella, que no tenia fundamentos muy validos como para acusarlo, pero bueno.......ademas naruto tambien le dijo que ella no habia confiado en el al principio, asi que el asunto de sakura pasa mas por su inseguridad en si misma y la inexperiencia que tiene del mundo exterior, no le veo mucha importancia al hecho de que naruto haya estado con hinata (antes de sakura), lo que molesto a ambos fue el tono en como hablaron, ambos conversaron por el calor de su enojo y no con la cabeza.
Haber que pasara con esa persona, tengo muchas teorias de quien pueda ser, desde sasuke hasta hinata pasando por tsunade, asi que solo queda esperar.
Un saludo, nos vemos.
ShinseinaUzumaki- Chunnin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Siento mucho no haber actualizado, pero he tenido una semana muy ajetreada y apenas he tenido tiempo para escribir.
Pero tengo buenas noticias. Mañana sin falta habrá capítulo.
Así que no será mucho tiempo xDD
Pero tengo buenas noticias. Mañana sin falta habrá capítulo.
Así que no será mucho tiempo xDD
Ean95- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Me alegra! La espero con ansias! :3
belivexangel1- Sannin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
- Capítulo 11:
- Alzó una mano en señal de calma. Naruto apretó más fuerte el agarre de la espada, listo para defenderse.
La figura bajó su capucha dejando ver su rostro.
- Eres... No pensaba que fueses tú. -logró articular el rubio.
- Yo también me alegro de verte, Naruto.
Naruto la observó bien. A pesar de ser una vieja rugosa, seguía con ese estúpido propósito de aparentar ser más joven eternamente. Tenía el pelo rubio y largo recogido a la espalda en una trenza de espiga. Sus labios estaban teñidos de rojo y sus ojos seguían teniendo el color de los troncos de los árboles.
Si no la había reconocido había sido simplemente porque iba oculta tras aquella capa que la ocultaba por completo.
- Me encantaría charlar y que nos pusiéramos tranquilamente al día pero esta chica necesita ayuda ya. - dijo volviéndose a Sakura mientras sacaba un frasco de su capa.
Naruto reaccionó al instante y se arrodilló frente a Sakura. Tenía un aspecto terrible. Lo que sin duda le estremeció en todo su ser fue su pierna, el corte que presentaba tenía un color gris putrefacto y la pierna se estaba volviendo del mismo color.
Era horrible verla de aquel modo ante sus ojos.
- Vieja Tsunade, dime que puedes hacer algo por ella. - suplicó al borde del llanto.
Tsunade echó el líquido del frasco sobre la heridas de la joven.
- Lo voy a intentar, esta chica no morirá, de eso puedes estar seguro. - pasó una mano sobre las heridas de los brazos de Sakura que cicatrizaron al instante. - Sé lo importante que es para ti. - dijo sin mirarle, ocupada en Sakura.
- ¿Cómo sabes que es importante para mi? - inquirió el joven.
Tsunade le abrió la boca a Sakura y le sacó la lengua observándola con atención.
- Jiraya me lo ha contado todo. - dijo serena. - Pero ahora no hay tiempo para charlar. - Alzó la vista y miró a Naruto. - ¿Tienes plantas en la cabaña?
Naruto asintió sin dudarlo.
- Bien, pues coge a tu amiga. Tenemos que llegar cuanto antes, corre peligro de morir. - se levantó.
Naruto alarmado cogió a la chica en sus brazos y siguió a Tsunade que había comenzado a caminar. Contempló a Sakura con tristeza, acarició su mejilla. Estaba helada.
Si Sakura moría él único culpable sería él. Sería él por no haber ido tras ella después de aquella estúpida discusión.
- Vieja Tsunade, ¿qué pasa con el dragón? - preguntó echando una rápida ojeada a la enorme bestia.
- No te preocupes por él. - le contestó sin mirarle-. Le he hecho inhalar unos fuertes polvos y no despertará en una buena temporada. Y en caso de que despierte no será el mismo. Eran polvos venenosos.
Asintió decaído. Volvió a rozar la piel de Sakura. Una lágrima resbaló por su rostro. Debían darse prisa en llegar a la cabaña cuanto antes. La vida de Sakura estaba en juego y no dejaría que una estúpida bestia con alas se la arrebatara.
Confiaba en Tsunade. Sabía que la vieja podría curar cualquier tipo de herida o enfermedad, no en vano era la mejor en lo que hacía.
Llegaron a la cabaña en menos de veinte minutos. Naruto soltó a Sakura en el catre de Jiraya siguiendo las instrucciones de Tsunade.
Vio como la mujer se deshacía de su capa y se arrodillaba frente a Sakura tocando su frente. Le abrió un párpado y observó sus ojos. Verdes sin apenas brillo. El joven vio como Tsunade apretaba los labios.
- Por tu gesto es muy grave. - dijo nervioso-. ¿Qué le ocurre?
- Naruto sabes qué clase de dragón era. - dijo Tsunade levantándose agitada y yendo hacia el armario. Lo abrió y comenzó a sacar todo lo que encontró preciso.
- Claro que lo sé. - dijo sombrío-. Era un draccus calamitas, experto en rastreo y... - calló dándose cuenta de la situación.
Tsunade dejó todo lo que había sacado del armario sobre la mesa.
- Así es, posee garras venenosas. - se mojó los labios-. Y ahora mismo ese veneno está en el interior de Sakura. Tengo que sacarlo como sea o de lo contrario..
- Morirá. - concluyó Naruto.
Tsunade lo miró con tristeza. Se notaba a kilómetros que entre aquellos dos había algo muy poderoso. Vio como el rubio se acercaba a la joven y le tomaba de la mano. Notó como una lágrima caía sobre el rostro de la joven.
- No Naruto. - dijo firme-. No morirá porque no pienso dejar que eso pase.
El rubio giró la cabeza para mirar a Tsunade. En la mirada la rubia había determinación, una fuerte determinación. Naruto sonrió. Sabía que pasara lo que pasara, Tsunade no se rendiría hasta que Sakura estuviera fuera de peligro.
- Ahora apártate de ella, Naruto. - le dijo seria-. Tengo que sacar el veneno. Y para ello necesito que me ayudes.
El rubio se alejó, no sin antes echar una breve mirada al rostro de Sakura y besarla en la frente. La chica respiraba, pero con mucha dificultad. Su vientre subía y bajaba deprisa.
" No te preocupes, mi Cerezo. Te salvaré."
- Dime todo lo que necesites, Tsunade. - dijo obediente.
- Machaca esas raíces de acónito, sé que es una planta venenosa, pero para contrarrestar el veneno del draccus es esencial que esté en el antídoto.
Naruto hizo lo que le pidió y comenzó a machacar el acónito. Millones de pensamientos cruzaban su mente mientras lo hacía. ¿Qué haría si el antídoto no daba resultado? No quería ni pensarlo. No podía permitirse más errores como el de aquella tarde. Y tampoco podía evitar odiarse a sí mismo de todo lo ocurrido, pues la culpa era principalmente toda suya y de nadie más.
No tendría que haberle dicho esas cosas, y lo sabía. Cosas que ni siquiera sentía, pues sabía perfectamente que Sakura tenía todo el derecho del mundo a enfadarse.
- Naruto no te martirices. - le dijo Tsunade. - Sea lo que sea que haya pasado entre vosotros se solucionará.
- Cómo sabes que...
Tsunade le dedicó una sonrisa.
- Aunque odie que me llames vieja... - suspiró-. Una vieja nota esas cosas. Y entre vosotros dos hay un vínculo muy fuerte. - echó un líquido en un cuenco de barro y lo movió con la mano. - He podido verlo cuando estabais juntos. Vuestra aura es muy brillante, Naruto. - miró al rubio.
Naruto la miró algo confuso por esas palabras. Tsunade le acababa de decir que no se preocupase, pero eso era inevitable. En cuanto a lo de el aura... Jiraya le había hablado alguna vez de eso. El aura de cada persona tenía un color distinto y solo un mago muy poderoso era capaz de verla. Aunque Tsunade era la excepción ya que ella era una bruja a medias, pero muy poderosa.
Jiraya le había dicho hace mucho que su aura era de un color naranja muy cálido. Y además que era una de las auras más poderosas que había visto nunca. Desde aquel momento lo había tomado como a su aprendiz y le había enseñado todo lo que sabía.
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El Rey se encontraba algo cansado desde la noche anterior. Notaba un pequeño dolor en la parte posterior de la cabeza y le dolía todo el cuerpo. Quizá se estaba haciendo viejo, o había cogido algún enfriamiento.
Tomó un sorbo de té y movió la pieza del tablero. Tenía acorralado a su rival y estaba seguro de su victoria. No había nadie que le hubiera ganado aún al ajedrez.
Sasuke sonrió ampliamente y movió la suya.
- Jaque mate. - dijo altanero.
El Rey había sido un rival difícil de derrotar, pero se podía observar que no estaba en la partida al cien por cien, motivo por el cual él había ganado. De no ser por su estado de salud, Sasuke sabía que habría perdido. Era un excelente jugador, pero el Rey lo superaba con creces.
- ¡Impresionante, muchacho! - exclamó el Rey aplaudiendo-. Eres el primero que consigue vencerme en una partida de ajedrez en mucho tiempo.
- Me halagáis, majestad. - dijo con falsa modestia-. He de decir, que hacía mucho que no jugaba una partida tan interesante, sois un magnífico rival.
El Rey soltó una enorme carcajada, pero que acabó rápido, pues comenzó a toser.
- Majestad, ¿os encontráis bien? - preguntó levantándose de su silla y acercándose al Rey-. ¡Traed agua al Rey, vamos! - El Rey cayó al suelo sin dejar de toser.
Uno de los sirvientes corrió hacia la mesa y vertió agua de una jarra en un vaso de plata. Lo llevó lo más rápido que pudo hacia donde se encontraban el Rey y Sasuke. Sasuke le arrebató el vaso de las manos y se lo dio al Rey.
- Bebed despacio, Majestad.
Acabó de beber y recuperó un poco el aire. Tenía los ojos llorosos y muy pálido. En la comisura de la boca podía verse un hilillo de sangre y su mano estaba manchada por esa misma sangre.
- Será mejor que os acompañe a vuestra habitación. - Sasuke lo ayudó a levantarse del suelo.
- Muchas gracias, muchacho. - dijo con dificultad.
- No os preocupéis, estáis en buenas manos.
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Naruto se encontraba sentado junto al catre donde yacía Sakura. Llevaba sin separarse de su lado tres horas, esperando verla despertar. La joven respiraba más tranquila, al perecer el antídoto de Tsunade estaba empezando a hacer efecto.
Había sido una suerte que apareciese justo en ese momento, de no haber sido así quién sabe dónde estaría ahora Sakura.
Le cogió la mano, acariciando su suave piel con sus dedos lentamente. Llevó su otra mano a su rostro, acariciando cada parte del mismo. Su frente, sus ojos, su nariz, sus mejillas normalmente sonrosadas y por pálidas, sus labios ahora secos y muy agrietados.
Deseaba verla abrir sus ojos, deleitarse con ese color verde lleno de vida, de brillo y esperanza. Escuchar su voz, hablándole, regañándole, bromeando. Sentir sus brazos rodeando su cuello. Sus labios cálidos y suaves; pronunciando su nombre.
Agarró su mano con más fuerza. No se la soltaría nunca, pasara lo que pasase, jamás la soltaría.
- Cerezo, tienes que despertar. - susurró-. Y cuando lo hagas, dejaré que me grites todo lo que quieras por haberme comportado como un estúpido.
Levanto su mano y se la beso.
- Mientras lo hace, no pienso moverme de aquí.
Tsunade entró en la cabaña y vio que Naruto no se había movido de donde lo había dejado la última vez.
Naruto seguía igual de cabezota que siempre. A pesar de haberle dicho que Sakura despertaría cuando el veneno hubiera sido eliminado por completo de su cuerpo, él se había empeñado en no retirarse de su lado hasta entonces.
Se acercó al catre y le colocó una mano en el hombro al chico. Él alzó la cabeza para mirarla.
- Naruto, ¿por qué no descansas? - le dijo echando una rápido ojeada a Sakura-. Sakura ya está mejor, el antídoto está haciendo efecto.
Naruto negó rotundamente con la cabeza. Miró a la chica apartándole un mechón de la cara.
- Ya te dije que no voy a separarme de ella. Cuando despierte yo seré lo primero que vea. - Sonrió con ternura-. Además no estoy cansado, Tsunade.
La rubia sonrió.
- Come algo al menos. ¿O eso tampoco? - le preguntó.
- Cuando tenga hambre. - dijo calmado.
Tsunade se apartó de él y caminó hasta la chimenea. Puede que Naruto no quisiera comer, pero ella estaba hambrienta. Había pasado todo el día caminando por el bosque antes de dar con la chica y el dragón. Y añadir que luego había tenido que poner todo el esfuerzo que le quedaba en preparar aquel antídoto. Estaba hambrienta y agotada.
Encendió el fuego y vertió agua en el caldero que había sobre el fuego y la dejó calentar mientras preparaba unas cuantas verduras.
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Sasuke se levantó al escuchar la puerta de su habitación cerrarse. Madara acababa de irrumpir en ella y por la cara que traía, parecía contento.
Como siempre traía sus ropas negras.
Aplaudió antes de abrazarlo. Sasuke se quedó sorprendido ante aquel gesto tan impropio de su tío. No solía ser tan cariñoso, de hecho nunca lo había sido. Madara se caracterizaba por ser una persona fría, calculadora, hostil, manipuladora, malvada... Abrazarlo no es que fuera lo habitual en una persona como él.
- Muy bien Sasuke. - se separó de él-. Lo has hecho maravillosamente. De hecho, no pensé que lo lograras.
- G...Gracias. - dijo.
Madara se sentó y sonrió con frialdad.
- A este paso, en menos de una semana el Rey estará muerto y el reino todo nuestro. - soltó una carcajada.
- ¿Y qué hay de Jiraya? - preguntó Sasuke-. La última vez consiguió librarse de la muerte o eso pensabas tú.
Madara se apartó un mechón que le caía sobre la frente. Volvió a sonreir, esta vez triunfal.
- Por Jiraya no te preocupes, está muerto. El draccus ha regresado hace una hora y tenía sangre en sus zarpas. Si no lo mató con el golpe, acabó con él el veneno.
Sasuke sonrió feliz. No podía creer que todo fuera tan bien a su favor. Sin duda su tío sabía cómo hacer la cosas para salirse con la suya. Dentro de muy poco sus planes estarían completos y él estaría a su lado en todo momento, por lo que era improbable que pudiera salir mal parado.
- Tú sigue dándole el veneno sin falta. Según me han dicho hoy, le ha dado un ataque de tos sangrienta. - carcajeó-. Sus órganos se están pudriendo por dentro.
Sasuke se imaginó tal cosa y tuvo que contener las ganas de vomitar. Madara lo observó curioso.
- Al final has resultado ser muy útil, Sasuke. Al contrario que el traidor de tu hermano. - dijo despectivamente.
Sasuke recordó a su hermano Itachi. Muy parecido a él físicamente. Se negó a matar a un tipo en Aquo y se rebeló contra su tío. Lo último que supo fue que Madara lo envió a uno de los calabozos a que se pudriera en él.
Eso había sucedido tres años atrás. Después de aquellos sucesos, su tío se había volcado aún más en él.
Itachi lo había defraudado. Sasuke se sintió feliz, pues siempre había tenido mucha envidia de su hermano, ya que parecía ser perfecto en todo lo que hacía.
Itachi había resultado ser un traidor a ojos de su tío y él no deseaba seguir la misma suerte, por lo que obedecería a Madara en todo lo que fuera.
Aunque fuera asesinar a un Rey que se había comportado como un padre para él...
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- Naruto, vete a la cama, no te lo pienso repetir más. - le pidió Tsunade cansada.
- Ya te lo he dicho Tsunade, no pienso retirarme de su lado. - habló muy serio y decidido.
La mujer pareció resignarse. Suspiró y le palmeó la espalda al chico.
- Sigues siendo un cabezota, no has cambiado. - Sonrió-. Que pases buena noche.
Naruto musito un gracias y la vio meterse en la otra habitación.
Miró a Sakura y sonrió. Se levantó de la silla donde estaba sentado desde hacía tanto tiempo y se tumbó a su lado en el catre.
Se quedó mirándola sin parpadear durante un buen rato, iluminada por la poca luz que entraba por la única ventana que había en la habitación.
Ya parecía tener incluso mejor color, aunque en la oscuridad no era fácil saberlo. Pero tenía buen aspecto.
Era una suerte que Tsunade pasara justo en aquel momento por aquel lugar. Aunque tenía que agradecerle a Jiraya por todo aquello en realidad.
Sí, menos mal que Jiraya estaba atento a todo.
Tsunade terminó de recoger todo lo que había en la mesa y se sentó en una de las banquetas. Naruto estaba un poco más allá, sentado junto a Sakura. Algo le decía que no se apartaría de ella.
- Naruto. - lo llamó.
El joven se giró para mirarla, pues le daba la espalda, sin soltarle la mano a Sakura.
- Necesito que hablemos. - le dijo seria-. Tranquilo, Sakura ya parece estar estable y no me llevará mucho tiempo hablarte sobre lo que me trae aquí. ¿O e qué ya no tienes curiosidad? - le preguntó.
Naruto se levantó cansado y se sentó a la mesa frente a Tsunade, que había empezado a pelar una manzana para comérsela.
- Bueno, pues tú dirás, vieja.
Tsunade se contuvo para no regañarle por aquel comentario.
- Como te dije, hablé con Jiraya. Él me pidió que viniera hasta aquí porque había do jóvenes viviendo solos en su cabaña. - sonrió divertida.- No se fiaba de vosotros, a pesar de que me dijo que y habíais estado solos antes. Pero ya sabes como es Jiraya.
- Es un viejo verde, eso es lo que es. - dijo Naruto. Tsunade le dio la razón con la cabeza.- Prosigue, por favor.
- Tras decirme eso, Jiraya me dijo que se dirigía hasta lo más profundo del bosque para hablar con Kyubi.
Naruto se levantó de la banqueta nervioso.
- ¿Hablar con Kyubi? ¿Con ese zorro? - gritó. - ¿Se ha vuelto loco?
- Cálmate, Naruto. le pidió Tsunade-. Kyubi no le hará daño, no temas.
Naruto volvió a sentarse y frunció el ceño.
- Vale. ¿Y qué es lo que se supone que va a hablar con él? Lo último que me dijo fue que...- calló nervioso.
Tsunade asintió.
- Sí, así es. Necesita una forma para derrotar a Madara. Lamentablemente, - palideció-. solo ese zorro tiene respuestas, ya sabes que es el oráculo del bosque, por definirlo de alguna forma.
- Lo sé. A pesar de no haberlo visto nunca, sé incluso su aspecto y dónde habita. - dijo serio el joven.
Tsunade suspiró cansada.
- Solo espero que Jiraya regrese con respuestas.
- Pero... ¿Jiraya no es más poderosos que Madara? - preguntó Naruto.
Tsunade se cruzó de brazos y puso un gesto de nerviosismo.
- Hace diez años seguro que sí, pero ahora... Madara es el peor mago oscuro que existe en nuestro tiempos. Jiraya puede que sea fuerte, pero Madara ha podido igualar sus fueras o incluso..
- Superarle... - acabó Naruto sombrió.
- Exactamente. Solo espero que encuentre algo que sirva contra él. No quiero ni imaginarme lo que Madara tiene planeado.
Naruto asintió lentamente. Ya había podido comprobar de lo que era capaz Madara. No en vano, él había visto como mataban a sus padres frente a sus ojos sin piedad. Aquella noche no había visto a Madara, pero sí había visto lo que su poder había desatado en su Reino. Aquo, su hogar.
- En cuanto al dragón - dijo la mujer pensativa- yo no es que sepa mucho, pero tenía los ojos demasiado rojos.
- ¿Y? ¿A dónde quieres llegar con eso? - preguntó.
- Pues a que es extraño y punto. Cuando vuelva Jiraya lo consultaré con él.
Con aquellos pensamientos rondando por su cabeza consiguió no pensar mucho en lo acontecido con Sakura. La contempló durante horas hasta que el cansancio logró vencerle y se quedó completamente dormido junto a ella.
Los rayos del sol no envolvieron a la cabaña aquella mañana, en su lugar una suave lluvia lo inundó todo. Podían oírse las gotas chocando contra la madera, sonorizando la silenciosa cabaña. Las ventanas se llenaron de pequeñas gotitas de aquella lluvia, que parecían competir en una carrera a ver quien era la que recorría antes el cristal.
Tsunade corrió la cortina y salió de la pequeña habitación. Observó a su alrededor, deteniéndose en los dos jóvenes que dormían. Sonrió con calma mientras los observaba.
Sakura parecía haberse movido durante la noche y ahora estaba abrazada a Naruto. Eso era una buena noticia, pues significaba que pronto despertaría y que el veneno había sido completamente eliminado de su organismo.
A pesar de la lluvia decidió salir a recolectar algunas plantas. Además, pronto despertarían y debían arreglar lo que fuera que tuvieran que arreglar, necesitarían intimidad.
Cogió su bolsa y se la colgó. Hizo lo mismo con su capa. Echó un último vistazo a Naruto y a Sakura, se cubrió la cabeza,ajustándose la capucha y salió por la puerta.
Todo volvió a quedar en silencio de nuevo, a excepción claro, del sonido de las gotas de lluvia que continuaban creando aquel eco rítmico y melodioso por todos los rincones.
Las hojas de los árboles se tiñeron de un tono más oscuro gracias a aquellas gotas que las habían ido empapando poco a poco. Una suave brisa soplaba, moviéndolas y esparciendo más gotas por todas partes.
Ese agradable repiqueteo pareció ser escuchado, pues en medio de esa tenue luz, unos enormes ojos de color azul se abrieron lentamente.
Naruto bostezó. Echó un vistazo rápido a la habitación, que apenas tenía luz, oyó la lluvia que le había despertado, relajándose un poco.
Los ojos le pesaban de sueño, lo normal tras haberse quedado dormido a quién sabe qué hora.
Elevó el brazo para frotarse los ojos pero notó un peso sobre él. Miró hacia abajo y vio a Sakura abrazada a él, dormida profundamente. Su cabeza estaba completamente apoyada en su hombro y sus brazos lo rodeaban por la cintura.
Una sonrisa se dibujó en su rostro al verlo. Sakura se había movido durante la noche para abrazarle, lo que quería decir que ya se encontraba mejor.
Por suerte, el otro brazo lo tenía libre y consiguió frotarse un poco los ojos para despertarse por completo. Con cuidado de no despertar a la chica, le dio un suave beso en la cabeza.
Movió su brazo y le tocó la mejilla lentamente.
Quizá fueron cosquillas o tal vez el suave tacto de su mano que ya le era tan familiar, el caso es que Naruto fue testigo de como Sakura comenzaba a abrir los ojos lentamente.
Naruto apartó la mano rápidamente de su mejilla y la observó atentamente.
¿Qué era aquella sensación que ella conocía tan bien? Parecía que le tocaban la mejilla lentamente, con suavidad. Pero le era tan familiar...
Millones de sensaciones le vinieron al instante. Por un lado dolor; un fuerte dolor de cabeza. Podía sentir como si un tambor le estuviera embotando la cabeza y era horrible. Por otro lado, pudo oír un sonido que hacía mucho que no oía, pero que le era familiar. Un repiqueteo constante y rítmico por todas partes. Notó que estaba sobre algo mullido, tal vez una cama. ¿Pero que hacía ella en una cama? No recordaba nada en absoluto.
Abrió un ojo lentamente y con dificultad, pues le molestaba un poco la luz que había; luego abrió el otro, pero lo dejó entreabierto.
Se intentó mover, pero sintió que estaba abrazada a algo... o a alguien. Más consciente que antes, vio donde se encontraba.
Era el catre donde dormía Jiraya. ¿Cómo había llegado allí? Lo último que conseguía recordar era que e había peleado con Naruto por aquella estupidez y había salido corriendo hacía el interior del bosque. Luego se había perdido y... Oh, ya lo recordaba. Un dragón había empezado a atacarla y la había dejado para el arrastre. Pero estaba a punto de comérsela, de eso estaba segura.
Sin embargo estaba en la cabaña de nuevo.
Alzó la vista y pudo ver unos cálidos ojos azules que la observaban con preocupación. Echó un vistazo y vio que estaba abrazada a él.
- Na.. Naruto...- la garganta le dolía horrores y la notaba muy seca-. ¿Qué... ha pasado? ¿Cómo..cómo he llegado aquí? Lo último que recuerdo es...
- Shh.. no hables, Sakura. - le dijo con calma-. Acabas de recuperarte es normal que estés así.
Sakura no entendía nada de lo que había ocurrido. Necesitaba respuestas y rápido. Para empezar, ¿qué hacía abrazada a Naruto? Se suponía que estaban enfadados, pero él estaba ahí, a su lado.
Se separó de él, rompiendo el abrazo.
El joven se movió hasta ponerse de lado, a su altura y mirándola directamente a los ojos. Le sonrió. Con esa sonrisa tan cálida y especial que lo caracterizaba del resto.
- No sabes el miedo que he pasado, Sakura. - le dijo casi llorando-. Creía que te perdía. Y todo por esa estúpida pelea. Si no hubiera sido tan sumiso, habría corrido sin dudarlo tras de ti y podría haber evitado todo esto y... - tomó aire nervioso.
Sakura lo miró sorprendida. Después de todo lo que le había dicho, él se había desvivido por salvarla una vez más. Y se sentía culpable por lo ocurrido.
Se acercó a él y volvió a abrazarle. Podía oír su corazón que iba a un ritmo rápido y desenfrenado.
- No fue culpa tuya, Naruto. - le dijo contra su pecho. - Naruto pareció calmarse un poco-. La culpa fue mía, por ser una idiota y decirte todo aquello que...
- No, la culpa es mía, yo no quería decirte todo eso y mucho menos tratarte como lo hice, Sakura.
Sakura... ¿Qué había sido de Cerezo? Oh sí, ella le había dicho que no volviera a llamarla así. Menuda estúpida había resultado ser.
Levantó la cabeza y volvió a mirarlo a los ojos. Naruto se la quedó mirando también. Unas lágrimas empapaban su rostro por completo, dejando el azul de sus ojos con un brillo.
- Perdóname, Naruto. - le dijo al borde del llanto-. Solo quiero que lo hagas para olvidar todo esta tontería. Porque me he comportado como una tonta y tú no te lo mereces. Has demostrado con creces que lo que sientes por mí es sincero y... - se le quebró la voz- Y te dije aquellas palabras hirientes.
Naruto le secó una lágrima que le caía con la yema del dedo, con suavidad. Se acercó un poco más a ella, pudiendo tocar su nariz con la suya. Dejó su mano en la mejilla de la chica, acariciándola con suavidad ,como hacía unos minutos antes de que ella despertase.
- Claro que te perdono, Sakura. - le dijo con ternura-. Pero lo haré sí tú también lo haces. Perdóname por no haberte contado lo que pasó con aquellas chicas y con Hinata. -le rozó la nariz-. Perdóname por haberte contado la verdad de forma brusca, y por lo que te dije después...- Sakura le cogió la mano con la suya y cerró los ojos- Y déjame demostrarte que te amo de verdad.
- No tienes que demostrarme nada de eso. Y no tienes que hacerlo porque ya lo sé. - y le besó con suavidad en los labios.
Los labios de ambos estaban salados por aquellas lágrimas que habían derramado por el otro. Lágrimas de arrepentimiento, de sufrimiento, de perdón y sobre todo lágrimas de amor.
Volvieron a sentir aquella sensación que siempre les envolvían cuando estaban los dos juntos, sin complicaciones y sin estúpidas Hinatas que se interpusieran entre ellos.
- Naruto - dijo Sakura contra su boca.
- Dime, Sakura.
- No vuelvas a llamarme Sakura nunca más. Quiero volver a ser Cerezo... Tu Cerezo. - sonrió contra su boca.
Naruto sonrió, abrazándola con fuerza y besando su frente.
- No volveré a llamarte Sakura, porque tú eres mi Cerezo. - Sakura sonrió y enterró su cabeza en el pecho del joven.
----------------------------------------------------------------
¡Pues ya está el capítulo 11! A partir del próximo capítulo espero meter más acción. Este me ha quedado un poco soso y pasteloso
Aunque con el calor que hace no sé ni cuanto me llevará escribirlo, pero espero que no mucho
Espero vuestros comentarios. BYE!
Ean95- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Primer comentario! Ahorita lo éxito
belivexangel1- Sannin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Aww que bueno que ya se arreglo todo -entre ellos, claro esta- y por supuesto; que bueno que Sakura ya esta bien y definitivamente espero con ansias la acción -en cuestión; la continuación-.
¡Saludos!
¡Saludos!
Oni- Clan Seiryuu
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
hola de nuevo me gustaron mucho los capis ,espero que naruto ,jiraiya y tsudane logren derrotar al maldito de madara y a sasukemo .espero la conti ,tu fic es uno de mis favoritos.
sayonara¡¡¡¡¡
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sakura haruno- Clan Seiryuu
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Todo se arreglo, ambos admitieron sus respectivos errores y ahora estan igual o mejor que como estaban antes, ademas tienen a tsunade a su lado por cualquier problema que surga.
Ya aparecieron en un solo capitulo los nombres de itachi y del kyubi, sera interesante ver a esos dos, y mas aun si es que ellos se unen para acabar con madara y sasuke, por que el rey parece estar condenado.
Por alguna razon no puedo quitarme ese presentimiento de que todo se va a ir al demonio en cualquier momento, hay demasiadas "bombas" emocionales que de un momento a otro pueden explotar, supongo que eso sera un catalizador para algunos capitulos despues.
Un saludo, nos vemos.
Ya aparecieron en un solo capitulo los nombres de itachi y del kyubi, sera interesante ver a esos dos, y mas aun si es que ellos se unen para acabar con madara y sasuke, por que el rey parece estar condenado.
Por alguna razon no puedo quitarme ese presentimiento de que todo se va a ir al demonio en cualquier momento, hay demasiadas "bombas" emocionales que de un momento a otro pueden explotar, supongo que eso sera un catalizador para algunos capitulos despues.
Un saludo, nos vemos.
ShinseinaUzumaki- Chunnin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Hola, hola. Solo me pasaba por aquí para decir que no me he muerto ni nada; simplemente estoy estudiando como una loca porque en una semana tengo los exámenes T.T
En cuanto los acabe espero traeron el siguiente capítulo.
Gracias por vuestros comentarios
Nos vemos y perdonad la tardanza -.-
En cuanto los acabe espero traeron el siguiente capítulo.
Gracias por vuestros comentarios
Nos vemos y perdonad la tardanza -.-
Ean95- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
nueva lectora
me encanta tu finc
lo he leido todo de un sopeton
espero con ansias la cont.
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mairys-chan- Novato
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
- Capítulo 12:
- Hacía rato que había dejado de llover fuera y ahora solo había una suave brisa que mecía las hojas de los árboles escurriendo cada gota que había en ellas.
Dentro, en la cabaña, se respiraba un delicioso olor en el ambiente. El fuego de la chimenea estaba encendido y calentaba e iluminaba toda la habitación. Las paredes de madera tenían un suave tono dorado y luminoso.
En el catre estaba Sakura apoyada contra la ventana, envuelta en una enorme manta de piel y con una suave sonrisa en su rostro. A pesar de tener frío a causa de que aún tenía un poco de fiebre, estaba feliz al ver que estaba a salvo. A salvo y junto a Naruto, que no había dejado de cuidarla desde que había despertado hacía apenas un par de horas.
El joven estaba junto al fuego removiendo lo que parecía ser un caldo de verduras, que llenaba toda la habitación con su suave, apetitoso y delicioso olor.
De vez en cuando Naruto echaba una mirada a la joven apoyada en la ventana, mientras le dedicaba esa cálida sonrisa que tanto le caracterizaba.
Tras comprobar que se encontraba bien, volvía la vista a el caldo contento.
Cuando la joven lo había perdonado por su estupidez, sintió como si una enorme carga se hubiera desprendido de él. Ahora estaba contento por haber recuperado a la joven y así deseaba permanecer un buen tiempo.
"Al menos ha dejado de llover" pensó feliz.
Sirvió el caldo en un cuenco grande a rebosar y se acercó a Sakura hasta sentarse en el catre junto a ella. Ella le dedico una sonrisa e hizo ademán de quitarse la manta, pero Naruto negó con la cabeza. Ella enarcó una ceja.
- Yo te lo daré. - dijo con una leve sonrisa-.
- Naruto, no soy una niña pequeña. - se quejó ella divertida-.
- Tú tienes que conservar el calor, aún tienes un poco de fiebre y no quiero que empeores. - enterró la cuchara en el caldo hasta llenarla por completo-. Venga, abre la boca.
Sakura se dejo dar de comer a regañadientes al principio. Luego tenía que admitir que le resultó bastante tierno que Naruto le diese de comer. Además estaba riquísimo como siempre.
Cuando Sakura se acabó toda la comida, sintió una sensación reconfortante que hacía mucho que no sentía. Ese caldo la había llenado por completo y se sentía mucho mejor que antes.
Naruto dejó la cuchara y el cuenco vacío encima de la mesa y luego volvió a sentarse junto a Sakura.
La joven había dejado de temblar, señal de que el caldo le había sentado de maravilla, tal y como él pensó que pasaría.
- Ven aquí. - le dijo abriendo los brazos.
Sakura se acurrucó en su pecho y él la rodeó con sus brazos abrazándola por completo.
- ¿A qué ya no tienes frío?
- Me encuentro mucho mejor gracias a ti. - levantó la cabeza y le miró con sus verdes pupilas, que ahora volvían a tener ese brillo que poseían. - Gracias.
Naruto le acarició la mejilla sonriendo con dulzura antes de depositar un suave beso en su frente.
- Duerme un poco, Cerezo.
- ¿Cómo? ¿En tus brazos? - dijo ella divertida.
- ¿Y qué problema hay? - preguntó sin darle mucha importancia-. Si preguntas eso entenderé que no te gusta estar en mis brazos.
- ¿Qué? ¡No! Eso no es así, me encanta que me...
Naruto soltó una carcajada.
- Lo sé, lo sé. Solo era una pequeña broma, Cerezo. -dijo sin parar de reír.
Sakura le dio un pequeño pellizco en la mejilla con intención de que le doliese.
- Aaaa..aaaah.. - se quejó-. Para, Cerezo.
- Mira que llegas a ser idiota. - le soltó la mejilla y le dio un pequeño beso en ella. - ¿Te sigue doliendo? - preguntó divertida.
Naruto negó con la cabeza atrayendo su rostro más cerca de él.
- La mejilla ya no me duele, pero sí aquí. - señaló la otra mejilla.
Sakura sonrió y le besó la otra mejilla.
- Y aquí. - señaló su ceja. Sakura volvió a besarle sonriendo.
- Pero donde más me duele es aquí, Cerezo. - Sakura no dejo de reír mientras posaba sus labios sobre los del joven.
Naruto profundizó el beso al instante, la joven sacó los brazos de la manta y se los pasó al rubio por el cuello. Naruto la sentó a horcajadas sobre él sin dejar de besarla con ansia, ella no opuso resistencia y enredó sus dedos en su pelo.
No separaban sus lenguas, que se enredaban una y otra vez sin parar.
Si Sakura tenía antes calor, ahora sentía como si el infierno estuviera dentro de ella. El rubio, que la tenía agarrada por la cintura, subió hasta el cierre de su vestido y se lo bajó un poco. Pudo notar como algo se endurecía bajo su cintura.
Sakura pudo notarlo también, pero no le dio importancia, pues ella no quería que parase.
Despegó su boca de la de él y abrió los ojos, Naruto hizo lo mismo y se quedaron mirándose unos segundos antes de que el comenzase a besarla por el cuello lentamente. Sakura cerró los ojos rindiéndose ante la sensación.
Naruto le daba suaves mordiscos por todo el cuello con una delicadeza impresionante. Ella notó como se le endurecían los pezones mientras él dejaba un rastro por todo su cuello.
Naruto bajó el cierre del vestido por completo sin dejar de besarla por el cuello. Paró de nuevo, alzó la cabeza y miró a Sakura para estar seguro de que quería continuar con aquello.
La joven tiró de él por el cuello hasta que se tumbaron en el catre, él encima de ella. Podía notar el enorme bulto en sus pantalones.
Sakura agarró su camisa blanca y se la quitó por la cabeza mientras le daba un par de besos. Pudo contemplar el torso de Naruto, estaba lleno de cicatrices por todas partes. Algunas blancas ya casi inapreciables, pero otras se veían con mucha claridad.
Pasó sus manos por sus pectorales notando al tacto una enorme cicatriz apenas visible.
Naruto pudo ver que torció el gesto con pena. Atrapó sus labios con ansia, mientras le quitaba el vestido ya desabrochado. Sakura estaba completamente desnuda ante sus ojos.
De pronto sintió vergüenza de que Naruto la viera como había venido al mundo. Dejó de abrazar al rubio del cuello y se tapó los pechos, endurecidos por todo lo que había sentido, sin llegar a mirar al joven a la cara.
En su lugar se quedó mirando su torso desnudo.
Naruto sonrió de lado divertido. Pasó sus brazos por la espalda de la chica y la atrajo hacía él abrazándola.
- Cerezo, no pasa nada si no quieres continuar con esto. - le susurró con ternura en su oído-. Te quiero y...
Sakura le selló lo labios con un intenso beso.
- No. No quiero que paremos, Naruto. - le dijo contra su boca sin abrir los ojos-. Hazme tuya en este mismo instante.
Sakura descruzó los brazos de su pecho y los pasó por el cuello del rubio de nuevo, pegando más su pecho desnudo a él. Naruto pudo sentir sus pechos contra el suyo. Hacía tanto que no disfrutaba de aquella sensación, que ya ni la recordaba.
Volvió a tumbar a Sakura con delicadeza en el catre y comenzó a besarla comenzando por sus labios y así fue bajando lentamente, dejando una hilera de besos por su cuello, sus pechos y su vientre.
- Cerezo, eres preciosa. - le dijo sonriendo embelesado.
- No me digas esas cosas, Naruto. - desvió la mirada nerviosa.
Naruto la hizo mirarle directamente a los ojos tomándola por las mejillas.
- Te digo la verdad... - empezó besarla por toda la cara. Sakura soltó una enorme carcajada. - mi Cerezo.
Naruto le acarició un pecho con la mano; Sakura soltó un gemido. Naruto sonrió y comenzó a lamerlo con delicadeza. Sakura notó de nuevo aquel calor envolviéndola por todo el cuerpo.
Naruto le mordió el pezón con ansia, provocando que ella soltara un enorme gemido. Sonrió y subió hasta su boca dejando una huella de besos por el camino.
La atrapó con hambre. Sakura le correspondió de la misma forma. Se exploraban las bocas como nunca. Sakura llevó sus manos a su espalda, acariciándola al ritmo de aquellos besos.
Naruto bajó sus manos hasta su entrepierna y acarició su sexo. Pudo notar como Sakura se encogía un poco ante aquello. Era algo nuevo para ella.
Dejó de besarla y la miró divertido.
- No has sido tocada por ningún hombre antes, ¿cierto Cerezo? - preguntó.
- Jamás. - contestó ella pasando una mano por su mejilla.
- Eso quiere decir que soy el primero. - sonrió-. Aunque tratándose de una princesa no es tan raro. - acarició su nariz con la suya.
Naruto volvió a contemplar el cuerpo de Sakura y notó que ya no aguantaría mucho más. Su miembro deseaba salir. O lo sacaba él o saldría solo.
Se llevó las manos a la cintura deshaciéndose de la última prenda que le quedaba puesta.
Sakura pudo contemplar a Naruto completamente desnuda y se sintió algo fuera de lugar. Jamás había visto a un hombre desnudo. Naruto estaba bien dotado y no era de extrañar que todas las muchachas del pueblo fueran a por él.
Naruto apoyó los brazos a ambos lados de ella y le sonrió con ternura, tranquilizándola.
- Tranquila, Cerezo. - le dio una pequeño beso en la frente-. Seré muy cuidadoso, no te haré daño.
- Confío en ti. - le susurró cerrando los ojos.
Naruto la besó de nuevo, tranquilo, con calma y con delicadeza. Se movió situándose a la entrada del sexo de la joven, que separó las piernas.
Ambos sexos se rozaron un instante. Sakura se movió un poco nerviosa de nuevo. Naruto la calmó acariciando su mejilla.
El joven sabía que ella estaba muy nerviosa al ser la primera vez con un hombre. No por menos era un princesa y había sido educada para entregarse a su futuro esposo en la noche de bodas. Pero ahora las cosas habían cambiado, ella ya no era una princesa y podía hacer cuanto quisiera.
Naruto la embistió con toda la delicadeza que pudo. Sakura soltó un pequeño grito ahogado.
- Cerezo, lo siento. ¿Te he hecho daño? - preguntó preocupado.
- No ha sido nada. por favor continua. - Naruto pudo notar como se aguantaba las lágrimas.
Le acarició la mejilla con suavidad.
- Intenta relajarte, Cerezo. - la besó de nuevo y empezó a moverse lentamente dentro de ella.
Sakura poco a poco empezó a sentirse más a gusto y apenas notó el dolor del principio. Naruto tenía muchísimo cuidado de no hacerle daño y lo estaba consiguiendo.
Al momento notó como cada vez la embestía más rápido. Sakura enterró sus uñas en la espalda del rubio, estaba disfrutando en ese momento de todo aquello.
- Cerezo... ¿te sigue... doliendo?
- No... aah... más rápido, Na..ruto.- contestó entre jadeos.
Naruto la embistió más rápido, tal y como ella lo había pedido. Enterró su cabeza en el cuello de ella mientras seguía sin perder el ritmo. Sakura cerró los ojos disfrutando de aquella sensación nueva para ella y sin darse cuenta empezó a moverse con Naruto. Enterró sus manos en su pelo revolviéndolo.
Ambos notaron como llegaban al climax de todo aquello. Naruto intentó separarse de Sakura, pero ella enrolló sus piernas en su cintura.
- Cerezo, ¿qué...? - preguntó levantando la cabeza y mirándola a los ojos.
- No salgas, Naruto.
- Pero no quiero dejarte embarazada y... - Sakura le dio un breve beso.
- Me da igual, te amo.
Naruto cerró los ojos y dio un par de embestidas antes de llegar al orgasmo. Sakura pudo notar como se llenaba de él por completo.
Naruto salió de ella y le besó la frente antes de tumbarse a su lado en el catre. Sakura giró la cabeza para mirarle, sonriendo. En sus mejillas había un suave color rosado que hacía juego con su pelo, contrastando con su blanca piel a la perfección.
- Eres preciosa, Cerezo. - la abrazó. - Y jamás me cansaré de decírtelo. - los tapó a ambos con la manta.
- Si me lo dices tú, yo no me cansaré nunca de escucharlo.
Ella se apoyó en su pecho desnudo, apoyando una mano sobre él. Notó de nuevo la cicatriz apenas visible que había percibido cuando él se había quitado la camisa.
- Naruto.
- Dime, Cerezo. - dijo mirándola.
- ¿Cómo te hiciste todas estas cicatrices?
Naruto suspiró.
- El bosque no es precisamente tranquilo y seguro, como ya sabes. - Sakura cerró los ojos asintiendo mientras recordaba al dragón. - Me las he tenido que ver con toda clase de criaturas desde que llegué aquí. - se le quebró un poco la voz.
Sakura le miró a los ojos. En ellos había un brillo de nostalgia. ¿En qué pensaba?
Lo vio parpadear un segundo y entonces aquel brillo de nostalgia desapareció.
- Esta que puedes notar - la guió por su pecho para que tocara la cicatriz que no era visible.- Esa es la peor de todas. Me la hizo una mantícora a los 13 años y lo peor es que yo tuve toda la culpa. - dijo con falsa modestia.
- ¿ Qué es una mantícora? - preguntó Sakura curiosa.
Naruto se mordió el labio antes de contestar.
- Es la peor de las cosas con las que una persona se puede topar. Una mantícora es una quimera. - Sakura le miró sin comprender. Naruto suspiró. - Por la expresión de tu cara que ignoras lo qué es una quimera también. Es un bichejo con cuerpo de león y con muchas cabezas, normalmente son tres. Una mantícora, sin embargo, es mucho peor. - prosiguió el joven-. Una mantícora tiene una cabeza humana, el cuerpo de león y la cola de un dragón o un escorpión; por lo que puede disparar púas venenosas.
Sakura dejó escapar un suspiro de terror ante la imagen de tal bestia.
- Una mantícora me atacó cuando tenía trece años, por culpa de mi tozudez. - dijo sombrío.- Jiraya me dijo que no fuera a buscar a tal criatura, que no podría con ella. Pero... ah, tonto de mi, no le obedecí y me escapé aquella noche. Me interné en el bosque y llegué hasta el corazón del mismo, la peor de todas. - Sakura le agarró la mano. - Fueron apenas unos segundos, la mantícora me encontró y me lanzó una de sus púas y me caí al suelo. Lo último que recuerdo es como se abalanzaba hacia mi y notar un desgarro a la altura en el pecho.
- ¿Y luego qué pasó? - preguntó Sakura preocupada metida en la historia.
- Que Jiraya me había salvado de aquella quimera y me había traído aquí. - contestó calmado. - Me curó una enorme herida que tenía en el pecho con ayuda de Tsunade, ya sabes, la mujer que te ha salvado a ti. - La joven asintió. - Me quedó una enorme cicatriz que solo es visible con la luz natural, pero que no es invisible al tacto. - Sakura le besó el pecho en el lugar de la cicatriz. - La bronca de Jiraya y Tsunade no es agradable contarla. - dijo en una carcajada. - Fue ese el día que conocía a la vieja... Supongo que no estoy solo. - suspiró.
Sakura le abrazó con fuerza. Él la estrechó de la misma forma contra su pecho.
- Naruto, no estás solo, nunca lo has estado. - le dijo ella. - Tuviste a tus padres, luego has tenido a Jiraya que te ha cuidado como a su nieto... Tsunade también ha estado contigo y.. y yo también. - Naruto sonrió ante aquellas palabras-. Así que no digas que estás solo o que alguna vez lo has estado.
Naruto le besó la cabeza, mientras le apastaba los mechones de la cara.
- Te amo, Cerezo. - le dijo en un susurro.
- Ya lo sé, yo te amo muchísimo también mi bobo. - cerró los ojos. - Ahora, déjame dormir un rato, estoy algo cansada aún.
Naruto volvió a besarle la cabeza sonriendo feliz. Amaba a Sakura como nunca. Se habían entregado el uno al otro a pesar de toda aquella pelea y ahora estaban ambos, abrazados y desnudos en el catre de Jiraya. "Será mejor que no sepa nada" pensó conteniendo una risotada.
Con Sakura se había sentido completamente distinto que con Hinata. Con Hinata había pasados grandes momentos, los mejores en la cama, pero Sakura... Con Sakura había hecho el amor. Amaba a esa chica como no había amado a ninguna otra y ahora sí que no tenía duda de aquello.
Contempló el rostro de la joven en su pecho. Respiraba tranquila, abrazada a él. En su rostro había una sonrisa cálida de felicidad. Era tan hermosa y radiante a pesar de la poca luz que había.
Oyó como comenzaba a llover de nuevo. Tsunade no tardaría en volver a la cabaña. Llevaba horas fuera y eso no era extraño, pero tras lo acontecido sí.
Una idea macabra le pasó por la cabeza. ¿Qué hubiera pasado si Tsunade hubiera entrado cuando lo estaban haciendo? Hubiera sido todo menos vergonzoso.
Sonrió. Por suerte Tsunade tardaría en llegar aún. Dormiría un rato junto a Sakura.
El sonido de la lluvia le relajó de tal forma que en apenas unos minutos ya estaba completamente dormido.
¡Bueno, pues he regresado! Os comunico que he aprobado y oficialmente ya tengo el bachillerato Ahora debo hacer selectividad, ¡pero nada me detendrá!
Ahora hablando del capítulo. Dije que habría acción jejejeje Espero que no me haya quedado muy mal, es mi primer lemon
Si os ha gustado hacédmelo saber en los comentarios al capítulo como espero que hagáis e.e
Me alegra que te haya gustado Mayris-chan Bienvenida a mi pequeña historieta jajaja
Sin nada más que decir, me despido. Bye
Ean95- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Perdona por no comentar en la anterior debes castigarme xD!
Estuvo muy lindo el Lemon muy tierno, para ser tu primera vez estuvo exelente.
Me alegra que se hayan a reglado las cosas y que se sigan amando! Como amo este fic <3
Pero aún tengo dudas muchísimas!
Pues me alegro que hayas pasado! Eso es genial!
Y tambien espero sigas con la conti!
Te dejo por que se supone que estoy castigada xD
Estuvo muy lindo el Lemon muy tierno, para ser tu primera vez estuvo exelente.
Me alegra que se hayan a reglado las cosas y que se sigan amando! Como amo este fic <3
Pero aún tengo dudas muchísimas!
Pues me alegro que hayas pasado! Eso es genial!
Y tambien espero sigas con la conti!
Te dejo por que se supone que estoy castigada xD
belivexangel1- Sannin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Vaya, no tengo palabras para explicar, bueno en realidad sí...
Primeramente, que buen regreso, mira que dejarnos leer su primera entrega estuvo muy bien sin embargo yo al menos comprendi que por primera vez no es lo más importante netre ellos y eso me dejo como que sí y no, es decir, está muy bien que piensen así -sí esa ha sido tu idea a transmitir- pero y sino... no me digas que no.
Bueno, como sea, igual y espero la continuación con ansias.
¡Saludos!
Primeramente, que buen regreso, mira que dejarnos leer su primera entrega estuvo muy bien sin embargo yo al menos comprendi que por primera vez no es lo más importante netre ellos y eso me dejo como que sí y no, es decir, está muy bien que piensen así -sí esa ha sido tu idea a transmitir- pero y sino... no me digas que no.
Bueno, como sea, igual y espero la continuación con ansias.
¡Saludos!
Oni- Clan Seiryuu
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Bien, bien, bien.
No tengo mucho que decir, todo esta muy bien con naruto y sakura, vamos, esta tan bien que poco les importo que tsunade los atrapara en la movida, supongo que esto y la futura muerte del rey, ya hace oficial el hecho de que a sasuke le dejo de importar sakura y esta ya le dejo de interesar cualquier tipo de tregua con su padre, sasuke ya tiene el reino sus pies (o a los pies de madara, segun se vea) y sakura ya tiene a un chico que la quiere y valora por como es, ademas es un principe (literalmente).
Pero aun esta el maldito asunto de la venganza de naruto, por que sino fuera poe eso, estoy completamente seguro de que a naruto le valdria un bledo cualquier cosa y se largaria junto con sakura a otra parte del mundo, pero naruto no se rinde nunca, asi que veremos proximamente un encuentro entre los uchihas y los spbrevivientes del antiguo reino.
Espero que sakura no se haga una estupidez cuando sepa de la muerte de su padre y ojala naruto la sepa cuidar y controlar, que a este paso.....
Un saludo, nos vemos.
No tengo mucho que decir, todo esta muy bien con naruto y sakura, vamos, esta tan bien que poco les importo que tsunade los atrapara en la movida, supongo que esto y la futura muerte del rey, ya hace oficial el hecho de que a sasuke le dejo de importar sakura y esta ya le dejo de interesar cualquier tipo de tregua con su padre, sasuke ya tiene el reino sus pies (o a los pies de madara, segun se vea) y sakura ya tiene a un chico que la quiere y valora por como es, ademas es un principe (literalmente).
Pero aun esta el maldito asunto de la venganza de naruto, por que sino fuera poe eso, estoy completamente seguro de que a naruto le valdria un bledo cualquier cosa y se largaria junto con sakura a otra parte del mundo, pero naruto no se rinde nunca, asi que veremos proximamente un encuentro entre los uchihas y los spbrevivientes del antiguo reino.
Espero que sakura no se haga una estupidez cuando sepa de la muerte de su padre y ojala naruto la sepa cuidar y controlar, que a este paso.....
Un saludo, nos vemos.
ShinseinaUzumaki- Chunnin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
- Capítulo 13 (1/2):
- Jiraya apartó una enorme rama que bloqueaba el camino, antes de pararse y beber un buen trago de agua.
Aquel día había llovido, retrasando por completo su paso, pero había conseguido apresurar algo en cuanto había parado. Esa lluvia también le había proporcionado aquel agua tan fresca que ahora estaba bebiendo.
Se limpió un poco la boca con el puño de la túnica y guardó la cantimplora en su enorme bolsa de tela.
Estaba bastante cansado tras días sin dejar de caminar. Hubiera sido más fácil aparecer directamente en su destino, pero sabía que era muy peligroso hacerlo. Iba a ver al kyubi y no es que tuviera buena fama. Él era un demonio y no era aconsejable hacerle enfadar. Y ese tipo se enfadaba con facilidad.
Continuó caminando durante un par de horas más hasta que se detuvo junto a un par de enormes árboles. Había oído un extraño sonido entre los arbustos. Debía andarse con ojo, pues se encontraba en la parte más peligrosa del bosque. No se había cruzado con ninguna de aquellas bestias, pues no podían llamarse de otra forma.
Disimuladamente, concentró energía en su mano hasta formar una perfecta esfera de color amarillo. Dio un par de pasos para asegurarse de que no habían sido imaginaciones suyas.
Volvió a escucharlo de nuevo. No había duda, algo lo acechaba y parecía hambriento.
Jiraya se detuvo, aún con la bola de energía en la mano, hizo como si se le hubiera caído algo, y se agachó.
En ese instante una enorme quimera salió de el lugar donde se ocultaba, saltando hacía Jiraya.
Él se giró con rapidez y enterró la bola en el pecho de la quimera, que cayó un par de pasos junto a él.
- Hoy no es el día en que me convierto en la cena de un bichejo como tú. - dijo al cadáver con burla.
Echó una última mirada a la quimera para asegurarse de que estaba muerta y que no volvería a levantarse, antes de desaparecer de aquel lugar para perderse entre laa vegetación.
---------------------------------------------------------------
Tsunade acababa de regresar a la cabaña. Había sido una mañana muy productiva a pesar de la lluvia. Ahora tenía plantas medicinales para al menos un año.
Debía reconocer que hubiera tardado menos de no ser por la dichosa lluvia, pues esta la había dejado aislada al crecer un poco el curso del río. Había tenido que esperar un par de horas a que decreciera para poder cruzar y regresar sobre sus pasos.
Al menos le había cundido al poder coger tantas plantas y de eso no había duda.
Abrió la puerta de la cabaña y le llegó un olor a comida que le despertó el estómago. Había comido en el bosque, pero un puñado de bayas no llenan como un buen caldo. Y a caldo era a lo que olía precisamente.
Echó un rápido vistazo y vio a Naruto sentado a la mesa comiendo un enorme plato de aquel caldo que olía tan bien. Sakura estaba a su lado, con una manta enrollada por todo el cuerpo y sonriendo.
Ambos se percataron de la presencia de la mujer y pararon de hablar entre ellos. Naruto le dedicó una sonrisa a Tsunade.
- Vieja, ya has llegado. - dijo contento-. Pensaba salir a buscarte de haber tardado solo un poco más.
¿Vieja? Se dijo Sakura. Echó un rápido vistazo a la mujer que estaba allí plantada y no le dio la impresión de que fuese una vieja; todo lo contrario, en realidad. Tenía una piel muy estirada y apenas se podía visualizar arruga alguna en su rostro. Su pelo, rubio y recogido en una trenza de espiga, descansaba sobre su hombro algo húmedo. Y no parecía poseer el cuerpo de una vieja en absoluto, pues no estaba mal proporcionada, poseyendo unas curvas envidiables.
- Ya te he dicho que no me llames así, Naruto. - se podía apreciar un tono severo en su voz-. Puede que tenga más años de los que aparento, pero no te consiento que me llames vieja. Y ya lo sabes-. lo fulminó con la mirada.
Naruto soltó una carcajada y se levantó de la banqueta en la que estaba sentado. Se acercó a Tsunade y le dio un pequeño beso en la mejilla.
- Lo siento... abuela. - Tsunade casi lo coge por el cuello, pero él logró escabullirse justo a tiempo.
- Maldito jovenzuelo. - bufó.
Sakura no pudo evitar reír ante aquella escena. Tsunade y Naruto la miraron divertidos. La joven no paraba de reír a carcajadas.
- Bueno, si no me equivoco, tú debes de ser Sakura.- Dijo Tsunade acercándose a ella y tendiéndole la mano-. Soy Tsunade, aunque seguro que este idiota te ha hablado ya de mí. - le sonrió amistosa.
Sakura le estrechó la mano y le devolvió la sonrisa.
- Por supuesto que Naruto me ha hablado de ti, de no ser por ti, ¿quién sabe qué habría sido de mi? Muchas gracias por lo que hiciste, de verdad.
- No hay porqué darlas, muchacha. - dijo quitándole importancia-. Sé lo importante que eres para Naruto y además no podía dejar que murieses.
Sakura volvió a sonreirle, agradecida por sus palabras y por lo que había hecho por ella.
Naruto caminó hasta el caldero que había en la chimenea y echó una buena cantidad de caldo en un plato. Se lo tendió a Tsunade que lo cogió agradecida. Se sentó a la mesa junto a Sakura que estaba apoyada con los brazos cruzados.
- Espero que te guste, Tsunade. - le guiñó un ojo.
-Tranquilo Naruto, seguro que me gusta. - hundió la cuchara en el caldo-. Nada más entrar ya olía de maravilla, el sabor debe ser exquisito. - Se metió una cucharada en la boca.
Naruto la observó con detenimiento. En la cara de Tsunade se dibujó un sonrisa de satisfacción. Cerró los ojos y tragó lentamente. A continuación se relamió los labios y sonrió.
- Lo que pensaba, ¡está delicioso, Naruto! - exclamó mientras engullía otra buena cucharada-. Te felicito, muchacho. Debes tener a Jiraya contento.
Naruto bajó la cabeza. Con todo lo de Sakura ya se había olvidado del viejo. Hacía días que se había marchado al corazón del bosque y no estaba tranquilo. Sabía que no tenía porqué estar preocupado, pero aún así...
Tsunade notó el rostro ensombrecido del joven y le puso una mano en el hombro. Él la miró y ella le dedicó una pequeña sonrisa reconfortante.
- No te preocupes, él sabe cuidarse solo. Y ya sabes que es muy fuerte.
- Eso lo sé, Tsunade... - se pasó una mano por el pelo revolviéndolo-. Lo que me preocupa es... bueno - titubeó-. Kyuubi.
Sakura no entendían sobre que hablaban. ¿Kyuubi? No le sonaba de nada aquella palabra. ¿Sería otra alimaña del bosque? Por el nombre intuí que sí. Quizá debía preguntar... o no. Lo cierto es que no sabía si hacerlo o no. Aunque Naruto parecía preocupado por Jiraya, por lo que sí que era una alimaña del bosque.
- Jiraya sabe lo que hace y no le pasará nada en absoluto. Volverá entero de allí y tú no tendrás que preocuparte. - Tsunade seguía alentándolo con aquellas palabras.
-Gracias, Tsunade. - le sonrió mostrando todos los dientes.
Tsunade siguió comiendo con una sonrisa. Naruto y Sakura se levantaron de allí y salieron afuera, dejándola a solas con su caldo.
--------------------------------------------------------------
Jiraya soltó un enorme suspiro al ver la entrada a la caverna. Lo había conseguido, estaba en la morada de Kyuubi.
Caminó acortando la poca distancia que lo separaba de su interior y entró en ella. Apenas había luz, así que creó una bola de fuego para poder situarse.
A medida que avanzaba por aquella caverna, el aire se hacía más pesado y un fuerte olor a putrefacción se hacía más fuerte en el ambiente. Las paredes tenían un color marrón y parecían ser manchas. Era sangre seca. Y posiblemente el fuerte olor no sería otra cosa que cualquier animal muerto presa del monstruo que en aquella caverna habitaba.
El camino comenzó a volverse más empinado y Jiraya tenía que agarrarse a aquellas paredes para no perder el equilibrio.
- Lo gracioso va a ser subir luego. - dijo para sí.
- GRRRRRR...
Un poderoso rugido sonó en toda la caverna, haciendo eco por todas partes. Jiraya intuyó que estaba cerca por la cercanía con la que lo había oído.
Apresuró el paso todo cuanto pudo mientras seguía agarrándose a las paredes.
Se detuvo en el último segundo. Ya estaba, Kyuubi se encontraba al otro lado de aquella enorme apertura en la pared, esperándolo. Pues no había duda de que ya sabía que él estaba allí.
- ¡MUESSTRATE! - exclamó una potente voz.
Jiraya no había dudado de que Kyuubi ya supiera que estaba allí. Por eso, avanzó sin temor atravesando la apertura de la pared de la cueva y lo avistó.
Estaba sentado apoyando sus cuartos traseros en el frío suelo de piedra. Las zarpas traseras estaban manchadas de sangre que sintonizaba a la perfección con el color naranja de su pelaje. Sus nueve colas se movían lentamente creando pequeños remolinos de aire en la pequeña estancia.
En su rostro, se podían ver dos pupilas rojas como la sangre y de sus fauces, cerradas y llenas de sangre, unos enormes colmillos en el mismo tono rojizo.
Ante él había un enorme zorro de aspecto temible cubierto de sangre y restos de algún animal muerto.
Pero sin duda lo que más impresionaba era el hueco que poseía en su frente donde se encontraba un tercer ojos, que en aquellos momentos mantenía cerrado.
- Om, Jiraya... - dijo con una voz potente y terrorífica-. Imaginé que tarde o temprano aparecerías por mi casa. Aunque podrías haber llegado algo más tarde, has interrumpido mi almuerzo. - soltó un gruñido.
- Disculpa que te haya molestado, pero era urgente que viniera. Aunque tú ya sabes a que vengo, por supuesto-. enarcó una ceja.
El kyuubi arrojó los restos de su "comida" lejos y se limpió la boca con una de sus zarpas. Se levantó y a continuación estiró las patas.
- Por supuesto que lo sé. - dijo en un bostezo-. Quieres acabar con Madara y yo tengo las respuestas que buscas. - Se tumbó de lado apoyando su cabeza en uno de sus brazos.
- Exactamente. ¿Me darás respuestas? - preguntó nervioso-.
El Kyubbi, que había cerrado los ojos cansado, los abrió todos; inclusive el de la frente. Jiraya sonrió por dentro. Si había abierto ese ojo significaba que le daría respuestas.
- Tienes suerte de haberme encontrado de buen humor hoy, Jiraya. - Cerró los dos ojos manteniendo únicamente abierto el de la frente.
Jiraya se sentó en el suelo de la cueva, pues sabía que debía esperar unos minutos para que el enorme zorro se concentrase.
Mientras esperaba echó un vistazo a la pequeña estancia de piedra. En los techos había millones de estalactitas de un suave color verde y otras en un tono violeta muy fuerte. Al menos eso compensaba que las paredes estuviesen llenas de sangre y el asqueroso hedor que había en el ambiente.
- Jiraya. - el Kyuubi había cerrado el ojo de su frente y volvía a tener aquellas pupilas rojas abiertas-. Está escrito en el destino, para derrotar a Madara se necesita un poder muy grande; para derrotarle se debe cumplir esta profecía: "cuando el cielo y la tierra se unan Madara será destronado."
- ¿Qué? - preguntó algo confuso. - ¿No puedes decirme algo más? Eso es demasiado ambiguo, Kyuubi.
El Kyuubi se tumbó boca arriba y cruzó sus patas delanteras, luego dio un enorme bostezo.
- No te pongas pesado, Jiraya. Es todo lo que mi ojo ha visto. - cerró los ojos-. Y es todo lo que puedo decirte, pues no sé nada más. Ahora lárgate de aquí, quiero echarme una siesta.
- Pero...
- En serio, Jiraya. - interrumpió algo enfadado-. Si supiera algo más te lo diría, pero no lo sé. Ahora tú debes buscar al cielo y a la tierra de los que habla la profecía. - dijo más calmado-.
Jiraya asintió con la cabeza y dio la vuelta para volver sobre sus pasos. Mientras caminaba no podía parar de repetir las palabras del Kyuubi en su cabeza, tratando de llegar a alguna conjetura o idea que pudiera serle útil.
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Sasuke avanzaba por los pasillos del enorme castillo, que dentro de poco sería todo suyo, casi en una carrera. Acaba de recibir un mensaje del Rey mientras desayunaba. Quería verle cuanto antes en sus aposentos y al parecer con urgencia.
Había pasado una semana desde que había empezado a darle aquel veneno al Rey, y tal como dijo su tío, había empeorado muy deprisa. A los dos días ni siquiera podía levantarse de la cama por unos fuertes dolores abdominales y una potente tos sanguinolenta. A los cinco días presentaba un color blanco y amarillento a la vez.
Su tío le había dicho antes de regresar a Aquo todos los síntomas que presentaría el monarca y, por como estaba la última vez que lo había visitado, no le quedaban más de un par de días.
Llegó a la enorme puerta que conducía a los aposentos reales. Esta estaba custodiada por dos guardias que apartaron sus lanzas ylo dejaron pasar nada más verlo aparecer.
Sasuke entró a la enorme estancia y caminó hasta la inmensa cama, donde el Rey, yacía más pálido que nunca. Tenía los ojos cerrados y bajo ellos un par de enormes ojeras en un tono morado. Respiraba con dificultad y parecía temblar.
Junto a su cama había un hombre de mediana edad, de estatura media y con una espesa barba de color blanco. Tenía una mirada cansada y triste. Sin duda era por el Rey. Sasuke evitó mirarle por más rato, le estaba poniendo nervioso.
- ¿Majestad? - tocó el rostro del Rey que abrió un poco los ojos, dejándolos entrecerrados.
- Sa.. Sasuke... Me ale... gra que hayas po...dido venir tan... deprisa... aah. - volvió a cerrar los ojos con mucho dolor. - Perdona... que ni siquie...ra te mire...., pero me... duelen dema.. siado los ojos.
- No os preocupéis, majestad. Decidme, ¿para qué me requeríais con tanta urgencia?
- No me que...da mucho.. y quiero...de... jar hecho mi... testamento... - levantó un brazo con dificultad y señaló al hombre-. Él se... encarga... rá de todo... Tú serás... el testigo...
Sasuke asintió tragando saliva. Su testamento, eso quería decir que era consciente de que iba a morir en breve. Y eso también sgnificaba que pronto él sería el heredero legítimo y por lo tanto el nuevo Rey de Itemwer.
- Yo, Kizashi... Rey de... Itenwer... decreto por la... presente que... Sasuke Uchiha es el... legítimo heredero. Por lo que... tras mi muerte... todos mis bienes... y mis tierras... así como la corona... le pertenecerán a... él. - calló cogiendo aire.
- Muy bien Majestad, - dijo el hombre de la barba-. ahora solo necesito que lo firméis y que también lo haga el joven Sasuke.
El Rey volvió a alzar la mano con dificultad y agarró la pluma que le tendía. Abrió los ojos buscando el pergamino para poder firmarlo, y así lo hizo. A pesar de que le temblaba el pulso, consiguió realizar una firma lo suficiente satisfactoria.
- Ahora es vuestro turno, Sasuke. - le dijo tendiéndole el pergamino para que firmase- . Firmad aquí. - señaló un pequeño hueco junto a la firma del Rey.
Sasuke cogió la pluma y la mojó en el tintero. A continuación firmó con mucha seguridad donde le había indicado.
- Os doy la enhorabuena, señor. Sois oficialmente ante la ley, el heredero legítimo al trono. - hizo una breve reverencia. Luego echó un vistazo al Rey. - Será mejor que lo dejemos descansar.
Sasuke lo siguió hasta la salida de la alcoba con una sonrisa macabra en su rostro. Había logrado lo que se proponía, pronto sería el Rey y nada ni nadie podría evitarlo.
Llegó a su alcoba y decidió escribirle a Madara cuanto antes para que estuviear enterado de todo. Su tío se había marchado dos días al ver que podría arreglárselas sin él por allí, algo que a Sasuke le llenó de orgullo. Podía contar con los dedos de una mano las veces que su tío había puesto toda su confianza en él y eso no era muy alentador. Al menos estaba en mejor posición que su hermano Itachi.
Cogió papel y lápiz y se dispuso a darle el informe detallado de la situación a su tío.
Queridísimo Tío,
Las cosas van tal como estaba planeado, a "su alteza" no le quedan más de tres días en este mundo. Ya presenta un aspecto lamentable, con un color y un olor repulsivos. Los ataques de tos sanguinolentas no han hecho más que empeorar desde que te marchaste de aquí, tiene unas fiebres tan altas que, incluso los cocineros podrían cocinar en su cuerpo.
Debido a todo esto, El Rey ya sospecha que no le queda apenas aliento, por lo que hoy me ha hecho llamar a su alcoba y he firmado ante un notario su testamento como heredero oficial del Reino de Itenwer.
Está hecho, Tío, el Reino es todo nuestro. En cuanto El Rey muera, te enviaré una misiva urgente. En cuanto a La Reina, no sospecha nada, pero está demasiado atenta a cada uno de mis movimientos desde hace un par de días. Creo que sospecha de mi. Tal vez me viera echarle el veneno al Rey, pero es algo imposible.
Se despide:
Tu sobrino, Sasuke
Sasuke enrolló la carta y la ató en un cordel. Se levantó de la silla donde estaba y caminó hasta la ventana, abriéndola y asomando la cabeza. Llevó dos dedos a su boca y los situó bajo la lengua; a continuación sopló emitiendo un silbido.
Un halcón se acercó volando a toda velocidad a la ventana, posándose en el brazo extendido del joven. Sasuke ató la carta a la pata izquierda del ave.
- Lleva esto a Madara inmediatamente. - le dijo al halcón que alzó el vuelo al instante-.
Sasuke lo vió alejarse hacia su destino con una sonrisa de triunfo en su rostro.
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Naruto metió unos cuantos frascos en su zurrón y lo cerró. Se disponía a ir a la aldea a vender unos cuantos para ganarse algunas monedas. Andaban escasos de fondos desde que Jiraya se había marchado hacía ya una semana. Por suerte Tsunade había preparado unos cuantos de los perfumes que el viejo solía preparar y que vendía en la aldea.
Se puso su capa, que estaba colgada en la pared, y se colgó el zurrón al hombro.
e disponía a salir por la puerta cuando recordó que no había cogido su arco.
Retiró la cortina, que separaba ambas habitaciones y entró a la pequeña estancia. Su arco estaba apoyado en la pared bajo la ventana.
Lo cogió y salió de la pequeña habitación justo cuando Sakura estaba entrando en la cabaña. Volvía a vestir las ropas masculinas y llevaba el cabello recogido en una coleta alta. Llevaba un montón de ropa en un cesto de mimbre, al parecer había estado en el río lavándola porque estaba algo mojada.
Sakura observó al joven, que por sus ropajes iba a salir. Tenía el pelo húmedo, por lo que acababa de asearse.
- ¿Vas a algún sitio, Naruto? - le preguntó seria.
- A la aldea. - contestó calmado-. Le pedía a Tsunade que preparase alguno perfumes antes de marcharse.
Sakura dejó el cesto encima de la mesa.
- Pues espérame, voy contigo. - Caminó hacia el armario. Narutó se puso serio de repente.
- Ni hablar, Cerezo. Aún no te has recuperado del todo...
- Oh, vamos, Naruto. - sacó su espada sin mirarle-. Han pasado cinco días desde que me desperté, estoy perfectamente. - se dio la vuelta mirándole y abrió los brazos-. Además Tsunade me lo dijo antes de marcharse. - Se ajustó la espada a la cintura-. "Sakura,, creo que ya no corres peligro. Estás sanísima, pero no hagas muchos esfuerzos."
- Exacto, Cerezo. - se quejó el joven-. No hagas muchos esfuerzos, eso te dijo la vieja. Así que tú te quedas aquí. - se cruzó de brazos.
Sakura acortó la poca distancia que los separaba y miró desafiante, pero divertida al rubio.
- No te oí quejarte de mi salud anoche. - le dijo guiñándole un ojo.
Naruto abrió la boca y emitió un pequeño sonido como si fuese a hablar, pero al final no dijo nada.
Resopló resignado.
- Tú ganas. Venga, vámonos.
Sakura no pudo evitar enarcar una sonrisa triunfal. Luego se colgó del cuello de Naruto, que la tomó por la cintura. Ella se acercó a su oreja y le susurró:
- Además, ¿de verdad crees que voy a dejar que se te acerqué Hinata otra vez? - le dio un ardiente beso que dejó sin aliento a Naruto-. Eres mío, principito.
Naruto no pudo evitar soltar una carcajada.
- Todo vuestro, mi princesa. - la alzó y la besó antes de volver a dejarla en el suelo-. Y ahora vámonos antes de que se nos haga más tarde.
Un par de horas más tarde llegaron ambos a la plaza cogidos de la mano. La gente los miraba, quizá les recordaban de la última vez que habían estado allí. La escenita que habían montado no era fácil de olvidar.
- Cerezo, creo que nos miran por culpa de la escenita del otro día. - dijo divertido en su oído.
Sakura le golpeó en el brazo molesta.
- No empieces, eso ya está más que arreglado. - le espetó ella-. Monta el puesto, yo voy a darme una vuelta al mercado a ver si veo algo.
- ¡A la orden, jefa! - respondió Naruto poniéndose firme.
Sakura soltó una carcajada antes de alejarse hacía los puestos de comida.
Estaba todo como siempre. Los tenderos vendían su género gritando a pleno pulmón, el olor a comida recién hecha, un pastor conduciendo el ganado... Y sobre todo muchísima gente.
Sakura ya no los veía como a sus súbditos, sino como a gente como ella. Era ella la que había cambiado para convertirse en lo que ahora era; una persona sin deberes, que no seguía normas y que vivía una vida feliz en el bosque. Sí, un bosque peligroso y lleno de todo tipo de alimañas, pero a ella le daba igual.
Echó un vistazo en dirección a Naruto que seguía montando el pequeño puesto. Él alzó la cabeza un instante y le sonrió.
- Yo escuché a uno de los guardias decir esta mañana que tal vez no pasaría de esta noche.
- Pero es algo increíble, si gozaba de buena salud...
Sakura observó bien a las dos mujeres que estaban hablando. Una de ellas tenía el pelo negro por debajo de los hombros, en su mano portaba un canasto repleto de verduras. La otra era más alta y tenía el pelo rubio como el sol, era la tendera del puesto de verduras.
- Ay, pues eso es lo que siempre ocurre. Un día estamos de fábula y al siguiente nos estamos acercando cada ve más a La Parca. - dijo con tristeza la tendera.
- Y en caso de que muera, cosa inevitable creo yo, ¿quién se encargará del reino?
Sakura no daba crédito a lo que oía. ¿Encargarse del reino? Una idea horrible inundó su mente.
- ... pues supongo que la Reina se quedará al frente, aunque creo que Sasuke ya es el heredero oficial. Como te he dicho, esta mañana oí a los guardias de la puerta comentándolo. -Calló para tomar aire-. A Su Majestad no le queda nada para dejarnos- continuaron hablando, pero Sakura ya no pudo seguir oyendo nada más.
El corazón le dio un vuelco ante todas aquellas palabras. Su padre se estaba muriendo. Sintió como todo a su alrededor se tambaleaba, se agarró a algo, pero no sabía a qué, para mantener el equilibrio.
La idea de que su padre estuviese a punto de morir la había golpeado como la zarpa de aquel horrible dragón... No. Había sido mucho peor.
Por mucho que hubiera odiado a su padre por lo estricto y duro que había sido con ella, no podía evitarlo, ella le amaba.
Sus ojos se llenaron de lágrimas al instante y comenzó a llorar. Sintió una presión en el pecho, que le dificultaba respirar. Empezó a hiperventilar en medio de la plaza. Notó como la gente se acercaba a ella, con miradas preocupadas.
Por el rabillo del ojo vio un reflejo amarillo moverse a toda velocidad entre la multitud que se aglomeraba rápidamente a su alrededor.
Todo a su alrededor empezó a emborronarse lentamente hasta que se oscureció por completo.
HOLA, HOLA.
Siento mucho la demora, pero como dije aún me quedaba hacer selectividad, por lo que había que seguir estudiando. Pero ya he acabado con todo lo que tenía, así que he podido escribir y os traigo la continuación de este mi FF.
Este capítulo lo voy a dividir en dos partes, porque es que de no hacerlo, me quedaba muy, muy largo
Espero vuestro hermosos comentarios, a ver qué os ha parecido.
Me despido.
Ean95- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Oh! POR DIOS! No lo puedo creer! Estuvo genial el capítulo!
Bueno ehmmm puro Sasuke.... Y también MADARA!
Espero el Rey no muera no la Reina.
Pero ahh pobre Sakura, espero oja que ella misma con lo que ha aprendido le de una patada en los meros huevos a Sasuke!
Espero conti! Lo dejas en una parte muy buena D:
Bueno ehmmm puro Sasuke.... Y también MADARA!
Espero el Rey no muera no la Reina.
Pero ahh pobre Sakura, espero oja que ella misma con lo que ha aprendido le de una patada en los meros huevos a Sasuke!
Espero conti! Lo dejas en una parte muy buena D:
belivexangel1- Sannin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
- Capítulo 13 2/2:
- No supo qué fue, pero la despertó. No sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí... no recordaba nada.
Se notaba cansada y tenía una leve pero intensa jaqueca. Se movió un poco y notó que estaba tumbada sobre una cama muy cómoda y mullida. Estaba tapada hasta la barbilla y con mucha delicadeza.
Abrió los ojos y no visualizó nada. Fuera donde fuera que se encontraba, una oscuridad lo inundaba todo.
En el ambiente había un ligero olor familiar para ella, olía a la sopa que solía preparar Naruto en la cabaña.
¿Estaría en la cabaña entonces?
Sakura sacó los brazos de debajo de lo que por el tacto, notó que era una manta muy suave. Hacía mucho que no notaba algo tan suave al tacto. Ni siquiera recordaba la última vez que había dormido en una cama tan cómoda.
Aquello le dio la pista de que no estaba en la cabaña, pues allí únicamente estaban los catres, y no eran tan cómodos como una cama.
Se incorporó llevándose una mano a la frente. No parecía estar enferma, pero sí que le dolía muchísimo la cabeza. Se masajeó las sienes, respirando tranquila.
No conseguía recordar absolutamente nada. Bufó con enfado.
Sus ojos ya se habían acostumbrado a aquella oscuridad y atisbó a un par de zancadas una tenue luz de lo que parecía una puerta.
Agudizó el oído y pudo oír un par de voces, pero no lograba escuchar de qué hablaban.
Salió de la cama y extendió los brazos, por si se pudiera topar con algo en aquella oscuridad, y avanzó hacía la luz.
A medida que se acercaba a la puerta, las voces se hacían más claras y pudo entender retazos de la conversación.
- ... en serio, muchas gracias. - Esa era la voz de Naruto.
- No ha sido nada, muchacho. - Aquella voz parecía pertenecer a alguien mayor, a una mujer mayor.
Sakura tanteó por la puerta hasta que encontró el picaporte y lo giró abriendo la puerta.
Un resplandor la cegó un instante y cerró los ojos en un acto reflejo. Los volvió a abrir entrecerrándolos por la luz que le molestaba a los ojos.
Ante sus ojos había una habitación iluminada por una chimenea alimentada por un gran fuego, sin duda el que la había cegado. Había junto a ella un pequeño sillón de color marrón claro, que parecía muy cómodo. A la derecha había una mesa de tamaño medio sobre la que había un montón de cosas; desde vajilla y cubertería hasta verduras y otros manjares.
De pie junto al fuego estaba Naruto, que había dibujado una enorme sonrisa al verla aparecer por la puerta. A su lado se encontraba una mujer mayor, con pelo canoso y recogido. Sin duda la voz que había oído hacía unos instantes era suya.
- ¡Cerezo! - exclamó el joven corriendo hacia ella-. No sabes lo preocupado que me has tenido. - La abrazó dejando su cabeza reposar en su duro pecho.
- ¿Qué...?
- Tranquila, te desmayaste sin motivo en medio de la plaza. - la interrumpió él-. Te traje entonces aquí, a la posada del pueblo. - se separó de ella rompiendo el abrazo y la agarró de la mano conduciéndola hasta el sillón-. Esta mujer de aquí es la dueña de la posada. - la ayudó a sentarse en el sillón. Sakura pudo notar como el olor a sopa era más notable y observó el enorme caldero que había sobre el fuego-. Se llama Chiyo y se ha encargado de ti desde esta mañana hasta ahora. Ella ha llamado al médico que te ha atendido de buena gana.
Sakura alzó la vista y miró a la mujer. Tenía una mirad bastante amigable en un rostro marcado por las arrugas. Sakura le dedico una liviana sonrisa de agradecimiento.
Naruto había dicho que se había desmayado aquella mañana. ¿Quería decir con eso que ya había oscurecido? Y además había dicho que se había desmayado. ¿Por qué se había desmayado?
Naruto continuaba hablando, pero Sakura no le prestaba atención, acababa de sumirse en sus pensamientos. Tenía que intentar recordar que había hecho desde que se había levantado aquel día. Con un poco de suerte podría recordar el motivo de su desmayo.
Aquella mañana se había despertado con los primeros rayos del día. Había mirado a su lado, donde Naruto continuaba dormido con una sonrisa. Sonrió para sí recordando aquella imagen.
Luego se había levantado y se había vestido con sus ropas masculinas, recogido el pelo y salido de la pequeña habitación donde dormían.
Bebió agua, cogió una manzana porque le apetecía desayunar algo ligero aquella mañana y luego... Luego había entrado de nuevo en la cabaña y había visto el montón de ropa sucia. Sí, eso.
Había decidido ir al río a lavarla y de paso darse un baño. Recordó que antes de salir había echado un vistazo al joven que aún dormía abrazando a la nada. Había sonreído y entonces se había marchado al río.
Al llegar allí había lavado la ropa y se había bañado cuidadosamente como hacía desde que vivía en el bosque.
Tras pasar media hora allí y haberse secado un poco, se había vuelto a vestir y peinar y se había puesto en marcha para regresar a la cabaña.
Cuando llegó, Naruto estaba ya despierto y metiendo en su bolsa unos cuantos frascos de perfume.
Recordó que tras mucho insistir, había logrado convencerlo de acompañarlo hasta el pueblo...
Sakura frenó un instante sus pensamientos. El pueblo. Claro, ahora lo recordaba. Su padre. Esa era la razón de su desvanecimiento. Su padre se estaba muriendo. Se lo había oído a un par de mujeres en el puesto de verduras y entonces se había desmayado.
Naruto notó que la joven no le estaba escuchando y se arrodilló ante ella. Vio en su rostro un atisbo de temor. Estaba asustada de algo. Le cogió el rostro con ambas manos y le beso la frente.
- Cerezo, ¿qué te sucede? - le preguntó muy preocupado.
Sakura miró al joven a los ojos y se vio a si misma reflejada. Vislumbró su rostro y lo aterrorizada que estaba. Y ahora estaba preocupando a Naruto.
Chiyo le puso una mano al joven en el hombro.
- Os dejo que habléis. Cualquier cosa, estoy fuera. -Naruto asintió sin apartar la vista de la joven.
Sakura se abrazó a Naruto con fuerza enterrando su cara en el pecho del joven, que la rodeó con sus brazos.
Ella empezó a llorar sin ningún reparo, preocupando aún más a Naruto, que la mecía en sus brazos sin entender nada.
- Cerezo, me estás preocupando, ¿qué te pasa? - Sakura alzó la vista. Tenía los ojos completamente empapados por las lágrimas, al igual que todo su rostro.
- Naruto, es mi padre. - dijo entre sollozos.
- ¿Tu padre? - le enjugó las lágrimas con delicadeza-. ¡Oh, por eso te has desmayado!
- ¿Qué? ¿Es que pensabas que me pasaba algo? - preguntó ella.
- Chiyo pensaba que estabas... bueno... encinta. - dijo entrecortadamente.
Sakura sonrió levemente. Ojalá fuera eso, no le importaría que fuera eso en lugar de la muerte de su padre. Pero no era eso.
- No estoy embarazada. Lo siento Naruto. - le dijo a media voz.
- No lo sientas, Cerezo. - sonrió-. Ahora no es momento para eso.
Sakura volvió a enterrar la cabeza en su pecho. Naruto le beso en la coronilla.
- Anda, dime, qué sucede con tu padre. - le instó el joven.
- Se está... se está mueriendo. - dijo volviendo a llorar-. Se lo he oído decir esta mañana a un par de mujeres. Ya sé que mi padre y yo nunca nos hemos llevado del todo bien y que... que me escapé porque él... bueno... él...
- Shh... - la calló el rubio-. Tranquila Cerezo. Tú no tienes la culpa.
Sakura levantó la cabeza al instante con el ceño fruncido.
- ¿Cómo puedes decir eso? Y sí tras el disgusto de perderme como hija enfermó y ahora... - calló-. Seguro que yo tengo la culpa, soy una hija horrible. - dijo con amargura.
Naruto le apartó el pelo, que llevaba suelto, de la cara y se lo puso tras la oreja.
- Óyeme bien, tú no tienes la culpa de nada. - le dijo con dulzura-. La gente muere cada día, aunque sea el Rey de Itenwer mismo. Tú padre ha podido contraer una enfermedad. - Le acarició la mejilla secando un par de lágrimas-. Tú te marchaste porque no eras feliz allí, nadie puede culparte por intentar buscar tu propia felicidad. Así que no vuelvas a decir que es tu culpa.
- Naruto... - se quedó callada ante aquel pequeño discurso.
- Ahora yo soy quien te cuida y te protege, Cerezo. Aunque... - calló soltando una pequeña risa-. no lo necesites desde hace un tiempo.
Sakura le miró a los ojos, aquellos ojos azules que ahora estaban llenos de un gran coraje y decisión. La joven sonrió acariciándole la mejilla, tocando con delicadeza sus marcas, aquellas que tanto le gustaba tocar.
Busco sus labios y lo besó con ternura, rozándolos lentamente y con delicadeza. Se separaban unos segundos y Naruto volvía a buscar sus labios profundizando los besos, ahora menos tiernos.
- Gracias por animarme, Naruto. - el joven la abrazó.
- Sabes que lo que digo siempre es sincero, y lo que siento por ti lo es. No puedo dejar que la persona a la que más quiero en este mundo, se sienta de esta forma... no puedo dejarte pensar que tienes la culpa de lo de tu padre. - suspiró-. Nunca podría dejarte con ese sufrimiento.
Sakura entonces tuvo una idea. Tal vez ella no tuviera la culpa de que su padre estuviese muriendo, pero si la tenía de haberse escapado y haber preocupado a sus padres. Porque nunca se habían llevado a las mil maravillas, pero eran sus padres al fin y al cabo y los quería.
Si había algo que debía hacer, era ir a ver a su padre y despedirse, que él viera que ella se encontraba bien. Que seguía viva y que era feliz en el bosque. Quizá presentarle a Naruto... Hacerle feliz en sus últimos minutos. Se merecía al menos eso.
- Naruto, tengo que decirte algo-. El rubio se levantó del suelo con Sakura en sus brazos y se sentó en el sillón con la joven en su regazo.
- Dime, ¿qué es? - le preguntó besando su cuello.
- Quiero ir a ver a mi padre, despedirme de él. - dijo decidida.
Naruto paró de besarle el cuello y la miró ceñudo. Ir a despedirse de su padre había dicho. Eso implicaba entrar en el castillo y salir sin ser vistos. Sería sencillo si no fuera porque en aquel castillo estaba Madara.
Ni hablar. No dejaría que Sakura hiciera tal cosa.
- No, Cerezo. - dijo con rotundidad.
Sakura se quedó con la boca abierta. No esperaba tal negativa por parte de él. Pensó que estaría encantado, pero le había dicho no. Y además había sido un no demasiado cargado de seriedad.
- ¿Qué? ¿Por qué? - quiso saber.
- Porque es muy peligroso, por eso.
- Peligroso... Pero qué estás diciendo. Es entrar, ir hasta la alcoba de mi padre y luego salir sin ser vistos. - le explicó con obviedad.
- Tú lo ves fácil, porque lo es. Pero no es por eso por lo que es peligroso y por lo que me niego. - apoyó la barbilla en su mano. Seguía muy serio y bastante distante.
- Ya lo has dicho antes, ya no me proteges como antes, estoy aprendiendo a cuidarme muy bien yo sola y... - miró a Naruto que había apartado la mirada y ahora miraba el fuego-. Ni siquiera me estás escuchando. Desde luego, Naruto... ya te vale...
- ¡Calla! - le gritó-. Si no quiero que vayas es por Madara. - miró a la chica que lo miraba asustada-. Lo siento, Cerezo. Siento el grito... Es que no quiero que te pase nada y si vas allí podría pasarte algo y... - su voz se fue apagando.
Sakura se levantó de su regazo muy enfadada. Se cruzó de brazos y lo miró furiosa.
- Naruto, no hace falta que me protejas tanto. No me pasará nada. Ya me las arreglé en ese castillo cuando estaba Madara, esta vez no será diferente. - Naruto se levantó furioso del sillón.
- ¡Cuando escapaste de ese castillo tu padre estaba sano! ¿O me equivoco? - cerró los ojos e inspiró y expiró soltando el aire lentamente para calmarse un poco-. Cerezo, si no te lo he dicho antes es porque no quería preocuparte. -le dijo más calmado-. Hay altas probabilidades de que a tu padre lo hayan asesinado. - abrió los ojos y vio a Sakura con una mano en su pecho.
- Asesinado... - musitó impactada.
Naruto se acercó a ella, pero no llegó a tocarla por si ella se zafaba de él.
- Asi es. - dijo serio-. Posiblemente envenenado. Lo siento Cerezo. - apretó los puños impotente.
Sakura se dejo caer al suelo. Si lo que decía Naruto era cierto, entonces ahora más que nunca debía ir hasta el castillo y verle por última vez. Aun tenía aquella incertidumbre de que tal vez sí que hubiera enfermado por su culpa, pero ahora...
Alzó la vista y miró a Naruto que la observaba abatido. Él no quería decirle nada para no preocuparla, pero había actuado bien después de todo.
Se levantó del suelo y se acercó a Naruto. Le cogió la mano y entrelazó sus dedos con los suyos. Se puso de puntillas y lo besó.
Fue un instante. Cuando acabaron el beso el rubio apoyó su frente en la de la joven y la miró a los ojos. Sakura le rozaba la nariz con la suya mientras cerraba los ojos.
- Perdona por haberte gritado de esa forma, Naruto. Y por ponerme como una estúpiaa mimada con el tema de ir a ver a mi padre. - soltó un poco de aire.
El joven la besó con ternura haciéndola callar.
- No pienso perdonarte - le dijo entre besos-. porque no hay nada que perdonar.
Sakura le dio un último beso y se abrazó a su cuello. Una lágrima resbaló por su mejilla. No quería hacerlo, pero no tenía alternativa.
En cuanto Naruto se quedase dormido, se escabulliría e iría ella sola al castillo.
No quería hacerlo enfadar más, así que fingiría que la idea de ir había quedado fuera de sus planes y disfrutaría de la compañía de él hasta quedar dormidos.
Movió la cabeza para secarse la mejilla en el hombro de Naruto, para que así no se notara nada que había llorado. Aunque realmente no hacía falta después del rato que había estado llorando, no se notaría.
Aunque mejor prevenir por si las moscas.
- Oye - le dijo al oído-. ¿Crees que Chiyo volverá?
- Posiblemente. Esta es su habitación - dijo sereno.
- Que pena. - dijo ella haciéndose la víctima-. Entonces no podremos probar esa cama tan cómoda y mullida de ahí dentro.
Naruto sonrió de lado. Sakura acababa de morderle el lóbulo de la oreja, sabiendo que eso lo volvía loco.
- Para, Cerezo. Te recuerdo que esto es una... ¡ah! ¡Oye! - se quejó tras la mordida que acababa de experimentar.
- Venga, si con ese jaleo ni siquiera se dará cuenta de nada. - le dijo arrastrándolo agarrándolo de la mano hasta la habitación-. Y si lo que te preocupa es la cama de esa mujer... No pasa nada, le pedimos otra habitación. Aunque seguro que cambiará las sábanas después de haber dormido ahí dos extraños.
- Cerezo, - le dijo tapándole la boca-. para ya, me has convencido.
Entraron en la habitación. Naruto prendió un par de velas con sus poderes y Sakura cerro la puerta.
La joven se tiró encima de Naruto que la agarró al vuelo besándola. Sakura enroscó las piernas en su cintura correspondiendo con efusividad al beso. Pasó los brazos por detrás del cuello del rubio alborotándole aún más el pelo.
Naruto se separó de sus labios y atacó a su cuello dándole pequeñas mordidas. Sakura dio un respingo y soltó un pequeño gemido placentero.
- Cerezo, contrólate, no queremos que nos pillen. - le dijo riendo.
- Callate, tú tienes la culpa. - le agarró las mejillas y volvió a besarlo.
Naruto enrolló su lengua con la de la joven, mientras caminaba hacia la cama y la recostaba allí. Sin dejar de besarla, le quitó el jubón y lo tiró por la habitación.
Se subió encima de ella besándola por todas partes. Ambos comenzaron a desvestirse el uno al otro sin parar en ningún momento de acariciarse o provocarse.
Al cabo de un rato, ambos estaban tumbados en la cama, desnudos y muy acalorados. Sakura estaba abrazada a Naruto con la cabeza sobre su pecho, dibujando sobre el mismo contornos con su dedo.
- Me haces cosquillas, Cerezo - dijo riendo.
- Es lo que pretendo. - le contestó ella-. Estoy cansada, vamos a dormir.
- ¿Cansada? - preguntó sin creerlo-. Pero si has dormido todo el día.
- Después de lo que acabamos de hacer me he vuelto a cansar. Bruto, que eres un bruto. - le reprendió divertida.
- ¿Yo? - dijo incrédulo-. Tú no te has quedado atrás, princesa. Bueno, que digo princesa... guerrera.
- Duérmete, Naruto. - cerró los ojos recostándose más sobre su pecho.
El rubio se dio por vencido y cerró los ojos quedándose dormido en apenas unos minutos. Su pecho subía y bajaba tranquilo. Sakura podía oír su corazón latir lentamente.
Se separó de él y salió de la cama. Sabía que Naruto tenía el sueño profundo y pensaba aprovecharlo para huir.
Recogió su ropa, que estaba toda tirada por todas partes.
"Madre mía, creo que me he pasado intentando cansarlo" pensó conteniendo la risa.
Miró al rubio que seguía dormido sin percatarse de nada y por un momento se pensó lo de marcharse para quedarse junto a él. Pero la idea de su padre, moribundo y sin saber de ella durante meses, le ganó.
Se acercó hasta él y le dio un beso en los labios. Le apartó el pelo rubio de la frente y le acarició las marcas de sus mejillas. Dibujo en su mente cada una de las partes que lo componían. Quizá fuera una despedida o quizás no, pero no quería arriesgarse a olvidar como era la persona que amaba. Aunque eso se le hacía imposible en aquel momento.
- Adios, Naruto. - le susurró al oído-. No olvides que te quiero.
Abrió la puerta y salió por ella, antes de echar una última mirada al joven que descansaba solo en la cama.
Salió de la habitación y se encontró justo en la posada. Allí había un gran escándalo provocado por la cantidad de hombres que estaban bebiendo a aquellas horas. Chiyo estaba detrás de la barra. También había un joven de pelo pelirrojo que podría tener la edad de Naruto y una mujer algo mayor rubia.
Sakura se abrió paso como pudo entre toda aquella gente hasta que llegó a la barra. La joven rubia la miró y se acercó a ella.
- Anda, tú eres la que se desmayó esta mañana. Veo que ya estás mejor y que mi abuela no mentía. - le dedicó una sonrisa. - Me llamo Temari, por cierto.
- Yo Cerezo. - le dijo devolviéndole la sonrisa-. Sí, ya me siento mucho mejor. Ahora iba a dar un paseo, pero he pensado que iría algo más cómoda con otra ropa. - Temari la miró y vio a que se refería.
- Creo que podría prestarte un vestido. Espera aquí un segundo, enseguida vuelvo. - y desapareció escaleras arriba.
Sakura no tuvo que esperar mucho, de pronto apareció Temari al pie de las escaleras con un vestido de color marfil.
- ¿Te importa que suba y me lo ponga en tu habitación? - le gritó para que la joven la escuchase.
Temari asintió. Sakura subió por las escaleras y siguió a la joven hasta su alcoba.
Era una habitación muy pequeña con una cama, una mesa y una silla y un pequeño baúl al fondo.
- Te lo agradezco. - le dijo mientras de desvestía.
- No es nada, mujer. - dijo quitándole importancia-. Cuando acabes puedes dejar tu ropa sobre la cama y yo la lavaré.
Sakura asintió agradecida. Temari salió de la habitación dejándola allí sola poniéndose aquel vestido.
Todo iba a la perfección. Naruto no se había despertado, acababa de conseguir el vestido que le permitiría colarse en el castillo y así pasar desapercibida y lo más importante: nadie tenía sospechas de lo que planeaba hacer.
Encontró una sabana vieja en el baúl de Temari y metió ahí su ropa de hombre. Hizo un nudo y salió de la habitación.
Al bajar las escaleras, lo hizo agachada y al llegar abajo se ocultó entre la multitud y salió por la puerta de la posada.
- "BIEN"
Miró hacía todas partes hasta que logró situarse y se puso en camino para llegar al castillo lo antes posible. No tenía ni idea de la hora qué era, así que decidió preguntar.
- Disculpe, ¿podría decirme qué hora es? - le pregunto a un viejecillo que iba acompañado por un joven de más o menos su edad.
- Con gusto, señorita. Deben de ser las nueve y media si me guió por el tiempo que hace que ha anochecido.
- Muchas gracias-. Y salió corriendo hacia el castillo como una centella.
Cuando llegó no había nadie en la entrada del servicio. Ya habían cerrado aquella puerta, así que tendría que entrar con los rayos del sol. Eso podría ser una problema si Naruto se despertaba e iba a buscarla.
De pronto oyó un golpe seco. Miró hacia la puerta y vio que estaba abierta y en ella había un guardia que la observaba.
- ¿Qué haces ahí? - le gritó.
- Lo siento, he llegado tarde y me he quedado fuera. - dijo lo más inocente que pudo-.
El guardia pareció convencido, así que se hizo a un lado y le hizo un ademán para dejarla pasar.
- Gracias, gracias. - le dijo ella al cruzar la puerta.
- Ten más cuidado la próxima vez. Hoy has tenido suerte de que estuviera yo por aquí. Eso y que me hayan entrado ganas de mear ajajajajajaja. - soltó una gran risotada-.
- No volverá a ocurrir, en serio. - Sakura se fue por aquel pasillo y se dirigió a la lavandería.
Si recordaba bien como salir de la zona del servicio podría llegar sin problemas a los aposentos de su padre.
Solo esperaba que todo resultara como hasta ahora y nada saliera mal. Mucha suerte estaba teniendo.
Los aposentos de su padre estaban situados en el ala norte del castillo justo al contrario que los suyos, que estaban en el ala sur.
Su plan era simple y arriesgado también. Necesitaba coger un par de sabanas y llevarlas hasta los aposentos del Rey con la excusa de que iba a recoger la ropa sucia y a dejar esa limpia.
Podía o no resultar y eso era lo que lo hacía arriesgado. Pero debía arriesgarse.
Saludó a un par de mujeres que había por allí, que la miraron con extrañeza, ya que no la habían visto nunca antes por allí.
- Soy nueva. - dijo con una sonrisa forzada-.
Las mujeres no parecían muy convencidas, pero tampoco dieron señales de querer indagar más en el asunto.
Sakura cogió una cesta y un par de sabanas limpias cuando no miraban y salió a todo correr a su destino.
Esperaba conseguirlo. "No. Debo conseguirlo."
Ean95- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Gracias por comentar el anterior capítulo belivexangel1 . Al menos sé que hay alguien que lee lo que escribo xDD
Ean95- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Jajaja pues tu sabes, amo tu fic es mi favorito, espero lo termines ya que quiero ver como acaba.
Pues me gusto mucho el capítulo, me alegra que ella vaya a visitar a sus padre.
Ojalá oiga algo de que Sasuke lo esta envenenando ( maldito ).
Y vaya manera de dejar a Naruto durmiendo xD
Necesito conti urgente!
PD: sabes estoy viendo un anime que es más o menos igual a tu historia, no se sí la quieras ver , esta muy padre
Se llama: Akatsuki no yona ( a no ser de ya hayas leído el manga )
PD2: que opinas de que ya faltan dos capítulos para que se acabe el manga?
Pues me gusto mucho el capítulo, me alegra que ella vaya a visitar a sus padre.
Ojalá oiga algo de que Sasuke lo esta envenenando ( maldito ).
Y vaya manera de dejar a Naruto durmiendo xD
Necesito conti urgente!
PD: sabes estoy viendo un anime que es más o menos igual a tu historia, no se sí la quieras ver , esta muy padre
Se llama: Akatsuki no yona ( a no ser de ya hayas leído el manga )
PD2: que opinas de que ya faltan dos capítulos para que se acabe el manga?
belivexangel1- Sannin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Hola soy nueva en el foro y me agrada tu fic pero te te has tardado un mundo en actualizarlo y xq nadie escriba no significa q no lean se q eso a veces decepciona pero creeme hay q amar lo que haces no tardes en actualizar xfa
Ocaso7- Clan Byakko
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
excelente fic me ha gustado me lo he leído todo de una vez creo que sakura va a complicar las cosas visitando a su padre y cuando naruto se de cuenta va ha estar muy enojado espero lo continues pronto acabas de ganar una nueva seguidora de tu fic.
aduzumaki- Sennin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Cuando pones conti???
aduzumaki- Sennin
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Siento mucho la tardanza pero entre una cosa y ora nunca tenía mucho tiempo para escribir. Pero aunque pase mucho, no vo a dejar el FF hasta acabarlo xD
- Capítulo 14..:
- Cruzó el pasillo lentamente, admirando cada armadura. Jamás las había visto tan relucientes. Se acercó a una y se vio reflejada en ella.
Aunque ella se viese con su apariencia habitual, sabía que el resto la veía con otra totalmente distinta.
Se retiró alarmada. Acababa de caer en que su padre no la reconocería al verla. Eso sería un problema. Problema en el que no había pensado con las prisas de escaparse mientras Naruto estaba dormido.
"Idiota" pensó para sí.
Volvió a mirarse en la armadura, seria y pensativa. Lo único que le pasaba por la mente en aquel momento era que deseaba ver por última vez su padre como fuese.
Con una última mirada, se retiró de la armadura definitivamente y siguió caminando por el pasillo hasta que llegó hasta unas escaleras situadas a la derecha al final del mismo.
Solo le faltaba subir las escaleras y girar a la izquierda y estaría en los aposentos de su padre. Una escalera era lo que la separaba de él, y ya no habría ningún obstáculo más que le impidiese verle por última vez.
Al subirlas todas le pareció oír unas voces masculinas. ¿Había alguien ahí?
Con cuidado, pegándose a la pared, se asomó para poder ver de quién se trataba.
No los conocía en absoluto. Ni siquiera le sonaba sus caras.
Se trataba de dos hombres de no más de veinticinco años. Uno de ellos tenía el pelo muy claro, casi blanco, algo largo. De la comisura de la boca le asomaba un diente. No parecía muy fuerte, pero no se dejó llevar por las apariencias.
El otro tipo era enorme, parecía una roca de lo alto y corpulento que era. Tenía el pelo naranja y muy despeinado. Por un instante a Sakura recordó a Naruto, pero fue eso, un instante.
Ambos llevaban una coraza a modo de peto con un abanico en el centro, señal inequívoca de que eran guardias de Madara y Sasuke. Una espada en la cadera y unos guanteletes negros.
Los dos hablaban entre ellos en voz lo suficientemente alta como para oírse desde donde estaba Sakura.
- Pues espero que se muera de una maldita vez, joder. Estoy harto de pasarme aquí esperando a que la palme el viejo de mierda.
- Sasuke nos ordenó permanecer aquí y no debes quejarte, Suigetsu.
El tal Suigetsu emitió un sonido que parecía ser de queja. Parecía que se había dado por vencido y se limitó a permanecer callado, aunque Sakura podía oírle refunfuñar desde donde ella se encontraba.
No había contado con que la puerta estuviese vigilada y por nada menos que dos guardias de Sasuke. Aquello era un problema.
Sakura, haciendo e menor ruido posible, se retiró de la pared y caminó hasta el pie de las escaleras, donde dejó a un lado la cesta que llevaba y se sentó.
Tenía que pensar en algo rápido para entrar en los aposentos de su padre, era de vital importancia, no sabía cuánto tiempo le quedaba a su padre de vida.
No se le ocurría nada para evitar a esos dos y entrar sin ser vista. Nada. Si quería ver a su padre tendría que pasar delante de ellos. El caso era, ¿cómo?
Pensó en Naruto. Si él estuviera ahí con ella seguro que ya se le habría ocurrido algo y estaría dentro hace mucho.
Se estiró el vestido lentamente mientras pensaba en algo. Entonces paró al instante de estirarse la arruga. "¡Claro eso es!" - se dijo-." Solo tengo que fingir que soy una doncella que le trae ropa limpia al Rey y me dejarán entrar". sonrió conteniendo una carcajada para no ser escuchada.
Se levantó arreglándose un poco la ropa como pudo, cogió la cesta que había cogido de la lavandería y salió del pequeño recodo en el que estaba escondida.
Aquellos tipos la vieron aparecer nada más doblar la esquina. Se la quedaron mirando mientras se acercaba lentamente hacia ellos. Sakura iba con la cabeza bien alta y tratando de parecer lo más segura posible, lo único que le faltaba era ponerse nerviosa.
- Buenas noches, tengan ustedes. - les dijo al llegar ante ellos.
- ¿Qué quieres? - preguntó Suigetsu de mala gana.
- Traía sábanas limpias para Su Majestad. - se limitó a decir de la forma más natural que pudo.
- Pues dame esa cesta y lárgate de aquí yo la llevaré dentro. - dijo el otro serio.
Sakura no contaba con aquello, ella pensaba que la dejarían pasar. Se encontraba con un problema tras otro.
- Pero... - musitó.
- Y has oído, dale la cesta y márchate de aquí. - ordenó tajante Suigetsu.
Sakura agarró con fuerza la cesta entre sus brazos, frunciendo el ceño. Ambos hombres la miraron sin entender nada. Aquella joven se comportaba de una forma muy extraña.
- No. - dijo ella-. Yo entro y a dejo.
- Jajajajaja - Suigetsu se tapó la boca mientras se carcajeaba delante de ella-. ¿Pero qué te crees, zorra? No puedes darnos ordenes a nosotros. Danos la cesta antes de que tengamos que quitártela por la fuerza. - e acercó más a ella que dio un paso hacia atrás.
Sakura no lo pensó, si quería entrar debería librarse de aquellos pesados primero. Dejó la cesta en el suelo a un palmo de distancia de ella y miró a Suigetsu que la observaba con una sonrisa socarrona en el rostro.
- Aclárate, muchacha, ¿la dejas o qué? - comenzó a reír. Sakura entrecerró los ojos mirándolo con odio.
Echó a correr y le plantó una patada en la barbilla que lo derribó y callándolo al instante. El otro se quedó anonadado al ver a una joven arrear semejante golpe a un guardia.
Suigetsu se levantó del suelo sobándose la barbilla por el golpe. Por el golpe que le había dado, Sakura intuyó que le saldría un buen moretón. Miró a Sakura furioso.
- ¿Qué te crees que haces, zorra? - le gritó mientras caminaba hacia ella-. Te enseñaré que es lo que les pasa a los que se pasan de la raya.
Elevó un puño para golpear a Sakura en la cara pero esta lo esquivó con facilidad para la sorpresa de ambos. Suigetsu no contento con ello volvió a intentar golpearla, arreándole una patada en la rodilla que esta vez si le dio.
Sakura cayó al suelo de culo y Suigetsu, que no perdía el tiempo, se le tiró encima al instante inmovilizándola. Sakura intentaba quitárselo de encima pero no podía. Él la había agarrado de ambas manos.
- Supongo que ha sido suerte, ¿no? - le dijo con una fina y siniestra sonrisa-. Ahora tú y yo nos vamos a divertir, preciosa.
Sakura intentó empujarle, pero él le apretó más las manos. Le acarició la mejilla con su mano libre, ya que con la otra la inmovilizaba.
- Juugo, no te metas, esta es mía. Voy a enseñarle que no debe meterse con quien no debe. - le dio un lametazo en la cara-. Mmm... Sabes muy bien.
Sakura le escupió en la cara. Suigetsu se limpió al instante sin dejar de sonreír.
- Quieres seguir siendo una chica mala, eh. Bien, pues juguemos a eso, zorra. - Sakura vio como se le tumbaba del todo apretándose contra ella-. Nunca me he follado a ninguna doncella, pero tiene que ser genial romperte la pureza, ¿no?
- Maldito.. ¡Quítate de encima! - le gritó. Suigetsu se acercó a su boca.
- Tú te lo has buscado, guapa. - apretó sus labios contra los de ella mientras intentaba meter su lengua, pero Sakura sabía resistirse muy bien.
Él se retiró riendo y volvió a atacar, pero esta vez abriéndole el vestido, intentando dejar a la vista sus pechos. Consiguió desgarrarlo un poco y metió la cabeza entre ellos sin dejar de reír. Juugo observaba aburrido la escena de brazos cruzados.
Sakura luchaba en su interior para no llorar. Se había arriesgado mucho yendo aquella noche al castillo, Naruto tenía razón. Si al menos le hubiera hecho caso, ahora no estaría a punto de ser violada por un tipejo.
Apretó los dientes mientras Suigetsu seguía tocando con sus sucias manos su cuerpo mientras reía.
¿Ya está? Ese sería el final de toda la aventura, de todo lo que había arriesgado para despedirse de su padre, para verlo una última vez. Se había arriesgado dejando a Naruto en una posada dormido como un angelito, ¿para fracasar?
Naruto... La imagen de el joven le vino a la mente mientras mantenía los ojos cerrados para no llorar. De su pelo, de sus ojos, de sus mejillas, de su cálida sonrisa, de sus fuertes brazos que la envolvían siempre. Un recuerdo le vino a la mente. El último día que habían estado entrenando...
Estaban ambos en el pequeño claro al norte de la cabaña. Era un día soleado y algo frío, el viento movía las hojas de los árboles en todas direcciones y llenando el ambiente de otras muchas que se iban desprendiendo.
Naruto esperaba a que Sakura le atacase con su espada en alto. La chica parecía dudar un poco.
- ¡Venga, Cerezo! - gritó animado-. Sé que te da algo de miedo por ser la primera vez que practicas con una espada auténtica, pero te prometo que no pasará nada.
Sakura suspiró y agarró con fuerza la espada. Días atrás habían estado practicando con espadas de madera, pero aquel día Naruto se había empeñado en que ya estaba lista para empezar con las espadas de verdad.
Avanzó hasta él y descargó un mandoble que fue detenido por el joven rápidamente. Él no esperó y le lanzó otro al instante, que Sakura paró.
Estuvieron así durante un buen rato, intercambiando golpes en un duelo de espadas. Naruto se contenía un poco, pero reconocía que Sakura no se desenvolvía nada mal.
Ella, ya más segura de sí misma, le atacó de frente con fuerza. Naruto lo paró justo a tiempo, pero a coste de un pequeño mechón de su pelo.
- ¡Oye! - se quejó mientras veía como su pelo caía-. Ten más cuidado, Cerezo.
- Ha sido culpa tuya por distraerte - contestó ella sacándole la lengua.
Naruto sonrió divertido.
- Con que sí, ¿eh? - corrió hacía ella ante la atenta mirada de la joven y le hizo un placaje derribándola sobre la hierba.
En algún momento había soltado la espada, quizá el susto, y ahora estaba a unos metros de ellos.
Naruto estaba sobre ella sonriendo.
- Naruto, quítate de encima. - le pidió Sakura.
- Ni hablar, Cerezo. Has bajado la guardia - contestó burló sin dejar de reír.
Naruto se inclinó sobre ella rozándole la nariz. La suya estaba congelada por el frío que hacía aquel día. Ella sonrió cerrando los ojos. Naruto buscó sus labios y se besaron pausadamente sobre la hierba, con el sol sobre ellos. Sakura le pasó los brazos por detrás abrazándolo por la nuca mientras profundizaba el beso.
Entonces, en un instante, Naruto sintió un pinchazo en sus bajos. Sakura le había golpeado. Ella lo apartó de un empujón mientras se escurría de debajo y se levantaba.
- Uy lo siento, Naruto. - dijo riendo-. Creo que me he pasado, pero has bajado la guardia.
Naruto se agarraba la entrepierna con cara de dolor mientras miraba a Sakura. Ella se sintió culpable y se acercó a él.
- Lo siento, pero es que no te quitabas y... - Naruto se levantó de la hierba y le cogió las manos atrayéndola hacia él.
- Maldita sea, Cerezo, si querías que parase hay formas de decirlo. Creo que me has dejado estéril. - se quejó escondiendo la cabeza en el cuello de Sakura.
- Eres un exagerado, no te he golpeado tan fuerte. - contestó riendo.
Sakura abrió los ojos de golpe. Eso era, ese tío estaba con la guardia baja, podría quitárselo de encima igual que con Naruto, pero con algo más de dureza.
Suigetsu estaba a punto de levantarle la falda del vestido cuando Sakura se incorporó y le dio un fuerte cabezazo que lo hizo ver las estrellas.
Soltó las manos de Sakura y se llevó las suyas a la cara. Un potente chorro de sangre le salía de la nariz. Sakura le había roto la nariz con aquel cabezazo.
Aprovechando la confusión Sakura le quitó las espada que levaba en la cintura y le dio una patada en el pecho empujándolo hacia atrás y consiguiendo salir de allí.
Respiraba entrecortadamente. Había sido too un suplicio aguantar a aquel baboso manoseándola por todas partes. Se arregló el vestido como pudo y se puso a la defensiva con la espada.
Suigetsu se levantó del suelo agarrándose la nariz. La miraba aún más furioso que antes. Echó la cabeza hacia atrás, se apretó el tabique y con un enorme "crac" se puso la nariz recta.
Tenía toda la cara cubierta de sangre, al igual que la coraza que llevaba y parte del suelo.
- Maldita zorra. - dijo escupiendo al suelo-. Juugo encárgate de ella.
- Vaya, Suigetsu - dijo Juugo burlón-. Creía que no querías que me metiera.
- No, tienes razón. Esto lo resuelvo yo de una maldita vez. - avanzó hacía Sakura que lo esperaba con la espada en alto- . Baja eso si no quieres hacerte daño y para de una maldita vez.
Sakura sonrió. Ese tío aún se atrevía a subestimarla después de lo que le había hecho. Pues ella se encargaría de que no volviera a hacerlo.
Esperó a que Suigetsu intentase algo para así atacar ella. No tuvo que esperar mucho, ese tío era demasiado predecible y en menos que canta un gallo estaba en el suelo con un tajo en el cuello.
Había intentado quitarle la espada de frente. Grave error. Sakura se había movido para esquivarle cuando él iba a pegarle un puñetazo en la cara, y le había cortado el cuello ante su atenta mirada.
Juugo viendo que aquella chica no era para nada alguien con suerte, sino que sabía pelear. Fue hacia ella de inmediato para encararla.
Suigetsu era un chulo prepotente y por eso ahora estaba muerto en un charco de sangre. Pero él era más sensato y esa chiquilla no conseguiría hacerle ni un rasguño.
Sakura miró el cadáver de Suigetsu aún sin creerse que lo hubiese matado. Nunca había matado a nadie y para ser la primera vez no le había temblado el pulso.
Escuchó unos pasos dirigirse a ella y vio el enorme puño de Juugo estrellarse contra su cara. Salió despedida hacia atrás y chocó contra la pared.
Notó un sabor a hierro en la boca. Se llevó una mano a la boca y vio que tenía el labio partido.
Juugo volvía a atacarla cuando se levantó. Él la agarró por el cuello mientras la pegaba a la pared. Sakura sentía que se quedaba sin aire.
- No sé quién demonios eres, muchacha. - le dijo calmado-. Pero esas ganas de entrar a los aposentos del Rey... Algo raro tramas y me gustaría saber qué es antes de matarte.
Sakura sintió como aflojaba un poco la presión del cuello permitiendo que pudiera respirar, pero sin soltarla.
- ¡Habla, muchacha! - instó alzando la voz.
- No tengo ningún motivo oculto. - dijo con firmeza mirando a Juugo a la cara.
Por nada del mundo le diría a ese tipo a lo que iba y mucho menos su verdadera identidad. Tenía que quitárselo de encima como fuera y aturdirlo. Aunque fuese como un montaña para ella, tenía que tener un punto débil o algo que le permitiera derribarlo.
Quizá pudiera dejarlo inconsciente con alguna de las llaves que le había enseñado Naruto. El problema era que estaba en una posición algo complicada.
- Maldita sea, muchacha. Te lo estoy pidiendo de la mejor forma posible, no me hagas pedírtelo por las malas.
Sakura notó como le apretaba el cuello de nuevo. Tendría que actuar rápido si quería librarse de él. La cuarta llave era una buena opción. Le golpearía en el mentón con todas sus fuerzas y luego lo dejaría inconsciente con un golpe en el cuello.
Primero tendría que hacer que la soltase.
Aún tenía la espada de Suigetsu en la mano. "Perfecto" pensó. Movió la espada con la intención de clavarla en la pierna de Juugo, pero él fue rápido y le pegó una patada en la mano haciendo que Sakura soltase la espada. Aprovechando aquello Sakura le dio un golpe con todas sus fuerzas en el mentón. "Au, eso ha dolido"
Juugo se tambaleó un poco hacia atrás, pero no se desmayó. Lo bueno es que había soltado a Sakura que, liberada de su agarre cogió la espada del suelo y se lanzó contra Juugo.
- Jé... ¿En serio crees que podrás hacer algo contra mí, muchacha? - dijo desenvainando la suya.
Los aceros chocaron. Sakura cayó hacía atrás ante la presión de Juugo. Él era mucho más fuerte, la idea de noquearlo no era tan fácil después de todo. Debería aprovechar un instante y hacerlo rápido.
- Nunca entenderé estas ganas de morir que posees, muchacha. - dijo Juugo girando su espada en su muñeca mientras se acercaba a Sakura que se estaba levantando.
- Mejor morir peleando que como una cobarde. - apretó con fuerza su espada y se encaró con Juugo.
Comenzaron un duelo de espadas en el que Sakura llevaba todas las de perder. Juugo era más fuerte, más duro, más rápido y tenía una gran experiencia en combate. Ella en cambio ¿qué tenía? Era demasiado débil para alguien así.
Juugo consiguió herirla en un brazo abriéndole un tajo enorme por el que emanó sangre al instante, y que hizo que soltase la espada. La joven apretó los dientes conteniendo el dolor.
- Y eso es solo el principio. Aunque reconozco que no lo haces mal, muchacha. Esa forma de pelear que tienes es muy bonita, pero aún te falta experiencia e combate. - alzó su espada para darle el golpe fina-. Una pena que no vayas a ganar nunca esa experiencia. - dijo mientras bajaba su espada.
Sakura esperó el final que ya no podría evitar. Decidió que si iba a morir, lo haría mirando a los ojos a su asesino. No pensaba morir con la cabeza gacha como una cobarde.
Alzó poco a poco la vista, pero no consiguió alzarla del todo. Vio que Juugo tenía las piernas abiertas. Abiertas lo suficiente como para que ella pudiese pasar por ahí. Entonces tuvo una idea.
Juugo se despidió mentalmente de la muchacha antes de bajar su espada del todo, pero para su sorpresa, Sakura cogió de nuevo las espada de Suigetsu y con una rapidez increíble, se coló bajo sus piernas. Consiguió acertarle de refilón en el hombro antes de que ella huyera.
Sakura no perdió el tiempo, y antes de que a Juugo le diese tiempo a reaccionar, le hizo un corte profundo en ambas piernas. Juugo gritó de dolor antes de caer al suelo. Sakura le golpeó en la nuca con el mango de la espada y corriendo, antes de que Juugo se derrumbase, le dio una fuerte patada en el cuello dejándolo inconsciente.
Cogió aire agotada. Tenía una herida en el brazo y otra en el hombro, además de un par de contusiones en el codo y las rodillas. Le sangraban los nudillos y se había destrozado el pie en aquella último patada a Juugo.
Pero había conseguido tumbar a aquella montaña sin aún poder creerlo.
Miró a su alrededor. El cuerpo de Suigetsu estaba a un metro de ella, en un enorme charco de sangre. El de Juugo estaba un poco más alejado y ocupaba lo que quedaba del pequeño pasillo.
Se había librado de ellos y ahora lo único que tendría que hacer era cruzar la puerta y llegaría hasta su padre. Se dio la vuelta y agarró el pomo de la puerta. Lo giró y la empujó abriéndola.
Al entrar a la alcoba un hedor inundó sus fosas nasales al instante. Sakura se llevó una mano a la nariz para evitar respirar aquel olor.
La sala estaba tenuemente iluminada por unas velas. Al fondo de esta, estaba la cama, donde una figura descansaba. Era su padre. Sakura corrió cuanto se lo permitieron sus piernas hasta llegar hasta él.
Tuvo que hacer lo imposible para no gritar. El hombre que estaba ante ella presentaba un aspecto lamentable, más que un hombre parecía ya un cadáver.
El olor provenía de él. Olía a muerte sin duda. A su padre no le quedarían más de una hora o unos minutos de vida.
Unas profundas ojeras negras le marcaban el rostro, que estaba marcado por más arrugas de las que nunca había tenido. Sus pómulos eran tan solo hueso de lo delgado que estaba. Y ni siquiera se habían preocupado de afeitarle.
A pesar de todo, aún respiraba. Pero era una respiración muy débil y entrecortada.
Sakura se contuvo las lágrimas antes de despertarle con suavidad, como si se tratase de un niño pequeño.
- Padre, padre... - lo zarandeó con cautela.
El Rey abrió los ojos como pudo, lentamente. La luz le molestaba más que nunca y le dolía todo el cuerpo. Al respirar notaba una fuerte presión en su pecho y unos potentes dolores abdominales. La cabeza le iba a estallar de un momento a otro.
Había llegado su hora al fin, estaba listo para morir de una vez por todas cuando se había quedado dormido.
Pero una voz muy conocida lo sacó de su pesado sueño aquel sueño que creía que sería el último. Esa voz parecía la voz de Sakura. De su hija perdida, Sakura.
Pero al abrir los ojos no vio a Sakura. La joven que estaba frente a él parecía ser una de las doncellas, aunque parecía estar algo desaliñada. Tenía el pelo castaño, unos labios muy rojos y una tez bronceada. Esa chica no podría ser Sakura jamás, era demasiado distinta a su hija.
- Qué... qué o...curre. - consiguió decir mirándola-. ¿Quién e...res?
- Padre, soy yo. Sakura. - contestó sin poder contener ya el llanto.
- Puede... que me es..té muerien...do. Pero... sé reconocer a mi... hija. - cerró los ojos.
Sakura le agarró las manos y las llevó a su pecho justo a su corazón.
- Padre, soy yo. Os lo prometo. Si tengo esta apariencia es por obra de un hechizo.
- Un... hechizo. Já, muy gra...ciosa, muchacha. - dijo como pudo.
- ¡Por favor, no habléis! - le dijo ella alarmada por la voz tan débil de su padre-. Os demostraré que soy Sakura.
El Rey calló respirando entrecortadamente. Decidió oír a esa chica, porque otra cosa no podía hacer.
- ¿Recordáis cuando yo tenía seis años y madre trajo aquel tapiz? - El Rey seguía callado-. Sí el tapiz del corcel blanco. Madre adoraba aquel tapiz y lo tenía en la sala en música. Yo siempre andaba jugando por allí, porque adoraba como madre tocaba el piano, tiene unos dedos maravillosos que saltan de una forma asombrosa por las teclas creando hermosas melodías. - sonrió-. Hecho de menos que madre toque el piano mientras me quedo dormida en su regazo. - dijo con ensoñación.
El Rey la escuchaba asombrado, quizá sí que fuese su hija, pero también podía tratarse de una impostora.
- Pero bueno, que me voy del tema. - dijo riendo-. Un día madre marchó a visitar a unos parientes lejanos y yo me colé en la sala de música. Aquel día hice algo terrible. Rompí sin querer el tapiz de madre, ese tapiz que ella tanto adoraba.
"Fue un accidente, por supuesto. Había en la sala una jarra con agua y yo, queriendo ver el tapiz más de cerca, me subí en la mesa donde estaba la jarra con tan mala suerte que le di y vertí todo el contenido en el enorme tapiz. Al ver lo que había hecho me eché a llorar al instante. Solo tenía seis años y había sido un accidente. - se calló un instante para mirar a su padre, él tenía los ojos abiertos y la miraba atento a cada palabra que emitían sus labios-. Entonces llegaste tú y me consolaste, me dijiste que no pasaba nada, que lo arreglaríamos. Mandaste que se llevasen el tapiz y que lo copiasen hilo por hilo.
" Al cabo de unos días madre regresó y el tapiz estaba de nuevo en la sala de música como si nunca se hubiese mojado. Madre jamás supo qué había ocurrido y tú me dijiste que sería nuestro secreto, que nadie más lo sabría.
Nadie más lo sabe, padre. Solo tú y yo - concluyó.
El Rey estaba llorando. No podía creerlo, su hija estaba viva y estaba ahí junto a él en sus últimos momentos. Una alegría inmensa lo inundó. Alzó una de sus manos como pudo y acarició el rostro de su hija que también lloraba.
- Sakura... estás... vi...va. - sonrió feliz.
- ¡Sí, padre! - agarró la mano de su padre-. Siento mucho haberme escapado, siento haberte preocupado tanto... De verdad que lo siento... - sollozó- . Perdóname, padre.
- No. Perdóname tú... hija. - dijo sonriendo-. Por no ser... un pa..dre compren..sivo.
Sakura lo escuchó atenta.
- Debería haberte... escuchado... Debe...ría haber pensado... más en ti, en... tu... felicidad. -le acarició la mejilla con cariño-. Pero fui un... estúpido. - dejó caer la vista arrepentido.
- No, padre - negó con la cabeza-. Ambos nos equivocamos. Pero aún no es tarde para pedir perdón. Yo te perdono por todo, y tú, ¿podrás perdonarme por haber sido tan cabezota y rebelde? - preguntó sonriendo.
- Pues... claro. - dijo feliz-. Cuanto... me alegra haber...te visto... por última vez... hija mía.
- Padre, no te dejaré, no aún. Te prometo que me quedaré a tu lado hasta el final. - su voz se fue apagando mientras lloraba.
El Rey sonrió mientras admiraba a su hija. En aquellos meses había cambiado mucho, la veía más madura. Y sentía orgulloso de ella.
- Lo único... que... me apena... es no haberte visto... casada. - Sakura sonrió-. ¿A qué... esa sonrisa?
- Que a mi también me apena, padre. - se secó las lágrimas-. Me hubiese encantado que le hubieses conocido.
- No te en..tiendo, hija. - dijo confundido-. ¿A quién..te... refieres?
Sakura se moría de ganas de contarle a su padre todo lo acontecido aquellos meses, pero de lo que más ganas tenía era de hablarle de Naruto.
- Verás, padre... he... conocido a alguien. - dijo sin poder ocultar su entusiasmo-. Le amo y él me ama a mí. Supongo que cuando todo esto acabe nos casaremos. - no pudo evitar sonreír.
El Rey vio como le brillaban los ojos a su hija y supo que lo que le decía era verdad. Al final su hija se había enamorado tal y como ella siempre quiso. Y para eso había tenido que escapar de él, algo que jamás se perdonaría a sí mismo.
- Cuéntame... cosas de... él, Sakura. - pidió El Rey.
- Pues... bueno... no sé por dónde empezar. - dijo riendo-. Lo conocí en El Bosque Azul. Él me salvó de los guardias que enviaste a por mí, padre. Desde ese día vivo con él. Desde el principio fue muy atento conmigo y... poco a poco me fui enamorando de él. - su padre sonrió cerrando los ojos.
- ¿Cómo... se... lla..ma? - preguntó cansado.
- Naruto. Y no tienes que preocuparte, padre. Él puede que viva en el bosque, pero es en realidad un príncipe. - le dijo orgullosa.
- Ja... Me... hubiera... encantado... cono..cerle. - sonrió.
Sakura notó como la mano de su padre ya no hacía presión en su mejilla. Se acercó a él y notó que ya no respiraba. Su padre había muerto con una sonrisa en el rostro, feliz por haberla visto por última vez.
Sakura rompió a llorar de nuevo sobre su padre. La vida era tan injusta. Su padre había muerto por las maquinaciones de un tirano y de su arrogante sobrino. Envenenado. La peor muerte para un rey que haya habido y que pueda haber.
- Padre, te prometo que vengaré esta injusticia. Mataré a Madara y a Sasuke y a todo aquel que haya tenido algo que ver. - acarició el frío rostro de su padre-. Lo prometo sobre tu cuerpo.
Ean95- Aprendiz
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En El Gran Bosque.
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Sñif sñif q-qu-que t-riste las despedidas siempre son tristes pero esta a me a llagado al corazon
Primer comentario
Espero conti
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dani2000mxdx- Aprendiz
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Re: El Bosque Azul. +18 (20/4/15) CAPÍTULO 24
Pobre sakura perder a su padre por culpa de dos mal... pero bueno al menos alcanzo a despedirse de el y a contarle de su amor por naruto y me alegra que su padre alcanzara a verla feliz con el hombre del que se enamoro una triste despedida pero que es un consuelo haber como hace para salir del castillo ahora y esperar que naruto no se halla dado cuenta de su ausencia.
aduzumaki- Sennin
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